One Shot IV: After my brother's wedding
Advertencia: La siguiente lectura debo informarles que es para público adulto joven mayores de 18 años en adelante, contiene temas de sexo explícito y uso de parafilias en algunos capítulos de la historia de One shot; Mabill, lenguaje vulgar y altisonante que podría considerarse ofensivo, relaciones con menor entre escenas fuertes y leves. Se prohíbe que los adolescentes lean los siguientes capítulos.
Fanfic de Gravity Falls únicamente de lectura erótica y smut explícito.
PD: Esto podría considerarse un fragmento de la historia "My Girl" esta parte de one shot, es como entre el capítulo 6 y 7. Si usted lector no ha leído la historia My Girl, le sugiero que la lea u omita este one shot, debido que incluyen temas o spoiler de la misma historia. Pero si gusta de leer lemon puerco, pues no lo detengo y disfrute la lectura :D
Para los que leyeron la historia este es un fragmento que omití o quite porque el capítulo 7 ya tenía lemon y estaba largo tanto que tuve que dividirlo en dos partes. Aparte que en ese momento no tenía ganas de poner la escena de la boda de Dipper y Pacifica. Pero mi amiga SweetEles leyó ese pequeño borrador y pues me impulso a terminar de escribir el fragmento. Ojo que si hay spoiler y tal vez les abra una vieja herida de corazón por el final de la historia.
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One Shot IV: After my brother's wedding
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09 de Noviembre de 1985
- - ¡Oh cielos! ¡Oh cielos! ¡Estoy muy nerviosa! – Caminando de un lado a otro por la habitación. - ¡Demasiado nerviosa!
La mujer estaba soltando una feromona que anunciaba angustia y miedo por todo el lugar atrapando a las damas de honor.
- - Oh vamos, tranquila es normal sentirse nerviosa en este día tan especial – Tomando una copa de coctel de mimosa suave que se lo llevaba a la Omega. – Ten, bebe esto te ayudara a calmarte un poco los nervios antes de la ceremonia.
- - Gracias Beatriz – Agradeció antes de dar tragos enormes en la copa y entregársela de regreso. – Creo que hace un poco de efecto, pero tal vez un poco de whisky ayude.
- - ¡Woow! Chica calmada – Dijo Wendy ayudando en acomodar el maquillaje de la rubia. – No hay que empezar aun la fiesta, eso déjalo para la recepción. – Levantando su dedo en señal de regaño. – Te lo digo como recomendación ya que llevas un pequeño Pines en el vientre, y aunque una copa no haga daño, no queremos incidentes.
- - ¡Ahg! ¿A quien engaño? ¡Me veo gorda! – Empezó a soltar un sollozo agudo. – El vestido no me quedara y soy una albóndiga.
Las chicas intentaban calmar a la rubia que aún continuaba en un albornoz de color crema con sus iniciales de su nombre, mientras estaba a medio tiempo de arreglarse para el altar de su boda. La ceremonia empezaría dentro de una hora y aun no la calmaban.
- - Pacifica hay que ponerte el vestido.
- - No lo sé, primero tuve que cambiar de lencería porque las pantaletas de bordado no quedaba.
- - Eso fue error de diseño – Dirigiéndose a las demás chicas. - ¿Verdad, chicas?
- - El mío ni me duro cuando Phill lo rompió en dos.
- - No lo sé – Quitándose el albornoz y tomando el vestido con delicadeza para pasarlo por debajo, sintiendo un poco de estreches en la cintura. – Espera un momento...
- - Paz, calmada solo hay que acomodarlo del forro.
- - No es eso, creo que aprieta el vientre. – Comento viendo que la parte del abdomen no cerraba. – Tambry y Beatriz no lo suban. Creo que quedo redondo.
- - Tranquila no eres una albóndiga – Dijo Tambry empujando la cremallera del vestido de novia. – Solo debemos subir esto y...
Un sonido de rasgadura se escuchó en la habitación. La cremallera de la parte de abdomen se había abierto dejando un huevo ovalado en donde había amarre de moño.
- - ¡Se acabó! ¡Oficialmente no hay boda! – Dijo Pacifica. – Él no puede verme así, subí de peso y no soy nada sexy ni bonita.
La rubia lloraba desconsoladamente mientras sus amigas de la universidad trataban de ayudarla.
- - Perfecto Tambry lo rompiste.
- - Oye, el cierre estaba débil de la parte de abajo.
- - Amigas es el día especial de Pacifica, independientemente hay que arreglar eso. – Comento Wendy.
- - Saben que debo llamar a Caroline y a Pricilla, sabrán que hacer. – Comento Isabella harta de la situación de solo ver como peleaban por el vestido. Tomando a su hija Esteé de la mano salieron en busca de la madre y la suegra. – Volveré en un santiamén.
- - Esperemos que las encuentre – Dijo la pelirroja viendo a la rubia llorar mientras se frotaba el vientre. – Esperemos que tú te quedes un poquito más quieto dentro de este nido. – Comento Wendy en un tono amoroso a su vientre de casi 8 meses y medio.
Isabella iba caminando por el pasillo del hotel para llegar a dos habitaciones delante antes de encontrarse en el mismo pasillo al peli celeste cargando un ornamento de flores violetas y rosas rosadas con nube y lazo violeta.
- - ¡Isabella! – Dijo Will sonrojado de su rostro.
- - Will – Viendo al Beta cubrirse del rostro. - ¿Qué sucede?
- - Isa no debemos vernos antes de la boda.
- - Will, no nos estamos casando tontito jeje – Soltó una risa la castaña. - ¿Qué llevas ahí?
- - El arreglo de Dipper, fui a sacarlo del refrigerador – Viendo a la chica con su vestido lila satinado ceñido de la cintura con la falda larga ondulada y el escote con un moño que terminaba en su hombro. - Te ves hermosa, hasta parece como si fuéramos al baile de graduación de la universidad. Pero en este momento eres una dama de honor preciosa.
- - Oh gracias – Sonrojándose hasta sus oídos. – Tú también te ves muy guapo para ser hombre de honor.
- - Vamos el lila en el moño y la faja del mismo color apenas me queda.
- - Solo será por un momento – Aclaro dando un beso en su mejilla.
- - Mami está coqueteando con morita – Dijo Esteé viendo la escena provocando que los dos se pusieran rojos. - ¡Son tomates!
- - Esteé – Inclinándose a la pequeña que llevaba un vestido similar excepto que llevaba hombreras bombachas. – Tú también te ves muy hermosa, princesita.
- - ¡Lo soy! – Sonando emocionada de su voz. – ¡Mira! ¡Mira! ¡Llevo un vestido soy princesa Disney! ¡Soy Aurora!
- - Esta muy feliz de llevar el vestido – Tomándola de los hombros. – Así que Will tendrá que bailar con Esteé en el primer baile de pareja en el salón de recepción.
- - ¿Lo hará? – Esperando la respuesta del peli azul.
- - Es una promesa – Comento Will tomando su meñique. – Promesa de meñique que si no lo cumplo me tragare mil agujas.
- - ¡De acuerdo!
- - Bien chicos, debemos continuar con esta boda. – Viendo a Will. – Tú termina de arreglar a Dipper y yo tratare de calmar a Pacifica.
- - ¿Pacifica? ¿Qué sucede con ella?
- - Pánico antes de la ceremonia, piensa que se ve como una pelota grande y redonda.
- - Eso es mentira, se ve bien para ser solo...
- - 5 meses y medio – Frunciendo el ceño. – ¿Enserio Will?
- - Isa, tú tienes 3 y no te veo como pelota.
- - Tontito no se miran 3 meses en un vestido como este jeje – Dando una leve vuelta.
- - Tienes razón, no discuto.
- - ¿Mami será pelota?
- - Aun no Esteé, aun no – Tomando su mano. – Vamos a buscar a Caroline y a Priscilla.
- - No te sobre esfuerces Isa, y procura no abusar del tacón – Sonando preocupado el peli celeste.
- - Nada de una palabra a Dipper, no quisiera dos novios preocupados.
- - Nada saldrá de mis labios.
- - Nos vemos cariño.
La castaña llego a la habitación donde estaban las dos mujeres junto a sus esposos hablando sobre futuros planes con sus hijos, cuando interrumpió su plática tocando la puerta.
- - Ahmm... Señora Caroline Pines y señora Priscilla Northwest. – Llamo Isabella.
- - ¡Oh te ves encantadora! – Dijo la señora Pines. – Las damas de honor se verán preciosas en este tono.
- - Fue una buena elección de color por parte de Pacifica.
- - Señorita Isabella no debe ser tan formal, llámanos por nuestro nombre.
- - Sí.
- - En unos cuantos minutos nuestras familias se unirán – Rió jocoso el señor Northwest. – Pines Northwest.
- - Exacto Mason y Pacifica unirán sus vidas.
- - Sobre eso, ocupo un momento a Prisilla y a Caroline.
- - ¿Qué sucede? – Mencionaron preocupadas las omegas mayores.
- - Es sobre Pacifica.
- - Oh no... - Dijo Priscilla. – Dime que no está hablando de la albóndiga.
- - ¿Albóndiga? – Pregunto Caroline.
- - Hace tres días después de la última prueba de vestido y ajuste dijo que parecía una albóndiga redonda y que no podía con su peso.
- - Tonterías, eso no es cierto.
- - Piensa que su embarazo arruina la silueta del vestido.
- - Vamos cuando yo me embarace de ella, no me veía mal. – Comento. - ¿Verdad, Preston?
- - Ah... - El señor Northwest no sabía que decir, pero inmediatamente fue interrumpido por su esposa.
- - Claro que no me veía mal, solo tenía siete meses de embarazo.
- - Bueno creo que a Pacifica le gustaría que platicaran con ella – Dijo Isabella. – Está hecha un lío.
- - Claro que hablaremos con ella. – Comento Caroline. – Es mejor ayudar en esto y... ¿Se rompió su vestido?
- - El cierre se abrió en el abdomen.
- - Oh, bueno pues... - Viendo a su esposo. – Charles quítate la faja.
- - ¿Por qué? – Dijo el hombre sorprendiéndose de su petición.
- - Eres una talla más que Preston, aparte eres el único con faja azul zafiro.
- - En la tienda dijeron que era lila.
- - Amigo mío, no te lo quería decir pero ese no es lila – Comento Preston. – Aparte yo no llevo lila y ando llevando un color iris.
- - Yo lo veo lila – Señalando la faja del señor Preston. – Es iris y no es satín es algodón para acabarlo.
- - ¡Ya ustedes dos déjense de discutir de colores! – Dijo Caroline. – La faja Charles.
- - Me veré extraño sin faja.
- - Pero eso es lo especial de ti.
