✨tercer acto: V.O.S (2/4)✨

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- ¿Que mierda haces aquí? - miro con furia contenida.

Intentando no irse sobre ese hombre, aparentando los puños por el simple hecho de que están en un hospital y sus hermanos cerca, no quería que vieran como le rompe la cara a su padre.

- vamos a fuera, no es un lugar para hablar - da la media vuelta mientras observa algún sitio donde puedan hablar con mayor libertad. Quizás la capilla o afuera de la sala de urgencias, también el jardín del hospital pasando el pasillo del fondo.

- yo no me muevo de aquí - escupe enojado - menos con el infeliz hipócrita que dijo que ojalá mi madre se muera -
- ¿Eso dije? - el tono grave puso en alerta a Homura, podiendose a la defensiva.

- vamos afuera. Ahora. - ordena con tanta autoridad que el pelinegro adolescente decidió obedecer.

Caminaron un poco hacia el jardín, es lo más cercano a donde están y hay menos personas.

Al salir, fueron recibidos por el aroma a césped cortado y flores amarillas dulces de arbustos alrededor. El sol es cubierto por nubes y quizás pueda llover pero no parecía afectar al humor a quienes están alrededor.

- dime palabra por palabra lo que te dije - otra vez esa voz agresiva y grave que le da escalofríos a Homura.

Es la primera vez que lo ve tan enfadado.

- dijiste que era un mocoso con suerte de parecerse a ti, que mi madre merecía morir, total una menos en la población obrera. Siendo yo un bastardo oportunista- repite con rencor mientras baja la mirada, enojado por ese insulto tan denigrante.

Tiene fresca en su mente cuando llegó a la oficina del CEO, ya que no contestaba sus llamadas, tiene que ir directamente a la fuente. Tuvo que correr bastante, eludiendo a los guardias y subir las escaleras a pasos rápidos. Afortunadamente; además de el; nadie tiene la condicion para subir 10 pisos sin morirse de fatiga.

Cuando llegó, fue recibido por una mujer de estirado peinado y mirada prepotente.

El le dijo que buscaba a Kyojuro sobre un asunto urgente, la chica solo movió la cabeza en un gesto insultante y luego paso a "marcar" el teléfono.

De ahí, todo lo demás sobra. Ella dijo todo eso con la voz más divertida sobre su situación actual, insultando a su madre en nombre del CEO.

Ve como Kyojuro aprieta los puños y saca su celular en un movimiento fluido, apenas hace unos movimientos con su pulgar, realizando una llamada. Dura unos segundos en silencio antes de ser contestado

En ningún momento se movió de su lugar y tampoco le dió la cara.

- señorita Monoke, quiero que Sakura Himawa lejos de mi oficina, ya no es mi secretaria. Dígale que tiene 30 minutos para desalojar todas sus cosas.- habla con voz serena pero tan dura que fácilmente te hace doblar las rodillas de miedo.

- no me importa que puesto le des, entre más lejos de las oficinas centrales mejor... el señor Murata Roiken puede tomar su lugar, las secretarias de Tengen pueden capacitarlo pero quiero a Himawa fuera de mi oficina y mi edificio... Si se atreve a replicar o demandar, dígale que no solo no le pagaré la indemnización por rebaja de nivel, también me encargaré de no darle carta de recomendación y ¡me asegurare que ni siquiera tenga trabajo como cajera de supermercado! ¡Si abre la boca la meteré a la cárcel por incumplimiento de contrato de confidencialidad!!- apretó con tanta fuerza el celular que podía romperlo.

Espero unos segundos en línea.

- bien, cuando regrese, ya no la veré ahí. - colgó y suspiro pesadamente. Homura por otro lado lo ve con cierto miedo.

Nunca había visto al hombre frente a el enojado, realmente enojado. Pero por lo que había escuchado, ella fue quien tuvo la iniciativa, no el.

- Le había advertido que debía notificarme de noticias emergentes si se trataba de mi padre, de ti, Zorajuro y Torajuro. - guarda el aparato en su bolsillo. - deje mi celular en la oficina así que no estaba enterado de las llamadas. Siento mucho por no responder a tiempo y que la secretaria te haya insultado -

- entonces, no dijiste nada de eso. - aún impactado lo mira con su propio enojo olvidado.

