CAPÍTULO: 18 FAMILIA
"La familia puede ser una mezcla de caos y amor, pero en ocasiones solo el sacrificio te ayuda a ver su valor"
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—Te ves muy guapo hijo, definitivamente el corte acentúa tus ojos— decía su madre mientras ajustaba su corbata de lazo
—¿Tú crees? —
—Por supuesto Kookie, siempre te dije que nadie que los haya conocido alguna vez, podría olvidarlos—
—Si supieras que alguien si los olvidó mamá—
—Iré por el saco—
JungKook giró para verse en el espejo, observado lo distinto que se veía, aunque debía reconocer que no de mala forma y a medias podía distraerse en eso.
Lo nervios lo consumían, no solo por lo que pasaría en unas horas, sino porque había perdido su diario y al reclamarle a su hermana, la chica en ningún momento había aceptado que lo tenía. Pero sino lo tenía ella— ¿entonces quién? — la sola idea de que lo tuviera Jimin...—cálmate JungKook—
Ahora tenía cosas más importantes en que pensar, el otro asunto—la marca—
La mujer regreso al poco colocándole el saco, con él aun girado hacia el espejo, notando su amplia sonrisa satisfecha. Ella había escogido para él el traje azul obscuro de rayas y aunque de atuendos formales jamás quiso aprender nada, entendía los motivos de su madre para sentirse complacida, pues el traje le ajustaba a la medida.
—¿Mamá puedo preguntarte algo?
—Claro cariño, lo que quieras—respondió la mayor estirando las inexistentes arrugas del saco
—¿Duele... mucho? —preguntó y su madre paró lo que hacía
—¿Qué dices? —
El muchacho respiró profundo y se giró encarándola
—¿Es muy dolorosa... la marca? —Yan Mi observó a su hijo varios centímetros más alto que ella y por un momento las palabras se atoraron en su garganta—como pudo ser tan tonta, nunca conversó con su hijo del lazo y lo que implica. Al verla casi muda, el muchacho sacudió su cabeza —perdona mamá fue una tontería, no tienes que respond... —
—¡No! Cariño no pienses eso—se apuró la mujer en contestar— ven aquí—Yan Mi tomó las manos de su hijo guiándolo hacia la cama, aun con el chico protestando
—No te molestes mamá, en realidad no es importante—
—Claro que es importante—contradijo la mujer, ya sentados sobre el edredón— Tu y yo debimos tener esta conversación hace mucho... pero siempre te quedo debiendo hijo—
El tono apagado de su madre hizo sentir culpable a JungKook
—Mamá no digas eso, esto días han sido muy duros, yo se...—
—No me excuses hijo—interrumpió ella triste— era mi deber como madre y omega también hablarte del lazo, prepararte con antelación y no unos minutos antes de que llegue tu alfa— el semblante decaído de su madre lo hiso sentir peor — ohh cariño debes tener tantas dudas ...tantos miedos y yo simplemen...
—Basta mamá, no te atormentes más—interrumpió ahora el muchacho—En realidad, no sé ni porque te lo pregunté, si yo sé muy bien lo que va suceder—soltó sereno y su madre solo lo observó— No me creas un neófito mamá, yo sé que no será agradable. Soy consciente de que Kim SeokJin no me quiere y está siendo obligado, así que sé lo que puedo esperar de él. La pregunta fue tonta, lo siento—
—Te equivocas hijo—ripostó ella firme— la marca y el lazo, no son procesos sencillos con o sin sentimientos—respiró profundo— La marca en sí es un acto violento y nosotros los omega somos todos receptores por igual, sobrellevarlo no es fácil en ninguna condición—JunKook la miró fijamente como esperando una respuesta más clara y la omega desvió su mirada remojando sus labios — Al principio sentirás un poco de dolor localizado y ardiente. P-puede que esa sensación se extienda por tu cuerpo, pero no será constante, oscilará conforme pasen las horas, hasta que se disipe. Eres un chico fuerte que ha pasado por mucho, esto no será nada para ti —hizo una pausa para mirarlo otra vez—Q-quizás tengas algo de fiebre por unos dos o tres días, pero igual que los dolores, su frecuencia se irá espaciando con el pasar de los días. En ese tiempo tu cuerpo experimentará una sobrecarga de estímulos físicos y psíquicos producto de lazo, lo sentirás agobiante un poco, pero no te desesperes, también pasará. Hacer un nido ayuda y ya para entonces tendrás prendas de tu alfa para hacerlo—
