✨ último acto: "apareces tu/irreversible" (9)

Advertencia: Fluffy con contenido sexual. Fluffy familiar.

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A la mañana siguiente...

Kyojuro estaba dormido muy cómodamente en su cama hasta que el ruido de la regadera lo hace reaccionar despacio, el baño tenía paredes gruesas para evitar que los ruidos internos se filtraran, entonces no cerró bien la puerta.

Con pereza se incorpora de su cama, sintiendo algo de irritación en la espalda, producto de las manitas de su Giyuu. No es molesto, es más, lo ponen contento. No sé extraño ante la ausencia de la morena en su cama, pero si le hubiera gustado que estuviera a su lado cuando se levantará. Así que siguiendo el ruido, camina con naturalidad hacia el baño. La ve bañándose en la regadera aún con el vapor alrededor.

Kyojuro levanta sus cejas al verla al natural cubierta de espuma, su cabello negro pegado a su cuello y espalda (cuando agradece que se lo haya dejado crecer.) Fue cuando se le cayó el jabón.

— oh... - Giyuu iba a recogerlo cuando siente la presencia de su novio cerca. Volteo a verlo y está quieto en su lugar.

— buenos días Kyojuro -
—¡buenos días Giyuu!! -
— ya casi acabo de bañarme y... - se inclina otra vez por el jabón y vuelve a ver al rubio. ¿es cosa suya o está más cerca?

Otro poquito más abajo, vuelve a mirar hacia el. Está más cerca y ¿desde cuando tiene un condón en la mano?

—...- Giyuu mira el jabón sin moverse y luego a Kyojuro. En su intuición femenina le dice que no es buena idea recogerlo con el rubio cerca pero es el único que hay y aún le falta enjabonar parte de su cuerpo.

— kyojuro... -
— dime - ok. Esa sonrisa, esa condenada sonrisa traviesa que le dice muchas cosas. No lo culpa, el deseo es mutuo. Se siente un poco divertida por la situación, algo nerviosa pero en el buen sentido de la expectativa.

Tenía dos opciones: ignorarlo o seguir el juego.

— no tienes que aparentar Kyojuro - comenta Giyuu acomodándose el cabello hacia su hombro, mostrando su fino cuello. Esto lo toma como un permiso e ingreso al cubículo con una sonrisa cómplice.

...

Zorajuro, Torajuro y Homura iban al comedor a desayunar. Se les hizo raro que su madre no los llamará a desayunar quizás pero aún así, podían oler el desayuno a la distancia.

—!buenos días!! - saludo Torajuro con entusiasmo entrando a la cocina para saludar. Ya que ahí podía oír pequeñas risitas.

— ahhh Torajuro, buenos días - Kyojuro saluda a su hijo con cariño. Su posición es muy curiosa, Kyojuro está abrazando a la morena con su rostro escondido en el cuello de ella mientras Giyuu cocina. Cuando escucho a su hijo, se alejo un poco de la cintura de Giyuu mientras cocina.

— ¡buenos días papá!! - Torajuro también saluda entrando.

— buenos días - Homura afila la mirada. Sus padres lucen muy cariñosos, más de lo normal.

— buenos días Zorajuro. también para ti Homura.- continuo Kyojuro con alegría.
— estás demasiado feliz viejo loco - comenta Homura aún con sospecha.

Esa alegría es diferente a la normal y no está seguro si quiere saber la respuesta.

— bueno, es un hermoso día. Tan hermoso como tu madre -
— Kyojuro... - Giyuu se puso algo rojita pero no dejo de cocinar. — buenos días niños. Vayan a la mesa pronto estará sus omelette de arroz. También hay galletas de nata -

=¡siiii!!= los niños van a la mesa con alegría seguidos del adolescente.

— también ve a la mesa Kyojuro - el hombre besa los labios cariñosos sin retirar la mano de su cintura.

— está bien. No tardes mucho - la deja sola en la cocina para hablar con sus hijos sobre la posible cena formal en la casa y también hacer una videollamada a su padre para avisarle del evento.

Aunque primero regaño a Kyojuro porque no le dijo que Giyuu y Homura vivían con ellos y que son pareja. No está en contra de ello, por dios, siempre quiso que su nuera volviera.

Poco tiempo después, Giyuu apareció con los platillos de desayuno, cada huevo tenía un mensaje con ketchup para cada uno. A veces palabras que por si solas no tienen sentido hasta que las comparten entre si formando una oración.