- - De acuerdo vamos – Dijo Isabella llevándose a las dos mujeres. – Esteé trae esas flores.
- - Shi – Asintió la menor, tomando las flores.
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- - Dipper tengo tú ornamento – Dijo Will acercándose al novio que estaba tratando de decidir si peinarse delante u ocultar su marca de nacimiento en forma de constelación de la osa mayor.
- - ¡Ah! ¡Will aquí estoy! – Cepillando su cabello.
- - Esto es peor que cuando se arregla una hora mi amiga Beatriz – Comento Wirt. – Amigo el cabello en estilo relamido nunca queda mal.
- - Yo digo que crepé por delante y al lado. – Aclaro Nico. – Como tú padrino te recomiendo ese.
- - Oh ustedes no saben de estilo – Aclaro Phill. – Lo de ahora es el estilo con volumen y hacia atrás.
- - ¡Aja! Relamido – Presumio Wirt.
- - No – Le regaño el pelirrojo. – Eso es muy nerd y aburrido, este estilo. – Quitandole el cepillo al castaño. – Cabello no debe verse ni muy cubierto de gel ni tampoco desastroso. – Peinando con cuidado sus mechones ondulados hasta conseguir un peinado recto y de lado resaltando un poco su marca de nacimiento.
- - ¡Woow, Phill es genial!
- - Bien Dipper voy a colocarte esto – Acercándose al chico para colocar el ornamento en su bolsillo delantero. - ¿Momento y tu pañuelo?
- - Yo lo traigo – Dijo Bill. – Como es posible que arrugues un pañuelo perfectamente bordado.
- - El de la tienda dijo que estaba doblado solo para colocarlo. – Dijo Dipper sonriendo un momento antes de ver a Bill serio.
- - Un alfa lleva su traje con calzado pulcro y brilloso, plisado de la tela, bien acorde a la ocasión y un pañuelo perfecto. – Acomodando el pañuelo en su bolsillo. – Y cuidaras estos pañuelos porque tú esposa los ocupara.
- - ¿Los ocupara?
- - Las mujeres omegas pueden ser fuertes y actuar valientes en ciertas situaciones – Comento. – Pero tú eres el Alfa y debes de protegerla, porque cuando ella se derrumbe y llore del estrés o cualquier emoción. Tú estarás ahí para tenderle este pañuelo y secar sus lágrimas, prometiéndole que siempre estarás a su lado no importa cuántas veces recaiga, estarás con ella y la amaras.
- - Vaya... Bill yo... - Sonando sorprendido el castaño.
- - Este día es especial para tú novia y para ti – Embozando una sonrisa el alfa rubio. – Te ves pálido – Dando golpecitos en su espalda. – Todo irá bien.
- - De eso yo me encargo, soy el padrino de honor – Dijo Nico. – Un poquito de Whisky le ayudara.
- - No – Dijo Beast en el arco de la puerta. – Vodka mitad del vaso. Evitará que tropiece en los votos matrimoniales.
- - ¡Cariño! llegaste – Dijo Wirt feliz abrazando a su pareja enfrente de los alfas. – ¡¿Qué?! Si yo quisiera llevaría vestido.
- - Eso significa que ya estamos completos – Comento Nico.
- - Fue carretera larga, Beast – Dijo Dipper saludando al prometido de su amigo.
- - Conducir de Portland a Piedmont, no lo creo – Arreglando su traje. – Pero no le cederé a Bea que se quede con este toda la noche.
- -Ya dijimos que solo sería el camino de la ceremonia.
- - Okey pero en la recepción nada de pegaditos.
- - Tranquilo, Paz dijo que solo unas fotos y todos serán libres de hacer los que les plazca.
- - Eso es bueno.
- - Yo estaré en la comida. – Dijo Phill. – Ni me volteen a ver.
- - Deberías vigilar a Wendy, está en sus últimos meses de gestación – Aclaro Will.
- - La vigilare bien – Mostrando una sonrisa colmilluda. – Como un halcón vigilando su presa.
- - Eso sonó raro – Dijo Wirt.
- - Bien – Virando los ojos hacia arriba. – Si empieza a quejarse, me la llevo al hospital.
- - De acuerdo yo iré a preparar un poco la cámara.
- - Cierto Bill, necesitamos la captura de este antes de la ceremonia. – Comento Nico abrazando del cuello a su amigo. – Fotos, fotos vergonzosas.
- - ¿Oigan es chantaje?
- - Nooo – Dijeron los hombres colocando una sonrisa de complicidad.
El rubio salió de la habitación caminando por los pasillos del hotel antes de llegar al ascensor, apretó el botón de sexto piso donde se alojaban él y sus hermanos. Fue a la habitación 612 y abrió la puerta para buscar su cámara. Lamentablemente su piso estaba lejos del cuarto piso y es que cuando lo invitaron a la boda no alcanzo a reservar mucho su habitación en el hotel.
Abrió su mochila y saco las lentillas de la cámara y un par de rollos, los acomodo en la mochila de transporte y termino de admirarse en el espejo. Cepillo su cabello y acomodo bien su parche, fue de nuevo a su maleta y tomo un supresor de hormona que tenía en su pastillero. Odiaba que el alcohol potenciara su estro, y es que eran las fechas en que solía salir a calmar un poco el celo.
Y sin que los demás se dieran cuenta, la habitación soltaba el terrible aroma a celo. Era muy capaz que acabando la fiesta de la recepción, Dipper y Pacifica desaparecerían al igual que unos invitados con sus parejas.
El alfa rubio se lavó el rostro con agua fría y se secó con una toalla de mano, se miró un momento al espejo antes de ver su reflejo y su aspecto. Casi se parecía al que se iba casar, a excepción de que no tenía ornamento y su moño era un tono lila como el resto, al igual que su faja de vestir.
Pero no dudo un segundo en jugar con su imaginación.
- - Juro solemnemente amarte y cuidarte, en la salud y en la enfermedad. Estar a tu lado en las buenas y en las malas – Soltando una risa suave. – Claro cuando haces pucheros y quieras comer dulces en las noches y bailar en la sala hasta medianoche.
Doblo la toalla simulando que era la mano de su pequeña y amada omega. La tomo con delicadeza y se imaginó un momento que él y ella estarían frente al altar junto a sus amigos y familiares.
- - Mabel Belle Pines, acepto casarme contigo – Sonriendo. – Ahora y siempre ¿me harías el honor de ser mi esposa?
- - Claro que si Billy – Imitando una voz femenina. – Seré tu esposita, en cuanto te meta a prisión por robarme lejos de mi papi Tad.
- - ¡Mierda! – Se espantó golpeándose con el lavabo del tocador. - ¡Tad! Pedazo de mierda hedionda.
- - Jajaja – Acercándose arreglar las solapas de su traje. – Toque la puerta, pero primo te vi tan centrado diciendo tus peores votos matrimoniales, que pensé por un momento me emotivaria escucharlo y lloraría de lo hermoso que fue. – Soltando un bufido de decepción. – ¿Enserio le dirías eso a Mabel? Sabiendo que puedes mejorarlos y sorprenderla.
- - ¡Claro que puedo! Solo es una pequeña conversación – Arreglando su apariencia. – ¿Qué haces aquí?
- - Tenemos un problema, aunque claro para ti no lo seria.
- - ¿Qué problema? – Abriendo su ojo en grande. - ¿Dipper se escapó?
- - No idiota.
- - Melissa, mi esposa – Colocando una mueca de preocupación. – Su vestido de dama de honor se le rompió del cierre.
- - Entonces... ¿Por qué no le pones un rebozo o ganchos?
- - El problema es que Melissa tiene bochornos de post embarazo y no aguanta la tela de satín, aparte de que su pecho secreta demasiada leche materna para nuestro cachorro. – Comento. – Repare la tela y eso, pero por lo mismo. – Poniendo una expresión de duda. – No quiere caminar mucho y prefiere estar con él bebé.
- - No quiere caminar ni quedarse mucho tiempo parada – Cruzándose los brazos. – Yo la vi bien el día de la cena de los novios.
- - Sí porque estaba sentada y no se apartó del ventilador.
- - Sé que tú deber es ser hombre de honor y estar con los demás y eso, pero... - Comento – Sobrara un lugar y enserio no quiero dejar sola a mi esposa.
- - No tengo acompañante – Dijo. – Soy el cierre ¿lo recuerdas?
- - Bueno sobre eso... La dama de las flores que es el paje – Menciono. – Se intercambió por Melissa y conmigo.
- - Eso significa que Mabel seria... una de las damas de honor – Comento. – Y como no va tener pareja, yo estoy cediendo mi lugar para que tú... seas el acompañante de Mabel Pines y yo el cierre. ¿Aceptarías ese puesto, Bill? O le digo a Mabel que no quieres ser...
Bill no perdió tiempo ni un segundo más, se fue corriendo por el elevador tocando el botón y sintiendo su corazón latir fuerte, viendo los números avanzar hasta llegar al de su piso. Entro y espero un poco sintiendo los nervios de punta, pues la noticia que le dio Tad fue muy grato y no podía esperar una mejor respuesta.
En cuanto dio el cuarto piso camino un poco apresurado hacia la habitación donde estaría la joven omega hospedándose con sus padres. Toco la puerta antes de encontrarse a la castaña abriendo la puerta con albornoz y el cabello arreglado en un recogido de coleta rizada y el fino maquillaje de sombras en tono pastel y labial rosa coral.
- - ¡Bill! – Dijo la menor un poco alterada y sorprendida de su presencia. - ¿Qué haces aquí? ¿Qué sucede? ¿Mi hermano se escapó? – Viendo al rubio agitado y con una sonrisa que no podía creerse.
- - No, pero quiero decirte algo.
- - De que soy dama de honor jeje.
- - ¡Yo quería decírtelo! – Haciendo un leve puchero, pero pronto se alegró al saber que su pequeña sabia ese papel. – Seré tu acompañante.
Lo dejo pasar para cerrar la puerta y terminar de cambiarse.
- - Papá y mamá andan en el lobby en la reunión platicando con la familia Northwest. – Comento la castaña. – Vino Tad y Melissa hace un momento y me dijeron que cambiaron la distribución del pasillo de la ceremonia. – Tomando el vestido. – Melissa no se sentía bastante bien, por eso me pidió cambiar de lugares.
- - Ya no seré la chica de las flores jeje – Soltando una risita. – Melissa me termino de maquillar, ¿Cómo me veo? ¿Demasiado morado en los ojos? O necesito más labial.
- - ¡Mabel! – Él la tomo entre sus brazos cargándola y dando una vuelta completa en medio de la habitación.
- - Jajaja Bill ¿Qué sucede? – Soltando una risa suave la pequeña. – Oye, se va abrir esto. No quiero que me veas en ropa interior.
