✨ último acto: "apareces tu/ irreversible" (7)

Advertencia: Fluffydez y temas sensibles.

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Debido al enorme escándalo junto con padres de familia, personal docente y policía involucrada, las clases se cancelaron para investigaciones más a fondo.

Todos saben que Tomioka lo hizo pero no había forma de probarlo, no directamente y con riesgo a ser ejecutado de casi la misma forma.

Viendo que volverían a casa temprano, decidieron ir a la residencia Rengoku en tren.

Yumiko había viajado un par de veces por tres simples motivos: tiene su propio chófer, solo porque Homura la acompaña y porque hay pervertidos en algunos vagones. Ella misma vio que Homura le rompió la nariz a uno cuando estaba demasiado cerca de otra chica de su escuela y se notaba muy incomoda.

Así que en bolita viajaban en el vagón del tren completamente tranquilos.

De vez en cuando haciendo comentarios del momento y otros de temas más tranquilos. En el camino, avisaron a sus familias que volverían a casa antes de tiempo.

Después de unos minutos de recorrido y unos cuántos más caminando para llegar al portón de la residencia. Fueron recibidos por Giyuu en la entrada de la mansión.

— Homura, Zora, Tora, Yumiko bienvenidos ¿Todo bien? - pregunta la mujer. Había recibido una notificación del director sobre un asunto delicado.

Pobre hombre, con la santa paciencia que tiene y le pasan esas cosas.

— si mama. Solo puse la basura en su lugar - comenta Homura relajado.
— buenos días señora Tomioka - hace una leve reverencia Yumiko.
= ¡Hola señora Tomioka!= Saludan los gemelos a la vez.

Ella toma su respuesta con calma y los acompaña, al llegar a las escaleras iban a difurcar sus caminos.

— iremos a nuestra habitación ¿Está bien? - comenta Homura en tono respetuoso.
— si claro. ¿desean algo de comer en especial? -
— si no es mucho pedir - la única chica del grupo se adelanta — ¿Puede hacer gyosas y dimsum por favor? -
— por supuesto. Estarán a la hora de la comida -
— gracias señora Tomioka - a la chica le brillan los ojitos. ¡adora a su suegra!!!!

— ¡oye!! No es justo... -se queja Torajuro con un puchero hacia Yumiko. — era nuestro turno de elegir -
— ¿Que quieren ustedes? - lo que pidió Yumiko es algo ligero, podía ser acompañado de más comida.

—¿Podemos? - continúa Zorajuro.
— es algo ligero, puede combinar con otra cosa -
=¡Tonkotsu!! = piden sin pensar dos veces.

— bien. Los veo a la hora de la comida - Giyuu no interrumpe más y los deja marchar a su habitación.

En cuanto a ella, fue a la propia para arreglar la ropa que llevaría para el retiro ese fin de semana. Aún no habla con su hijo y los pequeños gemelos al respecto, espero hacerlo hoy pero había visitas, no quería interrumpir su diversion. Abrió su closet y empezó a separar prendas para el viaje.

— ahora que lo pienso. No tengo maletas - se dice antes de sacar un suéter color blanco hueso. — quizás, la señora Setsuna tenga algunas que me pueda prestar -

No es que fuera a llevar tanta ropa pero tampoco va a irse de viaje con su ropa metida en bolsas de plástico. Usando el intercom marco para que la mucama trajera su solicitud.

Mientras espera que ella apareciera, continuo con su selección de ropa. Dándose cuenta que le faltarían algunas prendas más y zapatos como botas largas o botines. Puesto solo compro unas bailarinas negras, tacones negros de 5 cm y tenis.

Suspiro pero no sé quejo, ella había usado parte de su dinero para comprar ropa interior, no podía usarlo más para comprar calzado porque aún había cosas que pagar más importantes.

Unos suaves golpes la sacaron de su ensoñación.

— adelante - vio entrar a una chica joven de ojos verdes y cabello cobrizo con un par de maletas de 20 pulgadas en sus manos color vino tinto con ruedas. Parecían nuevas por el color y la falta de daño.

— aquí está lo que pidió señora Tomioka -
— gracias - la pelinegra se acercó y puso las maletas en los sillones para revisar su espacio interno o si tenían más compartimientos.

— están como nuevas... Gracias por prestarmelas -
— no, no. Conservarlas - niega la mucama — eran de la anterior señora pero estás olvidó desecharlas -
— ¿Desechar? - la chica se dió cuenta que hablo de más y miro a otro lado avergonzada.

— lo siento, no debí hablar de la anterior señora -
— está bien. ¿a qué te refieres con desechar? -
— bueno... La anterior señora solía usar unas 2 o 3 veces sus maletas antes de desecharlas. Pero primero las destruía o quemaba. - explica un poco más relajada pero con cierta lastima en su voz.