Aunque es un juego sencillo, los hace sonreír.

Una vez el desayuno servido, continuo la rutina con el agregado de que Shinjuro posiblemente regrese para las fiestas de diciembre.

...

Mediados de diciembre...

"lo siento amor. No puedo ir a comer. Tengo una junta ahora mismo "- Giyuu le marco por teléfono al notar que su novio no había llegado a comer.

Los niños preguntaban por el y la comida se enfría, se preocupo un poco porque normalmente cuando no viene, le manda un mensaje (que últimamente ocurre con demasiada frecuencia)

— ¿otra embarcacion se retraso? -
—"si amor, ahora vendrán los clientes a preguntar al respecto... además de que tengo que tratar con el agente de secretaria de administración tributaria"- lo escucha tenso y cansado. Sabia que eso pasaría, la época de diciembre siempre es la más pesada.

— entiendo kyojuro.-
— "lo siento. Dile a los chicos que después los veo" -
— si. Te amo Kyojuro.-
— "también te amo"- cuelga. Ella suelta un suspiro. Kyojuro se exige demasiado pero era parte de las responsabilidades como CEO de una importante multinacional y internacional.

— ¿otra vez no vendrá papá? - Zorajuro pregunta algo triste.
— no... tiene mucho trabajo. - nota la tristeza en sus hijos más chicos.

Homura entiende mejor la situación. Es una idea romántica que los padres deben trabajar menos para pasar más tiempo con sus hijos pero la realidad es que hay cuentas que pagar y responsabilidades adiciones que mantener para continuar con su estilo de vida.

Aunque eso no significa que le gustase la idea.

— podríamos hacerles unas galletas a su padre. Eso lo animará mucho - sugiere con amabilidad.

— ¿en serio? - Torajuro Pregunta un poco más animado. Normalmente no los dejan estar cerca de la cocina porque son muy inquietos y podrían hacer un desastre (además de que no tienen talento para la cocina)

— ¡si. Con chispas de chocolate!!. - anima el menor de los gemelos.
— suena bien - El adolescente le parecía buena idea, extraña las galletas de su madre. Las galletas compradas son buenas pero no tienen ese toque casero y cariñoso.

— de acuerdo. Coman mientras reviso los gabinetes si tenemos todos los ingredientes.- los más jóvenes obedecer de inmediato, comiendo con mucho ánimo los guisos. Giyuu revisa que tuviera en los anaqueles todos los ingredientes.

— oh... falta las chispas de chocolate y la vainilla - busca el timbre de llamado, lo activa. A unos pocos segundos después, llega un joven mozo, parte del staff de la cocina.

— dígame señora en ¿qué le podemos ayudar? - es respetuoso y amable.
— podrán comprarme chispas de chocolate, pasta de vainilla y azúcar morena. -
— ¿de cuáles chispas? -

— si se puede. Chispas de chocolate semiamargo, con leche, de chocolate blanco, algunos confites de colores y de mantequilla de mani. También puede ser barras de chocolate - añade por si no encuentra alguna.

— ¿alguna marca en especial? -
— ¿Cuál me recomiendas? - el joven pestañeo un poco. El sabe de repostería pero no espero que pidiera su opinión al respecto.

— los chocolates suizos son los mejores pero si quiere algo más familiar, puedo traerle de una línea que es a mi gusto muy decente -
— me parece bien. Puedes traer acordé a tu opinión -
— si señora - el joven se sentía importante. Que la señora de la casa le confíe a su criterio una tarea; si bien no es vital o relevante; es algo que afecta directamente a la familia — no la defraudaré -

Dicho eso, se fue a cumplir su encomienda.

Giyuu lo vio irse y regreso a la mesa con sus niños. Ese día no irá a sus clases de gastronomía, lo pasaría con sus pequeños, ahora que lo piensa, es la primera vez que hace algo con los tres juntos.

Recuerda cuando Homura le ayudaba a hacer galletas, quizás, si hay oportunidad pueden hacer una casita de galleta pero esa idea la guardaría para cuando Kyojuro y su padre estén disponibles.

...

Después de que terminarán sus deberes escolares y guardarán las cosas en sus mochilas.

El peculiar trío fue a buscar a Giyuu, quien se encontraba en su habitación leyendo un libro de cocina para planear la cena. Estaba entre el lomo de cerdo con salsa de nuez o res en su jugo con salsa de vino tinto, bien jugoso cuando escucho la puerta de su habitación abrirse.

