Klaus Mikaelson estaba sintiendo un torbellino de emociones. Sabía que existía la posibilidad de reencontrarse con el amor de su vida, Hannah Forbes.

Aún así, nunca imagino ni en un millón de años que ella se convertiría en vampiro. Una de las razones era que ella era feliz siendo humana, viviendo como una persona normal, solo que siendo consciente del mundo sobrenatural.

Parece que nadie obtenía lo que quería.

Klaus se había imaginado el peor de los casos, en el que ella había seguido adelante con Alaric Saltzman. Que él dejo de ser importante para ella, y que tuvieron a la familia perfecta antes de que ella se convirtiera en vampiro.

A pesar de que eso estaba muy lejos de la verdad, no estaba del todo equivocado. Solo que el desconocía que uno de los chicos que llaman madre al amor de su vida era en realidad su primogénito, su hijo.

―Necesito hablar con Hannah Forbes― habló Klaus a la persona que estaba parada en la entrada de la escuela.

Necesitaba respuestas, quería que sus preguntas fueran respondidas, que tenía derecho a ellas, aunque en realidad no fuera así. Él había arruinado algo que le pudo haber dado felicidad para toda la vida, y no tenía a nadie a quien culpar más que a el.

―Lo siento señor, pero no tiene cita con ella. Así que no puedo dejarlo entrar― respondió el hombre.

Sabía exactamente con quién estaba hablando. Estaba hablando con el famoso híbrido, el que la comunidad sobrenatural había llegado a temer. El hombre podía ver su vida destellar ante sus ojos, estaba listo para morir a manos de Klaus Mikaelson. Todo esto por la expresión facial que tenía Klaus, una que solo mostraba ira.

―Hola Tony, no te preocupes― dijo Jace Forbes detrás del hombre.

El hombre había dejado escapar visiblemente un suspiro de alivio, no queriendo tener interacciones futuras con el híbrido, ya había tenido la dosis suficiente para su vida eterna.

―Esta bien Jace― respondió el hombre.

Luego abrió las puertas y dejó que Klaus Mikaelson entrara en la escuela. Lo que le esperaba era un hombre rubio, al que nunca había visto antes, aunque le resultaba increíblemente familiar. Era como si algo lo estuviera llamando hacia el, aunque no sabía qué era.

―Así que tu eres el tipo que rompió el corazón a mi mamá― respondió el hombre.

Los ojos de Klaus se agrandaron y entonces supo que el chico frente a el era alguien a quien no le agradaba en absoluto.

―Jace Forbes― dijo y extendió su mano para estrechar la de Klaus.

Aunque dudo, Klaus estrecho su mano con la de Jace y luego los dos habían entrado en la escuela en silencio.

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DI NO A LOS LECTORES FANTASMA.

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Todos los derechos y créditos reservados a la autora original: --mikaelson

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