La escuela Crystal Prep
Semanas han pasado de lo sucedido, sin algo interesante que ocurriera, pasando las noches temporalmente en la escuela. Hoy echaba una siesta en la cama del consultorio de salud de la escuela Canterlot. Aquí, la hija de Sheryl da servicio y me atiende. Se llama Nurse Redheart, una personaje que ya conozco también, aunque ella a mi no. Durante estas semanas, me ha estado inyectando líquidos demasiado extraños, debo decir. Hasta ella misma expresaba preocupación al darme las inyecciones, pero solo cumpliendo órdenes de Celestia al pie de la letra. Reposaba tanto aquí, que ya hasta me he hartado, ¡quería hacer algo de deporte! O al menos tocar el bajo, que ya siento que perdía práctica y condición física. El bajo me ha dado unos dedos fantásticos, si pudiera masturbar a una mujer, hasta la hago mearse encima.
Solo estaba acostado aquí, esperando impacientemente como un paciente. La falta de conversar con mis amigos ya me volvió loco, ya quería hacer la misión encubierta en la escuela Crystal, ¡solo para conversar con alguien! Nurse Redheart, la hija de Sheryl, calendarizó hablar conmigo hoy. Es Sábado, y podía guardar cama en el consultorio. ¿Quieren saber algo? Los otros días que no guardo cama en el consultorio, la paso en la dirección de la directora Luna. Ella tiene una pared desplegable secreta para que esté ahí escondido, y no tenga que pasar el tiempo en la biblioteca. Puede que mis amigas y amigos me extrañen, o puede que no. Tal vez Minuette me busca por un segundo round, o tal vez ya me perdonó. Probablemente Rarity también me esté buscando, y de eso sí estoy seguro.
Había notado desde que llegué aquí un tiro al blanco en la pared para tirar dardos. ¿Acaso Nurse se divierte en el consultorio? ¿O seré un idiota, que eso es para un examen ocular? Me bajé de la cama para sentarme en mi silla de ruedas. Me había aburrido tanto, que reuní varias jeringas que Nurse guarda en este consultorio y los usé como si fueran dardos.
Acerté 3 de 5, y los otros solo cayeron al suelo. Una de ellas creo que tenía una muestra de sangre, espero no haberme pinchado con ella. Me he distraído tanto que perdí la noción del tiempo, y no había ningún reloj en este lugar. En ese lapso de tiempo que buscaba la hora, alguien tocó la puerta y después entró. Nurse vino a visitarme:
-Señor Romero, la directora Celestia quiere verl... ¿¡Esas son mis jeringas!? - Preguntó Nurse, enojada porque utilicé sus jeringas como dardos.
-Perdóname nena, pero estaba aburrido. ¿Qué me querías decir? - Respondí.
-¡Estúpido! ¡Una de ellas tenía sangre que iba a usar para mi tesis! ¡Estaba infectada de...! Bueno, no importa. ¿No te habrás picado con ellas, verdad? - Preguntó Nurse.
-No, que yo sepa. No vi que tenía la sangre hasta después de haberlo arrojado jaja - Respondí despreocupado.
-Celestia te ha convocado, por favor ve con ella. Hoy iniciarás - Dijo Nurse.
-Muy bien, hora de trabajar - Dije, acercándome a la puerta.
-Antes de que te vayas, por favor salva a mi amiga. Se llama Mistery Mint, y sospecho que la han secuestrado... - Dijo Nurse, desalentada. Agarraba de mi hombro izquierdo con una mano cálida, y sentí la ansiedad que ella pasaba por su amiga. Me había contagiado la angustia.
-Los voy a encontrar a todos, no te preocupes... - Respondí, girando la perilla de la puerta.
-Yo te llevo con ella. Señor Romero, por favor evítese la fatiga antes de llegar al lugar - Dijo Nurse, empujando mi silla hasta la dirección. Al legar, Nurse tocó la puerta, pero nadie contestó.
-¿Qué pasa? - Pregunté, pues ella se veía pensativa.
