Tarea, tarea, tarea y mas tareas, los profesores no valoran el esfuerzo de uno al realizarlas, dicen que nosotros mismos nos reprobamos y al final ellos ponen la nota y reprueban, a veces solo quisiera dejar de asistir al instituto, pero debo admitir que encontré un motivo para asistir y pensando en unos ojos negros me decido continuar mi labor.

—Aun tienes los parches en el rostro.—Una voz me desestabiliza de mi silla al estar inclinada y mordiendo la goma de borrar de mi lápiz ocasionando que caiga. —te caiste. —afirma.

—No es nada—Respondí poniéndome de pie aunque un poco adolorido por la parte de la cabeza— ¿Y qué haces en mi ventana al igual de tu conocimiento de dónde se encontraba mi casa? —Levanto mi silla mientras la observo entrar por completo a mi habitación.

—Me reservo la respuesta a esa duda tuya. —contesta.

Como el analista que soy me permito verla de pies a cabeza, su pantalón chándal en la parte de la rodilla se encuentra sucio, su gabardina con rastro de arrugas, su pelo alborotado, un rastro rojizo en sus mejillas, ¿pero qué demonios?.

—No me creeré una mierda de que un perro te ha correteado o te dio la gana de correr porque eres muy perezosa, ¿qué pasó? —me acerco tomandola de los hombros.

Insisto volviendo a repetir la pregunta.

—Confía en mí, lo que digas no saldrá de este espacio. —Hablo con suavidad.

Sus orbes oscuros se mantienen sobre los mios, me angustia su silencio, me desespera que entró en una especie de trance sumida en sus pensamientos.

Qué te hicieron, mi azabache.

—Yo... solo hice lo mejor que sé hacer. —traga saliva bajando la mirada un poco— Desesperar a los demás, ser un fracaso... No tengo idea de a donde se dirige mi vida, he perdido el timón de mi barco y estoy a punto de hundirme a causa de una tormenta que no se detiene, ¿entiendes?. Estoy perdiéndome en lo profundo y a nadie le importa. —Al acabar en un hilo de voz intenta respirar con calma pero eso no es posible.

Porque una vez dices como te sientes incluso a ti mismo, te derrumbas.

Ella se derrumba y no me incómoda sostenerla.

Escucho lo que dice y aunque confieso que solo entiendo un poco por motivo de que el volumen de su voz se desestabiliza, le hago compañía y saber que estoy aquí.

Al pasar un buen momento, la ayudo a limpiarse las lágrimas, ella sonríe un poco cuando coloco un pañuelo en su nariz y expulse todo, lo hace, hago a un lado el pañuelo y esta ese momento que no todos conocen de ti.

La parte vulnerable y no temer ni avergonzarse de mostrarse de esa manera, con los ojos húmedos, párpados rojizos al igual que la nariz, para mí, se ve como una hermosa nueva capa, porque se ha desahogado.

—¿Me prestas dinero? —suelta de repente, enarco una ceja viéndola— no tengo para pagar el taxi devuelta a mi casa. —confiesa.

No puedo evitar no soltar una leve risa y ubico mis manos en sus mejillas, cierra sus ojos en cuento mis labios se presionan en la punta de su nariz. —Te llevaré, vamos.

Algo confusa asiente.

Y así terminamos disfrutando del aire chocando contra nosotros mientras maneja mi bicicleta y ella sentada en el asiento de atrás dandome la espalda, se siente bien, se siente tranquilizador que después de un desahogo puedas sentir la caricia de la brisa del invierno.

Cuando la dejo en su casa, solo se despide con su mano y entra corriendo, miro su casa por largos segundos y dirijo la vista a un hombre encapuchado en la esquina viendo a la casa, frunzo el ceño, él se gira y continua caminando.

Debo confesar, que no tengo un buen presentimiento.

...

Pues ando motivada e inspirada para editar así que pues traigo una actualización mas xd.

Miren, yo antes miraba con cara de fastidio a las escritoras que se quejaban porque sus lectores les decian *¿por tan corto el capítulo?* y cosas así, resulta que el anterior a este dijeron que era corto, chequetas, la historia es corta y minimo tiene 400 a 600 palabras por capítulo y ojo, incluso 100 palabras escribir me cuesta una hora, y no es exageración, asi que mejor valoren el tiempo que me tomo para actualizar, el estres que se ocasiona cuando ni se encuentra la palabra que queremos usar y debemos investigar para no ocasionar malos entendidos.

A lo que voy, a ti lector te cuesta minutos leyendo, a la escritora muuuuucho tiempo escribiendo, asi que quisiera que me apoyaran teniéndome paciencia y comentando y si pudieran recomendar la historia.

Y solo digo, ustedes le dicen ¿palta o aguacate?, bai bai