Capítulo 24- "El baile" FINAL

CAPÍTULO 24

"El baile"

La revelación de Cassidy seguía dando vueltas en nuestras cabezas, pero sobre todo en la de Josh. Él había sido el más afectado, él también se sentía traicionado, cosa que entendía completamente. Tres años de relación y se había enterado de que no conocía en absoluto a la chica que una vez amó. Josh confrontó a Bethany por este tema y ella lo negó rotundamente. Josh le dijo cosas horribles y no podía culparlo, porque Bethany había cruzado un límite imperdonable en su afán por venganza.

Johnny acordó con Cassidy que no diría nada a la policía sobre lo de Bethany y su participación en lo ocurrido con Johnny. A pesar de no hablarse con Bethany, Cassidy no quería que sus padres se enteraran de lo que su hija menor había hecho, eso los devastaría, al punto de arruinar su familia. Ni Johnny ni yo queríamos eso, ambos sabíamos lo que perder a su familia significaría, así que decidimos dejar pasar el tema.

En los días que siguieron, Cassidy visitó a Johnny y se quedaban hablando por horas. Incluso se quedó a comer algunas noches, y... Bueno, no estoy segura de ello, pero creo que también se quedó a dormir alguna que otra noche. No me molestaba, al menos ya no. Ahora que todos conocían a Bethany por lo que en realidad era, hasta su hermana me caía bien. Lo sé, suena horrible llegar a este punto para que todos se den cuenta de lo mala persona que era Bethany, pero ahora ya no había retorno, ella misma se lo había buscado.

No podía creer que el tiempo hubiese pasado tan rápido. Faltaban días para el baile de fin de año y todos en la escuela estaban emocionados por ello. Sin embargo, a mí no me parecía la gran cosa, no me importaba el hecho de arreglarme y lucir hermosa para un evento así; aunque de todos modos tendría que asistir, ya que Josh me había invitado con bastante anticipación. Negarme a ir al baile ahora sería terrible, no quería lastimar sus sentimientos después de todo lo que habíamos pasado.

A diferencia de mí, Lenny esperaba el baile con ansias. Tenía una cita con Greg, su compañero en la clase de arte. Lenny no era una de esas chicas enamoradizas ni nada por el estilo, pero "Greg era diferente". Él era bastante tímido, por lo que le costó mucho animarse a invitarla al baile, y cuando lo hizo, Lenny aceptó de inmediato. Todo ese día y los subsiguientes, se la pasó hablando de Greg.

─Él es tan tierno Galya. Es simplemente... No sé. Hacía años que no sentía esto por un chico. Incluso me invitó al cine, así podemos conocernos un poco mejor.

─Wow Lenny, definitivamente este es un costado tuyo que no conocía.

─Lo sé. Creo que yo también había olvidado que podía ser y sentirme de esta manera, ¿sabes?

Mi amiga era feliz. No podía pedir otra cosa. Su situación con su madre no era la mejor, y por eso seguía viviendo con nosotros, pero desde que Greg la invitó al baile ella simplemente se iluminó. En fin, la llegada del baile cambió a muchos, pero no a mí. Yo seguía siendo la misma, y con los mismo pensamientos de siempre.

Últimamente, el sueño donde me veía en el gimnasio de la escuela con el vestido rojo, se repetía todas las noches. Todo sucedía de la misma forma, una y otra vez, una y otra vez, solo que cada noche la cara del chico con el que bailaba se desdibujaba un poco más, impidiéndome descifrar de quién se trataba. En cierto punto eso me sacaba de quicio, ya que solo había dos posibilidades de quién podía ser ese chico: Josh o Lucas. No había nadie más en mi vida, excepto ellos dos.

Como ya no podía seguir durmiendo, me levanté, tomé mi celular de la mesa de luz, y bajé a la cocina. No quería despertar a Lenny, y mucho menos a Johnny, así que hice lo que cualquier persona que no puede dormir haría... Le mandé un WhatsApp a la única persona que probablemente estaría despierta a las cuatro de la madrugada. A Sally.

Dos palabras fueron suficientes para que ella respondiera al instante. El "necesito hablar" era una especie de código entre nosotras, y cada vez que una estaba mal, le mandaba ese pequeño mensaje a la otra.

Te llamo en cinco.

Cinco minutos. Solo cinco minutos y podría hablar con alguien para desahogarme. Estaba apoyada en el mueble de la cocina, cuando habiendo pasado menos de dos minutos mi celular sonó al ritmo de "Call me maybe" de Carly Rae Jepsen. Lo sé, es vergonzoso, pero esa canción podía llegar a ser muy pegadiza.

