1.- Llama embrujada
Era ella o yo; no soy una traidora, ella hubiera hecho lo mismo, yo no... ¡Yo no hice nada!
Aquella delphox abrió con cuidado sus ojos para observar hacia el techo, luego levantándose, observándose y finalmente, suspirándose para sí misma.
"Tres... Semanas...".
Entre el chillido de los resortes oxidados, su pelaje se arrancó en mechones con su levantamiento tembloroso; un colchón rasgado era donde se había desmayado nuevamente, y un rugido de estómago le hizo recostarse la pared, sin energías.
"Sólo quería vivir, no... No soy una traidora, ella hubiera hecho lo mismo".
Una pata tras otra, sus pasos sonaban como tambores entre las tinieblas de la nada, las cuatro paredes eran su nueva compañía, la visión del sol apenas se le presentaba entre grietas del techo, solo su viejo recuerdo le motivaba a ver, le motivaba a siquiera levantar los parpados y tocar como mínimo dos o tres veces el muro que la retenía, total ¿Que mas pérdida podría tener ahora?
Acabó golpeando una vez mas de lo esperado, cuatro veces lo probó, cuatro veces escuchó igual, un sonido profundo que iba y venía a través del otro lado; finalmente cedió arrodillándose contra el muro reforzado, su cuerpo sintió un crujido bajo, ella chilló en agonía con lágrimas que rebosaban de sus ojos empañados, y fijó su mirada en su pierna izquierda, ya delgada por la desnutrición.
—"Fracturada...". —Ella misma se autodiagnosticó al darse cuenta de que no podía moverla, su mirada se mostró dolorosa, arrastrándose de vuelta a aquél mismo colchón con varias manchas de sus despertares pasados y sus accidentes desviados.
Pesadillas, sueños inconclusos, todo había empezado cuando despertó por primera vez allí encerrada: En aquél entonces no veía a nadie ni escuchaba nada, sólo había abierto los ojos y, de un momento a otro, se halló a sí misma acostada en aquélla cama maloliente sin sábanas o idea alguna de por qué ahora estaba sola, ese no había sido el trato que ella había firmado con su propia mano y canto en primer lugar.
Sea cual sea el caso, ahora ella estaba aferrada en bolita con su rostro apegándose a una mancha maloliente de la ya mencionada cama, ni siquiera había hecho algo relevante y ya sentía que había recorrido todo un maratón sin espacios para beber agua o comer, su frustración le hizo arañar el colchón, y había comenzado a maldecirse a sí misma en voz baja con sus tripas rugiendo como leones en una jaula. —"¡Estúpida, estúpida!". —Durante un periodo corto ella se atrevió a cortar con mas fuerza el colchón y sacar el relleno de este mismo, no quería dormir, su cuerpo le suplicaba recuperar energía, pero ni siquiera podía pensar con claridad, la adrenalina le había fundido su poco conocimiento lógico hasta ese entonces.
Ahora el suelo estaba cubierto de algodón amarillento. Sin mas, su cuerpo cayó rendido y sus jadeos apenas eran audibles para sí misma, nuevamente, era otro fracaso más para el montón.
Ḧ̷̛͚́̅̃͌̋͐̑̈̈́̾̕̕͝ḛ̷̿̈́̓̓ä̸̡̡̢͓̠͖̫̰̘͖͙̭́̑̄̃̐͒ṱ̵̭̯̬̰̱͕̬͙̘͍̋̀̄́͌͝ͅh̸̠̺̼͚̭̠̤̆͊̽̇̄͗́̄̕͘e̴̹̳̜͒̃͛͘r̶̡̼̞̝͕̳̗͔̫̯̮̱̣̮̦̈̉͑͒̿͑͘͘͝
Una voz le hizo abrir los ojos ligeramente, la reconocía con vagues pese a no haber tenido contacto con alguien es semanas. —"L-Luca...?". —La delphox había visto a su alrededor con confusión, pues no había nadie mas que su propio reflejo en un charco amarillo a su lado, obviamente no era agua, pero era realmente lo único que tenía a su disposición para al menos retener una de sus necesidades, pues la comida tampoco era una opción ahora.
—"Maldita gardevoir, vete a saber que me dió en esa cosa...". —Se quejó rascándose una de sus zonas ahora planas, sin pelaje y ahora con irritación, le dolía, pero no se comparaba en lo absoluto con su pierna ahora quebrada, se había aferrado nuevamente al sueño y a la espera de cualquier acontecimiento que le ocurriese, de todos modos, ahora estaba completamente sola.
Su sueño se le hizo pesado, el dolor del cuerpo le hacía luchar por no llorar de la agonía en aquél momento, respiraba y exhalaba con fuerza, ocultando su rostro amargo en el poco algodón que había dejado suelto encima de la cama, un pensamiento le hizo apretar sus colmillos, y luego otra lágrima rebosó su rostro. —"Si tan solo... Si tan solo Luca hubiera usado esfera aural". —Había comenzado finalmente a caer en el sueño, no por voluntad propia, se estaba desmayando nuevamente. —"Fué su culpa..". Apenas cerró sus ojos de inmediato el peso de su cuerpo desapareció, su mente se detuvo, y por último, su otro dolor por un misero minuto se detuvo.
"Su culpa...".
Un fuerte golpe le hizo volver a abrir los ojos ¿Día o noche? Al fijarse por una grieta en el techo notó que, extrañamente, ya era de noche y al parecer solo se había desmayado durante un par de horas en el día. —"¿Que... Que diablos fué eso?". Ya había comenzado a abrir sus ojos, sin embargo, otro golpe le aturdió y sacudió aquél cuarto dónde estaba; no sabía que ocurría, simplemente se levantó y observó al frente, nada estaba fuera de lo común, estaban sus típicas paredes manchadas en óxido, el suelo amarillento con algodón entre algunas esquinas, todo estaba de alguna forma común, al menos desde su punto de vista.