-La directora Celestia debe estar ocupada, por favor espérala aquí. Cualquier cosa que llegues a necesitar, marca mi teléfono. ¿Te sabes mi número? - Preguntó Nurse.
¿Cómo le explico esto? Desde el día en que desperté en esta escuela, no he tenido cobertura en mi celular. No he podido llamar a mamá, ni mi hermana ni mis amigos. Eso es porque definitivamente estoy en otro mundo, atrapado viviendo improvisadamente otra vida.
-Mi teléfono no funciona. No ha tenido cobertura desde hace mucho y ya me quedé sin batería hace días. ¿Te he dicho que estoy lejos de casa? - Respondí, dándole mi celular. Sobra decir que los gygas de internet acabaron ayer. y no puedo usar la app de mi banco para hacer una recarga, porque... ¡NO TENGO BATERÍA!
Nurse inspeccionó mi teléfono, y en su cara reflejaba confusión y sorpresa. Mi celular era de otro mundo para ella, y no la culpo. Tal vez ella caiga en cuenta, como yo, que tiene el servicio de telefonía en un lugar distante.
-¿¡Tan diferente es todo en el extranjero!? ¿¡Qué es esto que tengo en mis manos!? Voy a traerte un reemplazo, por favor espera aquí señor Romero. Si llega la directora, no dude en esperarme adentro - Dijo Nurse, devolviendo mi celular - ¡¡MAGGIE!! ¡¡MAGGIE, NECESITO TU LAMPARITA!!
Ella se alejó y se perdió al doblar un pasillo. Quedó en traerme un nuevo celular, y le obedecí como niño bien portado. Tan lejos no me podría ir con esta silla, no le veo mucho sentido. Me parecía perfecto andar por la escuela Crystal en silla de ruedas, así personalizo más mi identidad falsa. Falta poco para que mi cuerpo se recupere completamente. Necesito sanarme conservando la silla, en caso de que salgo salga mal, como aquella vez del hospital. Cuando menos se lo esperen esos psicópatas, me levantaré de la silla y saldré huyendo.
En eso, veo a lo lejos un estudiante de aquí subiendo las escaleras a este piso, con una escoba en sus manos, acercándose a mi. No tenía cara de tener algo que ver conmigo, parecía más como si necesitara barrer el suelo en donde estoy estacionado, o la habitación de la directora Celestia. Llevaba unas gafas, con un corte de pelo como un hongo. Tenía un peinado de libro en uno de los lados, lo noté guapo. Pasó a un lado de mi y giró la perilla de la puerta de Celestia, pero no la pudo abrir. Entonces, dejó la escoba reposando en la pared cerca, y sacó unas llaves de su bolsillo para abrirla.
-¿Estás esperando a la directora? Ya está en camino, solo voy a barrer aquí dentro - Dijo el joven escoba.
-¿Qué haces aquí? ¡Es fin de semana! - Pregunté.
-Detención, y este es mi castigo. Ayudé a una chica de sombrero a hacer una travesura, y ahora tengo que barrer toda la escuela hoy, y podar el césped mañana - Respondió el escobar.
-Caray, ¿y qué travesura tuviste que hacer para ayudar a esa chica y terminar castigado? - Pregunté.
-Prefiero no contarte, cometí un error que no me correspondía. ¿Qué me dices de ti? - Preguntó el escobas.
-Me hirieron gravemente, y terminé en silla de ruedas - Repliqué.
-No me digas... - Respondió el Sr. Coba con sarcasmo.
-Bueno, te cuento. Había un cachorro que iban a hacer picadillo unos maleantes de la escuela Crystal en un hospital. Estaba herido por haber caído de lo alto de un edificio en una pelea, y terminé en ese hospital, por eso fui testigo del plan malvado de esos cabrones. Logré salvar al perro deshaciéndome de esos psicóticos, pero me dejaron así como me ves, peor. Aún puedo caminar, pero voy a tener que esperar a sanar mi cuerpo - Conté.