— ya veo -
— lo mismo pasaba con su ropa. La mandaba a romper y pesar después de eso, luego la quemaba. -

Giyuu entendió la situación, la anterior esposa de Kyojuro era muy... ¿cómo decirlo con educación? Desperdiciada.

Debía ser muy cansado para las trabajadoras de la mansión acatar cada orden de la mujer. Pero a ella no le interesaba. siempre y cuando no se metiera con su vida.

— de todas formas. Gracias por las maletas. -
— ¿Necesita algo más? -
— no realmente. ¿Podrías revisar si tengo ingredientes para preparar la comida? Especialmente carne de cerdo.- los 4 hombres de la casa poseen un apetito enorme, las provisiones de la casa se reducen muy rápido gracias a ello.

— por supuesto - hizo una reverencia y se alejo de ahí.

Una vez sola, continuo con su sencilla labor de acomodar su maleta.

Mientras hace eso, se pone a pensar en su situación nuevamente.

En esos días de calma relativa su proximidad con Kyojuro se ha mantenido normal. El hombre se la pasa en la oficina y viene a comer con regularidad, las noches que llega muy tarde, no puede evitar preocuparse y esperarlo cerca de la entrada; preferentemente escondida.

Cuando lo ve llegar, se relaja y puede irse a dormir.

Sabe que es infantil, actuar de esa forma pero no quería mostrar todas sus cartas si no está segura de el.

Si antes había jurado que la ama y la dejo ¿que le impedía repetir la historia?

Suspiro y deseo una vez más que ese viaje sea lo mejor para los dos.

...

El esperado fin de semana llegó, debían partir desde el jueves para poder ir a tiempo con el cronograma.

Los adultos se despidieron de los más jóvenes mientras el chófer los esperaba en el auto.

Los llevaría al aeropuerto, al parecer harían un pequeño viaje en avión hasta la región de Hokkaido. Fue un poco difícil explicar a Zorajuro y Torajuro que saldrían de viaje por sus asuntos sentimentales sin revelar demasiada información. Los niños querian ir a ese viaje pero Tras un poco de persuasión y la promesa de llevarlos a un parque de atracción en la prefectura de Chiba, fue suficiente para calmarlos.

El viaje fue relativamente silencioso, algo ansioso pero normal. Giyuu no tenía ninguna expectativa al respecto y Kyojuro mantenía la fe de que eso podría ayudar en su relación.

Pero ambos, sin saber, pensaban lo mismo, una solución bienaventurada para los dos.

Tras unas pocas horas de vuelo y un viaje adicional en tren, llegaron a una inmensa finca. Posiblemente tenían su propio cuerpo de agua en alguna parte del bosque alrededor.

Se miraron mutuamente y empezaron a caminar hacia el interior siguiendo un sendero de tierra rojiza.

Tardaron unos 12 minutos caminando entre la fresca bruma de la tarde cuando llegaron a una enorme cabaña de un piso con varias cabañas bonitas y acogedoras por los alrededores.

Si no supieran que es un retiro podian creer perfectamente que es una zona de campamento para vacacionar. Arbustos prolijamente acomodados a los alrededores junto con varios bancos esparcidos por los alrededores, más caminos de tierra roja oscura que los guía a otros sitios que desconocen.

Cuando se registraron en la recepción, una señora mayor de aspecto suave les dió un pequeño tour. Pero antes, les retiro sus celulares, los aparatos electrónicos estarán clausurados, solo hay señal en la recepcion y para llamadas a familia en caso de alguna emergencia tal como se describió en el formulario.

Guardado bajo llave los celulares en una gaveta con el número de su cabaña, continuaron.

Habria actividades de recreación como pescar, natación, manualidades, cuidados de animales o en los cultivos donde podían ayudar además de las charlas de parejas con un profesional y actividades duales para la terapia.

Habria mas parejas en el retiro pero todos llevarían sus propios ritmos y tratamiento, no está prohibida la interacción con otras parejas pero si hay que mantener distancia.

Luego, la señora les presento a quien sería su guía esos días. Monoke Itagari, otra señora de mayor edad que ellos dos, su rostro es dulce pero el brillo en sus ojos es crítico. Se sintieron desnudos en pocos segundos.

Al final, los llevo a su cabaña la número 5 y solo les entrego un juego de llaves. La señora también les instruyo que sería su responsabilidad mantenerla.

Porque un hogar es así. Se construye y mantiene con una pareja de dos, no de tres ni de 4. Hay sus excepciones pero esa es otra historia.

Ingresaron con sus maletas en mano viendo que la cabaña es bonita, espaciosa y sencilla. Además de la sala de estar con chimenea, Tiene un baño, una habitación, la cocina con utensilios y una mesa con 4 sillas, posiblemente los artículos de limpieza estén en el cobertizo.

