CAPITULO 2: OMEGA O ¿NO?
Instinto
"Impulso natural, interior e irracional que provoca una acción o un sentimiento sin que se tenga conciencia de la razón a la que obedece"
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Una sonora carcajada limpiavidrios, estalló en los labios del alfa, sorprendiendo al rubio.
-Esto tiene que ser una puta broma-riendo miro a su menor -¿y esta era la alternativa que esperabas Jimin? -Observó cómo su primo solo parpadeó para él y sin poder contener la risa, llevo una de sus manos, hasta cubrir sus ojos, mientras negaba-que pérdida de tiempo-
Tae tenso la mandíbula, mientras el alfa se reía escandalosamente, una risa que en otro momento, le hubiera causado gracia, pero que ahora solo le producía enfado, él estaba hablando muy enserio y el tipo se burlaba.
-Vaya, me alegra que te lo tomes tan bien, incluso es gracioso para ti-
-Lo es, en verdad-contesto el alfa recomponiéndose, pero aún con una sonrisa-que hayas armado todo un misterio alrededor de esta reunión, solo para hacerme este ridículo reclamo niño, es prácticamente un chiste para mí-
-Vamos a ver qué tan ridículo piensas que es, cuando tengas que cederle en tres meses todo tu patrimonio y el de tus hermanos a mi padrastro-soltó Tae con ese semblante fiero que mantenía desde hace un rato.
Fue entonces cuando la sonrisa del mayor despareció, y fue obvio para el más bajo de los tres, que tanto Jin como su alfa, habían tomado aquel último comentario como una provocación directa. Y no era para menos, una cosa era conocer del compromiso, y otra muy distinta las repercusiones del mismo, este chico sabía demasiado para ser un estafador o al menos uno común. Fue tarde cuando el pelirosa quiso intervenir, Jin avanzó dos pasos en dirección al niño mirándolo ceñudo, mientras el menor sentía como el alfa de su primo acechaba a la presa en frente él.
-Mira chico nada me puede importar menos que tu supuesto hermanito omega, si esa era tu excusa para este encuentro y vienes a pescar en río turbio, puedes irte por donde viniste-susurró señalándole la puerta-y te sugiero que lo hagas mientras puedas-
-¿Me está amenazando? infeliz, seguro así doblega a todos, más si son omegas-
-Eso me queda claro, luego del escándalo de Lea, es obvio que las personas son lo último que te importa señor Kim y si son omegas menos, en eso te pareces mucho a mi padrastro-acusó el rubio.
El ambiente se tornó aún más tenso y los aromas de los alfas en la habitación lo reflejaron, pero las razones diferían, Jin estaba empezando a perder peligrosamente la paciencia con esa actitud hostil y acusadora del niño, aunque era consciente que el tema de Lea podía salir a flote, Jimin sin embargo, estaba asombrado ante las agallas de ese omega, al hablarle así a un alfa como Jin -¿en serio había venido a tocarle las bolas?¿el omega estaba loco acaso? - por otra parte- ¿en realidad era un omega? ¿Por qué no percibía ningún aroma en él, ni podía distinguir a su lobo? -pero si lo era, Jimin estaba seguro de que era el omega más desquiciado que había conocido jamás.
Para aligerar la densa situación el menor de los alfas carraspeó, tenía que bajarle rayas a la tensión, ahora más que nunca creía que el rubio tenía que hablar, sin embargo, el chico parecía disgustado con su amigo, y en este punto Jimin dudaba que solo fuera por el escándalo de Lea, pero si el niño continuaba irritando a Jin, todo acabaría mal y eso no era conveniente desde ningún punto, entonces dio un paso al frente e intervino mostrando la mejor de sus sonrisas.