= ¡señora Tomioka! = gritan los gemelos con entusiasmo.
— ya están listos. - ella cierra su libro dejandolo en la mesita de noche para levantarse del sillón.

—!si!! - Torajuro expresa dando saltitos.
— ¿podemos hacer galletas de chocolate?- pide Zorajuro con una sonrisa ilusionada.
— si haremos galletas de muchos tipos - les comenta la morena con una pequeña sonrisa.
— mama, no consientas a cosa uno y cosa dos. Se van a volver locos de tanto mimo- el tono divertido de Homura solo hace protestar a los niños.
— también habrá de chocochip-
— bueno... solo por eso - Homura hace un gesto desatendido pero en sus ojos tiene ese mismo brillo glotón que sus hermanos menores.

Cosa de familia.

...

Cuando llegaron a la cocina, Giyuu les dió un mandil a casa uno (tuvo que mandar a comprar unos pequeños para los gemelos) ya que la harina y el azúcar puede ensuciar la ropa y la mantequilla es difícil de lavar una vez impregnada.

Cómo regla principal, sus manos deben estar limpias, sino, no cocinarian.

Lo primero que harían serian galletas de mantequilla.

Giyuu los fue guiando despacio sobre como medir y usar los utensilios.

Primero Homura midió las cantidades con la báscula o las tazas de medida. luego Zorajuro y Torajuro mezclarian con ayuda de una palita, solo podían usar sus manos cuando la mayoría de los ingredientes estén integrados y sus manos bien limpias.

Ahí estaban los gemelos amasando con energía pero Giyuu les dijo que fueran más despacio. Las galletas quedan más suaves así. Obedecieron y ella dió el visto bueno cuando la masa estaba lisa, brillante y tersa como seda.

Ahora tocaba aplanarla sobre papel encerado hasta dejarla de un grosor adecuado. Muy gruesas quedan blandas hasta crudas, muy delgadas, muy crujientes y se queman más fácilmente.

Se tardaron un poco en ese paso, ya que no se ponen de acuerdo del grosor.

Ya decidido, se deja la masa en una bandeja y se mete al refrigerador.

Eso extraño a los gemelos pero ella les dijo que es un pequeño truco para que las galletas no pierdan la forma y es más fácil manipular.

Con la base establecida de como hacer galletas, empezaron a hacer más. Fue divertido en gran medida porque querían añadir más chispas (que por cierto. Estaban muy buenas) o hacer galletas enormes como en las caricaturas. Algunas masas podían cortarse para galletas y otras a cucharadas para hacer bolitas de masa que al derretirse, forman una galleta.

Luego llegó las partes más dificiles: hornear y esperar a que se enfríen.

Giyuu fue muy estricta en ese sentido, el horno es muy peligroso y no deben manipularlo solos. Para empezar, encenderlo después de mantener el gas abierto por mucho tiempo es peligroso, podrían provocar un fogonazo y a diferencia de las caricaturas, no es divertido.

Luego, está el riesgo de quemarse por acercarse demasiado al horno. Siempre deben manipular las bandejas siempre con guantes gruesos para el calor.

Giyuu no quitó los ojos de encima cuando los gemelos pidieron sacar las galletas del horno y pusieron la bandeja en un espacio seguro. Apenas iba a relajarse cuando Torajuro se quemó los dedos cuando quiso tomar una galleta y toco la bandeja. Cómo resultado, el chiquillo empezó a llorar asustado y adolorido viendo sus deditos rojos.

Giyuu le encargó a Homura vigilar para atender al gemelo mayor.

Obviamente siguió llorando mientras ella lo lleva al fregadero a remojar sus deditos en agua fresca. Ahí estuvo por unos minutos con el mientras le daba mimos en su cabello espojado, revisándolo de vez en cuando y diciéndole que todo iba a estar bien, que esas cosas pasan.

A Torajuro se le pasó el irritante dolor pero se hace el loco en momentos para recibir besitos "sanadores" en sus dedos.

—¡mama! Si sigues así, se pondrá como pasa - Homura hizo un puchero.
— ¡no se te van a caer los dedos Torá!! - el gemelo menor también hace un mohin irritado.
—!pues si me duele! Se siente feo-
— a mi me duele la cabeza desde hace rato y no me quejo- señala Zorajuro.
— ya pasó, es mejor continuar -

Giyuu le dió un besito en la frente al menor de los rubios bicolor junto con un leve palmeo en su cabeza y a Homura un beso en su mejilla.