Oyó algo, un susurro ahogado detrás de su cabeza, sintió un inmenso escalofrío que le acabó ensartando como una bala en el cuerpo; Algo adentro de ella le insultaba rotundamente por no ver detrás de su propia cabeza, pero otra cosa le rogaba por dormir o evitar girarse sea como sea, no sabía que hacer realmente, principalmente pensó en irse por lo seguro y obedecer la idea de dormirse, pero la otra le ordenaba con firmeza que se girase y observara que demonios había sucedido, simplemente obedeció al final a la segunda opción y se giró, con un nudo en la garganta.
Describirlo era difícil, tenía miedo, confusión, hambre principalmente, pero lo vió: Un agujero en medio de la pared, sin luces, sin trozos rotos de pared, sin grietas en los lados, nada, simplemente era un agujero por el que al asomarse podía apreciar ligeros trozos de concreto, tierra, y otras cosas que bien le confundían mas. Sacudió su cabeza y frotó sus ojos, estaba despierta, el agujero estaba ahí, y de alguna forma sentía cierta corriente de aire proveniente de allí, sus ojos le iluminaron con ligera esperanza, salida o no, ese agujero podría llevarla a algún sitio, pero su pierna le hacía dudar ¿Que tan lejos llegaría con un hueso roto? La idea le hizo ponerse mas dudas en la cabeza al respecto, esperar a morir ahí o intentar salvarse, desde su perspectiva en realidad ni siquiera sabía cuanto tiempo le quedaba antes de morir por alguna hemorragia interna o por inanición, de hecho, ni siquiera sabía que tan mal ya estaba su pierna ahora, por mas que no quisiera, ya la respuesta era tan obvia que hasta se quería golpear a sí misma en la cara.
—"Por cosas como estas Gardy jamás me dejó a cargo ni una sola vez del grupo...". —Se había acercado como podía al agujero, el ruido y el anterior movimiento del cuarto le habían movido ligeramente de lugar, por lo que su pierna había vuelto a doler tal y como lo hacía antes, pese a ello, aún insistió en continuar, mordiéndose el labio e introduciéndose a sí misma en la abertura con extremo cuidado; era mas amplio por dentro de lo que pensaba en realidad, y mas allá podía observar una luz que parpadeaba ligeramente en el fondo, no parecía tan lejos, por lo que arrastrarse no sería una tarea tan ardua dado a que no tenía que usar mucho las piernas, aunque igualmente esperaba no quedarse nuevamente sin aire en medio camino al final.
Conforme avanzaba, una sensación cálida la interceptó cuando ya estaba llegando a la mitad del túnel, no le molestó, sin embargo no lo comprendió al principio, pues, en el otro cuarto solía hacer frío la mayoría del tiempo, y sin su varita de madera, no podía hacer mucho mas que abrigarse con su propio pelaje o usar algún que otro movimiento ígneo para intentar cubrirse del frío. ¿Porqué no usarlos para escapar? Netamente se seguía preguntando lo mismo, pues aunque era perfectamente capaz de derretir la pared de una sola llamarada, esta permanecía impune ante ella: Sin quemaduras; sin raspones; ni siquiera olor a quemado, sólo permanecía firme, con oxido en sus esquinas y con ella cediendo cada vez mas con el pasar de los días, todo hasta ese mismo momento, en dónde, de alguna forma ahora se había roto finalmente, aunque no de la forma que ella hubiera esperado honestamente para ese entonces.
Cuando al fin llegó a la luz del túnel, lo comprendió todo finalmente... Calderas.
Por qué, o que parte había acabado no le importó, un sentimiento de alivio la incentivó a salir del agujero finalmente y alejarse de aquella jaula claustrofóbica a la que había sido sentenciada durante todo ese tiempo, solo quiso ver algo mas que simples cuatro muros vacíos a su alrededor; ¿Cómo era posible? Llegó a pensar que alguien le había venido a rescatar, pero de igual modo, ahora había deducido otra razón para el fracaso de sus escapes. —"Esa maldita loca... ¡¿Me enterró viva?!". Conforme visualizaba la zona empezaba a juntas piezas con mas piezas, eso explicaba el agujero y la tierra, pero, si su intención era matarla a base de asfixia ¿Por qué había un agujero por donde corría un poco de aire fresco? O en todo caso ¿Por que correría el riesgo de ponerla en un lugar abierto donde podía incluso distinguir el día y la noche? Mas piezas faltaban en el rompecabezas, pero no podía evitar al menos sonreír al ver algo nuevo, y sobretodo, tener a su disposición lo que era beber agua nuevamente; entre quejidos y cierto esfuerzo, había podido mover un mueble para alcanzar una abertura sin tapa y posteriormente, acercarse al borde del caldero en dónde veía burbujas y vapor ardiente que salía directo a su cara, algo que sin dudas, le hizo relamerse los labios con ligero deseo.
Había incluso hundido su cabeza en el agua, al ser de tipo fuego esto le debería de causar algún mal, pero en ese momento bebía y bebía sin parar para saciarse a sí misma, el deseo era tan fuerte que solo sacaba su cabeza para respirar cuando le quedaba poco aire en los pulmones, el agua jamás le había sabido de tal forma y era incapaz de pensar en otra cosa que no fuera saciar su necesidad; pasados los minutos, ya había bebido gran parte de la caldera sin darse cuenta, e incluso su pelaje yacía mojado en gran parte por el agua, que, gracias a su tipo fuego, se veía inmune a lo que eran las quemaduras de todo tipo, respiraba con agitación, mirando el agua restante de la caldera con sus manos apoyadas y su pierna izquierda levantada para así evitar mas daños, se sentía satisfecha y ligeramente mas cómoda al sentir que se había aseado un poco mas a fondo, un sentimiento raro que le inspiraba ligera confianza nuevamente.
—"Uff..". —Había soltado un largo suspiro de satisfacción, separándose ligeramente del caldero. —"Necesitaba esto, si Luca lo viera se volvería loca, ella...". —Algo le detuvo, un sabor agrio en la boca le impidió continuar con su frase y seguir imaginando, algo le molestaba. —"...Probablemente se la haya comido en una comida, que sé yo, esa loca... Quién sabe que le hizo ya..". —Susurraba con amargura, viéndose sus propias patas con detalle, observando sus huesos y carne nuevamente humedecida, aunque pensativa al respecto de aquél tema antes mencionado, un tema que le incentivó nuevamente al objetivo general y principal de su estancia ¿Dónde estaba?
