CAPÍTULO 17

“En el medio”

─Lucas. ¿Qué haces aquí?

─¿Qué haces tú aquí?

─Estoy en la fiesta… No entiendo qué está pasando. ¿Por qué puedo verte? ─Estaba confundida. Demasiado confundida.  ¿Por qué estaba Lucas conmigo? ¿Por qué estábamos los dos solos? ─¡Dime qué está pasando!

─Creo que sabes la respuesta.

─¿Estoy muerta? ─pregunté todavía sin entender dónde me encontraba.

─Estás en el medio.

─¡¿En el medio?! ¿Eso qué significa?

─Creo que ya sabes la respuesta.

─¡Dejá de repetir eso y dime dónde estoy!

─¿Acaso no lo recuerdas? Tú ya estuviste aquí.

Había algo en ese lugar que se me hacía familiar. Era una sensación extraña. Era verdad. Lucas decía la verdad. Yo había estado en ese lugar. Había rastros, pequeños fragmentos en mi memoria, dispersos; estaban allí, pero no podía tomarlos para que se vean lúcidos. Aún sí, un pequeño flashback, tan corto como certero, se hizo presente. Estaba sola, en el suelo, cubierta por niebla. Llevaba un vestido blanco y el cabello suelto.

─Lo recuerdo ─dije todavía consternada por el recuerdo que había llegado repentinamente.

─En esa oportunidad tú no pertenecías a este lugar, así como tampoco perteneces ahora.

─¿Cómo lo sabes? Tú estás aquí, ¿cómo puedes decirme que no debo pertenezco? ¿Entonces a dónde debo ir? ─Lucas se acercó a mí, tomó mi mano y pude sentir su calidez recorriendo mis dedos. Estaba vestido enteramente de blanco, y su rostro rebozaba luz. Parecía un ángel.

─Porque tienes que vivir.

─¿Por qué debería? Estoy a un paso de irme con mis padres. Y estoy en el lugar en el que tendría que estar si quiero quedarme contigo.

─No, tu lugar está con tu tío, con Joshua. Tienes una vida por delante, tienes que cumplir tus sueños, tus metas. Tienes que crecer… y vivir.

─No estoy segura de que ese sea mi destino. Estoy aquí por segunda vez. Quizás es una señal de que mi lugar no está en la tierra, sino en el cielo, contigo.

─Yo no estoy en el cielo.

─Lo sé. Pero podrías ir conmigo. Y ya no estarías solo. ─Soltó mi mano y se alejó de mi lado.   

─No lo entiendes, ¿verdad? Mi tiempo ya pasó. Viví lo que tenía que vivir, a pesar de que fue muy corto. Pero fue lo que debía ser, y nada más. En cambio tú, tú tienes una oportunidad más. No la desperdicies. Sé que si yo la tuviera la usaría.

¿Debía hacerle caso? ¿Vivir o morir? No tenía la respuesta. Pero Lucas sí. Él lo sabía mejor que yo.

─Entonces, tú dices que me vaya, o mejor dicho… que vuelva. ─En parte me sentía decepcionada. Pensé que él quería estar conmigo, y no había sido hasta que estuve en el borde de la muerte que me di cuenta de que yo también quería eso. ─Te quiero. ─Las palabras salieron de mi boca tan de repente que hasta yo misma me sorprendí. Pero ya no había vuelta atrás.

─Yo también. ─Se acercó hacia mí, emitiendo esa luz que lo acompañaba. ─Y prometo que cuando despiertes estaré ahí. Ahora solo abre los ojos. ¿De acuerdo?

─¿Me prometes que seguirás a mi lado?

Había desaparecido. Ya no estaba conmigo. En un abrir y cerrar de ojos se había evaporado. Y el lugar comenzó a dar vueltas y vueltas, y yo comencé a marearme, y de repente estaba cayendo, y… lo escuché.

─Te lo prometo.