— señora Tomioka - hablo Zorajuro moviendo sus manos.
— dime -
— aún me duele la cabeza, me da otro besito- señala su frente — quizás con otro se me quite -

Giyuu sonrie con cariño, si que se parecen mucho a su padre.

...

Ya era bastante tarde cuando llego Kyojuro a la residencia. Lleva su corbata desarreglada y su saco en el hombro, estaba fastidiado de todo eso.

Cada año es casi siempre lo mismo aún con las medidas preventivas pero hay situaciones que están fuera del control de los centros operativos como la repentina tormenta de nieve en el puerto número #157 y #209.

Solo deseaba llegar a su habitación, asegurarse que sus hijos estén dormidos, ver a su Giyuu y descansar un poco.

— ¿Kyojuro? - abre los ojos de sorpresa cuando escucho la voz del amor de vida cerca, posiblemente de la sala. El rubio bicolor camino hacia allá, topandose en el acto a la morena.

— bienvenido Kyojuro - saludo usando una cómoda pijama de dos piezas y una bata encima color azul pastel.
— gracias. Pensé que estarias en nuestra habitación dormida -
— bueno, los niños y yo te esperamos en la sala. Se que estás cansado pero podrías solo saludarlos. Hicieron galletas para ti- pide mientras toma sus cosas de sus manos.

—claro - recupera un poco el ánimo. — ¿estuviste con ellos en la tarde?-
— si - recibe un beso cariñoso en su mejilla.
—¿ya te dije que te amo mucho? - Giyuu solo le da una sonrisa cariñosa y se aleja con los objetos en mano para llevarlos a su habitación.

Kyojuro la ve irse a la habitación, siente su corazón cálido. En ese momento, esa escena debía ser desde el comienzo de su historia. Ella no lo sabe o no tiene noción de que tanto ha cambiado con su presencia en su casa, sus hijos están conociendo lo que es verdadero amor maternal, incluso el mismo no siente tan enorme el peso de su estrés.

Su casa ha cambiado mucho en tan poco tiempo.

Apenas ingreso a la habitación, fue abordado por los gemelos, diciéndole todo lo que hicieron durante la tarde, Homura lo recibe con menos entusiasmo pero igual se le ve contento de verlo ahí.

...

Al día siguiente...

Giyuu tenía el presentimiento que Kyojuro no estaba comiendo bien y es más que evidente su estres laboral, además de que no llegaría a casa para medio día.

Lo sospecha porque nuevamente se fue muy temprano, al parecer iría al centro de distribución de la ciudad y nuevamente a la oficina a continuar con más asuntos administrativos.

Estaría sola esa tarde ya que Homura tenía práctica de Judo en la escuela y los gemelos lo van a acompañar. Le avisaron con tiempo que no llegarían a comer y por ello, les preparó algo extra para su almuerzo.

No le gusta ver a Kyojuro tan tenso, sabe que se esfuerza, tiene que ser cuidadoso con sus elecciones porque podrían traer repercusión a su empresa, negocios y reputación.

Incluso en la cena le vio temblar la mano. Debía ser más de lo normal o recién había hecho negocio con otra empresa de mercadeo.

Fue entonces que recordó algo que leyó en internet que posiblemente le ayude, no está muy segura pero podía intentarlo.

...

Un par de horas más tarde...

Suspira por tercera vez mientras revisa las propuestas de sus asesores para tomar un camino alternativo para la mercancía de alta prioridad como medicamentos o aparatos electrónicos de uso industrial delicados.

Está la opción de camiones o uso de avión pero los presupuestos son lo que lo hace dudar.

Está considerando seriamente reunirse con Uzui y llamar a su padre por consejo. Tenía una hora o dos libres para ello.

Suspira profundamente, quería ir a casa a comer con su Giyuu. Ese día Homura estaría en la escuela por sus prácticas de Judo y sus hermanos lo van a acompañar, de paso investigar sobre el equipo de Kendo.

Podrían estar solitos.

— bueno, le llamaré a Tengen... - antes de que marcará a su amigo, su interfone suena. — habla Kyojuro...-
señor Rengoku - es Murata. Suena animado — es la señora Tomioka. Pregunta si puede pasar - Kyojuro levanta las cejas y sonríe contento.