─¿Hola? ─pregunté dubitativa. Sabía que se trataba de Sally, pero hacía mucho tiempo que no hablábamos, y habíamos perdido la costumbre de vernos todos los días, lo cual, a veces, me hacía sentir que hablaba con una extraña.

─Amiga, dime. ¿Qué sucede? ─La voz de Sally tenía un dejo de preocupación.

─Ni siquiera sé cómo decirlo ─respondí con frustración.

─No importa lo que sea Lya, sabes que no te juzgaré. ─Una cosa era la posibilidad de que Sally me juzgara si le contaba la verdad sobre Lucas, y otra cosa era que ella no me hablara nunca más por considerarme una loca de remate. No podía arriesgarme a perder su amistad. Tendría que continuar mintiéndole.

─Yo...

─¿Es esto sobre algún chico? Si él quiere forzarte a tener relaciones sexuales no se lo permitas Galya. ─Ok. Esto definitivamente había dado un giro inesperado.

─No Sally, no tiene que ver con eso. Josh y yo aún no hemos...

─¿Josh y tú? Galya, ¿estás saliendo con alguien y no me lo contaste? ─Rayos. Esto de no dormir bien estaba arruinando mi filtro.

─Emmm, sí ─contesté, al tiempo que pensaba alguna mentirilla para que Sally no se enojara conmigo.─ Es justamente eso lo que quería contarte Sal. ─No me sentía bien al mentirle a Sally, pero no me quedaba otra.

─Entonces suéltalo de una vez Lya. Me pones ansiosa.

─Bueno, pues... Estoy saliendo con alguien hace poco. Me pidió que fuese su novia, y yo... acepté ─dije tratando de sonar convincente. Sé que lo que le decía era verdad, pero no era la razón por la que quise hablar con ella en un principio.

─Wow Lya, eso es lo máximo amiga. Te felicito. Pero... Hay algo que no está bien. Lo siento en tu voz. Galya, te conozco. Dime de qué se trata por favor. ─Sally sonaba realmente preocupada por mí, no podía seguir mintiéndole, pero tampoco podía decirle la verdad; así que decidí decir la verdad, pero modificándola un poco.

─Me conoces tan bien Sal. De hecho, sí, me pasa algo. Estoy de novia con Josh, pero yo... tengo sentimientos por alguien más. ─Lo dije. Al fin lo dije en voz alta, y extrañamente se sentía bien sacarlo de mi pecho, y aliviar esa opresión que no me dejaba respirar con normalidad.

─Lo sabía. Sabía que escondías algo Lya. A pesar de que no estamos en contacto tanto como antes, apenas escuché tu voz al otro lado del teléfono supe que algo andaba mal pero ¿sabes qué?

Me quedé pensando sin saber qué iba a decirme.

─¿Qué? ─respondí expectante.

─Tengo una sorpresa ─dijo, y logré escuchar una pequeña risita de su parte.

─Dilo de una vez Sal, sabes que no soporto la ansiedad.

─Muy bien. La sorpresa es que... ¡Iré a visitarte en las vacaciones! ─Me quedé muda. No esperaba que la madre de Sal la dejara venir... ¡hasta Alaska! Probablemente eso me tranquilizaba en cierta forma, porque se me hacía más fácil ocultarle toda la situación con Lucas. Ahora no tenía qué sería de mí si ella venía.

─Wow Sal, eso es... genial ─respondí sin mucho convencimiento, y Sally no era tonta, se dio cuenta al instante.

─Lya, si no quieres que vaya no hay problema, es decir, mamá habló con tu tío y le dijo que no había ningún problema, pero tú eres la que tiene la decisión final.─ Bien hecho Lya. Ofendiste a Sally. Tenía que arreglar esto, no podía arriesgarme a perderla a ella también. No estaba dispuesta a perder a nadie más en mi vida.

─Sally no, no tengo ningún problema con que vengas, es solo que me tomaste por sorpresa. Nunca imaginé que tu madre te daría permiso. Vivo al otro lado del país, y sé cómo es ella, así que simplemente creo que en cierta forma descarté la posibilidad de que pudieses venir para no seguir manteniendo la esperanza. Pensé que la próxima vez que nos veamos sería cuando yo fuese a visitarte. ─Bien, eso sonaba totalmente creíble. ¿Se lo creería? Eso esperaba.

─Bueno, eso es verdad. Mamá es prácticamente imposible. Es por eso que papá se separó de ella. ─Sabía que ese tema era particularmente difícil para Sally, había sufrido mucho por la separación de sus padres.

─Entonces, te veré en las vacaciones ─la interrumpí, decidida a que debíamos vernos apenas comenzaran las vacaciones.