-Dios mío, ¡eso está desafortunado! - Dijo el escobalcón.
-¿Me dejas pasar cuando termines de barrer? Espero que esté helado ahí adentro - Pregunté.
-¡Claro amigo! Estás de suerte, porque la directora me pidió que encendiera la refrigeración - Respondió el escuba mientras abría la puerta.
Dentro del lugar, barrió el suelo primero para que pudiera entrar. Entonces, dejó la escoba reposando en la pared y empuja mi silla para meterme. Admito que estar descansando en esta silla es cómodo en algunas situaciones. Subir escaleras es una putada de todas formas, y no es como si pudiera estar de pie tan fácilmente.
Esperando dentro, con un aire muy refrescante y un agradable olor a flores que viene del escritorio de Celestia, sentía que me podía quedar dormido ahora mismo. Este chico prosiguió limpiando, y alzó la escoba para barrer las esquinas de los techos. Al principio imaginé que se ha vuelto loco, pero no presté atención y era para matar arañas. Fue rápido, terminó con su deber y esperó unos minutos fuera de la habitación.
-Ya me voy amigo. ¡Dios te bendiga! - Dijo el escockba, despidiéndose.
El escovaro vlog se despidió casi inesperadamente. No conozco ese personaje, me da curiosidad saber su nombre. Cerró la puerta y la soledad, con el sonido bajo de la ventilación, me tranquilizaba. Estuve así por minutos, despejando mi mente y calmando mi cuerpo. Entonces me quedé dormido así por 60 minutos, pero hubiera preferido una hora completa, o al menos 3600 segundos.
El estrés parecía no existir aquí mismo. Me duró poco, porque de la nada sentí unas frías manos recorriendo mis hombros, y eso me despertó. No fue de un susto, pero sí con un poco de sorpresa. Supuse que era Celestia, pero al girar la cabeza, era Nurse.
-¡Jijiji! ¿Disfrutando del aire? ¡Te conseguí un celular! - Dijo Nurse, entregándome el supuesto celular con sus blancas y frías manos.
Con mis ojos entre abiertos por haber dormido, apenas logro observar mi nuevo celular. De cualquier forma no necesité de mi vista para percatarme que era "uno de esos". No era touch, son de esos anticuados que navegas por el menú con botones. De pequeño sí me tocó tener un teléfono así, un Sony Ericsson de hecho, no era un problema tener algo así en mis manos. Al menos sé que puede hacer llamadas y mensajes, con una batería eterna. Finalmente pude abrir bien mis ojos, y noté que la marca deletreaba "Farinz".
-Realmente se lo agradezco mucho, enfermera Nurse. ¿De casualidad no tiene un cargador con la misma entrada de mi teléfono? El extranjero - Pregunté, con la esperanza de tener batería en el otro y recibir alguna llamada acerca de mi desaparición.
-Ahora que lo pienso... ¡se puede! Su celular tiene la misma entrada. Por cierto, usted me habla como si viniera de otro planeta - Sospechaba Nurse, con una mano en su barbilla y la otra en las caderas.
-Es muy complicado explicarle mi historia, difícil de creer, Sra. Redheart - Dije mientras sacaba mi celular del bolsillo, e introducía el nuevo en él.
-¡Puede explicarse, Sr. Romero! Por cierto, no me llame "Sra. Redheart", esa es mi madre. ¡Por favor entrégueme su celular extranjero para enchufarlo! - Dijo Nurse, un poco sonrojada.
-De casualidad, ¿su madre se llama "Sheryl Redheart"? Fui atendido hace poco por ella - Dije, mientras entregaba el celular.
-¡Usted ha acertado! ¡Ella trabaja en el hospital más cerca de la escuela Canterlot! Ella solía trabajar en un edificio más lejos, pero logró conseguir un empleo aquí por mi. Al salir de mis clases, camino hasta el hospital para ayudarla un poco y nos vamos juntas a casa. Muy ocasionalmente tomo el camión y no la veo, solo porque me dejan muchas tareas - Dijo Nurse, tomando mi celular y sacando un cargador de uno de sus bolsillos.