Los dos se dirigieron a la habitación para dejar sus cosas y no es sorpresa ver una sola cama matrimonial.

Ambos se pusieron rojitos.

— puedes descansar en la cama Giyuu. Mañana empezamos con las actividades- ofrece el rubio bicolor.
— fue tu idea, deberías ser tu - réplica la morena con su corazón latiendo fuerte. Intentando aparentar.

— no, no. Está bien. - sonrie un poco incómodo. Dejando su maleta en la habitación, tomo una almohada y una cobija extra del armario para ir a la sala.

— entonces, puedes usar la ducha primero. Mientras cocino la cena - ella sale de la habitación para ir a la cocina, Kyojuro tomo su idea.

Ambos se sentían incómodos.

...

Esa noche.

Giyuu estaba acurrucada en su cama, mirando hacia la ventana abierta y de vez en cuando el reloj de la mesita de noche.

2 AM

Se sentía nerviosa, a pocos metros su exnovio de la preparatoria dormía en la sala. Quizás debió proponerle dormir juntos, están ahí para ello ¿No? Ver si su relación tiene futuro.

Sale de la cama y camina hacia la salida, ahí ve al rubio bicolor dormir en el sillón más largo cerca de la chimenea. Hay un calor agradable en el ambiente y se aventura un poco en acercarse más.

Está dormido, bastante diría ella, luce tan pacífico y cómodo, por incercia quiere retirar un mechón de su cabello pero retrae la mano. No quiere molestarlo.

No hace mas y regresa a su habitación para tratar de dormir un poco más.

No pasa más de media hora cuando Kyojuro se despierta de golpe, desorientado y mareado por el crudo sueño que tuvo. Puso su mano contra su húmeda frente, respirando con dureza.

Un sueño lleno de sangre, llanto y un adiós sin retorno.

El mismo sueño que lo ha perseguido, empeoró desde hace 17 años. Con Giyuu en la fórmula no hace mas que atormentar su mente.

Con mucha cautela se levanta de la cama para ir a la habitación de la morena, asegurarse que es ella la que duerme y no otro de sus delirios por los fármacos o el alcohol en su sistema. La ve relajada apoyando su rostro contra la almohada, fue suficiente para el calmarse y respirar más tranquilo.

Con su mente más relajada, volvió a su espacio.

...

El cronograma es agotador.

Después del desayuno, En las mañanas debían ir a los espacios recreativos a realizar alguna actividad provechosa.

Todo en pareja como alimentar a los animales o recolectar frutos, algunas parejas no contaban con la ropa adecuada así que les prestaban overoles de mezclilla que debían regresar debidamente limpios, tardaban hasta el medio día en terminar su tarea en la granja, después en grupo salían a caminar en el sendero del bosque con un guía que los hacía detenerse en algunas paradas para descansar y aprovechar el tiempo para algunas reflexiones sobre el matrimonio y comunicación.

Luego habría una pausa para comer, seguía la terapia personal.

Tanto Giyuu como Kyojuro estaban algo tensos con ir con la terapeuta, la mujer los vio con dureza en los primeros minutos de conocerse pero continuaron adelante.

Al ingresar a la habitación donde sería su plática, es un sitio común con un par de sillones.

— ¿pareja Rengoku-Tomioka? - pregunta la mujer con seriedad.
— si. Buenas tardes - habla Kyojuro ingresando después de la morena.

La terapeuta les invita a sentarse y hacen caso. Se sientan uno junto al otro a una sana distancia. La mujer noto cada movimiento, manteniendo su escudriño.

— antes de empezar... ¿tuvieron sexo al llegar a la cabaña? - fue directa
=¡no!! = negaron con energía con sus mejillas rojas.

Ella levanto una ceja inquisitiva pero no comento más. A sus ojos, podía ver una enorme tension sexual pero también una gorda barrera que los mantiene separados. Se buscan con la mirada pero al mismo tiempo se evaden.

— está bien. ¿cuántos años tienen juntos?- ambos empezaron a tartamudear. No sé pusieron de acuerdo en que decir ante esas preguntas, es algo básico.

—¿Y bien? Señor Rengoku - dirigió su mirada hacia el. El hombre de cabello rubio con mechas rojas se tenso al ser nombrado, tosió un poco para aclarar su garganta.

— bueno... Tenemos 17 años separados y recién nos volvimos a encontrar. -
— ¿Porque se separaron? -
— por una situación personal... -
— señor Rengoku, el objetivo de esta terapia es la honestidad. A veces la verdad duele pero en necesaria para resolver los conflictos de la otra persona - volteo a ver a Giyuu. La pobre no pudo sostener su mirada.

— yo... Deje a Giyuu cuando éramos jóvenes. Teníamos 17 años. Yo... Yo la dejé porque mi padre me condicionó que si seguía con ella, me desheredaria. No le dije, solo la abandone y no la volví a buscar- dice con vergüenza en su voz. No se da cuenta que ella baja la mirada igual pero con una enorme tristeza en sus ojos.