—Supongo que es lo que se hace cuando tu alfa no quiere nada contigo ¿no?—dijo con voz tranquila el menor y su madre pareció alterarse por eso
—Es una alternativa sí, pero de todas formas yo hablaré con SeokJin hoy, le exigiré que cumpla contigo como tu alfa, si es necesario suplicaré cariño, pero te ju...—
— ¡No! —interrumpió ofuscado JungKook levantándose de golpe—¿Qué estás diciendo madre? ¡Ni se te ocurra hacer una cosa como esa! —
—P-pero ¿Por qué no cariño? Es mi deber—
—No madre, eso solo sería aún más humillante para mí... no lo hagas por favor—el azabache miraba con ojos suplicantes a la mayor, que parecía no entenderle. Se calmó y volvió a sentarse a su lado tomando sus manos— escucha mamá, sé que quisieras evitar mi dolor, pero tú los has dicho, todos los omegas pasan por esto y soy un chico fuerte. Yo soy tu héroe ¿recuerdas? —
—Sí, lo eres—
—Entonces déjame esto a mí. Deja que yo mismo me gane su afecto, te prometo que daré mi mayor esfuerzo como omega. No temas por mi mamá—
JunKook sonrió para su madre y Yan Mi correspondió a su gesto, porque aunque ella no tenía buena experiencia en eso de ganarse el afecto de un alfa, su hijo no tenía por qué repetir su historia. Jk antes de este lazo no tenía sentimientos por nadie más, contrario de ella, que aún los tenía por el padre de Tae antes de su lazo con SunYoon. Eso probablemente nunca permitió que pudiera ganarse sinceramente su afecto. JungKook afortunadamente no pasaba por eso —¿Qué podría impedir que lograra el afecto de su alfa?
—Tienes razón, tú eres un hermoso omega cariño y dudo que exista alguien incapaz de notarlo en este mundo—
JungKook en realidad no estaba seguro de nada de lo que le decía a su madre, lo cierto era que él no tenía ni idea de que le esperaba junto a Kim SeokJin, su marca le aterraba y saber que volvería a ver Jimin en esa cena no mejoraba las cosas. Pero ya no quería contagiarla más de su melancolía y decirle aquello había sido la única forma de calmar a la mujer. El sonido de unos nudillos tocando contra su puerta y una voz conocida los interrumpió. Pronto su bella guardaespaldas entró en la habitación
—Señora, el auto de los Kim acaba de llegar—
El corazón de JungKook latió con fuerza y sin pensarlo tragó grueso, los nervios lo invadieron mientras miraba fijamente a Hwasa. Pronto su vista se encontró con la de su madre y usó toda su fuerza de voluntad para controlar a su asustado lobo, esbozando una sonrisa
—Estoy bien mamá... ve a terminar de arreglarte—
La mujer le asintió, pero repentinamente se lanzó a los brazos de su pequeño, que aunque sorprendido al inicio, terminó haciendo lo mismo. Hwasa desvió su mirada pues, para ella aquel gesto entre madre e hijo significaba más de lo que se observaba a simple vista
—Mamá—dijo JungKook absorbiendo el aroma a margaritas y anís de su madre y notando el esfuerzo que ponía su lobo en consolarlo.
—Pase lo que pase siempre contarás conmigo... yo siempre estaré para ti—
—Lo sé—respondió el muchacho con una sonrisa a medias. Pero los segundos pasaban y siendo consciente de que su madre como anfitriona debía estar lista o su padre se enojaría, volvió a hablarle—mamá estás arrugándome el saco—
—Oh lo siento—soltó rápidamente separándose y limpiándose las lágrimas que había querido salir. Ambos se levantaron y ella lo miró nuevamente con orgullo, alisándole el saco mientras le sonreía dulcemente—retócate el maquillaje y no bajes hasta tu padre te lo indique... te amo cariño—
El chico le asintió por última vez y con Hwasa mirándolo con intensidad, la puerta se cerró dejándolo solo en esa habitación. Caminó hacia la ventana y allí pudo ver la serie de autos que atravesaban la reja principal, pero ninguno de ellos era un Bugatti deportivo gris—Ojalá no vengas—
La limosina Bentley conducida por Samuel y flanqueada por Hyung Sik, jefe de seguridad de los Kim-Park, quien había sido el encargado de escoltar a sus abuelas desde Ulsan, avanzaba hacia la entrada principal y Jin con un ramo de flores sobre su regazo, respiraba profundo. Compartía el auto con su padre y con ambas mujeres, pero escasamente había contestado monosílabos a algún intento de conversación, durante el camino a esa residencia. Ninguno de los presentes lo cuestionaba, pues se había esmerado en que su lobo lo mostrara como la ansiedad propia de un novio.
