CAPÍTULO 18- "Propuesta"

CAPÍTULO 18

“Propuesta”

 

Apenas salí del baño me topé con Lenny.

─No me digas que estuviste aquí todo el tiempo mientras  me estuve duchando.

─Sí, lo estuve. Por cierto… No cantes nunca más. Hiciste que mis oídos sangraran.

─Cada minuto me caes mejor, ¿lo sabes?

─Claro que lo sé. Soy genial. ─Lenny hizo una media sonrisa. ─Ve a vestirte. Hace mucho frío.

─Lenny, ya es tarde y la casa tiene muchas habitaciones. Podrías quedarte. ─Me sentía particularmente bondadosa, pero Lenny se lo merecía. Me había ayudado como si fuésemos amigas desde siempre. Y en parte, su reciente amistad se sentía tan natural que no teníamos que esforzarnos en absoluto.

─De hecho, quedarme sería una idea perfecta. Ya es muy tarde para volver a casa, y me queda bastante lejos. Además de que ya le dije a mamá que me quedaba en tu casa.

─Ja ja ja, debí suponerlo. Iré a cambiarme. Siéntete libre de curiosear. ─Me di vuelta y me dirigí hacia mi cuarto. Cerré la puerta y cuando estaba a punto de deshacerme de la toalla que me cubría…

─¿Estás bien?

─¡¡¡Lucas!!! Casi me matas del susto. ─Apreté la toalla contra mi cuerpo con más fuerza, protegiendo mi desnudez de los ojos de Lucas.

─Lo siento. Es que… Te vi. Te vi en mi mundo y no supe… No sabía qué podía hacer para que no te quedaras en  él.

Me quedé en silencio. No sabía qué decir. Y no era solo el hecho de que me sentía sumamente vulnerable porque debajo  de la toalla estaba completamente desnuda, sino que era Lucas. Él logró convencerme para que volviera a vivir. Y ahora se aparecía ante mí, y tenía que hacerle frente a lo que había vivido, y no sabía cómo, todo era simplemente demasiado.

─¿Por qué no dices nada? ─Lucas estaba compungido, su voz lo delataba.

─Es que no… No sé qué decir. ─Me senté en la cama. ─Me ayudaste en formas que no puedo explicar. Estuve en el otro lado, y volví por segunda vez. He comenzado a pensar que quizás… Quizás sucede por algo. Pero lo que en realidad sigue dando vueltas en mi cabeza es cómo hiciste para saber que estaba muriendo, cómo hiciste para ir a salvarme.

─Seguramente no vas a creerme cuando te lo diga, pero… Sentí que tu alma se iba.

No estaba segura de entender lo que quería decirme.

─Yo…

─¿Galya? ¿Con quién hablas?

La puerta se abrió y entró Lenny. Quedé con mi boca abierta, no esperaba que ella entrara y me sorprendiera hablando con Lucas; pero luego recordé que ella no podría verlo.

─Yo… ─¿Qué cosa podía inventar que fuera remotamente creíble?─ Yo… ─Nunca se me había dado bien mentir, y ahora se hacía evidente.

─¿Estabas hablando con él verdad?

Abrí mis ojos de una manera que no podía ocultar la sorpresa que Lenny me había provocado con su pregunta.

 ─¿A qué te refieres? Aquí no hay nadie.

─Eso es exactamente a lo que me refiero. Aquí no hay nadie que esté vivo, salvo nosotras, claro está. ¿Pero hay alguien muerto?

─Yo… Yo… ─Mis padres deberían haberme enseñado a mentir, me sería tan útil en este momento.

─Galya, solo quiero que sepas que habrán momentos en que sabré cosas que tú no entenderás cómo es posible que las sepa, pero las sabré. Y también quiero que sepas que no necesitas decirme nada ahora, cuando estés lista estaré aquí para escucharte.

Me quedé sin palabras, ¿cómo sabía que estaba hablando con un espíritu?

─¿Eres adivina o algo así? ─pregunté desconcertada.