-Pienso que debemos relajarnos un poco, supongo que no has venido desde tan lejos, solo para crear conflictos, Teahyung -conciliaba el pelirosa-los franceses son conocidos por ser muy diplomáticos, y uno tan bonito como tú, no puede ser la excepción-
Jimin le sonrió seductoramente, captando entonces la atención del chico, pero contrario a lo que siempre pasaba, el rubio ni siquiera correspondió a su sonrisa, más bien parecía analizarlo cuidadosamente. El alfa menor se sintió extraño frente a la escrutadora mirada del muchacho, sin percibir un lobo en su interior solo podía guiarse por sus gestos, sospechaba que el recelo obedecía a que el francés desconocía quien era él, así que se aclaró la voz nuevamente para presentarse correctamente.
-Creo que yo no me he presentado, mi nombre es Pa...-
-Park Jimin - lo interrumpió Taehyung- eres hijo único del segundo matrimonio del ya fallecido Park Nam Sum, primo del Señor Kim Joon Woo, tu madre es Sonia La Fontaine actriz retirada de Hollywod, tienes dos hermanos mayores, con los que casi no te relacionas en lo absoluto-el gesto de Tae al hablar, era como si dijera todo aquello por mero trámite-además de ser familiares de los Kim, han sido aliados estratégicos y accionistas del consorcio Kim&Park por más de 30 años, actualmente eres el gerente de marketing de Kim Holding, eres el mejor amigo de Kim SeokJin desde la infancia y también eres su abogado-
Entonces el rubio dirigió su mirada nuevamente al escritorio alejándose un poco del alfa y tomó uno de los retratos, justamente uno donde aparecía SeokJin junto a Jimin en un año nuevo en China, los dos con sombreros ridículos y haciendo pulsos sobre una mesa repleta de mujeres, sonrió y retornó su vista al susodicho - alfa, soltero empedernido, asiduo a las modelos de Victoria Secret y Idols obviamente omegas, tan estable en sus relaciones como el pronóstico del tiempo, conocido por sus grandes fiestas de celo en Islas canarias y las Bahamas cada seis meses-hizo una inclinación de cabeza-un gusto Señor Park.
La mandíbula de Jimin pudo desprenderse en cualquier momento, y sus ojos no estaban mejor, no pudo emitir comentario alguno, su intención era hacer menos incómoda la situación a fin de escuchar de manera civilizada lo que el chico tenía para decir, si eso en algo remediaba la condición actual de su amigo o aclaraba qué lo traía aquí. Ese era su talento, relajar las cosas incluso usando su magnetismo como herramienta, jamás pensó ser el objetivo indirecto del omega, que parecía juzgarlo con cada palabra que soltaba.
-Créame Señor Kim uso más que Naver- dijo Taehyung ahora mirando nuevamente a Jin.
Fue Seokjin quien avanzó esta vez hasta quedar a unos escasos centímetros cerca del rubio nuevamente y que parecían incluso menos por la poca diferencia de altura, el chico estaba rebasando su límite. Jimin se puso en alerta, el enfado su amigo inundaba toda la habitación, pero extrañamente el causante no parecía reaccionar con temor o siquiera precaución, lo que cualquier omega normal haría, todo en el niño era tan extraño, no percibía algún aroma en él, no era sumiso pese a que la presencia de Jin podría traspasar las paredes en este momento debido a su molestia, Jin no necesitaba voz de Alfa para hacerse notar, tampoco reaccionaba con un beta, no sentía ningún lobo en su interior- ¿Qué carajos era ese chico en realidad porque omega no podía ser? Cualquier omega en este momento estaría tirado en el piso o exponiendo el cuello- Pensó Jimin mortificado.
-Jin-lo llamó, las cosas se estaban saliendo de control y si en realidad el niño era uno de los hermanos Kim, lo último que necesitaba SeokJin era un conflicto con él, sería como agregarle más clavos a su ataúd.