Sin embargo, algo en la mirada que ocasionalmente le lanzaba su abuela Minah, la omega de ese matrimonio, le decía que no la convencía del todo. Si bien era cierto que los matrimonios arreglados no eran algo nuevo, menos entre las personas de cierta posición. Park ChinWa y Park Minah por el contrario, creían firmemente en los lazos por amor o por destino, pues ellas mismas eran destinadas.
Los padres de Jin en cambio no lo fueron, pero se unieron por afecto y por ende ellas valoraban mucho una unión espontánea y sincera. Kim Joon Woo lo sabía y hubiera preferido que fuese así también para su hijo. Sin embargo, a la pérdida de Irene, el único amor real de Jin en el mundo y viendo su tiempo en esta tierra agotarse, un matrimonio por presión fue su último recurso para forjar un futuro para su primogénito.
Jin sabía que ese matrimonio era un intento desesperado de su padre, por verlo formar una familia y superar. Algo que el hombre no entendía no sucedería por mucho que forzara las cosas y que aquel infeliz alfa, aprovechaba como debilidad para hacerse de todo su patrimonio.
Sus abuelas no sabían nada de esto y conociéndolas, hubieran cancelado todo de enterarse, si ya de por sí a raíz del escándalo de Lea, cuestionaban el compromiso. Cosa que su padre había manejado, como algo que se le había salido del control de su socio "impulsividad juvenil", les había dicho. Poniendo gran esfuerzo en cubrir, los huecos más evidentes de ese maltrecho acuerdo matrimonial.
Estacionaron y pronto un segundo vehículo conducido por Seung Hyun y asistido por YoonGi, arribaba cerca del primero. Jisoo, YeonJun y NamJoon los alcanzaron en las proximidades de la escalinata principal. Los recibieron el equipo de seguridad de los Kim- Wang, con las debidas formalidades para luego escoltarlos.
Ya en el interior de la mansión, solo los acompañaban Hyung Sik por obvias razones y Seung Hyun guardaespaldas de NamJonn mucho antes casarse con Jisoo y muy familiarizado con aquella casa. YoonGi se quedaría con Samuel reforzando la seguridad externa.
Para Jin, desde el momento que puso un pie en ese lugar la situación se tornó cada vez más asfixiante y no sabía que le molestaba más, si el empeño de su padre por agradar a los anfitriones o tener que tolerar la sonrisa satisfecha de aquel imbécil. El alfa sentía que incluso la exagerada sumisión de su mujer, le resultaba incomodaba.
Jin con ramo en manos, decidió que su estómago no soportaba más hipocresías e incomodidad. Realizó las formalidades con la cortesía justa y rápidamente avanzó hacia el mesero más cercano para tomar la copa de champagne que su alfa le estaba pidiendo. Lo necesitaba o mandaría todo a la mierda, sobre todo porque no contaba por el momento con la presencia de YoonGi o su primo, que no se dignaba en aparecer—por tu bien espero que no estés cogiendo Jimin—
Pero la sensación que no mejoró, sobre todo al notar la presencia de un par de invitados ajenos a la familia, obviamente una disimulada estrategia de SunYoon como garantía publica de ese compromiso. O las miradas llenas de rencor que le lanzaba la menor de esa casa.
Entonces, aprovechando un momento de distracción, decidió alejarse del bullicio para recorrer aquella mansión, por primera vez con real interés. Paseando su vista por los cuadros y recuerdos familiares en el lugar, trató de encontrar algo o alguien distinto que hubiera pasado por alto, pero nada parecía fuera de lugar—realmente se esmeró en ocultar al chico—
—¿Porque tan alejado SeokJin? Tu prometido está a punto de bajar — la voz de su abuela lo hizo girar el rostro en su dirección.
Park Minah lo observaba con una ceja alzada. Una mujer sofisticada de estatura media, ataviada con un elegante vestido en azul marino y sin más accesorios que un collar de perlas en su cuello a juego con su brazalete, su largo cabello recogido en un pulcro peinado y maquillaje ligero. Su apariencia delicada contrastaba enormemente con la presencia de su lobo, porque era la omega con más carácter que Jin había conocido en toda su vida.