Su dulce Giyuu es tan atenta.

— si, Hazla pasar - controla su voz.

Ya es bastante obvio que se note que adora a su aún-no-esposa, mínimo mantener una imagen profesional. No pasó mucho cuando la puerta se abrió dejando pasar a la morena de ojos zafiro.

— hola Kyojuro ¿te interrumpo? -
— no mi amor... - se puso de pie para recibirla cuando se dió cuenta como iba vestida.

Un vestido pegado color azul marino con la falda arriba de las rodillas, un escote discreto, su cabello recogido mostrando su delgado y largo cuello.


Un abrigo en su brazo derecho mientras que en el izquierdo lleva una bolsa mediana, posiblemente con su comida.

No es un vestido provocador pero si muy coqueto.

— Giyuu... -
— te traje tu comida y ver ¿si puedo acompañarte a comer? - pide permiso. No sabe la agenda de Kyojuro.

— !si claro! Toma asiento - señala el sillón. Ella le toma la palabra, sentándose en el sillón, no pasó mucho tiempo sola cuando el se acercó y se acomodo junto a ella.

Mientras ella acomoda los recipientes en la mesita de café que está cerca, Kyojuro la contempla completa.

Su perfil femenino, su rostro tan pulcro con ese tierno rosado en sus labios, esa falda cómodamente ajustada a sus piernas y su perfume proviene especialmente de su cuello.

Tiene que cruzar las piernas y disimular. No puede evitar molestarse un poco al pensar que sus subordinados la vieron en el pasillo.

— mente sana como manzana.- se dice en murmullo.
— ¿pasa algo? -
— ¡Que tengo antojo de manzana! - comenta en un tono normal aunque algo tenso.

— ya veo... te traje yakisoba, con extra de camarón y te verde - le muestra el platillo. Huele como se ve: una delicia.

— ¿con tempura?- ella afirma con la cabeza.
— también galletitas que hicieron los niños -
— ¡Delicioso!! entonces vamos a... - cuando va a tomar el recipiente, ella se adelanta.
— te has esforzado mucho Kyojuro.- Giyuu toma un poco con los palillos y acerca la porción a su boca.

— jejeje - sonrie algo cohibido, la última vez que Giyuu le dió de comer en la boca fue hace muchos años (estando internado) come con mucho gusto, masticando con cuidado.
— siempre das todo para que no nos falte nada. Tan generoso y amable - le da otro poquito.

— ... - por otro lado, Kyojuro esta algo avergonzado. Intenta disimular pero es inútil.

Es débil ante los encantos de su mujer. ¿así se ponía su padre y abuelo?

Sigo dándole de comer despacio, relajando poco a poco al rubio bicolor mientras compartían una charla sobre la empresa.

Ella solo escucha y pregunta de vez en cuando algo que no entiende. Tan relajado estaba que no se dió cuenta que ella ya estaba sentada entre sus piernas, se percato cuando uno de los cabellos de ella le hizo cosquillas en la nariz.

—¿Giyuu? - ok. Quiere pensar en cosas sanas y bonitas como florecitas pero su florecita está está siendo demasiado coqueta.

El es tan débil.

Su gran mano recorrió la pierna de ella desde la rodilla hasta llegar al glúteo, siempre por arriba de la ropa, la mujer dió un pequeño respingo pero no se movió.

— sabes Giyuu, quisiera mi postre - le susurra al oído. Dando un pequeño mordisco a su lóbulo.

— me parece bien pero... - enfoca su mirada hacia la esquina. Dónde hay una cámara de vigilancia.

— yo solo las controlo - otra vez sube y baja su mano por la falda, tentando a subirla.

— si es el caso - Giyu sale del regazo de Kyojuro. Antes de que el rubio bicolor pensara que llegaría a casa con blue balls, ella vuelve a sentarse en su regazo, está vez de frente con ambas piernas abiertas sobre su cadera.

— no puedes comer galletas sin leche - suavemente Giyuu baja un poco más su escote haciendo sonreír al CEO.

...

Murata estaba revisando la agenda de mañana de su jefe cuando apareció frente a uno de los del comité de transporte. Tenía un folio en sus manos y le explicó que son los estimados de gastos sobre las alternativas para poder cumplir con las fechas de entrega.