Nurse Redheart buscó por la habitación un lugar dónde podía conectar el celular. Jaló de un mueble y encontró un tomacorriente. Dejó reposando el aparto en el suelo conectado, sintiendo alivio de que volvería a tener forma de comunicarme, aún si no tengo señal. Tengo esperanza de poder conectarme a internet en alguna señal compatible.
-Espera un momento... acerca del asesinato de dos estudiantes en el hospital donde trabaja mi madre, ¿estuviste ahí? - Preguntó Nurse, embonando las evidencias - Ahora mismo no puedo parar de relacionarte de aquel día, porque el perpetrador estaba herido de un brazo y una pierna, ambas del mismo lado. No mencionaron en las noticias el nombre de la persona ni la cara, pero tu cumples perfectamente las descripciones y los hechos que me acabas de contar. Además, mi madre me ha dicho que atendió a la misma persona que cometió el acto.
Mis ánimos habían bajado. Sentí culpabilidad nuevamente, porque Nurse parecía verme con ojos de resentimiento. Abrí un poco la boca, intentando decir algo en mi defensa, con la cara helada por los nervios. Cuando ya tuve el valor de confesar algo al respecto, alguien entró por la puerta:
-¡Qué sorpresa! ¡No pensé que los vería aquí adentro! ¿Ya ha pasado el chico castigado a limpiar aquí? - Preguntó Celestia, cerrando la puerta después de entrar.
-Ya terminó su labor aquí, directora Celestia - Dijo Nurse, estirando su ropa.
-Muy bien, perfecto. Ya puede irse, joven Redheart - Dijo Celestia, extendiendo su brazo izquierdo en dirección a la puerta.
-P-Pero... ¿¡Está usted echándome!? - Preguntó Nurse.
-¿¡Q-Qué!? ¡No, no! No creí que te quedarías a escuchar las instrucciones de nuestro nuevo espía. Ya sabes, junto con los preparativos - Dijo Celestia conservando su voz baja, haciendo énfasis en las últimas palabras.
La directora hizo el énfasis con los labios entre abiertos, como si intentara hacerle recordar algo a Nurse. Efectivamente, la enfermera se agitó ligeramente y se dirigió a Celestia.
-Tiene usted razón, directora Celestia, lo siento. ¡Adiós señor Romero! Debo atender unas cosas importantes. ¡Le deseo suerte! ¡Encuentre a Mistery Mint! - Dijo Nurse, moviendo su mano para despedirse y desaparecer al salir por la puerta y doblar por el pasillo.
La directora entonces cerro la puerta con seguro, y caminó hasta mi. Le devolví la mirada al estar a un lado de mí, con su mano tocando mi hombro.
-Quería hablar sobre esto en privado. Esta misión puede que involucre a matar más gente. Estoy en total desacuerdo de que lo hagas, evita la vergüenza de hacerlo. Digo... me haz dado valiosas evidencias, pero te pido de corazón que no lo hagas más - Dijo Celestia, de brazos cruzados.
-A que la chingada... Por favor, no quiero hablar de eso - Repliqué, de brazos cruzados también.
Celestia, sin decir más, saca de su bolsillo una mascarilla bastante elástico y me lo entrega.
-Toma, también vas a necesitar esto. ¿Haz pensado en una identidad nueva? Porque quiero que sea una con una enfermedad contagiosa. No estás infectado, claro, pero sirve de excusa para que cubras un poco tu cara. No va a faltar ese alguien que te reconozca la cara y alce la voz - Dijo Celestia, con un buen punto. Inspeccioné la mascarilla, extendiéndola y analizando el material. Era de un color rojo claro, con unas figuras hermosas de rosas. Combinaba con mi playera roja, pero las flores no iban con mi estilo; debo admitir que son llamativas, pero no van conmigo.
