—Asi que ha esto lo llamas cita.

—Para que te digo que no si sí.

Me detengo a su lado soltando una exhalación viendo la entrada del cine, ella tiene un bonito gorro de lana azul marino que hace relucir el contorno de su rostro y debo admitir que me gusta la vista, más darme cuenta de algo nuevo en ella.

Sonrío de manera ladina tomando su mano y ponerlo sobre mi antebrazo de modo que están entrelazados, ella me mira frunciendo de manera ligera su ceño y le doy un golpecito con dos dedos en su frente.

—Auch.

—Niña dramática y desconfiada.

—Me hubieras dicho que la sorpresa era en un cine, no gracias, quiero mantener mi virginidad. —intenta darse la vuelta pero sostengo su mano en mi antebrazo impidiéndole irse.

—Nada de eso niña loca, ahora vamos. —Literal, la arrastro ya que no hace ningún esfuerzo en caminar.

Me causa un poco de gracia su actitud de niña caprichosa desanimada pero cuando estamos frente a un mostrador con dos uniformes sobre el la azabache levanta la mirada hasta mis ojos y se da cuenta de mis intenciones.

—Dime que esta no es la sorpresa. —Efectua una mueca.

La apego mas a mi costado sonriendole con malicia— No, bueno en parte, la sorpresa es que nos conseguí trabajo loca.

—Me niego.

—La sorpresa uno es que trabajaremos en un cine, claro, deben hacerte una ligera entrevista, y la sorpresa dos es que pasaremos mas tiempo juntos, ¿no te parece romántico?

—Yeih, que romántico.

—Adoro tu sarcasmo loca. —Con mi antebrazo en su mano lo alejo para enlazarlo con su cintura y alzarla hasta sus puntillas para darle un ligero beso en su mejilla izquierda— Ven.

—No sé si te haz dado cuenta pero estar con personas, hablarles y mas si debo atender me resulta muy incómodo. —Hay cierta molestia en sus ojos, y un poco de ¿miedo?.

—Es ansiedad social cariño.

—¿Ansiedad social?, sé que me dices loca pero loca no estoy.

Bufo, revuelvo su flequillo y veo a una persona aproximándose a nosotros.— No es que estes locas, es un problema de salud mental.

—¿Ahora eres psicólogo?

—Noup, pero internet existe por algo ¿no?, además que me interesa esos temas de problemas mentales.

—Aja, ¿me ves con problemas mentales y me quieres examinar y tratar? —Está a la defensiva, parece que no le gusta todo este tema.

—Ustedes deben ser los chicos nuevos que ocuparan el puesto de la taquilla y limpieza.

—Pido el de la limpieza. —La azabache me ve con desconcierto total— ¿qué?, soy quien limpia en mi casa y me gusta, así que pido ese puesto.

—¿Y yo venderé las entradas y palomitas de maíz?, no gracias. —Intenta alejarse de nuevo y la sujeto de nuevo para que no escape.

La chica de pelo rubio infla su chicle y la revienta— Si quieres puedo ayudarte, en realidad debo darles a conocer que harán, sus turnos, etcétera, etcétera y etcétera, además, como es un establecimiento de cine nuevo no vienen muchas personas, no debes preocuparte. —Coloca una mano sobre el hombro de Milk y ella hace otra mueca, se agacha y voltea liberándose de mi agarre y retrocediendo nos saca con ambas manos el dedo de en medio.

—¡Me niego!

—Ella acepta. —Digo.

—Excelente, vuelvan a las cinco, toma. —Me entrega los uniformes— Los espero primo.

—Gracias prima. —Y me voy corriendo detrás de la azabache que parece huir por su vida.

...