- Hange.- Habló la pelinegra, llamando la atención de la nombrada. Ambas estaban viendo aquel hermoso anochecer en el lugar especial.

- ¿Qué pasó Amaimono?

- Estaba pensando y... ¿Qué harías si tuvieras un hijo?

- ¿A que viene esa pregunta?.- Pregunto totalmente sorprendida la castaña mirándola, ambas tenían en claro que podían adoptar pero nunca había salido el tema.

- No se, olvida lo que dije.

- Pues no te abandonaría en primera, ni a ti ni a nuestro hijo. Estaría muy feliz por formar una gran familia contigo y con eso me refiero a que si algún día se pudiera, tener 4 adorables pequeños con nosotras dos. Te amo tanto que nunca te abandonaría, te amo tanto que no te haría daño... Nunca

Escuchando un tarareo a lo lejos, aquella melodía que tarareaba hace unos segundos era escuchada más lejos. Siguió su camino al ritmo que llevaba, viendo una luz a lo lejos.

Vió todo muy alto, mirando a lo lejos una silueta que estaba, ¿Volando?.

- Les voy a dar ventaja, mantengan la con vida. Es lo que les pido... ¡Casi se me olvida!.- Sacando una caja pequeña  de madera y un sobre.- Dáselo que mi parte.- Sonriendo como siempre, pero sacando pequeñas lágrimas de sus ojos.

No quería dejarla sola, no quería hacerlo. Pero lo prometió, le prometió que la iba a detener si eso sucedía. Lo hizo y no iba a romper esa promesa, pero sin saber que rompió por segunda vez la más importante.

Despidiéndose de todos y dejando de comandante a Armin, empezando a tararear mientras se movía en los aires. Sonriendo mientras cerraba sus ojos, pero antes. Viendo a lo lejos su mirada.

Te amo

Volviendo a aquel lugar, sintiendo de nuevo la arena en sus pies. Cayendo de espaldas mientras soltaba varias lágrimas, escondiendo su cabeza entre sus piernas y abrazandolas. Sintiendo mucho dolor en su corazón, lágrimas que caían como la lluvia.

Lágrimas que caían con mucho dolor, repitiendo un nombre que le dolía mucho. Pero escuchando como agua corría y los árboles se sacudían, sintiendo como era abrazada.

- No es momento de llorar y esconderte.- Lloraba más, se aferraba a esa persona, se aferraba a ella. No quería dejarla ir, sintiendose más débil por dentro.

Sin poder abrir sus ojos, pero escuchando su voz y sintiendo su aroma. Dejando de llorar con esa melodía, que su amada le había hecho especialmente para ella.- Ayudalos...

Dejando de sentirla y sintiendo de nuevo la arena en sus manos. No abría los ojos, solo movía sus manos ligeramente y caminaba lento.

Siguiendo la melodía, siguiendo su aroma, siguiendo su voz.

- Ella... Nos está ayudando, pero tiene sus ojos cerrados.- Miraba como luchaba con sus ojos cerrados mientras los protegía.

- No sabemos dónde está, puede estar aquí o ahí.- Señaló a una versión más grande del titán, fijándose en el más grande y viendo cómo sus ojos también estaban cerrados.

Pero solo que ese tenía sus manos en su pecho de cubriendo algo.

Sabían a dónde ir, sabían que hacer.

Lo habían logrado, cortando sus dedos y viéndola ahí. Acostada de lado con sus piernas flexionadas y sus manos tocando su pecho. La sacaron con delicadeza, viendo cómo sus manos estaban aferradas a su pecho y su rostro estaba con lágrimas.

La llevaron a un lugar seguro, acostandola en el piso.

- ¡____- San!.- Gabi y Falco corrieron hacia ella, arrodillándose a su lado.- ¿Por qué sus manos están de color rojo?

Levi volteo a verla, se acercó como pudo y miro sus manos.- Hey, maldita. No puedes hacer esto ahora, no es momento de invernar. Deja de envolverte... Hazlo por Hange...

Su vista estaba en un solo lugar, escuchando voces a lo lejos y todavía su tarareó. Jugaba y movía sus pies infantilmente, sus manos jugaban con la arena.

- Es tan suave y hermosa.- Sus pequeñas manos formaban diferentes formas, de su cuello colgaba un anillo y lo miraba con tanta emoción.- Es tan hermoso, aunque solo tenga la mitad de un copo. Pero sigue siendo hermoso y lo adoro mucho.

Sonreía con tanta inocencia, tarareaba con a esa persona que estaba enfrente de ella.- Te amo

- ¡Despertó!.- Decía con emoción Gabi, viendo cómo la mujer abría sus ojos lentamente.

Sus ojos eran de nuevo negros, el degradado azul en su cabello había desaparecido. Pero todavía tenía esas marcas de transformación, un doctor la reviso y todo parecía normal.

- Había estado dos años dormida, me alegra mucho que haya despertado ____-San.- Habló con emoción, mientras miraba como la mujer tocaba su collar con delicadeza.

