Capítulo 42

Cairenn sonrió y le miró atentamente antes de hablar. 

—Debo admitir que no estaba del todo segura contigo, pero lo hablé mucho con mi padre —dijo e hizo una pausa. 

—Tú dirás —dijo Parker. 

—Tienes la sangre fría —dijo ella y él se encogió de hombros—. Me gusta que sabes protegerte, no encontré nada sobre ti. 

—Dijiste que irías al grano, si no me has llamado para tener sexo entonces no sé para qué —dijo y ella sonrió.

—Me han comprometido —dijo y Parker enarcó una ceja.

—¿Esperas que me ponga celoso? —preguntó tratando de entender a donde quería llegar—. Creo que te cotizas demasiado. 

—El tipo tiene poder pero no me interesa —dijo con una sonrisa maligna—. Quiero casarme por supuesto pero sé que no voy a poner dominarlo jamás, es esa clase de hombres que no son fáciles de llevar. 

—¿Quieres que lo mate? ¿Antes o después de la boda? —preguntó con ironía. 

—Después por supuesto —dijo con seguridad—. Me importa un carajo si es apenas ponga su firma, solo quiero que sea una vez sea proclamada su esposa. En realidad tengo tres problemas con nombre y apellido que deseo eliminar, dos de ellos cerca y uno escurridizo que hace mucho llevo siguiéndole el rastro pero no doy con él. 

—¿Qué ganaría yo? —dijo con una sonrisa de burla. 

—Mi ayuda siempre —dijo y Parker soltó una carcajada—. Te prometo que siempre tendrás mi patrocinio. 

—Gracias pero no me interesa —dijo divertido—. No voy a matar solo por conservar tu amistad. Creo que te das demasiada valía. 

—Serás mi amante y tendrás un lugar especial una vez sea reina —continuó. 

—No —dijo seguro de sus palabras—. ¿Has venido sola? 

   Estaba tratando de asegurarse de no ser emboscado una vez saliera de ahí. 

—Con una sirvienta —añadió—. ¿A qué viene eso?

—Solo curiosidad —respondió—. En fin, no, no me interesa. 

    Se puso de pie para irse y la voz de ella lo detuvo. 

—La familia no la hacen los consanguíneos —dijo deteniendo los pasos de Parker—. Quiero eliminar a dos primos míos. 

    Parker se giró y volvió a su lugar. 

—Parker Stewart, me interesa encontrarlo, llevo siguiéndole la pista durante mucho y es tan escurridizo que no encuentro más de él —dijo con seguridad—. No hay nada que firme como él. 

—¿Quizás cambio nombre?

—Todo lo que hay de él es que se casó hace tiempo —dijo ella—. El matrimonio no es válido. 

—¿En serio? —dijo él. 

—Totalmente segura de que su matrimonio, no es válido —dijo sonriente—. Igual, ella debe seguir pensando que es la esposa de Parker.

—¿Parker tiene otro esposa? —preguntó—. Solo así no sería válido, que haya falsificado documentos. 

—Digamos que conozco a su legítima esposa —dijo con una sonrisa de burla. 

—¿Para qué quieres verlo? —inquirió curioso. 

—No quiero verlo —dijo divertida—. Quiero matarlo. De hecho fui al casino donde te conocí, por él, me dijeron que había un hombre con sus características que era el dueño, pero estoy clara que en la información del casino no hay rastro de su nombre. Maddox Gaskell, Hurs Waldorf, Maximilian Archibald y un tal Andrew Downey son los representantes legales, a tres los conocí y el cuarto solo en fotos, es un tipo afeminado. Nada que ver con él. Perdí mi tiempo.

—¿De su supuesta esposa sabes algo? —preguntó. 

—Sí, tiene relación con la gente de ese casino, tal vez por eso se asoció pero parece tener una relación con el tal Maximilian —añadió—. La tipa no me interesa a menos que Parker la ronde, pero parece que solo quería pasarla bien y no volvió a buscarla. 

—¿Y quiénes son los otros dos? —preguntó.

—Mi prometido —dijo ella—. Es un hombre indomable y deseo que apenas se convierte en mi esposo se vaya al infierno, el otro es un riesgo para mí, no lo vi así antes, pero ahora alguien le ha metido ideas y quiere el trono. 