— ¿Que te hizo buscarla después de 17 años?-
— me enteré que tengo un hijo con ella. -
— señora Tomioka ¿Alguna vez busco al señor Rengoku para hablarlo con el? -
— si, apenas me enteré cuando tenía un mes y fui a buscarlo -
— ¿Que paso? -
— yo... Me enteré que ya estaba comprometido con otra mujer y ya no lo busque más -
— ¿Porque? ¿porque decidió ya no decirle sobre su embarazo? - eso la tomo con la guardia baja.

— yo no lo ví necesario... El ya tenía su vida resuelta y yo ya no cabia en ella - Kyojuro hizo una mueca de dolor.

— ya veo... ¿entonces decidió por el sobre si quiera o no tener más relación en su vida aún cuando tenía la oportunidad de hablar con el? - otra pregunta dura.

— no, eso no... -
— ¿entonces? ¿a qué teme señora Tomioka? -
— a qué me dijera que solo fui un chiste en su vida -
—¿Un chiste? - está vez, el interviene. Incapaz de seguir escuchando — ¿crees que lo que vivimos lo hice por capricho? -
— ¿Cómo saberlo? Eras un mujeriego. Confiaba en ti pero no sabía tu nivel de compromiso -
—¿En serio? Te presente a mi familia - se defiende.
— muchos lo hacen y de todas formas los engañan -
— basta - interviene la terapeuta.

Ambos se callan y eluden sus miradas.

— por lo que veo. ambos reconocen que se equivocaron pero no han tratado con ello. Les haré una pregunta que quiero que respondan con sinceridad ¿Creen que su relación pueda salvarse? ¿Señora Tomioka?-

Giyuu sintió la presión de las miradas.

Su corazón late ansioso y temeroso de lo que ocurre, su mente se pone en blanco por unos momentos y con sus manos temblorosas suspira, luchando contra el pánico que repta en su piel.

— yo... No lo sé... -
— no hay respuestas tibias. Si o no - insiste la terapeuta. Es muy dura pero no permite que se desvíen, ambos eluden que el otro sufre y se encierran en su burbuja de víctimas.

Es momento que tomen responsabilidad de sus elecciones.

— yo... - miro a Kyojuro y luego miro a sus manos. ¿su relación tiene futuro? Hace años imagino que tendría una vida casada con el hombre a su lado pero eso fue antes, ahora... Con tantas cosas entre ellos...

— bien, entonces...-
—si... -interrumpe a la terapeuta Itagari quien le presta atención de nuevo. Kyojuro la mira con el corazón en la mano.

— si creo que pueda salvarse - comenta aún ansiosa pero con mayor firmeza. porque es exponer su debilidad. Pero ella misma lo dijo, es cuestión de honestidad.

— Giyuu... - la ve con mucho cariño.

Ella también desea intentarlo, intentar de verdad. Al principio estaba seguro pero al escuchar a otros matrimonios que su par solo acepto por mero compromiso lo hizo dudar.

— es bueno que estén en sintonía. Por eso les dejaré tarea. Van a dormir juntos está noche - los dos se tensan como cuerdas ¿cómo sabe ella que no comparten cama?

— ojo, solo dormir. Si ocurre algo más depende de ustedes. - la terapeuta se acomoda mejor en su asiento — bien, continuemos -

...

Fueron 3 horas de sección. Hablado de ellos mismos antes de conocerse y luego como se sintieron durante su noviazgo.

Fue revivir recuerdos bonitos como dolorosos. La terapeuta Itagari les recomendó realizar alguna actividad antes de irse a su cabaña a descansar, mañana continuarían el proceso. Los dos, aturdidos por la situación pero extrañamente ligeros aceptaron.

Kyojuro y Giyuu optaron por caminar otra vez por el sendero de la mañana.

Iban en silencio, escuchando la naturaleza y el fresco viento del atardecer. No era la incomodidad de hace unos días, es esa rara sensación de comprensión y a la vez duda cuando estás en una situación extraña.

Es difícil de explicar la tensión.

— no sabía que tú padre le gustaba la señora Hisa - comenzó Kyojuro con algo más causal.

— si. De hecho, salían pero después de lo que mi padre hizo, le rompió el corazón a ella y lo dejo. A sus palabras, no puede ser buen hombre si deja desamparada una mujer con una vida dentro -
— entiendo -
— no defiendo a mi padre pero creo que es injusto que te señalen una acción cuando has hecho muchas mas buenas - comenta Giyuu tensa. El rubio toma su mano y la aprieta contra la suya.

