Ocupaciones

Una cálida mañana en la escuela Newgrounds, las clases ya habían empezado desde hace unas horas, toda la escuela estaba vacía salvo los salones en dónde se encontraban todos los alumnos en sus respectivas clases. 

En un aula del segundo piso de la escuela se daba la clase de matemáticas a los alumnos del salón, un profesor de tez blanca que les daba la espalda a sus estudiantes, anotaba algunas ecuaciones y la tarea para los chicos mientras algunos de estos practicaban entre ellos, ya llevaba tiempo así y aunque ya casi fuera acabar la clase esto molestaba mucho al profesor ya que siempre sus clases tenían un ambiente tranquillo y cualquier estudiante problemático se la pensaba en hacer algo en su clase; aunque esto no le importaba en lo absoluto a una estudiante en especial de pelo rojo en forma de cuernos, ella simplemente mandama al carajo las reglas de la institución.

Dando el reloj casi 5 minutos para que terminara la clase y dar inicio al receso para almorzar, el profesor se dio medio vuelta para tener frente a sus estudiantes llevando un libro a la mano junto con un marcador.

– De acuerdo jóvenes, esto sería todo. Nuestra próxima clase será el miércoles, por favor no se les olvide hacer la tarea y si no terminaron de hacer su trabajo me lo pueden entregar en esa misma clase. ¿Alguna duda que tengan que decirme antes de que me vaya?.

— una chica de pelo castaño, que llevaba un vestido rojo y se encontraba sentanda en las butacas de en medio levantó la mano llamando la atención del el — Disculpe profesor, deje el cuaderno donde hice la tarea de para hoy en mi casillero. ¿Acabando la clase puedo ir por el y entregárselo?.

– Claro que sí, daré clase en la siguiente hora en el salón de al lado, por si quieres ir a dejármelo. De igual manera puedes entregármelo en la sala de maestros ya que estare ahí en todo el recreó.

Apenas terminó su oración sonó el timbre, recogió todas sus cosas y se retiró sin antes despedirse de todos sus alumnos deseándoles un bonito día a lo que varios le correspondieron. Salió del salón llevando un montón de libros a la mano y una mochila que solo llevaba colgada de un hombro, caminaba muy lento dando cada paso con inseguridad ya que al tener una torre de libros enfrente suyo no podía muy bien ver su camino por lo que hacia esto para evitar cualquier accidente además de tener cuidado de todos los estudiantes que salían y corrían por el lugar para dirigirse por la cafetería.

Ya al pasar todos quedando los pasillos completamente solos podía caminar con más tranquilidad sin el temor de caer. Camino con normalidad hasta la sala de maestros, al llegar se encontró con el conserje que estaba afuera de la sala trapeando por un pequeño derrame que ocurrió. Al ver qué el profesor llevaba las manos ocupadas le abrió la puerta para que pudiera entrar.

– Oh, muchas gracias. — hablo Steve, con una cálida sonrisa —.

– No hay de que. — respondió creciendo en el una gran sonrisa que en vez de parecer amigable daba escalofríos —.

– Este... Si je je, gracias. — repitió con nerviosismo entrando entrando a la sala, al entrar cerro la puerta con el pie —.

Soltó un pesado suspiró relajándose un poco por la pequeña situación incomoda que tuvo hace poco con el hombre de limpieza, su apariencia no ayudaba mucho al igual que su personalidad aunque en el fondo era un buen hombre... O eso quería creer el profesor Steve ya que siempre que lo ve con su hijo se ve una tierna relación de padre e hijo.

El salón estaba completamente solo; estaba decorado por dos sillones rojos y una pequeña mesa de centro en medio de estos dos, una cajonera al lado de uno de estos que tenía una lámpara, del otro lado un barra simulando una pequeña cocina, estando de este mismo lado un microondas y un pequeño refrigerador, también había muebles en donde podían poner los profesores de la institución sus cosas al igual que unos pequeños casilleros, el lugar tenía una gran ventilación ya que una de sus paredes era en si una gran ventana que era tapada por cortinas rojas, estás estaban hacia abajo por lo que se encontraba un poco oscura la sala.

El profesor Steve, dejo los libros en un pequeño escritorio que también había, al colocarlos soltó un pesado suspiro colocando sus manos en sus caderas estirándose, dejo su mochila al lado del escritorio en el suelo para luego sentarse en este, se recorrió hacia atrás acomodándose mejor levantando la pierna cruzandola con la otra. Tomo una pluma que había en el lapicero agarrando igual un libro empezando con su trabajo.

