CAPITULO 1: EL DESCONOCIDO
ADVERTENCIA: capitulo largo y los nombre de los personajes cambiarán apellidos para mejor ajuste de la historia.
❤ Gracias por la paciencia y espero que les guste ❤
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Aquel alfa alto, de cabello azabache, ojos almendrados y hombros anchos, observaba atentamente las flores que empezaban a sufrir la inclemencia del tiempo, frío para variar, el odiaba el frío, pero en aquel lugar parecía que congelaba un poco más su alma y su lobo encontraba la paz que hace días le faltaba.
—Si estuvieras viva, con este frío me hubieras obligado a mudarme de Corea hace mucho—
Un escalofrió lo obligó a estirar el cuello de su abrigo, para luego colocar sus manos ya enguantadas en sus bolsillos. Miró nuevamente la inscripción en la tumba, tendría que mandar a darle mantenimiento otra vez, pequeñas manchas negras, indicio del moho insinuaban su presencia, eso era inadmisible para él. Se agachó lentamente, retirando la mano derecha de su bolsillo, la llevó y delineó con las yemas de sus dedos las letras en mármol —diez años, increíble cómo pasa el tiempo —suspiró—¿me darías un consejo, hermosa? En este momento realmente lo necesito—
—¡Que desgracia de frío, carajo! —bufó un chico de cabellos rosas que se acercaba a pasos largos, temblando dramáticamente y abrazándose a mismo — yo soy un hombre de calor—
—Querrás decir caliente — Contestó el otro con una sonrisa, sin inmutarse siquiera en mirar en su dirección.
—Si, también — se encogió de hombros —¿No me negarás que el calor es más agradable que el frío? —
—Depende— respondió el mayor incorporándose nuevamente—a veces un poco de frío te hace valorar más cuando tienes calor— su mirada de pronto se perdió en algún punto en la lápida en frente suyo, recuerdos de mejores tiempos se aglomeraban en su mente, de una mirada dulce, de una promesa que no llego a concretarse. Tantas cosas han pasado y ahora no sabe si las decisiones que tomó realmente fueron correctas o no — Todo sería tan distinto si estuvieras conmigo—
Una suave ventisca fría sacudió a ambos alfas, provocando que el más bajo tiritara y que el más alto cerrara momentáneamente los ojos, mientras las cabelleras de ambos se removieran víctimas de la presión del viento.
—Comprendo tu pensamiento filosófico Jin—volvió a hablar el pelirosa mientras miraba su reloj—pero creo que tienes una cita que llegará en poco a la oficina—haciendo una pausa volteó mirando a su amigo— y te recuerdo que necesitas opciones en este lío, tu padre no va aceptar una cagada más y ese viejo desgraciado no va ceder, el tiempo corre Jin y se te acaban las opciones—le dijo con un tono de preocupación poco común en alguien como Jimin, síntoma de que la situación estaba siendo incomoda incluso para él.
El azabache abrió los ojos y una respiración cansada escapó de sus fosas nasales— me parece que, a ésta en particular, ya le encontró solución, cobardemente diría yo —frunció levemente el ceño— y sigo sin entender ¿Por qué? —
Jin aún no comprendía cómo era que su padre cedía tan fácilmente, no era como si fuera el primer escándalo que ocasionara, su compañía era sólida no había severas consecuencias en realidad ¿por qué tomar medidas tan extremas? Solo había una respuesta, ese hombre —Kim SunYoon está muy equivocado si cree que no voy a dar pelea—
Le dio una última mirada a la tumba, giró sobre sus talones y caminó a grandes pasos en dirección al auto que ya lo esperaba.
El menor de los dos lo siguió, dando una rápida mirada al lugar, la diferencia entre aquella tumba y el resto era demasiada, cuidada, sofisticada y mantenida en impecables condiciones a pesar de ser un panteón para personas de clase media, pero ser la pareja destinada de Kim Seokjin seguramente no puede pasar desapercibido incluso después de la muerte.