-¡Eso es buena idea! Pensé que solo cambiando mi peinado, junto con una gorra, pasaría desapercibido - Dije, sin ser realista con los detalles. Osea, estoy en una caricatura, tengo una identidad completamente diferente con otro peinado y unos lentes; lógica de Clark Kent. Me coloqué la mascarilla y me quedó muy bien a la medida.
-¿Recuerdas todo lo que tienes que hacer? Dime todas tus órdenes - Preguntó Celestia.
-Debo pasar los días dentro de la escuela hasta el Lunes. Soy un espía encubierto fiel a la directora Celestial Gates, y debo reunir información que puedan delatar a la directora Abacus Cinch de haber co-creado el grupo "Damage, Inc.", que incita la venganza y protestas en forma de violencia. Al terminar la misión, debo encontrar a todos los estudiantes desaparecidos de la escuela Canterlot High.
-Tranquilo muchacho, tampoco quiero un robotito. Ya sabes tu misión. Déjame llevarte al boutique de Rarity para darte el vestuario. No estoy muy segura qué ropa deseas, y prefiero darte la libertad de elegir - Dijo Celestia, rodeándome para darme la vuelta con la silla de ruedas, y dirigirme hacia afuera de la dirección.
♪¡Es simple, sencillo, buscaaaar!♪ ♪¡Lo que más te gusta de ti!♪ ♪¡Harmonías brillan sin parar!♪ ♪¡Mañana por mi, ahora es por ti!♪
¿¡La directora Celestia está cantando!? Bueno... ya hacía falta... Esto es My Little Pony. Difícil de creer, pero sí. Soy parte de una canción de Equestria Girls...
♪Hay que buscar la alegría perdida, robar no podemos permitir♪ ♪Si fuera por mi, me bajaría por el lado buenooo♪ ♪Vivimos de la felicidad de otros, ¡no me dejes mentir!♪ ♪¡La! ¡La la la! ¡La laaaaaa la!♪
-¡Auch! ¡Ay! ¡Ay! ¡Cuidado con los escalones! ¡No me bajes con la silla por las escaleras al ritmo de tu música! ¡Bruja!
♪¡Han robado de mi más valioso tesoro!♪ (¡Integridad! ¡Familia!) ♪¡Han robado el talento de mi vida!♪ (¡Me siento vacía!) ♪¡Necesito respuestas, a mi melancolía!♪ (¡Aah! ¡Aah! ¡Ooh!).
2 horas pasaron volando y ahora estoy en el coche con Sunset Shimmer manejando hacia la escuela Crystal. Twilight también estaba dentro, en el asiento trasero. Estaba en el asiento de copiloto, sin saber qué chingados ha pasado. ¿Cómo terminé en el coche? Solo ha pasado un pedazo de canción y de un parpadeo estoy aquí. ¿Es acaso la magia de cantar? Al menos sé cómo se siente estar dentro de uno.
-¿¡Qu-Qué pedo!? ¿¡Qué vergas pasó!? - Pregunté con pánico, confundido de la magia de la amistad.
-¡Hablas demasiado raro! ¡No uses palabras coloquiales de tu reino! - Dijo Sunset, dirigiendo la mirada en el espejo frontal.
-¡La directora Celestia comenzó a cantar! ¡Escogiste tu ropa con ritmo y ahora estamos de camino a la escuela Crystal! - Dijo Pinkie, saliendo de la nada del asiento trasero izquierdo.
-Mi escuela... - Dijo Twilight, mirando por la ventana.
-Perdón por provocarte confusión. Tu silla de ruedas está en la cajuela. La directora Celestia no pudo venir, porque los alumnos de la escuela Crystal pueden reconocerla. A nosotras no, excepto Twilight. Ella solo vino con nosotras para decirte después de la canción en dónde puedes buscar amigos en la escuela - Dijo Sunset, amablemente.