- - Preciosa – Dando un beso suave en sus labios. – No puedo pedir más por esto, te ves bellísima.
- - Bill sigo en bata, necesito ponerme el vestido. – Soltando una risita al ver al rubio manchado de labial. – Y tienes mi labial, jajaja, necesitare más labial.
- - Cierto, cierto el vestido – Dijo corriendo con ella en brazos para tomar su vestido. - ¿Ocupas ayuda?
- - Tranquilo yo puedo – Tomando el vestido y bajando de su agarre. – Espera aquí y no espíes.
- - Sí – Limpiándose el labial de su boca. – El coral se me ve bien.
- - Sí quieres ponerte no juzgare.
- - Ahorita te quito cuando salgas.
Mabel camino hacia el baño cerrando la puerta antes de recargarse y respirar calmadamente, sentía sus mejillas rojas y su corazón agitado. Ella trato de disminuir su aroma con los supresores, pero era bastante evidente que el celo estaba presente.
- - Dios... - Mordiéndose levemente el labio. – Pensé que por un momento...
Bill espero pacientemente con una sonrisa en el rostro, no tenía ni menos de unos segundos de verla y ya sentía la sensación de tocarla y abrazarla.
Escucho la puerta abrirse para revelar a la castaña portando el vestido que llevaría al principio, era similar a las de las damas de honor, solo con un detalle que tenía flores en su hombrera derecha y un poco más cubierta del pecho, incluso los tacones le hicieron dar un poco más de altura llegándole al esternón del rubio.
- - Bill ¿me ayudas con el cierre? – Dando la vuelta para mostrar el cierre de su espalda.
- - Por supuesto – Sonando un poco embobado por la belleza de la adolescente.
Se sitúo atrás de ella y subió con cuidado el cierre dando una leve caricia en su espalda. Mabel no paso por desapercibido esa acción, sintiendo sus mejillas arder.
- - Bill... - Llamo al alfa rubio.
- - Entonces ¿Cómo me veo? – Sonriendo mientras alzaba su falda y giraba levemente. - ¿Verdad que me veo bonita?
- - Te ves como una hermosa diosa griega. – Tomando sus manos. – Aunque quisiera ya verte con el vestido blanco, me emociona mucho.
- - Espera un poco, Bill Cipher – Soltando una risa. – Es el momento de mi hermano y mi cuñada.
- - Yo ya me quiero casar contigo – Comento. – Estamos listos, incluso... podemos colarnos en la iglesia y fingimos ser los novios.
- - Jajaja Bill – Dando un beso en su mejilla. – Espera y no desesperes, aparte quiero un vestido de novia muy bonito he visto algunos.
- - Lo tendrás.
- - Mis damas deben de vestir rosa claro. – Entonando una voz juguetona.
- - Y se vestirán de rosa claro – Aclaro el rubio. - ¿Algo más que añadir?
- - Un pastel grande y una decoración con flores, muchas flores.
- - Y globos y estrellas... y luces. – Soltando un suspiro de enamorada.
- - Y mi novio.... – Girándose sobre sus propios tacones. – Vestirá de blanco.
- - Oh no querida, eso sí que no – Menciono. – Mi atuendo tendrá mis detalles. El traje no lo tocas, porque como tú quieres vestir un vestido bonito, yo quiero mi traje acorde a mi estilo.
- - Claro que te dejare ponerte tu corbatín amarillo y tú broche, Bill. – Soltando una risita.
- - Bueno ya que tenemos un poco claro cómo queremos decorado... la lista tiene un precio. – Comento el alfa hacia la menor. – Porque no serás lo único que pidas, tú mamá va querer ayudarte a elegir y lo más seguro es que me traerá dando vueltas.
- - ¿Hay un precio? ¿Debo pagar? – Colocando una expresión de vergüenza y pena. – No tan ostentosa entonces.
- - Yo ya lo tengo, tú sigue pidiendo. Pero serán con intereses mi pago querida – Dando una mirada picara a la castaña.
- - ¿Bill? ¿Sera muy caro?
- - Bueno... para ti sí – Mostrando una sonrisa canina. – Mi novia la quiero con lencería sexy todos los días, para poder cobrarle.
- - Oye, eso no estaba en el trato.
- - Me gusta el Negro y dorado, apuntalo en una libreta. – Dijo emocionado. – Y a ti se te vería bien el rosa y los tonos pasteles... algo descubierto de la espalda y las piernas con falda, los babydolls de bordado son hermosos. Aunque esos botoncitos rosas me gusta mirarlos, buscare uno especial.
- - Bill... - Sonrojándose de tan solo escuchar toda la petición de su pareja. – Eres un pervertido, no digas eso.
- - Necesitaras muchos atuendos de lencería, porque la luna de miel te lo voy advirtiendo Mabel, no durara un solo día.
- - ¿No me vas a dejar ver los centros turísticos?
- - Tal vez, un poquito.
- - ¿Playita?
- - ¿Estuviste hablando con Phill?
- - Wendy me dijo, pero no suena nada mal.
- - Incluiremos la playa como inicio, y después... veré a donde te llevo para que nadie te escuche tan fuerte durante el celo.
Mabel se sonrojo de sus mejillas al recordar que estaba casi en su periodo de celo, y dentro de una semana y media se iría a vivir con Bill un rato al inicio del puente feriado. Tendría que ver métodos anticonceptivos con su enfermera.
- - Por cierto Bill, el señor Cipher...
Un sonido en la puerta los alerto antes de ver a Wendy entrando y viendo a Bill y a Mabel en la misma habitación.
- - Dime que Bill no vino a quitarte el vestido y tratar de comerte antes del evento.
- - ¡NO! – Dijeron los dos con las mejillas rojas.
- - Jajaja es broma, no lo harán antes de la ceremonia – Comento la pelirroja. – Estarían bien mezclado sus aromas.
- - Por cierto vine por Mabel porque ya casi será la hora, y esta damita que es ahora de honor, debe ir con las demás al igual que el hombre de honor debe estar con el novio.
- - Solo vine con ella, su habitación estaba cerca – Comento Bill. – Mi corbata estaba mal acomodada y necesitaba ayuda.
- - Aja, y lo dice el hombre que llega bien arreglado a la universidad y pone el ejemplo con los trajes.
- - Bien, quería verla – Sonrosándose de sus mejillas.
- - Tranquilo la tendrás en unos minutos, cuando pasen por el recinto ceremonial. – Comento Wendy. Recuerden que son casi el cierre para que entren los novios. – Tomando a Mabel de la mano. – Bill, tú ya sabes tú papel pero Mabel casi no, así que me la llevo.
- - De acuerdo – Dijo caminando hacia la salida junto a las chicas. – Debo regresar con el novio.
- - Sí, y recuerda llegar a la iglesia con los demás.
- - Sí, mamá - Le dijo de broma el rubio a la pelirroja.
Wendy y Mabel iban caminando hacia donde estaban las demás damas de honor, en cuanto abrieron la puerta de la habitación. Mabel se sorprendió al ver a Pacifica luciendo un hermoso vestido blanco casi corte sirena con doble falda que ocultaba un poco su embarazo y una faja color azul con flores atrás de la cola del vestido. La rubia iba peinada en un recogido lleno de rizos y un velo en forma de tiara delgada color plata. El encaje de su escote y sus mangas era un bordado de rosas y las bombachas de hombreras lucían un precioso brillo ante la luz.
- - Es hermosa – Dijo Mabel viendo a su cuñada. - ¿Azul?
- - Recuerda Mabel, algo azul y algo prestado – Comento su madre. – Cuando llegue tú momento, te daré algo azul.
- - No se preocupe Caroline – Hablo Isabella. – Le cortare un mechón de pelo a Will cuando llegue ese día.
- - Jajaja, vamos a ocupar que Will se deje crecer su cabello – Comento Tambry.
- - Muy bien la distribución del cortejo – Aclaro Tambry.
- - Primero que nada, el sacerdote entra y prepara la mesa – Comento Wendy.
- - Exacto – Dibujando un hombrecillo con sombrero religioso. – Luego sigue el novio y la mamá del novio. – Continuo. – Ahí entra usted Caroline.
- - Claro, pero Dipper ya debe estar allá.
- - Y lo tendremos. – Continúo dibujando. – Luego sigue la mamá de la novia y el padre del novio, Priscilla y Charles. Luego tenemos padrinos de velación, Wendy y Phill. Continuamos con los portadores de anillos, yo y Nico.
- - Padrinos de lazo que seremos Wirt y Beatriz
- - La dama de honor y el hombre de honor de cierre – Comento Wendy. – Serán Bill y Mabel, ya que el paje será Melissa, o en su caso son los pajes Tad y Melissa los que darán esos recuerditos y flores.
- - Y al final tendremos que repetir la misma acción solo que al revés primero los novios, en este punto no tendremos pajes y utilizaremos a Mabel y a Bill, luego seguirá padre de la novia y los padres del novio, seguido del resto. – Finalizando la explicación. – Alguna duda.
- - ¿Por qué Bill y yo salimos después de los novios? – Pregunto Mabel.
- - Porque se convertirán en pajes, Melissa no puede caminar mucho por su embarazo y de por si el sacerdote no está muy convencido de ver embarazos haciendo el camino nupcial.
- - Así que recordemos que no debemos mencionar que Pacifica está embarazada, o el sacerdote pondrá cara de desagrado.
- - Diremos que comí bastantes pastelitos. – Dijo la rubia.
- - ¡Bien todas a la iglesia!
PV Mabel
Debe ser un sueño, un sueño muy hermoso el poder casarse al fin con la persona que amas.
Pacifica Northwest hace poco estaba nerviosa por su boda porque pensaba que todos juzgarían por su embarazo tan avanzado e incluso estuvo a punto de cancelar la boda. Pero viendo a mi mamá como la consolaba y la motivaba a ignorar los prejuicios de las personas y el qué dirán, diciendo que este es su día y que mi hermano la amara por el resto de su vida, porque ella era su destinataria. Junto con la madre Pacifica la señora Priscilla le dijo lo hermosa que se veía en este día y termino de arreglar su vestido, acomodo el velo y coloco unas lilas en su recogido.
Parecía que esa pequeña tormenta que se formaba se había esfumado por completo, trayendo el día soleado de regreso.
Ella subió al auto que fue dado por el padre de Pacifica, un convertible negro Dodge 600 fue su regalo de bodas para la pareja. Él iba conducir a la capilla escoltando a su hija, ya que la quería mucho y era su mayor tesoro en la familia Northwest. Preston sabe que mi hermano Dipper la cuidara bien y la querrá todos los días de su vida.
