Capitulo 29

Bienvenidos al capitulo29 de esta historia, mientras estoy escuchando la banda sonora delSeñor de los Anillos, la cual me encanta, y pensando si cerrar laventana de mi habitación porque me estoy pelando de frío. ¡Joder!Que, aunque estemos en la playa, esto sigue siendo Murcia. Aquí noscaracterizamos por el calor en estas fechas. ¡¿Dónde está elsol?! ¡¿Dónde se metió?!


Y, después de esterecibimiento tan raro, os dejo con el capitulo. Disfrutadlo.


CAPITULO 29


.............................


Prepararse y recoger todas las armas que creyeron que les haríanfalta no les llevó más de 20 minutos, así que todo el grupo estabareunido donde se les había dicho antes de la hora acordada, viendocomo Tony metí algo dentro de la nave en una caja enorme.


-¿Esa es la nueva armadura?- le preguntó Wanda.


-Así es- le contestó, sacudiéndose las manos como si hubiera hechoun gran esfuerzo. -Pero vais a tener que esperar a la batalla paraverla.


-¡Que bonita forma de motivar a las tropas!- comentó Sam, subiendoa la nave.


-¿Verdad que sí? Estaba entre eso y poneros estrellitas en el pechocada vez que hicierais algo bien.


Sam le dedicó una mirada nada amable, pero Tony solo le dedicó a suvez una amplia sonrisa, como si no notara el carácter que Samempleaba con él.


-Más nos vale estar preparados para esto- comentó Steve, totalmenteequipado con su traje y el escudo.


Echándole un vistazo, Tony supo que aquel escudo solo podía estaren su brazo, pensado en como había podido llegar a ordenarle que selo devolviera, que era propiedad de su padre. En el momento en el queel capi había empezado a usarlo, se había transformado en algo suyoy de nadie más. No sabía si el dolor de aquel momento le habíatrastornado durante un momento, pero algo como eso debió de ser loque ocurrió.


-¿Despegamos?- les preguntó Natasha, devolviéndolo a la realidad.


-Me parece bien. Clint, ¿quieres pilotar tú?- le preguntó Tony aOjo de Halcón.


-¿Quieres dejarme esta monada en mis manos? Por mí encantado-afirmó este, dirigiéndose a los mandos.


-Friday, envía las coordenadas del lugar al que vamos a la nave- lepidió Stark a su asistente artificial.


-De inmediato, señor- convino esta.


En el acto, todos se apresuraron a ocupar sus asientos, mientrasNatasha se dirigía a sentarse al lado de Clint para ser su copiloto,preparándolo todo para despegar.


-¿Todos listos?- les preguntó Clint.


-¡Pon en marcha ya este cacharro!- le espetó Scott, sujetándosecon fuerza a los cinturones de su asiento.


-¿Le tienes miedo a volar?- le preguntó Wanda, sorprendida ante esedescubrimiento.


-Bueno.....aprendí a tolerar eso de volar encima de una hormiga,pero, si me caigo de una, solo haría un agujerito en el suelo u otracorrería a sujetarme. Pero, si nos estrellamos con esta cosa, nosaldremos vivos. ¿No podríamos viajar en coche?


-¿Quieres perder 40 horas en coche?- le dijo Tony, volviendo lavista hacía él, alzando una ceja.


-Relajate, Tic Tac- le dijo Sam, dándole un golpe comprensivo en lapierna.-No te va a pasar nada, tío.


-¡Despegamos!- les informó Clint.


Y, con un ligero temblor que apenas sacudió la nave, esta empezó aelevarse mientras Scott cerraba los ojos y se aferraba con todas susfuerzas a los cinturones que le cruzaban el pecho, murmurando unaspalabras de lo que parecía ser algún tipo de oración.


-Va a ser un viaje muy divertido- comentó Natasha, sonriendo.


....................


Cuando llegaron hasta Salton Sea, Tony había hecho levantar elsistema de invisibilidad de la nave, algo bastante parecido alsistema que empleaba el primer helicarrier de SHIELD, tratando deasegurarse de que, de haber cámaras en el exterior del refugio deEzekiel, no consiguieran dar con ellos con tanta facilidad.


-¿Todos recordáis vuestra misión?- les preguntó Steve a lospresentes.


Estos no dudaron en asentir y Scott exclamó un nervioso "¡Sí,Capitán!".