—Disculpa abuela, me distraje...—
—¿Qué está sucediendo Jin? —soltó a la primera la omega, descolocando al menor—y sé sincero—
—¿De qué hablas abuela? —
—De que puedo comprender que haya nerviosismo en un compromiso. Pero en este, hay algo particularmente extraño, que me despierta desconfianza. Te exijo como tu abuela que me digas la verdad, antes de que cometas un error hijo—
Jin imaginaba que algo así sucedería, su abuela era demasiado intuitiva
—No tienes nada de que preocuparte abuela Mini. Solo es ansiedad después de todo, no todos los días uno se compromete—
—Y que tú lo hagas, es aún más extraño—
—¿Porque lo dices? —
Minah respiró profundo y desvió su mirada
—Debo reconocer que desde que perdiste a Irene hace 10 años, ChinWa y yo nos hicimos la idea de que probablemente no tendrías una familia para ti y dolorosamente lo vimos como un designio del destino. Decidimos que respetaríamos tu decisión, si en algún momento tomabas a alguien que llenara parte de ese vacío que dejó tu destinada o si por el contrario preferías permanecer solo—Minah volvió a posar los ojos en su alto nieto—no me malentiendas, estoy feliz de que hayas decidido unirte a alguien, pero hijo me atormenta pensar que lo estés haciendo por algún tipo de presión. Porque si ese es el caso SeokJin, sabes que tu abuela y yo acabaríamos en dos segundos con este espectáculo, sin importar nada—soltó firme la omega acunando con sus manos el rostro del menor—Dímelo hijo, ¿estas siendo presionado de alguna forma? —
Park Minah lo miraba con intensidad y Jin sabía lo que hacía. La mujer buscaba la flaqueza de su alfa para obtener las pruebas de lo que sospechaba. Y si el menor no hubiera heredado justo de ella la capacidad de resistir ese tipo de presión, seguramente en este momento las Park estarían arrasando con la cena y mandando todo al demonio. Y él se hubiera sentado a pierna suelta en un sillón reído viendo el show, sino fuera por todo lo que eso implicaría para terceros, empezando por Jisoo. —No, no hay forma en el mundo, en que ponga en riesgo a mi familia—
Después de unos segundos observándose, el alfa nuevamente sonrió para su mayor y cubriendo una de las manos ajenas con las suyas, besó sus nudillos con devoción. El aroma a Claveles de abuela Minah, era el que más le recodaba a su madre. Se acercó a pulgadas del rostro de la omega y mantenido su sonrisa de suficiencia le susurró
—¿En verdad crees que hay alguien en el mundo que sea capaz de doblegarme por presión abuela? —Jin volvió a utilizar la presencia de su lobo para transmitirle con convicción aquella mentira—No te preocupes, te aseguro que todo está bien—
Minah sonrió en respuesta. La mujer era consciente que esa presencia tan fuerte del alfa del mayor de sus nietos, algo completamente heredado, lo convertían en alguien muy difícil de leer para ella. Solo le quedaba confiar en que por esa misma razón, realmente no estuviera siendo víctima de alguna manipulación.
Finalmente, Jin tomó la mano de su mayor y colocándola sobre su antebrazo encaminaron nuevamente al salón principal. El alfa llevaba en su mano libre el ramo de Azucenas que Jimin le había sugerido como obsequio para el chico, pues era la flor distintiva de su esencia. SeokJin también lo recordaba así, pero jamás lo había considerado como presente sino fuera por su primo. El alfa reconocía que su compromiso lo animaba tan poco, que la galantería se había disipado de su sistema.
Después de unos minutos de conversaciones superfluas en el salón principal, el aroma de su prometido se hizo presente. Bajando las escaleras un chico alto de cabello azabache y traje azul obscuro a rayas, dirigía tímidas miradas a las quizás 10 personas en el lugar. Ninguno de ellos notó la mirada de desprecio que le lanzó su hermana, sobre todo cuando una complacida Yan Mi tomó la mano de su hijo y lo acercó a ellos.
—Señoras, mi hijo JungKook —presentó SunYoon
—B-buenas... Noches. L-lamento haberlas hecho esperar—
—No te preocupes hijo, valió la pena la espera ¿No creen madres? —agregó Joon Woo con una agradable sonrisa, buscando relajar al muchacho y al mismo tiempo la aprobación de las mayores
Ambas mujeres se miraron, pero fue ChinWa quien respondió
—Desde luego—confirmó— SunYoon tu hijo es un sin duda un hermoso omega—halagó con Minah a su lado
—No sentimos complacidas de conocerte JungKook—
El menor se sentía nervioso y algo le decía que su madre estaba mucho peor que él. Por eso le sonrió para tranquilizarla y luego desvió su vista a las mayores para contestar.