Nosotros íbamos en el auto con mi padre conduciendo dirigiéndonos a la iglesia, en cuanto llegamos la capilla era hermosa y sencilla con un jardín lleno de rosas a pesar de estar en noviembre. Los primeros en llegar fueron los chicos, cuidado de que Pacifica y Dipper no se vieran.
Todo parecía como la escena de una película romántica, cada quien en su papel. Mi madre fue con Dipper en cuanto empezó el cortejo ceremonial. Todos iban entrando y tomando sus lugares. La música, los invitados y la decoración hicieron que mi corazón brincara de alegría, y eso que no era la novia.
- - Mabel.
La joven castaña volteo a ver a su pareja extendiéndole el brazo para que se aferrara mientras ella llevaba un ramillete pequeño de flores lilas. Había olvidado que era su turno y que él alfa rubio había estado llamándole. Se sujetó de su brazo y pronto comenzaron a caminar hasta el altar quedando a medio metro de espaldas con Wirt y Beatriz.
- - ¿Llevando el ramo con entusiasmo? – Comento Bill con una sonrisa.
- - Sabes que cuando sea la boda me llevara mi papá de escolta – Comente en un tono alegre y burlón a mi novio.
- - Sí, pero también al final del cortejo nupcial esto indica cuando estemos casados – Susurro lo suficientemente audible para la pequeña omega que se sonrojo completamente.
Por Dios este hombre no puede dejarme de hacerme sonrojar por tan solo 5 minutos, me gustaría ya casarme con él, pero ¡ya!
Tuve que separarme de Bill cuando tome mi lugar junto a las damas de honor, mientras veía que Melissa tiraba los pétalos de las flores con fuerza diciendo "flores para ti y flores por aquí" mientras Tad trataba de calmarla y entregaba uno que otro recuerdo que utilizarían al final de la misa.
En cuanto anunciaron la entrada de Pacifica y su padre Preston Northwest, era la primera vez que veía a su padre llorar mientras llevaba a su hija al altar. Había escuchado que Preston no fue muy apegado a su hija Pacifica debido a su empleo como empresario, pero cuando tuvo la oportunidad de convivir más con su familia gracias a mi hermano, su relación se fortaleció.
Pude ver que ella lucia radiante y feliz entre cada paso que daba viendo a mi hermano con ojos de felicidad deslumbrante. En cambio Dipper estaba sumamente sensible y contento, no pude evitar verlo derramar unas lágrimas mientras que su amigo Nico le daba golpecitos de ánimo en su espalda.
"Me pregunto... me pregunto si Bill llorara al verme en vestido de novia cuando nos casemos"
La ceremonia concluyo cuando el sacerdote menciono que mi hermano podía besar a la novia, solo recuerdo ver a Dipper tomando a Pacifica en sus brazos y dando un beso muy enamorado con la música a fondo. El sacerdote termino la misa y todos empezamos a salir para terminar el cortejo nupcial detrás de la pareja recién casada.
Es una lástima no quedarme con el ramo ya que era parte de la ofrenda de la iglesia, me acerque a Bill porque nosotros íbamos a salir segundos después de los novios. Afuera aventaban arroz y pétalos de flores. La escena resultaba divertida como Pacifica intentaba proteger a mi hermano con su velo de novia.
Bill y yo quedamos en el jardín mientras veían como todos los felicitaban, voltee a ver a Bill y podría jurar que no quitaba los ojos de la escena, estaba muy feliz y sonriente. Me gusta verlo sonriendo, hace que mi corazón se caliente y se calme. Junte mi cabeza sobre su brazo y mencione felizmente las palabras que podrían ser que lo hicieron aún más feliz, antes de besarme.
- - Bill... - Viendo la escena de Dipper abrazando a Pacifica y dándose otro beso. – Aceptaría ser tu esposa, ya quiero serlo. – Aferrándome a su brazo.
Él se inclinó y tomo mi rostro con delicadeza besando mis labios, mientras que yo me aferraba a su cuello continuando con el beso.
"Por favor Dios, permíteme estar con Bill Cipher"
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PV Bill
Hemos llegado a la recepción de boda, la fiesta se celebraría adentro por las condiciones del clima. Busque a Mabel por todos lados, y es que cuando termino la sesión de fotos en la iglesia y en el jardín del hotel sus padres se llevaron a la chica para sentarse casi cerca de la mesa de los novios. Más si Pacifica y Dipper querían brindar en ese momento.
La señora Pines; Caroline me tomo del brazo y me arrastro casi a la mesa del brindis colocándome junto a su hija y dándome una copa. Aún seguía perplejo entre tanta gente que vino a la recepción y como entre los invitados estaba Stanford y Stanley mirándome con extrañez.
Cuando terminamos el brindis y la sesión de fotos, seguí a la familia Pines porque todavía seguía el agradecimiento de los padrinos y la mejor amiga de la novia. Cuando terminaron todos los agradecimientos, la novia estaba lista para arrojar el ramo lo cual mi pequeña omega no tardo en levantarse y unirse a las demás chicas.
Stanford me dio un codazo cuando se sentó a mi lado, donde antes estaba Mabel. Me miraba con furia en sus ojos esperando juzgarme de un crimen que cometí. Y vaya que cometí varias veces ese crimen al comerme a su sobrina nieta.
- - Bill, puedes mirar aquí un momento y explicarme que hacías en el brindis a lado de Mabel – Comento el anciano esperando una respuesta. – El brindis solo es la familia Pines y Northwest.
- - Bueno... - Dando un largo sorbo a mí bebida de vino blanco. - Fordsy resulta que Mabel es...
- - Ah olvide comentarlo Tío Ford – Hablo Charles. – Bill es el destinatario de Mabel, pronto será un Pines, claro si se quiere unir a esta familia en unos años más. Y no solo sea enamoramiento fugaz.
- - Por favor señor Pines, voy serio con ella – Comento el rubio un tanto nervioso de sentir la mirada juzgadora de Stanford. – Jamás jugaría con sus sentimientos, ella es mi mate. – Dando una mirada a Mabel. – La amo tanto.
- - Tranquilo Bill, yo sé que Mabel te ama. – Comento Charles. – No para de hablar de ti o preguntar qué haces en la universidad, si ya comiste o si duermes bien. Desde que entro al instituto y está concentrada en sus tareas a estado pregunte y pregunte por ti.
- - Mi calabaza siempre ha sido de insistente, se preocupa mucho por los de a su alrededor antes que primero piense por la seguridad de ella.
- - ¡Stanley, ya lo sabias tú! – Protesto Stanford molesto con su hermano gemelo.
- - No pusiste atención cuando te mencione que Mabel estaba saliendo con Bill.
- - Pensé que salía con él porque era su tutor.
- - Sí, pero resulta que estos dos estaban muy enamorados. – Dijo Charles. – Créeme que la sorpresa fue muy grande para mí. Enterarme que Bill y mi hija eran destinatarios.
- - Pensé que en tres meses se rompería, pero al contrario se hizo fuerte. – Comento dando un trago a su copa. – Incluso casi se me deprime en el trabajo. – Señalando a Bill.
- - No me deprimí – Dijo Bill viendo a las chicas bailar al ritmo de la música dando una vuelta alrededor de la novia, mientras aplaudían. – Solo... tuve anemia.
- - Anemia que se llama Mabel – Dando un golpecito por la espalda al rubio. – Ford, tuve que mentirle a mi hija que Bill comía, aunque no lo hacía y que estaba calmado aunque lo veía engrapando las hojas como un maniático depresivo.
- - Eso es serio – Dijo Ford. – Tres meses fue mucho Charles.
- - Pero se lo merecía.
- - ¿Por qué razón? – Pregunto Stan.
Espero que no le diga que Mabel y yo tuvimos relaciones o de seguro me matan.
- - Por darse besitos a escondidas y caricias de manita sudada.
- - ¡Bill! – Exclamaron Stan y Ford con una moderación para no arruinar el evento.
- - Eso no se hace, primero se presenta con el padre y primero le pides permiso muchacho – Dijo Ford. - ¿Qué no te enseñe eso?
- - Sí, y yo te dije que nada de besos en la primera cita. – Hablo Stan con los brazos cruzados.
Yo solo voltee a ver a Charles hacer una señal con su índice y pulgar haciendo un gesto de cierre en sus labios, como señal de guardar el secreto. Por un momento sentía cavar mi tumba, pero luego le contare a Ford todo el asunto. Dudo que se crea ese cuento que invento el señor Pines.
- - ¡Y la próxima novia a casarse! – Grito el presentador. – Oh diré, noviecita.
Vi que Mabel atrapo el ramo en sus manos con algunos pétalos sobre su cabello y las mejillas rojas como una cereza mientras su pecho se agitaba por la euforia del momento, siendo felicitada por las chicas.
- - Esperaremos tú boda pequeña futura novia. – Exclamo el presentador.
- - Calabaza no te cases tan pronto – Dijo Stan cuando vio a Mabel acercarse con el ramo y tomar su lugar, siendo cedido por Ford.
- - Mabel aun estás pequeña para casarte, así que Bill no te la lleves aun. – Comento Ford.
- - Tío Ford ya sabes lo de Bill y yo – Sonrosándose de sus mejillas.
- - Ya lo sé, pero no aceptare que te cases muy temprano.
- - Pero ¿Por qué? – Haciendo un leve puchero.
- - Porque eres nuestra sobrina favorita – Dijo Stan con una sonrisa en su rostro. - ¿Quién me hará galletas y panques los fines de semana?
- - Oh nos acompañara de pesca y al bosque en vacaciones – Comento Ford. – De aquí que salga mi bisnieto será tardara mucho para que aprenda sostener un lápiz.
- - Los niños son inteligentes desde pequeños – Menciono Bill. – Pueden sostener fácilmente la crayola y rayar una pared con jeroglíficos rudimentarios. Incluso aprender a hablar y caminar, mejora mucho su psicomotriz si tú le lees cuentos o incluso investigaciones desde temprana edad. – Haciendo mención el interés de Ford. – Pueden crear una atracción en su entorno y aprender todo sobre naturaleza y hacerlo su pasatiempo favorito, por ejemplo la pesca y el senderismo.
El padre de Mabel, Stan y Ford se quedaron perplejos y con la boca abierta cuando el rubio menciono lo que decía de los niños.
- - Si tuviera hijos... los educaría así, claro que primero es el permiso de la omega – Dando la decisión a Mabel. – Recuerden que ella es la madre que los educa seguida del padre.
- - Igualdad – Dijo Charles.
- - Unos genios de temprana edad – Dijo Ford interesado.
- - Alguien con quien compartir las habilidades de pesca y rastreo – Dijo Stan orgulloso.
- - Ya los atrapaste – Menciono Caroline viendo a Bill.
Aún recuerdo la plática que tuvimos la señora Pines y yo previo a la cena, menciono que tal vez no se molestaría si un día Mabel quiere embarazarse. Un Cipher Pines es lo que dijo como para darnos su permiso.
