Capítulo 9
Caminaba a la estación de trenes.
Era sábado, hoy iría a la universidad y después iría con su madre a la mansión de Todoroki-kun.
Su tren llegó y esperó a que la gente bajara, para él subir.
Se sentó, poniéndose sus auriculares a todo volumen. Volteó por la ventana, mirando el paisaje tenue.
Sintió que alguien se sentó junto a él, pero no le dio importancia.
Hoy iría a la mansión de Todoroki con su madre. Él ya se sentía mucho mejor, pero Todoroki insistía en que fuera.
Sonrió al recordarlo. Necesitaba decirle que sentía algo por él. Y si Todoroki no se animaba, lo haría a pesar de que lo podría rechazar.
Su tren se detuvo y la persona que estaba sentada a un lado suyo ya no estaba, volteó a ver al asiento y vio un sobre blanco.
Lo tomó y se dio cuenta que tenía su nombre.
Sus manos empezaron a temblar.
Lo estaban siguiendo.
Y probablemente era él.
Negó varias veces con la cabeza. Miró a su alrededor y se echó la carta al bolsillo de su mochila.
Suspiró y se fue a su universidad.
[...]
Entró al aula y todos sus compañeros voltearon a verlo.
—¡Deku-kun! —corre a abrazarlo— Mírate...te ves como si no hubiera pasado nada...jamás me vuelvas a preocupar tanto...
—Tranquila, Uraraka-san...ya pasó, ya no duele —le sonríe tratando de que ella hiciera lo mismo, y lo hizo— Yo...
—¡DEKU, BASTARDO...! ¡¡HASTA QUE TE DA LA PUTA GANA VENIR A LA MALDITA UNIVERSIDAD!!
—K-kacchan... —se voltea y ve que no viene solo, sonríe de lado— Hola, Kirishima...
—¡Hola, Midoriya! Vaya...tendré que calmar a Bakugou para que no te grite de ese modo, hahaha
—C-cállate, maldito Kirishima...
—Hahaha —el pelirrojo se apoya en el tenso hombro de su amigo— vamos...¿No te alegras de ver a Midoriya en buen estado?
—¡CLARO QUE NO TENDRÍA QUE ALEGRARME!
Sale del aula con aura amenazante, provocando que los que pasan por un lado suyo sientan temor.
Kirishima va detrás de él, tratando de que regrese ya que empezaría su clase con Aizawa-sensei.
—Deku-kun... —Uraraka se posiciona delante del peliverde— adivina qué...
—No soy adivino, Uraraka...dime qué tramas.
La castaña saca su teléfono y algo emocionada busca algo. Mueve su dedo con rapidez, y con ese ceño fruncido que la caracterizaba cuando algo le emocionaba.
Con un "¡Ha!" saliendo de sus labios, voltea el teléfono para que Deku pueda ver lo que se le iba a mostrar.
Los grandes ojos esmeralda del hombre de iluminaron a más no poder, con una sonrisa en su rostro, ahoga un gritillo con sus manos.
—¡¡¡E-e-e-e-el...es creador del Héroe número uno...va a venir...a...esta ciudad...!!! ¡¿Cómo es que te enteraste?!
—Lo publicó en su página de facebook oficial... Y me acordé de ti... —levanta sus manos y cierra sus puños— mañana van a empezar las ventas... Veré si descanso mañana en el trabajo de mi padre y podremos ir...
—Por supuesto...¡Vamos! —aún seguía emocionado.
Los dos amigos hacían un escándalo en el aula. Ésta guardó completo silencio al ver a su profesor entrar con la misma aura de siempre: dominante y sueñenta. ¿Acaso se podía eso?
[...]
Después de clases, Uraraka y Midoriya caminaban fuera del colegio platicando sobre la ida al evento del creador de All Might.
—¡Será increíble! —Uraraka estaba más animada de lo normal— Ven a mi casa para mostrarte el vídeo del evento
—No puedo hoy, Uraraka-san. Iré a la mansión de Todoroki-kun...
—Oye, Deku-san... ¿Todoroko-kun es tu novio?