Aparté la mirada para mirar mi atuendo, y no quedé decepcionado. Era justamente lo que yo pensaba usar. En mis piernas estaba unas gafas de sol, la mascarilla que Celestia me dio y una gorra con un logo que dice "Shadowbolts". Fue muy eficiente, pero ya no quiero ser parte de una canción, nunca.
-Por cierto, ¿qué tan bien cantamos en la parte de "¡Me siento vacía!"? ¿O qué tal estuvo la de "¡Integridad! ¡Familia!"? - Preguntó Sunset, pegándome ligeramente con su codo derecho.
-Muy bien... supongo.
-Cuando estés dentro de la escuela, busca el mapa que muestra toda la escuela por dentro. Ubica la biblioteca y dirígete ahí. Busca a una chica llamada "Cadence", y dile mi nombre. Me llamo Twilight Sparkle - Dijo Twilight, mirándome a través del espejo frontal.
-Por favor no llames la atención. ¡Es nuestra única oportunidad para encontrar a las chicas desaparecidas! - Dijo Sunset, con preocupación.
-Con calma, amigas. Ellos no saben que mi pie y brazo enyesado han sanado. Cuando las cosas vayan muy mal, siempre puedo levantarme de mi silla y salir corriendo. ¡Fui el más rápido de mi escuela! Tal vez sea porque corro mucho en mi barrio - Dije, para darles confianza de mi voluntad.
-¿Por qué corres mucho en tu barrio? - Preguntó Sunset.
-Es un barrio de muy mal rollo. Hay una pequeña pandilla que asaltan a quien sea, y me escapaba de ellos. De pequeño, era muy callejero. Montaba en bicicleta, me subía enormes muros y de ahí saltaba de casa en casa. Hacía un poco de parkour encima de las casas, incluso. Los años pasaron y poco a poco llevé una vida más tranquila. ¡Pero aún puedo andar de chango encima de las casas! - Dije, recordando mi infancia.
-¡Qué curioso! ¿Y qué te hizo cambiar? - Preguntó Sunset, nuevamente.
-La pubertad, parece. Conocí algunas chicas en mi colegio, y me animé a cambiar para gustarles. Al final nunca terminé bien con ellas, pero hice nuevos amigos. Dos nuevos mejores amigos, de hecho. Lo que no ha cambiado de mi es el gusto a la cerveza desde los 15 años jejeje... - Dije, un poco avergonzado de admitir.
-¡Wow...! Eso es... ¡interesante! Yo desde pequeña, quemaba libros. Nada interesante, solo era una sangrona en la escuela, con ideologías de dominar el mundo. Además de tomar, ¿fumas? - Preguntó Sunset.
-Solo lo he probado. No me gusta, sinceramente. Prefiero experimentar con bebidas alcohólicas, como la tequila, ron, vodka... En fin, me encanta el pisto - Respondí.
-Ahora se explica aquella vez que te tropezaste en el comedor. Llegaste a nuestra mesa con olor a tequila, y así fue el día en que te conocimos - Añadió Sunset, con una pequeña risa.
-Si... jeje. Todo fue muy extraño. Lo único que recuerdo, fue que beb... ¡AAH! - Grité del susto.
-¡Oops! Disculpa. No vi el tope. Por favor continúa - Respondió Sunset, apenada.
-¡Me golpee la cara en la ventana! ¡Ten cuidado! - Dijo Twilight, con los lentes disparados fuera de ella.
-Lo único que me acuerdo fue que me tomaba una botella entera de tequila en mi cocina a las 2:00 de la mañana. Estaba sentado en una silla, mirando el reloj en la pared hasta que... me quedé dormido y caí al suelo - Dije, sintiendo una resaca imaginaria con tan solo recordarlo.
-¿Por qué tomabas tequila así sola a semejante hora? ¿Ya estabas ebrio, o te había pasado algo? - Preguntó Twilight, acomodándose los lentes.
-¡Tal vez estaba celebrando su cumpleaños! O no... creo que no. ¿Quién celebra su cumpleaños sin amigos? ¿¡Tú lo haces!? ¡No digas eso! No, ¿verdad? - Preguntó Pinkie, un poco arrepentida de lo que acaba de decir. Después comenzó a susurrar - ¡Dime si necesitas a alguien que te haga una fiesta sorpresa de cumpleaños...!