— lo bueno es que mejoro un poco la situación - le da una pequeña sonrisa.
— no del todo. Mi padre cree que yo salgo contigo por dinero. Ni siquiera mostró más alegría cuando le dije que estabas al contacto con Homura -

— Mientras sepas la verdad y las personas que quieres también, no importa lo que los demás digan - Kyojuro suspira profundamente — mi padre creía que no tenía arreglo con mi promiscua vida pero... Hay personas por las que vale la pena intentar -

Ambos comparten una sonrisa y continúan caminando un poco más.

...

Cuando llegó la noche, fueron a su cabaña. El silencio nocturno es agradable a juego de las tenues luces de los faros eléctricos, el viento fresco es agradable y el aroma a pino se impregnó un poco en su ropa.

Kyojuro tomo la iniciativa de bañarse primero en lo que Giyuu cocina la cena. No fue algo muy sustancioso, curry vegetariano con arroz.

Fue agradable para el estómago y su corazón, no compartieron demasiadas palabras, están más cómodos en silencio común.

Ya después de una sabrosa cena, fue turno de Giyuu irse a bañar, Kyojuro tomo la iniciativa de lavar los platos.

Ella lo miro dudativa, el CEO no está acostumbrado a hacer cosas hogareñas pero no le impediría intentarlo.

Mientras ella está bajo la regadera, Kyojuro se las apaña para lavar los platos. retirando la comida sobrante y botandola al basurero de organicos.

Lavar usando demasiado jabón fue complicado de retirar y que decir del desastre en el fregadero cuando terminó. Dejando las tarjas sucias y el piso mojado.

Cuando ella volvió usando su pijama, vio todo el desastre, Kyojuro trae consigo un trapeador para secar y le da una sonrisa apenada por su pobre desempeño. Ella se acercó para ayudarle a limpiar mientras el continúa con su parte.

— cuando Homura quizo lavar los platos solo por primera vez, tapo la Tarja con comida e inhundo la cocina – plática Giyuu con una sonrisa. — supongo que de tal palo, tal astilla -
— jajajaja puede ser - Kyojuro sonrie con más ánimo al oír eso. Una historia tierna.

— también recuerdo cuando quisiste ayudarme con mi ropa después de que se llenara de lodo. Cuando nos atraparon los rociadores en el parque - Giyuu comenta con una sonrisa nostálgica.

— ¡oh claro!! Jamás ví tanta espuma - recuerda avergonzado. Le puso tanta espuma en lavadora que fue muy difícil quitar. Tardaron mucho en dejar todo limpio pero se divertieron con ello, haciendo bromas o competencia contra la monumental espuma.

Ya más relajados y con la cocina limpia se fueron a la habitación. Es una tarea sencilla pero se sentían tan cohibidos, Kyojuro fue quien dió el primer paso, acercandose a la cama y metiéndose en ella sin mucha ceremonia.

Espero sentado a que ella llegara y Giyuu tras un pequeño suspiro, se metió también. Están cada quien en su espacio, tímidos y derechitos.

— buenas noches Kyojuro -
— buenas noches Giyuu -

Cerraron los ojos, tratando de dormir pero los minutos pasaban y el dios del sueño no llegaba por más posiciones que prueban. Los luminosos ojos del rubio miro el cuerpo curvilíneo de la mujer que está a su lado ¿será muy atrevido?

— Giyuu, ¿sigues despierta?-
— si... - habla dándole la espalda.
— ¿Puedo abrazarte? - le pregunta un poco más tímido.

— yo ... - Giyuu voltea y mira a quien ama tanto, sus ojos brillantes pidiendo permiso algo tan simple. Ella también quiere, quiere acurrucarse en ese pecho masculino que siempre la hizo sentir segura.

— si, está bien - decidida a dejar sus inseguridades, acepta sus deseos y se acercó despacito al hombre. En cuanto a Kyojuro, sonrie y deja que ella se meta en sus brazos en un abrazo suave.

Se sintió en el paraíso cuando sus brazos la rodearon, su cuerpo suave y el aroma de su shampoo acariciando su nariz. Su corazón latía de alegría por la situación ¡Cuánto había extrañado su calor!

Giyuu pensaba en algo similar, Kyojuro es más robusto que hace años, pero le gusta. Continua siendo cálido y esa colonia que tanto le gusta la hace sonreír.

— eres muy suave... - sin doble intencion, acaricia el cuerpo de la mujer por arriba de las sábanas - estás más... -
— ¿Gorda? Lo siento, el embarazo cambio mi cuerpo y... - Kyojuro iba a decir un chiste al respecto pero mejor lo guarda para otro momento.

— sexy. iba a decir más sexy. -
— Kyojuro... -
— es la verdad. En preparatoria tenías un bonito cuerpo propio de una señorita ahora tienes más curvas - intento esconder su lujuria pero no pudo. El amor de su vida se puso más hermosa con los años. — el embarazo te hizo más hermosa. Además si eso fue secundario a traer al mundo a nuestro hijo, yo estoy más que feliz -

Ella solo esconde su rostro contra su pecho, avergonzada de sus palabras.