Tener nuevamente agua en su sistema le ayudó a organizar sus ideas de mejor forma, y con mucho mas cuidado que antes bajó al suelo y comenzó nuevamente su recorrido entre los pasillos de aquella sala; veía puertas en algunas esquinas, tubos que se aferraban en algunas partes del techo, y ciertos cables que yacían cortados en el suelo. La zona parecía extenderse en mas habitaciones aparte, y algunas las puertas de cerca lucían prácticamente abiertas, aunque atascadas de igual forma con oxido o mugre que estaba acumulado entre ellas.
—"Sea lo que sea este sitio... Parece abandonado, supongo". —Había pensado ella para seguir continuando; oía ruidos extraños por detrás de los cuartos, chillidos ahogados que podía escuchar cuando se acercaba a cualquiera de estos, y ciertos chispazos audibles que le erizaban la piel. —"¿Hay electricidad también?". —Había comenzado a ojear detrás de una puerta sin picaporte, notando ciertos parpadeos que iluminaban un pasillo circular con aún mas puertas en sus alrededores, y, posiblemente aún mas caminos. —"¿Que es todo esto? ¿Un almacén?". —La curiosidad le llevó a revisar las demás puertas aparte, encontrándose con la misma imagen de pasillos circulares que, contenían puertas y aún mas puertas a los lados, iba a ser un trabajo arduo revisarlas de una en una y no sabía con exactitud si podría hacerlo ella sola; optó por hacerlo de igual forma, dudaba de su capacidad física, y aunque había recuperado energías tras beber, su movimiento era mas que todo un paso lento, sólo podía caminar mientras se apoyaba con una tubería que había encontrado tras subir al área de las calderas a modo de muleta, cosa que le daría una pérdida instantánea si tuviese que correr de algo.
Eran ocho puertas en la sala, había entrado en la que lucía mas iluminada de todas y merodeaba por cada puerta, buscando cualquier cosa ya fuese comida, ayuda, o directamente, otro camino mas por el cual ir; algunas puertas estaban cerradas, otras prácticamente abiertas, pero adentro solo encontraba humedad y callejones sin salida, sus expectativas bajaron, pero continuó buscando hasta acabar con aquél pasillo, había suspirado con decepción al no poder encontrar nada y su camino se tornó a otra de las puertas principales que le quedaban, esta vez escogió una que parecía mas seca que la anterior, pero la iluminación era pobre por lo que tendría que ojear bien cada habitación para encontrar algo en general. De ahí en adelante su paso se tornó aún mas cuidadoso de lo usual, las puertas, a diferencia de sus contrapartes dañadas, estaban como nuevas, sin rasguños, sin oxido, lucían mas bien como si alguien las cuidase todos los días y se encargase de cerrarlas desde afuera; el paso por este pasillo fue mas corto que el anterior debido a estas mismas, pues ni siquiera podía escuchar ruidos del otro lado, si bien antes estaba decepcionada, este pasillo le daba un sentimiento de incomodidad extraño, como si alguien o algo se estuviese escondiendo detrás de ellas para evitar salir a la luz, o si bien, quisieran encerrarla nuevamente tal y cómo habían hecho antes en el cuarto del otro lado del agujero, fuera como fuera, aquél sitio estaba cerrado, y el calor tampoco afectaba por mas que quisiera hacer algo, había asumido que quizás era el mismo material que antes, por lo que derretirla no sería una opción, aunque de vez en cuando podía escuchar nuevamente que algo se movía del otro lado, algo que al salir, le había dejado con un sentimiento de estar siendo vigilada con cada paso que iba dando en el laberinto de puertas.
La última fue quizás la mas extraña de todas, a diferencia de los otro pasillos, esta no era una clase de circulo con varias puertas a sus lados, sino, una escalera descendente con menos puertas que las anteriores, si algo era de recalcar, eran aquellas puertas que mas que cerradas, parecían irse cayendo pedazos a pedazos por si solas, la pokémon de fuego supuso que estas quizás eran incluso mas viejas que las puertas anteriores, por lo que ahora estaban prácticamente abiertas, aunque claro, sin una iluminación concreta, sería de por sí ya muy difícil saber si había algo en las habitaciones o no. Bajó con extremo cuidado, buscando puntos de apoyo en las paredes conforme se acercaba mas y más a la primera puerta, notó que esta no traía picaporte ni manija, tal y como las que vió en el pasillo húmedo —Nombre que le había dado a este para orientarse—, que inspeccionó en primer lugar; un sentimiento de deja-vu le hizo retroceder ligeramente, pese a que quería entrar, un escalofrío recorrió su cuerpo nuevamente al ver el suelo infestado de cables quemados que soltaban chispazos en todas las direcciones hacia ella.
¿Que había pasado?
Su hipótesis principal era que la humedad simplemente había hecho estragos en el techo, y por ello lo cables se habían caído al suelo, si tomaba en cuenta el estado de las otras salas, podría ser que el tiempo las había averiado con el agua y la mugre, pero si ese era el caso ¿Por qué había una sala prácticamente intacta? ¿O de donde provenía el agua que estaba siendo hervida?Ella daba pasos suaves, evitando como podía el acercarse a los cables y a las chispas que soltaba, se veía a si misma como una marioneta moviéndose en todas direcciones, sin un lugar real al cual ir; en cuanto al cuarto, este parecía estar nuevamente vacío, no había señales de nadie, tampoco habían otros ruidos mas que sus quejidos de esfuerzo por no tropezarse, la poca luz que le ayudaba a moverse solo le ayudaba a no dar un paso en falso y morir electrocutada, no sabía como era que continuaba viva aún, pero continuó moviéndose con pasos aleatorios e intentando ver algo entre la oscuridad, hasta que, en medio de uno, había alcanzado a chocarse con algo plano frente a un cable eléctrico, no lo distinguía bien, pero podía distinguir que era plano mediante el tacto. —"¿Una mesa?". —Había pasado ligeramente sus dedos por el borde, notando astillas y grietas en las esquinas, de no haberse detenido por el cable quizás se hubiera hecho alguna herida con una esquina sin darse cuenta y, obviamente, acabar perdiendo el equilibrio resultando en una muerte instantánea en el suelo.