-Nono, nada de eso. Ahora que me acuerdo, en Octubre cumpliré años. Bueno, a lo que iba: tomaba tequila con ánsias de emborracharme para pasar las penas. Me había pegado un ataque de depresión aquella noche, y saqué una botella nueva debajo de mi cama. Es una historia muy personal lo que me había hecho entrar así, y por eso me puse pedo.
-Antes de que se nos olvide, ¡ten! Dentro de esta carpeta hay fotos de las estudiantes desaparecidas. Dile a Cadence que las guarde por ti, ya le conté todo sobre ti y la vigilancia que llevarás a cabo - Dijo Twilight, entregándome una carpeta. Al abrirlo, habían fotos escolares de las que desaparecieron. Eran del tamaño de mi puño, con la facilidad de guardarlos
Reconocí a Mistery Mint, Coco Pommel, Soarin, Fleetfoot, Spitfire y otras dos que desconozco. La última no era una foto escolar, era más bien una foto desde lejos a alguien de espaldas. La silueta, junto con el corte de cabello me parecían muy familiar, pero no la reconocía. Era una chica con el cabello llegándole a sus hombros, de puntas recortadas. La otra foto sí era escolar, pero es una chica que no conozco; debe ser una personaje de fondo poco ocasional. Sin embargo, la que más me llamaba la atención fue la última.
-¿Quién es ella? - Pregunté, con mi dedo señalando a la chica de espaldas a la cámara.
-De ella no hay mucha información, solo se sabe que también desapareció. Ella no es de Canterlot High, como tú - Dijo Twilight.
-Me recuerda mucho a alguien de mi escuela, por eso pregunto - Dije, mientras guardaba la foto en mi bolsillo izquierdo, junto con las otras.
-Yo ni sé quién tomó la foto. Un chico la mandó, diciendo que ella era su novia. La raptaron unos tipos caradura en uniformes de la escuela Crystal Prep, y esa era la única foto que tenía en su celular - Dijo Twilight.
-¿Esa era la única foto que tenía? ¿Es en serio? Igual hay que salvarla. Sería muy gacho que no la ayudara, solo porque no es de Canterlot High - Dije, entregando de vuelta la carpeta a Twilight, pero vacía.
-Atentas chicas, ya llegamos - Dijo Sunset, asomándose por su ventana.
-Ahí está... mi infame escuela... - Dijo Twilight, desganada por nombrar la escuela en la que estuvo alguna vez.
El edificio se veía más grande de lo que creí. Era mucho más impresionante de ver que en la película. Sentía buenas vibras, y a la vez unas malas. Un sentimiento de solidaridad y hermandad, pero también de... como si visitara una escuela secundaria pública por el turno de la tarde. Los alumnos que observaba afuera y en las canchas se veían muy simpáticos. ¿Será que el aura negativo que emana la escuela proviene de la directora? ¿O es porque sé perfectamente que ahí dentro hay un grupo excluido que me pueden matar a golpes si descubren que soy de la escuela Canterlot? Puedo intuir de sobra que me meteré en un grave aprieto si descubren que soy el mismo inválido que asesinó a esos dos monstruos del Damage, Inc.
Esto ya me ha dado una muy mala espina, y desearía estar en casa... pero ésta fue mi decisión. ¡Alguien tiene que hacerlo! Y si pude apuñalar hasta la muerte a esos hijos de puta, entonces puedo someter a esa gente para liberar a esas chicas. Debo hacer esta noble acción y meter preso a la directora Cinch.
-Voy a dejarte unas cuantas cuadras más. Tenemos que disimular para que no sepan realmente cómo llegaste aquí - Dijo Sunset.
Con mucho cuidado de no llamar la atención, Sunset se estacionó cerca, pero fuera de la vista de cualquier estudiante.