- no, nunca podría decir eso por más enojado que este. Cómo te diste cuenta, pude meterla a la cárcel por cualquier motivo o hacerla desaparecer en alguna sucursal extranjera pero no soy tan cruel -

- claro, y amenazarla con arruinar su vida laboral no lo es -
- ella casi destruye lo poco que tengo avanzado contigo, casi hace que pierdas a tu madre- Homura no sabe que decir, si es honesto, tiene razón.

Ya estaba odiando a muerte al rubio bicolor de mayor edad por un malentendido que provocó una mujer sin compromiso laboral.

- no pienso perder nada. Además, ella suele ser bastante grosera - ya le había advertido que no debe tomarse tantas libertades por su posición.

Esa fue la gota que derramó el vaso, casi arruina sus poquitos avances con Homura, eso era lo que le hizo enfurecer más. Además de no decirle sobre la condición de Giyuu.

- si lo dices... espera, entonces pagaste el ingreso - recuerda la razón por la cuál están ahí. Su madre había enfermado del corazón y aún no tienen noticias, es mejor volver.

- si, lo hice. Deje la cuenta abierta para cualquier eventualidad. También tendrá cobertura con la aseguradora. También debo añadirte al plan de seguro de gastos medicos- prometió el CEO mientras camina de regreso a la entrada.

- pero me pedían un familiar cercano para firmar el contrato. - Homura no podía hacerlo por ser menor de edad, razón por la cuál esperaba ansioso que llegarán sus tíos.

- espero no te moleste pero les dije que es mi prometida -
-¡¿Eehh??! ¡¿Porque?! -
- hacen menos preguntas y se mueven más rápido. - el pelinegro le dió la razón en silencio, apenas el llegó y parecía que todo se había quedado listo mágicamente.

La diferencia que hace cuando el apellido importa. Si es el caso, no se quejaría.

Además de que Kyojuro es parte dueño de la farmacéutica que tiene contrato la mayoría de los hospitales. Es mejor quedar bien con el.

En cuanto a Kyojuro, pensó en lo bonito que sonaba "prometida" mientras pensaba en Giyuu. Su corazón dió un vuelvo violento en pensar ese viejo anhelo, verla con un precioso vestido blanco.

Por unos instantes, lo sintio tan real mientras firmaba los documentos para su ingreso. Leyendo entre paréntesis ese título conjunto al nombre de ella.
Hasta que recuerda la razón por la cual está en ese hospital.

Conducio como un loco mientras hacia llamadas a las aseguradoras médicas para verificar que Giyuu tenga su contrato vigente, sino anexarla de inmediato o pagar directamente. siendo el quien es, mucha de la burocracia se fue por la ventana, comentándole que su seguro médico está bien cubierto y vigente. Así que podía usarlo para la cuenta del hospital.

Decir que es su "prometida" es un plus que aseguraría que sería atendida como reina. No le gusta hacer alarde de su posición pero está vez es necesaria.

Eso le dió alivio pero el miedo persistía. ¿Y si era demasiado tarde?

Su alma tiembla de miedo de que pueda estar al borde de la muerte.

Tiene miedo, mucho de perderla y no ver sus preciosos ojos de nuevo.

No podría con eso, no lo soportaría.

- ¿Estás bien? - pregunta Homura. El tambien está ansioso pero podía ver temblar en ratos al mayor y mover el pie impaciente en un momento que se sentó en sofá de la sala de espera.

- la verdad... No. No lo estoy. - se pasa la mano por el cabello en un gesto ansioso. Toma unas cuantas bocanadas de aire para calmarse pero le cuesta trabajo.

- el doctor dijo que es un procedimiento seguro - Homura comenta en aire suave. Intenta mantenerse sereno pero el hombre junto a el no ayuda mucho.

- yo... No quiero perder a Giyuu... No asi - dijo finalmente.
- entiendo - el tampoco quiere despedirse de su madre.

- cuando era pequeño, más pequeño que tus hermanos. Vi como mi madre murió - su aire ausente y su mirada desenfocada a un punto inespecífico en el espacio confirmo que está en ese recuerdo doloroso. Eso tomo con la guardia baja al menor.

Ahora entendia la ausencia de su abuela.

- termine mis lecciones con mis tutores particulares y luego fui a jugar. Pasó mucho tiempo cuando fui a ver a mi madre... Estaba en el suelo de su habitación con mucha sangre a su alrededor... -

- me quedé paralizado, no sabía que hacer y apenas podía escuchar su voz. Lo único que atiné a hacer fue llamar a la sirvienta. De ahí... Todo es borroso... Fue la última vez que la Vi... -

- oh... No... - Homura no sabe que decir al respecto. Uno no esperaba ver a su madre morir a tan corta edad, menos de esa forma.