Su mano merodeaba con cuidado la superficie, no habían cables encima de la mesa, cosa que le aliviaba ligeramente, pero esperaba encontrar todavía alguna pista de una salida posible, sus patas se aferraban en un punto exacto entre los cables, el sentimiento de poder morir de repente le causaba estrés, pero se contrarrestaba con su pensamiento de equilibrio y mas deja-vus de su vida pasada como bailarina cuando era mas chica; poco a poco perdía la esperanza, pero un tacto frío le hizo erizarse y casi brincar del susto, era una clase de objeto metálico, y parecía haber tocado una especie de agarradera de algo, la impresión y la exigencia de encontrar algo le hizo tomarlo para observarlo mas de cerca: Olía quemado, al tocarlo con mas cuidado notó que este era extrañamente suave, un tacto único que delató su identidad con un objeto de cera, y posteriormente su identificación completa, era una vela que, aunque podía todavía ser usada, le causaba ligera decepción por no ser realmente una pista relacionada a su búsqueda ¿Cierto? Al querer encenderla con su aliento notó que el olor a quemado estaba prácticamente debajo de sus narices, pues la punta estaba ya quemada, y al revisar mas fondo no sólo descubrió que estaba puesta encima de una especie de plato metálico, sino que había cera derretida en la parte baja de la vela, era obvio, alguien la había utilizado antes.
Había dado un par de parpadeos antes de respirar hondo y acto seguido soltar una pequeña cantidad de fuego desde su hocico hacia la punta de la vela, su visión había mejorado considerablemente, y ahora, con igual cuidado que antes, estaba realizando un camino de regreso por encima de los cables con la luz siendo sostenida con su mano izquierda. Al salir del cuarto su primera gran impresión fue notar que los demás cuartos traían puertas distintas a la que recién había revisado, si bien veía algunas en mal estado, había un par de puertas muy similares al pasillo anterior, osea, puertas que no reflejaban daños o averías generales, fuera como fuera, ahora se había acercado a otra de las puertas en mal estado la cual, tal y como la anterior, no opuso resistencia y se abrió de par en par sin el mas mínimo esfuerzo, mas, adentro no vió nada distinto de la otra: Los mismos cables, la misma mesa en mal estado, era casi una réplica exacta del cuarto anterior, no había realmente una sola diferencia apreciable.
Su camino la había devuelto a las puertas macizas de aquella misma escalera, no tenía esperanzas de encontrar mucho mas, pues si eran iguales a las anteriores, probablemente ni se inmutarían a la hora de intentar abrirlas; había reposado su frente en la primera de estas puertas, pensativa en cuanto a su siguiente movimiento a realizar. —"Dijo que me dejaría libre si le decía todo, esa gardevoir, debe estar detrás de todo esto...". —Había susurrado para sí misma, sobándose ligeramente la pierna. —"Lucario hubiera sabido que hacer ahora...".
El crujir ligero de la puerta le interrumpió, y, casi por un reflejo, ella había retrocedido de inmediato chocándose de espaldas contra la pared detrás suya. —"¿¡Que demonios...?!". —Se había tomado el pulso momentáneamente, viendo ligeros trozos de la puerta maciza deshaciéndose casi como arena, su garganta se había cerrado, y solo respiraba muy lentamente a través de su nariz cada tres segundos ¿Que había ocurrido? Antes aquellas puertas lucían solidas, imponentes, y prácticamente inmunes a cualquiera de los ataques que ella intentase hacer, y ahora ¿Simplemente se había hecho polvo? Su mirada se fijó del otro lado de la puerta donde observaba ligeramente otra mesa pero en buen estado. Tras recuperar su aliento se acercó, apartando con cuidado los trozos restantes de la puerta arenosa. —"Bueno... Vía libre, al menos". —Con vela en mano había empezado a alumbrar el camino a su paso; veía cosas distintas a lo que había visto antes en las otras estancias, no había humedad, el cuarto, aunque a oscuras, parecía estar en mejores condiciones que los otros, quizás era algo obvio viendo como eran las puertas por fuera, pero algo no le daba buena señal, quizás eran los nervios, pero cada vez se sentía mas observada, y adicionalmente, que se estaba perdiendo poco a poco en un laberinto sin final real.
La luz alumbró la mesa, y ahí mismo observó un sin fin de sobres y papeles que cubrían por completo la mesa. —"¿Que es todo esto?". —Veía facturas, documentos médicos, y una que otra foto de algún desconocido tachada con una cruz roja en el medio, no distinguía bien para quienes eran los sobres o los documentos, tampoco conocía a nadie en las fotos, lo único que si podía distinguir era el hecho de que algunos fueran humanos y otros pokémon, fuera lo que fuera, ciertos párrafos que resaltaban palabras en algunos manuscritos como "Genes" o "Intercambio" le daban mala espina ¿A que se referían? Algunos ni se alcanzaban a leer aún con la luz de la vela, estaban viejos y el papel se había ensuciado en varias páginas de estos.
—"Sebastian". —Entre manchas y rasguños, leía lo que podía entre los párrafos de los sobres con dificultad e intentaba no empeorar las cosas haciendo que les cayese cera de vela, o aún peor, que alguna de estas se quemase un poco. —"Me pregunto que le habrá pasado a aquél par...". —Los recuerdos le habían inundados los ojos momentáneamente con la imagen de un cuarto anterior, un cuarto lleno de polvo, de aire que le ahogaba cada que intentaba dormir, y frío que le congelaba los huesos en las noches. —"Cuánto tiempo ya habrá pasado..". —Se había relamido ligeramente los labios al indagar mas a fondo, con la imagen psicológica de aquel trato que una vez hizo con el mismo diablo con el fin de ver la luz.
