Uno, dos, tres...

Muerdo mi labio inferior fuertemente hasta saborear mi sangre— Maldición —me quejo limpiandome con las mangas de mi chamarra, bajo del árbol y al dar el segundo paso me encuentro con mi novia.

— Hola, Goku —saluda con ambas manos atrás, una sonrisa formada en sus labios y sus ojos color café mirando los mios con un inmenso brillo al igual que dulzura, sintiéndome un poco avergonzado ante su presencia.

— Hola, Hatemy —logro decir desviando la mirada, con una mano en mi nuca

Sus manos estaban extendidas esperando que estrechara mi manl con la suya, extiendo mi mano estrechándola con la de ella pero para mi sorpresa me jala y logra unir nuestros labios.

Mis ojos estaban abierto, mis mejillas ardientes, fue inesperado, despega sus labios de los mios y  me doy la vuelta rápidamente para ocultar mi nerviosismo.

— Hace mucho que no te veía cariño —Dice con su tipica sonrisa, nunca deja de sonreír, ¿que le pasa? ¿acaso es un robot o algo así? porque si lo es, entonces tendré que quitarles los cables.

— Estaba por ahí —mentí, solo no queria verla.

Decido sentarme debajo del mismo árbol con el que estaba arriba hace uno momentos, ella se sienta a mi lado dándome una manzana— gracias —Susurro comenzando a comer la fruta, pone su cabeza en mi regazo, es una buena chica no lo voy a negar pero su fastidiosa sonrisa no me gusta.

— Te extrañe mucho —dice mirando mis piercings en mis orejas, las toca, se lo permito, y una vez conectados nuestras miradas, nos besamos.

«Hay momentos en las que deseamos que sean eternos»