Todos

¿Por qué?

La única respuesta que obtendrás será en un futuro.

¿Por qué ahora?

Me levante mientras me tallaba sus ojos, quitando todo resto de lagañas, para después caminar hasta la regadera y arreglarse, al final fui por mi querida yegua y me subí en ella, fui rumbo al lugar donde sería el juicio de Eren Jaeger, no fue tan largo el camino.

Llegué con un poco de retraso, pero justo a tiempo para dar mi declaración sobre el asunto y hablar de todo.

- ¡¿Cómo confiaremos en ellos si ella no está aquí?!

- De hecho, ella está aquí mismo. - Dijo Edwin mientras señalaba a mi dirección. – La comandante Aikawa nos acompaña para declarar.

- Si Eren se queda con nosotros, no solo podremos recuperar la muralla Maria, podríamos salir al exterior y avanzar con nuestras investigaciones. Me hago cargo de él y lo que puede hacer, será entrenado y bajo mi cargo, evitare errores futuros. Ambos tenemos un poder que aún no sabemos de donde proviene, pero con nuestros avances podríamos llegar a la raíz de todo esto

- ¡Por esa misma razón, ahora nos salen con que ella es un titán, qué tal si es plan de su abuelo y nos traiciona junto a él! - Me moleste, mi abuelo y mi familia entregaron su corazón a la humanidad siendo devorados por los titanes al protegerme y a los demás.

Pude sentir las manos de Hange acariciando las mías para tranquilizarme, tenía mis puños cerrados y seguramente sangré cayendo de las heridas que se formaron por mis uñas, aquel momento lo sentía más borroso.

- Tranquila, inhala y exhala. Estás sangrando de tus manos, no podemos arriesgarnos en estos momentos. - Dijo susurrando en mi oído, hice caso y me tranquilicé. – Ya casi ganamos, ya casi

- Tienes razón, en cualquier momento podría convertirme ahora mismo en titan y traicionarlos. - Todos me voltearon a ver asustados, necesitábamos eso, prometí defenderlo y no pienso fallar. - Pero no lo haría, pues no deshonraría el apellido Aikawa, gracias a nosotros a la Legión de Reconocimiento siguen vivos y comiendo como reyes. Hice un juramento y no pienso romperlo, confío en que el poder de Eren y el mío podrá llevarnos a un gran futuro.

Se habló del ataque de Eren contra Mikasa, junto a un archivo de hace 6 años, donde ambos terminaron cometiendo un homicidio en modo de defensa personal.

- ¡Solo cállense y pónganlo todo en mí!

Mierda Eren, cállate.

Levi saltó hacia él y le dio una patada haciendo que un diente de él saliera volando, un golpe en el estómago y lo detuvo bajo su pie.

- Les propongo algo sobre eso. Para medir la pacificación de estas circunstancias, en la próxima exploración fuera de los muros, demostraremos que Eren es beneficioso para la raza humana. Bajo la sanción y la disciplina del sargento Levi, y el entrenamiento y cuidado de la Comandante Aikawa. Debería de juzgarse según esos resultados posteriormente.

- ... Lo he decidido: Confío a Eren Jeager al Grupo de Investigación. Sin embargo, dependiendo de los siguientes resultados, nos volveremos a encontrar aquí.

Al final terminamos ganando, antes de irnos Hange agarro la muela que se le cayó a Eren por el golpe de Levi. Nos encontrábamos en una sala, Hange le estaba limpiando las heridas a Eren mientras que yo solo miraba mis manos.

- Ya fue suficiente Hange, déjalo en paz. - Le dije, pues ahora mismo estaba revisando le la boca a Eren, pero como siempre hizo caso omiso tuve que ir por ella y arrastrarla por el cuello de su blusa.

- Gracias. - Me agradeció y solo voltee hacía un lado, pues estaba molesta. Las heridas llevan tiempo que no se han querido sanar solas y eso hace que tenga múltiples cicatrices.

- ¿Sigue igual que antes?

- Si, ya pasaron varios meses y siguen tardando en cerrar. Ahora tengo más cicatrices en la espalda que en otra parte del cuerpo.

- Deberías de estar descansando. – Mire a Edwin mientras me acomodaba mejor.

- No podía dormir. - Solté con molestia y tristeza, recordar mi pasado no es lo mejor. Llevo más de veinte años siendo un titán, al ser el único mi poder se utilizaba mucho en las expediciones.

El silencio reinaba la habitación, luego de unos minutos salimos y nos dirigimos al antiguo cuartel central del grupo de investigación.