"¿Quieres ser tú o ella?".
Había retrocedido ante aquél recuerdo oscuro con sus patas temblantes, su boca, ahora con un sabor desagradable, estaba seca nuevamente con el recuerdo de cada una de las habitaciones repitiéndose en bucles y las frases remarcándose por sí mismas en las paredes. —"No fue mi culpa, no fue mi culpa...". —Por dentro algo le estaba carcomiendo, un pensar que le causaba nauseas y le impedía moverse por momentos, solo podía continuar moviendo sus manos, moviendo aquellos papeles y sus pocas suplicas mentales por respuestas que opacaban a los otros recuerdos desagradables; finalmente algo le hizo estremecerse en un shock, un toque helado con algo que yacía en el fondo de un sobre bastante nuevo en comparación a los demás, había tragado fondo momentáneamente, dejando la vela por unos momentos en la mesa para revisar que era lo que había encontrado. —"¿Que carajos...?". —Con cuidado había sacado un objeto pequeño, metálico, y con cierta forma extraña para lo que uno encontraría en un sobre, era una llave, una relativamente pequeña en comparación a una cualquiera que uno tendría para abrir algo; la delphox había alzado una ceja, pero sentía que podría serle relativamente mas útil si podía abrir algo, en especial con el tiempo corriendo a reloj con la luz de la vela haciéndose cada vez menor.
Se había retirado de aquella habitación, continuó bajando en aquella escalera hasta estar al frente de la segunda puerta maciza, intentó tocarla y probar si ocurría lo mismo que antes, para su grata sorpresa sólo observó que permanecía igual, quizás la anterior tenía algo que descompuso la puerta con su toque, o simplemente esta ya estaba en un estado mas que deplorable desde hace tiempo, pero si ese fuese el caso ¿Por qué justamente lo hizo ahora? El misterio tras las puertas le hacía dar mil vueltas, unas dañadas pero otras no ¿Había algo detrás de las macizas? ¿O quién o que hacía que fueran distintas a las otras? La anterior habitación le daba indicios de que allí tal vez hacían algo relacionado con médicos, no sabía que era exactamente, pero sospechaba que tal vez podría ser una sala de correo o algo parecido.
Quedó solo una puerta por revisar al fondo de toda la escalera, la delphox suspiró esperando que ocurriese cualquier cosa atrás, maciza o no, solo era cuestión de revisarla y en cualquiera de los dos casos, devolverse para revisar nuevamente las anteriores salas. Ya en el fondo algo le hizo revolver el estómago, no era asco, mas bien... ¿Emoción? No sabría como explicarlo, pues al frente, —la última puerta— era exactamente igual a las primeras que vió cuando llegó a la sala de calderas, es decir, no lucía rota, pero tampoco era exactamente nueva como las anteriores que recién ya había revisado; había sonreído mientras se acercaba e intentaba abrirla, sin éxito en ese intento, tras revisar notó que se trataba de un candado que cerraba la puerta. —"¡Me tienes que estar jodiendo!". —El pensamiento de la pokémon casi se hizo audible mientras acercaba la vela para alumbrar mas de cerca —"¿Que es...?". Había dado varios parpadeos antes de ver la cerradura del candado; era pequeña, y probablemente también era el candado mas pequeño que hubiera visto en toda su vida, fácilmente confundible con uno de alguna maleta, o incluso el candado de un baúl ¿Quién habría puesto algo así?
—"Se le acabó el presupuesto, acaso..?". —La pelirroja se había fijado con detalle en la apertura del objeto, pensando en silencio. —"Veamos si...". —Había intentado derretirlo o calentarlo un poco con la llama de su vela para luego quitarlo, cosa que al principio parecía funcionar y lo aflobaja un poco, pero luego cesaba, dejando al candado en el mismo estado de antes. — *Tsk* "¿Todo aquí es aprueba de fuego acaso..?". —Tras chasquear la lengua había tomado el candado nuevamente para examinarlo de mala gana, apretarlo tampoco servía, y su única gruta viable ahora estaba atascada por un objeto ridículamente insignificante que le retaba a intentar; decir que estaba frustrada era poco, se sentía acorralada, encerrada, incluso inutilizada por todos los lados posibles en un basurero con una luz que se encogía mientras ella fallaba en todos sus intentos por escapar.
—"Con Luca esto no ocurría...". —Nuevamente hizo mención de aquella alma pasada, ahora con una mirada afligida y asqueada. —"¡Maldita sea!". —En un acto de furia había golpeado el candado a modo de desahogarse, pero nada ocurría, él seguía ahí, colgado mientras la delphox sentía adrenalina y su estómago rugiendo en hambre, por un minuto llegó a creer que alguien se reía, que incluso una mínima cosa como esa le encadenada a su tormento por completo ¿Cómo podría describirlo ahora? Alas cortadas, y caminos sin salida, sus ojos lucían cristalizados, sus patas apretadas con furia en sus garras, y sus piernas temblorosas, incluso si se habla de su pierna rota, sólo temblaba en impotencia contando sus últimas opciones ¿Que cosa podría hacer ahora?.
—"...La llave". —Su cabeza se había despejado al fin, dándole lugar a sus pensamientos nuevamente, ahora había sacado la llave entre su pelaje, e, irónicamente, encajaba perfectamente con el tamaño de la cerradura del candado. Había respirado angustiosamente, frotándose los ojos y recuperando su hilo de pensamientos nuevamente.
—"Voy a enloquecer a este paso". —Había guardado un momento de silencio para respirar profundamente y meter la llave en el candado.
*Clack*
Un sonido indicó la apertura y el candado cayó al suelo rompiéndose en dos piezas, delphox observaba con ojos incrédulos y patas cerradas, pero con una pequeña sonrisa de alivio y satisfacción momentánea antes de observar hacía adentro con la luz que tenía.
