|| 06 ||

Mi mente estaba completamente nublada por el enfado y deseo que sentía en esos momentos; pero sabía muy bien que no debía de hacer lo que estaba en mis pensamientos porque las consecuencias que traería consigo serían aun más difíciles para afrontar. Sin embargo las emociones siempre le ganan a la razón.

   Y en un segundo decisivo ya me había apoderado de los labios de mi Hyung.

   Le besaba desesperadamente, haciéndole ver que yo no bromeaba con lo que siento por él y también demostrándole que ya no soy aquel niño tímido cuando nos conocimos. Las cosas eran diferentes ahora.

   Afortunadamente en el pequeño callejón en el que nos encontrábamos estaba lo suficientemente apartado del restaurante, además de que por aquí era muy raro ver a personas caminando y está totalmente a oscuras, por lo que sabía que nadie nos iba a molestar. Era el lugar perfecto.

   Por otra parte Jimin se mantenía luchando contra mí para que soltara sus muñecas, no hace falta decir que no correspondía mi beso y sabía que no lo llegaría a hacer, así que dejé sus labios de nuevo en libertad para aclarar un par de cosas.

  —Entonces, ¿aun no te queda claro mis sentimientos hacia tí?

   Se quedó en silencio, bajando su cabeza hacia el suelo con su respiración agitada, evitando todo contacto visual conmigo.

   —Jimin —le llamé. Observé como apretaba fuertemente sus manos que ahora se encontraban en puño.

  —Tú... —por fin emanaba una palabra. — ¿Acaso no lo comprendes? —levantó su rostro para así mirarme directamente a los ojos.

   Le miré extrañado. Qué era lo que trataba de dar a entender.

  —No. Explícate. — dije. —¿O es acaso que sigues con la misma idea de que continuo confundido?

  —No es eso. — afirmó. Me sorprendí. Para ese momento mi mente se encontraba más estable y el enfado había desaparecido. — Pero antes que nada, ¿podrías soltarme? Mis muñecas duelen.

   —Oh sí. Lo... Lo siento. — solté sus muñecas, avergonzado. Él inmediatamente comenzó a tocarlas, tratando de dar un pequeño masaje en ellas. Creo que realmente no había medido mi fuerza esta vez.

   —Ahora sí, vamos al punto. — mencionó mientras dejaba caer sus manos a los costados.

   Tragué lentamente mi saliva, una parte de mi estaba asustado por lo que sea que pudiese decir.

  —Te escucho.

   Me miró, con un semblante totalmente serio, esto me daba mala espina... Sin embargo, ¿qué más podía suceder? Si ya me ha rechazado.

   —Jungkook. —me nombró. Involuntariamente asentí. —escucha bien, lo que aun no comprendes es lo siguiente. Sí yo aceptará tus sentimientos, ¿acaso crees que todo sería color de rosa? ¿Que seríamos una pareja feliz, estable y que todo saldría bien? ¿Que seríamos apoyados por nuestras fans e incluso los chicos o nuestra compañía? —su mirada y voz eran firmes, haciéndome entender que esto era en verdad. —Jungkook, abre los ojos, estamos en un país que no acepta la relación de dos personas del mismo sexo y sobretodo de idol's.

   Terminó de hablar y bajó la mirada, dejando un frío silencio. Yo, simplemente me quedé sin palabras. Queriendo negar todo lo que había dicho pero sin embargo no podia, porque al final... Todo eso era verdad, una dura y cruel verdad.

  —Yo... — mi voz salió temblorosa.

  —No importa lo mucho que digas que me quieres, lo nuestro... nunca podrá ser. —dio un paso adelante, acercandose a mi, reduciendo aún más la distancia entre nosotros. Posó su diestra en mi antebrazo y me miró directamente a los ojos. —Así que por favor, entiende lo de una vez por todas y no hagas esto más difícil.

   Sus labios callaron y no emanaron mas palabras, las cuáles se habían sentido como cuchillas en todo mi pecho. Aparte mi mirada y retrocedi unos pasos, apretando fuertemente mis puños y aguanté, aguanté tanto como pude para no llorar.

   —Jungkook... —me llamó tan sutilmente que mi pecho se oprimio y dolió como nunca antes lo había echo. Apreté aún más mis puños haciendo que estos comenzarán a doler y tornarse de un color blanquecino y rojizo.

   —Sólo por favor... Déjame solo. — dije casi en un susurro, con el último aliento que quedaba en mi pecho además no quería que se diera cuenta que me encontraba al borde de las lágrimas.

   Él se limitó a decir palabra alguna, tal vez notó que realmente necesitaba mi espacio y se lo agradecí. Escuché sus pasos, el golpe de sus zuelas con el suelo que lentamente fueron volviéndose cada vez más lejanos hasta que desaparecieron por completo y el frío y desgarrador silencio se hizo presente.

   Cerré mis ojos y suspire profundamente tratando de calmarme sin embargo me fue imposible, las palabras de él seguían impregnadas profundamente en mi mente. Sentí como mis ojos comenzaron a humedecerse y pequeñas lágrimas comenzaron a desbordarse recorriendo todo mi rostro hasta caer por mi mentón.

   —Mierda. —me deje caer, quedando en cuclillas. Mi pecho dolía y sentía que el aire me faltaba. ¿Qué se supone que haré ahora? ¿Cómo deshacerme de estos sentimientos? ¿Debería seguir adelante y símplemente olvidar?
Son preguntas que surgen esa noche, en el callejón, a unos pasos del restaurante, con Jimin en mis pensamientos y una dolorosa herida en el corazón.

  

   ¡Hola!
He aquí el nuevo capítulo después de siglos. Tarde pero aquí está.
Sinceramente sentí que quedó un tanto dramático, cursi y fuera de, pero por más que trate escribir algo diferente nada lograba salir, díganme que tal les pareció. Espero lo hayan disfrutado (de verdad) y si no fue así entonces lamento decepcionarles, la próxima traeré un mejor capítulo.

LAMENTO LAS FALTAS DE ORTOGRAFÍA O INCOHERENCIAS QUE PUEDA LLEGAR A CONTENER.
  

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top