—Ese chico dijo que te daría una alternativa que podría beneficiarte— Jimin le habló dándole alcance unos pasos antes de llegar y rodear el auto. Ubicándose del lado contrario de su amigo y aun sosteniendo la puerta lo miró fijo —dale el beneficio de la duda, dije que se te acaban las opciones, pero el caso es que nunca tuviste muchas en realidad, necesitamos ganar tiempo—
—Sabes lo que pienso de esa dichosa propuesta, Jimin para mi es una total pérdida de tiempo —contestó también sosteniendo la puerta de su lado del auto antes de entrar— y no confió en ese tal Kim Taehyung, no tengo idea de quién es, ¿De dónde apareció?, ¿Por qué nunca se supo nada de él antes? tenemos diez putos años de ser "familia" —agregó haciendo gestos de comillas con sus dedos. Su mirada se oscureció, Jin estaba molesto, sentía que de pronto todo el mundo quería manipularlo, justo a él, su lobo se removía enfadado en su interior.
Ingresó al auto y mirando directamente a su amigo continuó...
—y lo más importante Jimin ¿por qué justamente él querría darme alternativas? ¿No se supone que él debería sentirse ofendido también, si es cierto lo que dice? ¿este compromiso no es una compensación también para él? — lo miraba inquisitivo mientras se retiraba los guantes— Es demasiado sospechoso y juro que, si esto es un juego, se va arrepentir de hacerme perder mi tiempo—entonces miró por el retrovisor a su chofer y guardaespaldas para indicarle con un leve asentimiento de cabeza que iniciaran marcha.
Jimin era consciente que, toda la situación tenía a su amigo muy predispuesto para esa reunión y eso no era beneficioso, Jin necesitaba serenidad para escuchar.
—Es cierto que es extraño— le concedió Jimin—pero nada pierdes con escucharlo, honestamente las cosas no pueden tener peor pronóstico que el de ahora— giró su vista a las calles repletas de personas abrigadas hasta los oídos, las nevadas pronto empezarán— a menos que quieras casarte con el chico en serio y complacer al viejo SunYoon —se rió
—No estoy para tus bromas— contestó el otro seriamente mientras recostaba la cabeza en el respaldar de sus asientos de cuero y cerraba los ojos —así tenga que volver al Servicio Militar, no me casaré ni con ese niño, ni con nadie—
El pelirosa sostenía la sonrisa ahora mirándolo — vamos, el niño no es feo, en realidad es lindo— movía sus cejas insinuantemente — no es una omega hembra, pero puedes cerrar los ojos e imaginar un par de buenas...— las palabras quedaron en el aire al sentir el olor de la furia contenida emanar de su primo, y era un error provocar tanto al alfa de Jin, los resultados no eran nunca buenos.
—Cierra la boca Jimin, sino quieres caminar de aquí a las oficinas, en medio de este "bello" clima —abrió los ojos para mirarlo directo con una sonrisa socarrona —y tú eres un hombre de calor, ¿no? —
—¡Bah! Yo solo quiero que le veas el lado agradable a las cosas, quién sabe y termina gustándote, pero si no quieres, no — termino el menor encogiéndose de hombros mirando como su primo negaba con la cabeza mientras le dirigía una media sonrisa.
Por lo menos su primo y mejor amigo, aún podía encontrar gracia en medio de su situación, y eso lo hizo sentirse mejor, el humor de Jin estaba peor que nunca estos días. Jimin realmente esperaba que la visita del misterioso Kim Taehyung trajera una solución favorable, pero no podía negar su temor de que en realidad las cosas se complicaran más, sin embargo, lo consolaba el hecho de que ya estaban bastante mal ¿qué tanto podrían empeorar?
El chofer observaba a ambos alfas esporádicamente mientras sostenían esa conversación, desde que trabajaba para los Kim conocía de sobra esa amistad tirante caracterizada por la franqueza y las expresiones sin filtro que se dirigían uno al otro, más que amistad era la imagen viva de la hermandad, de hecho, eran primos en realidad pero con cierta lejanía. Si YoonGi tuviera hermanos probablemente sería igual en vista de las presentes circunstancias. Sí, sabía que las intenciones de Jimin no eran más que relajar el ambiente, que se había cargado de estrés en los últimos días, lo peor era que Yoongi se sentía responsable también por ello.