—"...Ya veo por qué zoroark odiaba salir de noche". —Un mal presentimiento le había escalado por la espalda, apenas distinguiendo lo que se asomaba por la entrada del cuarto; había tomado su tiempo, pero se adentró en las profundidades del último cuarto, con un sendero de cera de vela tras todos sus pasos.
Había pisado por encima de... ¿Grietas? Al iluminar notaba trozos de suelo destrozados en sus alrededores, y en ocasiones vigas de metal que se habían salido de las paredes, no era muy sorprendente en comparación a los demás cuartos, por lo menos podría caminar sin preocuparse de pisar algún cable eléctrico, o ver zonas podrías por humedad en las paredes.
No habían mas puertas... Pero el cuarto era inmenso, fácilmente comprable con la zona al inicio de su travesía, pero que se diferenciaba en lo que era el suelo o algunos cables que se colgaban desde el techo. Continuaba buscando, y a la vez mantenía su mirada fija en la vela, deseando encotrar algo al final que pudiese reemplazarla para seguir buscando, o bien ver a alguien vivo otra vez.
Su mente se había nublado unos instantes, el pánico le hizo retroceder, pero luego volvió en sí encontrándose al frente de la entrada del cuarto nuevamente, había dado la vuelta entera a esta sin darse cuenta.
—"...No me hagas esto". —Sus susurros resonaban por las escaleras y pasillos a sus espaldas; estaba tapando como podía la vela, con aquella pequeña llama que llegaba a su destellos finales. —"¡Maldita sea, háblame, joder!". —Sus ojos miraban con pánico los alrededores, buscando de manera incansable alguna luz cercana. —"P-Por favor... T-Te hice caso...". —Las gotas de sudor comenzaban a bajar por su nuca, la luz se iba apagando frente a sus ojos, su corazón estaba que se salía de su pecho, su mandíbula temblaba y sus dientes amarillentos chocaban entre sí casi a su propio ritmo cardíaco.
—"No te tengo miedo...".
. . .
No diferenció si estaba desmayada o no, sus ojos se habían paralizado con el olor a quemado residual de la llama apagada, su búsqueda, sus pensamientos, su propio pulso, todo se había detenido de repente como un rayo, ni siquiera sentía su cuerpo, no sentía nada, sólo había frío... Mucho frío.
—". . .H-H..".
Por un momento quiso gritar algo, un nombre, tal vez una frase...
. . .
¿Qué frase?
Por mas que se esforzaba, de su boca no salía nada, tenía la palabra en su boca, pero no la recordaba, sólo veía imágenes borrosas de un pasado, una persona quizás, pero no lo comprendía, no tenía indicios, no tenía pistas, ni siquiera tenía como pensar, estaba sola... Completamente sola.
No podía respirar, su aire se estaba cortando de la nada, se retorcía en aquél vacío oscuro con sus patas tomando su garganta, si bien antes quería gritar, ahora hacía todo lo posible por al menos hacer algo, respirar, hablar, así fuera chillar, su garganta se sentía extraña, dolía, y de alguna forma sentía que algo se inflaba dentro de ella; crecía y crecía, sus ojos se llenaban de lágrimas, y algo adicionalmente estaba subiendo, algo viscoso estaba subiendo por su garganta.
No lo aguantó, algo reventó en su garganta y una masa comenzó a salir disparada desde su boca repentinamente, lagrimeaba, y un hilo rojo había bajado desde su mandíbula hasta su pecho; traía consigo un sabor nefasto, un olor que mezclaba lo podrido con alguna clase de conservante, fuera lo que fuera, sólo era de color amarillento, y... ¿Familiar?.
—"Buena niña". —Fue casi por reflejo, aquella voz le hizo estremecerse y observar a todas partes, incapaz de hablar o ver realmente, estaba prácticamente yendo a ciegas por un camino sin señales; tocaba lo que podía, o incluso olfateaba para tener una idea de dónde estaba al menos.
Aquél sitio... Ella ya había estado allí antes, ese olor, ese aire, era algo que recordaba aún con todo el tiempo que pasó aislada de todo contacto civilizado. Se arrastraba con debilidad, pero había tocado algo: Era carnoso, tenía costras, habían cortes y saturas por algunas zonas, pero el sentir suave de algunas zonas le hacían sentir algo... Algo mas..
"Los traidores se van directo al infierno".
Lo comprendió todo.
Esas palabras calleron como clavos en sus patas, aquél tono de odio, aquel sabor a cadáver, ese olor a muerte, era el primer cuarto dónde la habían encerrado, o directamente ¿Eran dónde la habían devuelto? Algo no le cuadraba bien, su pierna... No estaba rota.
—"... ¿De qué te sorprendes? ¿No temíamos un trato en primer lugar?". —La voz de una pokemon de cabellos verdes y azulados hizo eco en su mente. —"Acordamos no hacerte daño si me decías todos los detalles de tu familia... Pero... Siento que me ocultas algo ¿Que ocurre? ¿Algo te molesta?".
Pares de manos la habían tomado por su mentón, delphox estaba quieta, en shock, sin voz suficiente para siquiera gritar de terror, o pedir auxilio al unísono nuevamente.
—"Garde... Voir...".
Algo rió, su cuerpo estaba reaccionando, o mas específicamente, reaccionando a toques en el cuerpo, toques en la frente, ojos, estómago y muslos; el suelo debajo se estaba quebrando, la voz de aquella compañera pasada estaba desvaneciendose, esfumandose en forma de gemidos, chillidos y jadeos de dolor mientras ella misma se veía impotente, apoyada en el suelo con aquél sabor nauseabundo en su hocico.
—"No tienes que sufrir lo mismo que ella si no quieres, ya me probaste que vas en serio".
Sus patas se estaban hundiendo en el suelo, su pánico aumentaba y sus forcejeos se volvían evidentes con la mirada pasando a ser alta, directo a una luz parpadeante en el techo.
—"Sólo tienes que decir que si".