— además, te lo dije ¿No? Te amaría incluso si te volvías una pasita. -
— ... - Giyuu escondió más su cara en el cuerpo ajeno, no esperaba que lo recordara. Su corazón late tan fuerte que la dejo quieta. Tras unos minutos de silencio, se animó a hablar.

— Kyojuro... Estás más... robusto - comenta tocando un poco más el cuerpo del hombre.

— bueno, he comido mejor desde que cocinas- comenta divertido. No miente en ello, había días que no comía porque se aburría de los platillos de restaurante o por el exceso de trabajo.

— no, no es eso. Quiero decir, fuerte — el Kyojuro adolescente era más atlético. Ahora es fuerte pero suave, le gusta mucho. — me gusta, te sienta bien-
—... - eso hizo sonreír a Kyojuro con un bonito rubor en sus mejillas.

Suavemente se abrazan más, acurrucándose entre ellos, sintiendo sus corazones cómodos y confortados.

...

Al día siguiente...

Los pajaritos cantan a las afueras de la cabaña mientras el sol aparece del horizonte.

Los dos están abrazados aún mientras duermen.

No sé despegaron demasiado durante la noche, compartiendo calor, de hecho, Kyojuro se retiró la camiseta porque le dió calor y nuevamente se volvió a dormir.

Cuando llegó momento de despertar con el ruido de la alarma del despertador, ambos se miraron primero confundidos, luego avergonzados pero cómodos. Esa sensación familiar que extrañas cuando abrazas a alguien que hace mucho que no ves y había la posibilidad de que no lo volvieras a encontrar.

— buenos días - saluda el rubio con una sonrisa bonita, afianzando su mano en la cintura de ella. No queriendo que se levanté aún.

— buenos días - corresponde Giyuu, dejándose hacer. — ¿Dormiste bien? -
— como nunca - una gran sonrisa que podía iluminar la habitación está presente, Giyuu pestañea un poco.

— hay que levantarnos - comenta intentando salir de la cama pero es retenida.

— 5 minutos más... -
— no Kyojuro... Hay cosas que hacer -
— por favor... 5 minutos... - de alguna forma, el rubio bicolor se escabullo hasta esconder su cara entre los pechos de Giyuu.

La mujer se quedó quieta, sonrojada por lo osado pero no está tocando más de lo que debe.

— 5 minutos... - ella le abraza la cabeza mientras siente como los brazos ajenos afianzan su agarre contra su cintura.

Hay cosas que nunca cambian.

...

Después de ese íntimo momento, continuaron con más calma el resto del día.

Realizando actividades requeridas por el cronograma, hubo momentos cómicos de pequeño accidentes por la falta de costumbre a la vida en el campo y otros más incómodos como por ejemplo Kyojuro pillando que hay hombres que miran a su no-esposa y más de una vez intentan hablar con ella pero el se entromete.

Es un retiro para salvar relaciones, no buscar aventuras.

Giyuu pasaba por algo parecido, vio a una que otra mujer que veía mucho a Kyojuro. Penso al principio que es llamativo por su cabello pero cuando las veía acercarse, se inventa cualquier pretexto para que el rubio fuera con ella.

Cuando llegó la hora de ver a su terapeuta, la mujer los cito en otro lado.

Era una de las áreas recreativas pero no la habían visitado porque no les llamo la atención. Una especie de piscina con pelotas y dos bastones largos cubierto de espuma gruesa. De esos que salen los juegos de playa o en los concursos de la televisión.

La terapeuta les pide que suban a las tarimas y tomen un hisopo. El objetivo de la actividad sería que dijeran sus malestares o defectos y se dieran con el hisopo con tal de liberar su frustración, podían empezar con algo pequeño.

Ambos inseguros se miraron pero no desobedecieron pero no saben que decir o temen herir al otro por algún comentario fuera de lugar.

— ¿Es necesario? - Kyojuro inseguro. La terapeuta Itagari afirma en silencio. — yo... No tengo nada porque quejarme de Giyuu -
— ... - Giyuu también está reacia a hablar. Tampoco tiene nada que decir pero...

Ahora que lo piensa.

—... Siempre llegabas tarde a nuestras citas - dice Giyuu con su voz temblorosa.
— ¿Que? - lo ve con sorpresa el rubio bicolor.
— si, llegabas tarde a nuestras citas y jamás te disculpas o avisabas antes que tardarás- dice aún temblorosa pero firme.

