Hoooola a todosaquellos que estén leyendo esto aún. La boda de entre Steve y Tonyno parece algo tan sencillo como yo pensé en un primer momento. Sihubiera querido no complicarme la cabeza, habría ignorado el temaprensa y me habría centrado en la boda en sí, pero como consideroque eso no sería realista, ya que ellos son conocidos y Tony siempreestaba apareciendo en las noticias, me he acabado metiendo en estejardín, como acaba pasándome siempre. De algún modo increíble queaún no logro comprender, mi Musa es una asquerosa que solo quierecomplicarme la vida.

Pero espero que ella noos altere de la misma manera que lo hace conmigo y que nos podáisaguantar a ambas durante un poco más de tiempo, mientras ambasintentamos llegar al final de esta historia. Digo intentar llegarporque, cada vez que pienso que quedan pocos capítulos para eso,Musa llega con nuevas ideas, así que ya no aventuraré más cuantofalta para eso. Los que tengan que ser, serán y ya está.

Disfrutad el capitulo yhablaremos más al final del mismo.

CAPITULO 42

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Semanas después de la noticia, incluso después de que Tony y élhubieran abandonado la Torre por un segundo y haber respondido a casitodas las preguntas de los periodistas que parecían no habersemovido de la puerta del edificio, los medios aún seguían debatiendosobre la relación de Tony y Steve, hablando sobre donde estaríanpensando casarse,quienes serian los invitados a una boda tan sonadacomo aquella y otras cientos de cosas más.

En cierto modo, Steve estaba cansado de ello.

Era cierto que, como superhéroes reconocidos, la gente siempre sehabía mostrado interesados por su vida y de vez en cuando seencontraban con alguna u otra cámara de televisión.

Pero lo que llevaban viviendo durante aquellas ultimas semanas no eranormal.

Ni siquiera podían visitar los lugares de bodas de la ciudad paraencontrar un buen lugar porque los periodistas incluso habíancomenzado a seguirles en coche a todas partes, incluso igualando envelocidad a Tony. Incluso hacían noche en la entrada del complejo,donde los guardas de seguridad tenían que estar atentos para queninguno se colara.

María Hill, que había tratado de mirar algunos lugares para ellos,también había sido perseguido. Sus datos como una de las miembrosde más alto rango de SHIELD se hicieron públicos cuando Viuda lanzótoda la información a internet y todo el mundo sabía que ahora eraalgo así como la asistente personal de los Vengadores.

-Esto es un puto acaso- se quejó Sam cuando hablaron sobre ese temaen el complejo.

-Sam- le regañó el capi por su lenguaje.

-Lo siento, pero es verdad. Os están acosando. ¿A qué viene todoesto? Habrá noticias más importantes que cubrir.

-Tengo entendido que pasó algo similar a esto cuando mi padre secasó- comentó Tony, sirviéndose una copa.

De los dos, era el único que aún no había perdido los nervios algoque Steve agradecía. Si hubiera visto a Tony fuera de control,seguramente él ya se habría encontrado subiendo por las paredescomo el bueno de Spiderman.

Con esta en la mano, el tranquilo multimillonario, se acercó a Stevemientras este permanecía sentado, dándole un beso en el cabelloantes de dar la vuelta al sofá para sentarse a su lado.

-Y si mi padre logró casarse, después de haber estado con casi lamitad de mujeres del país llorando por ello y con los periodistas enla puerta de su casa, junto con las fans que le rogaban que no lohiciera, creo que nosotros podremos aguantar un poco de acoso.

-¿No hay manera de denunciarles o algo así?- preguntó Wanda,sentada en un sillón, con Visión sentado en el reposabrazos parapermanecer a su lado.-Tiene que haber algún modo de detener todoesto.

-El único modo es casarnos ya- les dijo Steve a los presentes.-Nodescansaran ni nos dejaran en paz hasta que tengan esa foto.

-Si pusieran tanto empeño en encontrar a los villanos y delincuentesdel país, no habría delincuencia- comentó Visión.

Tony tomó la mano de Steve, esa que mantenía apretada sobre surodilla, tratando de controlar su irritación.