El silencio se apoderó de aquel costoso Mercedes Benz A Class Premium mientras se acercaban al edificio de Kim & Park Holding Interprices. Seokjin se sumergió en sus pensamientos, él no tenía grandes aspiraciones de aquella reunión, ni vislumbraba una salida limpia de su situación actual, peor le tenía cero confianza al tipo con el que se vería, más aun formando parte de la familia de su futuro "esposo", bueno si era cierto lo que le había dicho por teléfono.
Con lo poco que Yoongi logró recabar tampoco tenía una idea muy clara, solo sabía que Kim Taehyung es un chico de 22 años, omega según sus datos generales pero sin información sobre estado civil, que vive en Le Marrias, un área muy exclusiva de Paris donde ha residido desde hace más de 15 años según los registros de propiedad de su chalet, el único nexo que se encontró entre ese chico y la familia Kim-Wang, fueron movimientos de grandes sumas de dinero a nombre de una fundación en Francia, de la que el chico era ejecutor o al menos así aparece en los registros y cuyos beneficiarios eran mayormente el Hospital Necker-Enfants Malades de Paris y una galería de arte también en Paris de un artista nuevo llamado Vante. Del resto casi no existía información, no hay registros de estudios o trabajo, no hay datos electorales, ni hablar de prensa o inversiones, lo que uno supondría de un hijo de los Kim-Wang, el chico parecía un fantasma.
Jin no podía decir que había estado muy interesado en las relaciones de esa familia, a pesar de estar unidos políticamente, eso hasta que empezó a sospechar de las malas intenciones del magnate y su hijo Namjoon, pero de allí a que incluso su propio padre desconozca de la existencia del tipo, para luego al investigar no encontrar prácticamente nada sobre él, hacía parecer todo en torno a su existencia, demasiado oscuro y peligroso, más si se tomaba en cuenta que era justamente este chico fantasma, quien tiraba por la borda supuestos 22 años de bajo perfil, quien sabe porque razones ¿sólo por brindarle otra salida a este problema? Si la unión les convenía más ellos ¿por qué hacerlo?
Por otro lado, suponiendo que diga la verdad, nunca se supo de su existencia antes, extraño por la prensa que suele inmiscuirse en lo más íntimo de las familias importantes, la prueba está en lo de su hermana Jisoo, seguro que ni ella sabe que tiene otro cuñado— bueno hay muchas cosas que probablemente Jisoo ni siquiera esté interesada en saber— es doloroso pensarlo, pero un cuñado más, no hace la diferencia para ella, otra vez claro, si es que es cierto todo lo que dice el tal TaeHyung.
Esa era otra cosa, ocultarlo de la prensa, según el motivo que sea, se entiende y no podría juzgarlo porque, vaya que la familia de Jin sabía de motivos para ocultar cosas a la prensa, pero ¿Por qué su propia familia no hablaba de él? Las pocas veces que visitó aquella mansión, nunca vio foto siquiera de un cuarto hijo, ni oyó su mención en lo absoluto, ¿Por qué tanto empeño en ocultarlo?
Sea cual sea el motivo por el que su familia nunca habló de su existencia, ni siquiera con su padre, fue lo suficientemente fuerte para esforzarse en cubrir eficazmente todos los rastros, sin que se les vinculara hasta ahora, y Jin estaba seguro que sólo alguien con el poder y las herramientas de Kim SunYoon podría lograr algo así. Eso explicaría por qué según Kim Taehyung su familia desconocía sobre la reunión que sostendrían.
