Capitulo 33

Y, de repente, llegamosal capítulo 33. Con el 22 sé que se dicen los dos patitos, pero,con el 33 no tengo ni la menor idea de lo que parecen, así que, envez de buscar rimas absurdas de mi época de parvulario, me pongo conel capitulo y ya os daré el coñazo al final del capitulo, comosiempre.^^


Disfrutadlo!!!!!!!


CAPITULO 33


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Mientras Tony pilotaba la pequeña nave que había tomado para quelos dos marcharan hacía las coordenadas donde se encontraba Stane,manteniéndose en contacto con los Vengadores que seguían en elcomplejo, asegurándose de que todo seguía marchando bien y queaquello no era una trampa de Ezekiel, Steve caminaba arriba y a bajopor la nave, vestido con su traje de Capitán América, colocándosejunto a Tony de vez en cuando para comprobar si llegaban a sudestino.


-¿Quieres permanecer quieto? Vas a desgastarme el suelo de la nave-le dijo este.


-Es que esto parece todo muy fácil.


-Sí, demasiado. Pero Wanda ya se ha asegurado de que las Daliasdicen la verdad, así que, aunque esto parezca mentira, tenemos ungolpe de suerte. Disfrutalo. No solemos tener muchos de esos.


-Sí, es cierto. La vida de un superhéroe no está rodeada de buenasuerte que digamos. Perdemos familia, amigos, nuestros hogares....


-Alguien diría que eso fortalece el carácter- comentó Tony. (Sí,referencia a Coloso en la peli de ''Deadpool. Por si alguien no lopillaba)


-Creo que estoy nervioso porque no me puedo creer que esto vaya aacabar por fin- comentó Steve a su vez.


-¿Qué quieres decir?- preguntó Tony.


-Normalmente, cuando hay una amenaza, ya sea Loki, Ultron, Hydra oquién sea, solemos acabar con ellos en cuestión de días. PeroStane ha estado escapando de nosotros durante semanas. Es el villanoal que más tiempo llevamos enfrentándonos. Y ahora, de repente,vamos a poder acabar con esto.


-¿Llevamos semanas ya?- preguntó Tony.


Steve se sentó en el asiento libre que había junto a este.


-¿Cómo se comportará el mundo después, cuando los Vengadores yase hayan desecho de la amenaza?- le preguntó.


-Firmamos los tratados con nuestras condiciones. No ocurrirá nada.Seguiremos unidos. El Gobierno no os podrá hacer nada. Soisciudadanos legales amparados por la ley- afirmó Tony, volviendo lavista hacía Steve.


Y, viendo la expresión totalmente convencida de Stark, solo pudoasentir.


-Estaremos juntos hasta que surja una nueva amenaza.


-Siempre hay nuevos enemigos a los que derrotar- comentóTony.-Tenemos que acostumbrarnos a ello.


-A no ser que refugiemos al mundo entero bajo una de tus armaduras-comentó Steve a su vez, dirigiéndole una de sus brillantessonrisas.


-¡No, no! Ya intenté eso y creé a Ultron. Dejemos los escudos paradefender al mundo en manos de nadie. No más escudos.


-Bueno. Me alegra ver que has aprendido de tus errores.


-Errores, errores. Ultron no es que sea un error, error. Diría másbien que fue un pequeño error de cálculo. La idea era buena.


-¿Le estás quitando importancia a lo que fue Ultron?- le preguntóSteve, volviendo la cabeza hacía él con incredulidad.


-Uy, mira. Ya hemos llegado- comentó Tony, señalando con labarbilla el lugar.


Steve entrecerró los ojos, pero dejó que aquel momento pasara,observando un terreno rocoso donde Tony trataba de aterrizar.


Las Dalias les habían dejado claro que no se dejaran engañar por elterreno. Aunque el lugar parecía un páramo desierto, no era así enabsoluto. La hormiga de Scott que seguía pegada a Stane así loatestiguaba también.


-¿Recuerdas donde dijeron las chicas donde se encontraba laentrada?- le preguntó Tony a Steve, bajando de la nave.


-Sí. Dijeron que había un símbolo donde se encontraba el panel decontrol- le respondió este.


-Algo así como una Dalia Negra,¿no?


-Exacto.


-No son para nada discretas- comentó Tony, encontrando rápidamentela marca ante una roca considerable.