—Kim JungKook señoras y el pacer es mío. Gracias por estar aquí y espero que cuiden de mi—dijo el menor haciendo una amplia reverencia
Al incorporarse y viendo detenidamente al chico, Jin reconoció que SunYoon había puesto todo su esfuerzo en que su hijo llamara de buena forma la atención, pues había que ser un ciego para no notar lo mucho que le beneficiaba su nueva apariencia. La sonrisa molesta del alfa por la reacción de todos los presentes lo demostró y solo la mirada intensa de sus abuelas, evitaba que Jin le hiciera tragar las flores que llevaba
—Para ti, JungKook—dijo con toda naturalidad entregando el ramo de azucenas al chico, quien apenas sonrió bajando la mirada
—G-gracias—
—Azucenas—apuntó la omega de SunYoon—un muy atinado obsequio SeokJin—
JungKook abrió muchos sus ojos entonces, poniendo real atención en el ramo de flores en sus manos. Todo a su alrededor era tan estresante que, no notó que el aroma de ellas era muy parecido al suyo. Era la primera vez que tenía un ramo de azucenas, jamás nadie tuvo ese detalle con él y aunque inevitablemente se sentía halagado, su corazón aun protestaba—hubiera deseado tanto que fueran de...—
—Buenas Noches, disculpen la tardanza—
JungKook levantó la mirada lentamente, al escuchar esa voz y percibir ese aroma Pino y eucalipto azotarle cada poro de la piel en un instante. Sus piernas flaquearon y el tiempo se detuvo para él viendo a aquel alfa en la entrada de la estancia, parado con las manos en los bolsillos y sonriéndole a todos con ese aire de confianza. Su lobo se contrajo dolorosamente en su pecho
Jimin lucía tan apuesto y sofisticado con su traje negro totalmente entallado y JungKook sentía que mil puñales se le clavaban en alma—¿Por qué estás aquí? ¿Por qué me haces esto? — El alfa caminó con tranquilidad hasta ellos y el muchacho aun con las flores en las manos, sentía su pulso temblar—No deberías estar aquí—
— Fui llamado por un juez para aclarar una apelación a esta hora ¿pueden creer? —soltó sin perder la sonrisa, mirando a SunYoon—afortunadamente soy muy buen abogado y una cosa como esa, no es problema para mí—
Jin arrugó el ceño, notando la sonrisa arrogante de Jimin totalmente sobre el anfitrión y no fue el único, los demás también lo percibieron. Incluso para JungKook que aun trataba de controlar escasamente sus emociones, fue obvio —¿era su impresión o eso se lo había dicho a su padre? —
—N-no se preocupe Jimin, le entendemos. Sea bienvenido—intervino nerviosa Yan Mi para cortar aquella tensión que claramente percibía en su alfa, producto del lazo que compartían
—Bueno que les parece si avanzamos al salón principal hasta que la cena esté lista—cortó SunYoon de pronto, haciendo que los invitados encaminaran hacia el salón.
Jimin notó entonces que su primo se había quedado conversando con su futura suegra y su "prometido", aunque este último no parecía muy participativo. Eso cambió cuando sus miradas se encontraron mientras se acercaba a ellos, porque de pronto el muchacho parecía tenso. Sin embargo, no pudo analizarlo, su atención se desvió al dialogo que sostenían los mayores, arrancándole una sonrisa.
—Mi hijo es muy tímido para expresarlo, pero las azucenas han sido un hermoso detalle de su parte SeokJin —dijo la mujer con ese tono bajo y sumiso. Jin pretendía responder, pero su primo se le adelantó
—Eso es verdad primo— interrumpió posicionándose al lado de Jin y mirando atentamente las flores que JungKook llevaba aun en sus manos— definitivamente eres un alfa muy... detallista—terminó diciendo burlón en dirección a Jin
—Estoy de acuerdo... ¿cierto cariño? —agregó la omega mirando a su hijo. El muchacho correspondió su mirada, mas no contestaba —¿cierto que te ha gustado su obsequio? —repitió hurgando una respuesta
JungKook entonces desvió su vista a ambos alfas y apenas y encontró su voz para responder
—S-sí, son muy lindas, SeokJin.... Po-por eso las voy a poner en agua... con permiso—
JungKook hizo una atropellada reverencia y sin esperar otro comentario se marchó. Los dos alfas y la mujer lo observaron y un gesto nervioso se adueñó del rostro de la mayor.