— ah. Vivías demasiado lejos, no es mi culpa - responde esa queja — además, eres muy rígida. Siempre con los tiempos medidos -

— soy responsable de que es otra cosa - se defiende con un puchero —tienes la costumbre de no respetar el tiempo de los demás -
—¿A si? ¿y porque tengo que ser yo el de la iniciativa? Perfectamente podrías haber dado opciones en vez de quedarte callada -
— porque no escuchas. Siempre haces caso a lo que quieres oír. -

Empezaron a hablar con mayor franqueza como dureza, también a darse de golpes con los hisopos de forma suave y otras con mayor energía.

Cada vez los reclamos aumentan de intensidad junto con el tono de voz. Jadeos cansados por los movimientos y mantener el equilibrio son combinados con el revuelo emocional.

—¡Eres egoísta!! ¡solo quieres hacer lo que tú deseas para tu beneficio!! -
— ¡¿Egoísta??!! ¡me negaste a conocer a mi hijo por años!! -
— ¡pudiste buscarme!! -
— ¡Y tú insistir!! -
—¡¿Y ver cómo era tu vida feliz y perfecta?!! !ver de primera mano así como conocí a tu esposa desnuda como estabas despreocupado!! - exclama Giyuu — ¡Saber que todo lo que vivimos fue solo un juego para ganar puntos de experiencia!! -

—¿Tienes idea de lo duro que fue? Ver cómo las personas que antes te tenían un mínimo respeto de miran con lastima o asco? Que es ir por la calle con tu hijo de la mano escuchando que eres una cualquiera por traer un niño al mundo sin padre - Giyuu se limpio las lágrimas de coraje — fingir que no te afecta escuchar como te rechazan por ser madre soltera, juzgada como prostituta. No importa que tantas cosas buenas hagas, siempre te recordarán como la madre soltera. -

— pensar en que decirle a tu hijo para consolarlo de que su padre no está y no sabe de su existencia... Ver esas caras... Esas horribles caras juiciosas - fue doloroso. Caminar manteniendo la frente en alto, luchar para que su pequeño no vea que le afecta los comentarios fuera de lugar y las palabras ponzoñosas, incluso de su propia gente.

Es duro vivir así.

— yo... Yo no podía ir a buscarte una vez más y saber que estas mejor sin mi -

— ¿Sin ti? - dice Kyojuro en voz baja, exhalando con profundidad — sin ti... La vida era un infierno, un maldito mar de remordimiento y pesar, cada día vivir con el sentimiento de culpa... Maldicion Giyuu !quería suicidarme!! - se señala con expresión afligida.

Eso lo tomo por sorpresa.

— ¿Una vida feliz? Desde que murió mi madre solo conocí una vida libre, tan libre que ni siquiera supe del amor... ¡Tenía que emborracharme para tener sexo con mi exesposa! Con tal de imaginar que eras tú. Cuando reaccionaba, me bañaba de inmediato porque me sentia enfermo- Kyojuro arroja su isopo a la piscina.

— Renuncie mis únicos sueños. A lo único que verdaderamente me pertenecía... Todos los días era vivir una pesadilla, saber que me venian como un cajero automático. Saber que no había nadie que realmente le importará si estaba bien o no... Saber que... jamás que se haría realidad...- recuerda con amargura todos esos años — las ganas de tomar el revolver de mi oficina y terminar con todo. -

— lo único que me impidió hacerlo fue por los gemelos. No podía permitir que quedaran con su madre y... Sus nombres, se los puse porque así me sentía un poquito más cerca de ti... - comento suavemente, bajando la mirada con total fragilidad.

— quiero saber Giyuu... ¿porque decidiste tener a Homura? Tenías la oportunidad y razones no te faltaban... ¿porque? - pregunta por primera vez.

— porque... - ella gimotea — porque... Quiero a Homura, porque nunca tuve el valor y... Por si regresabas - deja sus lágrimas fluir dándose cuenta de lo mucho que había lastimado a Kyojuro.

También fue egoísta respecto a ellos.

— Giyuu- el hombre baja de la plataforma y pasa por entre las pelotas acercandose a ella.

Cuando Giyuu lo noto, bajo de su plataforma y con torpeza se dió paso por entre las pelotas hasta alcanzarlo, compartiendo un abrazo fuerte.

No les importó la pelotas entre ellos o si estaban llenos de sudor por el "combate". Solo querían abrazarse, reunir todas sus piezas y las que no entran, llenar los huecos del contrario. Ambos empezaron a llorar desolados y cansados, no paran de pedir perdón ni gimotear el nombre de la otra persona.

— ¡promete que no te volveras a ir!!-
— ¡Lo prometo! ¡Promete que tampoco lo harás!! -
— ¡Si! ¡si! Prometido. -

Kyojuro tomo la iniciativa, con ambas manos tomo la cara de la mujer y le planto un beso en los labios, uno suave, dulce que trasmite sus sentimientos más sinceros y profundos. Giyuu en el momento que siente su boca ser invadida, corresponde de inmediato ¿Cuánto tiempo paso del último beso que se dieron?

