Capitulo 11

Buenas a todos lospresentes que aún sigan leyendo esta historia. Ya nos encontramos enel capitulo 11 y el malo apenas ha hecho acto de presencia. Algo medice que la cosa va a ir para largo (¿Será mi cerebro?), así queos dejo con el capi y os doy la lata luego.


Disfrutadlo.


CAPITULO 11


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Cuando Wanda salió del cuarto conPeter, dirigirse al salón era la respuesta condicionada que teníasu cuerpo desde que habia estado viviendo en el complejo, sin apenaspensar hacía donde la conducían sus pies, encontrándose allí conVisión, sentado en uno de los sillones del cuarto, jugando consigomismo a una partida de ajedrez.


Este alzó el rostro hacia ella en cuanto los sintió entrar yella se preguntó mentalmente si es que poseían alguna clase de imánque les hacia atraerse mutuamente sin que pudieran evitarlo.


-¿El señor Rogers se encuentra con el señor Stark?- lespreguntó este, percatándose de que el joven Parker tambien estabaallí.


Le gustaría hablar con Wanda de lo ocurrido en el restaurante osaber si ella por fin tenía algo que decir al respecto, pero con elinvitado delante, sabía que ella no iba a decir nada. Ya habíaparecido bastante tímida cuando el señor Rogers y el señor Starkhabían estado delante tras su beso como para reaccionar mejor anteun desconocido.


-Sí. Tenían cosas de las que hablar entre ellos- comentóWanda.-¿Dónde se encuentra el coronel Rhodes?


-El coronel es el encargado de hablar con el ejercito mientras elseñor Stark se encuentra fuera de servicio.


-¿Tan bien está tras el accidente?- preguntó Peter.


Al fin y al cabo, él había estado presente cuando habíanocurrido los hechos.


Visión tuvo que recordarse que el joven también estaba allí,ya que toda su atención se había centrado en Wanda, asintiendohacia este.


-El coronel Rhodes es un hombre muy fuerte. Esta haciendo grandesavances en su recuperación.


-Pero.... tenía entendido que sus piernas no.... ya sabes- comentóPeter, alzando las cejas.


-Si lo que está tratando de preguntar es si las piernas del coronelRhodes no funcionan, así es. Pero, gracias a la tecnología Stark,puede volver a caminar.


Peter asintió, pero vio como Wanda miraba a este y como no apartabanla vista el uno del otro, sin prestarle mayor atención y no supobien donde meterse, sintiendo como si en aquel día estuviera siendoun estorbo por todas partes.


-Si vosotros también tenéis algo de lo que hablar, puedo ir a darmeuna vuelta- les dijo, haciendo intención de levantarse del sillóndonde acababa de sentarse.


-No. No tienes porqué hacer eso- le dijo Wanda en el acto, apartandola mirada de Visión.


-A mi no me importa- insistió Peter.-En realidad, tenía bastantecuriosidad sobre este lugar y me gustaría explorarlo un poco-comentó con una sonrisilla iluminándole la cara.


-Hay zonas de acceso no permitido donde el señor Stark trabaja. Noes buena idea que vayas a explorar solo- le dijo Visión, centrandosu atención en él.


-Vaya. ¿Tiene las armaduras ahí? ¡Me molaría ver las armaduras deIronman! ¿Me imagináis a mí con una? Aunque....no creo que pudieratrepar por las paredes si llevara una puesta- comentó el joven.


-El señor Stark no deja a nadie usar sus trajes, excepto a Rhodes-le dijo Wanda.


-Y, por lo que tengo entendido- añadió Visión.-El coronel Rhodestomó uno de los trajes del señor Stark cuando este no se encontrababien, dejándolo en manos del ejercito. El señor Stark le permitióser Máquina de Guerra, pero no hubo un permiso previo para tomar sutraje.


-¡Vaya! ¿Tú lo sabes todo?- le preguntó Peter a este, pareciendosorprendido de lo que conocía.


-No es difícil obtener esa información cuando se tiene acceso a losinformes del señor Stark- comentó él de vuelta.


-Bueno.....pues le preguntaré al señor Stark si podemos ver sustrajes- comentó Peter, poniéndose en pie y dirigiéndose hacía lahabitación de este de nuevo.-Si nos da su permiso, no habráproblemas.


Wanda y Visión se quedaron atrás y, cuando este ultimo se puso enpie, ella notó en el momento exacto en el que se colocó a suespalda, notando una especie de hormigueo que recorrió su cuerpoentero.