Sin embargo sino es cierto y el tipo es solo un estafador, ¿cómo siendo un fantasma, supo que Seokjin no deseaba ese compromiso? si él nunca lo expresó abiertamente a nadie más que su padre y a Jimin su mejor amigo claro está, quienes después del escándalo de Lea, jamás emitirían ningún comentario sobre ello con personas ajenas a su núcleo familiar, también está el propio SunYoon, pero el tipo ha de estar que salta en una pata, por obtener lo que desea a costa de manipulación, provocar a Jin, exponiendo el compromiso antes no sería inteligente . Entonces ¿cómo ese recién aparecido al que jamás ha visto en su vida, ni tiene vínculos con él, está tan seguro de que Kim Seokjin aborrece la idea de ese compromiso y viene a brindar una— ¿solución? ¿Cómo lo supo? —
Todo era tan extraño, por eso había accedido a esa reunión, porque tenía muchas dudas al respecto, dudas que alimentaban aún más su desconfianza en esa familia y solo frente al tal Kim Taehyung podría obtener respuestas, no porque realmente esperaba que le diera alguna solución, es más, no la quería si venia de él, si era cierto que era un hijo de SunYoon, nada que viniera de él, podría ser confiable.
El auto ingresó a los estacionamientos bajo techo del edificio, colocándose en el exclusivo para el gerente de marketing. Una vez allí los dos alfas de los asientos traseros se bajaron, Yoongi hizo lo propio, al salir del coche, lo aseguró y siguió el mismo camino de los otros dos. Hace muchos años Seokjin le pidió muy sutilmente que jamás le abriera la puerta — No se te ocurra abrirme la puerta como a una damisela, no querrás ver a una damisela que te deje las bolas de corbata—
Eso fue cuando Yoongi apenas había empezado como chofer para los Kim, aquella vez recordaba, cuan extraño fue conducir para un joven alfa solo un año mayor que él, pero supo que había sido decisión del mismo chico luego de un incidente que marcara su vida a edad temprana.
Por lo visto el chico intentó muchas veces manejar con instructores, sobre todo presionado por su padre, pero padecía de momentos de ausencia mientras recibía las clases y una que otra vez chocó incluso siendo supervisado, decidiendo entonces abandonar la idea de conducir, aunque no fuese propio del hijo del gran empresario Kim Joon Woo. Y lo hizo sólo para proteger más a terceros, que sí mismo y como luego en confianza le dijo— "Para mantener una secuela visible de lo que perdió en aquel accidente"— una secuela que ni los mejores terapeutas de Seúl lograron hacerlo superar, pero no porque no pudiera, sino porque él mismo así lo quiso.
Con el tiempo siendo Alfa también, comprendió el motivo de su decisión y la magnitud de su pérdida, se ganó su confianza hasta convertirse en su guarda espaldas personal, ha sido su confidente, más de una vez su cómplice e investigador privado, aunque esa última función les haya traído más de una consecuencia no muy agradable, como en las actuales circunstancias. Yoongi también se sentía culpable de la situación y eso lo sumía en un constante reflexionar.
Tan inmerso en sus pensamientos se encontraba, que no percibió cuando ya estaban en el ascensor. Jimin observaba su celular y solo levantó la mirada al escuchar a alguien aclarar su voz, era Seokjin.
—Tienes una cara peor que la mía Yoongi, y al que van a obligar a casarse es a mí — dijo mirándolo de reojo.
—Disculpa — contestó decaído el hombre de cabellos grises a su jefe—no dejo de pensar en que debí ser más cuidadoso, debí cubrir mejor mi rastro, si lo hubiera hecho hoy no estarías en este aprieto Jin—
—Yoongi, cualquiera excusa era buena para que el padre de Jin lo obligara a sentar cabeza, era el quinto intento en seis años, además Kim SunYoon no abandonaría la idea fácilmente— decía su primo con la mirada puesta en su celular nuevamente—obviamente Jin era su blanco hace bastante tiempo, tú sólo colaboraste a adelantar el proceso, piénsalo así—
Y tanto Yoongi como Seokjin suspiraron en aprobación, porque nada era más cierto que el hecho de que su padre había buscado las mil y una forma de presionarlo para que formara una familia desde hace varios años, aun sabiendo lo que pensaba al respecto y jamás dejaría pasar la oportunidad de manipularlo para que, por culpabilidad aceptara un compromiso arreglado.
