CAPÍTULO 4 : UN MATRIMONIO DE MENTIRAS

 "El matrimonio no es casarse con alguien con quien quieras vivir,  y es que no existe el amor destinado, puro o fácil, sino el amor humano, el que se construye a diario, el que surge en la convivencia y sobrepasa las pruebas, el matrimonio es al final  estar con alguien sin el te sería imposible vivir"


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—¡Alfa!... —

NamJoon contemplaba a su esposa a escasas pulgadas de su rostro, intoxicándolo con su esencia a jazmines que no recordaba jamás hacer sentido tan cerca, al menos no con ella tomando la iniciativa, e inevitablemente los latidos de su corazón se dispararon.

—¿Su-cede...algo...? — balbuceo NamJoon, quién trataba de mantenerse sereno. A pesar de estar totalmente conforme con su situación matrimonial, no podía negar que la esencia de la omega seguía alterando a su lobo, quizás no como antes, pero lo hacía. En especial por que no era común un acercamiento así de parte de la chica.

—Duele —

¿Duele?

La muchacha le dirigió, aún con su ceño fruncido, una mirada insinuante que pasó luego a su propia mano; NamJoon siguió la dirección de sus ojos y fue entonces cuando lo percibió. Un sutil aroma metálico llegó a sus sentidos, entre tanto olor a tierra mojada y hortensias que lo saturaban, logró comprender de lo que hablaba la azabache; una herida pequeña en su dedo índice que insinuaba un leve rastro carmesí, ese era el motivo de su inquietud. Sonrió

—Ya veo, te lastimaste— acercó su mano para tomar la de la omega o al menos lo intentó. Antes de lograrlo la chica retiraba su mano para refugiarla en su pecho y daba dos pasos atrás ahora mirándolo con aprensión.

—No —

—Pensé que necesitabas mi ayuda —

—Lo hago sí, pero no es necesario que me toques —le contestó desviando su mirada—solo quiero que le digas a mi nana alfa, era lo que te pedía, pero no parecías escucharme—

NamJoon miró a la chica con gesto de asombro, había algo de reproche en su tono y tenía motivos en verdad. Había estado tan metido en sus pensamientos derrotistas y lamentaciones que no notó a su esposa, mucho menos la escuchó, haciéndola tomar medidas desesperadas. Como acercarse de esa forma cuando evidentemente no es algo cómodo para ella, el gesto en su rostro lo decía todo, entonces el hombre quiso corregirse.

—Quizás yo pueda ser de ayuda, si me dejas —

Por experiencia sabía que su intento quizás no funcionaría, pero si ella se había acercado tanto, quizás le permitiera auxiliar a él mismo su herida, la respuesta de la omega le dejó claro lo equivocado que estaba.

—No es necesario, dile a Suni por favor, te lo estaba pidiendo desde hace rato... incluso te grité desde el jardín —la chica endureció su mirada y luego la dirigió a sus manos sucias—pero no me escuchabas, lo intenté varias veces y tu ni siquiera notaste que estaba aquí —

Eso sonó a un firme reclamo—razonó el alfa— pero...no puede ser, Jisoo jamás reclama nada, mucho menos su atención, probablemente lo dice porque realmente necesita a su nana

—Entiendo —Sonrió levemente —disculpa mi distracción linda, son asuntos de la oficina — mintió

Ella lo escuchó levantando su mirada, lo extraño para NamJoon es que aún permanecía con su ceño fruncido como analizándolo, para luego desviar su vista otra vez en algún punto distinto de él, mientras mordía sus labios pequeños—¿era su impresión o Jisoo estaba molesta?... Nah Imposible

Jisoo no se molestaba con él, Jisoo no notaba a NamJoon la mayor parte del tiempo, eran raras las ocasiones en las que interactuaban fluidamente como ahora. Básicamente eran frente al psicólogo por obvias razones o por asignaciones del mismo como terapia para Jisoo, en general su presencia solo era requerida principalmente cuando se acercaba su celo, para que la chica usase alguna prenda suya, elaborara un nido, o en algún momento de crisis para que su esencia la tranquilizara.