-Wanda- la llamó este en apenas un murmullo, haciendo que su vellose erizara.


-Dame un poco más de tiempo para pensar. Entonces, podré darte unarespuesta clara- le pidió, sintiendo una pequeña sensación depánico. No estaba aún mentalmente preparada para aquellaconversación, aún sabiendo que pronto tendrían que hablar.


-Te concederé todo el tiempo que desees. No es mi intenciónincomodarte.


Esta se mordisqueó el labio inferior, nerviosa, pero no se atrevióa volverse y encarar a Visión, así que solo caminó tras Peter,sabiendo que este la seguía de cerca.


El muchacho parecía haber volado por los pasillos, como si la ideade poder echar un vistazo a las armaduras le hubiera puesto alas enlos pies, y ya estaba ante la puerta de la habitación de Tony cuandopudieron verlo de nuevo.


Peter ni siquiera se tomó la molestia de llamar. Simplemente abrióla puerta, pensando que solo interrumpiría por unos instantes unaconversación que los dos lideres estuvieran manteniendo en elinterior del cuarto.


Sin embargo, no se esperó para nada lo que se encontró, viendo comoel capitán se encontraba inclinado sobre Tony, besándolo, con lamano del multimillonario perdida entre los cabellos de Steve.


Cuando el capi se dio cuenta de la presencia del joven en la puerta,el cual se había quedado con la boca abierta, hizo que ambos sesepararan en el acto y Peter cerró la puerta de golpe.


-¿Qué ocurre?- preguntó Wanda, colocándose junto al joven, quemantenía el pomo de la puerta firmemente sujeto con las dos manos,como si no quisiera que nadie saliera o que alguien volviera a hacerla intención de entrar.


-Ayyyy- murmuró Peter, volviendo la cabeza hacía ellos, como sihubiera visto algo que sabía que no tendría que haberdescubierto.-Creo que acabo de perder mi inocencia.


-¡Entra de una vez!- le gritó Tony desde el interior del cuarto,pareciendo bastante molesto.


-¿Estáis seguros? Podemos volver más tarde. Incluso podríamos novolver. Tampoco es que viniéramos para algo muy importante.


-¡Entra antes de que me hagas levantarme de esta cama para abrir esamaldita puerta!- le gritó Tony.


-Esa lengua- le recriminó el capi.-Son niños.


-¿Niños? Con su edad, yo ya me había....-comenzó a decir Tony,pero Peter entreabrió la puerta, mirando tímidamente hacía elinterior del cuarto, fijándose que Rogers se encontraba de pie, casia los pies de la cama.


-¿Se....se puede?- murmuró el joven.


-Eso tendrías que haberlo preguntado antes. O llamar al menos- lerecriminó Tony.-¿Qué se supone que te ha enseñado tu tía May?Con lo educada que parece ella.


-Lo siento mucho- comentó Peter, sin atreverse a mirar a ninguno delos dos a la cara.


Sabía que Ironman y el Capitán América se llevaban bien, todo elmundo lo sabía. No por nada eran los dos lideres de el grupo de losVengadores. Pero lo que nunca había supuesto era que eran taaanbuenos amigos como para lo que acababa de ver. Se sentía como sihubiera violado de pronto la privacidad de ambos.


-Tranquilizate, muchacho. No has hecho nada malo- le dijo el capi,tratando de tranquilizarlo.


-¿Qué se supone que ha pasado?- preguntó Wanda, que no entendíanada de lo que estaba ocurriendo allí.


-Nada- comentó Steve, tratando de mantenerse calmado.-No ha pasadonada.


Esta frunció el ceño, pero recordó que ella había dicho algoparecido cuando Visión la había besado y.....


Abriendo mucho los ojos, miró a Tony, que parecía estar molesto conel mundo entero en aquellos momentos, al capi, que lucia un ligerocolor rojizo en las mejillas, y a Peter, que parecía que el suelodel cuarto le había fascinado por completo. Así que cerró la boca,entendiendo, en parte, la situación y sin sentir deseos de indagarmás.


-¿Qué es lo que querías, chico?- le preguntó Tony a Peter.-Digoyo que se habrá montado todo esto porque querías algo.


Este alzó la cabeza en el acto cuando lo recordó, y, acercándose ala cama, se lo dijo.


-Señor Stark, ¿podríamos ver donde tiene sus trajes? Siempre me hahecho ilusión poder ver todas sus armaduras de Ironman- le dijoeste, con los ojillos brillantes.


