Le estaba besando. Por fin podía probar sus labios, sus sensuales, carnosos y apetecibles labios.

   Comencé a mover mi boca lentamente, él por su parte se mantenía inmóvil, algo realmente esperado, sin embargo para mi sorpresa poco a poco fue correspondiendo mi beso. Esto era increíble. Le apreté más contra mi cuerpo, necesitaba sentir que esto en verdad era real y no un sueño. La temperatura en mi piel comenzaba a subir. Quiero sentirle más. Comencé a bajar mi mano izquierda por su cintura lentamente, recorriendo cada centímetro hasta que por fin llegue a su trasero. Fue un error. Tal parece que al hacer aquello, hice que él se diera cuenta de lo que en verdad estaba sucediendo, se percató que lo que hacíamos era muy inhapropiado. 

   Llevó sus manos a mi pecho y me aventó lo suficientemente fuerte para apartarme de él, después llevó ambas manos a sus labios, tocándolos lentamente cómo si tratara de procesar lo que acababa de suceder, lo que le había hecho. Yo, simplemente le observaba, mi respiración se encontraba agitada por ese beso que quedara en mi durante mucho tiempo. Ninguno de los dos había dicho palabra alguna, ni siquiera tenía idea de qué decir. 

   El silencio se hacia cada vez más incomodo segundo a segundo. Tragué en seco. Jimin mantenía su mirada en el suelo, con las manos aún en sus labios. Mi mirada seguía en él, sé que la sentía por esa razón evitaba levantar sus ojos para encontrarse conmigo. Necesitaba remediar esto. Cerré mis ojos un momento y respire profundo. 

   —Jung...Jung Kook ¿Por qué...? Tú, ¿qué es lo que acabas de hacer?

   Su voz resonó en todo el salón. Mi corazón latió rápidamente por los nervios. Era hora de terminar con esto, ya no huiría más, diría toda la verdad. Me arriesgaría, estoy harto de guardarlo, he llegado a mi limite. 

   Solté un gran suspiro.

   —Quieres saber por qué lo hice. -pregunte y le mire a los ojos seriamente.— Bien, te lo diré -afirmé.— Me preguntabas qué era lo que me sucedía, el porqué me encontraba tan distante y diferente... La razón -me detuve, era ahora o nunca.— eres tú. 

   Lo dije, por fin lo había dicho. 

   —¿Qué? ¿Yo...? -se miraba confundido. 

   —Sí, tú Hyung. Yo, caí en mi propio juego. Creí que me aburriría después de un tiempo pero no fue así -comencé a hablar rápidamente. 

   —Espera, ¿tu juego? ¿de qué estás hablando? 

   —El juego era simple, simplemente tenía que ignorarte para que vinieses en busca de mi, mi atención. Con esa hermosa e inocente sonrisa. Al principio era divertido, sobretodo cuando te enojabas, te veías muy lindo. Pero, sin embargo no salió como esperaba... —él se mantenía atento a mi palabras —con el paso del tiempo, quería más de ti. Hyung, yo comencé a desearte, de manera sexual —Me callé, por fin lo dije, ya no había vuelta atrás. Su rostro, en él tenía una expresión que no podía descifrar totalmente pero sé que no se esperaba lo que declare hace segundos, vamos, nadie se esperaría aquello menos de alguien de tu mismo sexo que además es de tus mejores amigos.

   Silencio. Un largo y horrible silencio.

   El corazón me latía tan rápido que uno solo no era suficiente. Un gota se sudor resbalo por mi sien, los nervios me carcomían, mordí mis labios. Él mantenía su mirada en cualquier otro lado de la habitación, perdido en sus pensamientos. No le iba a forzar a hablar, le daría su tiempo aunque me estuviese muriendo por dentro.

   Pasaron unos largos y torturosos minutos. Hasta que su dulce voz resonó en mis oídos.

   —Tú... —calló por un momento, como si estuviese pensando en qué decir. — ¿Es acaso esto una broma? ¿Estás jugando conmigo? — preguntó, yo sólo me dedicaba a mirarle.— Sí, debe ser eso. Es imposible que tú llegases a sentir eso por mi, buena jugada Jung Kookie, casi caigo en tu trampa —me dio una sonrisa nerviosa. Él sabía que realmente todo lo que dijo no era verdad, no quería darse cuenta de la realidad.