- después de que me separé de tu madre. Vivía con el miedo de que ella sufriera algo parecido, preferia mil veces saber que ella hace su vida a qué ya no esté aquí. Así que nunca le retire su seguro de gastos medicos- sus manos tiemblan nerviosas con su corazón latiendo fuerte y desenfrenado por el miedo.

Homura solo se quedó quieto junto al hombre rubio bicolor, se terminó apoyando en el un poco. Como muestra de apoyo pero también el mayor pasó su brazo por encima de su hombro en un medio abrazo.

Solo por ese momento, estan en paz.

...

En la sala de operaciones, Giyuu estaba más dormida de que despierta por el efecto de los medicamentos, al parecer fueron muy densos para ella pero no lo suficiente para que su vida peligre en relación de ellos.

- respira profundo y cuenta hasta 10 - indica el anestesiólogo mientras le pone una mascarilla.

1...

2...

3...

¿La luz de la sala es tan brillante siempre? Tan bonita

6...

7..

La recuerda... Había una parecida cuando la señora Hisa la encontró esa noche...

9...

Giyuu estaba estada en una banca alrededor de las 10 de la noche junto con su maleta y mochila con sus cosas personales.

Pensaba en silencio en que hacer mientras toca un poco distraída su vientre procesando lo que había vivido hace poco.

Su padre la había hechado de casa.
Ni su hermana ni primo metieron las manos en esa decisión. Solo porque decidió tener al bebé.

Como era de esperarse, Giyuu les dijo la verdad sobre su estado. Hubo gritos, llantos, reclamos sobre su embarazo y aumento más cuando les dijo que Kyojuro la había engañado.

Sabito no paro de despocritar al respecto, diciendo "te lo dije" en cada oportunidad que tenía mientras su iracunda voz inunda la sala.

Giyuu mantuvo la cabeza gacha en todo ese tiempo hasta que el pelidurazno hace el comentario de eliminar el problema.

Total, el imbécil no le importa y ella tiene un futuro por delante que un bebé a su edad podría estorbarle.

Era cruel pero tenía razón de cierto modo, ellos no contaban con el dinero para mantener un bebé y los gastos de la universidad al mismo, tenía que ser uno u otro.

Siendo que es legal y discreto no habría problema. Se elimina el obstáculo, continuara su vida sin ningún problema.

Giyuu temblo mientras toca su vientre, analizando lo dicho. ¿Sería capaz de hacer eso? Si bien no es malo querer seguir con su vida y porque es demasiado pronto para un niño...

No podía hacerlo.

Negó rápidamente. El pequeño ser dentro de ella no tenía la culpa de sus errores y caer ingenuamente en la ilusión del amor.

Además, nada garantizaba que saldría bien parada del procedimiento por más seguro que fuera.

Más discusiones llegaron está vez más enojadas y duras por parte de Sabito y Sankoji. Giyuu se mantenía firme sobre su estado hasta que su padre dió el ultimátum.

Abortaba o se iba de la casa.

Así que ahí estaba en plena noche pensando a dónde ir.

- ¿Giyuu? ¿Que haces aquí a estas horas? - escucho la voz suave de la señora Hisa. La mujer mayor es su jefa en la cafetería donde trabaja. No esperaba verla ahí.

- yo... Bueno... - la mujer mayor se acercó a ella y tomo asiento. Vio los objetos y luego a la joven.

- ¿Que ocurre? Has estado extraña en los últimos días - hace incapié la señora, Giyuu está más distraída de lo usual, tiene sueño y parece cansada por algo. Pero también muy triste.

- estoy embarazada... Mi novio me engaño y Mi padre me hecho de casa porque no quise abortar - dice de golpe. Cansada de todo.

-¡¿Que?!! - Hisa se pone de pie con expresión dura. La morena baja la mirada, esperando otra reprimienda.

- no lo puedo creer, Sankoji dejándote en la calle en tu estado. ¡Es inaudito! ¡Cómo si el no hubiera tenido madre!! - suelta enojada la mayor, pensó que le reprenderia a ella.

- pensé que se enojaría conmigo... -
- claro que no, te conozco de años. Se que eres una jovencita decente, no te preñarias para retener a un hombre. ay niña, yo que crei que era un buen muchacho - la señora ubica bien a Kyojuro, siempre iba a la cafetería.