-Ten cuidado- le advirtió Steve.-No sabemos si Stane ya sabe queestamos aquí.


-Tú levanta el escudo por si acaso, cap.


Pulsando la clave que las chicas les habían dado, todavía pensandoque podría tratarse de una trampa, Tony observó el entorno a sualrededor, esperando a que algo se desplazara.


Y lo había hecho.


Casi a sus pies, una parte del suelo se había desplazado sin hacerel menor ruido, dejando a la vista unas escaleras que descendían.Sin embargo, esperando algo como en su anterior base, ninguno de losdos se había dado cuenta de aquello.


Hasta que un rayo impactó en el escudo de Steve, que había tenidoel buen tino de mantener este en alto, haciendo que el Capitánsaliera volando hacía atrás con un gruñido de sorpresa.


-¡Capi!- gritó Tony cuando lo vió volar, pero se volvió enseguidahacía el lugar de donde había venido el rayo.


Ezekiel emergió de aquella pequeña entrada, con la cara crispadapor la rabia y la ira, desfigurando su rostro, solo vestido con sutraje, pero sin llevar el casco o los guantes que deberían deacompañarlo.


Era como si hubiera salido tal y como estaba cuando les oyó llegar.


-¡¿Por qué aparecéis vosotros ahora?!- gritó este, lanzando unrayo contra Tony.


Sin embargo este, portando la armadura que había hecho contra él,ni siquiera recibió un pequeño rasguño, viendo como la barra deenergía del traje aumentaba exponencialmente, reciclando la energíade Ezekiel.


-Ni siquiera sé para qué preguntas- le espetó Tony.


Había permanecido inmóvil en el lugar, dejando que Friday leinformara que el Capitán se encontraba bien y que se estaba poniendoen pie a su espalda. El escudo se había llevado todo el impacto, porlo que solo estaría un poco aturdido.


-Espero que sea para traerme a Sasha- le espetó este, lanzando unnuevo rayo contra Tony.


Por supuesto, este tampoco hizo nada en su traje y solo aumentó labarra de energía.


-La señorita Hammer se encuentra en las buenas manos del Gobierno,donde pronto estarás tú tambien- le espetó Tony a su vez, dandounos pasos hacía la figura de este.


Medio enloquecido, sin las Dalias Negras para escudarse tras ellas,sin Sasha para apoyarse en ella, viéndose con dos enemigos a la vez,Ezekiel no tenía escapatoria alguna. Podría dispararle sus rayoshasta que se desmayara de cansancio, pero el traje solo absorberíala energía y no conseguiría dañarlo.


-Estás acabando, Stane. Aceptalo- le pidió Tony de buenas maneras.


Pero lo único que consiguió con sus palabras fue que este soltaraun grito lleno de rabia y lanzara más de sus rayos hacía él,haciendo que saltaran chispas a su alrededor mientras el traje solose cargaba más y más.


Sin embargo, no estaban solos allí.


Cuando Steve vio las chispas saltar, no lo tomó por una buena señal,lanzando su escudo contra Ezekiel, al cual golpeó en la cabeza,haciéndolo caer al suelo, saltando un bufido dolorido por el golpe.


-Ya casi lo tenía- le dijo Tony a Steve, viendo como este recuperabael escudo como si fuera un bumerán y caminando hacía él.


-Si esperabas que permaneciera quieto mientras te atacaban, estas muyequivocado- le espetó este.


Tony fue a decirle alguna de sus gracias, pero Stane alzó la manohacía el Capitán y Tony lo empujó a un lado, justo cuando uno delos rayos de este pasaba por el lugar donde había estado la cabezade Steve instantes antes.


Por su parte, Stark alzó la mano y, tomando la energía que habíaextraído de él, le lanzó un rayo a Ezekiel hecho de su propiaenergía, cabreado porque hubiera intentando matar a Rogers delantede sus propias narices.


Stane gritó ante el impacto. Después de todo, sin el casco y losguantes, estaba bastante expuesto. Se había hecho bastanteimprudente.


Después de unos segundos de mantener los rayos concentrados en él,Tony bajó la mano, todavía molesto porque este de verdad se hubieraatrevido a intentar volarle la cabeza al Capitán América delante deél.


-¿Estás listo para ser detenido o no?- le soltó Tony, caminandohacía él.