Después de todo, ese era su papel en la vida de Jisoo desde el primer día de su unión, más allá de eso solo la distancia y el silencio caracterizaban su relación. Que Jisoo se sintiera incómoda cuando su presencia era muy cercana, no era algo nuevo para él.

—Ya no importa en realidad —negó ella volviendo a ese tono tímido que la caracterizaba —solo necesito a mi nana —

Pese a que ahora más que nunca estaba totalmente de acuerdo y no lamentaba en lo absoluto la falsedad de su lazo, NamJoon no dejaba de admirar cada una de las facetas de su esposa por muy extrañas que a veces le parecieran, unas veces misteriosa otras tímida y tierna.

El alfa echó una rápida mirada al entorno. Se encontraban en un balcón amplio en el segundo piso rodeado de enredaderas silvestres, traídas desde quien sabe dónde porque aún conservaban parte de su verdor en este tiempo, incluso en las que bordeaban la escalera que daba al jardín en planta baja. Observó la terraza con cuidado, un pequeño comedor para el té de lado derecho y una sala sencilla para exteriores del lado izquierdo. Pero no había señales de servidumbre ni mucho menos de Suni.

—Tendré que ir por ella, ¿me esperas aquí? o prefieres venir conmigo y la buscamos juntos—

Por fin la omega le dirigió una mirada fija sin ese peculiar ceño fruncido, eran tan pocas las ocasiones en que NamJoon podía disfrutar de ver los hermosos ojos almendrados de su esposa enfocados en él, sus escasos 1.60 de altura comparado con los 1.80 de él complicaban la situación. Ver sus cejas pobladas y definidas, su mirada de cachorro adorable, sus mejillas llenas con leve tinte carmesí producto del inclemente frió y sus apetecibles labios en forma de corazón, eran un deleite inalcanzable para sus ojos, un rostro bello, su esposa era simplemente bella, dolorosamente bella.

—No alfa, yo te espero aquí— miró su abrigo sucio y su calzado cubierto de fango haciendo un mohín con sus labios—no quiero enojar más a mi nana—

Tan adorable— pensó NamJoon, para luego sacudir su cabeza mientras caminaba hacia el pequeño comedor, necesitaba espantar esos pensamientos no era bueno para su lobo volver a reaccionar a la omega, ya había caminado ese rumbo y nada resultó como lo esperaba, además ahora definitivamente no tenía sentido, al final había sido mejor que la chica nunca hubiera correspondido a sus sentimientos.

Colocó la taza de café que llevaba en las manos sobre la mesa, luego retiró una silla y con un gesto le indicó a la chica para que se acercara, pero ella lo miró aún con algo de recelo.

—En el balcón hace ya mucho frío linda, si además de la herida te enfermas, Suni va querer mi cuello— le dijo NamJoon con una sonrisa—y tú sabes que no exagero, si tú le temes, yo más —

La muchacha le correspondió la sonrisa e hizo lo que el hombre le pidió. Cuando el alfa se alejaba Jisoo lo siguió intensamente con la mirada sin que éste se percatara.

Ella no era tan tonta como todos a su alrededor creían, ni era indiferente a las situaciones que la rodeaban. Ella sabía que su alfa le mentía, diez años le habían enseñado a distinguir perfectamente cuando lo hacía, aunque él nunca se haya dado cuenta. Sea lo que estaba afectándolo, no era de la oficina. Puede que su matrimonio no sea real, puede que ella no sea la omega que debería ser para su alfa, pero indudablemente había un vínculo entre ellos, y su lobo sabía distinguir muy bien, la diferencia en los estados de ánimo de su esposo.

Y esta vez no equivocaba, su alfa parecía— ¿Triste? —y estaba segura de que ella no era la causa, el lazo que compartían se lo transmitía. Hacía mucho que no percibía en NamJoon ese familiar aroma a impotencia y resignación dolorosa, que ella pensó nunca más volvería a sentir.