Se notaba un tanto fastidiado pero aún así tenía que continuar, tenía que revisar todos esos libros antes de que acabará el regreso para alcanzar a comer y si no le daba el tiempo, bueno, ya podría comer después de la escuela. Pasaban los minutos y sorprendentemente para el ya casi acababa solo le faltaban cinco para poder acabar, mientras calificaba escucho que tocaban a la puerta.

levantó su mirada hacia la puerta dejando de hacer su actividad — ¡Adelante!.

abrieron la puerta tratando del maestro de educación física: John N. Grounds, se asomo este y al verlo creció en el una pequeña sonrisa en el, entro a la sala cerrando la puerta — Hey... Sunshine. ¿Cómo va todo?.

– Johny, todo muy bien la verdad. ¿Que tal tu?. 

– Ya sabes, lo de siempre. — se dirigió a la pequeña cocina sacando de los cajones de ahí una taza, un frasco de café y azúcar preparándose un café —.

– Creo que me doy una idea.

– Si...

Comenzó ahí un silencio un poco incómodo entre estos dos, solo se escuchaba los pequeños toques de la cuchara contra la taza por John que batía su café y el pasar de las hojas de cuando Steve cambiaba de página, esto pasó por alrededor de dos minutos, hasta que John quitó la cuchara de la taza metiendo esta última al microondas prendiendolo.

– ... ¿Tienes algo que hacer para el fin de semana?.

— Steve, levantó la mirada hacia este — No, nada en especial.

– Quería saber si tú.... ¿Quisieras que tengamos una cita? Ya sabes, como lo solíamos hacer antes cuando teníamos tiempo.

– Esto es... Poco común de tu parte.

– ¿No quieres?.

– ¡No! Digo, claro que quiero pero solo lo comento por qué no es tan frecuente que tú y yo salgamos, ya sabes. El trabajo y esas cosas.

— John, se dio media vuelta recargandose en la barra mostrándose un tanto serio — Por eso mismo quiero que tengamos una cita.

– ¿Y que te gustaría hacer?.

— lo veía de reojo con un ligero sonrojo por su reacción — Tal vez... Ver una película o salir a un lado.

– Oh Johny, creo saber exactamente lo que quieres. — soltó una leve risa abriendo un poco las piernas para luego volverlas a cruzar, dejando igual el libro que llevaba a la mano al lado suyo —.

— desvío la mirada hacia otro lado llevando un sonrojo más grande, sonó el microondas sacando este su café dándole un gran trago. Se dirigió a él sentandose a un lado de el sin nisiquiera voltearlo a ver —.

– ¿John? Si solo quieres eso dímelo.

– No se si tú quieras.

– Cariño. — lo tomo delicadamente del mentón haciendo en una acción rápida lo volteara a ver sonrojandolo más — Yo encantado de hacerlo contigo, solo quiero que me lo digas a la cara.

— dejo el café en el escritorio al lado del profesor acercándose más a este, llegando a un cercanía como si se fueran a besar, todo esto sin perder su postura John —.

– ¿Tan penoso eres?.

– ... — reservo sus comentarios para solo tomarlo de las piernas haciendo que Steve lo abrazara del cuello —.

Los profesores solo se miraban el uno hacia el otro: Steve, lo veía coquetamente y con un pequeño sonrojo, en cambio John, este estaba rojo como un tomate y serio mostrándose un pequeño malestar en el ya que no quería admitir lo que quería. Entre ese momento ambos empezó un tierno beso, no era la gran cosa o eso parecía hasta que empezó John cariciando los muslos de Steve. Sin parar ni un segundo ese pequeño acto de amor que se daban el uno hacia el otro, Steve metió sus manos en la camisa de su contrario colocandolas en el pecho de esté.

Con esta acción hizo que John parara el beso, acercándose a su cuello dando pequeños besos aquí haciendo que Steve se pusiera más rojo de la vergüenza. Duro así un buen rato hasta que se separó de el dándole solo un beso en la mejilla confundiendo al profesor de gafas con esto.

Los dos solo se miraron y en momento a otro sonó el timbre indicando que el receso había terminado, se despidieron el uno del otro tomando sus cosas retirándose de ahí diciendo el uno la otro un apodo cariñoso y un pequeño beso rápido afuera de la sala llendose cada uno por su parte.

Continuaron con su trabajo con normalidad pero sin dejar en pesar el uno del otro, estando un poco en las nubes, de todas formas tenían que continuar con sus ocupaciones de todo el día. Por más que quisieran estar con el otro tenían que continuar con su trabajo.

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Aquí termina la primera del fic, muchas gracias por haber leído y espero les haya gustado.

Este fic como había mencionado en la otra parte está inspirado en la serie basado del juego FNF: Funkin'High School Days, si gustan pueden darle amor al proyecto. Les dejo el canal de Youtube por si quieren pasarse por ahí a ver los pequeños adelantos que se suben 💕

https://youtu.be/uYhntuYMouE


Bueno, con esto ya me pasó a retirar, que tengan bonito día!.

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