Su cuerpo se estaba helando, de la cintura hacía abajo no veía nada mas allá que un suelo de arcilla tragandola viva, sus ojos se abrían de par en par, sus gritos salían disparados, algo iba saliendo de su mente al fin ¿Miedo tal vez? Perder la cabeza no le importaba mucho ahora, se había dado por vencida en buscarle la lógica a todo lo que estaba viviendo o sintiendo ¿Qué es realmente verdad y que no ahora mismo?
. . .
La traición es probablemente el peor sentimiento que alguien puede sufrir, pero ¿Realmente es tan malo como dicen? Delphox pensaba en ello, ahí sentada en un cuarto agrietado con sus palmas tocandose entre sí. —"Sólo... Fue supervivencia, yo no... Yo no la traicioné". Algo recorría su mejilla, una gota que bajaba poco a poco hasta sus patas temblorosas.
—"¿No fue tan difícil, verdad?". —Frente a ella, aquella gardevoir se encontraba sentada en una silla con una mirada curiosa y una sonrisa tranquila. —"Ya pasó lo peor, tranquila...". —Había acercado su mano hacía la mejilla de la pokemon de fuego para acariciar y juguetear con sus pelajes, delphox le veía, con una mirada intranquila.
—"...¿Qué le hiciste a Luca?". —Le preguntó de repente, apartando su mano pasando a verla a los ojos, en exigencia de respuestas. —"Ese laberinto... Ese cuarto... Ese... Agujero... ¿Fuiste tú?". —Ante ello, gardevoir había comenzado a rascarse la cabeza, poniéndose un dedo en el mentón de forma pensativa.
—"Bueno.. Siéndote honesta, ni yo soy capaz de recordar con exactitud que es lo que sucede en este lugar". —Le respondió, ojeando los alrededores. —"Sólo es natural, no lo sé, sale de repente y se vuelve así, no hay mucha explicación lógica de fondo". —Delphox había fruncido el seño, mostrandole una mirada de desagrado.
—"¿Quieres decir que tú sabías de mí...?". —Le interrogó la pokemon de fuego.
—"Como dije, no recuerdo bien si te hice algo o no, y si ese fuera el caso ¿Cuál es el problema con ello? Prometí no hacerte mas daño ¿Recuerdas?". —Su interés era parecido al de un niño de menor edad, delphox estaba con una mirada desagradable en el rostro. —"No me mires así, cumplí, que tú información fuera muy poca no es mi problema...".
Delphox se había levantado, tambaleándose hacia ella con rabia. —"¡Lo prometiste, hija de puta, teníamos un trato!". —Sus balbuceos eran profundos, mas no parecía intimidar en lo mas mínimo a la peliverde, que observa incluso con una mueca de burla.
—"El trato era que me dijeras todo lo que necesitara, y si eras obediente no te haría mas daño". —Ella igualmente se había levantado, aunque paseaba alrededor de la pokemon de fuego con sus manos tomándose entre sí tras su espalda. —"Pero, el problema era que no fuiste muy sincera conmigo delphi, y eso me decepcionó mucho viniendo de tu parte...". —Un par de ojos entristecidos miraron a delphox, esta jadeó, gruñendo en voz baja.
—"¡Yo no mentí! ¡Te lo dije todo, tú incumpliste con el trato!". —Le había señalado con su dedo, mostrandole los dientes con ira.
—"Luca no opina lo mismo que tú, Heather...". —De repente, Delphox se detuvo, observándola con los ojos abiertos de par en par. —"¿Que sucede? ¿Algo te molesta?".
—"¿Cómo.... C-Cómo sabes ese nombre?". —Su tartamudeo había hecho que la gardevoir soltase una carcajada y unas lágrimas de risa ante la expresión pálida de la pokemon de fuego.
—"Heather, Heather, Heather ¿Aún sigues creyendo que la primera que habló fuiste tú?". —Su mano acariciaba sus propias mejillas, sin aire en los pulmones por la risa anterior. —"Debo decirlo, cuando llegaron aquí pensé que harían falta mas cadenas y sogas en sus cuellos, pero quién diría que al final Luquita hablaría primero...". —La pokemon de fuego había retrocedido, temblante. —"Heather es un bonito nombre ¿Sabes? Te queda muy bien; incluso me dijo los nombres de tus otras amigas".
—"M-Mientes...". —Daba pasos lentos, la delphox retrocedía con cada paso que la gardevoir daba acercándose a ella. —"¡¡Mentirosa, mentirosa!!".
—"¿Por qué gritas ahora? ¿Te doy miedo, cerebrito?". —Sonreía, dando pasos mas largos. —"Eres tipo psíquico también, perfectamente podrías rivalizar conmigo si te lo propusieras en verdad, a mí no me engañas, Heather, sé que mi hermana te enseñó incluso como lidiar con una zoroark". —Se había acercado lo suficientemente para hacer que la pokemon zorro diera un paso en falso y cayera de espaldas, observándola con dos pares de ojos paralizados. —"Venga, hazlo, no tengas miedo...".
Sus ojos estaban cristalizados, sus manos se apoyaban en el suelo mientras la mirada sonriente de la gardevoir se clavaba en ella como una estaca entre las cejas. —"¿Y bien?". La peliverde incluso se había puesto una de sus patas en la frente, masajeandose la cien. —"Así podrías noquear a alguien si te fijas bien en la posición...". La rubia le veía, temblando en aquella pata que hacía contacto con aquella piel. —"Hazlo". Su palma se había abierto en la frente de su contraria, tocando sus cabellos. —"Venga, te estoy dando la ventaja ¿No harás nada?". Aquella pokemon se le que quedaba viendo con terror, incapaz de decir algo. —"¡Hazlo!". Le había gritado, de un momento a otro, los gritos inundaron la habitación y los oídos de la delphox, todos incentivandola a hacer algo, algo que podía hacer, algo sencillo para ella, pero que, estaba siendo bloqueado por algo mas en las yemas de sus dedos que se corría por sus brazos. —¡¡HAZLO, HAZLO, HAZLO!!". —Sentía presión, sus ojos se habían llenado de lágrimas de desesperación y confusión, mezclándose con miles de pensamientos internos y revelantes.
