Capitulo 4
Buenas a todos denuevo. Aquí llego ya con el capitulo 4. Seguramente me odiáisporque aún no he hecho que Steve y Tony se encuentren, pero tenedpaciencia. Al igual que Robert y Chris juguetean con nuestroscorazones subiendo twetts o haciendo algunos comentarios que avivannuestros sueños de ver realmente el Stony, lo bueno se hace esperar.Tened un poquito de paciencia.
Y hablando detwetts de Chris y Robert, me acabo de enterar del hastaff que estádando vueltas al mundo: y, en honor a él, de cual me acabo de enterary subir a twitter de mil manera posibles, os traigo este capituloantes de lo previsto, para celebrar que el Stony podría llegar a serreal algún día!!!!!!!!!!!!
Disfrutad delcapitulo!!!
CAPITULO 4
..........
Cuando Steve recibió la llamada de Tony, indicándole el lugar dondese reunirían, sintió nuevamente esa emoción extendiéndose por supecho, curando, en parte, el daño que se había formado cuando ambosse habían colocado en partes diferentes del tablero y habíanacabado separándose, teniendo que agachar la cabeza para contener laemoción que había empezado a correr por él y centrarse en laconversación.
-¿Te parece un buen lugar?- le preguntó Tony cuando le dijo dondesería.
-¿No es un lugar bastante concurrido?
-No. Está cerca de la carretera, pero es poco frecuentado. No estácerca de ninguna parte, en mitad de un desierto, así que no podréadivinar donde os escondéis. ¿No es eso una ventaja para vosotros?
-Si hubieras querido encontrarnos, lo hubieras hecho ya, Tony.
-¿Soy tan obvio para todo el mundo?- preguntó este, con aqueltonillo cómico suyo tan característico.
Steve no pudo evitar sonreír, pero intentó permanecer serio anteaquella situación.
-¿A qué hora quieres que nos encontremos allí?
Si fuera por Steve, ya se encontraría en el lugar en aquellos mismosmomentos. Ahora que sabía que estaban a punto de encontrarse, eracomo si le faltara el aire y las manecillas del reloj no avanzaran alritmo normal, si no como si se hubieran ralentizado.
-¿Qué tal a las cinco? Es la hora ideal para tomar un café y teneruna reunión secreta.
¿Las cinco? ¡Faltaban horas para eso!
-De acuerdo. Nos veremos allí a las cinco.
-Bien- comentó Tony.
Pero ninguno de los dos hizo intención de colgar el teléfono.
-¿Hay algo más que quieras decirme?- le preguntó Steve,disfrutando con aquella insulsa charla solo porque se trataba deTony, escuchando su voz un poquito más.
-No que yo recuerde. ¿Tú quieres decirme algo más?- le preguntóeste.
-Creo que no. Todos estás bien por aquí. Aunque no creo que la vidade fugitivo sea para ellos.
-Bueno...... podrías poner una pequeña firma sobre un papel y yo meencargaría de hablar con el gobierno. Estoy seguro que ha ellostambién les gustarías teneros de su lado.
-Tony- le advirtió Steve, ya que este conocía muy bien cual era supostura al respecto.
-Está bien, está bien. No insistiré. Al menos, de momento.Deberías de saber tan bien como yo que, en un momento u otrovolveremos a encontrarnos en el mismo lado. Lo sabes, ¿verdad?
-Ojala fuera tan fácil- se lamentó Steve.
-Sí, ojalá. Oh. Espera. ¡Sí lo es! Solo tenéis que firmar elacuerdo.
-Hasta luego, Tony- le dijo Steve, ahora con la intención de colgar.
-¡Espera! ¿Quieres colgar ahora, que estamos teniendo unaconversación tan interesante?
-Ya sabes lo que pienso de ello. ¿Recuerdas lo que me dijiste deque, a veces, querías romperme los dientes?
-Claro que me acuerdo.
-Pues, cuando sacas ese tema, me gustaría rompértelos yo a tí.