-¡Bien! ¡Hemos venido aquí a rescatar al ministro! ¡Si las Daliasson demasiado para vosotros, retroceded! ¡No quiero heridos porquequeráis haceros los valientes! ¡Buscad a vuestros compañeros si oshacen falta! ¡Repito: Volved con vuestros compañeros! ¡No quierobajas innecesarias! ¡Es una misión de rescate!


-¿Podemos bajar ya?- le interrumpió Tony.


-Esto va también por ti- le indicó Steve a este.-Sé las ganas quele tendrás a Stane, pero no quiero que te exijas demasiado si nopuedes con él.


-¿Si no puedo con él?- repitió Tony.-Disculpe, capitán. Perotengo a este pequeño conmigo- le aseguró, golpeando con cariño lacaja que había hecho subir a la nave.


-¿Preparados?- les preguntó Steve, volviéndose hacía el equipo,ignorando las palabras de Tony.


Como salidos de la nada, el equipo descendió de la nave, con Wandaen cabeza, dejando a Visión en el interior de esta, esperando a quelas Dalias dieran la cara y poder internarse en el interior delrefugio, observando a Tony, que se había quedado dentro con él,preparando su traje para cuando Stane apareciera.


-Wanda, hazles saber que estamos aquí- le pidió Steve.


De los presentes, ella era la única que sabía donde estaba laentrada y esta, encantada de llamar a la puerta, envió una bola deenergía contra un pequeño montículo, sacudiendo este, viendo comouna especie de camuflaje, como bien habían empleado ellos con lanave, se deshacía, dejando a la vista la enorme puerta metálica, deesas que parecían abrirse hacía arriba.


Tras eso, esperaron allí, aguardando la reacción de las personasque hubiera en el interior.


Su plan no era entrar en el lugar. Necesitaban que los malossalieran.


Como si hubieran estado esperando al otro lado aquel ataque, o, loque era más probable, que hubieran utilizado el poder de una deellas para llegar hasta allí, la puerta se alzó, dejando al grupode las Dalias Negras al completo ante su vista.


-¿Dónde está vuestro jefe?- les preguntó Steve, mientras secolocaba mejor el escudo sobre el brazo.


-Él es el menor de vuestros problemas- aseguró la mujer de laskatanas, sacando estas y haciéndolas girar en sus manos antes de quesu equipo avanzara hacía ellos.


-¿Esto no os da una sensación deja vu? -les preguntó Scott cuandoellos comenzaron a avanzar también.


-Concentraros- les dijo Steve.-Esto no va a ser fácil.


-¿Dónde está el Stark?- le preguntó la grandullona, con unasonrisa agresiva cuando se colocó frente a Steve.-¿A huido?


-¡Más quisieras, guapa!- exclamó Tony, lanzando un rayo entre losdos combatientes, haciendo que se alejaran el uno del otro y alzaranla vista hacía él.-Me estoy reservando para el pez gordo.


Wanda, en ese tiempo, ya había empleado sus poderes sobre lavelocista y Scott, sin perder tiempo, colocó algunas hormigas sobrela mujer, por si le daba por desaparecer sin más, teniéndolavigilada. Aunque ambos supieron que aquello no iba a ser una tareafácil como querían creer, viendo como la mujer sacaba unoscuchillos y les sonreía, comprobando que no podía usar sus poderes.


Al mismo tiempo, Viuda y la mujer de las katanas estaban envueltas enmitad de una danza de muerte, intercambiando golpes.


-Eres buena- admitió Natasha.-¿Cómo te llamas?


-Soy Corte. Y tú tampoco lo haces mal. ¿Fuerzas especiales?-preguntó, consiguiendo liberal sus armas de las manos de Natasha.


-Puedes llamarme Viuda. Y más bien entrenamiento desde pequeña.


-Vaya. Pues entonces están algo lenta- le comentó esta, dirigiendoun golpe que estaba pensado para contarle la cabeza.


Sin embargo, en el mismo impulso que llevó a Natasha a librarse delgolpe, golpeó a la tal Corte en la cara con el pie, mandándola alsuelo, llevándose una mano al labio partido.


-¿Aun estoy lenta?- le preguntó a esta con una pequeña sonrisa.


Pero, como toda respuesta, la mujer escupió la sangre que tenía enla boca y se puso de nuevo en pie.


Clint, por otro lado, estaba también teniendo un baile bastanteparticular con su propia contrincante.


Tenía que admitir que la joven tenía una puntería excelente y,desgraciadamente, aquello también significaba que esquivaba bastantebien, con lo que los disparos de ambos solo alcanzaban aire.


