#7. Eres lindo, Leo.
Las narices de ambos chocaron, y Leo pudo sentir las lágrimas de dolor y vergüenza acumularse en sus ojos; se separó de inmediato, para llevarse las manos a la cara mientras lloriqueaba. Pudo escuchar a Anahí quejarse también, pero poco a poco convirtiéndose una risita nerviosa que él mismo siguió.
—No esperaba una ayuda tan bruta, lo admito.
Se carcajearon, ella todavía enredada entre las ramas.
—El amor es duro —suelta el chico, sin pensarlo mucho.
Pero ahí estaba ella, mirándolo con la cara muy roja, y los ojos bien abiertos, brillantes y clamando una explicación a semejante comentario.
Si, bueno, no es como que la valentía durara mucho que digamos.
—Hay que sacarte de ahí, o te comerán los mosquitos —exclama, sacudiendo las manos ante mosquitos inexistentes y con la esperanza de echarse algo de aire.
Mientras desenredaba amablemente los rizos de Anahí, esta no había apartado la mirada de su rostro, y no estaba seguro si ella era inconsciente de lo que hacía, o era a propósito. Sus grandes y oscuros ojos parecían gritar tanto que no era capaz de asimilarlo todo. Tal vez se estaba tomando demasiado tiempo con su trabajo, tal vez lleva tragando saliva como tres veces.
—Eres lindo —murmura de pronto, parece inmersa en sus pensamientos.
Cuando la mirada de ella al fin se enfoca en la de Leo, se percata de que lo dijo en voz alta de verdad, deseaba decirlo, pero no esperaba que sus cuerdas vocales fueran lo suficientemente intrépidas.
—Gracias —Le dedica una sonrisa bochornosa, nunca antes lo habían llamado de esa forma.
Finaliza con su tarea, pero posa las palmas de forma tentativa sobre el cabello, acunando con delicadeza la cabeza de Anahí sobre sus orejas. Ella se muestra sorprendida, no hay algo en sus gestos que lo obliguen a separarse; así que intenta ser más obvio, dando un paso adelante.
Ahora está tan cerca que puede apreciar mejor sus oscuras pestañas, y unas pequeás cicatrices en las mejillas y la frente, seguro producto de las travesuras que hace habitualmente. No puede evitar sonreír un poco.
— ¿Está bien si...? —la voz se le escapa, teme seguir porque sabe que se avergonzará y tal vez termine corriendo de vuelta al búnker.
Pero Anahí entiende a lo que se refiere.
Ella está nerviosa, pero el tacto de Leo le da el suficiente valor. Así que levanta sus propias manos para tomar las de él, bajándolas gentilmente hasta que tocan sus mejillas. No lo diría en voz alta, a veces fantaseaba con besar a alguien, y que esa persona la sujetara de esta forma; lo veía en las películas y le resultaba adorable.
Se hizo hacia adelante, chocó de forma juguetona su nariz contra la del chico frente a ella.
—Así se chocan las narices, aprende para la próxima.
Leo vuelve a reírse, con puro júbilo reflejado en su rostro. Se siente cálido mientras se inclina para unir sus labios.
El primer beso de Anahí y Leo es corto, pero es dulce y suficiente para descubrir lo adictivo del acto. Es por eso que a los segundos se dan otro, y luego otro, todos tentativos para poder conocer mejor los labios del otro.
Llegan a un punto en que intentan separar un poco los labios, moviéndolos con inexperiencia, tal vez haciendo algo que más tarde les resultará vergonzoso, una vez se encuentren a punto de ir a dormir. Pero entonces las emociones que los embargan hacen que el momento sea genial.
—Me gustas —Anahí jadea, cuando se separan al fin.
Parece redundante, pero algo dentro de ella necesitaba decirlo en voz alta, que él lo supiera.
Leo le sonríe con tanta ternura que se le estremecen las piernas.
—Lo noté. Y por si queda alguna duda, también me gustas.
Se ríen como idiotas, sonrojados y acalorados, en medio de árboles y plantas, escuchando al resto de los campistas gritar porque alguien le hizo algo a Clarisse y estaba furiosa.
Esta vez deciden darse un abrazo, como para asegurar que no es un sueño y realmente todo esto ha pasado, tienen al otro justo al frente.
— ¿Quieres ir a comer algo?
—Claro... Pero, ¿esta vez podrías ayudarme tú a salir de las ramas? Creo que tengo unas cuantas atoradas en el cabello.
Ese día, además de revelar sus sentimientos, descubrieron que Anahí no es tan buena desatorando personas de las ramas, pero el amor puede ser duro, o algo así había dicho Leo.
⚒🛠⚒🛠
Qué pena volver después de tanto lol Estaba segura de que ya había escrito algo, pero no, no importa porque igual siempre quise que esta historia fuera light y bonita con final feliz.
Perdón por tardar tanto😢❤❤ Espero que anden bien.
No sé si este es el final, awantenme que relea AJAJAJA No sabía su propia historia ahre. Espero volver pronto con algo más y ya darle un cierre a la historia.
Amor para ti, quien sea que todavía ante por ahí uwu Gracias.
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