-Bueno..... antes de que este grado de violencia verbal llegue a más,será mejor que colguemos.
-Sí. Será lo mejor.
-Hasta las cinco, capi- le dijo este en un tono más bajo, casi en unsusurró, que hizo que todo el vello de Steve se erizara de pronto.
-Nos.....nos veremos, Tony- fue todo lo que consiguió contestar,colgando el teléfono.
Por un momento, fue como si este le hubiera acariciado el oído consus palabras y ese hecho lo hizo enrojecer mientras dejaba elteléfono de nuevo sobre la mesa, con la mano sobre el oído,tratando de controlar lo que fuera que se hubiera removido en suinterior.
Hasta que clavó la vista sobre la puerta del despacho donde seencontraba, en aquel apartamento un poco destartalado.
-Sé que estás ahí. Será mejor que salgas- dijo en voz alta.
Y, de manera algo tímida, sabiendo que era algo culpable, Wandasalió de su escondrijo y entró en el cuarto, con la vista en algúnpunto entre el suelo que tenía por delante y el lugar donde elcapitán se encontraba sentado.
-¿Qué has escuchado?
-Que vas a reunirte con Stark a las cinco en algún lugar- admitióWanda.
-¿Y por qué estabas escuchando ahí escondida?
-Porque cuando suena ese teléfono, es Stark y yo también quierosaber como están los demás.
Era justo. Steve no era el único que había sido apartado. El restoque tenía allí a su cargo también tenían derecho a saber como seencontraban sus compañeros. Aunque las circunstancias actuales noeran prácticamente favorables para ello.
Steve asintió, indicándole que no estaba enfadado con ella porhaberlo hecho.
-¿Dónde os vais a reunir?- le preguntó Wanda.
-¿Por qué quieres saberlo?- le preguntó Steve a su vez,recostándose en la silla donde se encontraba.
-Porque yo voy a ir contigo- le indicó Wanda, colocando las manossobre la mesa e inclinándose hacía él.
-No. No voy a consentir eso.
-Stark nos metió en aquella cárcel. No voy a dejar que vayas solo ahablar con él. Además, quiero tener noticias de Visión.
-Le preguntaré a Stark por él, pero tú no vendrás conmigo.
-No podrás impedírmelo- le indicó.
Después de todo, ambos sabían que Wanda podía manipularlomentalmente si ella así lo quería. Solo quería su aprobación, queentendiera su punto de vista y le diera su permiso.
Steve acabó dejando escapar un suspiro.
-Si te dejo venir conmigo, permanecerás oculta. Stark me dijo quesería una reunión solo de él y yo. No quiero que empecemos adesconfiar el uno del otro por esto.
-¡De acuerdo!- aceptó Wanda en el acto.
-Solo entrarás cuando yo te diga, ¿entendido? Cuando le explique aTony porque estás allí.
-Sí, lo he entendido. Pero....¿qué les diremos a los demás?
-El resto también tendrán la oportunidad de volver con los suyosdurante unas horas. No podemos permanecer ocultos eternamente,esperando a que las cosas se arreglen solas. Sam permanecerá aquí,supongo, pero nadie sabe de la familia de Clint excepto nosotros yNick Fury, así que nadie podrá rastrearlo. Y Scott tienen sus modosde volver a casa durante un tiempo sin que lo vean.
-Ese Scott Lang es raro.
-¿Raro?- repitió Steve.
-Sí. Creo que me ve como a su hija. El otro día hasta me dio uncaramelo y me acarició la cabeza.
-Bueno.... Scott es...... muy particular- comentó Steve, con unasonrisa en los labios.-Lo importante es que todos estamos unidos enesto y que nos aseguraremos de que a nadie le ocurra nada.
-Eso me prometió Visión- murmuró Wanda.
-¿El qué?- preguntó Steve, que la había oído perfectamente.
-Me prometió que si alguien venía a por mí, me protegerían.
