Los dos habían llegado a la oficina de Hannah, donde Jace se adelantó para abrir la puerta y notificarle a su madre de la visita inesperada del híbrido.

―Mamá, hay alguien aquí que quiere verte― dijo Jace mientras Hannah Forbes escribía en su laptop.

No tenía sentido negar el hecho de que, de una forma u otra, ella y Klaus tenía una conversación pendiente, les gustara o no. Sin que Klaus lo supiera, ya estaban conectados por Jace.

―Déjalos pasar― dijo Hannah mientras su atención estaba completamente en su laptop.

Si hubiera levantado la vista hacia su hijo o lejos de su laptop, habría sabido que Klaus estaba en la puerta. La única persona que tenía la intención de evitar pase lo que pase.

Jace se había ido y antes de salir por la puerta le dijo a Klaus ―Puedes entrar ahora.

Jace dudaba en dejar a los dos solos, sin saber el estado en el que estaría su madre después de hablar con el hombre que le había roto el corazón. Cuando Klaus entró, el corazón le latía con fuerza. Solo había una mujer que podía hacerle eso a Klaus, y esa era Hannah Forbes. No había nadie más que pudiera hacerle sentir de la forma en que se sentía ahora, y estaba satisfecho con eso.

―Hola, amor― habló Klaus.

Esta declaración hizo que la rubia levantara la vista de su laptop y que sus ojos se ensancharan ante la persona frente a ella. No sabía si estaba así por el miedo o la conmoción. La joven nunca había temido realmente de Klaus hasta el día de hoy; ella no tenía ninguna razón para hacerlo. En este caso, la única razón por la que estaba asustada era porque no quería que Klaus se enterara sobre su hijo.

―¿Qué estás haciendo aquí? ― Hannah respondió con dureza.

Había corrido hacia la puerta abierta detrás de él, y la había cerrado rápidamente mientras miraba hacia el pasillo para ver si alguien la había visto.

Klaus tenía una sonrisa de suficiencia en su rostro, quería hablar con ella sobre su pasado, pero no pudo evitar admirar a Hannah. La forma en que se movía, la forma en que se veía. No había cambiado mucho, y el hecho de que ahora era un vampiro le dio a Klaus el tiempo que necesitaba para recuperar su confianza y su corazón.

―Estoy aquí para verte― respondió Klaus.

Estaba tratando de ser lo más encantador posible, queriendo ganarse el corazón de Hannah lo más rápido y pronto posible. Sin embargo, eso no iba a suceder pronto y eso era más que claro por la mirada que Hannah le estaba dando.

Con su fuerza de vampiro, había empujado a Klaus en dirección a la puerta. Sin embargo, sus esfuerzos fueron inútiles ya que Klaus era más fuerte que ella, de un momento a otro los roles se invirtieron. La había empujado contra la puerta y de pronto pudo sentir sus labios sobre los de ella.

―Mira nada más lo que tenemos aquí― dijo Klaus justo después de empujarla contra la puerta.

Quería ceder, estaba desesperada por ceder. En ese momento creyó que su resistencia hacia él era mezquina y que debía ceder.

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DI NO A LOS LECTORES FANTASMA.

Todos los derechos y créditos reservados a la autora original: --mikaelson

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