— señor Rengoku - uso el interfone para llamar a su jefe.
— ¿que sucede? -
— está el licenciado Hiruhashi, del comité de transporte. Trae los estimados de gastos. -
dile que vaya con el vice presidente Uzui. Estoy ocupado - ¿es cosa suya o escucha algo apurado? Quizás es por lo de los presupuestos. Ha estado muy estresado.

— está bien señor Rengoku - cuelga la llamada y le dice lo mismo al licenciado frente a el.

El aludido suspiro de pena, el jefe Uzui es bastante excéntrico y no tan secretamente esperaba ver un poquito a la señora Rengoku

Todos sus compañeros y compañeras (aunque a regañadientes) dicen que es muy hermosa, aunque luce apática es amable. El no la ha visto porque se la pasa metido en la oficina.

Bueno, otro día tendré suerte.

En cuanto a la oficina central.

Giyuu se mordía la mano izquierda mientras se apoyaba lo mejor que podía contra el escritorio evitando lo más posible gemir en voz alta pero las fuertes, rápidas y ricas embestidas de su Kyojuro no ayudan.

Pensó que le daría una pausa para responder pero siguió con su faena mientras hablaba con Murata. ¡que vergüenza!! Lo bueno fue que pudo aguantar.

— eres una pervertida. Venir a mi oficina con esa falda, esperando que te folle bien rico.- dice con una sonrisa excitante contra su oido.

— ya voy a... - El CEO con la frente aperlada por el sudor. tiene bien agarrada la cintura se Giyuu mientras el arremete contra esa caliente entrada que lo recibe tan bien.

— s-si... yo... - logro evitar decir más porque casi suelta un gemido grueso.— mhg.... - suelta en un gemido lastimero cuando sintió que Kyojuro dejo de moverse, ella intenta recuperar el ritmo pero el la retiene.

— ¿que quieres cariño? - se mueve lento mientras le toca los pechos descubiertos. ¡hasta tiene lencería del color que le gusta!!

— por favor... -
— ¿por favor que? -
— por favor, ¡follame! Hazme llegar... - ella se acomoda de nuevo sobre el escritorio, separando un poquito más sus piernas.— solo tu puedes satisfacerme -
— bien dicho -

Continuo su faena con mayor énfasis, casi mueve el escritorio por arremeter contra esa humeda cavidad, jugo con sus senos y besaba su nuca haciendo un chupetón. Unas cuantas embestidas más, llegaron a su orgasmo mutuo.

Kyojuro dió unos leves empujones más, simulando que estaba llenando a Giyuu con su semilla pero está usando condón.

Se separan despacio y toman bocanadas de aire. Apenas acomodándose el pantalón, se acercó a ella. Que se había apoyado sobre el escritorio.

— mi amor, estuvo muy bueno...- le dice al oído y beso su mejilla amoroso. — lo necesitaba -
— ... - ella solo le da un beso en los labios con una mirada amorosa.

Un poco más repuesta, se incorpora y empieza a acomodarse la ropa, pasa al baño privado de Kyojuro para arreglarse el cabello y limpiarse un poco.

Kyojuro se acercó a ella por detrás, besando su cuello otra vez.

— gracias - le dice con cariño. Vaya que había estado estresado esos días. Ella solo le da un sonrisa suave.
— aunque tendre que usar saco -su ropa esta muy arruinada por los fluidos de amor de su Giyuu. Aunque su sonrisa es avergonzada, no hay una pizca de arrepentimiento.

— te traje ropa limpia, la escondí con mi saco-

— !si no tuviera una junta en media hora, te haría mía otra vez! - la abraza feliz.
— demasiado ruidoso - le da un pequeño golpecito en su frente.

...

Con los dos presentables después de un par de minutos, Giyuu se despide con otro beso en sus labios y se va a la residencia Rengoku.

Se despide educada de Murata y continúa con su camino.

En cuanto a Kyojuro, tuvo que ventilar la oficina y usar un poco de aromatizante para disimular.

Afortunadamente no se ensucio más en la oficina que no requeriera más que toallitas desinfectantes y limpiar el cristal de su escritorio.

Una vez más presentable, llamo a intendencia para que termine el trabajo. Mientras se fue a la sala de conferencias para la siguiente junta.

Con su mente más despejada, pudo concentrarse mejor y elegir la opción más viable para salir de su problema de logística.