Si bien su unión en un principio lo consideró como lo peor que pudo haberle ocurrido, lamentándose por ello y claramente él también pasó por lo mismo, no fue difícil para ella notar lentamente el cambio de actitud en el alfa, observando como su deseo creciente por ganarse su cariño tomó forma, intentando fortalecer su lazo para convertir su relación en algo normal. Sin embargo, todos sus esfuerzos fueron en vano y rechazo fue lo único que recibió.

Tenía que reconocer que inicialmente le resultaba indiferente el dolor y la decepción del alfa, pero las cosas cambiaron con el tiempo, al notar la forma en la que el hombre respetaba sus deseos y contenía su anhelo, cuidando de ella siempre solo para no lastimarla, algo que estaba segura pocos alfas en su condición hubieran hecho.

No supo en qué momento empezó a verlo con ojos de cariño, pudiendo distinguir en él aquello que incluso el mismo no es capaz y es que, aunque para el resto su alfa puede parecer un hombre frío y sin escrúpulos, ella había podido conocer los aspectos más cálidos de su personalidad. NamJoon terminó ganándose todo aquello que para ella no era posible darle.

Entonces la impotencia se adueñó de su pecho, al sentir la necesidad de su alfa, sintiéndose una inútil por no poder remediarlo, al punto que cuando lo notó desaparecer lentamente, a pesar de lo que puede significar para una esposa, ella se sintió aliviada. Notar que el lobo de su alfa simplemente observaba al suyo propio sin anhelo ni urgencia fue tranquilizador, percibir el aroma de otras u otros omegas en sus prendas fue doloroso, pero de alguna manera apaciguó sus culpas.

Y el tiempo pasó, su seudo-relación pareció lograr una estabilidad y mientras su alfa desviaba su atención a aquello que realmente podía hacerlo feliz y satisfacerlo, su omega se sentía pleno con solo sentir su intenso aroma Cedro y romero porque, aunque el lobo de su esposo poco a poco haya dejado de reconocerla como su omega, el vínculo que compartían le decía que aún desde otra perspectiva el hombre la quería.

La omega no comprendía como algo que ella ni siquiera había alimentado conscientemente, siguiera firme en el interior de su alfa, su cariño simplemente no parecía morir y ella no podía negar que cada día dependía más de él, provocando incluso que su propio lobo pidiera por más.

Sabía que era egoísta de su parte mantenerlo en una relación a medias, pero esperaba que todo aquello que el alfa podía obtener y beneficiarse de su matrimonio, compensara sus fallas como esposa, porque ella hoy día se sentía menos capaz de dejarlo ir.

Entonces— ¿por qué si todo parecía equilibrado, su alfa volvía a tener ese aire de tristeza envolviéndolo? — Tanto así, que su aroma casi hace llorar a su omega. Fue un sentimiento tan desesperante que se vio obligada incluso a acercarse demasiado y utilizar la excusa barata de una herida insignificante en su mano. Jisoo nunca hacía eso por mucho que su omega se lo pidiera, pero fue más grande su deseo por liberar a su alfa de esa estela de sufrimiento que parecía querer absorberlo, que el azote de sus traumas pasado.

Y aun cuando ya tenía su atención, tuvo que morderse la lengua para evitar preguntar los motivos— ¿Qué caso tendría? — era obvio que el alfa prefería mentirle y en este punto era muy tarde para reclamar, con qué derecho podría hacerlo si ella no era una esposa completa para él y tenía que reconocer que ya su presencia no significaba lo mismo para NamJoon. Suspiró mientras observaba como los árboles perdían sus hojas y se convertían en alfombras que vestían los jardines.

—¡¿Cariño, que sucedió?! —la voz urgente de su nana llamo su atención.

Una beta de mediana edad, cabello castaño y corto con un delantal verde, se acercaba a paso apresurado, seguida del alfa.

Su alfa— alto, elegante en un jersey de cuello largo y pantalones negros, prolijo en toda la extensión de la palabra, con esos hermosos ojos azul obscuro, por los que cada día le contaba más sostenerle la mirada— y pensar que hubo un tiempo en que aborreció el tener su marca— Hoy aunque no haya sido su elección, daba gracias porque él fuera el elegido.