-¿Te recuerdo que la ultima vez que tocaste algo, se hizo añicoscontra el suelo?- le dijo este.


-¡Pero está vez tendré cuidado! ¡Le prometo que no tocaré nada!¡Solo miraré!- afirmó con energía.


Tony frunció el ceño, no muy convencido. Todavía le dolía unpoquito la perdida de aquella pieza de arte de hacía unos días.


-Vamos, Tony. Dale el capricho al chico. Después de todo, lo metisteen medio de un buen lío- le dijo Steve.


-Está bien, está bien. Pero Visión, vigílalo de cerca. No quieroque acabe destrozando todo mi taller. Quiero ver que cada tornilloestá donde lo dejé.


-Me encargaré de ello- afirmó este.


-Wanda, ve con ellos, por favor- le pidió Steve.


Ella asintió y se dirigió a la puerta.


-¡¿De verdad?!- exclamó Peter, que aún no se creía que lehubieran concedido su capricho.-¡Muchísimas gracias!- gritó,abrazando a Tony sin pensar.


-¡Au, au, au!- gritó este en el acto, haciendo que el chico lesoltara.


-Uy. Lo siento. Se me olvido que estaba quemado y eso- comentó este,retirándose en el acto.


-Ya me he dado cuenta- comentó Tony, con los dientes apretados.


-Ve con los demás- le indicó Steve al joven, señalandole la puertacon la barbilla.


Este, sonriendo y aún visiblemente emocionado, asintió y saliócorriendo del cuarto tras los demás, cerrando la puerta.


-Es un joven muy activo- comentó Steve, sentándose de nuevo en lasilla, junto a la cama de Tony.


-Demasiado para mi tranquilidad. Es demasiado nervioso- comentóeste.


-¿Te ha hecho daño?


-¿Por qué lo dices? ¿Por qué me ha abrazado como si fuera un osopanda y yo una caña de bambú, teniendo todo el cuerpo quemado? No,que va- comentó con sarcasmo.


Steve solo pudo sonreír brevemente, ya que cuando Tony se poníaasí, recordaba por completo a un niño pequeño. Cuando estaba así,daban ganas de abrazarlo y pellizcarle las mejillas para que dejarade estar enfurruñado.


-Y, encima, a interrumpido nuestro beso. Justo cuando ya estabaconsiguiendo que llegaras a donde quería- siguió comentando Tony,pareciendo enfadado con el universo al completo.


-¿Qué llegara a donde querías? Yo estaba llevando el beso como yoquería- le dijo Steve.


-¡Ja! Eso es lo que tú creías- le dijo Tony.


-No. Eso era lo que estaba pasando. ¿O te recuerdo como te estabasremoviendo en la cama?- le comentó este.


-O eso es lo que te he hecho creer.


-¿En serio? ¿Vamos a tener una de estas ahora?- le preguntó Steve.


Parecía que, en cualquier momento, iban a volver a discutir,mirándose el uno al otro fijamente a los ojos, preguntándose quiénde los dos sería el que empezaría en aquella ocasión.


O fue así hasta que un estrépito procedente del taller de Tonyresonó por el complejo e hizo que el multimillonario cerrara losojos, tratando de controlar la ira que estalló por él cuando oyóaquello.


-¡Lo siento!- les llegó la voz de Peter.


Pero Tony estaba intentando entrar en modo zen. De no ser así, seolvidaría de sus quemaduras, se pondría en pie, llegaría hasta elmuchacho y le daría unos buenos azotes en el culo, que bien semerecía.


-¿Estás bien?- le preguntó Steve, viendo como Tony trataba demantener tranquilo.


-Dame.....dame unos minutos para tomar aire. Si no tomo aire, creoque me explotará algo dentro de la cabeza, como una vena o algo así.


Steve asintió, oyendo como se oían ruidos procedentes del taller.


Tony había colocado su cuarto cerca de este porque siempre que nopodía dormir, o cuando quería relajarse, se encerraba en aquellugar y podía pasarse toda la noche trabajando sin molestar a nadie,lejos de los otros cuartos del complejo.


Pero precisamente por eso oían todo lo que estaban trasteando en ellugar.


-Le dije que no tocara nada- comentó Stark, entre dientes.-Tú looíste, ¿verdad?- le preguntó a Steve.-Se lo dije claramente. Ver,pero no tocar.


