¿Y si me tiro por la ventana?
—Son algo escandalosos.— comento Isabella mientras sacaba del refrigerador todo los ingredientes necesarios para la cena.
—Mas que nada Gillian ¿verdad?— Mencionó divertida.
—Si, pero al menos tiene entretenido a Ray y lo ayuda en muchas... Mmmh ¿Cómo llamarlo? ¿Cosas?—Movio los hombros retandole importancia.
Eso a Anna se le hizo muy sospechoso, pero no iba a preguntar.
—Por cierto, tengo entendido que Norman ya regreso de Alemania ¿Es cierto?
—Pero que rápido corren los chismes.—Ah si. Norman llegó hace dos semanas.— Afirmo sacando de un estante especias para la cena, mientras rebuscaba encontró varios encendedores escondidos.— ¿Esto es...?
—Son los encendedores de Ray, se los tengo que decomisar o capaz e incendia la casa.— decía Isabella mientras en su mente llegaban vagos de recuerdos de incendios evitados.—Me pregunto si esos gustos tan excéntricos por el fuego vienen de mi parte o de Leslie— se pregunto mas para sí misma.
Anna solo sonrió nerviosa.
—Hola. ¿Quieren que les ayude?— se ofreció Gillian entrando dando saltitos como una niña pequeña.
—Antes que nada ¿Por que Ray dio tremendo puertazo?— pregunto Leslie entrando por la puerta trasera de la casa.
—No tuvo un buen día— respondió Gillian sonriendo con lastima.
Los ojos del mayor se posaron en la pequeña figura de cabellos rubios que ya hacia a un lado de su esposa.—¿Anna?
—Hola señor Leslie.— saludo haciendo su típica sonrisa apacible.
El mayor fue hacia la rubia para atraparla en un tierno abrazo.
—Hace mucho que no te veía ¿viniste a ver a Ray?— Pregunto inocentemente haciendo que Anna se sonrojara.
—¿Eh? Ah no— negaba repetidas veces con sus manos y el rostro hecho un poema.—En realidad estoy aquí por que la señora Isabella me invito a cenar— Dijo cubriéndose el rostro con ambas manos por la vergüenza.
A Leslie, Isabella y Gillian se les hizo muy adorable.
—Dejen de molestarla.— pidió- (corrijo) ordeno Ray haciendo acto de presencia captando la atención de todos.
—Tiene razon.— Apoyo Leslie comenzando a caminar rumbo a la sala.
—Bien entonces dejan les ayudó.— decía Gillian comenzando a lavar las verduras.
Ray todo tranquilo se acercó para ir a agarrar una fruta, pero de pura casualidad las frutas estaban justo a un lado de Anna.
Disimuladamente Isabella y Gillian salieron de la cocina dejandolos solos.
—¿No cree que estamos haciendo mal?— preguntó Gillian escondiéndose detrás de la puerta de la cocina.
—No ¿Por qué?— dijo Leslie a un lado de la rubia.
—Porque se supone que Ray esta saliendo con Emma y lo estamos "ayudando" a estar con Anna ¿A caso no les agrada la antena?.
—Emma me agrada.— dijo Isabella sonriendo tranquila.
—A mi igual— apoyo Leslie a su esposa quien estaba igual escondida.
—Solo que me gustaría un poquito más tener a Anna de nuera ¿Entiendes?— Explico la mayor con toda la naturalidad del mundo.
—Malditas preferencias.— Gillian entre cerro los ojos ante tal injusticia, pero igual se quedó observando al par que estaba solo en la cocina.
^^^
Mientras tanto, Anna sintió que algo no andaba bien. Volteo a su lado derecho encontrándose con...
Nada.
Eso la puso nerviosa. Miro a su lado izquierdo encontrándose con los ojos casi oscuros de Ray. Observo por unos segundos la ventana que se encontraba a unos dos metros de ella—¿Y si me tiro por la ventana?— penso ante tal incomoda situación que se había formado.
—Ah... Ray.— Hablo con timidez haciendo una sonrisa que mas que nada se estaba transformando en una mueca por los nervios. —¿Que tal tu día?—En serio Anna ¿solo eso? se regañaba mentalmente alejándose del mayor.