─Nooo. ─Lenny estalló en una carcajada. ─No es eso en absoluto. Simplemente tengo mi tercer ojo más abierto que el resto de las personas.

─¿Cuándo te diste cuenta de que yo podía…?

─¿Ver a Lucas? ─Asentí.─ Desde el momento en que te conocí lo supe. Tenías un je ne sais quoi que hizo que tuviera una sensación extraña. Inmediatamente una imagen vino a mi cabeza, tú estabas con un chico en tu habitación. La imagen era demasiado borrosa como para ver de quién se trataba. Al principio pensé que tal vez se trataba de Josh, pero luego me di cuenta que no. Era alguien más.

─¿Entonces por qué dijiste que me gustaba Josh?

─Porque eso, mi querida Lya, también es verdad. ─Lenny me guiñó un ojo.─ Por cierto, hay algo que encontré cuando estaba curioseando y creo que deberías verlo, pero primero será mejor que te vistas. No queremos que te enfermes, ¿verdad?

Sonreí ante la picardía de Lenny.

─Está bien. Voy en un momento.

Lenny salió del cuarto y me vestí tan rápido como pude. Lucas no volvió, y de alguna manera sabía que era mejor. En la casa estaban Lenny y Josh, y no era el momento adecuado para que habláramos.

Cuando salí de mi habitación vi que Lenny me esperaba en la puerta de otra de las habitaciones que había en el pasillo.

─¿Sabes? Estaba mirando entre toda la suciedad de la habitación, y encontré algo que llamó mi atención ─dijo Lenny.

─¿Qué…? ─Me interrumpió antes de que pudiera terminar la pregunta.

─Creo que será mejor que lo veas tú misma.

Lenny abrió la puerta de la habitación. La cantidad de polvo que se levantó fue impresionante, tanto que hizo que estornudara tres veces seguidas.

─Lenny, aquí solo hay polvo. Realmente no creo que encontremos nada interesante…

─Oh, créeme que lo hay. ─Lenny sacó del armario que había en la habitación una enorme funda protectora llena de polvo, que evidentemente contenía algo adentro.

─¿Qué hay en esa funda Lenny? ─pregunté nerviosa, pero a la vez con una curiosidad que empezaba a crecer.

─Míralo con tus propios ojos. ─Lenny bajó el cierre de la funda con mucho cuidado y cuando terminó, empezó a sacar lo que aquella funda guardaba. Era un hermoso vestido rojo de fiesta. Lo tomé en mis manos y… Comprendí que se trataba del mismo vestido que llevaba puesto en el último sueño que tuve, antes de ir a la fiesta con Josh.

─¿Por qué tengo la sensación de que ya lo habías visto antes?

─Porque ya lo había visto antes. ─Miré a Lenny totalmente desconcertada.─ A veces me asusta que conozcas tanto de mi vida, sobre todo porque son cosas que no le he contado a nadie.

─No eres la única a la que le pasa. Mi madre se asustaba al principio. Pensaba que era anormal. Creo que luego se acostumbró. Papá… Bueno, no es exactamente lo que podría llamarse padre. Es más bien un don nadie en mi vida.

─¿Y tienes hermanos?

─Pues sí, un hermano mayor que también es hijo del don nadie, y dos hermanos menores del ex marido de mamá. Y, volviendo al tema que nos ocupa… El vestido.

Bajé la mirada sin querer confrontar el tema, y justo cuando estaba por decir algo Josh entró en la habitación. Por suerte, siempre terminaba siendo interrumpida cuando no sabía cómo enfrentar el tema.

─¿Chicas? ¿Qué hacen aquí? ─preguntó Josh, al tiempo que comenzaba a toser. ─Oh, cielos. Este lugar es un asco. No debe haber sido limpiado en años. ─Continuó tosiendo.─ ¿Podemos salir de aquí?

─¡Claro! ─respondí con ansias de salir de esa habitación.

─Ustedes adelántense, yo guardaré esto. ─Lenny señaló el vestido, y yo asentí.