-¿No estás ya mayor para ser parte de los Vengadores?- le preguntóla joven, que se había ocultado detrás de uno de los arbolescercanos para poder recargar sus armas.


-Te recomendaré que nunca le vuelvas a decir eso a alguien- le dijoClint, preparando una de sus flechas explosivas.-Aunque parezca queno, a los hombres tampoco nos gusta oírlo.


Pero, para cuando logró volar el árbol, la chica ya no estaba allíy volvieron a su extraña danza.


A su vez, Sam se encontraba sobrevolando el lugar, tratando demantenerse alejado de sus compañeros para evitar que alguno de losrayos que la mujer que lo atacaba le lanzaba no alcanzara a alguno desus compañeros, estudiando el modo de moverse de esta para saber enqué momento podría abalanzarse sobre ella y abatirla.


Tras la intervención de Tony, la mujer se había abalanzado sobre elCapitán con un grito de rabia, seguramente ofendido por elcomentario de Stark, haciendo que este tuviera que interponer elescudo entre los dos.


El golpe del puño de esta contra el vibranium hizo que ambosretrocedieran por la fuerza del impacto, dejándolos sorprendidos porun momento.


Pero eso no paró a la enorme mujer, que se lanzó de nuevo contra elcapitán con todas sus fuerzas, gritando nuevamente, recordándole aeste a uno de los documentales que había visto sobre vikingos portelevisión.


Por su parte, Tony, manteniéndose en el aire, observó como Visión,casi transparente al descender su densidad, pasaba entre loscombatientes sin que nadie le prestara atención, consiguiendointernarse en el refugio sin problemas, al tiempo que él observabalos alrededores.


Ezekiel aún no había hecho acto de presencia y Tony, que se habíatomado la molestia de hacer un traje completamente nuevo solo paraél, se sintió algo ofendido por su ausencia en la batalla.


Con su característico color rojo y dorado, su nuevo traje era muchomás aerodinámico y casi más parecía una segunda piel que unaarmadura protectora, queriendo probar su efectividad contra Ezekielcuanto antes.


Era lo que le había llevado allí.


-¡Stark!- exclamó una voz desde la puerta del refugio, haciendo queél se volviera hacía allí.


En ese lugar, con una sonrisa de suficiencia en los labios, con supropio traje puesto, pero sin el ridículo casco, se encontró conStane, que le hizo un gesto para que fuera a por él.


Tony, barajando que aquello pudiera ser una trampa, se lanzó hacíaél sin más remedio.


Después de todo, estaba allí para pelear contra este, al mismotiempo que tenían que mantener a todos los malos fuera para que aVisión le diera tiempo de buscar al ministro Ross y sacarlo de allísano y salvo.


-¿Qué? ¿Ya has pensado en rendirte?- le dijo Tony, cuando secolocó ante él, alzando el protector facial.


-¿Acaso piensas que podría perder?- le comentó este, con unasonrisa en los labios.


-No. Lo que digo es que ya lo has hecho. No sé si te has dadocuenta, pero el Gobierno tiene a la pequeña Hammer. Y después de loque le hiciste al Capitolio, te puedo asegurar que no se mostraranmuy simpáticos con ella.


La expresión de Ezekiel se endureció ante la mención de esta.


-Es imposible que tengan a Sasha- murmuró.


-Oh. ¿En serio crees eso? ¿Por qué? ¿Por los poderes que le hasdado? Se pueden evitar con facilidad.


Tony supo en el momento exacto en el que cabreó. Ezekiel, vio comoaquel rostro se deformaba por la rabia y, haciendo que el protectorfacial volviera a caer sobre su rostro mientras este mandaba uno desus rayos hacía él.


Totalmente inmóvil, Tony vio como el traje absorbía aquel ataque y,con agrado, vio que no se encendía ninguna luz roja de emergencia.


-Energía incrementada en un 135 por ciento- le informó Friday.


-Fantástico- convino Tony, de buen humor.


Aunque, por su parte, su enemigo frunció el ceño al ver que suataque no le había causado daños.


-¿Qué demonios....?- murmuró.


-Deberías de saber que, siendo Tony Stark y, después del ataque queya había sufrido, encontraría un modo de utilizar tu tecnologíacontra ti. No me llamaban ''el niño genio'' por nada- le contó.