—Bien, supongo.— Respondió mordiendo la manzana que había tomado.—¿Sabes cocinar?— preguntó inexpresivo.
—Me ofendes—dijo en voz baja, pero no lo suficiente para que Ray no la escuchara.
—Lo siento.
-—No hay problema.
Otra vez ese silencio incómodo inundo el lugar.
—Anna quería preguntarte algo ¿Puedo?— pidió Ray mirando a la rubia quien pareció soltar un suspiro retenido.
—Si, claro.
—Fue lo que ocurrió la ultima vez que nos vimos en tu casa.
Y Anna sintió su cara arder otra vez.
Ray se había quedado en su lugar mirando a su manzana sin decir nada, era como si estuviese buscando las palabras para hablar. Anna estaba tratando de mantenerse tranquila y no desmayarse ahí mismo por los nervios y la vergüenza.
—¿Hace cuanto nos conocemos?—preguntó Ray haciendo una minúscula sonrisa. Lo que sea que este planeando quiere empezar bien.
—Hace aproximadamente 10 años— respondió la rubia sin entender ante tal desvío de tema.
—Y en esos 10 años nunca tuvimos una platica tan larga como esta.— soltó una leve risa ante tal detalle que era mas que cierto.
Anna de igual forma comenzó a reír en bajo.
—La mayoría de veces era por la escuela, pero como esta no.— Apoyo comenzando a abrazarse a si misma.
—Y tambien estuviste el día que yo me declare a Emma.
—Si.—sonrió con tristeza.
^^^
—Estúpido Ray te voy a dejar sin hijos si la haces llorar aquí mismo.— reprocho Gillian en voz baja sin salir de su escondite.
—Shh.— La callaron los dos adultos que estaban intrigados por la conversación.
^^^
—De alguna extraña forma estaba nervioso por declararme.— el azabache hizo una pausa terminado de comer la manzana y los residuos tirarlos por la ventana.
Anna le rezo a esa difunta manzana que la llevara junto con ella.
—Estaba en la escuela cuando tu llegaste corriendo a mi salón— Siguió hablando haciendo la misma sonrisa triste que la rubia, solo que esta con un toque felicidad. Anna se quedo tiesa, recordaba lo que había ocurrido ese mismo día, y como olvidarlo si en realidad ese día ella se iba a declarar.— llegaste y me dijiste que tenias algo importante que decirme. Me viste que andaba con un humor de mil demonios y olvidaste lo que me ibas a decir y me preguntaste si estaba bien. Yo te respondí que "no".—soltó un largo suspiro.— Dejando el tema en el que me ayudaste a darme ánimos y a declararme a Emma.— Ray había dejado su lugar para acercarse a la rubia quien estaba hecha una estatua en su lugar, recordando aquel momento que la destrozó y partió en miles de pedazos el corazón de cristal que poseía, que hasta la fecha seguía del mismo modo, solo que ahora esas partes se están haciendo polvo.— ¿Qué era lo que me ibas a preguntar ese día?— Tomo las manos de la rubia, las cuales las tenia frías.
¿Que le dijera lo que tenía planeado ese día? No podía. No quería arruinar su vida ni mucho menos confundirlo, aun que la segunda parte ya estaba hecha inconscientemente. Tenia miedo, demasiado miedo. Tomo aire llenando sus pulmones y lo soltó.
—Lo que... Quería decirte ese día... Fue algo muy tonto.—Decía mirando sus manos las cuales las tenia el azabache— Lo que quería decirte ese día... Era que-
El timbre de la casa se hizo sonar dos veces haciendo que Ray soltara un bufido cansado y Anna sonriera nerviosa apartando sus manos.
Isabella, Leslie y Gillian se alejaron para salir corriendo a ver quien había osada a molestar tan preciado momento. Gillian abrió la puerta hechos una furia encontrándose con los cobradores de la luz.
—¿En serio? no joda. La señora Isabella no esta— Sin esperar respuesta cerro la puerta acostándose de lleno en el sofá.
—Malditos cobradores— Dijeron a unisono.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top