Como toda respuesta, Ezekiel trató de volver a atacarle, totalmenteen vano.


Ya debería saber que su energía solo servia para alimentar al trajede este. Pero, si no atacaba de aquella manera, no tendría modo dedefenderse.


-Stane, rindasé. Esto es inútil- le dijo Steve, acercándosetambién a la figura, con el escudo preparado.


Este los observó a ambos alternativamente, pero aquello no pareciósuficiente.


Volvió a atacar a Steve, que, en aquella ocasión, se escudó trassu escudo, manteniéndose en el lugar a pesar de la fuerza del rayo,caminando nuevamente hacía este mientras Stane seguía sentado en elsuelo.


-¿No decías querer ver a Sasha? Pues la vas a ver allí a dondevamos a llevarte- le dijo Tony, tratando de sujetar el brazo de estepara que se pusiera en pie.


Les había atacado varias veces con sus rayos y ya había parecidobastante débil antes de eso, con lo que dejaba bastante claro que nohabía tomado las calorías que necesitaba para poder seguiratacándoles.


En aquellos momentos, se parecía bastante a Sasha cuando estaba enla celda.


Aún así, aún a pesar de encontrarse casi sin fuerzas, cuandoEzekiel sintió la mano de Tony en el brazo, tratando de levantarlo,volvió a atacar.


Empezó a lanzar rayos a cualquier dirección, hiriendo al Capitánen el brazo izquierdo, cerca del hombro, antes de que este pudieraescudarse bien y haciendo que Tony volviera la cabeza hacía él,asegurándose de que se encontraba bien.


-¡Detente!- le gritó a Ezekiel.-¡Si sigues así, vas a matarte!


Y no era ninguna forma de hablar. Si seguía dejando salir de aquelladesbordante manera la poca energía de su cuerpo que le quedaba,acabaría sufriendo algún daño interno grave antes de que lesobreviniera un desmayo. Y ellos no querían a Ezekiel muerto.


-¡No voy a dejar que Tony Stark me atrape con vida!- gritó Stane asu vez.


-¡Esto es estupido!- le espetó él.-¡No vas a conseguir matarme deeste modo! ¡Mi traje absorbe tu energía!


-¡Solo con pensar en la satisfacción de evitarte mi arresto essuficiente!


-¡Tony, haz que pare esto!- le gritó Steve.


Con aquellos rayos, Ezekiel no solo estaba agotándose a sí mismo otratando de herir a sus enemigos, que lo tenían rodeado, si no que,además, estaba destrozando el terreno a su alrededor.


Allí donde alcanzaban los rayos, las rocas se desintegraban, seabrían profundos agujeros en el suelo, empezando a cambiar la formadel terreno. Más que encontrarse en un desértico lugar de Texas,parecía más bien que se hubieran trasladado a la Luna, viendo loscráteres que este estaba formando en el suelo.


-¡Para de una vez!- le gritó Tony, aferrándolo por ambos brazos.


Pero, desde luego, Ezekiel no le hizo el menor caso.


-¡No conseguirás ver a Sasha de seguir con esto!- le espetó,pensando que aquello sería suficiente.


Parecía que le tenía verdadero aprecio a esta. Si era así enrealidad, debería ser suficiente para hacer que este reflexionara yeso le diera una oportunidad para detenerlo.


Pero, o, llegados a aquel punto, Sasha ya no significaba mucho paraél, no le había oído o estaba demasiado concentrado en el hecho deque Tony no obtuviera lo que había ido a buscar como para detenerleen aquellos momentos, aunque ello significara no volver a ver a Sashaen aquella vida.


-¡Tony!- le gritó Steve.


Por mucho que intentara escudarse con el escudo de vibranium, lafuerza de aquellos rayos, los últimos restos de energía que lequedaban a Stane, le estaba empujando hacía atrás con una fuerzainusitada, casi como si una mano invisible empujara su escudo hacíaatrás.


De seguir de aquel modo, no le quedaría de otra más que alejarse deellos.


Tony tenía su armadura para protegerlo, pero él apenas llevaba lasmallas de siempre.


-¡Para de una vez!- exigió Tony, zarandeando a Ezekiel, pensandoque los movimientos bruscos le obligarían a detenerse.