─Si tú quieres... ─Más que una afirmación pareció una pregunta. Entendía que ahora dudase en venir, yo no había tomado la noticia de la mejor manera, así que tenía que asegurarle que el que ella viniese a Black River era una fantástica noticia para mí.

─Claro que quiero amiga. Solo dime cuándo y te esperaré con los brazos abiertos.

Acordamos que ella me llamaría cuando tuviese todo listo para viajar, le dije que la esperaba con ansias, lo cual no era mentira. En el fondo, Sally y yo siempre tendríamos esa conexión que se forja en la niñez. Habíamos vivido y compartido demasiado como para dejar que esa amistad se esfumara por no hacer el esfuerzo de mantenernos en contacto.

Faltaban dos días para el baile y ni Lenny ni yo teníamos vestidos para el mismo. No estaba preocupada por lo que me pondría, podría llevar unos jeans si fuese por mí, pero no podía hacerle eso a Josh. Tanto Josh como Lenny estaban muy emocionados con el baile, así que el miércoles después de clases, los tres salimos de compras.

El tema del baile sería "Una noche en Wonderland", y la mayoría (con esto me refiero a Bethany y su "comité para el baile) había acordado que sería un buen aporte que todos usaran máscaras; lo cual para mí significaba mezclar dos temas completamente distintos, pero oponerse a las decisiones de Bethany era algo que nadie en la escuela se atrevía a hacer.

A pesar de ser una ciudad relativamente pequeña, Black River tenía un local de venta de disfraces, el cual tenía una gran variedad de disfraces y accesorios.

─No quiero ser aguafiestas ni nada por el estilo, pero creo que deberíamos comprar los vestidos primero y luego las máscaras para ver si combinan o no.

─Galya, deja de ser aguafiestas ─sentenció Lenny.

─Está bien, no dije nada.

─Yo creo que es una gran idea comprar las máscaras primero ─comentó Josh. Ambas lo miramos preguntándonos de qué rayos hablaba. Él nunca se interesó en este tipo de cosas.─ Lo sé. Suena extraño que me meta en esto, pero creo que será divertido pretender ser otra persona, esconderte detrás de la máscara por una noche, ¿no creen? ─Él sí se veía bastante entusiasmado con la idea.

─¿Te diste cuenta que no vas a disfrazarte de Capitán América o Thor? Solo llevarás una máscara Josh ─dijo Lenny.

─Lo sé ─respondió decepcionado.─ Realmente empujé para que los chicos tuviéramos algún tipo de decisión en la elección del tema del baile, pero Bethany no nos escuchó. ─En este caso es importante que aclare que Josh también formaba parte del comité para el baile. Él pertenecía al mismo desde que comenzó a salir con Bethany, y aunque ahora ya no lo hacía, no quería abandonarlo porque sus amigos estaban ahí.

─No importa campeón, con Galya te prometemos que haremos una fiesta para que te disfraces del Capitán América. ─Lenny le dio unas palmadas en la espalda a Josh, como si fuese un niño. Josh rió, y yo también. Se sentía bien hacer cosas normales, tener amigos, y... vivir.

─Bueno chicos, mejor busquemos las máscaras ─anuncié con un poco más de entusiasmo de lo normal.

Había tantos tipos de máscaras que se me hacía difícil decidirme por una. Lenny ya había elegido la suya: era violeta con algunos tonos fucsia, y algunos brillos que la hacían destacar. También tenía unas pequeñas plumas del mismo tono en cada uno de los lados.

Yo no podía encontrar ninguna que me llamara la atención. Miraba y miraba y ninguna me parecía adecuada. Todas eran demasiado dramáticas, y yo solo quería pasar desapercibida. Estaba mirando unas de las vitrinas cuando Lenny me tocó en el hombro, logrando que me diese vuelta a mirarla.

─Tengo exactamente lo que necesitas ─anunció, al tiempo que sostenía una máscara bastante pequeña, más que máscara era un antifaz. Era delicado, de color rojo, con brillos del mismo tono y algunas piedras alrededor de los orificios para los ojos. Lenny me lo entregó para que me lo probase, y lo hice. Al momento en el que me vi reflejada en el espejo del local, supe que ese antifaz era el indicado. En ese momento, con el antifaz colocado en mi rostro, tuve un pequeño flash. Una vez más me encontraba en el gimnasio de la escuela, estaba con el vestido rojo, y tenía puesto el antifaz. Me encontraba allí, parada completamente sola en la mitad del gimnasio. Vi que una especie de bruma comenzaba a llenar el lugar, cubriéndolo en su totalidad. La bruma empezaba a taparme cuando sentí que me jalaban del cabello, sacándome de la ensoñación.

─Auch, eso dolió Lenny ─afirmé con mala cara.