Rogers se mantuvo unos instantes en silencio, contemplándola, sinsaber bien qué decir. Wanda alzó la vista hacía él al darsecuenta el tono que había empleado al hablar y apartó la miradahacía otro lado, sintiéndose algo avergonzada.
-Saldremos de aquí a las tres- le indicó Steve, rompiendo elmomento incomodo que se había creado, viendo como ella asentía.-¿Losdemás están en el salón?
-Sí. Scott se empeñó en jugar a los dardos con Clint y con Sam,pero creo no se dio cuenta de lo que estaban haciendo.
Este se puso en pie, asintiendo.
-Hablaremos con ellos.
No era su intención mantener en secreto de que estaba teniendocharlas con Tony. Además, si realmente estaba pasando algo, comoTony temía, todos deberían conocer sobre el nuevo peligro.
En un primer momento, cuando les contó lo que estaba haciendo, Clinty Sam protestaron contra ello.
-¡¿Cómo puedes estar en contacto con él?!- le espetó Sam.
-¡Nos metió en aquella cárcel!- le dijo Clint.
-Ambos bandos hemos cometido errores- les dijo Steve, haciendo queambos se callaran.-Y, queráis o no, hemos sido un buen equipo cuandohemos estado juntos. Si hay algún peligro, ¿preferiríais nosaberlo porque os negasteis a hablar con él?- les preguntó.
-Precisamente, Stark nunca ha demostrado que sepa jugar en equipo-comentó Scott.-Ya en época de su padre, Pym me contó que los Starkmiran por sus propios intereses.
-No conocéis a Tony como yo- les dijo.-Además, no os estoy pidiendoque vengáis conmigo. Solo os estoy informado para que sepáis lo quepienso hacer. No habrá ningún peligro. Tony solo quiere informarmede lo que ha descubierto.
-¿Y si es una trampa?- le preguntó Sam.
-Wanda vendrá conmigo. No hay nada que temer- afirmó él, colocandouna mano sobre el hombro de la joven, que sonrió brevemente.
Nuevas protestas no tardaron en resonar por el cuarto.
No tenían vecinos cerca que pudiera escucharlos, pero, de todasformas, Rogers siempre les había indicado que no llamaran mucho laatención para evitar problemas.
Wandalo miró con atención, como si le estuviera diciendo que no habíasido una buena idea avisarlos, pero Steve trató de calmar losánimos, elevando las manos, pidiendo silencio.
-¡Wanda es una cría! ¡¿Cómo vas a llevártela?!- le espetoScott.
-Hace mucho que no soy ningún cría- comentó ella, dejando ver lasluces rojas en sus manos.
-Ella estará segura conmigo- les dijo Steve.-Stark no nos meteríaen una trampa como esa. Aunque no estemos de acuerdo en el tratado,ya ha visto lo que ocurre si dejamos que terceros intervengan entrenosotros. Tendremos una pequeña reunión, hablaremos de lo que seaque esté ocurriendo y volveremos.
-A mí me sigue pareciendo una mala idea- comentó Sam.-¿Recordáisa ese chico-araña? Si lo ha acompañado, os dará una buena palizaante de que os deis cuenta de lo que está ocurriendo.
-No habrá nadie más que nosotros. Iremos vestidos de calle y nadiepodrá relacionarnos con los Vengadores. Además, Tony me haasegurando que no es un lugar muy concurrido. Scott, ¿tú no queríasir a hablar con Pym?
-Sí. Sí que quería- comentó este, algo confuso por el cambio detema.
-Tendrás unas horas para ello. Al igual que tú podrás ir a ver atu familia, Clint. Y tú podrás ir a donde quieras, Sam.
-Esto me sigue pareciendo una malísima idea- le dijo esteultimo.-Stark, por mucho que tú quieras creerlo, no es un tipo defiar. Es cierto que, cuando todos estábamos en el mismo bando, nohabía problemas, pero ahora las cosas han cambiado y seguro quetiene al gobierno vigilándole el trasero.