Pero, si debía de ser de ese modo, no funcionó en absoluto.


-¡Se va a matar!- le gritó Steve.


Y no solo eran meras palabras para darle más dramatismo al momento.


De forma más que visible, la descarga de energía de su cuerpoestaba pasando factura a Ezekiel.


Su rostro empezó a mostrar cientos de arrugas, como si estuvieraenvejeciendo por momentos. Estaba malgastando su propia energíavital descargando aquellos rayos a su alrededor.


-¡Para!- volvió a gritarle Tony.


-¡Haz que se detenga!- le dijo Steve.


Sin lugar a dudas, el terreno a su alrededor jamás volvería a serlo que habían conocido, lleno de agujeros profundos y rocas enormesdesintegradas al momento.


Pero, de continuar de aquel modo, ni el mismo Stane seríareconocible.


Ya aparentaba tener más de 50.


Tony, a la desesperada, le lanzó un rayo con el reactor del pechodel traje, esperando que el impacto aturdiera a Ezekiel y eso lehiciera parar de una buena vez.


Pero, inesperadamente, los propios rayos que salían de este en todaslas direcciones pararon el ataque, que no consiguió tocar el cuerpode Stane en ningún momento, al tiempo que este alzaba la cabeza ygritaba.


Después de todo, estar vaciándose energéticamente su cuerpo enterotenía que acabar siendo doloroso, extrayendo la vida misma de sustejidos, de sus venas y hasta de sus propias células.


Tony no sabía qué hacer en aquel punto. No podía detenerlo con susrayos y las palabras no parecían hacer mella en él.


¡¿Qué podían hacer?!


La respuesta vino de la mano del Capitán América.


Más concretamente, de su puño, el cual impactó en la mandíbula deEzekiel con una fuerza tremenda.


El golpe dejó a este desconcertado, sin saber donde estaba el sueloy donde el cielo, haciendo que los rayos cesaran.


-No lo intentes otra vez- le dijo Tony a este, viendo como Stanetrataba de salir del estado de confusión, invocando de nuevo susrayos.


Fue el turno de Stark de soltarle un nuevo puñetazo, haciendo queEzekiel cayera cual largo era sobre el suelo, por completoinconsciente.


-Ya te dije que no lo intentase- le dijo Tony, dejando que elprotector facial se alzara.


Steve, que había tenido que estar conteniendo la energía de losrayos con la fuerza de su cuerpo, estaba demasiado agotado como parahaber podido hacer un comentario sobre lo sucedido, tratando de tomaraire.


-Chicos, lo tenemos- les informó Tony a aquellos que seguían en elcomplejo a través del pinganillo que llevaban en el oído.


-¿Habéis capturado a Ezekiel?- preguntó Natasha casi al instante.


-¿Qué significa para tí ''lo tenemos'' si no?- le espetó Tony asu vez.


-Buen trabajo, chicos- les felicitó Clint, ignorando la interesanteconversación que Ironman y Viuda mantenían.


-Traed a ese cerdo aquí- les dijo Sam.


-Vamos para allá- aseguró Steve, con el poco aliento que pudoreunir, cortando la comunicación.


Ambos contemplaron el cuerpo de Stane caído y luego se miraron entreellos.


-Te encargas tú de subirlo a la nave- le soltó Steve casi alinstante.


-¡¿Qué?!¡¿Por qué yo?!- exclamó Tony, viendo como este sedirigía hacía la nave.


-Porque yo le he dado el puñetazo que lo ha detenido.


-Y yo le he dejado inconsciente. Estamos empatados.


-Bien. Entonces porque tú tienes una armadura que te ha tenidoprotegido mientras yo sangraba- le indicó este, señalándose laherida del hombro.


Al contemplar esta, Tony pareció que iba a decir algo más, pero selo pensó mejor y cerró la boca.


-Así me gusta- comentó Steve, satisfecho.


Lo que no sabía era que Tony pensaba cobrarle aquello más tarde.


FINDEL CAPITULO 33


Estono tiene nada que ver con el capitulo, pero es que necesitabacomentarlo con alguien porque me quedé muerta cuando me pasó. En micuenta de twitter subo un montón de imágenes de Stony, imágenesgraciosas de Marvel y cosas de ese estilo, ¿no?. Pues, hace poco,subí una imagen del beso de Sharon y Steve en Civil War, diciendoque nadie deseaba ese beso, que nadie lo creía necesario.