Le pareció algo divertido y amable. Cuando Giyuu no se daba cuenta, Kyojuro la miraba con mucho cariño, esos ojos dulces de una persona enamorada y feliz.

Ahora cree que hay excelentes actores.

- señora Hisa, conoce algún sitio donde pueda ir. Prometo seguir trabajando pero necesito donde dormir -
- ¿Que cosas dices Giyuu? - la mujer le vio con cierto escándalo - te vendrás a mi casa. Vivo sola y así estaré tranquila que estás bien -
- no quiero molestar -
- en lo absoluto. - se pone de pie mientras toma su maleta para ayudarla. - anda que se ve que tienes hambre, ese bebé necesita toda la
fuerza que tengas. -

Giyuu sonrió con calma, encontró un poco de esperanza.

- te dije que ser comprometido con tus responsabilidades trae recompensas - dice al aire y camina siguiendo a la señora Hisa.

...

Durante los primeros meses fue algo difícil para Giyuu, los síntomas del embarazo son muy molestos en las mañanas como las náuseas y vomitos ocasionales pero con los remedios caseros de la señora Hisa podía sobrellevarlos.

En la escuela nadie sospecha de ella porque era muy común verla con ropa floja y comer poco en solitario. Así que pudo graduarse sin inconvenientes.

Durante todo ese tiempo, no vio a su familia ni a Rengoku. Ninguna llamada o mensaje, si quiera para preguntar por su estado o felicitarla por finalizar la preparatoria.

Solo los vio de lejos, pasando de ella. Le dolio mucho pero ellos tomaron su elección y ella la propia.

Ya había llorado por ellos.

...

Giyuu abre los ojos aturdida, sintiendo las puntillas para el oxígeno en su nariz y a su lado está una joven mujer de uniforme negro con una franja azul cielo en los bolsillos, diferente al de urgencias. Usa un cubrebocas y una especie de gorrito que recuerda a los panaderos.

- señora Tomioka ¿me escucha?-
- si... ¿Dónde? - mira confundida a su alrededor, está en una habitación espaciosa de color blanco con iluminación tenue, de fondo un sillón y cerca una especie de carro, en las películas lo llaman "carro de parada" y arriba de su cabeza ve un monitor, otros aparatos médicos que solo ha visto dos veces en su vida. Cuando tuvo a Homura y hoy.

- se encuentra en el área de terapia intensiva, salió de su cateterismo cardiaco. El protocolo es estar por lo menos un día aquí de vigilancia. Mi nombre es Hanna seré su enfermera del turno de la tarde. - se presentó. Aunque no puede verla bien, puede notar que está sonriendo debajo de la mascarilla facial.

- está bien... -
- ¿Tiene dolor? - Giyuu niega.
- ¿Náuseas, mareo o algo similar? -
- no... Solo sueño -
- es normal por los medicamentos. Algunos son muy fuertes. Puede relajarse y dormir -
- está bien... Señorita... ¿Que es esto? - levanta la mano donde está un brazalete extraño transparente que le aprieta la muñeca.

- es un brazalete neumático. Es para favorecer la cicatrización de la arteria por dónde entraron. Tarda un poco, así que eso evita que sangre. No sé preocupe, se irá retirando poco a poco-

- oh, gracias- baja la mano y vuelve a acomodarse en su cama.
- descanse señora Tomioka -

Dicho eso, vuelve a cerrar los ojos y durmió.

No sabe si pasaron minutos u horas pero al poco rato que cerró los ojos, escucho unos suaves murmullos y pasos tímidos.

"Está bien, aún no despierta"

"Está bien señor, solo está somnolienta"

" P-pero estará bien ¿Verdad?"

" Si señor, solo está cansada. La tenemos monitorizada y estoy cerca de ella"

Tardó en abrir los ojos, vio algo borroso. Después de que pestañeo un par de veces vio una figura alta con una bata de hospital con mangas largas, un gorrito panadero y cubrebocas, se acercó a ella tímidamente y puso sus manos en el barandal.

Buenas a primeras, no sabría quien es.

Si no fuera por esos luminosos ojos bicolor dorado con rubí.

-¿Homura? - murmura confundida.
- n-no, soy Kyojuro - habla en voz suave y algo quebrada.

Luchando internamente por no llorar.

Verla tan cerca después de tantos años, aún pálida y algo débil le parecía la mujer más hermosa del mundo.