Entre el show que dio Dipper al quitarle la liga que traía entre los muslos su esposa, para utilizarla con los solteros. Mabel me preguntaba porque no me levante para participar.
Mi respuesta es clara y concisa mostrándole el anillo y tocando el suyo que portaba en su mano izquierda. A lo que ella solo exclamo con un "O" grande y un adorable sonrojo.
Creo que jamás olvidare su expresión.
PV Narrativo
Diez de la noche la fiesta seguía y los invitados estaban entretenidos con la música y la comida entre festejando con la pareja recién casada.
La joven castaña había terminado un poco cansada de bailar y de platicar con algunas invitadas. Pero entre tanto tema de conversación ella se sintió atrapada entre voces y música, no sabía a donde irse o esconderse.
Una mano tomo su brazo con delicadeza y la atrajo fuera del bullicio y la fiesta, era su novio quien estaba un poco pasado de la copa y con el cabello medio revuelto, como si el viento hubiera hecho su jugarreta, el corbatín de su traje desaparecido y un botón de su camisa estaba descocido.
- - Bill jeje – Tomando su rostro termino de acomodar su parche ocular que estaba casi tapando su medio ojo, pero sintió su piel caliente y un tono carmín en sus mejillas sosteniendo una sonrisa de oreja a oreja. – Estas todo rojo, y tú cabello parece que te acicalaron jajaja.
- - Ford me agarro de la cabeza y Charles me dio un cariño de coscorrón, como parte de la bienvenida Pines – Haciendo una seña con su dedo en señal de silencio lo coloco sobre sus labios. – Shh... pero no le digas a nadie que me dieron cariñitos de hombres, es nuestra reunión se creta de machos.
- - Jajaja estás ebrio Bill – Tomando su mano lo llevo a los jardines del hotel a que tomara aire fresco y pudiera calmar su temperatura. - ¿Cuántas te tomaste?
- - 9 y medio de... whisky y vodka, y una champañita y una cerecita que estaba en una piña colada que se parecía a mí – Comento el rubio frotándose el parche nuevamente antes de sentir lo tibio de las manos de la menor y acomodar de nuevo el parche en su lugar.
- - Okey, okey... mi caballero deja eso – Tratando de detener al rubio de frotarse sus ojos.
- - ¿Cansado? – Pregunto la castaña.
- - Sí, un poco. – Colocándose firme de su cuerpo. – Pero listo para más fiesta.
- - Espera ahí – Deteniéndolo. – Creo que te caerás si sigues bailando.
- - ¿Bailamos, Estrella fugaz? – Tomando su cintura y su mano para hacer una leve danza en la que la menor chocaba en sus pies y lo terminaba pisando.
- - Bill jeje – Termino recargándose en un barandal junto con el alfa mientras sentía su respiración cerca de su rostro. – Vamos estás cansado y ya bailamos muchas piezas, entiendo si estás cansado.
- - A mí me matan los tacones, ya me los quiero quitar.
- - Quítatelos – Sonriendo. – Y aviéntalos al mesero de allá.
- - Mala idea, mala idea – Abrazando al rubio. – Mejor ya a dormir.
- - Yo también – Sintiendo el calor golpearla en su cuerpo invadiéndola completamente y el aroma a chocolate la relajaba entre el olor enmaderado. – Creo que es el sueño.
- - Mabel... - Tomando el rostro de la menor y acercándose a ella.
Mabel por un momento pensó que sería besada al ver el orbe dorado de Bill contraerse y mirarla fijamente. Su corazón latía con fuerza, más no estaba asustada puesto que su familia y amigos ya sabían que él era su pareja. Cerró los ojos y espero que la besara pero... escucho un quejido del rubio.
- - Necesito agua – Dijo Bill medio asqueado sintiendo sus mejillas enrojecer de la vergüenza. – No lo vuelvo hacer... enserio que no lo vuelo...
- - Tranquilo iremos despacio caminando. – Aferrándose de su brazo y sintiendo su corazón aun acelerado por ese contacto. – ¿Necesitas algún medicamento?
- - Tengo aspirinas en mi habitación, traje en caso de resaca.
- - De acuerdo.
- - Lo siento Mabel.
- - Tranquilo luego regaño a mi papá y mis tíos abuelos.
- - No quiero saber cómo estará Dipper después de... - Recordando que casi agarraron al castaño para una ronda de cervezas durante la fiesta. – Mejor luego te cuento.
- - De acuerdo.
- - Creo que es la primera vez que me emborracho frente a ti.
El alfa daba tropiezos grandes y reía por el pasillo cada vez que chocaba con un invitado, Mabel lo llevaba del brazo antes de toparse con Will quien los vio en la salida de la recepción. Llevaba unas pantuflas para su prometida.
- - ¿Ustedes a dónde van?
- - Bill tiene sueño y quiere agua – Menciono Mabel ocultando la borrachera del rubio. – Yo también quiero dormir, me duelen los pies de tanto bailar.
- - Mabel si quieres yo lo llevo a su habitación... - Pero sintió la mano de su hermano tocar su hombro.
- - Tranquilo Will – Tratando de hablar lo más serio y recobrando la postura. – Estoy bien, escoltare a Mabel y después iré a mi habitación a tomar una aspirina y beber jugo o agua, antes de la resaca de esta fiesta.
- - Oh... de acuerdo – Dijo aliviado de que su hermano tuviera compostura en su actitud alcohólica. – Entonces... buenas noches y los veo mañana en el desayuno, yo en una hora más me llevare a Isabella a descansar.
- - Sí – Respondieron ambos.
Mabel miro impresionada de que Bill recuperada la compostura, pero en cuanto subieron al elevador para picar el cuarto piso, la castaña apretó el botón 6 para ir al piso que se alojaba Bill.
- - Oye, primero debo dejarte pequeña – Viendo a la castaña quitarse las zapatillas.
- - Bill, andas muy borracho y si te quedas atrapado en el elevador te quedaras dormido aquí y no quiero enterarme que los empleados del hotel te encontraron medio zombi.
- - Que linda mi novia – Dando una caricia en su cabello. – Se preocupa mucho por mí. Enserio que haría sin ti.
- - Tomaras la pastilla y beberás mucha agua.
- - Sí, preciosa.
- - Hueles delicioso Mabel, me gusta esta fragancia – Sonriendo. – ¿Qué aroma es?
- - ¿Eh? – Confundiéndose la menor al olfatear su aroma. – Solo es flor de azahar
- - No es flor de azahar – Colocando su rostro en su cuello. – Huele a freesia y dulce peonia. Me gusta mucho.
- - Bill no puedo oler a eso jeje – Sonrojándose. – Hoy mamá me roció con su perfume Chanel.
- - Pues... hueles bien.
- - Gracias.
Llegando al sexto piso la castaña llevo de la mano al rubio antes de entrar a la habitación descubriendo que el rubio había dejado abierto accidentalmente.
- - ¡Bill! – Le regaño Mabel. – Dejaste abierta la puerta, que pasa si te roban.
- - Pues me robaron – Haciendo un gesto con sus manos tocando su pecho. – Una pequeña castaña y ojos bonitos me robo el corazón y casi huye.
- - Esto es malo – Tomando su mano para entrar a la habitación. – Iré por una toalla y agua fría.
- - Tranquila estoy bien.
Cerraron la puerta de la habitación y la castaña corrió a buscar el maletín del rubio que estaba en la silla. Abrió el frigo bar tomando una botellita de agua y dándosela al rubio quien se sentó en la cama, la abrió la bebió con avidez la primera botella como si hubiera muerto de sed, antes de que ella le diera la aspirina.
- - Bill – Mirando al rubio relamiéndose los labios y viendo la botella vacía.
- - Tenía sed.
- - Iré por otra – Tomando otra botella del frigo bar antes de extendérsela, le entrego primero la pastilla. – Primero esto.
- - Sí, mami.
Mabel se rió al ver al rubio actuar como un niño pequeño, fue al baño abrir la llave y mojar la toalla iba colocársela en la frente pero sintió la mano del rubio detenerla y dar una mirada seria a la menor.
- - ¿Qué pasa? – Viendo al rubio mojarse el rostro y tomar la toalla.
- - Lo siento querida – Secándose el rostro. – Ya estoy bien, solo odio cuando tomo tanto alcohol.
- - Woow... se te quito.
- - No es la primera vez – Comento. – Mi primera resaca fue cuando llegue de trabajar del supermercado, tú tío abuelo Ford me ofreció vino mientras jugábamos una partida de poker.
- - Solo recuerdo... dormir afuera en la nieve en calzoncillos.
- - Jajaja
- - Sí, no es agradable recordar eso, tenía 15 años y pensaba que ya tenía moderación en el alcohol.
El rubio salió del baño sintiendo aun la vergüenza de que su novia lo viera borracho.
- - Perdón no lo volveré a hacer.
- - Tranquilo Bill, es la primera vez que te veo.
- - Y quiero que no sea seguido. – Mostrando una sonrisa antes de sentarse en la cama. – Ahora ven aquí.
- - ¡Sí! – Saltando en sus brazos y abrazando al rubio del cuello tumbándolo al colchón.
- - ¡Uy! – Dijo adolorido al sentir pegarse con el control de la tele que estaba en medio.
- - Lo siento.
- - Descuida, ayuda a quitar esta borrachera. – Dando una caricia en su cabello a la joven. – Mabel te ves muy hermosa.
- - Sabes Bill... quiero el vestido más hermoso y blanco – Comento. – Y podemos casarnos en el jardín, me gusto el jardín del hotel pero quisiera en verano.
- - ¿Verano?
- - Mis flores favoritas crecen en verano.
- - Cierto.
- - Aun seguimos planeando la boda – Soltando una risa el rubio. - ¿Qué más planeas pequeña?
- - Oye Bill – Subiéndose a su regazo.
- - ¿Qué sucede?
Mabel dio una mirada al rubio tomando su rostro entre sus manos y atrayéndolo a sus labios para dar un beso largo y caliente, sintiendo las manos del alfa sujetar su cadera y espalda dando una caricia suave encima de su vestido.
La menor sintió un agradable escalofrió y gimió ante el beso, busco a tientas con su mano desabotonar la camisa terminando por abrir por completo en un tirón y dar una caricia en su pecho estremeciendo al alfa. El beso resonaba en la habitación y el compás de sus respiraciones se escuchaba entre ellos. Rompieron el beso algo agitados y dándose una mirada entre ellos.
- - Mabel... ¿Cuándo? – Pregunto Bill sintiendo esa sensación caliente ganarle a sus sentidos de alfa y sentir el deseo. Sabía que ningún supresor serviría en este momento si su pareja estaba en las mismas condiciones que él.