Sin embargo, algo en la forma de ceder de su padre en torno a SunYoon, no parecía cómodo, sino sumiso, cobarde y eso viniendo de su padre, para él era frustrante y sospechoso a la vez, más conociendo en carne propia los bajos recursos que usa el magnate para obtener lo que desea ¿su padre realmente estaría haciendo esto para verlo formar una familia y compensar su falta? O ¿estaría siendo sometido de alguna forma? más parecía lo primero. El hombre había cambiado mucho desde aquel trágico accidente, no era el mismo alfa de carácter fuerte que conoció y SeokJin no podía juzgarlo, él mismo era muy distinto a ese chico de 17 años que un día lo perdió casi todo, incluso Jisoo su adorada hermana hoy cargaba con las secuelas emocionales y sociales que dejó ese accidente y continuaba siendo una víctima.
Llegaron al piso 18 donde estaban sus oficinas, Yoongi se despidió de ambos Alfas con una reverencia para retirarse al lugar de descanso habilitado para él dentro del piso, porque si, Min Yoongi no tenía una oficina, pero sí un lugar de descanso acondicionado solo para él, ventajas de ser el chofer exclusivo y guarda espaldas de Kim Seokjin o desventaja según se vea, porque debía estar disponible permanente para su jefe y Jin no es precisamente el ser más sedentario del mundo, esa era una de las razones por las que su relación con Jackson cada vez estaba peor, pero él jamás le daría la espalda a Jin cuando lo necesitara, así sería siempre mientras trabajara para él, le había tomado demasiado cariño al alfa en especial luego de conocer sus infortunios.
Los otros dos alfas avanzaron por el pasillo recibiendo las miradas de los empleados y colaboradores, algunos los miraban con admiración por lo imponente de ambas figuras, otros con algo de temor, pero en la gran mayoría de los casos, siendo Betas, omegas e incluso alfas, no disimulaban la atracción que sentían y que se manifestaba en aromas persistentes una vez aquellos hombres hacían acto de presencia.
Al llegar a las puertas de su oficina observó a un costado en la salita de espera, un joven castaño con gafas rojas, cruzado de piernas, muy concentrado en una revista, al parecer leyendo algo que era muy gracioso o muy agradable porque sonreía haciendo asomar un leve hoyuelo en una de sus mejillas, un omega, su llamativo aroma a cocoa y miel podía sentirlo a pesar de la distancia, intercambió una rápida mirada con Jimin sin darle mucha importancia al chico.
Avanzaron unos pasos encontrándose con el rostro aniñado, pero indudablemente sexy de su secretaria. Jennie, una beta peli negra con labios pequeños y mirada de gatito, pero una fiera en la ejecución de actividades, organización de esquemas de trabajo y agendas, al igual que en la cama, según Jimin. Porque, aunque Jennie era hermosa, Jin no caga la mesa en la que come, trabajo es trabajo, sexo es sexo.
—Buen día Jennie — saludó
—Buen día Señor, su padre llamó hace un rato para confirmarle la reunión con el arquitecto americano para la Subsidiaria en Boston — le decía la joven mientras se levantaba y le entregaba documentos que requerían firmas.
—¿A qué hora es? —Seokjin ojeaba superficialmente los documentos
— A la una señor, después del almuerzo —
Y al levantar la mirada pudo percibir un tenue sonrojo en el rostro de la chica, no hacía falta ser muy inteligente para saber quién era el causante de ello, le dio una mirada de reojo a Jimin quien no le quitaba la vista de encima a la beta— ¿cuántas veces le había dicho que dejara trabajar en paz a la mujer? — Sacudió su cabeza, mientras les daba una última mirada a los documentos —recuérdame la reunión una hora antes...y Jennie ordena por favor que realicen un nuevo mantenimiento a la sepultura de Irene, a más tardar para mañana— agregó antes de darse la vuelta para ingresar a su oficina al ver que la chica asentía.
—¡Señor! —exclamo su secretaria antes de pudiera dar marcha — en su oficina lo espera un joven—
Seokjin paró en seco y volvió a mirarla, Jimin ni siquiera se había dado la vuelta, pero ambos veían a Jennie con el ceño fruncido.