─Pues lo siento Lya, pero parecías ida. No me respondías cuando te hablaba. ¿Estás bien? ─interrogó con preocupación en sus facciones.

─Sí... Sí... Estoy bien. Es solo que me quedé pensando que no tengo ningún vestido, ni siquiera uno apropiado para este antifaz, y tampoco creo poder conseguir un vestido adecuado. No tengo el dinero suficiente para comprar el vestido y los zapatos. ─Intenté sonar convincente, aunque sabía que no podía engañar a Lenny. Me conocía muy bien.

─Bueno, en eso te equivocas. ─La miré con el ceño fruncido, preguntándome a qué podría referirse.─ Cuando lleguemos a tu casa te lo diré.

Y eso hicimos. En cuanto llegamos me tomó de la mano e hizo que la siguiera hasta su habitación.

─Escucha Galya, no quiero que vayas a asustarte ni nada de eso, ¿ok?

─Lenny, ¿sabes que cuando le dices a alguien que no se asuste eso es generalmente lo que la persona suele hacer?

─Sí, es verdad. Tienes razón. Olvida lo que dije y si quieres puedes asustarte. ─Yo asentí y ella también, luego chocamos nuestras manos, en una especie de saludo que habíamos invitado en los últimos días.─ Bien, el asunto es que... Lucas me pidió que usaras el vestido que encontramos en mi armario en la primera oportunidad que surja. ─Me quedé mirándola sin saber qué contestar. Pensé que todo lo que tenía que ver con Lucas había quedado en el pasado, pero al parecer él no iba a desaparecer de mi vida tan fácil como creía.

─¿Cómo sabes que Lucas quiere que use ese vestido? ¿Él se comunicó nuevamente contigo? ─cuestioné con un poco de exigencia. Una nueva urgencia por saber de Lucas surgió en mí, acorralándome en un rincón.

─En realidad no ─replicó Lenny.

─¿Entonces? ─cuestioné con la sangre hirviendo por todo mi cuerpo. La necesidad de saber me carcomía.

─Él entró en mis sueños. Me dijo que quería que usaras el vestido, que él... Bueno, en realidad fue su madre quien lo compró. Solo lo uso una vez, y fue para su graduación. Él quiere que lo uses Galya, creo que no puedes negarte a un pedido como ese.

Ya no sabía a qué podía negarme o no. Ya no estaba segura de nada. Pero era extraño que yo me haya visto incluso antes de haber sabido de su existencia. Quizás sí era verdad que Lucas y yo nos amamos en otra vida, y usar ese vestido no significaría engañar a Josh bajo ningún motivo; tan solo cumpliría los deseos de alguien con quien compartía un vínculo que estaba más allá de la explicación. Tal vez eso sí era engañar a Josh, pero en el fondo sabía que no podía negarme al pedido de Lucas.

─Está bien ─repuse.─ Pero no quiero que Josh sepa que este vestido perteneció a la madre de Lucas, ni que fue él quien me pidió que lo llevara.

─De acuerdo. Prometo que él no sabrá nada.

Una vez que acordamos con Lenny que no le diríamos nada a Josh sobre el vestido, la acompañé hasta su casa en el auto de Johnny a buscar un vestido que su madre iba a prestarle, puesto que Lenny no podía permitirse comprarse uno nuevo. Lenny fue quien condujo, ya que yo aún no aprendía a hacerlo. Cuando llegamos a su casa, estacionó en frente y me pidió que la esperara en el auto. No tardó ni siquiera diez minutos, cuando salió de ahí con el vestido envuelto en una bolsa transparente que lo cubría por completo.

─Eso fue rápido ─mencioné un poco sorprendida.

─Sí, mientras tiempo pase en esa casa mejor.

─¿Tan malo es? ─pregunté, tratando de que Lenny me contara un poco más de su vida.

─No lo definiría como malo, tan solo insoportable. Mamá siempre me critica por cualquier cosa que crea que está mal en mí. Mi sueño es largarme de su casa en cuanto pueda, por eso te agradezco que me hayas permitido quedarme por tanto tiempo en tu casa Galya. ─Lenny era una chica dura que siempre se enfrentaba a todo lo que sea que se interpusiese en su camino, aunque ahora una gota diminuta se hacía camino en su rostro. Ella la limpió al acto, tratando de ocultar su momento de debilidad, al menos lo que ella consideraba como debilidad, pero yo logré verla. Esa lágrima representaba mucho más, mucho más que Lenny todavía no estaba preparada para contarme, así que yo esperaría, sería paciente y esperaría a que ella me lo dijera.