Pero no era una tarea fácil. Ver como el acoso era constante y noparaba, que lo seguían incluso cuando iban a trabajar y soloestorbaban, impidiéndoles ayudar a la gente que necesitaba su ayudaestaba logrando sacarle de sus casillas.

No era fácil lograr eso con el Capitán América, pero la prensa loestaba logrando.

Steve no aguantó más hablar del tema y murmurando un triste''Disculpadme'', se puso en pie de un salto y se dirigió a sucuarto.

Aunque, por supuesto, no pasó mucho tiempo solo.

Minutos más tarde, Tony, aún con la copa en la mano, entró en elcuarto y cerró la puerta tras él.

-Deja de darle vueltas- le dijo, dando un sorbo en esta antes dedejar la copa sobre la cómoda y acercarse a Rogers, que seencontraba sentado en el borde de la cama, cabizbajo.

-Para tí es fácil decirlo. Has tenido cámaras a tu alrededor desdeque naciste. En realidad, creo que tienes ese carácter chulescoporque sabía que eso encantaba a las cámaras.

-En realidad, le encantaba a las chicas.

Steve alzó la cabeza hacía él, no haciéndole ninguna gracia labroma.

-Vale, bien. Sé como te está afectando esto y quería quitarle algode gravedad. Pero eso no significa que no me preocupe o que desearíapegarles una paliza a todos esos periodistas si con eso te hicierafeliz.

-Eso no me haría feliz, Tony.

-¿Estás seguro de que no? Podría intentarlo para comprobarlo.

Aquello acabó sacando una media sonrisa a Steve, sabiendo que Tonyestaba hablando en broma. En otras ocasiones, les había roto móvilesa los periodistas, pero sabía que no debía de levantar el puñocontra ellos si no querían que se lo comieran vivo.

-¿Es eso una sonrisa?- preguntó este, inclinándose sobre él.

-Tal vez- comentó Rogers, recostándose hacía atrás sobre susmanos, alzando la barbilla, con gesto un tanto arrogante.

-Bueno....Al menos es un primer paso. Nunca he sido comediante. Peropodría practicar.

-Tus chistes ni me levantaran el ánimo tan fácilmente.

-¿Y si te digo que tengo la solución para sacarnos sin losperiodistas de por medio?

Aquellas palabras captaron la atención del capitán en el acto,haciendo que Steve se inclinara hacía él.

-¿Podrías hacer eso? ¿Cómo?

-Aun no puedo hablarte de ello, pero pronto lo sabrás.

-¿Pretendes hacerte el misterioso con esto?

-¿No lo sabes ya, capi?- comentó Tony, poniéndose en pie.-SoyIronman.

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Pasaron nuevamente días desde aquellas palabras de Tony y, a pesarde que quería confiar en ellas, Steve no vió ningún cambioaparente de los periodistas que los acosaban. Y, sin saber bien loque estaba planeando hacer Stark, era fácil empezar a dudar de loque había dicho.

Después de todo, por muy Tony Stark que se fuera, no era una tareanada sencilla quitarse de encima a la prensa mundial. Al parecer aparte de su boda, no parecía que ocurriera nada más interesante enel resto del mundo.

-¡Al fin te encuentro!- exclamó Viuda, abriendo la puerta delgimnasio del complejo.

Steve había estado tan concentrado en el saco y en sus pensamientosque, si esta había estado llamándolo, no se habría enterado.

-¿Qué ocurre?- le preguntó él a su vez, poniéndose en alerta.

Después de todo, sin importar cuales fueran sus planes, los villanosseguían apareciendo en el mundo. Al parecer, no tenían la másmínima consideración con su situación y el capi necesitaba algoque le hiciera olvidar sus problemas.

-Te vienes de misión conmigo- le dijo Natasha, lanzándole unatoalla a la cara que Steve atrapó sin problemas.

-¿Quién es el malo?

-¿Con nosotros como héroes? Casi todo el mundo.

-De acuerdo. Pero deja que me dé una ducha rápida.

-Yo me encargo de subir tu traje a la nave- le indicó esta.

Y, antes de que él pudiera secarse todo el sudor de la frente,Natasha ya había salido del cuarto.