    Frunció el ceño y se dijo que investigaría eso, había gente que no conocía y que seguramente eran familia de ella que estaría en contra de él. 

   Habló con ella y solo terminó afirmando que lo pensaría y le haría llegar su respuesta. Ella parecía estar complacida con eso y se acercó para sugerir que la acompañara. 

—Tengo el tiempo justo. —Mintió—. Tal vez la siguiente ocasión. 

    De mala gana ella asintió y prometió llamarle mientras Parker salía del lugar y abordaba de nuevo un taxi. 

    Se hospedó en otro hotel, con un nombre diferente y esperó a que el tiempo transcurriera mientras pensaba. Sabía a qué horas partiría, cada movimiento de ella estaba registrado para él. 

    Salió de la habitación llevando una pequeña mochila con él cuando apenas eran las ocho de la noche. 

    Abordó un taxi y bajó frente al hotel donde sabía ella se hospedaba. Espero horas antes de verla salir acompañada con una maleta. 

    Abordó un taxi de nuevo y pidió que siguiera el auto de forma sigilosa. 

   Le parecía raro que no llevará custodios pero al menos eso facilitaba las cosas para él. 

   El auto se detuvo en el aeropuerto y ambas bajaron con un hombre llevando sus cosas hacia dentro. 

    Parker hizo lo mismo, se metió y siguió a las dos mujeres de forma discreta aún sin ver el rostro de la otra mujer. 

   Estuvo lejos y cuando pudo acercarse vio a la acompañante de Cairenn con calma. 

    En un principio iba por ella, por su ex, pero ahora la rabia le consumía al ver a esa mujer que en ese momento se veía taciturna.

    La mujer dijo algo a Cairenn que asintió. 

    La vio seguir su camino mientras él pensaba qué hacer, de pronto tomó su decisión. 

    Caminó detrás de ella y la vio entrar a los sanitarios. 

    Discretamente miró hacia las cámaras que enfocaban las entradas al baño y pensó que de inmediato sería registrado en el video, así que cuando vio a una chica entrar aprovechó. 

—Disculpe —dijo y la joven se detuvo. 

—Adentro hay una mujer mayor de ropa azul que es la acompañante de mi clienta, podría decirle que Cairenn olvidó algo en el auto y está afuera esperando sobre el lado este. 

—Por supuesto —dijo la chica. 

    Parker confiaba en que cayera. 

    Se fue al área esperando que la mujer llegará. Conocía un poco el aeropuerto, pero sabía que estaba plagado de cámaras de seguridad excepto en el área este donde solo había una, puesto que era la zona destinada al personal.

    Se acercó sobre el lado donde la cámara no enfocaba e intentó desesperadamente cubrirla, sabía que solo tenía un par de minutos antes de que se dieran cuenta. 

    Se colocó los guantes y sacó el pañuelo antes de impulsarse con fuerza y cubrir la cámara. 

   Corrió hacia donde ella debería salir y miró a la cámara donde el pañuelo comenzaba a resbalar. 

    La vio llegar y se acercó por detrás de inmediato cubriendo con su cuerpo y amenazándola por detrás con un arma. 

—¡Camina! —dijo llevándola hasta el único baño de damas. 

    Abrió la puerta y la metió colocando el pestillo. 

   La mujer quiso gritar pero de inmediato fue apuntada con un arma que la hizo silenciar. 

—Tenga —dijo entregando su bolso mirando el espacio donde estaban. 

—No quiero tu bolso —dijo con una sonrisa irónica—. No me interesa. 

—¿Qué quieres? —dijo la mujer que abrió los ojos al verlo quitarse las gafas, la peluca y arrancarse de tirón lo que tenía en la cara. 

—¿Parker? —preguntó. 

—¿Conoces a otro? —preguntó riendo—. Estoy aquí porque lo único que me da paz es la justicia y la justicia solo la obtengo con tu muerte. 

—No sé de qué me acusas —dijo evidentemente nerviosa. 