Ahí estaba Uzui hablando por teléfono con unos documentos en mano. Cuando lo vio, este solo puso una sonrisa de oreja a oreja. Cuando terminó su llamada, enfoco su mirada traviesa en el rubio. En cuanto a el, solo disimula.

— ¿y bien? -
— termine de revisar las estrategias y me gustó más la propuesta de Mukohuda. Es más realista y dentro del presupuesto. -
— no te hagas el loco, sabes a lo que me refiero. Te vez como si recién hubieras cogido y muy bien ~ pica con una sonrisa cómplice.

— son cosas tuyas -
— no me engañas. Además el aburrido de Hiruhashi dijo que estaba el rumor que la señora Tomioka estaba en el edificio y luego apareces tu con una sonrisa muy satisfecha y con tu ropa bien planchada con olor a suavizante de telas.-
— Rengoku -
— ¿mh? -

— no es "Tomioka" es "Rengoku". Ella no lo sabe aún, pero ella es la señora Rengoku - corrige — siempre lo fue -
— wow, vas con todo Kyojuro ¡extravagante!! -
— por cierto. En unos días Giyuu hará una cena para celebrar Navidad. - comenta con orgullo.

— ¡suena delicioso!! ¡desde que cerro su cafetería moría de ganas de comer sus guisos y extraño su café!! Eres un cabrón egoísta que no comparte - protesta el platinado dándole una palmada en su espalda.— jejeje ¿también puede ir Yumiko?-
— claro que sí. Aunque es una cena formal también es familiar. – recuerda con ilusión cuando Giyuu le mostró las opciones para la cena y eligieron entre los dos lo que harían.

— vale. Esperaré la fecha ansioso -

...

Pasaron unos días más.

Las cosas en la empresa de Kyojuro empezaron a fluir con más facilidad, resolver los problemas de transporte y mejorar las relaciones con las empresas. Las clases habían finalizado en la escuela iniciando las vacaciones de invierno.

El ambiente en la residencia Rengoku se volvió más hogareño cuando los adornos navideños hacen su magia por los pasillos con guirnalda verde con rojo y dorado.

Adornos coloridos de figuras navideñas junto con escarcha blanca. También algunas alfombras y cortinas cambiaron para la ocasión festiva.

Justo en medio de la sala principal está el pino de navidad. Enorme, de casi 5 metros, brillante de colores y luces blancas, adornos de pasta Francesa o cristal que dan ese brillo mágico. Los niños están muy felices de ver el famoso pino de navidad, Giyuu en su sorpresa, felicito a las mucamas y mayordomos sobre su organización.

Homura está impresionado por el tamaño del árbol.

Nunca había visto uno de ese tamaño salvó en las tiendas comerciales. Pero no se detuvo ahí, también había adornos en el jardín donde las luces en los árboles nevados dan un aspecto mágico y romántico.

Algunas veces, Homura con Yumiko caminan por el jardín para estar solos un rato o Kyojuro junto a Giyuu antes de irse a dormir.

Hablando de festividades. El 20 de diciembre sería la cena con los amigos y familia.

Con la idea de la cena concreta, Giyuu preparo todo con tres días de antelación. Marino, sazono y preparo los platillos, guarniciones y el postre.

Cómo no sabe los gustos de los invitados. Preparo tres tipos de carne que combinarán bien con las guarniciones.

Salmon a la plancha con salsa de setas, roast beff al horno y pollo irlandés.

Solo tendría que hornear con el tiempo estimado y estarían listos para la cena. Se apoyo del joven ayudante de cocina, que se tardó en saber su nombre: Tanjiro Kamado.

El chico le platico que viene de una familia de panaderos pero tuvieron que vender el negocio por cuestión monetaria. Así que el consiguió empleo en la mansión Rengoku aún con su inexperiencia.

Ahora entendía porque sabía tanto de repostería. Así que Giyuu le encargó que hiciera unos panecillos salados y unos dulces para acompañar la cena. Quería probar su habilidad y quién sabe, depende cuánto le paguen de la indemnización del accidente, podría abrir un nuevo local de cafetería, necesitaria un panadero.

Tanjiro se emociono mucho y prometió dar lo mejor de si.

...

Llegó la esperaba noche de la cena.

—parezco un pingüino - se quejo Zorajuro mientras Giyuu le acomodaba su ropa, un traje negro con una camisa de botones roja.