Sin embargo, sus explicaciones tampoco ayudaron a que Ezekielpermaneciera tranquilo y este que no parecía haber entendido lo queTony le había explicado, volvió a atacarle del mismo modo, mientrasél permanecía inmóvil, dejando que el traje absorbía el golpe.


-Energía al 173 por ciento- le informó Friday poco después.


-Me toca- le dijo Tony a su vez.


Y, elevando una mano, lanzó contra él un rayo con su propiaenergía, que su traje había recogido y redirigido solo hacía unade sus manos, alcanzando a Ezekiel en pleno pecho, haciendo que estetrastabilleara hacía atrás, sin poder borrar de su rostro unaexpresión de sorpresa y confusión.


-No puede ser posible- murmuró Stane, llevándose una mano al pecho,allí donde el golpe había dejado una mancha negruzca en su traje.


-Tuviste que matarme cuando tuviste ocasión- le dijo Tony, dispuestoa dispararle de nuevo.


Sin embargo, Ezekiel no era tan estupido como para quedarse quieto enel lugar, esperando un nuevo ataque.


Elevó el vuelo y se internó en el refugio tan rápido como lepermitió su traje.


-Señor Stark- lo llamó Visión a través de los comunicadores quetodos llevaban, mientras se preparaba para ir tras Stane.


-¿Sí?- preguntó, no queriendo perder de vista su objetivo.-¿Quéocurre?


-He encontrado al ministro.


-¡Genial! Pues sácalo de allí cuanto antes.


Zeke parecía haberle hecho algo a su traje, porque ahora parecíavolar más rápido, haciendo que Tony tuviera que acelerar.


-No está solo aquí.


-¿Qué quieres decir?


Su mente quería encontrarse solo en el hecho de atrapar a Stane. Noestaba para conversaciones.


-Hay una joven aquí, atada a una camilla. Dice que se llama Holly yparece que le ocurre algo malo.


Tony reconoció ese nombre. Entre los informes que había recogido delas Dalias Negras, aparecía como un miembros del grupo.


-¡No te fíes de ella! ¡Es la miembro número seis que faltaba!¡Saca de ahí al ministro cuanto antes!


-Ross se encuentra bien. Pero la chica no se encuentra bien deverdad. Parece....tener algo en su interior que no puede controlar.


Tony frunció el ceño al oír eso. ¿Por eso no estaba peleandofuera con sus compañeros? ¿Por qué era inestable?


-¡Las Dalias Negras vuelven al interior del refugio!- les gritóWanda a través del comunicador.


-¡No dejéis que escapen! ¡Id tras ellos!- les dijo Steve a su vez,oyendo algo parecido a golpes a través de su comunicador.


Y, entonces, Tony se dio cuenta.


Stane lo estaba dirigiendo hacía el interior del refugio, como lasDalias estaban haciendo con el rostro del equipo en aquellosmomentos, cuando una de ellas se encontraba en estado inestable en elinterior del lugar.


-¡Es una trampa!- les gritó Tony, deteniéndose en mitad de unpasillo, viendo como Stane se perdía en el interior.


-¿Cómo que una trampa?- preguntó Steve.


Sam y su contrincante eran los únicos que quedaban fuera, pues ambosnecesitaban espacio para poder pelear.


Sin embargo, al mismo tiempo que se pregunta escapó de sus labios,la puerta del lugar se cerró a su espalda, dejándolos encerradosallí dentro, viendo como la velocista, hiriendo a Wanda con uncuchillo en su brazo, escapó del influjo de sus poderes y,teletransportándose, pasó a por cada una de sus compañeros ydesapareció de allí.


Tony voló de regreso, tratando de volver con sus compañeros atiempo para sacarlos de allí.


-¿En serio esperaban que no tratara de destruirte, Stark? ¿Qué noiba a estar preparado para tí y tu patético equipo de Vengadores?-le informó Stane por los altavoces que parecían encontrarse en lasparedes del lugar.


Pero Tony no prestó atención, necesitando llegar hasta suscompañeros.


-Vais a volar en pedazos- le siguió diciendo este.-Aunque hayaspreparado ese traje para mí, ¿cómo te tomarás una explosión casinuclear? ¿O cómo harás para que sobrevivan tus amigos?


-¿Va a utilizar a Holly?- oyeron preguntar a una de las mujeres,mientras Ezekiel aún tenía los altavoces abiertos.


-Ella ya está perdida y lo sabéis. Cada vez era menos capaz decontrolar sus poderes y ha estado cargándose como una batería estosdías. Al menos, su muerte será la perdición de ese patéticogrupo.