—Oh... no es nada serio nana, una pequeña herida en la mano—respondió sin pensar encogiéndose de hombros y mostrando la mano en cuestión.

—No...no entiendo linda, tú me insististe en que necesitabas a tu nana, lucías muy afectada—

—¡Carajo! — Jisoo no supo que responder mientras observaba la cara de confusión en el hombre, había estado tan embelesada apreciando la belleza de su alfa, que había olvidado por completo su show por la bendita y minúscula herida, su justificación para acercarse a su esposo ahora ameritaba otra justificación.

Y es que, aunque le cueste reconocérselo a su lobo, sacar al alfa de esa aura melancólica no fue el primer motivo de su acto impulsivo. Había estado acostumbrada a que el hombre independientemente de su humor, las presiones o las omegas que frecuentara, siempre la notaba, siempre estuviese pendiente suyo. Pero esta vez por más que le habló e incluso se acercó desde los jardines, él no parecía sentir su aroma, eso la alteró terriblemente, obligándola a invadir el espacio personal del alfa y actuar como niña mimada pidiendo atención. Ella sabía que estaba mal pero no podía evitarlo.

—Ohh..s-si...si duele — balbuceó nerviosa luego de unos segundos mirando su mano —pero menos mmm... ya casi nada, excelente Jisoo, primero le armas berrinche al alfa por una insignificante herida y luego le dices que no es nada...para tu suerte, ya todos creen que estas mal de cabeza, pero por el pobre alfa que no tiene la culpa de nada

Tanto NamJoon como la señora Suni se le quedaron viendo con gesto de extrañeza, aunque por distintos motivos. Su nana creía que en realidad la chica solo quería alguien en medio del alfa y ella; y NamJoon pensaba que se hacia la fuerte delante de su nana, por algún motivo que desconocía.

— ¿Pasó algo princesa? ¿este alfa te hizo algo? —soltó la nana de repente, señalando al hombre.

El aludido tosió de la impresión, mirando perplejo a la beta— ¿qué yo que?

—¿Perdón? yo no le hice nada—

—Nana n.. —

—Mírame cariño, sabes que puedes contar conmigo— interrumpió la mujer manteniendo el ceño fruncido.

Ella ya había sorprendido al alfa alguna vez intentando presionar a su pequeña para que correspondiera a sus sentimientos. Y aunque era partidaria de que algún día podrían ser una pareja normal, le arrancaría las bolas al chico si se atrevía a presionar a su princesa nuevamente.

—Dime la verdad ¿trató de propasarse contigo? —

—¡¿Qué?¡ —

—Se honesta princesa—.

—¡¿Pero que está diciendo?!

—No tengas miedo cariño yo puedo protegerte— continuó la beta, inclinándose sobre la chica sentada, y tomando sus manos

—Mi señora puedo asegurarle que entre Jisoo y yo no ha pasado nada de lo que está insinuando— aclaró firme el alfa

— Incluso de este alfa mañoso, por muy grandote que sea—

—¿Mañoso? ...—

—Tenme confianza —

—¡Esto es ridículo! — soltaba en voz alta y es que el hombre dudaba que hubiera un alfa más tolerante y respetuoso en Corea que él mismo, sus bolas moradas eran prueba de ello—le estoy diciendo la verdad—

—Ajá—dijo la beta mirándolo de mala manera y luego retornándola a la chica obviamente ignorando al mas alto.

El alfa se ofuscó y Jisoo abrió la boca nuevamente, pero la nana volvió a interrumpir

—Vamos cariño—

—Suni—

—No tienes nada que temer —

— Por última vez le digo que ¡YO NO LE HICE NADA A JISOO! — gritó levantando sus manos al cielo.

La nana soltó a la chica y giró sobre su eje mirando con gesto acusador al alfa. La señora era una beta, pero bien pudo haber sido una alfa, ella no necesitaba un aroma para hacerte sentir pequeño, y eso que NamJoon era considerado un alfa con una fuerte presencia. El aludido carraspeo levemente nervioso.