Josh y yo bajamos, y nos sentamos en el living. Yo llevaba puesto una remera, un saco, y un short, así que comencé a sentir frío casi inmediatamente.

─¿Tienes frío? ─preguntó Josh.

─Un poco ─respondí tímidamente.

Josh se acercó a mí tan rápido que no tuve tiempo a decirle que no lo hiciera. No sabía bien qué sentía por él, aunque sí sabía que me parecía atractivo y que me gustaba pasar tiempo juntos, pero eso no era suficiente.

Nuestros cuerpos se rozaban y su calor comenzó a llegar a mi piel. Se sentía tan bien a su lado, me sentía protegida de mil maneras, así que me relajé y coloqué mi cabeza en su hombro. Pude sentir cómo él ponía su mejilla en mi cabello, y deseé por un instante que me besara.

─Lya…

─Josh, antes que digas nada, quiero agradecerte por haberme salvado. Lenny me dijo lo que hiciste, y… Siempre estás cuando te necesito, y nunca pides nada a cambio, y yo…

─Sabes lo que siento por ti, y no quiero que pienses ni por un segundo que me debes algo. ─Miré sus ojos, y  esta vez lucían más celestes que verdes. Se veían perfectos a la luz de la habitación. Él era todo lo que cualquier chica querría, pero yo aún no sabía si lo quería de la misma manera en que él me quería a mí. Sin embargo… Una idea invadió mi mente.

─Josh, Bethany dijo que la dejaste por mí. ¿Es eso verdad?

No pareció sorprendido, ni siquiera un poco.

─La relación con Beth venía muy mal, incluso mucho antes de que tú llegaras a Black River. Aunque sí es verdad que tú fuiste quien me ayudó a decidirme a dejarla.

Wow. Definitivamente no me esperaba eso, y Josh lo notó.

─No te preocupes por eso Lya. Ya pasó. Bethany es mi ex y solo eso. Y sí, lo que te hizo hoy logró que no quiera hablarle nunca más en mi vida. Temí perderte Lya.

─Creo que me cuesta tanto entender qué es lo que ves en mí, que se me hace difícil dejarte entrar en mi corazón. La verdad es que no tengo claro qué es lo que…

Y ahí lo tenía. Con sus labios sobre los míos. Enredados en un abrazo que correspondí de inmediato. Sus labios eran tan suaves, tan hermosos al tocar los míos. Luego metió su lengua y en parte me sorprendí, pero luego lo acompañé con la mía, y el beso se hizo más intenso. Mis dedos subieron hasta encontrar su cabello, se lo toqué de una manera tan salvaje que no me reconocí al hacerlo. Un sentimiento extraño comenzó a crecer en mí, un deseo que se acrecentaba. Mi mano derecha se quedó en el cabello de Josh revolviéndolo locamente, mientras que mi mano izquierda tocó su abdomen. Quería meter mi mano por debajo de su remera, quería hacerlo, y lo hice. Pero…

─Galya espera. ─Josh fue quien se separó de mí, dejándome con ganas de más.─ No quiero que hagas nada de lo que estoy seguro terminarás arrepintiéndote.

─No lo haré, no me arrepentiré. Lo que sentí, lo que me hiciste sentir, no hubo ningún chico que remotamente tuviera ganas de besar, y ahora estás aquí, y te deseo. ─¿De verdad acababa de decir eso? Parecía una de esas adolescentes busconas. Inmediatamente bajé la mirada, y sentí cómo un calor intenso subía hasta que supe que mis mejillas estaban rojas de la vergüenza. Hubiese seguido un largo rato porque la forma en que me sentía hacía que dieran ganas de meterme en un hoyo y desaparecer; pero luego Josh me tomó del mentón para que levantara la mirada.

─Sé que soy demasiado joven y que es probable que no me creas Galya, pero estoy dispuesto a darte el mundo, aun si no somos más que amigos. De todos modos, tengo que preguntártelo porque quizás esta será la única oportunidad en la que tomaré el coraje necesario para hacerlo.

─¿Te gustaría ser mi novia?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top