Dándose una ducha rápido, se dirigió hacía la zona de despeguedel complejo, un lugar donde Tony tenía bastantes juguetes a sudisposición y que se encargaba de mejorar casi diariamente. Allíencontró a Natasha, con una nave lista para ponerla en el aire encualquier momento.

-¿Dónde están los demás?- preguntó el capi, subiendo a la navecon rápidas zancadas y mirando a su alrededor, intentando encontraral resto de miembros del equipo y su traje.

-Solo necesitamos ir tú y yo, capitán- le indicó Viuda,dirigiéndole una sonrisa desde el asiento del conductor.

-¿Solo nosotros dos?

-¿Acaso no quieres viajar conmigo? Además, piensa que esto es comolos viejos tiempos, cuando aún no sabíamos lo que estaba ocurriendorealmente dentro de SHIELD.

El Capitán asintió, aunque tuvo que admitir de que realmente habíaesperado a más gente, otra misión lo suficientemente grande paraque su mente realmente pudiera desconectar de todo lo demás.

Sentándose junto a Natasha a la cabeza de la nave, no pudo evitarfruncir el ceño al ver el rumbo que había trazado como plan devuelo.

-¿Vamos a Córcega? ¿Dónde está eso?

-Eso es Francia, capitán.

-¿Y qué es lo que está ocurriendo allí exactamente?

Le parecía bastante raro el destino. Parecía que había una ciudadcostera cerca del lugar donde iban, pero la nave los llevaba a lasafueras. ¿Qué clase de villano llevaba la batalla lejos de lagente? ¿Desde cuando eran tan considerados?

-Algo que requiere de nuestra completa atención.

-No me estás dejando las cosas demasiado claras- le indicó Steve,no demasiado contento con todo aquello.

Quería concentrar su mente en otra cosa que no fuera el acoso de laprensa, pero ir sin una idea de a lo que tenía que enfrentarsetampoco era un buen sustituto. Quería tener más información,conocer a quién fuera su enemigo para evitar que este les atacarapor sorpresa.

-Bueno, capitán. Hay aspectos técnicos que nunca llegaras aentender del todo.

-¿Acaso estás trabajando de nuevo para Fury?- le preguntó Steve.

Era el único motivo que se le ocurría para que esta fuera tanesquiva con sus respuestas.

Natasha volvió la vista hacía él por un instante, pero no tardóen volver a prestar atención al rumbo que seguían.

-¿Por qué piensas eso?

-Natasha, están haciendo de todo para no contarme qué es lo que noslleva a ese lugar.

-Y automáticamente piensas que tengo una misión secreta.

-¿Cuando no has tenido una misión secreta?

Ante esas palabras, esta no pudo hacer más que sonreír. Después detodo, llevaba razón en eso.

-¿Clint sigue en su casa?- le preguntó Steve de pronto.

-Sí que yo sepa. ¿Por qué lo preguntas?

-Porque esta mañana no he visto ni a Wanda ni a Visión por elcomplejo y pensé que era posible que se hubiera ido con él. Despuésde todo, Wanda y su hermano parecieron formar una especie de vinculocon él.

-Es posible. De todos modos, te encontré en el gimnasio bastantetemprano. A lo mejor es solo que aún no se habían levantado.

-Puede ser.

-Por cierto, ¿dónde has dejado a Tony?- le preguntó esta,mirándole por un breve momento antes de volver la vista a la ruta.

-Pues ya no estaba en la cama cuando me he levantado, así que creoque, de nuevo, ha pasado la noche en el taller.

-¿Acaso no se cansa de eso? ¿Qué se supone que está construyendoahora?

-No tengo ni idea, pero cuanto más colabora con la doctora Cho,menos horas descansa. Dice que hay muchas cosas que hacer.

-Nunca va a parar de trabajar, ¿verdad?

-Eso me temo- fue la respuesta que este le dio, muy a su pesar.

Aunque fuera una parte de Tony, y amara el hecho de que se esforzarade esa manera en encontrar más modos para ayudar a la humanidad, porotro lado le irritaba que eso le restara horas de descanso. Se habíapuesto demasiado peso sobre sus hombros. Ya debería saber que eldestino de toda la humanidad no podía depender solo de él. Eso eraimposible.