-Eso nunca ha impedido a Tony hacer lo que quiere hacer- lerecordó.-Y dejad de insistir. Wanda y yo iremos a esa reunión. Nosllevará unas horas.
-¿Y si no regresáis?- le preguntó Clint.-¿Qué hacemos entonces?
Steve y Wanda intercambiaron una mirada.
-Nada- les dijo este finalmente.-Si nos atrapan, no podéis hacernada. Cualquier intento de rescatarnos a nosotros podría hacer quetodos acabareis de nuevo en la cárcel- les dijo Steve, mirándolos atodos seriamente.
-Tú viniste a por nosotros- le recordó Sam.
-Pero yo tuve ayuda y las cosas no serian tan fáciles esta vez.¿Acaso no creéis que no habrán aumentado la seguridad desdevuestra fuga? Por poco no pudimos recuperar vuestros trajes por temora que nos pillaran.
-Así que nos estás diciendo que no hagamos nada si Stark te estállevando directo a una trampa- le dijo Clint, cruzándose de brazoscon aire molesto.
Ninguno de los presentes parecía contento con aquel plan y parecíanestar a punto de abalanzarse sobre el capi para retenerlo en el lugaren cualquier instante, seguramente tratando de que se olvidara deacudir a una reunión con su ex compañero.
-Noseremos nada fáciles de capturar si llegara el caso- les indicóWanda, dejando que estos pudieran vislumbrar nuevamente sus poderes,con aquel brillo rojizo que parecía que llegaba hasta sus ojos.
-No ocurrirá nada- les aseguró Steve, tratando de calmar losánimos.-¿Por este último incidente queréis olvidar todo lo quehemos vivido juntos? Ambos bandos están dolidos y tienen a susheridos- les dijo, recordando a Rhodes y haciendo que Sam bajara lamirada un momento.-Seguimos sin saber nada de Thor y no tenemos niidea de donde está Banner. No necesitamos añadir nada más a todoeso.
-Pero no puedes pedirnos que nos mantengamos quietos si Stark haceuna de las suyas- le indicó Sam.
Y, por la mirada que intercambiaron, Steve supo que hablaba muy enserio.
Si algo ocurría en la reunión, si realmente era una trampa comoClint, Sam y Scott pensaban, no se quedarían de brazos cruzados.Tratarían de liberarlos y, seguramente, también irían a por Stark.
Steve solo asintió, sabiendo que no iba a conseguir gran cosahablando más con ellos sobre el tema. Eran fieles a él, pero,lamentablemente, eso también significaba que se sacrificarían porél, llegando a lo que tuvieran que llegar para ello.
FINDEL CAPITULO 4
Bueno..... sé que algunos estaréis pensando:''¿No era en estecapitulo donde se iban a encontrar ya de una vez? ¡Llevo esperandopor ello tres capítulos! ¡QUERIA VER ESE ENCUENTRO! ¡LONECESITABA''. Y os doy la razón por ello. Pero, del mismo modo quehe hablado del equipo de Ironman, también tenía que hablar de loque pensaban los demás del equipo del capi.
Estaba totalmente convencida que, después de Civil War, Clint letenía la cruz echada a Tony. Solo había que ver lo que hablaron enla cárcel cuando Tony fue a verlos y el modo en que ambos sedespidieron. Estaba claro que no pensaba volver a fiarse de él nuncamás, incluso aunque volvieran a trabajar en equipo. Sam menos, laverdad. Pero siempre tendrá los ojos más abiertos y vigilará lasespaldas de el capi. Y Scott.....bueno, Scott ya estaba bastanteadvertido contra los Stark por culpa de Hank. Estaba claro que nadade lo que haga ahora un Stark lo mirara con buenos ojos.
Pero ahora sí. Os prometo que en el próximo capitulo tendremosel reencuentro de estos dos y espero que a todos vosotros os agrade.
Ya sabéis. Como siempre, manteneos sanos y nos seguimos leyendo.¡Bye!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top