No esperaba que su primer reencuentro fuera de esa forma.

- no bromees Homura... - dijo en un tono somnoliento. Actúa como si fuera a morir y haya pedido su última voluntad.

- si soy Kyojuro - insiste. Dolido porque piensa que es una broma.

- el no tiene motivos para venir... - dijo con tanta sinceridad y poca fe que dolió su corazón. Le dolió muchísimo que piense que el la ha olvidado cuando en realidad no ha dejado de pensar en ella durante todos esos años.

Pero tampoco la culpa.

- soy yo - insiste. Está vez, tomando su mano cuidando de no mover mucho el brazalete compresor. Está fría al tacto.

- vine a verte apenas pude. - con mucho cuidado, se acerca más, sin soltar la mano de Giyuu en ningún momento. - me alegro verte bien -

- debe ser un sueño, el está lejos de aquí - Giyuu suelta su pensamiento, creyendo que está hablando con una ilusión o su hijo.

- si soy yo. - Aunque está dolido por su comentario. Kyojuro sonrie de verdad, su espíritu está en paz de verla ahí respirando pero no era suficiente, su corazón pide a gritos que lo corrabore, que no es una ilusión por el alcohol o sus pastillas para dormir.

Tímidamente se acerco más y le dió un abrazo suave, escondiendo su rostro por su cuello, aún con el desinfectante en el ambiente. Podía olfatear el dulce perfume de Giyuu.

Dios, como agradece que ella siga aquí. Que esté viva.

- está bien... - da unas pequeñas palmadas a su espalda. Consolando a su "hijo"

- no volveré a irme, te lo juro. - puso su frente contra la suya. dejando unas pequeñas lágrimas fluir. - no volveré a dejarte, tampoco a Homura. -
- debe ser un sueño... - la vio soltar unas pequeñas lágrimas. Giyuu recorda las dulces promesas que el rubio le hizo hace años, mismas que solo sirvieron para endulzar su oído y bajar la guardia.

- ... No me dijeron que... Las medicinas producen esto... No me gusta... - Kyojuro sabía que la había lastimado, pero no sabía el alcance. Se sintió más miserable y el impulso de huir estaba en sus pies pero ya había Sido demasiado cobarde por muchos años.

- no, no llores. - rápidamente limpio sus mejillas - te lo prometo. Me quedaré, como debí hacer años y te haré la mujer más feliz del mundo-
Beso su frente sellando su promesa.

- volveré por ti, por Homura... - contra su voluntad se aleja de Giyuu, quiere volver a abrazarla y quedarse pero ya había tomado demasiado tiempo y Homura querría verla.

Le dió la oportunidad porque pronto llegarían sus tíos y posiblemente harán un escándalo por verlo ahí. No le importa en realidad pero hay que respetar el dolor ajeno.

De hecho, Homura fue muy generoso en dejar que la vea primero. sabía que no lo merecía pero le dió la oportunidad porque a su criterio, el ayudo a salvarle la vida.

Sale de la habitación dejando la bata colgada en un perchero y sonríe determinado por lo iba a hacer.

...

Cuando Giyuu estaba más despierta fue en la visita de la noche.

Su hijo le saludo muy feliz de verla bien y sin dolor, no menciono sobre su actuación a medio día, eso lo hablaría después con el.

Tambien vio a su hermana Tsukako y Sabito, disculpandose por llegar muy tarde pero estaban felices que la hayan operado por adelantado, también Giyuu, se alegro que pusieran en prioridad su vida a su cuenta.

Ninguno de los tres sospechaba que su proveedor estaba ya en casa con sus hijos gemelos y una sonrisa feliz en sus labios.

Por indicación médica, Comió ligero esa noche por temor a las náuseas. El cardiólogo le dijo que su corazón está bastante mejor, posee bien latido y ritmo, así que mañana podrían sacarla a una habitación normal en hospital.

Una vez ahí, continuaría las instrucciones sobre sus cuidados.

También le dijo que solo estaría hospitalizada dos días más para la impregnacion de los antibióticos y vigilancia y podria irse a casa.

Eso la ánimo mucho pero también la hizo pensar. Durante su seminconsiencia soño a Kyojuro, diciéndole cosas bonitas como cuando salían.

Admite que se sintió bien y esperanzada, pero luego recuerda que el ya tiene su vida hecha y sus palabras solo son ecos de lo que espero hace años en su corazón.