El día del baile había llegado, y con él el último día de clases. Me preguntaba en qué momento el año escolar había pasado. A duras penas logré aprobar todas las materias. Estudiar me resultaba más difícil de lo usual, ya que cada vez que me sentaba a hacerlo mi mente divagaba, y por lo general se iba a recuerdos tortuosos del accidente donde perdí a mis padres. Recordaba cuando mi madre me llevaba a jugar a la plaza cuando tenía unos diez años, cuando papá me ayudaba a dormir cuando llegaba la noche, y cuando mamá me dijo que me amaba por última vez. Sabía que no podía cambiar lo ocurrido, y que mis padres ya no regresarían, pero ellos estaban en todo momento en mis pensamientos, recorrían cada uno de los trazos de mi mente, encontrando su camino hasta mi corazón. Porque siempre los guardaría ahí, ahí donde estarían a salvo, por siempre.

Comencé a alistarme relativamente temprano. Me di un baño relajante, y cuando salí, Lenny entró para hacer lo mismo. Johnny se sentía un tanto sofocado al tener a dos mujeres en la casa, siendo que él siempre había vivido solo, y ahora se le hacía difícil acostumbrarse a tener que compartir. Sin embargo, él había puesto la mejor voluntad para que la convivencia sea buena.

Cuando Lenny terminó de bañarse fue hasta mi habitación.

─Bien, nos quedan dos horas para que comience el baile, así que comenzaré a peinarte. ─No sabía ponerme en las manos de Lenny, pero no me quedaba otra opción, ya que yo no tenía idea de cómo hacerme un peinado acorde a la ocasión.

En menos de treinta minutos, Lenny había dejado mi cabello de una manera en la que nunca antes lo había visto. Me había hecho un moño de media cola, dejando el cabello suelto con algunas ondulaciones, que le daban movimiento. Era un peinado sencillo, pero para mí era simplemente perfecto.

─Wow Lenny, no sabía que podías peinar de esta manera. Gracias. Es bello. ─Estaba alucinada con mi nuevo peinado, me sentía... hermosa por primera vez.

─Bien, todavía no terminamos.

─¿Pero qué falta? ─pregunté sin saber a qué se refería.

─Daa, el maquillaje Galya.

El maquillaje fue muy poco, pero a la vez suficiente. Mis ojos tenían una sombra rosa bastante clara y rímel en mis pestañas, el cual las hacía lucir más largas de lo normal, resaltando mi mirada. Me puso rubor rosa, a juego con la sombra de ojos, y por último, un labial rosa a tono con todo el maquillaje.

─¡Listo! ─Lenny se escuchaba satisfecha con su obra, y yo también.─ Ahora ve a ponerte el vestido y los zapatos, mientras yo me alisto. Josh llegará pronto.

Lenny me había entregado el vestido en la tarde. Lo puso encima de mi cama, y cuando lo miré me pregunté si debía usarlo, si estaba bien. Era absurdo hacerme tanto problema por vestido, lo sabía, pero a la vez... No lo sé. Había algo que no lograba encajar en mi mente la coherencia que mis pensamientos necesitaban.

Alejé abruptamente mis preocupaciones y me vestí. Me coloqué los zapatos plateados que había comprado cuando salí de compras con Josh y Lenny. Eran bastante altos y yo no tenía demasiado práctica en el uso de tacones, sin embargo me aventuré al usarlo, puesto que quería sentirme un poco más alta de lo normal, y sobre todo porque quería estar un poco más cerca de Josh cuando salgamos a la pista de baile.

Estaba terminando de colocarme los zapatos cuando Lenny entró en mi habitación.

─Estoy lista.

─¿Tan rápido? ¿Acaso te convertiste en Flash?

─No sería una mala idea. Quizás lo tome como una opción para la fiesta de disfraces que organizaremos para Josh, pero no, no soy Flash. No hice demasiado con mi cabello. Como verás lo llevo igual que siempre, y en cuanto al maquillaje apenas me puse un poco de sombra violeta y un labial del mismo color. No quiero resaltar. De esta manera me siento cómoda.

─¿Entonces por qué te tomaste tanto trabajo conmigo?

─Porque quiero que te veas tan despampanante cuando entres al baile del brazo de Josh, que la perra de Bethany se morirá en su propio veneno.

Ambas reímos como dos tontas. No podía negar que no había pensado en Bethany aunque, a decir verdad, el hecho de encontrarme con ella me ponía un poco nerviosa, y no sabía bien por qué.

─¿Están listas chicas? ─Johnny interrumpió nuestra conversación al entrar en la habitación. Ambas asentimos.─ Entonces apúrense porque los chicos están abajo esperándolas.

Josh y Greg acordaron que vendrían juntos a buscarnos, así todos iríamos al baile en la camioneta de Josh. Cuando bajamos las escaleras, Josh estaba en la puerta, todo glorioso en su smoking negro. Llevaba su cabello revuelto como siempre, lo cual era agradable porque le daba un toque sexy.