El azabache alargo su mano derecha y Jimin tragó en seco para luego relajarse, al ver como su amigo tomaba el retrato algo brusco, de las manos del rubio y lo colocaba nuevamente en su lugar -contenido- pensó, típico en Jin que tenía una armonía poco común con su lobo, su alfa estaba sumamente irritado y aun así era capaz de mantener la calma.
-Puede que no uses Naver, me queda claro sabes demasiado, pero tendrías que ser un maldito ermitaño para no conocer la reputación de Jimin en esta ciudad y fuera de ella, o la mía si la quieres poner sobre la mesa también -hizo una pausa y el chico quiso hablar pero no lo dejó, el alfa se acercó tanto que estaba prácticamente sobre el rubio- a pesar de ello, no te permitiré que la uses para incomodarlo en mi oficina, te recuerdo que aquí el extraño eres tú y no me costaría nada deshacerme de ti, parece que no sabes en dónde estás parado, niño- el tono de Jin era pausado y filoso mientras lo miraba fijamente -aquí el punto es ¿por qué yo tengo que creer que eres hijo de los Kim cuando nunca en mi vida oí hablar de ti antes?, ¿y a qué viene todo este circo ridículo que me estas montando? - respiró hondo- Habla ahora porque mi paciencia tiene un límite y....- inesperadamente Jin detuvo su ataque verbal, mirando con sorpresa y confusión al rubio-Ese aroma-
-¿Y?... me vas a echar a patadas, supongo -dijo Taehyung sosteniendo aún su mirada acusadora.
Eso cambio unos segundos después, ladeó su cabeza un tanto extrañado por el cambio repentino en la actitud del alfa, que pareció haber recordado- ¿algo? - eso le brindó el tiempo para sosegarse y razonar sobre el ambiente negativo, que de pronto se había gestado entre ellos. El alfa tenía razón, el ajeno en esa oficina era él mismo, si seguía desafiando al hombre, nada le impedía simplemente echarlo - no, eso no es lo que quiero, así no debe ser- e intento cambiar de estrategia sonando relajado -¿o no? -
Taehyung no pretendía provocarlo, puede que su lobo estuviera suprimido, pero no significaba que él fuera estúpido, el aroma intenso del alfa frente suyo gritaba peligro por todas partes, era tan penetrante, aunque no de mala manera, que se sentía mareado en realidad. Tendría que estar en coma para no distinguir la fuerza del hombre con sólo mirarlo, desde el primer momento que puso un pie en esa oficina. Kim SeokJin era quizás más de lo que le habían informado y eso lo asombró y lo asustó en partes iguales, no por él obviamente, su lobo hibernaba plácidamente en su interior, por lo que más allá de la saturación de sus sentidos, no había nada en la presencia de este tipo que lo afectara realmente, pero si por su dulce hermano Kookie, definitivamente Kim Seokjin no era el alfa para él.
Sin embargo, su inexistente lobo sumado a el sentimiento de frustración y molestia que crecía en él, lo hacían estirar la cuerda a casi punto de quiebre. Estaba asqueado de lo que el ansia de dinero y poder forzaba a las personas a sacrificar, y había ido a esa oficina con el único interés de evitar que JungKook fuera un daño colateral en esa guerra por más dinero. Para ofrecer algo que tampoco le agradaba en lo absoluto, mucho menos después de conocer al famoso SeokJin, pero que, por la felicidad y el futuro de JK lo haría sin dudar. Si Jungkook lo sacrificó todo por él cuando aún eran cachorros, sin tener voz ni voto, era justo que él como su hermano se asegurara de que tuviera la vida que quisiera, sin que nadie intervenga en ella.
Pero la prepotencia y falta de humildad del sujeto frente a él, esa forma que tenía el alfa de imponerse sobre los demás y ese parecido a su padrastro en el menosprecio hacia los omegas, influyeron malamente en su manejo hasta llevarlo a una provocación innecesaria, si lo que quería era que el alfa aceptara su oferta.
Necesitaba tranquilizarse, y al menos por una vez fingir un instinto que no sentía.