...

Esa noche...

Homura estaba jugando un videojuego mientras escucha distraído a su madre hablar con calma con su tía Tsukako. No había ningún tema delicado, solo sobre la familia y algunas novedades. Entre ellas el cotilleo sobre el guapo (y a punto de vista del hijo, pervertido) hombre de cabello platinado que llegó a visitarla junto con su hija, trayendo consigo un enorme ramo de rosas rojas.

Su habitación es bastante grande, prácticamente tiene su propia sala aparte de la habitación principal con sus propios aparatos de monitoreo y comodidades como terraza con vista al jardín.

El adolescente estaba por guardar su celular para dormir un rato en el sofá cuando llega un mensaje de un número desconocido.

Desconocido «¿Tu madre como está? ¿La han tratado bien? »


Tardó en captar quien es, hasta que ubica que el número de celular. Había olvidado que había conseguido el número del CEO que tiene como progenitor gracias a los gemelos.

Homura.-«si. está bien. No tiene dolor y posiblemente mañana la den de alta»

Desconocido.-« que alivio. Me da gusto ver eso»-


El adolescente recordó lo que le dijo su madre, apretó sus labios y con sus dedos inseguros continuo escribiendo.

Homura.-«yo... ¿Puedo hablar contigo? Mañana quizás »

Desconocido.- «estoy saliendo de la empresa ahora, puedo ir en este momento.»


Homura.- «si es así. En el jardín del hospital. Si viene mi tío Sabito hará demasiado escándalo»

Desconocido.- «esta bien.»

Guardo el celular sintiéndose tenso pero sigue el consejo de su madre. La escucha reír y hablar, admite que si no fuera por la intervención del CEO, posiblemente la historia hubiera terminado diferente.

Quizás, solo quizás, podría confiar en poco.


...


Kyojuro no tardó en llegar al hospital.

No hay demasiadas personas, salvó más enfermeras que revolotean por los pasillos y algunos familiares que salen de las habitaciones para tomarse un respiro.

Ignoro todo eso y continuo avanzando hasta llegar al jardín principal que pudo acceder por las puertas de cristal. Ahí sentado está el adolescente de cabello negro con expresión pensativa.


- Homura. Buenas noches - se acercó a el, cuidando su distancia.

- buenas noches - corresponde al saludo. - llegó antes -
- como dije, estaba de salida del trabajo. -
- ¿a las 11:45 de la noche? -
- estamos en auditorías de varias zonas, juntas y proyectos encima -
- entiendo... -


Un largo silencio hay entre ellos, tanto que pueden oirse los murmullos de la noche.

- yo... Quiero agradecerte por ayudar - comenta dejando de lado su orgullo. Debía reconocer que si no hubiera Sido por su intervención, quizás la historia sería diferente.

- al contrario Homura. - le da una pequeña sonrisa. - gracias por dejarme ver a tu madre primero.-


- supongo que estamos a mano... - deduce Kyojuro. Le agrada estar en paz con su primogénito.


- yo... Sobre lo que dijiste... - comenzó a hablar un poco más, sintiéndose expuesto. El rubio bicolor se quedó algo confundido pero lo dejo continuar.

-... Lo de acercarte... - el mayor sintió su corazón latir con mucha fuerza. Se quedó quieto y callado. No quería adelantar situaciones o ponerlo nervioso.

-¿Que hay de Zorajuro y Torajuro? -
- son tus hermanos. Ellos se pondrán felices si saben que vas a pasar más tiempo en casa - explica sin intentar acercarse. Dejaría que el chico frente a el lo haga.

-

¿Que hay de tu esposa? -
- voy a divorciarme. Mi relación con mi actual esposa no es buena ni sana de ninguna manera. Le puedes preguntar a quien sea y te lo dirá - cuando vio que el pelinegro puso la mirada de intriga, el mayor continuo - desde hace años quería hacerlo pero nunca tuve una motivación real para ello. Pero si te soy sincero, aún no me siento listo para enfrentar a tu madre -

Homura comprendió que aún al crecer, uno podía ser siendo un miedoso en muchas cosas.

- ¿Que hay de mi?... ¿Vas a negarme? -pregunta tímido.

- no, nunca. Pienso reconocerte como mi hijo pero solo si quieres y después de que hable con tu mamá, si acepta también podemos hacerlo legal. Primero será en privado, en la familia y amigos cercanos. Además, casi todos sospechan que eres mi hijo con solo verte - el adolescente se abochorno, sabe que se parece a su padre y hermanos. Pero ya se imaginan los cuchicheos que hay.