—D-disculpen a mi hijo, está muy emocionado por el evento, pero le aseguro SeokJin que él está muy complacido —comentó esmerándose en sonreírle a ambos hombres, quienes asintieron para ella— si me permiten, debo verificar cómo va la cena, está en su casa Jimin—
Yan Mi hizo una leve reverencia y avanzó en dirección a la cocina. Cuando los primos quedaron solos, fue el pelirosa el primero que habló
—¿Y bien? Creo que merezco una disculpa—soltó girándose hacia el mayor. Jin arrugó el ceño
—¿Como por qué? o ¿Qué? —
—Acabo de demostrarte que no necesito querer follarme a alguien para ser detallista. Ese chico no me mueve un pelo y aun así fui yo quien te sugirió ese obsequio—el menor cruzó los brazos sobre su pecho y lo miró alzando una ceja sonriendo de lado. Jin solo pudo entornar los ojos
—¿En serio llegas tarde, dejándome solo en este infierno y lo primero que se te ocurre es decirme eso? —soltó dándole la espalda a su primo y caminando hacia el comedor— además por si no te diste cuenta, el chico parecía estar a punto de llorar —
—Pero tu suegra te adora— dijo Jimin dándole alcance y tomando una copa del primer camarero que encontró
—Corrígeme si me equivoco, pero ¿el objetivo no era el chico? —
—¿Y sabes que eso me desconcierta? es el primer omega que conozco que parece reacio a casarse contigo —
Jin se detuvo tomando también una copa de algún camarero
—Entonces seremos un maravilloso matrimonio ¿no te parece? —
Jin hablaba con ironía, pero fue su mirada indiferente la que no le gustó a Jimin. Por primera vez temió que las presiones de SunYoon, convirtieran a su primo en un reflejo de su imagen por respuesta. Sacudió su cabeza
—¿Y si mejor comemos? —le dijo empujándolo hacia el comedor—al menos sabemos que la comida no está envenenada, a SunYoon no le convendría un yerno muerto antes del matrimonio—
— Jimin eres un pésimo motivador—
—Ya soy detallista, no pidas demasiado—
Jin sonrió valorando mas que nunca la presencia del menor en esos momentos. Se ubicaron en sus puestos y pronto la cena fue servida. A parte de la familia, solo había dos invitados más que no correspondían a ningún lazo filial. Lee HanYeol con su esposa y Song Minhiuk, ambos antiguos amigos y colaboradores de SunYoon en su empresa japonesa.
—SeokJin me han dicho que has decidido incursionar en el mundo del entretenimiento. JinHit Entertainment ¿es cierto? —comentó MinHiuk
—Así es, Jimin es mi socio—
—Pero como, ¿No es un negocio familiar? —
—No, solo nuestro capital esta invertido. El Holding familiar no tiene nada que ver en esto—
—Es bueno que siendo tan joven tengas aspiraciones, pero ¿no te parece que es un poco arriesgado? —agregó HanYeol—sobre todo porque hay mucha competencia en ese mercado ¿Joon tu no lo aconsejaste? —
HanYeol no era el primero que lo subestimaba por su edad y no sería el ultimo al que callaba. Sin embargo, no tuvo que hacerlo, su padre lo hizo
—HanYeol amigo, la competencia está en todos los mercados. Jin y Jimin enfrentarían los mismos retos, en cualquiera que decidieran aventurarse. Si alguno de mis hijos tiene una meta fija, no seré yo jamás quien lo cuestione. Mucho menos si trata de Jin, que ha demostrado ampliamente su capacidad—
—Si me permites opinar Joon, la capacidad y las ganas a veces no son suficientes en este negocio. La experiencia podría acabar fácilmente con ellas—soltó SunYoon sonriendo con falsa cordialidad y el alfa de Jin empezó a removerse
—Tienes razón SunYoon, la experiencia es importante—intervino Jimin bebiendo de su copa y recostándose de su asiento relajado— pero está comprobado que no sostiene el negocio, hasta los más grandes caen —
Ambos alfas cruzaron miradas, con el menor sonriendo y Jin volvía a notar esa misma incomodidad, que percibió entre ellos hacía unos momentos.