─Wow Gal, te ves... Te ves tan hermosa. ─Bajé mi mirada al sentir que mis mejillas se calentaban debido al cumplido de Josh. Él tomó mi barbilla para que lo mirara.─ No bajes la mirada Gal. Eres hermosa, y necesitas saberlo.

─¡Ejem, ejem! ─Johnny carraspeó, interrumpiendo el momento íntimo entre Josh y yo, que no era tan íntimo como hubiese querido, ya que había tres personas más en la habitación.─ Bueno chicos, creo que... ya es hora. No querrán perderse el comienzo del baile.

Todos asentimos, y después de que saludamos a Johnny comenzamos a salir. Justo cuando estaba a punto de cerrar la puerta Johnny me tomó de la mano.

─Pequeña, espera. ─Hacía tanto que Johnny no me llamaba por ese sobrenombre que me tomó por sorpresa.─ Antes de irte quería decirte que... Te amo Galya. Eres mi sobrina favorita, y antes de que digas nada, sí, es verdad que eres la única que tengo, pero aún si tuviese otro sobrino seguirías siendo mi favorita. Bien, dejaré de dar vueltas porque me siento como un anciano aquí. Quería decirte que estoy orgulloso de ti y de todo lo que has progresado, de cómo me cuidaste cuando me asaltaron, de cómo pudiste atravesar todo el dolor que la pérdida de tus padres nos ocasionó. Te amo pequeña, y quería que lo sepas.

No pude contenerme y le di un abrazo. Me aferré a él como cuando abrazaba a papá, me aferré a su calor, que también se sentía como el de un padre.

─Yo también te amo tío. ─Unas lagrimitas bajaron por mis mejillas, me sentía feliz por tener a este hombre que cuidaba como si fuese su hija. Lo amaba por eso, y por estar cuando más lo necesitaba. Nos deshicimos del abrazo y vi que él también tenía lágrimas en su rostro.

─Bien, ahora ve al baile. Quiero que te diviertas, y sobre todo, no cometas ningún error del que puedas arrepentirte en el futuro, ¿está bien?

Sabía exactamente a qué se refería, pero no diría la palabra. No estaba lista para hablar de "ese tema", así que simplemente asentí.

Salí de la casa y me dirigí hacia la camioneta en donde me esperaban mis amigos. Me subí rápidamente y como Josh ya tenía el motor en marcha, arrancó a toda velocidad, rumbo al baile.

Al llegar al estacionamiento, todos nos bajamos gritando y riendo. Estábamos tan alegres que cualquiera pensaría que habíamos tomado de más. No nos importaba. Queríamos festejar que el año escolar había terminado, y esta noche era la indicada para comenzar a hacerlo.

─Chicos, tomen sus máscaras. ─Lenny nos entregó a cada uno nuestras máscaras, y en mi caso, el antifaz.

Una vez que teníamos puestas nuestras máscaras entramos a la fiesta. En la entrada estaban dos chicas encargadas de recibir nuestras entradas. Josh les entregó nuestras entradas, y luego seguimos nuestro camino hacia el gimnasio.

El gimnasio parecía sacado de un cuento de hadas. No parecía un gimnasio en absoluto. Lo habían transformado de tal forma que se veía mágico. Había guirnaldas de luces que colgaban del techo, las paredes estaban cubiertas con telas de color rojo, acompañadas por lunas y estrellas que brillaban sobre la tela roja. No lograba entender cómo habían hecho eso, pero todo se veía maravilloso. No sabía si correspondía al tema de "Una noche en Wonderland", para mí era más una mezcla de varios temas, pero la mezcla lograba una cohesión perfecta.

─¿Les parece si vamos por unos bocadillos? Estoy hambrienta. ─Lenny me hizo recordar que yo también. No había comido casi nada en todo el día.

─Claro, vamos ─respondí ansiosa al pensar en comida.

Nos acomodamos en una de las mesas dispuestas en una de las esquinas del salón. Josh se sentó a mi lado. Se quedó mirándome fijamente mientras yo intentaba comer un pequeño sándwich.

─¡Josh! Deja de mirarme, intento comer ─manifesté un tanto ofuscada.

─Lo siento Gal, es que estás tan hermosa que no puedo evitarlo. ─Casi me atraganté con el sándwich. Todavía no podía acostumbrarme a que Josh me dijera cosas lindas, me costaba aceptarlas sin sentir la vergüenza en mi piel. Terminé mi sándwich y acerqué mi cuerpo hacia el de él. Enredé mis brazos en su cuello, al tiempo que me embriagaba en su perfume. Él también me abrazó, y sentí su respiración en mi cabello.