-Tony siempre ha sido un trabajador muy entregado- comentó Viuda.

-¿Y quién de nosotros no lo es? Tenemos que luchar continuamentepor el bien de la humanidad, ya sea contra locos que se creen reyesdel mundo y dioses, o contra seres que venían de otros mundos. Nopodemos bajar la guardia.

-Eh. Eso no hace falta que me lo digas a mí. Sé más que de sobracomo puede ser el mundo de malo cuando quiénes no deben ganan.

Steve volvió la cabeza hacía Romanoff, pero esta estaba concentradamirando al frente. Y si sintió la mirada de este sobre ella, no dióla menor muestra de importarle lo más mínimo.

Fijándose de nuevo en la ruta, pudo concretar que se estabandirigiendo a una playa y eso le hizo volver a fruncir el ceño.

-¿Qué se supone que vamos a hacer allí?- le preguntó aNatasha.-¿Alguien ha construido una base secreta en la costa delMediterráneo? ¿Qué clase de villano haría una cosa así?

-Deje de hacer preguntas sin sentido, capitán, y vaya a cambiarse.Estamos llegando al destino.

Cierto, comprobó, mirando el tiempo estimado de llegada.

Haciendo su asiento hacía atrás, se puso en pie y fue hacía elfinal de la nave, al área del compartimento de carga, donde la navetenía unos baúles integrados. Si su traje estaba en alguna parte,tenía que ser en uno de esos baúles.

Sin embargo, tras abrir uno, no pudo evitar fruncir el ceño y volverla vista hacía Romanoff.

-¿Qué significa esto?- le preguntó, sacando el traje negro quehabía perfectamente doblado en el interior.

Sin embargo, a pesar de su desconcierto, Natasha solo volvió lavista hacía él y le dirigió una sonrisa hacía él.

-Será mejor que se lo ponga, capitán. Le esta esperando unasorpresa.

Findel capitulo 42

Pues,bueno, chicos. ¿A dónde creéis que Natasha se ha llevado alcapitán y para qué? Os dejaré pensando en ello hasta el siguientecapitulo porque soy así de malvada. *uu*

Laplaya la he investigado. Busqué las playas más bonitas delMediterráneo en web de viajes y me apareció. Al final me decidípor la playa Palombaggia, por si alguno de vosotros quiere buscarlaen internet. Cuando estuve en Francia, me gustó al aire de historiaque tenía el país, pero el tiempo y algunas cosas más no megustaron. Sin embargo, esta playa tenía las cosas necesarias que yohabía imaginado en mi cabeza. Ya veréis para qué. Aunque seguroque la mayoría ya sabéis que planeo hacer. Soy demasiadopredecible, lo sé.

Tambiénsé que este capitulo me ha salido más corto que los demás, pero hevuelto a escribir en formatos diferentes y me he hecho el lío. Séque en mis libretas normales, hacer 6 paginas equivale al tamañonormal de un capitulo mío. Pero por hoy no os daré más el follón.Me despido hasta el siguiente capitulo. Manteneos sanos y nosseguimos leyendo.

P.D:No tiene nada que ver con la historia, pero os lo digo igual. Meestoy viendo la película de ''Los Miserables'' y me ha encantado.Me ha hecho llorar y sentir pena por muchísimos personajes, pero poreso mismo es memorable. Una película que no te hiciera sentir nadano valdría la pena. Os recomiendo verla. Sale Hugh Jackman, elprimer amor de mi vida. Fue verlo en X-men, la primera, y quedarenganchada en él. Pero preparaos para leer si no sabéis inglésporque es un musical y diálogos en sí hay muy pocos. Yo hasta me hedescargado las canciones que más me han gustado para oírlas una yotra vez. Sobre todo la de ''Red and Black sing''. Sale Athelstan,de Vikings, cantando aquí. No sabía que tenía esa potencia de voz.Me ha sorprendido gratamente.

Ahorasí. Me despido. Hasta que suba el siguiente capitulo el lunes.