—En otras palabras, Jimin y yo no pretendemos hacer más de mismo. Tenemos mucho a nuestro favor, no te preocupes por la competencia—
—Empezando por la prensa—aportó risueña Lea y bebiendo de su sexta copa—Jin sabe cómo usarla a su favor, la competencia no debe ser problema ¿Cierto Jin? — la chica le sonrió—sino mírenme a...—
—Lea...—
La voz fría de su padre detuvo su desahogo al instante y pronto la chica fue consciente de todas las miradas sobre ella, en especial la del anfitrión de la casa. No fue hasta que sus ojos se encontraron con los de YeonJun, que aclaró su voz y zanjó el tema.
La cena continuó con normalidad y al terminar los invitados se dispersaron en pequeños grupos de convivencia. SeokJin había sido acaparado por MinHiuk, quien era un alfa entrado en los 40 años con una mentalidad menos convencional que HanYeol y que se había mostrado muy interesado en escuchar sus ideas empresariales.
Conversaban amenamente cuando una muy alegre Lea, llamó la atención de todos otra vez. La chica había tropezado con un camarero y por accidente terminó manchando levemente el hermoso vestido turquesa que lucía su hermana Jisoo. Rápidamente NamJoon trató solucionar el pequeño problema con una servilleta, pero se detuvo casi en el acto y no había que ser adivino para suponer por qué. Jisoo no toleraba su tacto. Sin embargo, algo que Jin no pudo pasar por alto, fue esa extraña mirada que habían compartido los esposos en ese momento y que se vió interrumpida, cuando la omega de SunYoon apareció para auxiliar a la chica y llevársela. Un incómodo temor se asentó en su pecho, cuando incluso le pareció ver un tenue rubor en las mejillas de su dulce hermana—No Jisoo, no me hagas esto—
Cuando las personas parecieron desviar su atención, NamJoon aprovechó y tomó del brazo a su hermana con bastante rudeza, para sacarla de la habitación. Lo malo para Jin fue observar cómo YeonJun intervenía, cruzando algunas palabras con el mayor y era él quien se perdía con la chica hacia los exteriores. Suspiró con frustración ya sin seguir el hilo de lo que MinHiuk hablaba, pues era inútil hacer desistir a su hermano, de esa extraña fijación que tenía con aquella loca chiquilla.
Jimin por otro lado se había visto obligado a recibir la reprimenda de sus tías por su llegada tarde y su falta de modales. Bebía una copa de champagne mientras las escuchaba y su vista se desvió a una esquina de la estancia, encontrándose al prometido de su primo en sus mismas condiciones, pero con la esposa de HanYeol. El podre chico se veía tan animado en su conversación, como él lo estaba en los sermones de su tía Minah por su aversión al matrimonio. Fue entonces cuando lo miró a detalle.
El omega muy seguramente producto del compromiso, había sido sometido a un cambio de su look. Aquel cabello largo y ondulado que hasta ayer mantenía, se había convertido en un moderno corte con ligeros flequillos y eso permitía ver aun con más claridad su mirada gris, aunque intentara rehuirla por su exagerada timidez, como solía hacerlo. El traje por otro lado le ajustaba perfectamente y notar por fin, sus esculpidas formas fue una verdadera novedad para Jimin, pues el chico siempre fue de usar ropa exageradamente ancha. Lo más curioso de todo para el alfa, era que aunque SunYoon tratara de venderlo como un chico moderno y de mundo, lográndolo hasta cierto punto, a sus ojos seguía teniendo esa aura inocente y frágil.