Jimin que para ese momento esperaba lo peor, se había acercado lo suficiente, alcanzó a ver la mirada confusa que mantenía su amigo, mientras negaba con la cabeza y se alejaba un paso del rubio, dirigiéndole la misma mirada a él. Jimin frunció el ceño en consecuencia- ¿Qué pasa? - pareció decirle.
-La...la estas agotando...-volvió a mirar fijamente al insolente niño, inspirando profundamente -no... ese aroma no está, este chico extraño y su comportamiento suicida están alterando a mi lobo -y sí, me tienes harto, tienes cinco minutos para explicarte bien o te echaré a patadas -le dijo Jin secamente mientras se daba vuelta y caminaba a paso firme hacia el perchero ubicado a un costado del escritorio, empezó retirase el saco con toda la elegancia que lo caracterizaba y se tomó su tiempo para soltar los puños de su camisa Versace, tiempo que usaba para calmarse a sí mismo y su lobo.
Un confuso Jimin lo seguía con la mirada, por un momento casi vio al alfa de su amigo aullar o -¿se lo imagino? -
-¿Y bien? estoy esperando- dijo Jin dándose la vuelta y cruzándose de brazos sobre su pecho.
El tiempo pasaba lento para el omega castaño mientras observaba la revista, podía aparentar relajación y tranquilidad, pero lo cierto es que se mantenía en un considerable grado de ansiedad. Entendía los motivos de Tae para trabar esta empresa riesgosa desde cualquier punto, pero aún era partidario de utilizar otros métodos para alejar a su hermano de la zona de guerra, un secuestro, por ejemplo.
-Eres un idiota Hobi- había dicho Tae cuando se lo propuso.
Sonrió, en realidad cualquier plan considerando a su padrastro era una bomba de tiempo, pero a éste en particular se le sumaban dos alfas más -¿Quizás tres? - Si tomábamos en cuenta a Namjoon, la mejor herramienta de SunYoon cuando se trataba de dinero. Por lo que el panorama cada vez era menos alentador.
Si ya de por sí enfrentarse a SunYoon y a su primogénito parecía un acto suicida, después de ver aquellos dos alfas antes de que ingresaran a su oficina, terminó por hacer disparar todas sus alarmas. A pesar de haber tenido información previa, nada se comparaba con verlos en vivo y a todo color, en carne y hueso- y vaya qué carne-
En definitiva, ambos alfas eran increíblemente atractivos, las fotos fueron buenas pero viéndolo bien, no les hacían justicia, ahora comprendía muchas cosas. Pocos minutos antes de que los susodichos arribaran, la congruencia de aromas casi lo mareó, fue tanta la conmoción que Hoseok creyó, que gran parte del personal padecía de algún desorden- ¿hormonal? - eso más retardo, porque incluso le pareció ver a algunos ¿babear? Y aunque generalmente Hoseok exageraba, este no era el caso. Los aromas de ambos alfas eran realmente atrayentes, masculinos y envolventes, pero sobre todo poderosos, no era extraño entonces la fama que ambos tenían.
Jimin era un alfa de baja estatura si uno lo comparaba con otros alfas, pero eso para Hoseok no era problema, se podría decir que tenía un fetiche con los alfas pequeños -no todo era pequeño- pensó con una sonrisa, él podía jurar que ése era el caso de Jimin, portador de un cuerpo de infarto en ese traje entallado gris claro, y un trasero que cualquier omega envidiaría -perfecto para apretar-Esa cabellera rosa acentuaba el claro de su piel y el color marrón de sus ojos, tenía un aire de ternura peligrosa y ese aroma a Pino y eucalipto que encendía tus sentidos.