- - Ayer – dijo la pequeña con un sonrojo y la mirada vidriosa – Ayer en la noche... use el dildo y... no me calmaba. Hoy en la mañana no me lo tome, lo olvide en casa y mamá me apuraba para irnos a recoger los vestidos e ir al hotel.
- - Eso explica porque estabas tan atrayente en la mañana y esta tarde – Soltando un gruñido el rubio al sentir a la castaña mover sus caderas y empujar la falda del vestido hacia arriba, tocando su ropa interior contra la erección de su pantalón.- Mabel...
- - Bill... Yo... - Soltando un gimoteo en forma de ruego. - ¿Podemos hacerlo? Por favor...
- - Espera, espera... ¡Espera! – Bajando a la chica de su regazo y levantándose de la cama un poco agitado. – Espera un momento Mabel. – Soltando una maldición baja y arreglando un poco su camisa. – Quédate aquí. – Le ordeno en voz alta.
Mabel pensó que Bill estaba enojado y trataba de calmarla o evitar la relación debido a la fiesta que estaba abajo y el evento con su familia. Por un momento se sintió triste y avergonzada de exigir sexo por culpa del celo. Se quedó sentada en la cama con una culpa, pero su corazón no paraba de latir y el calor en su cuerpo aumentaba, y es que desde que empezaron el día no paraba de pensar en su alfa y en cómo pedirle que la besara y la tocara sin que su familia los viera o molestara.
Esperar una semana más para ir a casa de su novio era una tortura, y desde que llego del periodo de descanso de la prepa no podía esperar pasar sus vacaciones decembrinas con él. Sus primeras navidad juntos sin secretos a su familia, su primer día de gracias juntos y su cumpleaños.
- - Fui una tonta...
En cambio Bill estaba con el corazón en la garganta y las mejillas rojas, no podía dejar de pensar en los besos y las caricias que quemaban. Miraba con impaciencia los números del ascensor llegando al lobby del hotel, busco una tienda de souvenirs dentro y la encontró algo pequeña y estrecha, por suerte estaba abierta a las 24 horas. Se acercó al mostrador y una chica aproximadamente de 29 años de edad que estaba leyendo una revista mientras mascaba chicle miro al rubio con desdén de intriga.
- - Buenas noches hombre guapo, ¿Qué se le ofrece? – Viendo al sujeto rubio. – Lo cigarrillos están algo agotados.
- - No vengo por eso.
Bill tomo del lado del mostrador lo que ocupaba y se acercó a la chica con algo de timidez.
- - ¿Tiene supresores para Omega?
- - ¿Dos o una pastilla?
- - Dos – Comento – La de una pastilla es muy fuerte aun para su hormona.
- - Bien – Tomando los artículos y pasando por el checador de la máquina hasta marcar dos artículos iguales. - ¿Noche larga? Enserio llevara dos paquetes. – Señalando el paquete de preservativos.
- - Añade una píldora del día siguiente y estos analgésicos.
- - ¿Quién tuvo la culpa? – Pregunto la chica con una risita.
- - Ambos – Dijo sonrojado. – Ambos la tuvimos.
- - Le aviso que casi las habitaciones no tienen aislante de ruido. – Comento la cajera. – Es el único fallo del hotel, yo una vez lo hice con mi ex pareja.
- - ¿No es aislante de ruido? - Alzando una ceja. – En el folleto decía que era.
- - Publicidad engañosa.
- - 22 dólares con 50 centavos.
- - Sí, tome – Extendiéndole su efectivo mientras esperaba el cambio.
- - Un consejo, si andan en celo tape su boca. Afuera hay familias y... no son muy buenas las quejas.
- - De acuerdo.
- - Disfrute la noche.
Mabel estaba llorando en silencio pensando que Bill se había molestado, se debatía entre irse o esperar a disculparse. Escucho la puerta abrirse y cerrarse, ella se levantó de la cama intentando explicarle y disculparse de su actitud imprudente. Pero en cambio fue recibida por el beso hambriento del alfa, escuchando el ruido sordo de la bolsa caerse y el jadeo desesperado del rubio que termino el beso y junto su frente con la de ella.
- - Bill... - Viendo al alfa que limpiaba sus lágrimas. – Lo siento por no avisarte, ¿estas molesto?
- - Mabel no llores, no estoy molesto – Comento besando sus mejillas. – Jamás lo estaría contigo, pero... me agarraste desprevenido y sin protección para ti.
- - ¿Protección? – Viendo el contenido de la bolsa que se cayó.
- - Pequeña omega hay cosas que nunca debes hacerle a tú alfa – Mostrando una sonrisa. – Como jugar con fuego o te quemaras.
- - Sabes que no me puedo resistir cuando me besas de esa manera e intentas darme placer.
El rubio se separó de ella y fue al cajón a sacar una tarjeta mostrándosela que decía; "No molestar" a lo cual la menor solo vio con un sonrojo antes de verlo abrir la puerta para colocarla en la perilla que estaba afuera de su habitación, cerrando la puerta puso el pestillo pudo notar una mirada hambrienta y lujuriosa en el Cipher.
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Once y media de la noche – Recepción.
Phill se sentó en la mesa donde estaba su esposa y su hermano con su prometida antes de beberse una copa de vino y comer unos cuantos cubitos de queso.
- - Oigan ustedes acaso está cansados de bailar – Comento el pelirrojo despeinado.
- - ¿Quieres que se me salga el bebé? – Lo miro Wendy de forma molesta.
- - No – Dijo un poco asustado de ver a su esposa molesta.
- - Ya que estas aquí, sóbame el pie. – Subiendo sus pies al regazo.
- - De acuerdo reina.
- - Oigan ha visto a Mabel – Pregunto Isabella. – Estábamos bailando con Pacifica y las demás, pero en un instante se me perdió en la multitud.
- - Cierto, ¿mi princesita dónde estará? – Pregunto Phill preocupado de que la castaña la aplastara la multitud.
- - Hace rato la vi con Bill caminando fuera de la recepción mientras este reía como loco.
- - ¿Qué? – Dijo Phill con el ceño fruncido. - ¿Pues qué sucedió?
- - Dice ella que Bill se sentía mal, y dijo que se iría de regreso a su habitación. – Comento. – Pero luego vi a Bill hablar normal y dijo que regresaría a Mabel a su habitación antes de irse de regreso a la suya.
- - Menciono que le iba a dar una resaca fuerte, y que si no se tomaba la aspirina le dolería después.
- - De seguro tomo de más.
- - Y Mabel le dolía los pies.
- - Pobrecita, caminar con tacones es difícil para ella. – Dijo Wendy. – Y eso que llevo tenis.
- - ¿Qué poco duraron en la fiesta? – Dijo Isabella. – Yo estoy agarrando el segundo aire antes de seguir bailando.
- - ¿Enserio Isa? – Dijo Will. – No te duele los pies.
- - Will es una fiesta y ya me trajiste las pantuflas.
- - Lo siento Will, yo estoy dando masaje a mi esposa.
- - Aparte no te diste cuenta que Tambry se llevó a dormir Esteé. Por lo que tenemos la fiesta para los dos.
- - Pero no debes desvelarte mucho.
- - No, pero... - Tomando al peli celeste. – Vamos a bailar.
Jalo al Cipher a la pista mientras que Phill y Wendy veían a la pareja bailar junto a los invitados.
- - Bueno se entiende que Mabel estuviera cansada, aun es una adolescente. – Explico Wendy. – Casi no duran en las fiestas.
- - Y Bill se aburre cuando no está ella o simplemente se engenta.
- - Por cierto, ¿Qué perfume usaba ella? – Comento Phill interesado en el aroma. – Nunca había olido un perfume muy dulzón, hasta se me antojo los pasteles de fresa con crema y bombones.
- - ¿Qué? – Dijo Wendy. – El Chanel no huele a dulces, Coco Mademoiselle es un perfume más maduro y rico en flores azahar y jazmín.
- - Pues ella olía a dulces y flores más suaves.
- - Phill yo creo que no tienes mucho conocimiento en perfumes.
- - Bueno, todo huele rico – Comento. – Eso sí, Bill olía como si hubiera ido al bosque y se hubiera revolcado en el bosque junto a la vainilla. ¿Crees que haya comido dulces?
- - ¿Pero no come dulces?
- - Ya lo sé.
- - Bueno... creo que eres un glotón. – Soltando una risa. – Y ya que hablas de dulces... ¿Crees que Dipper y Pacifica querrán darnos otra rebanada de pastel?
- - Wendy...
- - Lo sé... ya llevo 3 – Haciendo puchero.
- - No en realidad iba convencerte para pedir más, me quede con ganas de más y yo creo que Bill y Mabel no extrañaran su pedazo extra.
- - Cierto – Dijo Wendy. – Digamos que ellos quisieron otra rebanada.
- - Me leíste la mente.
- - Acabo que estos están dormidos.
- - Gracias a estos dos nos ganamos otro pedazo.
- - ¡Sí!
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- - ¡AAH! ¡AAH! ¡AAH! - La menor estaba contra la pared siendo arremetida con intensidad ante las penetraciones que le brindaba su alfa. Sus manos arañaban con fuerza la espalda enrojecida y lastimada del rubio. La pelvis del mayor golpeaba su sexo húmedo y chorreante ante los orgasmos previos y las anteriores corridas que tuvo en la silla y parte de la cama. Escuchando el lascivo sonido de fricción veloz dentro de su vagina. - ¡No pares! ¡No pares! – Grito la castaña con las mejillas rojas
- - Grita, grita más fuerte preciosa – Sonando extasiado el rubio. – Tú dulce vagina aprieta deliciosamente que me dan ganas de correrme y quitarme el maldito condón.
- - ¡¡Bill!! – La menor pataleaba suavemente cuando sintió su punto G ir al extremo de su placer sintiendo la sensación de mojarse y orinar.
Un abundante líquido cristalino y acuoso cayó sobre la alfombra y el chillido de la menor se escuchó como un ferviente deseo para el alfa. El rubio golpeo con un puño la pared jadeando ronco y soltando un rugido, sujeto su cintura penetrando con fuerza su sexo.
El pantalón que portaba el alfa iba cayéndose más hasta quedar en sus rodillas con el tintineo del cinturón sonando con las embestidas. Y es que desde que empezaron las caricias y el sexo oral, la masturbación y las penetraciones no había tenido ni tiempo de quitarse el pantalón. Señal del que el celo les había ganado.
El vestido que traía la castaña hace una hora estaba rumbado en el piso de la habitación junto a sus medias arrugadas, bragas mojadas, brasier, zapatillas regadas por la esquina, el abrigo que llevaba el sujeto se quedó en la silla, la camisa arrancada de los tres primeros botones, más zapatos y calcetines. Entre una caja de preservativos que habían caído al piso con varias bolsitas abiertas y una botella de lubricante que seguía goteando en la alfombra. Era evidente que aquí reinaba la lujuria y el deseo.