—Disculpe no debí gritarle, pero no le estoy mintiendo Suni—

—Entonces ¿por qué ni niña me mando a buscar? — replicó colocando sus manos en la cintura, un gesto que no debió verse tan intimidante, pero lo hacía.

—Como le expliqué, ella vino a mí porque se hirió en el jardín y me pidió que fuera por usted porque le dolía, intenté ayudarla, pero usted sabe que ella no deja que la toque—aclaró

—Sospechoso, cuando no parece que le duela—

Y eso era cierto, él creyó firmemente que la omega necesitaba a su nana sin embargo ahora no parecía así, Jisoo siempre lo sorprendía, pero en este momento estaba actuando más raro de lo normal, y lo estaba colocando en serios aprietos con la mujer más sobre-portectora de esa casa.

— No... no se ¿quizás quiere hacerse la fuerte delante suyo? —

—Eso es imposible mi niña sabe perfectamente que puede confiar en mí, pero no puedo decir lo mismo de usted- lo apuntó con el dedo —y sabe muy bien porqué—

¿Será posible que esa mujer nunca olvide sus errores del pasado? — Aquella vez había perdido el control de su alfa, realmente deseaba que Jisoo le correspondiera, la chica se había quedado dormida en el diván de la biblioteca, junto a ese peluche en forma de koala, que una vez le trajo de un viaje a Japón, se veía tan hermosa, tan etérea. Para su lobo aún no era compresible como la omega necesitaba de su esencia casi con urgencia, pero no dejara que él siquiera rozara su piel, se arrodilló a su lado con el único objetivo de remover los mechones azabaches de su frente y oler su esencia a jazmines más de cerca, pero la chica despertó, el escándalo fue mayúsculo, y cuando fue consciente de todo, Jisoo lloraba en una esquina mientras su nana la consolaba, se sintió terrible.

NamJoon salió frustrado como tantas veces de allí y luego de una conversación con Suni justamente, comprendió que no debía forzar las cosas con Jisoo, él no quería ser el causante de sus lágrimas nunca más. Suni le dijo que tuviera paciencia, que Jisoo algún día seria su omega como Dios manda, pero ese día nunca llegó. Jamás creyó que llegaría el día en que se aliviara de ello, tener un lazo débil haría todo más fácil cuando éste terminara por romperse.

—Usted sabe muy bien, que yo nunca volv...—

—Eres un alfa muchacho y los alfas no son famosos por controlar al amiguito que tienen en los pantalones —le dijo la nana dirigiéndole una mirada insinuante en el área en cuestión

—P..pero...!!¿Qué está diciendo?!!- balbuceo NamJoon

—Menos cuando tienen una omega tan bella como niña, sé muy bien que no se pueden contener—

— Yo s-soy incapaz... —

—¿Incapaz? —acusó la nana con ironía— seguro que hasta s—

—¡BASTA! — El grito de Jisoo llamó la atención y silenció tanto a la nana como a alfa, quienes no le habían dirigido ni una mirada en medio de su intercambio.

Jisoo sentía las mejillas calientes, tenía que parar esa ridícula discusión que ya se estaba tornando sumamente vergonzosa, no era su intensión que las cosas tomaran ese rumbo por inventase una excusa tonta en medio de impulso momentáneo, pero tampoco quería escuchar nada que tuviera que ver con los pantalones de su esposo o si el alfa aun la deseaba o no, sabía muy bien la respuesta y eso dolía. Para su fortuna, ninguno de los dos se percató del intenso carmesí que cubría su rostro, no podría justificarlo, donde estaba casi no se sentía el frío.

—Lamento haberlos angustiado a ambos innecesariamente—habló en voz baja la chica—yo solo... no me siento bien.

—¿Qué tienes princesa? —

La chica se quedó viendo a su querida nana mientras volvía a acercarse, y aunque minutos antes solo quería interrumpir la tonta discusión, nada de lo que sentía en ese momento era mentira, después de unos segundos contestó

—No quiero ver al psicólogo más nana, estoy agotada de esto cada mes—

La mirada de pena en su alfa y la mujer no la hicieron sentir mejor.