—¿Cómo en mi oficina, Jennie? — no pretendía que su tono fuese grosero, pero no sonó tan sutil como esperaba, era extraño, Jennie jamás permitía que nadie ingresara en su oficina sin su consentimiento— ¿porque le había permitido la entrada alguien que ni siquiera ella misma conocía? —porque lo había llamado joven, no le llamó por el nombre, suponía entonces que ella tampoco sabía quién era.
La chica pareció entender la molestia en el tono de su jefe y el leve rubor que tenía hasta hace poco, se perdió en segundos dando paso a una palidez súbita. Todo esto también agudizado por la mirada escrutadora que ahora hasta el señor Park lanzaba sobre ella, la beta bajo la mirada.
—Lo siento señor, es que el joven me dijo que era su cuñado y que usted tenía una cita con él, insistió muchísimo en que quería darle una sorpresa porque ustedes aún no se conocían —miró a Jin y luego a Jimin— la verdad es que es muy...muy persistente y amable y pues...yo lo siento mucho señor— repitió afligida.
Seokjin miró a su menor entre asombrado y curioso, tenía una idea de quien era, pero— ¿Cómo era ese tipo para lograr que su eficiente casi militar secretaria cediera ante argumentos tan patéticos? — Jimin solo le respondió encogiéndose de hombros y meneando la cabeza, tampoco entendía nada, pero sería hipócrita decir que no sentía curiosidad.
—No te preocupes Jennie, solo que no vuelva a repetirse, sabes que no me gusta que entren en mi oficina si yo no estoy— le dijo a la chica seriamente una vez puso atención en ella otra vez.
—Si señor — la beta sonrió aliviada y se inclinó para acercarse un poco más a su jefe susurrándole —el chico ese de allá, vino con él —aclaró ella ya con un poco más color normal en su rostro y señaló a la omega que habían visto en la salita de espera.
Ambos alfa voltearon a ver dónde la chica señalaba y — oh sorpresa el omega los miraba y.. les ¿sonreía? — Nuevamente los amigos cruzaron miradas.
Esa desconfianza permanente que había tenido desde que aceptó la dichosa reunión, crecía a cada segundo mientras recibía mayor información, pero era mejor darle paso que atrasar más la incertidumbre. Miró por última vez al omega sentado en su salita de espera y se giró hacia su oficina ahora si definitivamente, tomó el pomo de la puerta de roble y suspiró.
—No quiero interrupciones en esta reunión Jennie, omite mis llamadas hasta que "mi cuñado" se retire — le habló filoso a su secretaria aun de espaldas.
Pudo escuchar un —sí señor —antes de ingresar a su oficina seguido de un Jimin, que no ocultaba su deseo por conocer al personaje en cuestión.
No sabiendo que esperar de ese encuentro, el lobo de Seokjin se preparó. Una vez dentro se detuvo en el umbral observando atentamente el entorno, la puerta doble de su oficina abría directamente hacia una amplia sala de estar, una chaqueta de pana camel estilo cazadora descansaba en el sillón principal, del lado izquierdo en la esquina un moderno minibar iceland en dorado, que mostraba algunas copas sobre la primera repisa, un par de licores importados y una nevera, lo justo para situaciones específicas, su mirada atravesó a lo largo del ventanal posterior que brindaba una vista panorámica de la cuidad de Seúl y se posó finalmente en el lado derecho de la habitación en su escritorio, una elegante mesa en forma de ele, de madera maciza, regalo su padre al asumir su cargo en la empresa, sobre él una laptop, algunos documentos, retratos de su familia y elementos decorativos, una par de asientos al frente del mismo, destinados para recibir a sus visitantes, del lado contrario el suyo propio, tras éste su biblioteca personal, pero lo que realmente llamo su atención, fue la presencia de un chico alto a simple vista, de espaldas a él mirando distraída y confianzudamente, lo que parecía ser uno de los retratos sobre el escritorio.
No le gustó.