-Son niños- comentó este sin más.


-Como vuelvas a decirme eso, los azotes que pensaba darle a él telos daré a tí.


Steve negó con la cabeza con una pequeña sonrisa, tratando de quela idea no empezara a resultar atractiva de algún extraño modo.


Entonces, alguien llamó a la puerta del cuarto, haciendo que Tony ySteve intercambiaran una mirada.


-¿Quién es?- preguntó el hombre quemado.


-Soy yo.¿Puedo pasar?- le preguntó Rhodey a su vez.


En el acto, Steve se puso en pie, sin saber donde meterse, ya que unacosa era que Visión les viera, que, dentro de lo cabía, norevelaría su presencia. Pero otra cosa muy distinta era dejarse verante el coronel, al que pondrían en un compromiso si le pedían queno revelara su presencia a sus superiores.


-Debajo de la cama. Rápido- le murmuró Tony.


Y Steve ni siquiera lo pensó. Hizo cuerpo a tierra y se metió bajola enorme cama de Tony, sabiendo que, a pesar de su tamaño, laenorme estructura lo taparía por completo.


-¡Adelante!- exclamó Tony cuando dio por sentado que este ya estabaoculto.


Rhodes abrió la puerta, percatándose de que el cuarto estaba vacío,y se acercó a la cama de este.


-¿Se puede saber quién está rondando por tu taller? El ruido estaresonando por todas partes.


-Oh. He dejado que el chaval vea las instalaciones con Visión, perono parece que lleven mucho cuidado. ¿No crees que podríamossacarnos un dinero extra haciendo visitas guiadas por el complejo?-comentó este.


-¿En serio, Tony?¿Crees que necesitas más dinero? Además, no creoque soportaras durante mucho tiempo la presencia de los críos poraquí. Tú mismo eres uno.


-Bueno.... había un crío muy listo que me dejó un reloj y me hizoun sándwich de atún y.....- murmuró este, casi para sí.


-Por un segundo, pensé que alguien se había colado en el complejo-comentó Rhodes, cruzándose de brazos.


-¿Qué pensabas? ¿Qué ese tipo había venido a rematarme?- comentóTony a su vez, con una sonrisilla en los labios.


-No te lo tomas a broma, Tony. Estaba claro que quería acabarcontigo y casi lo consigue.


-Pero eso ha sido porque me ha pillado desprevenido. Eso no volveráa pasar.


-El ejercito está preocupado, Tony- le dijo este.-Llevó casi todoeste tiempo al teléfono y no saben donde demonios se ha podidometer. No ha dejado el menor rastro de su paso más allá de losdestrozos de la Torre.


-Es verdad- recordó este.-La Torre. Tengo que mandar a alguien paraque se encarguen de arreglar los destrozos.


-¿En serio? ¿Eso es lo que más te preocupa en estos momentos?


-¿Habría otra cosa de lo que estar preocupado?


-¿Qué tal que la mitad de los Vengadores siguen perdidos por elmundo? El ejercito no va a ser tan amable está vez si losencuentran, Tony- le dijo Rhodes.


-¿Y qué quieras que haga yo al respecto? Ellos fueron los quedecidieron irse.


-Intenta ponerte en contacto con el capitán, intenta que sepan loduro que se están poniendo las cosas. Han perdido los privilegios deVengadores. Ahora son vistos como fugitivos.


-¿Tú tampoco quieres que los encuentren, Rhodey?- le preguntóTony, sabiendo que el capi se encontraba justo debajo de su cama,escuchándolo todo.


-Pues no. No es lo que me gustaría ver, pero estaría en laobligación de informar de donde se encuentran si me entero de ello.Por eso quiero que lo hagas tú- le indicó este.


Tony asintió, pero no se le ocurrió nada más que añadir en esepunto.


-Mira- le dijo Rhodes.-Dejemos de hablar de esto mientras tú estásquemado sobre una cama. Intenta descansar, ¿de acuerdo? Tenecesitamos en perfectas condiciones.


-Si me dejáis dormir tranquilamente, lo estaré- aseguró Tony.


Rhodes asintió, así que, sin perder más tiempo, se dirigió hacíala puerta y se fue.


El capi rectó debajo de la cama y puso en pie, haciendo que tantoeste como Tony se dedicaran una mirada, recordando que el mundoentero seguía colocandolos en lados opuestos del gran tablero.