— Cariño— la beta se inclinó para tomarla nuevamente de las manos—no creas que a mí me hace mucha gracia ver a ese alfa gordo todos los meses, siento que quiere acabar con mi despensa cada vez que viene, pero sabes que tu padre así lo desea, él realmente cree que esto es bueno para ti—

—Ese es precisamente el problema nana, que quizás ya no lo es—el tono de la omega era triste—ya han pasado días años de tratamientos, sesiones y medicamentos, es muy claro que ya no voy a mejorar más de lo poco que logré, ¿Por qué papá no puede conformarse con eso? —cuestionó la azabache a su nana— ¿no crees que es tiempo que entienda, que esto ya no es necesario?...que solo es desgastante para todos, en especial para mí— había tanta pesadumbre en su mirada que la beta no supo que responder.

—Ohh mi pequeña, no sé qué decirte—la consoló arreglando un mechón de su cabello.

NamJoon observaba el diálogo y si había algo en lo que coincidía con su esposa era que, estas sesiones cada mes ya habían dejado de ser efectivas. Los años le había demostrado que, pese a que Jisoo había mejorado considerablemente con respecto a la crisis, las pesadillas, la tolerancia al público; en el caso de su matrimonio, no había remedio en realidad, quizás por las circunstancias en que se dio su unión, estaban destinados a no ser jamás un matrimonio real, él hacía mucho se había resignado, pero Kim no. Alguna vez quiso abordar el tema con él, para suspender las sesiones en especial luego de ver las lágrimas de la omega, pero una característica de los Kim era que jamás se daban por vencidos, y su suegro no quiso ceder.

A veces creía que el objetivo de Kim Joon Woo era que sus hijos formaran hogares felices con decendencia antes de su inminente muerte y lo frustraba el hecho de que con ninguno de sus dos hijos mayores lo lograba. SeokJin reusando firmemente cualquier relación que pareciera mínimamente estable y Jisoo incapaz de superar su terrible pasado. Quizás por eso insistía tanto en que mejorara, para llevarse a la tumba al menos la tranquilidad de ver a Jisoo con cachorros y formando su propia familia, pero Kim olvidaba que a la fuerza ni los zapatos entran.

Hoy no había ido a la empresa, como cada primer lunes de cada mes, tenía que estar en casa para la visita del terapeuta de Jisoo, era reglamentario que él como su alfa estuviera allí, al menos para el galeno.

En otras circunstancias quizás encontraría pesimista la posición de la omega porque, aunque no creía en la posibilidad de que ella le correspondiera alguna vez, sí deseaba que superara muchos traumas y pudiera quizás trabajar, sentirse útil y socializar. Sin embargo, viendo su propia situación convertido en el chivo expiatorio de su padre, se sentía en su límite, realmente rebasado como para tolerar las preguntas del psicólogo, por un objetivo que había perdido importancia y ver la cara de aflicción en su esposa tampoco lo hacía sentir mejor.

No tenía sentido someterse a algo tan incómodo para ambos, si ahora menos que nunca eran necesarias en realidad esas terapias porque si el objetivo de Kim era que jugara a la casita con Jisoo, eso ya no sería posible.

—Te entiendo perfectamente linda—dijo Namjoon de repente llamando la atención de la chica y su nana—se colocó frente a ella con las manos en los bolsillos, mirándola fijamente — Esto ya debe ser demasiado tedioso para ti y quisiera poder evitártelo sinceramente, yo hab—

—También para ti alfa – interrumpió ella levantándose de la silla seguida de su nana y evitando la mirada hombre— estas aquí cada lunes de cada mes, dejando un trabajo que te preocupa , un trabajo que debería ser mi responsabilidad como hija de mi padre—entonces por fin sus ojos se encontraron nuevamente y NamJoon vió en ellos algo parecido a la pena, inevitablemente su lobo gruñó en molestia— invirtiendo tu tiempo en algo que no tiene remedio, forzado siempre a hacer algo que no deberías solo por mi causa....no es justo también para ti alfa— negó ella

Si supieras que ser forzado por ti, era la una única cosa que no lamentaba

Suni los observaba a ambos alternadamente con curiosidad y una pequeña sonrisa traviesa se dibujó en su rostro, ellos por supuesto nunca lo notaron— ya está cerca puedo sentirlo por su parte NamJoon pretendía contestar algo, pero fueron interrumpidos por una de las chicas de la servidumbre, anunciando al psicólogo que ya estaba en la biblioteca esperando por ellos.