- ¿Podemos intentarlo? - insiste suavemente. Homura lo ve como un animal herido, con los ojos abiertos y temblorosos.

Tímidamente empezó a caminar, era increíble como un joven tan alto podia dar pasos pequeños y suaves.

Despacito como si temiera que quemara, abrazo a Kyojuro.

El rubio mayor suelta a una sonrisa llena de alivio, regresando el gesto con un movimiento más protector, escondiendo el rostro de su hijo mayor contra su cuello, lo siente temblar e hipar un poco, aferra sus manos contra su ropa.

Por más adulto que se sienta, sigue siendo un niño.

Le da suaves palmadas mientras lo calma, no puede evitar sonreir feliz. Uno de sus sueños lo está abrazando y respirando.

Después de un rato, lo hace sentarse cerca suyo y se quedan quietos unos minutos en silencio. Al menos, hasta que Kyojuro toma la iniciativa de hablar.

- yo... No pensé que los genes de tu mamá predominarán- comenta con sinceridad - aunque siempre quise que fuera asi-

En su adolescencia, siempre supo que sus hijos serían como el, su sangre es tan característica que no había forma de que les engañen con un hijo ilegítimo. Pero también deseaba que uno de sus hijos, se pareciera físicamente a Giyuu. Que hereden sus preciosos ojos.

- ¿Mh? - el adolescente le vio confundido un poco hasta que capta lo que se refiere. Entonces saca de su bolsillo una cajita y le da la espalda unos momentos al mayor. Kyojuro aunque está curioso, espera lo que sea que esté haciendo el adolescente.

Cuando vuelve la vista hacia el, grande es su sorpresa al ver los pulcros ojos ámbar con rubi que caracteriza su familia por décadas. En su mano estan las lentillas color azul electrico.

- tengo desde los 13 años tiñiendome el cabello a negro. Es rubio con mechas rojas - también aprendí a perfilar mis cejas para que no se parecieran a las tuyas - es suave al hablar. - quería parecerme a mamá lo más posible pero no había modo. Todo de mi, es una copia exacta tuya. -

- ¿De que hablas? Te pareces a ella en muchas cosas - Kyojuro le da mirada enternecida. Entendía porque su hijo hizo lo que hizo, no le molesto.

- ¿Mh? -
- tienes su espíritu competitivo, tu mamá era campeona de Kendo en la preparatoria. Incluso iba a las nacionales - comenta con una sonrisa orgullosa - me ganaba fácilmente en las prácticas jejeje -

- no tenía idea... - sabía que su mamá práctico Kendo pero no a tal grado de habilidad.
- tienes su tenacidad, su nobleza y su sonrisa. - tentativamente toco sus labios incrédulo.

- no me habían dicho de la sonrisa -
- es porque tú mamá no le sonríe a cualquiera. Asi como tú -

Homura se relajo con eso. Saber que si tiene algo en común con su mamá le da gusto aunque curiosamente es su padre quien hace incapié en eso.

- mejor ve a dormir. Ya es tarde y te aseguro que los gemelos te buscarán en la mañana -
- ya voy. - el pelinegro se levanta dedicándole una mirada suave a Kyojuro - que descanses -

Homura sintió la necesidad de despedirse de otra manera pero no estaba listo. Que le haya dado una oportunidad, no significa que suelte todo lo que tiene.

No confía en el y hasta que el hombre muestre que es de fiar, podría relajarse completamente.

Una vez solo, Kyojuro solto un suspiro lleno de alivio y felicidad.

Su hijo lo acepto, claro tenía que ir con cuidado y dejar que todo fluya, no va a presionarlo en introducirse a la Familia. Sonrie como nunca lo ha hecho en años, está feliz y no pudo evitar agradecer a quien sea que lo haya escuchado.

Con tratar a Homura como su hijo ya es mucha ganancia, respecto a Giyuu. Bueno, sería un milagro.

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Los sentimientos son muy complicados en ocasiones y más cuando están combinados con experiencias previas y crianza.


Posiblemente se cabreen, no lo justifico pero Homura sigue siendo un niño que busca estar cerca de su padre. Claro que está conciente que fue muy culero pero ve que está arrepentido y busca tener buenas migas con el.

Eso sí, en lo que a él respecta. Su madre es otra cosa.

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