Dio un par de paso al frente para terminar de ingresar a su oficina, aclarando su voz intencionalmente y así hacer notar al atrevido chico su presencia — Buen día, disculpa si te hice esperar "cuñado" — dijo en tono sarcástico.
La verdad no hacía falta que Seokjin hablara para hacerse presente, el invitado lo supo inmediatamente al abrir la puerta, ese aroma a Roble y Menta que ya invadía todo el lugar se intensificó y se sumó otro a Pino y eucalipto, pero decidió esperar a que el dueño de la oficina terminara de hablar.
—Creo que entendí mal, ¿o nuestra cita era a las 11:30? —
—En realidad, tiene razón, lo lamento soy un chico ansioso — dijo el joven girándose casi instantáneamente, mientras dejaba el retrato en su lugar y fijaba sus ojos en Seokjin con intensidad.
La respuesta fue inmediata, Seokjin se detuvo casi en el acto, el chico frente a él lo miraba con confianza desmedida y una leve sonrisa de —¿diversión? —Sintió a su alfa removerse, pero no supo descifrar si por molestia, por alerta o quien sabe por qué.
Lo observó detenidamente y ahora comprendía porque Jennie había flaqueado, sino fuera por su altura, que quizás fuese solo unos centímetros más bajo que él mismo, daba la impresión de ser un niño o al menos un chico muy joven, cabello rubio bastante largo por lo que pudo ver, facciones atractivas, ojos mieles, nariz perfilada, labios levemente delgados, los cuales mordía, para finalizar en un definido mentón cuadrado, que acentuaba esa extraña pero llamativa sonrisa , misma que empezaba a incomodarlo por alguna razón, a grandes rasgos— "adorable" —incluso inofensivo y eso seguro motivo el desliz de su secretaria. Por otro lado, su voz grave contrastaba notablemente de su aspecto.
Echó una rápida mirada al resto y su look le pareció de un estilo bastante europeo, llevaba una boina de lana con visera negra que contribuía a su apariencia joven, un jersey manga larga también negro, cubierto por un chaleco de algodón camel sin mangas, unos jeans holgados y sandalias negras, ropa amplia pero que dejaba ver un cuerpo fino y proporcionado. En resumen, un niño bonito, lo que uno esperaría de un omega salvo que no olía como omega, en realidad no olía a nada.
No supo cuánto tiempo estuvo observándolo, pero al volver a su rostro esa mirada risueña y esa sonrisa divertida levantó su estado de alerta.
—Sí, ya veo, un ansioso chico francés, que no sabe esperar, diría yo—
—Los franceses somos puntuales en extremo—soltó juguetón el muchacho
—Felicidades por ello, pero la próxima vez, si es que la hay, preferiría que esperaras en la sala de estar como cualquier invitado—
Jimin carraspeó a su lado, el tono de Jin no daba margen a juegos, pero el niño frente a ellos no parecía estar en la misma página, entonces el rubio posó su mirada en él momentáneamente como recién percatándose de su presencia. Jin miró a su primo nuevamente de reojo y cuando pretendía abrir la boca para intervenir, el muchacho se le adelantó.
—Nos estamos tuteando, ¡excelente! — dijo el rubio en el mismo tono risueño que comenzaba a irritar a Jin— Pero yo no soy cualquier invitado Señor Kim, creí que ya te lo había explicado—
—Si lo dices por esa escueta llamada, tendrás que esforzarte más—
—Comprendo—el chico hizo un puchero—Supongo que es momento de las presentaciones formales entonces, al menos correctamente, porque como veo, en este punto ya conoce más de mí que hace una semana, cuando lo llamé y parecía perdido al respecto Señor Kim — continuó el rubio casi riendo.