Los pómulos del peliverde se coloraron a tal grado de hacer su típica pose cuando estaba avergonzado.
Iba a hablar pero tartamudeó. Suspiró y trató de calmarse.
—No es mi novio, Uraraka-san... —susurra para sí— pero, quisiera que sí.
—Ten una oportunidad, Deku-san... Así podrás olvidar gran parte de tu pasado.
—Las heridas no se borrarán —toca sus brazos— pero, probablemente Todoroko-kun me haga olvidarlo, ¿Verdad?
—¡Claro que lo hará! Él fue muy... —suspira— no hablemos de eso...
—Sí, no tiene caso.
Siguieron caminando en silencio.
Los dos amigos se despidieron al llegar a la estación de trenes.
Midoriya alzaba la mano despidiéndose de la castaña hasta que dejó de verla.
Se tensó al sentir una mano en su hombro.
—Oh, Midoriya Izuku. No te pongas tenso, no haré nada malo...
—¿Q-qué quieres?
—Sólo me aseguraba de que estuvieras aún a la disposición de...
—¡Calla! Mira, ahí hay un guardia, gritaré y no dudará en venir.
—¿Quieres hacer un escándalo? Eso no va contigo, Izuku-kun~ Tu siempre tratas de hacer las cosas solo.
—Ahora ya no...
—Déjame suponer: "Ahora ya tengo a mi estúpido hombre que me protegerá" —suelta una risa ronca, erizándole la piel al peliverde— Siempre habrá el otro que te proteja. —lo suelta— Debo irme...fue un gusto hablar contigo, Midoriya Izuku
Como dijo, se retiró con sus manos en sus bolsillos. Subió escaleras y se perdió entre la multitud.
Midoriya se tocó el corazón. Estaba latiendo con demasiada fuerza. Necesitaba controlarse.
¿Lo estaban siguiendo? Si ese era el caso no quería exponer a Todoroki-kun.
Le diría que no iría.
No quería que él supiera dónde vivía.
El tren que iría a su casa llegó y se subió en él.
Colocó con torpeza sus auriculares. Estaba temblando.
Mira su móvil y tenía un mensaje del bicolor.
"Iré por ti como lo había prometido. Ansío verte"
Ansío verte.
Midoriya sonrió al leer esa parte.
Se sonrojó y mordió sus labios.
No quería ponerlo en peligro pero, igual quería verlo.
[...]
Izuku estaba en su habitación, titubeante de ir o no a la mansión de Todoroki-kun.
Quería verle pero, no quería ponerlo en riesgo.
Era evidente que lo estaban siguiendo a todos lados. Y eso le molestaba de sobremanera.
Tocan a la puerta y la abre enseguida.
Era su madre.
—Mi Izuku. ¿Vendrá el joven apuesto por nosotros?
—Sí...vendrá por nosotros —titubea
—¿Pasa algo?
El menor nunca contó sobre que le estaba siguiendo aquel hombre. No quería que de nuevo se preocupara. Ni siquiera Uraraka a quien todo le contaba.
No tenía la suficiente fortaleza en afrontar lo que le estaba pasando.
Era a él quien lo buscaban.
—Izuku...
—A-ah...no es nada, mamá...simplemente estoy nervioso
—¿Te gusta ese hombre?
Alzó los hombros. Su madre supuso que estaba confundido pero, ¿De qué?
—Necesitas saber, Izuku...no quieres que él se ilucione, ¿Verdad? Lo peor que le puedes hacer a alguien es ilusionarlo...
Ilusionarlo...
"—Te amo, Izuku
—¿En verdad? —los ojos del menor empezaron a brillar— Y-yo...también te amo *******
Los dos se besaron, mientras que ******* tomaba por la cintura al peliverde.
...
—¡N-no...me hagas...d...daño...!
Midoriya gritaba de terror. Su novio se había vuelto obsesionado a dañarle mientras tenían sexo.
Sus nalgas estaban rojas a más no poder. Le ardían demasiado.
Sus labios estaban morados de tanto haber haber sido mordidod.
Su novio se había vuelto sádico.