Mientras Hange, Moblit y yo nos encargamos de Bean y Sawney. Nombres puestos por nosotras dos.

- ¡Que se llamará Bean! ¡Ya escogiste tú un nombre, ahora déjame a mí!

- ¡Pero, es que! ¡Ahhhhh! - Chilló Hange, las dos peleando por los nombres de ambos titanes y como estaba de terca le pellizque su brazo. - No era necesario eso, si me dolió.

- Bueno se llamará Bean. - sonreí en forma de burla, claro que solo ella lo notó. Me acerque a Bean y de inmediato intento comerme. - Te lo dejaré a cargo Hange, tengo que ir con Eren. Qué lástima que nadie se salvó de la limpieza de Levi.

- Está bien princesa, no tardes mucho.

- -Te dije que me dejaras de llamar así. - Voltee molesta, pero de un descuido logró besarme mientras tenía su risa burlona.

- Prin-ce-sa. - Lo dijo fastidiándome con su sonrisa burlona, solté un suspiro y me fui. Llegué al comedor, dónde se encontraban los chicos de Levi, Levi y él.

Me senté a un lado de Levi, los demás me veían. De las pocas personas que me caían bien, eran esos niños.

-Como dije antes, nosotros dos nos encargaremos de entrenarte a ti y al titán. - Lo miré mientras bebía mi café, luego de unas horas llegó Hange. Los chicos se habían ido y solo quedábamos nosotros tres.

El sueño me gobernó y mis ojos se cerraron, seguía débil y eso me desagradaba mucho. No podía escuchar nada de lo que decían, estaba sumergida en mis sueños.

Empecé a recordar mi pasado, uno duro y maldito, era algo que no me dejaba escapar, no podía siquiera abrir mis ojos. Era como si me obligarán a verlos, como si pusieran sus dedos en ellos aplicando fuerza, escuchaba y veía las mismas escenas de niña, o bueno, las únicas que lograba recordar.

Quería gritar y hablar para que me despierten, pero nada salía de mi boca. Ningún sonido podía hacer, ni mi cuerpo se movía. Me comenzaba a asfixiar, sentía cada parte de mi ser siendo destruido una y otra vez.

El único sentido que me quedaba era el oído.

Esa es mi pequeña niña

Sin duda es una niña inteligente, se podría decir que es mejor que todos los Aikawa.

Tienes razón hermano, será ella quien acabe con ellos

¡Papi, mami, miren el mar! Era una pintura que había hecho, corría con el cuadro de tela lleno de pintura. Se podía ver tal y como lo dije, el mar.

Esta hermoso cariño, tenemos que ponerle tu firma vamos - Ahora la pequeña mano estaba llena de pintura negra, la colocó en una esquina del cuadro y la quito. Dejando ver la pequeña mano con pintura negra, en la pintura del mar.

A bajo de esta, agarro una pluma de tinta y escribió su nombre junto a la fecha.

Otra escena diferente, la que no me deja dormir. La del momento en que él me inyectó aquel líquido, en el cual sus palabras seguían sin poder escucharlas bien, sin poder entenderlas y dejándome con aquella duda. Donde mi garganta dolía de tanto gritar y mi conciencia se desvanecía.

Sentí varias manos en mi cuerpo, sacudiéndome de un lado a otro. Los gritos eran audibles y cada vez más fuertes.

Con pesadez abrí mis ojos, estaban húmedos y mi cara la sentía igual de húmeda. Vi a Hange como soltó un suspiro y sonrió, al mirar enfrente estaba Eren con su cara preocupada.

Me reincorporé, estaba en las piernas de Hange y solo estiré mis brazos. De inmediato Hange me abrazo y yo solo la mire con curiosidad.

- -Me asustaste, soltabas de nuevo los rayos y estabas a punto de convertirte en titan. Estabas llorando y respirabas pesadamente.

- -No sabía que usted se podía convertir en titan sin morderse.

- No es necesario lastimarme o sentir dolor para transformarte, no todos hacemos eso.

Espera, ¿a qué me quería referir con eso? ¿Por qué dije eso?

Todos nos quedamos confusos ante lo que dije, no tenía idea del porque mencioné eso, no sé a qué me refería con "todos".

Seque con las mangas de la chaqueta mis lágrimas y lo que quedaban de ellas, Hange parecía no querer soltarme una mini pelea se formó entre las dos.

Me quejaba de que no me soltaba y ella hacía su agarre más fuerte, Eren parecía divertirse.

Al final me terminó por rendir, pues con esta mujer no se podía nada.

[Uyuy algo largo el capitulo para compensarlos]

-S-

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