Pero alguien volvió a tocar a la puerta antes de que ninguno de losdos pudiera hablar y Steve se lanzó al suelo de nuevo, esta vezsonando con estrépito cuando se dio contra este.


Rhodes volvió a asomarse al cuarto, con el ceño fruncido, pueshabía oído algo, pero no vio nada fuera de lugar.


-¿Querías algo?- le preguntó Tony.-Te recuerdo que debo dormirpara poder recuperarme.


-Solo quería preguntarte qué debía hacer cuando la doctora Chollegue. ¿La dejo pasar directamente a tu cuarto o...?- preguntó.


-Dejale acceso al laboratorio y ven a despertarme. A partir de ahí,ella tomará el control.


-De acuerdo. Descansa.


-Sí me dejáis, eso haré- comentó Tony, viendo como Rhodes volvíaa cerrar la puerta.


Steve salió esta vez con algo más de precaución de debajo de lacama, asegurándose de que realmente alguien no iba a volver a llamara la puerta y se puso en pie.


-Creo que tenemos que irnos- comentó.-Cuando la doctora y su equipolleguen, esto será un caos y no podremos seguir aquí- comentóSteve.


-Lo sé, pero, aún así.....-comentó Tony, sujetando una de lasmanos de Steve.


-Permaneceremos cerca- aseguró este.-Con ese tal Ezekiel haciendo delas suyas, no podemos arriesgarnos.


-Tened cuidado al marcharos. Habrá guardias vigilando el perímetro-le dijo Tony.


-Sigues olvidando que tengo a Wanda conmigo- le comentó este con unapequeña sonrisa.


Y antes de que Tony pudiera decir algo más, Steve se inclinó sobreél y depositó un rápido beso sobre sus labios, dejándolo sinpalabras y lamiendo estos para retener todo el tiempo posible susabor mientras Steve abandonaba el cuarto.


Findel capitulo 11.


Bueno.....puesaquí hay un capitulito más del Stony, viendo como las relacionesentre superhéroes, con una nueva guerra empezando, desde luego, noson nada sencillas. Hasta yo misma estoy sufriendo al ver que tengoque hacer esto. Y creedme. No lo hago porque quiera, si no porque lahistoria me pide ir a este ritmo.


Perocreo que las cosas se irán sucediendo cada vez más rápido a partirde aquí o del capitulo siguiente (o eso espero). Y que todos podáissoportarme mientras tanto.


Yuna cosa que no tiene nada que ver con la historia..... Estaba viendola peli de Ironman 3 y estaba pensando....¿solo a mí me parecíaadorable la relación que tenía Tony con ese niño que se loencuentra en su garaje? De verdad que me gustaría ver a Tony Starkcon un hijo. Discutirían los dos al mismo nivel y todos moriríamosde amor. Ainsss.


Tambiénme he visto un video-parodia de los Vengadores con el que me hepartido. Os dejo el nombre del video para que os podáis reírtambién, pero que me mató la ultima escena al final del video deltodo, donde sale Steve escuchando a Bucky en Civil War ¡Realmente leestaba poniendo ojitos! No me había dado cuenta hasta ver estevideo: ''MIX OF AVENGINGNONSENSE (Marvel Crack!)''


Yeste sábado pasado fui al cine a ver la peli de X-men Apocalípsis.He sido fans de X-men desde que vi la primera, así que imaginaos midecepción con esta cuando llevábamos más de una hora de películay la trama apenas avanzaba. Apocalípsis le dedicó más tiempo aponer guapos a sus 4 jinetes que a la destrucción del mundo en sí.Y, sinceramente, para haber vivido 1000 vidas, obteniendo los poderesde otros mutantes en el proceso, no me pareció muy poderoso. Inclusopudiendo regenerarse, Fenix/ Jean Grey pudo con él. Y yo aúnrecuerdo X-men 3, donde Wolverine tiene que matarla cuando pierde elcontrol. Le costó llegar a ella, pero no fue nada en comparacióncon la fuerza que le han puesto ahora a la chica, cuando se suponeque es más joven. Lo dicho. Brian Singer a querido alargar tantotiempo su mandato sobre los mutantes que al final a perdido de vistasu objetivo, que era contarnos grandes historias. Solo me alegre dever otra vez a Storm y el cameo de Wolverine. Y ese fandom de Xaviercon Magneto.



Porahora, no tengo nada más que decir, así que os dejó hasta elpróximo capitulo. Como siempre, desearon que os mantengáis sanos ynos seguimos leyendo.

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