—Hablando del diablo—dijo la beta mientras torcía los ojos al cielo — ¡¡niña!! — la mujer pegó un grito que sobresaltó a ambos chicos y llevó dramáticamente sus manos al rostro — tu psicólogo ya llegó y tu estas hecha un desastre—

Entonces fue que tanto la chica como el alfa pusieron real atención en la apariencia de la omega, su cabello desaliñado recogido en una coleta poco eficaz, sus manos pequeñas originalmente blancas como la leche ahora estaban obscuras por el barro, su abrigo rosa largo había perdido su gracia con manchas de lodo especialmente en los bordes y su calzado no estaba en mejores condiciones, seguramente nada de eso formaba parte de la apariencia con que una heredera Kim debería recibir a su psicoanalista.

El alfa supuso que ella también lo pensó, porque de pronto la omega estalló en una risa delicada tapándose la boca y convirtiendo sus hermosos ojos en dos pequeñas líneas. NamJoon la observó con interés mientras su nana la regañaba por ser tan descuidada.

Ver a Jisoo reír genuinamente era un lujo que antes no se daba si quiera, eso lo lograron las terapias, entonces el alfa entendió que, si las terapias conseguían que Jisoo pudiera ser una chica medianamente normal, valía la pena continuar. Su falso matrimonio ya no lo necesitaba, pronto caería como un castillo de naipes, pero Jisoo se había ganado su cariño, no merecía quedar marcada para siempre, ella merecía disfrutar de la vida sin temor.

El alfa confiaba que el día en que sus caminos se separara, para la chica no fuera tan terrible puesto que nunca afianzaron su lazo, es más deseaba que estuviera lo suficientemente fuerte para no pasar por ningún trago amargo, más allá de la decepción, y si para entonces ella además pudiera ser feliz, no habría lamentado nada.

—Niña no te rías, que no es gracioso— continuó regañando su nana con el ceño aún fruncido, y haciendo gestos con las manos – vamos... hay que dejarte presentable— la nana empezó a guiar a la chica al interior y señaló más alto— alfa tu ve con ese hombre mientras mi niña esta lista—NamJoon sonrío y asintió en respuesta, pero antes de que se perdieran en el pasillo llamó a la omega.

—¡Linda! — la muchacha se detuvo y lo miró

Ella nunca le contestaba y muchas veces pensó que aborrecía el apodo, pero nunca se lo dijo; hoy parecía que simplemente se había acostumbrado

—En estas terapias no importo yo recuérdalo... siempre serás tú, soy tu alfa sin importar la situación, eso dice la marca que llevas allí—le señaló a la distancia donde supondría es el cuello— siempre velaré porque te sientas cómoda, si un día ya no lo toleras más, dímelo te prometo que esta vez convenceré a tu padre o nos largamos de aquí—terminó guiñándole un ojo.

NamJoon no supo que pasaba por la mente de la chica, Jisoo siempre era tan difícil de leer, su omega era tan calmado e inexpresivo la mayor parte del tiempo, solo en crisis lograba ver las caras más dolorosas de su lobo, pero al menos se sintió satisfecho cuando distinguió una sonrisa y un tenue sonrojo hacia él mientras asentía y se retiraba con su nana.



Lo prometido es deuda y gracias a todos los esperaron, este es el primero de los dos capítulos que subiré, un poquito mas de la historia de ambos personajes pero aún hay mucho por descubrir.

Ademas agregaré imágenes de los personajes y sus lobos...empecé con Jisoo ¿que les parece la Niña Kim de loba blanca? 😏😏😏😏😏😏

Una vez mas disculpen las faltas ortográficas y Gracias por leer.

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