El pelirosa recordó entonces que le debía algo al omega y viéndolo solo ahora, se liberó de sus tías con alguna tonta excusa. No escuchó el reproche de las mujeres, pues avanzó hacia el menor llevando una segunda copa para él, pero solo había dado unos pasos en su dirección cuando notó que el padre del chico lo abordaba. Giró dando media vuelta para no ser evidente ni por presencia, ni por aroma, pero sin alejarse. Desde allí sin querer alcanzó a escuchar la conversación que sostenían, si así se podía llamar a la intimidación
—¿Se puede saber qué demonios estás haciendo? Creí que había sido muy claro contigo JungKook—
—N-no entiendo... ¿porque lo dice padre... yo...—
—¿Cómo que porque lo digo? Definitivamente eres más torpe de lo que puedo soportar —interrumpió en tono bajo y entre dientes para no llamar la atención— ¿Como se supone que vas a hacerle creer a las abuelas de tu prometido, que eres un omega a su altura? si no has cruzado más de tres palabras con el alfa en toda la velada—
—Es..es que n-no sé qué decirle yo..—el chico bajaba la mirada y su padre lo tomaba fuerte de uno de su brazos
—Escúchame bien niño ...más te vale que no arruines esto ¿entiendes? —dándose cuenta que podían llamar la atención lo soltó—trata de participar y darle una buena impresión a los Kim o te juro que...—
El alfa paró abruptamente su ataque al sentir aquel aroma a pino a eucalipto demasiado cerca y JungKook abrió sus ojos en demasía al observar al recién llegado, a espaldas de su padre
—¡SunYoon! amigo menos mal que te veo—soltó un Jimin muy animado. El alfa se giró y el pelirosa sonreía amplio para él, con una copa en la mano. La segunda la había desechado por el cambio de planes—llegué a pensar que estabas evitándome—
SunYoon fijó su mirada un momento en Jimin y con gesto de cabeza le ordeno a su hijo que se retirara. Los ojos nerviosos del muchacho pasearon entre ambos alfas, pero finalmente asintió y obedeció. Entonces Park se acercó
—¿Porque haría una cosa como esa, Jimin? eres el primo de mi futuro yerno y un invitado en mi casa—
—No sé...será porque en realidad no me querías aquí, ya que hiciste todo para impedir mi llegada—
—No sé de qué estás hablando—respondió frío el mayor
—Ohh vamos SunYoon, no es necesario que mantengamos las caretas—sugirió cómodo bebiendo su copa— Es más te doy un consejo; la próxima vez que quieras retenerme con asuntos judiciales, al menos asegúrate de que el juez no me deba favores — se encogió de hombros — Aunque será un poco difícil, la mitad de los abogados en Corea me los debe y tan es así, que incluso encontré a la persona que estaría encantada de recibir mi alegato, por si acaso llegas a rechazar mi propuesta—
Jimin sonreía relajado y SunYoon entrecerró su mirada
—Dirás chantaje, si vamos a quitarnos las caretas, llama las cosas por su nombre Jimin. Bien sabes que no es un término que me espante—
—Por supuesto que lo sé, pero esto no es chantaje SunYoon créeme que lo hago por tu bien—aclaró y luego apoyó una mano sobre el hombro contrario—Ya te lo dije antes, mis tías son un matrimonio muy convencional y lo que tú quieres joderá las cosas con ellas. Peor aún, te recuerdo que la mitad de las acciones heredadas por Jin vienen de su madre, ella está muerta, pero mis tías no. Si quieres su dinero, tienes que hacer las cosas a su modo —
—Quítame las manos de encima—soltó irritado el alfa y su aroma lo demostró. Jimin retiró su mano sin la mínima afectación, pero el mayor se acercó para hablarle arrastrando las palabras— todo este tiempo has apoyado a tú primo indirectamente y yo te he ignorado porque no representas nada para mí, pero si insistes en convertirte en una piedra en mí zapato, también me haré cargo de ti—
Los alfas recobraron su distancia, pues la esencia de Jin se empezó a percibir entre ambos, con una clara señal de advertencia para el anfitrión.
—¿Sucede algo? —fue lo primero que preguntó en cuanto se acercó.
Jin había vuelto a percibir tensión entre aquel infeliz y su primo. Incluso llegó a sentir agresividad en el lobo del magnate, y eso lo alertó. Él no permitiría que SunYoon involucrara a su primo en nada, las cosas se irían a la mierda si se le ocurría meterse con Jimin. Sin embargo, el menor parecía divertido
—Nada muchacho, tu primo y yo solo conversábamos—respondió tranquilo— Si me disculpan tengo asuntos que discutir con HanYeol y tu padre. Después de mi reunión con ambos, te veo en mi despacho, Jin—
Fue lo último que dijo el alfa, antes de alejarse bajo la atenta mirada de Jin, quien inmediatamente giró hacia su primo con el ceño fruncido.
—¿Me vas a explicar que demonios pasa entre ustedes? desde que llegaste estoy notando una mala vibra entre ambos—
Jimin lo observó un momento y supo que no servía de nada ocultarle las cosas a Jin, porque probablemente SunYoon se lo diría, o se lo reclamaría. Suspiró antes de empezar
—Jin, hice algo sin tu consentimiento—dijo en tono bajo—y antes de que preguntes, si no te lo dije fue porque supuse que te opondrías o te molestarías conmigo—
—Jimin, ¿qué carajos hiciste? —
Listo último capitulo de la doble actualización, pero la noche promete señores... aun falta mas 😏 por eso los son un poco mas largos.
Gracias por esperar por mi, gracias por entenderme y gracias por estar allí mis Chummys, no tengo como pagárselos 🤗🤗🤗
Cuídense y lo quiero muchos, es especial a mis perritas Chummys 😘😘
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