—"N-No puedo...".
Delphox había retirado su pata, y se había aferrado a sí misma en posición fetal, tapándose la mirada. —"Oh venga, te pondrás a llorar?". —Gardevoir le había levantado, tomándola del cuello. —"No, no, no Heather, ya eres una adulta, no debes llorar, eso es de bebés... ¿Acaso eres un bebé?". Con sus pulgares le había forzado una sonrisa, mostrándose también con una sonrisa igual. —"Tanto cerebro, tan buen tipo para huir, y no tienes nada...". —Su sonrisa había crecido, acercandola a sus ojos. —"¡Y no tienes nada! ¡Nada que hacer con tú fuerza, tu cerebro...! ¡Nada! ¡No tienes NADA!". —Carcajadas salían disparadas de la boca de la pokemon psíquico mientras las lágrimas de su contraria caían en sus dedos en abundancia. —"Oh, pero... Oh, mis modales, claro". —Tras una larga carcajada, había respirado hondo, y luego exalado con la misma fuerza. —"Un trato es un trato, no sería una dama de honor si rompo mis promesas así como así... Creo que tú amiga Mienshao me entendería si no fuese porque se volvió completamente loca, que tristeza...".
Los dedos de la gardevoir se habían posado en los parpados de ella, acariciándolos con delicadeza.
—"Si tú amigo humano siguiera vivo, quizás podríamos haber llegado a un muy lindo acuerdo... Que mas da, dulces sueños, mi princesa..".
[. . .]
Si tan sólo hubiera hecho algo a tiempo, quizás podría haber escapado, la tenía al frente, en bandeja de plata, la oportunidad perfecta para atacar; había hecho planes, formas de ataque, incluso una idea de adónde ir una vez estuviese afuera, si lo tenía todo ¿Por qué se detuvo en ese momento?
Rasgando las paredes nuevamente, sus gritos se escuchaban detrás de las paredes de acero con las que su pesadilla comenzó, golpeando, lagrimeando, arañando como podía en un ruego por una nueva escapada.
Sus garras se quebraban arrancandose de sus dedos, sus piernas pataleaban, y su pelaje se humedecía por sus lágrimas de desespero ante las cuatro paredes nuevamente. —"¡Déjame salir! ¡Déjame salir!". —Sus aullidos se perdían entre la nada y los garabatos escritos en la pared con sus uñas. —"¡Luca! ¡Zoroark! ¡Ayuda! ¡Ayuda!". —Su voz afónica la ensordecia a sí misma, sus patalaeos fácilmente se habían convertido en berrinches, berrinches de gritos y lágrimas en charcos rojos a sus pies; no había respuestas, por mas que gritase, por mas que arañase, por mas que golpease la puerta, no había nada, no había quién la escuchase o socorriese... No había nada. —"¡No soy una traidora!". —Entre balbuceos y forcejeos, había dado como último movimiento un cabezaso a la pared; un sonido agudo y un crujido salieron, incluyendo aún mas manchas de sangre saliendo de su rostro, su nariz se había quebrado, incluso con la fuerza aplicada había visto borroso y caído de espaldas hacía la pared de atrás; hilos rojos estaban asomándose por su nariz ahora, veía su carne viva asomándose por las rupturas de sus dedos morados, decir que le dolía era lo básico, sus ojos se entrecerraban, pero ella luchaba por no hacerlo, no quería desmayarse tal y cómo lo había hecho antes, o mejor dicho, ni siquiera quería siquiera cerrar los ojos nuevamente.
—"...Ayuda, por favor". —Se había posicionado en una de las esquinas, apoyándose de espaldas, tapándose los ojos con sus manos y su pelaje manchado. —"¡AYUDA!".
[. . .]
—"Entonces... ¿Cómo le fue esta semana?"
—"Un asco, si me lo dices a mí".
—"Hey ¿Por qué tanta agresividad? ¿Pasó algo que tus informes no me dijeron?".
—"...Algo anda mal con él, doc".
—"Ya sé que se ha comenzado tener pesadillas extrañas por las noches, y que tambien ha estado algo... Raro, pero ¿Tú no sufriste lo mismo cuando empezaste a acostumbrarte a tú nuevo cuerpo también?".
—"Si, aunque yo no recuerdo haber desarrollado pelaje a las pocas semanas".
—"¿Y...?".
—"Doc, sea lo que sea que le esté dando, está haciendo que se desarrolle muy rápido, si sigue así podría estar completo al final del mes sin dificultades".
—"¡Esas son buenas noticias! Supongo que has hecho un buen trabajo como su tutora después de todo".
—"No entiende lo que trato de decirle ¿Cierto? *Sigh*; Se ha desarrollado bien, pero no sé si su cuerpo se haya acostumbrado todavía a esos genes mutados, solo digo, fue usted quién me recetó un año fuera de servicio para cumplir esto mismo".
—"Las cosas cambian... Estará bien, es un tipo fuerte".
—"¿Y no hará nada con respecto a su brazo?".
—"¿Por qué te preocupa tanto?".
—"Podría reaccionar mal en el campo de batalla, solo pienselo, no tiene experiencia todavía en controlar su brazo y suele decirme que oye voces por las noches al dormir".
—"Jum... ¿Y por eso dices que algo anda mal?".
—"Sólo estoy teorizando".
—"Te preocupas demasiado...".
—". . .".
—"Cambiando de tema ¿Cómo va mi experimento rosado?".
—"¿Esa pelusa de metal? Todavía está en observación, pero muchos doctores se han retirado de ese laboratorio últimamente".
—"¿Es enserio? Miedosos... ¿Qué podría hacerles ese angelito caído?".
—"Les arrancó las manos de un mordisco, doc".
—"Vaya...".
—"Hasta ahora, solamente la he visto en una jaula con alto voltaje, realmente no quiero saber ni por qué la metieron allí".
—"Te informaste bien querida...".
—"Debía hacerlo, alguien tendrá que controlarla en algún momento".
—"...Sólo no la mates de nuevo".
—"De acuerdo". *Click*
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