─Te quiero Josh. ─Abrí mis ojos porque no sabía cómo fue que hice para que esas palabras salieran de mis labios. Tal vez fue el hecho de que estar entre sus brazos me hacía sentir tan bien, que olvidaba por completo donde estaba. Éramos solo él y yo.

Esperé callada por una respuesta, o lo que fuese. Él se soltó del abrazo, y tomó mis manos.

─No sabes cuánto espere que me dijeras eso. ─Se acercó tan rápido como un cazador que va en busca de su presa, y tomó mis labios con los suyos, como si besara por primera vez, pero con una voracidad que no era propia para el lugar en el que nos encontrábamos.

─Josh, espera. Estamos en la escuela, ¿recuerdas? ─Él rió en forma risueña, y me dieron ganas de besarlo nuevamente, pero sabía que no podía.

─Parece que hay zorras a las que les gusta dar espectáculos. ─Esa voz solo podía pertenecer a una persona, y cuando me di la vuelta lo confirmé.

Inmediatamente Josh se paró y se puso entre Bethany y yo.

─Lo que dijiste está de más Bethany. Discúlpate con Galya.

Bethany lo miró con una furia en que nunca antes había visto en ninguna persona. Tenía el ceño fruncido de una forma que hacía que sus pupilas emitieran fuego.

─No le pediré disculpas, no le debo nada. ¿Acaso te olvidas que fue ella quien nos separó? ─Bethany gritaba como si hubiese olvidado dónde estaba.─ Tú eras mío y ella te llevó lejos de mí.

─Bethany, yo no soy un objeto. Deja de mirarme de esa forma. Deja de estar obsesionada conmigo. Deja de perseguir algo que terminó.

Ahora la mirada de Bethany era de odio puro.

─No, estás equivocada. Ella es la única que nos mantiene separados. Es ella. Y yo no permitiré que ella se quede contigo. ¡Nunca!

Bethany salió corriendo. Todos quedaron en silencio después de eso. Lo único que se escuchaba era la música que sonaba fuertemente, aunque eso no fue suficiente para aplacar los gritos de Bethany.

─Bueno, eso fue un gran espectáculo. ─Como era usual, Lenny siempre lograba romper la tensión, cosa que agradecía profundamente.─ ¡Vamos a bailar!

Todos nos dirigimos a la pista de baile, y bailamos canción tras canción. Algunas canciones de David Guetta, Calvin Harris, y otros más fueron haciendo que todos en el salón terminaran bailando. Todos gritaban, se abrazaban, y cantaban al ritmo de la música. Luego vinieron algunas canciones lentas donde Josh y yo bailamos abrazados. Bailamos "Give me love" de Ed Sheeran. Era la canción perfecta para tan magnífico momento. No éramos los mejores bailarines, pero se sentía tan bien tener mi cabeza apoyada en el hombro de Josh mientras nos movíamos al compás de tan hermosa canción. En ese momento, otro flash vino a mi mente. Era acerca del sueño que me había atormentado todas estas noches, solo que en esta oportunidad podía ver quién era el que bailaba conmigo. Lucas. Al fin podía ver su rostro, y eso hizo que mi piel se erizara de miedo. No sabía bien por qué, pero sentía que algo malo sucedería. No quería y no podía arruinar semejante noche con miedos estúpidos. Al menos esperaba que solo se tratase de un mal presentimiento y nada más.

Casi al final del baile se realizó la elección de la reina. La verdad era que no me importaba en absoluto quien resultara ganadora, yo solo quería llegar a casa para sacarme los zapatos que estaban matándome.

Después de una espera un tanto abrumante, anunciaron a la reina del baile, y "oh sorpresa", se trataba de Bethany; aunque en realidad la sorpresa terminó siendo que Bethany no estaba en ningún lado. La llamaron varias veces por el micrófono, logrando que su nombre resonara en los amplificadores que estaba en el salón; pero ella nunca llegó, se había evaporado. así que como Bethany no estaba, le dieron el premio de reina a la segunda princesa, que era Karen. Como rey resultó ganador Matt. Y después del bendito baile de los reyes, y unas cuantas canciones más, dieron por concluida la velada.

Lenny y Greg no quisieron venir con nosotros, dijeron que querían continuar festejando y que irían a buscar algo divertido para hacer; así que Josh y yo nos subimos a su camioneta para volver hasta nuestras casas.

Josh y yo estábamos muy cansados, por lo que prácticamente no hablamos durante el viaje de regreso.

Cuando llegamos, estacionó su camioneta en frente de mi casa. Bajamos de la camioneta y él me esperó hasta que di la vuelta. Estaba en el medio de la calle, luciendo tan atractivo y sexy como siempre. Me acerqué a él para besarlo. Ya era tarde y no quería que Johnny me reprochara por la hora.