El inocente tacto paso a besos más prolongados, reconociendo el sabor de la otra persona. Giyuu tiene un brillo sabor cereza y los labios de Kyojuro están cálidos. Beso tras beso perdían el aliento y el sentido de lo que les rodea.

— mhh...~ la morena se aferra como puede al cuerpo del más alto sin separar sus labios, Kyojuro está en unas circunstancias similares, sosteniendo la cintura contraria, tan fina que puede rodearla fácilmente.

— ejemm... - los dos se quedaron quietos y avergonzados, como dos adolescentes pillados en la oscuridad. Salvó que no son adolescentes y que están en medio de una piscina de pelotas en un retiro matrimonial.

— ahhhhh ¡doctora Itagari!!!- Kyojuro con un fuerte rubor en sus mejillas, Giyuu se escondió un poco detrás del rubio.

— siento interrumpir pero hay más parejas que usarán este sitio. Les recomiendo otro espacio más privado para hablar - no dijo nada sobre su reconciliación — los veo mañana a la misma hora -

Dicho eso, se retira dejando a la pareja algo aturdidos pero hicieron caso a su sugerencia y salieron de la piscina de pelotas, se pusieron de acuerdo de ir a una de las bancas en el camino boscoso para hablar de lo que ocurrió. Hay cosas que poner sobre la mesa.

Con el sonido del bosque crepuscular alrededor y tras unos minutos de silencio en esa solitaria banca, Kyojuro y Giyuu miraban al frente con sus corazones desvocados.

Con sus manos temblorosas, la morena tomo la mano del hombre a su lado, apretándola suavemente. A esta acción, la imitó.

— entonces... ¿quieres intentarlo? Volver a ser pareja - sobra decirlo pero Kyojuro quiere escuchar. Quiere estar en sintonía con la mujer de sus sueños y no sacar conclusiones aún con ese arrebatado beso.

— si, si quiero - Asegura Giyuu con una dulce sonrisa. Sus dudas fueron aclaradas y su corazón está más ligero.

Ante esa declaración, Kyojuro sonrie como nunca lo ha hecho en años, tengo que le duelen las mejillas. Se pone de pie, cargando en el acto a la mujer girando sobre sus talones.

—¡Soy el hombre más feliz del mundo!!! - exclama con auténtica dicha, su ser brilla tanto de contento que parecía un solecito en medio del bosque.

— Kyojuro... - ella le sonríe cariñosa, abrazándolo desde el cuello con una sonrisa suave, besando en ratitos su mejilla. Esto hizo reír al CEO, con su corazón más ligero.

— cásate conmigo Giyuu - le comenta de inmediato. Contra su oído en un tono muy bajo.

— oh... - eso no lo esperaba. Giyuu tomo un poco de distancia, confundiendo un poco al rubio bicolor.

— aún no, es demasiado pronto - no niega la propuesta, de hecho, le dió muchas ilusion pero ahora no solo son ellos.
— ¿Eh? ¿Pero porque? - pregunta Kyojuro aún sin captar.
— tenemos hijos Kyojuro. Hay que dejar que asienten que somos pareja - le acaricia la mejilla. — tienes poco tiempo de divorciado, nuestros hijos aun no se acostumbran a mi presencia en la casa. -

— ellos ya te adoran - besa sus labios.
— aún así... Además, está el asunto de decirles que Homura es su hermano biológico -
— oh... Cierto - Kyojuro baja la mirada más tranquilo. — tienes razón, son demasiadas noticias en poco tiempo -

— aunque eso de esperar... ¿has dicho nuestros? - ahora que capta, no dijo "tus" o "los" como si fueran ajenos a ella.
— bueno... Homura siempre quiso hermanitos - admite con sus mejillas rosadas.

En eso, Kyojuro toma su rostro con una mirada conmovida para darse a besos más dulces y tranquilos.

Uno tras otro mientras se sonríen más cariñosos y cortan la distancia en un mullido abrazo.

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✨❤️✨
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En mis pauperirmas investigaciones, no estoy muy enterada de la dinámica de los retiros matrimoniales pero sus objetivos son establecer la comunicación de varios temas entre parejas. Solo encontré información general y algunas temáticas.

El tiempo puede ser de un fin de semana hasta un mes. Ya depende del programa.

Obviamente no van a dejar solos un mes, peligro y quemen la casa ALV.

Curiosidad: Kyojuro si pensó en suicidarse pero se detuvo porque Shinobu estaba embarazada, decidió mantenerse lo más fuerte que pudiera. aunque la idea persistía.

Después de todo, en ese momento, perdió sus sueños.

Giyuu sufrió discriminación por su condición de madre soltera, a vista de su hijo, ella estaba bien pero le dolía mucho y la mantuvo deprimida por algún tiempo.

Espero que les haya gustado, ya los siguientes capítulos son más dulces. 😏

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