Sí, Park Jimin era sin duda su tipo de alfa y parece que el de la secretaria también, la beta se arregló mil veces la dichosa falda antes de que los alfas se hicieran presentes, y considerando que su jefe apenas y la miró, era obvio quién era el objeto del arreglo. La investigación había sido bastante explicita en el comportamiento liberal, si así se le puede llamar, del alfa y su gusto por las mujeres ya sean omegas o betas- una pena -pensó Hoseok aunque él no había conocido un alfa aún, que lo rechazara.
Por otra parte, su primo según la información no era muy distinto, pero diferían en la frecuencia, mientras Park Jimin cambiaba semanalmente de conquista o a veces no las cambiaba las coleccionaba en una misma semana, SeokJin era más sosegado y selectivo, pero igualmente escandaloso cada vez que se le veía con alguien, jamás ocultaba una aventura, eternamente soltero, aunque la chica fuera el mejor partido y su padre insistiera.
EL objetivo de más de la mitad de las omegas de Corea, un empresario joven heredero de una gran fortuna y gestor según se sabe de sus propios negocios y si el dinero no era suficiente aliciente, el tipo fue dotado con la apariencia de un dios griego, alto de espalda y hombros anchos, cintura estrecha y piernas largas a simple vista fuertes, que ese traje azul marino realzaban increíblemente. Pero su mayor atractivo sin duda era su rostro, el alfa era simplemente hermoso, piel blanca, cabello azabache como la noche, dejando su frente descubierta, sus ojos almendrados, nariz pequeña y sus labios- sus labios- eran increíblemente llamativos, gruesos y apetecibles, eso sumado a su aroma lo hacían el alfa de los sueños húmedos de cualquier omega.
Sin embargo, su presencia era atrayente y mortificante casi con igual intensidad. Hoseok había conocido muchos alfas en sus 25 años, unos más interesantes que otros, pero jamás había sentido un alfa que con solo su presencia hiciera a su lobo sentirse pequeño de repente, SeokJin era de esos alfas que parecía tener plena sincronía con su lobo, verlo a él era como ver su propio alfa, uno no sabía si aullar para ser tomado, brindar el cuello o tirarse al piso en sumisión y el tipo no le había dirigido más que una mirada, evidentemente no era una sensación desesperante, más bien era como la primera impresión al sentir su presencia y eso para alguien como Tae, con cero instinto del peligro ante los alfa, era lo que lo mantenía con ese grado de ansiedad. Quizás venir de improviso esta vez no fue la mejor idea de todas, si antes creía que esto no era necesario para evitarle complicaciones a Tae con su disfuncional familia, en especial con su cruel padrastro, ahora conociendo a Kim SeokJin el riesgo había aumentado exponencialmente. Tae se estaba metiendo literalmente en una cueva de lobos, y en este punto no sabía quién era mejor o peor, si SunYoon y su ambición o SeokJin y su alfa.
Si el Doctor Allard supieran donde están y que están haciendo, le mandaría a revocar su licencia como enfermero por no cuidar bien de su paciente, permitiendo que se exponga de esta manera, y es que el estrés nunca ha sido un buen ingrediente para el sistema inmunológico de Tae, pero entre la estabilidad de la que goza desde hace más de seis años y la certeza del peligro de su hermano, no hubo poder humano que lo convenciera de lo contrario. Lo peor es que ante las presentes novedades no podía juzgarlo, existe real peligro entre el choque de esos alfas, siempre lo sintió en su padrastro, su malicia y crueldad nunca fue algo que tanto él como Tae pudieran ignorar, incluso si Tae no tiene un omega que sepa distinguirlo, pero encontrar a un alfa con una presencia tan poderosa en el lado opuesto del ring, no eran buenas noticia para JungKook, y si Tae pudiera sentirlo ni siquiera negociaría con el alfa.
Pero en todo caso, el no necesitaba una licencia para estar junto a Tae ni como enfermero ni como nada, el iría con Tae donde y como fuera, incluso si se quiere tirar de un puente, obvio él le pondría el salva-vidas más grande que encontrara, jamás permitiría que nadie lastime a Tae ni siquiera el mismo, porque Tae dejó de ser solo su paciente hace muchos años, Tae es su familia, su única familia.