Nada justo porque estaría muy incómodo. Torajuro también vestía igual y Homura con una camisa verde oscuro.

Es la ventaja de los hombres, no sufren en cuanto a vestuario.

Kyojuro también estaba listo, usando un traje negro con broches dorados, una corbata rojo quemado y un pin de nochebuena rojo. Estaba en la sala de estar con sus amigos y familiares.

Si ella no se equivoca, sería Tengen y su hija (al parecer también trae unas invitadas adicionales), Sanemi y Kanae, Shinjuro y por cortesía, Kyojuro invito a Murata con su novia para felicitarlo por su trabajo y ser discreto.

El moreno no entendió eso último pero su novia Mary estaba emocionada de tener una salida así. Por lo tanto, no rechazo la propuesta.

— ya estás listo- acomoda cariñosa su cabello con sus dedos.
— gracias señora Tomioka. ¿comeremos pastel? - recuerda cuando lo vio prepararlo. Tan delicioso y bonito que babeo por minutos.

Afortunadamente Giyuu le dió algunas galletas para pasar el apetito mientras esperaba el gran momento.

— si pero antes algo de comida primero-
— nos adelantamos - indica Homura con un movimiento de mano y guiando a sus hermanos a la salida de la habitación de su madre. Habían ido para alla porque tenían problemas con los corbatines.

Una vez sola, continuo arreglándose.

La comida la dejo a manos de Setsuna (la ama de llaves) Miyomi (jefa de cocina) y Tanjiro para que ella pudiera terminar de vestirse.

Mientras acomoda su vestido rojo, se puso apensar en su familia. Los había invitado para la cena y limar asperezas pero ninguno respondió, ni siquiera a sus llamadas. Giyuu entendió que el orgullo va antes que la familia.

Aún cuando ella les dijo que Kyojuro la trata bien y le da su lugar, parece no importarle realmente.

Al parecer, les molestó que ella estuviera feliz.

Dejo de pensar en ello y continuo arreglándose hasta que ve que había soltado unas pequeñas lágrimas que hicieron correr un poco el rimen.

— oh... - con rapidez tomo un pañuelo y empezó a secarse, evitando correr el maquillaje que la estilista se esmero en dejar en su rostro.

— ¿estás lista? - el dueño de la empresa apareció con su sonrisa característica pero al ver las marchas de lágrimas en sus ojos rápidamente se acercó.

—¿que paso? - dulcemente le ayudo a limpiar su rostro. No hizo gran daño pero podían notarse muy fácil.

— mi familia... -
— ya veo... - el la entiende. Sabe cómo sentirse como una paria con tu familia. Su padre si bien no lo repudio, no paro de decirle que es una decepción en la secundaria y preparatoria. No sé la creyó pero dolía.

— está bien Giyuu. También somos tu familia. Mi padre te adora, mis hijos también (incluye a Homura). Yo te amo, no estás sola - beso su boca con calma.

— si, gracias-
— eso es, te vez más hermosa así... aunque te falta algo - eso la extraño.

Se vio al espejo buscando algo que le faltaba. Quizás no acomodo bien su cabello. Se enfrascó en ello que no se percata que el rubio se alejo un poco para ir a la cómoda al lado de su cama.

Dió un brinco de sorpresa cuando Kyojuro volvió y audazmente se puso detrás de ella para colocarle una gargantilla de oro con una único rubí en el.

— espera Kyojuro... es demasiado-
— nunca lo será mi amor. Cómo señora de la casa, es lo menos que mereces - termino de abrochar el collar y vio por el reflejo del espejo como se acomoda suavemente en su cuello y pecho.

— ¿señora? Pero no estamos casados. -
— para todos y especialmente para mi, lo eres- beso su nuca y cuello. Abrazándola por la espalda, especialmente su cintura.

— este vestido te hace lucir muy hermosa, aunque te verías mucho más sin el -
— kyo... - reprende con fingida molestia.
— vamos, que ya nos esperan - el rubio afirmó con la cabeza y ambos se dirigieron hacia la salida de la habitación.

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✨❤️✨
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Oh Lala señor francés~ que capítulo tan enriquecido de drama, sabrosura, Fluffy ❤️❤️❤️

A Kyojuro le encanta como luce el rojo en Giyuu por eso insiste darle vestidos rojos.

Fue muy satisfactorio este capítulo por muchos motivos ❤️❤️❤️

Ojalá les haya gustado. Abracitos

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