Sinceramente,con lo que había ocurrido en las películas, cuando esta solo habíaaparecido en el Soldado de Invierno, siendo su vecina y dejándolosorprendido al mostrarse como agente de SHIELD poco después ysobrina de Peggy en el funeral, no sé qué fans de las películaspodría estar esperando un beso de estos dos, porque, sinceramente,apenas habían tenido escenas juntos.


Puesbueno, de repente, cuando me meto en mi cuenta, me encuentro con unachica que me dice que no tengo ni idea, que hay mucha gente esperandoese momento y que borre esa imagen porque es ofensiva. Osea, ¿hola?¿Qué es ofensiva? ¿Qué lo esperaba mucha gente? ¿Quién? Losfans del comic, supongo, ya que en los comic's sí que Sharon ySteve tienen una relación más profunda, pero, chica, no me vengascon historias, que hasta el propio actor dijo que no se habíasentido para nada cómodo teniendo que dar ese beso. Para que ChrisEvans dijera eso, tela marinera. Si hasta se vió super forzado. Sevio a Sharon abriendo el maletero, viendo que les había traído suscosas y luego enfocan al capi, que se queda parado mirándola, comosi pensara qué podía hacer para agradecerle eso. Y, de repente,parece que lo único que se le ocurre en plantarle un beso.


Sinceramente,para que Steve sintiera algo por Peggy le llevó más tiempo. Y miraque ella se mostró como una mujer excepcional desde el momento 0 desu aparición. Y Sharon, con la que apenas ha hablado, ¿le plantaese beso así, sin más? ¡Venga ya! Seguramente, Marvel necesitabameter una cuota de romanticismo en la película y como Wanda y Visióntodavía van muy lento y Tony ya no tenía a Pepper, se vieronforzados a meter a Sharon, porque, si no, os juro que no lo entiendo.


Desdeluego, no he quitado la foto ni de coña. Es mi opinión y la deotras muchas personas también. Si no le gusta, que no se meta en mitwitter. Pero, siendo mío, seguiré dando mi opinión sobre lostemas de los que desee opinar sin ofender a nadie. Y, si ha alguienno le gusta, que dejen de seguirme o que dejen de revisar mi cuenta,que es bien sencillo.


Enfin, después de soltaros semejante rollo, me pongo con el siguientecapitulo, viendo si la captura de Ezekiel ha sido realmente tan fácilcomo ha parecido o si el pequeño loco todavía esconde un as bajo lamanga.


Sí,sé lo que estaréis pensando. ''Mira que eres mala. ¿Nos vas adejar con esa duda hasta el siguiente capitulo? ¿Les va a pasar algoa Tony y a Steve, ahora que están los dos solos volando con Stane enla misma nave? ¡No se te ocurrirá hacerles algo, ¿verdad?! ¡Ni sete ocurra!''. En realidad, esto no sé si es lo que pensáisvosotros, leyéndoos la mente desde mi casa, o es lo que me estádiciendo mi propia mente en estos momentos.


Peroesto es marketing. Os dejo con la intriga para el siguiente capitulo,como bien hacen las novelas mexicanas. Y desde aquí también loadmito. Me he picado con novelas mexicanas pero a lo bestia. Me piquéeste verano pasado con ''El Cuerpo del Deseo''. El prota estaba demuy buen ver y no era el típico argumento. Pero si hay una novelaque de verdad me tuvo pegada a la tele y amé al protagonista contodo mi corazón fue la de ''Amor Real''. Era una novela de época,cosa que me encantó (es un género que amo y del que me gustaescribir), y Manuel era mi idea de hombre ideal. Era guapo,simpático, gracioso, no miraba a nadie por encima del hombro ycuando se enamoraba, ainsssss, cuando se enamoraba.... ¡Era purapasión! ¡Le daba unos besos a Matilde que hacía que me derritierayo! Incluso empecé a volver a verla por youtube, así que podéisverla si tenéis curiosidad.



Unmomento.....¿yo no me estaba despidiendo? En fin, no más rollazos.Ya os dejo en paz. Como siempre, manteneos sanos y nos seguimosleyendo en el siguiente capitulo. Disfrutad del verano y sedproductivos. ¡Chao!

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