-Deja ser tan dramático Hoseok-
El chico suspiró mientras se inclinaba sobre la mesita ratona en frente para tomar otra revista, cuando de pronto todo su sentidos se alteraron, su instinto de supervivencia puso en alerta a su lobo, esas emociones las reconoció fácilmente como todas aquellas que lo abrumaron en el primer momento que vio a Kim SeokJin, y es que su aroma y su presencia, de un momento a otro inundaron toda la sala de estar- ¿Cómo era posible si el tipo estaba encerrado en su oficina junto su primo y....Tae? -
El omega se levantó como un resorte -maldita sea Tae- Hoseok sabía que un alfa de esa envergadura y Tae en una misma habitación eran una mala combinación, Tae no tenía un omega que le advirtiera del peligro, pero ingenuamente creyó que estando otra persona allí, las cosas no pasarían a mayores- que estúpido eres-
Su lobo se acobardaba en su interior, pero su prioridad número uno siempre seria Tae así que, haciendo uso de toda su valentía y su instinto de protección, caminó a paso lento hacia la puerta doble de la oficina, percatándose entonces de que la secretaria estaba en peores condiciones que él, la chica estaba prácticamente acorralada por un ser invisible contra la pared posterior de su escritorio, tan pálida como un papel, podía ver a su beta sumiso con las orejas gachas y temblando.
- Mierda- el omega sentía que su corazón latía desenfrenado en su pecho, y no tenía idea de cómo sacaría a Tae de allí, pero así sea que le toque entregar el culo, lo haría -de preferencia al primo- no es que SeokJin no le pareciera atractivo, eso quedó claro que es biológicamente imposible, pero suponía que en vistas de los acontecimientos, no sería tan agradable y si va doler, que al menos en parte lo disfrute- Hoseok ubícate maldita sea-siempre le pasaba lo mismo cuando estaba muy nervioso pensaba en sexo-bueno.. y cuando no también-. Se acercó un paso más a la puerta y alargo la mano
-¡No! -
Hoseok pegó un salto para mirar hacia la beta, quien se había logrado acercar al escritorio, para decirle en tono bajo desesperado aquello.
-¿Qué demonios? - Supuso que la chica debió entender sus gestos faciales porque continuó
-¿Qué estás haciendo? ¿estás loco? - susurró la chica
-¿En serio se puede ser más estúpido? -¿Qué crees que estoy haciendo niña? - le contestó el omega haciendo gestos con las manos -Voy por mi amigo-
-¿Pero acaso no lo sientes, no tienes olfato? - respondía ella haciendo gestos también-No entres allí, ¿no ves que es peligroso? - le dijo la beta como si no fuera obvio casi al borde del llanto.
-¡Ya lo sé! pero no voy dejar a mi amigo allí adentro- susurró ahora Hoseok con gesto de enojo.
Él esperaba que con su mirada ella entendiera que a pesar de lo que dijera, él entraría igual. Volvió a girar hacia la puerta y tragó en seco, esta vez sí colocó la mano sobre el pomo de la puerta, pero cuando quiso girarlo extrañamente tanto el aroma de molestia, como esa poderosa presencia se habían ido.
Se quedó mirando por unos segundos las puertas mientras su corazón volvía lentamente a la normalidad, botó todo el aire que hasta el momento estaba conteniendo en sus pulmones y no se había dado cuenta, cuando escuchó un ruido a su espalda como de cosas cayendo. Al girarse nuevamente logró ver a la beta desplomada sobre sus rodillas y un montón de bolígrafos regados en el piso, Hoseok entornó los ojos al cielo.
- No puede ser-
Segundo capítulo...vamos avanzando, poco a poco los iremos conociendo mejor, entonces ¿Taehyung es o no es un omega? 🤔
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