Pasó unos años desde que Pato fue dejado en aquél orfanato, ahora tenía 5 años, su vida allí no era para nada buena, los demás niños se metían con él por ser diferente tachándolo como el niño raro. Le quitaban la comida, lo golpeaban y lo tiraban al lodo. Pato estaba más que harto de todo eso, sufría demasiado y nadie hacía nada para parar todo el daño que le estaban haciendo los otros niños, se preguntaba qué hizo mal para merecer tal desprecio, ¿acaso era él el problema? o ¿solo lo molestaban por diversion? En cualquier caso, siempre encontraban la manera de poder humillarlo frente a todos, muchas veces pensó en escapar o simplemente quitarse la vida para acabar con su sufrimiento, total, nadie lo iba a extrañar.

Niño 1: (Lo empuja al lodo) jajajaja miren a este perdedor jajajajaja no sabe defenderse.

Niño 2:jajajajaja qué patético es.

Pato: (Los empuja y sale corriendo hacia su cuarto llorando ya harto de todo) *Me voy a escapar*

Enpaco todo lo que tenía metiéndolo en una mochila y se fue de allí sin que nadie lo viera, se salió de la valla y estando fuera Pato siguió corriendo sin mirar atrás, una cosa tenía clara:Jamás volvería y se las apañaria como pudiera él solo sin ayuda de nadie.

Comenzaría por buscar un lugar donde poder quedarse, también evitar que alguien lo descubra y lo lleven de nuevo al orfanato por lo que sería cuidadoso, también robaría comida, como era un niño nadie sospecharia de él.

Siendo tarde Pato encontró una vieja casa abandonada, ese sería su nuevo hogar. Nadie lo encontraría allí por lo que sería su escondite.

Pato: (Suspira triste) Bueno, mi nuevo hogar....(Dejó su mochila a un lado y se acostó en el viejo colchón para quedarse dormido...)