—¿Tu hija no te dijo que me vio? —preguntó al verla abrir los ojos—. No importa, no tengo tiempo para explicaciones. Destapó las ampolletas que llevaba en el bolsillo listas para eso y se acercó a ella dejando el arma sobre el lavamanos. 

    Ella intentó tomarla pero él la sujetó del cuello con fuerza y aunque la mujer luchó, se resistió, aún así Parker metió el contenido en su boca y tapó su nariz obligándola a tragar. 

    Cuando vio que lo hizo la liberó y arrastró hasta el inodoro.  

    La mujer le miraba sin entender. 

—Yo maté a tu hija —dijo con una sonrisa victoriosa—. Bueno, yo hice que la mataran, la muy estúpida se atrevió a meterse con mi esposa, ya sabes que soy bastante vengativo. 

—Maldito —dijo y él sonrió agachándose a su lado. 

—Sí —dijo clavando los verdes ojos sobre ella—. Hace mucho que soy un maldito, gracias a que tú traicionaste a mi familia, eres la querida del rey, tu bastarda ya no existe, que por cierto era lesbiana, ahora es tu turno y así uno a uno, porque mi corazón está maldito y lleno de odio, tanto que quiere reventar y cuando explote probablemente muera, estoy listo pero antes me los voy a llevar conmigo. 

    La mujer comenzó a jadear y a respirar con dificultad. 

    Parker sonrió y se puso de pie a observar. 

   Con los minutos la vio convulsiona, vomitar y ahogarse sin que él se inmutara. Finalmente la vio morir con los labios morados y el cuerpo retorcido de dolor por la sobredosis.

   De inmediato se desvistió a medias, colocó el vestido largo y el abrigo solo arremangando un poco el pantalón. Se colocó la peluca castaña que llegaba hasta la cintura, las gafas y cubrió parte de su cabello con un velo de flores y finalmente se colocó los tacones. Guardó el arma en la mochila de viaje junto a todo lo que se había quitado y salió de ahí colocando el pestillo del baño para retrasar que la encontrarán y caminando cual dama aprovechando ese contoneo que tan bien le había aprendido a Melina. 

    Vio a dos hombres de seguridad mirando la cámara, uno de ellos sostenía el pañuelo. 

    Pasó desapercibido y caminó sin ser visto por ellos, aunque sabía que la cámara lo estaba registrando. 

   Afuera abordó un taxi y le entregó una tarjeta con la dirección del hotel donde estaba. 

    El taxista asintió suponiendo que no hablaba el idioma, así que en completo silencio lo dejo ahí. 

    Se metió al hotel y entró al elevador llegando a la habitación donde estaba. 

    Una vez dentro se apresuró a volver a convertirse en el francés. Guardó todo y salió del hotel pagando su cuenta. 

    Fue al aeropuerto donde saldría su vuelo y sin más partió de vuelta a casa. 

    En cuanto bajó del avión no esperó más a saber si había sido descubierto, simplemente partió tomando un taxi hacia el lugar donde nadie podía encontrarlo. 

    La casa donde había vivido con ellos estaba alejada y abandonada. 

    Pagó el servicio y estando ahí se cambió volviendo a ser el Parker castaño para después llamar a Melina quien no tardó en llegar. 

    Le miró y sonrió dando la bienvenida. 

—Una menos —dijo y ella sonrió. 

—Hay que brindar —dijo divertida. 

—No dudes en que pronto irá al casino en busca del francés —dijo Parker—. Mate a la madre de Emma descaradamente y me arriesgué demasiado. 

—No te preocupes —dijo Melina—. Somos cinco personas las que vamos a jurar sobre las brasas que ese francés nos estafó con dinero, nos timó y no sabemos más de él.

    Nos reuniremos para hablar al respecto los cinco sobre esto. 

—Bien —dijo Parker—. Hay que hacerlo ya. 

—Ahora mismo les llamo —dijo emocionada—. Esto se va a poner bueno. 

   Parker quien mantenía apagado el número de celular que le había dado a Cairenn; sonrió, ni orgulloso ni arrepentido, simplemente vacío y sin ninguna emoción reflejada desde que todo había iniciado pero sintiéndose cada vez más fuerte...

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No sé por qué no me deja poner imágenes. Wattpad me odia. Las quiero, bye.

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