Jin tenso la mandíbula—¿qué era tan gracioso para el mocoso este? ¿Se estaba burlando de él porque desconocía de su existencia? ¿como si alguna vez le hubiera importado? ¿Era posible? —
—Si te voy a ser sincero, ni siquiera sé por qué acepté esta reunión, pero supones bien, si no supiera más de ti difícilmente estarías aquí— le dijo en un gesto indiferente—lo cierto es que para mí sigues siendo un cualquiera, que solo quiere llamar mi atención, nada extraño en realidad, estoy acostumbrado — hablo Jin encogiéndose de hombros y acercándose unos pasos más – pero carezco de paciencia en este momento para soportarlo, por lo que te echaré a patadas si se trata de eso niño —mantenía ese tono de voz bajo pero cortante, tenía que dejarle claro al francés, que estaba equivocando la ruta si venía a burlarse de él.
El chico no retrocedió ni mostró una pizca de temor y tampoco emitía ningún aroma que lo indicara. Tanto Jin como su primo lo miraron extrañados, sin embargo, el alfa mayor continuó.
—Quiero pensar que si estás aquí es porque, tú sí tienes claro quién soy yo ¿no es así? -—
—Si, por supuesto — le dijo el rubio manteniendo su sonrisa — eres Kim Seokjin, 29 años, el primogénito de Kim Joon Woo, heredero directo de Kim & Park Holding, esta empresa, aunque recientemente has iniciado tu propio negocio de entretenimiento, tu madre Kim Ji Hye falleció hace 10 años, lamento eso—hizo una pausa—tienes dos hermanos, Kim Hye Jisoo, mi cuñada hasta donde sé y Kim Yeonjun el pequeño de los Kim, eres obviamente alfa y soltero hasta el momento, aunque tu padre ha querido cambiar eso por muchos años.
—Vaya, parece que hiciste muy bien tu tarea en Naver— esta vez fue Jin quien sonrió mientras asentía y hacia un gesto de fingido asombro, pero rápidamente su rostro se puso serio— cualquiera podría saber esa información con sólo entrar en la red muchacho, aquí la pregunta es ¿quién eres tú? — el chico lo miraba atentamente y Jin entonces estuvo seguro de no percibir ningún aroma en él —¿un beta? ¿No se suponía que era un omega? Yoongi le dijo que era un omega—
—Cierto que pena, me presento entonces —contesto con un gesto que suponía aflicción— como te expliqué por teléfono, yo soy el segundo hijo reconocido de Kim SunYoon—apoyó su cadera lateralmente en el hermoso escritorio de forma relajada— pero no soy su hijo en realidad solo me dio su apellido, en cambio Wang Yan Mi, su esposa, sí es mi madre, Kim Namjoon es gracias a Dios solo mi hermanastro, pero Kim JungKook y Kim Yin Lea si son mis hermanos menores, al menos maternos —se detuvo, dibujando una sonrisa coqueta en sus labios, sospechaba los pensamientos del alfa —y para aclarar tus dudas, sí soy un omega, aunque no te lo parezca, yo soy Kim Taehyung —hizo una pequeña reverencia.
Jin escuchó todo el discurso del rubio atentamente con sentimientos encontrados y cada vez más confusos— este chico estaba provocándolo y no de la forma que cualquiera esperaría, sus intenciones parecían estar lejos de ser románticas o sexuales y ni siquiera sentía un puto lobo que transmitiera sus emociones, era por simple apreciación al verlo ¿estaba molesto con él? ¿Por qué? —
Iba decirle que eso no aclaraba nada porque no había pruebas de ello, Yoongi se había encargado de buscarlas y no encontró nada sólido, pero cuando el chico levantó su mirada ambarina, su gesto había cambiado completamente a uno muy distinto de los mostrados hasta el momento, ira y quizás frustración había en sus ojos, extrañamente su alfa quien se mantenía en alerta no pareció reaccionar a ello, en realidad por más que intentaba, le era imposible sentir el lobo del chico frente a él, aun cuando se acercó peligrosamente hasta quedar a un palmo de distancia y agregó en un tono que rozó lo agresivo.
—Y he venido aquí alfa prepotente, para impedir a cualquier precio que tú y SunYoon arruinen la vida de mi preciado hermano, en medio de una guerra por tu estúpida empresa—
Uyyyyy primer capitulo, hay muchas verdades
ocultas en esta historia poco a poco lo verán.
Buenas Noches tengan todas y todos😊
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