- Gabi, Falco. Salgan, tengo que hablar con ella.- Ambos entendieron y salieron, dejando a ambos adultos solos.

- Ella ya no está aquí de nuevo... Otra vez lo hizo, rompió la promesa por segunda vez... Sabes, no sé cuánto tiempo paso, pero yo la veía ahí, estaba conmigo formando una casa con arena mientras tarareaba, era tan tranquilo y sereno estar ahí. Que me olvidé de todo por un momento, olvide todo, solo éramos nosotras dos. Ella quería que despertará, nuestro último beso no fue como queríamos, pero le dije que la amaba y solo así desperté... Ahora entiendo lo que me dijo...

- Me pidió que te lo diera, léela cuando quieras.- Le entrego la caja y le dejo el sobre en la cama. Apoyándose en la silla de ruedas, abrió la puerta dejando pasar a ambos niños.

- Yo... Lo siento, mate a.- No pudo terminar, ya que fue interrumpida por ____

- No tienes porqué disculparte, no es tu culpa. Es algo que iba a pasar... No es tu culpa...- Agachó su cabeza mirando el sobre y la caja, los tres salieron de la habitación dejándola sola.

A los tres días le dieron de alta, pero ella quería regresar a Paradis y eso hizo. Mirando el mar mientras estaba en el barco, abrió el sobre con cuidado sacando varias hojas de papel.

Para mi amada ____

¿Qué es el amor?

No sé cómo explicarte lo, pero, para mí es paz, es libertad, es bondad, serenidad, tolerancia, honestidad, te podría decir muchas cosas que es el amor. Es el cariño que hay, el amor se puede expresar de muchas formas diferentes.

No me arrepiento de estar contigo, de casarme y hacer una familia contigo. Pero como dije, en el amor hay confianza y honestidad. Algo que yo rompí.

Hace unos años me enferme, empezó con algo de fiebre y al final termino siendo algo incurable. Alisson me presionaba con que te debía de decir y tenía que estar en tratamiento, pero yo me negué. Decidí que era mejor no decirle a nadie y solo mantenerlo entre nosotras, Levi se terminó enterando y me presionaba mucho con eso. No era algo contagiable, pero si algo genético.

Estuve así por varios años sin contarte, sufría solo para mí. No quería que tú lo hicieras, no quería que sufrieras más. Te amo tanto que no quería que pasarás lo que yo tengo, por eso te lo oculte... Lo siento tanto, no puedo darte lo que yo quisiera, me duele tenerte que perder, me duele separarme de tí. Pero te lo prometí.

Te dije que te iba a detener si sucedía el Retumbar y eso haré, me sacrificaría aún si eso significa perderte. Pero no te voy a dejar sufrir, ya te lo dije, te amo tanto que no lo permitiría.

Y eso debes de hacer tú, debes de despertar para amar, sonríe, vive, sueña, pero no sufras por mí. No llores por mí, no quiero verte llorar en las noches por mí, no te quiero ver sufrir, quiero verte sonreír y verte feliz, quiero que puedas vivir en paz. Que todo ese dolor que tienes ahí guardado, se vaya, no importa lo que digan, tú vales mucho, importas mucho, eres alguien especial e impresionante con grandes habilidades. No dependas de alguien, haz lo mejor para tí, lo que creas que es correcto, haz lo que nadie hace y arriésgate.

Espero y nuestro último beso sea ahí, en aquel lugar. Dónde sabemos que somos felices, viendo caer las Sakura's y la agua fluyendo, viendo las estrellas y abrazándonos. Piensa en lo más bonito, en lo especial, en esos momentos que tuvimos tan hermosos.

Te amo, te amo tanto que aunque te quiera para mí siempre, no puedo hacerlo, quiero verte feliz con alguien que te ame y te de todo lo que yo no pude.

Porque...

Yo solo fui un amor inexistente e imposible

Lágrimas caían de sus ojos, la caja sacaba una hermosa melodía. Su pecho dolía, pero una hermosa sonrisa estaba en su rostro, por ella. Por aquel amor que no pudo ser posible como ellas querían, era el destino. Un amor que la hizo despertar, que la hizo humana.

Un mundo el cual es cruel, uno donde una se sacrificaría por la otra así duela. Lo único que sueñan ambas es estar juntas y poder vivir sin ninguna batalla en medio, uno donde estén en su lugar.

Y ahí fue donde pudo estar en paz, dormida, con sus manos en su pecho y en ellas el collar y un solo pétalo. Sintiendo caer los pétalos de Sakura's en su rostro. Escuchando las risas de Gabi y Falco, abriendo los ojos y sonriendo. Viendo los rayos de sol y el cielo, volteando su rostro y viendo el cuerpo de Hange sentada.

Ambas se miraron y sonrieron, sentándose a su lado. Sus manos entrelazadas y juntas, recargada en su hombro y mirando el cielo.- Tenías razón, tenía que...

Despertar para amar