─Esta noche fue maravillosa ─susurré en su oído.

─La mejor de mi vida. ─Sus ojos tenían un brillo especial, digno de una noche tan especial. Le sonreí, sumamente feliz.

─¿Te veo mañana? ─pregunté algo cuya respuesta ya sabía, pero aun así quería una respuesta.

─Por supuesto ─afirmó tajante.

Él se dio la vuelta para cruzar hasta su casa, pero yo me quedé mirándolo, obnubilada. Lo quería, de verdad lo quería muchísimo. El amor todavía no surgía en mi corazón, pero estaba segura de que lo haría. Estaba segura de que así sería. Y cuando mis pensamientos nadaban en olas de felicidad, una luz me cegó. Parecían los faros de un auto. El auto venía a toda velocidad hacia mí, y yo me quedé inmóvil. Mi cuerpo no reaccionaba y lo único que pude hacer fue gritar su nombre.

─¡¡¡Josh!!!

Mi cuerpo fue lanzado bruscamente contra la vereda de mi casa. Golpeé mi rostro contra la acera. Sentía que un líquido caía por él. Sangre. Una desesperación se adueñó de mí. ¿Quién me había empujado?

Lentamente me levanté. Me dolía el rostro y el brazo contra el que choqué al caer. Lo que vi al ponerme de pie fue inexplicable. Un charco de sangre adornaba la calle. Y en ella, estaba el cuerpo inerte de Josh. Los faros del automóvil aún estaban encendidos e iluminaban la escena sangrienta. Me acerqué con mi mente totalmente descolocada. Esto no podía ser cierto. Él no... No.... No diría la palabra. No la diría.

Cuando llegué a su lado, me agaché y me arrodillé. Tenía la cara y la cabeza cubiertas en sangre, pero sus ojos estaban abiertos. Me miraban, pero la vida se les había fugado quién sabe a dónde.

Tomé su muñeca para sentir el pulso, y solo escuché silencio. Luego fui hasta el lugar donde se encontraba su corazón. Coloqué mi oreja en ese lugar, y tampoco escuché sonido alguno. En ese momento me perdí a un lugar del que ya no podría regresar. Comencé a hablarle, a rogarle que volviese a mí. A llorar intensamente. Me preguntaba por qué nadie venía a ayudarme, por qué nadie se acercaba.

─¡¡¡Josh!!! ¡¡¡Vuelve!!! ─Mi desesperación era palpable. Se veía en cada punto de mi cuerpo. Sentí que el dolor me cortaba por dentro. Cerré sus ojos. No soportaba ver que las ventanas de su alma se hubiesen apagado. Lloré, lloré, y lloré. Lloré por el amor que estaba perdiendo. Por otro amor que perdía. Lloré apoyada sobre su corazón, que ya no latía.

No sé cuánto tiempo estuve llorando, no sé cómo pasó. De repente sentí un movimiento sigiloso, una pequeña vacilación. Su corazón, se movía otra vez. Rápidamente levanté mi rostro para mirarlo. Había abierto sus ojos. Claramente recordaba haberlos cerrado con anterioridad. Estaban abiertos. Josh estaba vivo.

Me acerqué para mirarlo fijamente, quería comprobar que no me lo estaba imaginando.

Él me miraba, sus ojos me veían, aunque su cuerpo no se movía. Una gota de felicidad trazó mi rosto, hasta que... Vi que esa mirada no era la de Josh. No era él. No eran sus ojos. Quizás me estaba volviendo loca, quizás ya no tenía control de mis facultades mentales, pero esos ojos no eran suyos. Parecían, parecían... ¿Los de Lucas?

FIN

¡El final llegó! Espero que les haya gustado. Recién termino de escribirlo. Se me hizo larguísimo, pero espero que haya valido la pena. Espero sus comentarios así me cuenten qué les pareció.

Este viaje ha sido impresionante. Escribir "Después de la vida" me ha hecho muy feliz. Comencé este proyecto en el año 2012, y hoy lo doy por concluído, así que quiero agradecerles a todos ustedes por acompañarme desde el comienzo de esta historia; y también, por acompañar a Galya.

Como había prometido antes, les tengo una sorpresa...

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¡¡HAY SEGUNDO LIBRO DE "DESPUÉS DE LA VIDA"!!!

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Y SU NOMBRE SERÁ "DESPUÉS DEL SILENCIO".

Bueno, espero que les guste esta sopresa. Muchas gracias a todos nuevamente. No puedo explicarles la enorme felicidad que siento en este momento. ¡Los quiero!

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