El menor miró a ******* sacar un cuchillo de bolsillo del cajón de al lado. Empezó a forcejear, pero no podría moverse mucho ya que lo inmovilizó con lazos atados a sus manos y pies.
El cuchillo abrió paso en el brazo derecho.
—¿Cómo te gustaría, pequeño?
—¡¡N-no...!! —gritaba, pero fue callado por una bofetada. Su mejilla quedó roja, y las lágrimas empezaban a salir.
—¡¡Hahahaha!! ¡Me encanta cuando lloras! No sabes cuánto me excita verte así... ¡Haha!
—¡*******! P-para... —N-no...
Un corte. Midoriya abrió su boca en expresión de dolor. Sentía la sangre fluir con rapidez.
Había sido muy profundo.
Te amo, Izuku..."
—¿Izuku? —era la 4ta vez que le hablaba su madre.
—A-ah...disculpa...estaba pensando en algo.
—Estabas pensando en él, ¿Verdad? —suspira— creo que es momento de que dejes de lado a ese sujeto. No te va a llevar a nada si sigues con lo mismo. Mejor date esa oportunidad con Todoroki-kun...
—Y-yo...creo lo mismo... —mira sus manos— me gusta...pero no creo gustarle a él.
—Pues eso aún no lo sabes, mi Izuku.
Tocan el timbre de la puerta.
Midoriya va a abrir y se encuentra con el bicolor. No pudo evitar soltar una risita nerviosa.
Al mirarlo, notó que estaba vestido muy informal. Una playera blanca, acompañada de un short hasta las rodillas color beige, con unas sandalias muy cómodas.
—¿Tengo algo gracioso?
—Todoroki-kun...una disculpa. Nunca te vi con ropa informal —para su risa y le sonríe dulcemente— siempre andabas con trajes.
—Bueno, es sábado. Y hoy hace calor —acaricia la cabeza de Midoriya
El menor se sorprende a tal acto del mayor. Se sonroja levemente.
—¿Listo para irte? Sé que ya no es necesario que te revise mi doctor...de hecho era una excusa.
—¿Excusa?
—Quería verte...
Los ojos del peliverde se abren más, mostrando un brillo peculiar en él.
Todoroki quiso besarlo. Pero no podría hacerlo ahora. Necesitaba hacerlo en el mejor momento.
Su madre sale detrás de ellos, se detiene sonriendo y juntando sus manos.
—Vayan...no es necesario que yo esté ahí. Que se diviertan, chicos.
Los dos hombres se despiden de la mujer y suben al auto de Todoroki.
—Dije que iba a venir mi chofer pero quise venir yo personalmente. ¿Algún problema?
—No, Todoroki-kun...
Bueno, una limusina llamaría más la atención que su auto Ferrari color rojo.
[...]
Llegaron a la mansión del bicolor.
Dejó su auto en la cochera enorme donde había otros 6 autos de una excelente y cara marca en perfectas condiciones.
Lo estacionaron y se bajaron de este.
Midoriya siguió a Todoroki por toda la mansión. No preguntó a dónde irían.
Caminar por los pasillos le dio melancolía.
Pensar que vivió ahí por 4 días. En la misma casa que él.
Sus mejillas se tornaron rojizas, negando varias veces para quitarse los pensamientos que estaba a punto de tener.
Llegaron a la azotea y Midoriya pudo ver todo el paisaje a su alrededor. Sus labios soltaron un "wow" en un susurro.
Obviamente era muy diferente ver los árboles y las plantas bien cuidadas en el auto que ver todo lo posible en la parte de arriba.
Todoroki tomó la mano del menor y le dio un pequeño beso.
El chico volteó a verlo sonrojado. Miró su mano entrelazada con la del bicolor. Empezaba a ponerse nervioso.
—Midoriya, quiero ser esa persona que te ayude a olvidar a...
El peliverde no lo dejó terminar y le tomó por la nuca, para besarlo lento.
Él cerró los ojos, mientras que Shouto le tomó por sorpresa.
Sonrió por dentro y cerró los ojos para entregarse de verdad al beso, tomándolo de la cintura.
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