Mabel movía sus caderas al ritmo de las embestidas y gemía con fuerza entre pequeños gritos que escapaban cada vez que Bill penetraba en lo profundo, casi tocando su cérvix y sintiendo el escroto del rubio rozar contra sus nalgas. Su respiración estaba demasiado acelerada y los besos que Bill le daba en su escote y las lamidas que terminaban en la punta de sus senos para después ser amamantados con fuerza por la boca del rubio. Provocaban en la adolescente un temblor en su cuerpo y los agudos gemidos llenos de placer.
Se aferró a su cintura y exclamo un jadeo agudo cuando fue abrazada sintiendo el palpitante pene masculino bombear dentro y lo pesado del preservativo. Ella busco sus labios sujetando el rostro de su alfa y besando al rubio quien este no tardo en quitarse los pantalones de vestir y patearlos junto a la demás ropa.
- - Quiero más...
- - Igual yo – Dijo cegado entre el beso dulce de su compañera. – A la cama, vamos de regreso.
- - Sí... sí, la cama - Sonando jadeante la menor.
La llevo a la cama colocándola de regreso y saliendo de su interior, fue retirándose el preservativo antes de ver a la menor sujetar su erección y frotar con sus manos hincándose en la cama y agachándose para dar una lamida a su pene tomando una parte del recubrimiento de semen. Hizo un leve vaivén en su miembro, lo cual el rubio disfrutaba, pero no quería que su novia lo estimulara de más.
- - Mabel... - Jadeo Bill sintiendo la boca de su novia lamer y chupar el glande de su miembro.
- - No es justo preciosa, hace rato lo hiciste – Tomando su rostro para dar un beso apasionado. – Sabes que si haces eso, me dan ganas de lamerte la rica miel de tú vulva.
- - ¿No puedo darte más placer?
- - Ya lo hiciste – Dando otro beso. – Yo quiero hacer eso contigo – Acariciando sus senos enrojecidos de tantos mordiscos y chupadas que le había dado.
- - Me lamiste hace rato... - Soltando una risita mientras masturbaba su pene sintiendo las gotas de semen bajar por su mano.
- - Es que sabes delicioso – Su mano viajo a su vientre dando una caricia antes de llegar a su pubis donde dio un frote en su clítoris.
- - Bill... - Soltando un gemido ansioso. – Quiero más... por favor.
- - Recuéstate – Viendo a la chica acostarse en la cama tomando las sabanas y soltando una risita.
El rubio busco otro preservativo abriendo el envoltorio y sacando el anillo de látex, fue acomodando en su erección Mabel solo veía la cantidad de condones abiertos. Casi todos llenos de líquido seminal y en la papelera que se trajeron del baño.
Bill se unió con ella en la cama tomando su cuerpo para dar más caricias. La penetración no se hizo esperar, estaba lo bastante mojada y húmeda tras los orgasmos. Los gritos en la habitación, el colchón meciéndose y golpeando con el respaldo de la cama contra la pared. Sus respiraciones aceleradas y sus gemidos a más no poder.
- - ¡BILL! – Grito la menor tan fuerte que podría escucharse afuera y en las habitaciones continuas. - ¡SÍ! ¡SÍ! ¡SÍ!
- - ¡CARAJO! – Gruño el rubio sintiendo sus paredes apretar con fuerza su pene. - ¡MABEL! – Lamio su cuello casi cerca de la subclavia, rozo sus colmillos antes de morderla con fuerza y aumentar el golpeteo en su sexo.
- - ¡¡AAAH!! – La menor soltó un sollozo y grito tan fuerte que araño sus omoplatos.
- - ¡POR FAVOR! ¡POR FAVOR! – Exclamo la menor tras las embestidas salvajes. – Quítatelo... - le suplico la omega en su oído erizando la piel del mayor tras morderla. – Quiero sentirlo... por favor Bill, quítatelo y córrete.
No lo dudo el rubio un segundo, pero debía ser precavido antes de quitárselo se aseguró de correrse dentro liberando su esperma, duro un rato en la relación y en cuanto fue el clímax para ambos, se separó un poco y fue a buscar un pañuelo que estaba en la cómoda de la cama. Se limpió el semen cuando se retiró el condón.
Mabel espero antes de sentir al rubio frotarse contra su humedad e introducirse, su erección estaba ya semi erecta pero lo suficiente para acomodarse dentro de ella.
- - Bill...
- - No te muevas – Dijo entre jadeos. – Sabes... que es un deseo grande, y quisiera... pero todavía no Mabel
- - Entiendo – Dijo la chica haciendo un puchero en sus mejillas. – ¿Puedo tenerlo dentro?
- - Solo no te muevas mucho.
- - No, lo haré. – Abrazando su cuerpo acomodándose en sus brazos.
- - Oh rayos... - Sonando extasiado el alfa mayor. – Fue delicioso, este celo... jamás pensé disfrutar una fuga de una fiesta para tener sexo con mi novia en un hotel.
- - Podemos repetir... - Dijo emocionada de volver a cometer la travesura.
- - En casa preciosa, en casa – Dijo Bill viendo la hora en el reloj que eran casi las doce. – No aseguro que nos hayan escuchado las otras habitaciones, oh que Will y Phill hayan regresado antes de terminar la fiesta y nos escuchara.
- - La fiesta... termina a las tres. – Dijo la pequeña entre un sonrojo.
- - Cierto... - Jadeando el alfa. – En casa repetiremos todo lo que quieras... y en todos los lugares que queramos.
- - Sí.
- - Mabel... - Acariciando su espalda. – Algún día... lo haré.
- - ¿Hacer qué?
- - Tranquila tú te darás cuenta – Soltando una risa.
- - Oye Bill...
- - ¿Qué?
- - Bill, te amo mucho.
- - Oye yo también te amo – Viendo a la castaña que se acomodaba más a su pecho.
- - No puedo esperar a ir contigo.
- - Yo tampoco puedo esperar – Sonando emocionado. – Serán... nuestras primeras festividades juntos.
- - Las vacaciones decembrinas...
- - Haremos la cena de navidad en casa.
- - Y celebraremos tú cumpleaños...
- - Eso me gusta, me gusta esa idea.
Se quedaron un rato conversando de sus planes a futuro y como seria su vida más adelante. Antes de que el cansancio los alcanzara.
══════ •『 ♡ 』• ══════
Tres de la madrugada Mabel había despertado encontrándose acostada junto con Bill con su recogido bien suelto y deshecho, iba moverse pero recordó que aún seguían unidos de sus sexos, provocando que la menor se sonrojada intensamente al verse en tan comprometedora situación. Había olvidado que le había pedido al alfa por medio de ruego no salir.
Pero lo más importante es que debía regresar a su habitación, sus padres no tardarían de volver de la fiesta, en unos minutos cuando terminaran de recoger el salón y asegurar que todos los meseros se hubieran llevado cristalería y manteles, al igual que la música que contrataron volverían cada quien a la habitación del hotel y de seguro preguntaría sus padres en donde diablos estaba ella. Regañarían a Bill por quedarse en su habitación a solas a pesar de ser su destinatario.
- - Bill – Llamo la castaña al rubio cerca de su oído. – Bill debo irme...
Ella movió levemente sus caderas pero sin saberlo aun sentía endurecido el pene del alfa y con un extraño dolor en su intimidad combinado con el leve placer de la fricción.
- - Bill... - Poso sus manos encima de su pecho y trato de moverse para liberarse, pero sentía esa sensación resbaladiza y adictiva con cada frote. – Bill... Bill....
El alfa la sujeto de su cintura entre sueños y gruño roncamente sintiendo las caderas de la menor menearse. Soltó un jadeo el rubio mientras movía su pelvis contra la entrepierna de su pequeña omega apegando más al ritmo de su vaivén.
- - ¡Ahmm!... – Mabel intento a callar sus gemidos y sentir el agarre del alfa, sintiendo las embestidas levemente rápidas del rubio conforme avanzaba el movimiento. – Es..Espera... ahh... ahh
Ella comenzó a moverse a su ritmo sintiendo esa deliciosa fricción contra su sexo enrojecido, no pudiendo callar los gemidos fue jadeando y gimiendo moderadamente sintiendo la necesidad que fuera más fuerte y rápido en sus embestidas. Sintió algo que crecía y provocara un ronroneo y los gemidos más audibles y fuertes.
- - Por favor... por favor... más, más rápido – La pequeña pensaba que colapsaría si el alfa no moviera las caderas con rapidez y la penetrara con fuerza como lo hizo hace unas horas. Le gustaba la sensación que experimentaba, lo apretado, la fricción dolorosa por el tamaño combinado con el placer. – Bill... más... m-más...
De repente vio al rubio abrir su ojo y ver a su pequeña omega moviendo sus caderas y gimiendo con fuerza, el alfa sintió la sensación placentera y la humedad que generaba la chica. Verla gimiendo y suspirando entrecortado con las mejillas rojas le despertó las ganas de embestirla.
Mabel se aferró a su espalda mientras le gritaba que no se detuviera y que fuera más fuerte, sintiendo el aplastamiento de su cuerpo contra el colchón de la cama matrimonial, en pocos minutos estaba gritando de placer y siendo sujetado por el rubio mientras la cogía salvajemente sintiendo su pene rozar más fuerte sus paredes apretadas de su canal vaginal.
El bulto en su vientre era evidente y el semen y su lubricación caían por sus nalgas. Bill busco sus labios besándola apasionadamente y dando varios golpes en su vulva con los testículos friccionando su trasero. Sus paredes carnosas apretaron su miembro impidiendo soltarlo y siendo la fricción más difícil y sensible.
La castaña no le importaba solo quería seguir sintiendo el placer ardiente y que su pene tocara al fondo de cérvix y tocara parte de su útero. Ambos jadeaban y gemían con fuerza. Mabel soltó un alarido grito agudo cuando Bill golpeo fuerte con sus embestidas.
Bill tuvo que cubrir su boca con la mano evitando que gritara más fuerte, su pequeña vagina no lo soltaba y la fricción era demasiado exquisita que lo estremecía, escucho el grito ahogado de la menor en su mano cuando termino quedándose muy dentro y quieto drenando su semen dentro de su útero tirando su contenido.
Ella pataleo suavemente y derramo lagrimas soltando un gemido fuerte en su mano. Bill disfruto de escucharla y hubiera gustado escuchar su voz pero en su dominio. Se relamió sus labios y jadeo antes de dejar de cubrir la boca de su omega.