-Para no causar sospechas, que alguien me ayude a poner mi silla de ruedas. ¿Quién me hace el favor? - Pregunté.
-¡Yo lo hago! - Dijo Pinkie mientras se bajaba del auto.
Ella abrió la cajuela del carro y bajó la silla de ruedas para colocarla enseguida de mi puerta. Me coloqué la gorra, los lentes de sol y la mascarilla durante ese tiempo.
-¿Todo listo? - Preguntó Sunset.
-¡Vamos, Shadowbolts! ¡Woo! - Grité con emoción.
-¡Está listo! ¡Contamos contigo! - Dijo Twilight.
Me bajé del carro y me senté en la silla. Al cerrar la puerta, Pinkie me llevó hasta la banqueta para que pudiera andar yo solito.
-¡Te deseo mucha suerte! ¡Te regalo este muffin para que no tengas hambre allá adentro! ¡Ve por ellos, tigre! - Dijo Pinkie, deseándome toda la suerte posible. Entonces, ella patea mi silla para darme impulso. Giré la cabeza y la vi mover su brazo para despedirse. Fue todo tan rápido, que no me di cuenta que mis ruedas ya estaban aplastando césped de la escuela Crystal. Qué fornida tiene las piernas esa mujer.
Andaba entre los estudiantes, sin recibir ni una mirada. Estaba nervioso de todas formas, porque en cualquier momento podría pasar algo. Pisaba territorio enemigo como un infiltrado. ¿Así se sentían los soldados estadounidenses cuando fueron enviados a Afganistán? Solo espero que no me caiga una bomba.
En las escaleras que dirigían a la entrada, me fui por la rampa diseñada para discapacitados, pero una de las chicas que estaban cerca me vieron:
-¡Espera! ¡Déjame ayudarte! - Dijo la chica, dándome impulso hasta arriba del todo.
-¡Aww! ¡Gracias! ¡Qué amable! - Respondí con una sonrisa.
-¿Necesitas que te lleve a algún lado? ¿Al segundo piso? - Preguntó la chica.
-¡Estoy bien, muchísimas gracias! - Respondí.
-¡Tengo tiempo de sobra! Me encanta ayudar a las personas discapacitadas - Dijo la chica con ternura.
-Solo voy a la biblioteca a terminar de leerme un libro, no es gran cosa - Repliqué.
-¡Voy a llevarte allá! - Dijo la chica. Entonces, procedió a empujar mi silla hasta el lugar. Supongo que es mejor que sea así, para que nadie note que no soy de aquí por solo ver el mapa de la escuela.
El interior era hermoso, con un estilo muy diferente al de Canterlot. Me encantaba más aquí. Me fascinaba el olor a flores, lo brilloso que era el suelo limpio, los cuadros en las paredes, todo. Miraba por todos lados, y no podía dejar de apreciar el pasillo. En el camino vi a Shining Armor, Lemon Zest y a Frosty Orange. ¿Cómo es que conozco a esta última?
-¡Listo! - Dijo la chica al dejarme enfrente de la biblioteca. Después, ella me agarra de los hombros - ¡No dudes en pedirme ayuda si me ves cerca!
-¡Muchas gracias! ¡Dios te bendiga! - Respondí.
Ella entonces sonrió y se regresó por donde vinimos. Fue muy encantadora, casi me borraba el miedo que siento al hacer esta misión. Incluso me hace creer que esta es una excelente escuela, solo es la maldad la que más asoma su espantosa cara... y supongo que esa cara es la de la directora. Me quité los lentes para colocármelos encima de mi gorra de los Shadowbolts, y entré a la biblioteca.
Dentro de ella, la señora del lugar no me pidió algún permiso o algo así, lo cual me alivia bastante. Estaría curioso leer algún libro de este universo y conocer al o la autora, pero me temo que eso será después. Primero debo encontrar a Cadence para poder asentarme en esta escuela. Conociéndome, de seguro vuelvo a hacer el ridículo...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top