Se hizo un silencio mientras las mujeres parecieron no mostrarse muyde acuerdo con aquello, haciendo que Tony aprovechara ese tiempo parallegar hasta los Vengadores que estaban allí encerrados.


-Drang, sacanos de aquí- ordenó Ezekiel.-Holly ya ha llegado aestado critico.


Tony empleó la energía del traje para intentar abrir la puerta,pero, como se había temido, Ezekiel había reforzado esta para queni sus propias energías pudieran abrirla.


-¡Drang!- gritó Stane, seguramente teniendo aún a sus chicasconmocionadas por sus palabras, sacándola de la impresión.-Quetengas una buena muerte, Tony- le deseó este antes de que losaltavoces quedaron muertos.


Pocos instantes después, el sonido de alguna especie de explosiónresonó en el interior del refugio, haciendo que todos, incluidoTony, que aún intentaba abrir la puerta metálica, se volvieranhacía aquel sonido.


-¡Poneos cerca!- les pidió Wanda, volviéndose hacía ellos.-¡Ya!


Estos así lo hicieron, más porque no sabían que otra cosa hacerque porque entendieran qué quería hacer Wanda.


La bola de fuego, que parecía estar consumiendo todo aquel lugar,avanzó rápidamente hacía ellos y, cuando finalmente llegó hastaellos, reventando la entrada y las paredes de alrededor, solopudieron cerrar los ojos y elevar una plegaria silenciosa a quiénquisiera escucharlos.


Findel capitulo 29


Umm.No sé muy bien qué decir sobre este capitulo. Me cuesta hacerescenas de batalla, y más si están divididos por grupos, aunqueespero que haya quedado bien y que os hayáis podido hacer una imagenmental clara de lo que quería que se viera de esta pelea. Pero, enserio, no suelo hacer este tipo de escenas. He intentado escribirnovela épica, pero no he llegado a hacer una batalla donde no mehaya tenido que centrar en un solo personaje.


Tambiénhe intentado escribir de terror, pero las dos historias de ese géneroque tengo en marcha aún siguen a medias desde hace un año y medio.Si vierais mis carpetas sobre todas las historias que tengoempezadas..... Necesitaría un año o dos completamente sabáticos,sin levantar el culo del asiento, para solo quitarme la mitad deellos de encima o cambiar algunas cosas de aquellas novelas que yatengo escritas, pero que necesitan ser pulidas.


Enfin, volviendo a esta historia, el personaje de Holly realmente tuvouna muerte así, por lo que he podido averiguar. Solo que ella erauna mutante y, con los experimentos de Ezekiel, pareció volverseinestable. El día en que estalló, se supone que murieron todas lasDalias, excepto Corte, la de las katanas, pero no me interesaba esaclase de final para las chicas. No me parecía lo bastante digno.


Enrealidad, el personaje de Holly estuvo con las Dalias en su temporadade banda callejera, pero, después se unió a un equipo de X-men, meparece. No recuerdo porqué volvió con las Dalias o si estas lacapturaron (no tengo internet a mano ahora mismo para saberlo), perolo que sí recuerdo es que Ezekiel empezó a trabajar sobre ella,trasteando con sus poderes, y fue el causante de que acabaraexplotando, llevándose a las chicas por delante. Desde luego, por loque he podido ver, Zeke no ha sido ningún encanto en su vida.


Ytampoco entiendo porqué he hecho que los Vengadores le pongan tantoempeño en rescatar a Ross. La historia lo pide, lógicamente, peroese tipo no me cayó nada bien desde Hulk. Y menos aún desde Hulk 2,cuando todavía estaba el otro Bruce Banner, antes de Mark Ruffalo,ese que era tan delgado, pero que no recuerdo como se llamaba. Eltipo, Ross, me parecía odioso y quería que desapareciera de unabuena vez por todas. Con tantas explosiones y tal, no sé como no lapalmó en algún sitio. Aunque también es posible que sea por eso deque mala hierba nunca muere. Desde luego, ese tipo se aferraba a lavida con uñas y dientes.



Pero,en fin, después del rollo que os he soltado, me pongo con elsiguiente capitulo. Ya sabéis como me despido siempre, así quedesearos que os mantengáis sanos y nos seguimos leyendo, viendo queesta historia no tiene pinta de terminar rápido. Cuidaros, ¿sí?Bye!!!!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top