- - B-Bill... - Hablo la menor entrecortado por la falta de aliento y dando una mirada al rubio.
- - Mabel... - Intento salir pero fue detenido por la menor.
- - No... espera – Se abrazó sintiendo al rubio acomodarse y corresponder a su abrazo, sintiendo la leve fricción de sus embestidas mientras seguía soltando el líquido seminal, el semen caía por los bordes de su vagina y resbalaba en sus nalgas como un sendero. – ¡Mmh!... es muy caliente.
- - ¿Qué fue eso? – Pregunto el rubio entre jadeos sintiendo drenar dentro de la menor. – No me despiertas con sexo – Soltando una risa el rubio.
- - Olvide que nos quedamos... unidos jeje – Dijo la castaña sonrojada sintiendo dentro muy lleno y casi escurrir en los bordes de sus pliegues.
- - ¿Y no saliste?
- - Estabas duro... y... algo impedía hacerlo - Poniéndose colorada. – Me gusto que me llenara y me frotara.
- - Mabel – Viendo a la chica soltar un suspiro de vergüenza.
- - ¿Estás enojado?
- - No – Besando sus labios. – Pero no me quiero aprovechar de ti, eso ya es ser goloso. Te dije que no te movieras.
- - Un poquito más jeje – Sonriendo. – Me gusta sentir tú semen.
- - Mabel, vas a tomarte la pastilla de emergencia – Viendo a la chica asentir. – Me agarraste con nudo, eso no se hace traviesilla. Quiero cachorros pero tú padre me matara si te embarazo pronto.
- - De acuerdo – Dando un beso cortó en sus labios. – ¡Ahh! – La pequeña exclamo al sentir el líquido llenarla de más y lo caliente del pene friccionando sus paredes. – Bill...
- - Joder... casi, casi término – Besando su frente. – Tus padres no tardaran en subir al cuarto piso...
- - Una ducha, Mabel debemos ducharnos. – Dijo algo alterado. – No debes tener muy impregnada mi aroma.
- - Tranquilo dijiste que ya casi termina. – Tratando de calmar al rubio. – Prometo ducharme llegando.
Bill soltó un suspiro tratando de calmarse.
- - Al baño pequeña, no distracciones y necesito que orines, y después dúchate inmediatamente. No mañana ni después, ahorita.
- - Sí.
- - Si estuviéramos en casa, nos ducharíamos tranquilamente.
- - Ya lo estaremos.
- - Cierto.
Mabel emitió un gemido en cuanto salió el alfa de su interior terminado de soltar una gruesa cuerda de semen. Bill se dio cuenta de algo en ese momento, el semen de su omega era transparente casi acuoso y abundante su aroma era fuerte y atrayente. Por un momento le iba preguntar si estaba la adolescente en el pico de su celo, pero la vio tomar un pañuelo y limpiar la gruesa cuerda de semen que cayó en su muslo. Mientras gateaba fuera de la cama y se sentaba moviendo sus esbeltas piernas.
- - Aun tiemblo jeje – Levantándose de la cama y caminando tipo pingüino por su vestido y ropa. - ¿Tienes una bata?
- - En el baño hay una colgada puedes usarla.
- - Mañana te la regreso antes de irnos del hotel.
- - No hay problema – Dijo Bill evitando pensar más en eso. Se levantó de la cama consiguiendo una toalla en el baño y atándola a su cintura.
- - Bien, Bill yo debo regresar con papá y mamá... - Fue detenida por el rubio que la tomo de la cintura y la beso. – Enserio Mabel tomate esa pastilla y dúchate, te mordí muy fuerte y tienes mi aroma.
- - Lo sé – Soltando una risita. – Y me gusta, así tendré a mi alfa esta noche.
- - La pastilla está dentro de la bolsa.
- - Sí
- - Nos vemos en el desayuno.
- - Sí.
- - Te amo.
- - Yo también te amo, Bill.
Mabel al regresar a la habitación del hotel la menor soltó una risita, aun no podía creer que había pasado la velada con Bill. Tomo una ducha rápida y realizo su rutina tal como lo hacía en casa de Bill, término de secarse el cabello y colocarse su pijama, pero al momento de tomarse la pastilla
Vio el reloj y apenas eran las cuatro de la mañana cuando de repente se empezaba escuchar la voz de sus padres en el pasillo. La desesperación de ser descubierta la invadió y el escuchar la perilla girarse con dificultad la alerto. Fue rápido a la cama de la habitación con la mochila en mano y se metió inmediato fingiendo dormir, guardando la pastilla debajo de su almohada.
Su madre había entrado anunciando su regreso y preguntando por ella junto con su padre. Tocaron la puerta del biombo que los separaba las dos camas matrimoniales y la vieron acostada.
- - ¿Mabel estas despierta hija?
- - Caroline shh... - Haciendo una seña con su dedo. – Esta dormida.
- - Bueno quería saber, no la vi en toda fiesta – Comento la madre. – Ni a Bill, después del baile de los novios.
- - Ya te dije que andaban en el jardín, yo los vi ahí – Comento Charles. – Aparte Will no miente cuando me dijo que se robaron una charola de dulces y se escondieron a comerlo, aparte que menciono que nuestra hija tenía sueño.
- - Ellos se llevaron los dulces, ya vera cuando se despierte – Dijo Caroline molesta. – Esa niña no debe comer dulces tan tarde.
- - Mañana le regañamos a ambos. – Hablando despacio. – Déjala dormir.
- - De acuerdo.
- - Vamos a dormir estoy muerto de sueño, la fiesta estuvo espectacular.
- - Dipper y Pacifica hacen una bonita pareja. – Menciono su madre. – Es una lástima que Stanford y Stanley tuvieran que irse con Shermy, Soos y Melody.
- - Luego habrá tiempo de platicar más.
- - Stanley preguntando cuando se casaría Mabel con Bill – Soltando una risita.
- - Ah no, mi hija no se casara hasta que termine la universidad.
- - Charles – Dando una mirada a su esposo. – Que no ves que están bien enamorados, no me sorprendería que Bill pidiera su mano en matrimonio el siguiente año.
- - Lo voy a pensar con la almohada antes de decir si, primero quiero que lleve todo tranquilamente.
- - De acuerdo padre protector.
- - Un Cipher en la familia – Menciono Charles. – Jamás me lo imagine, digo los Cipher son nuestros amigos... pero jamás pensé que... Bill se impregnara con Mabel.
- - Ellos también son una bonita pareja.
- - Creo que tienes razón.
- - Charles... nuestros hijos ya han crecido y pronto tendremos nietos, no puedo estar más feliz en esta vida.
- - Estoy orgulloso y feliz por los dos.
- - Posiblemente en unos años tendremos también nietos de Bill y Mabel.
- - Caroline, dame paciencia, Mabel es mi hija y mi pequeña aguarda un poco.
- - Yo solo decía.
- - Sí, me gustaría nietos un Cipher Pines.
- - De acuerdo durmamos.
Mabel estaba tan feliz de escuchar esa conversación de sus padres. Solo esperaría a que sus padres se durmieran antes de tomarse la pastilla.
══════ •『 ♡ 』• ══════
La mañana siguiente estaban todos reunidos en el restaurante del hotel. Mabel estaba con un poco de hambre tomando algunos platillos del buffet, antes de que Bill se acercara y se robara el ultimo panecillo de moras.
- - ¡Oye! – Se quejó la menor inflando sus mejillas.
- - Te lo mereces por despertarme así de esa manera y todavía irte así – Sacándole la lengua.
- - El panecillo tendría que ser mío, porque yo si me tome la leche – Dando un guiño en su ojo.
- - Mabel – Dando una mirada sorprendida y que nadie los habría escuchado. – No digas eso.
- - El panecillo Cipher – Dando una mirada coqueta.
- - Tú ganas.
Ambos regresaron a la mesa donde estaba la familia Pines y Northwest junto a los hermanos Cipher. El hermano de Mabel vio a su hermana radiante y portando un vestido cerrado color azul marino con estrellas con el cuello de tortuga. Por lo que pregunto.
- - Mabel, no ibas usar el vestido rosa que compraste la semana pasada, estabas entusiasmada de usarlo.
- - Eh, tuve frío y me dieron ganas de usar este – Mostrando una sonrisa y sintiéndose muy bien su apariencia. – Es muy cómodo, tal vez lo use en la cena de día de acción de gracias.
- - Woow, Bill – Viendo al rubio con manchas en el cuello. - ¿Te picaron los moscos?
- - Algo así, el jardín de los rosales del hotel estaba plagada de ellos – Comento el rubio. – Por cierto, no vuelvo a tomar. Aun me duele la cabeza. – Bebiendo dos vasos de jugo de naranja.
- - Tienes razón, mi padre se pasó de la raya. – Dijo el castaño sintiendo aun la punzada de dolor en su cabeza.
- - Por cierto hablando del día de gracias, yo digo que lo hagamos en casa de Bill – Dijo Phill mientras comía unos huevos revueltos con jamón y tres panecillos de fresa.
- - ¿Cabremos todos? – Dijo Charles.
- - Hay suficiente espacio – Comento Bill... - Excepto Phill es un glotón.
- - Y de primera – Dijo entre risas Will. – Sugiero que sea de llevar platillos.
- - Me parece justo – Dijo Caroline.
- - Tal vez no podamos acompañarlos ese día, es casi semana de nuestro aniversario. Pero mandaremos un pastel con Pacifica. – Dijo Preston.
- - Igual es bienvenido, Prestón y Priscilla – Comento Bill con una sonrisa.
- - Esta será nuestras primeras festividades en familias – Dijo Caroline. – Me gusta que se reúnan.
- - También deberíamos celebrar navidad – Dijo Wendy.
- - Pero en casa de Phill – Dijo Will.
- - Conste que mis pequeños serán una bomba de travesuras.
- - Sera una forma en que Dipper y Pacifica se preparen de lo que viene.
- - Cierto – Aclaro Isabella.
Bill veía como las tres familias conversaban, por un momento deseo que este sentimiento de felicidad durara por siempre. Había olvidado la casa ruidosa y las visitas familiares, ahora estando con su novia podía disfrutar de esa sensación de tener una familia.
Mabel tomo su mano debajo de la mesa antes de aferrarse a su brazo y mostrarle una sonrisa.
- - Ya no puedes darte la vuelta.
- - Y jamás lo haría – Respondió.
- - Debemos pensar que platillos nos tocara.
- - Cierto, haremos compras el viernes, necesitaremos ingredientes.
- - No olvides acondicionarme mi habitación.
- - Tendremos muchas habitaciones que elegir – Sonando burlón.
- - Sí.
"Por favor Dios, amo demasiado a esta pequeña Omega"
"Permíteme quedarme con ella y estar juntos por siempre"
28 de Noviembre de 1985...
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