   Me molesté, había dicho la verdad y él creía que era una broma.

   Fruncí mi ceño —¿Crees que realmente es una broma? ¿Crees que te bese por que sólo estaba jugando contigo? Hyung, eso en verdad me duele. Te he dicho la verdad, no es ninguna mentira. Yo, te deseo. Te quiero —comencé a acercarme lentamente a él mientras que este retrocedía a cada paso que yo daba.

   —De... deja de bromear. Ya fue suficiente, no es divertido —avancé aún más, él seguía retrocediendo.— Esto comienza a molestarme Jung Kook... — su espalda tocó una de las paredes del salón, ya no tenía escapatoria alguna. Le acorralé.

   —No estoy bromeando, ya lo dije. En verdad estoy siendo serio y sincero, no sabes cuánto he tenido qué aguantar para no perder el control y hacerte un sin fin de cosas —declaré.— Pero ya he llegado a mi limite, no puedo aguantar más, te necesito.

   Acerqué mi rostro al suyo, acortando distancia en ellos, no podía detenerme, necesitaba de esos labios nuevamente. Estaba a punto de besarle pero él volteó su rostro, cerrando los ojos mientras ponía sus manos en el pecho, tratando de usarlas como escudo. Se veía realmente tierno. Sin evitarlo en mis labios se formo una media sonrisa. 

   Le tomé con mi surda de las muñecas y con mi diestra su barbilla haciendo que volteará en dirección a mi. Lo hizo sin embargo aún mantenía sus ojos cerrados. Todo estaba listo. Le besé, pero ahora de una manera salvaje, llena de deseo. Quería probarle que esto no era ninguna broma. 

   Mi respiración subía y bajaba tanto como la de él. Jimin Forcejeaba, tratando de escapar pero yo le tenía acorralado con mi cuerpo, mientras apretaba sus manos para no dejarle escapar. Mi mente estaba totalmente nublada. Sus labios podrían convertirse en una adicción. 

   Sin embargo, de repente sentí un gran dolor en el labio que me hizo apartarme de él. 

   —¡Auch! — solté un quejido, dejé sus manos libres y me alejé un poco de él. Me había mordido. Toqué mis labios, la parte la cual había sido herida y el sabor a sangre impregno mi lengua. Le miré se mantenía recargado en la pared con ambas manos en el pecho, se le veía sorprendido y un poco confundido aunque también sé que asustado. 

    —Jung Kook, tú sólo te encuentras confundido. Lo que dices sentir es sólo una etapa, no es verdad. Olvidemos lo que ha sucedido aquí —avanzó velozmente a la puerta que lo llevaría fuera del salón. Alcancé a tomar su muñeca. Volteó a verme, nuestras miradas chocaron. 

   —Créeme que esto no es ninguna confusión. Haré que te des cuenta de ello y no me pidas que olvide lo que ha sucedido porque me será imposible —solté su muñeca y él salió prácticamente corriendo, dejándome solo. Solté un enorme suspiro sacando todo el aire que se había acumulado en mi pecho. Me puse de cuclillas, agache mi cabeza y lleve ambas manos a mi cabello alborotando lo. Sentía mi rostro increíblemente caliente. Estaba tan avergonzado. Los latidos de mi corazón era lo único que podía escuchar de tan rápido que estos iban. La pregunta ahora era:

¿Cómo podré llegar a él? 

¡Hola!

Por fin he traído el segundo capítulo. :'v 

Lo sé, soy una desgraciada por tardarme tanto pero les tengo una buena noticia euer. 

¡HABRÁ MARATÓN! YES! 

Bueno, espero les guste el capítulo, no olviden votar y comentar. Es nuestra paga e inspiración a seguir de los escritores aquí. 

Me disculpo si encuentran feas faltas de ortografía, incoherencia y si el capítulo no quedo muy bien. :'v 

ESPEREN LOS DEMÁS CAPÍTULOS, QUE SE VA A PONER BUENA LA COSA. SE VA A PRENDER. ¡FIREEEEEEEEE!