Capítulo 6
Midoriya abrió los ojos como platos.
Volvió a leer el mensaje, y miró las palabras en mayúsculas: “TÚ SOLO”
Su instinto optimista quiso creer que se tratara de una broma. Así que rápidamente buscó en sus contactos el número de su amiga y le marcó.
Los tonos de "llamada al buzón" sonaron, seguida de la típica frase que se escucha.
Chasqueó la lengua e intentó llamar de nuevo.
Otra vez sonó el tono.
—¡Mierda!
Empezaba a preocuparse. Sin pensar giró la cabeza al reloj de All Might: eran las 11:55 pm.
Su optimismo lo hizo pensar que probablemente estaba dormida, y ella acostumbra a apagar su celular cuando duerme, así no sería interrumpida.
Suspiró y dejó su celular al lado del reloj.
Se acostó en la cama y trató de dormir.
[...]
Al día siguiente, el chico peliverde despertaba a las ocho de la mañana. Recordó el mensaje de anoche y tomó su celular con brusquedad.
Miró la pantalla y tenía un mensaje nuevo de un desconocido.
"Recuerda, hoy en la estación de trenes a las 6:00. Debes ir tú solo, de lo contrario, me veré obligado a hacerle algo a tu hermosa amiga"
Deku tragó saliva.
En verdad iba enserio este tipo. Trataría de verse calmado, no quería causar sospechas a nadie.
Faltaban dos horas para que abrieran la cafetería donde trabaja. Iría a hablar con su jefe del por qué faltó y le pediría disculpas. Iría con el uniforme para quedarse a trabajar y hacer tiempo.
Agradecía que era miércoles y sólo trabajaba hasta las tres.
Tendría tres horas para planear lo que haría y cómo le haría para que no se viera tan sospechoso de ir al lugar acordado con el desconocido.
Un defecto que tenía era que era muy obvio en sus sentimientos y en lo que le estaba pasando en esos precisos momentos; si estaba preocupado, lo daba a notar y las preguntas de su madre y de sus amigos no tardaban en llegar.
Tomó su móvil y caminó hasta el comedor a tomar el desayuno. Su madre ya estaba preparándolo.
—Izuku —su madre le miró vestido con el uniforme de su trabajo— ¿Estás seguro de ir a trabajar en ese estado?
—Ya me siento mejor, mamá...no pasa nada con que sirva unos platillos.
—Bien...el desayuno ya está listo
La mujer le llevó el plato a la mesa, fue por el suyo y se fue a sentar.
Almorzaron a gusto. Hubo un intercambio de palabras sobre la salud de Midoriya y sobre lo que había hecho en la mansión de Todoroki.
Su madre pudo notar que decía eso con un toque de emoción. Sonrío de alegría al saber que su hijo probablemente esté enamorado de ese muchacho.
Después de acabar el almuerzo, el chico se levantó y llevó los platos al fregadero y los lavó.
Fue al baño a lavarse los dientes y se despidió de su madre para ir a trabajar.
Fue a la estación de trenes cerca de su casa. El lugar donde acordó el desconocido. No pudo evitar sentir ansias. Sentía unas miradas penetrantes acosándolo. Cerró los ojos y trató de desaparecer ese sentimiento.
Los abrió al escuchar el tren acercarse. Ya no sentía las miradas hacia él, pero aún le quedaba esa sensación desagradable.
Subió al tren y se colocó los auriculares.
[...]
Midoriya llegó al trabajo y los gritos amenazantes de su compañero empezaron a resonar en todo el establecimiento.
—¡DEKU, BASTARDO!
—Hola, Kacchan.
—¿Cómo te sientes?
Le pareció algo bastante raro que le hablara de ese tono, pensó que no era el Kacchan que le gritaba siempre— Ya mejor...gracias...
—Ya veo...
El peliverde mira que el rubio levemente se sonroja de los pómulos, gira detrás suyo y ve a Kirishima caminar hacia ellos.
—Bakugou, Midoriya...hola
—Hola, Kirishima-kun —contesta Deku.
—¿Qué quieres pedazo de mierda? —Kacchan volvió a la normalidad.
—Creo que soy el primer cliente...iré a sentarme en una mesa.
El pelirrojo sonríe y se retira del lugar.
Kacchan va detrás de él, sacando su libretita y bolígrafo.
Por otra parte. Midoriya iría a hablar con su jefe y pedirle disculpas.
Suspiró y fue a donde estaba.
Tocó la puerta y un "adelante" lo hizo entrar.
—Buenos días, jefe...sólo venía a pedir disculpas por mis faltas...yo...
—Oh, vamos Midoriya-san. No podría enojarme por tus faltas. Sé que fue porque te golpearon. De hecho, hubo alguien que me dijo que vio algo. Iba a ir a hablarte —sonríe— me alegra que estés bien. Pero, sería muy grosero de mi parte dejarte trabajar en ese estado.
—N-no se preocupe por eso...estoy bien
Amaba a su jefe de una forma muy amistosa. Siempre era muy amable con sus empleados.
Qué gran sujeto.
—Bien... —cierra los puños con energía— hoy daré lo mejor de mí.
—Esfuérzate, Midoriya-san.
Deku le dedicó una sonrisa a su jefe y salió de ahí.
Recorrió el pasillito y llegó a las mesas. Miró que una pareja de jóvenes entró al establecimiento y se sentaron en una mesa cercana a la ventana. Sacó su libretita y se dirigió a ellos.
[...]
4:00 pm.
Todoroki estaba en su despacho mirando los progresos de su empresa.
Alguien toca la puerta, y con el "adelante" del bicolor se abrió paso a Carrot.
—Todoroki-sama. Él está aquí y quiere verlo.
—¿Midoriya? —sus ojos brillaron.
—No, mi señor. Es Tony.
—Tch...dile que espere en la sala. En seguida voy.
Carrot se despide y se va del lugar.
Todoroki chasquea una vez más la lengua.
Salió de su despacho y se dirigió a donde estaba aquel hombre.
Al llegar ahí, lo miró sentado tranquilamente fumando un cigarrillo. Escuchó los pasos y volteó a verlo.
—Todoroki-sama~ —se levanta del sillón y se coloca delante de él— tenía ganas de verte.
—Yo no. Estoy muy ocupado.
—¿Enserio? Y... ¿No quieres un poco de compañía esta noche? —acaricia el lóbulo de oído derecho— porque yo la quiero.
—Estoy cansado...no quiero tener sexo contigo. Hay una persona que temo dañarla al hacer esto.
»Mmh...entonces sí edtoy en lo correcto«
—Todoroki-sama, ¿Quién es esa persona?
—Eso no te incumbe...
Tony mira su reloj, eran las 5:20 pm. Bufa colgándose del cuello del mayor— necesito irme...debo volver al trabajo. Nos vemos
Le besa en los labios, mordiéndolo de improvisto. Todoroki sólo lo observaba.
Se separó de él y sale del lugar.
El mayor bufa.
Tenía demasiadas ganas de follarlo pero, la conciencia no lo perdonaría, ya que tiene ahora a Midoriya.
Aún no son nada especial, pero quiere serio algún día, algún momento.
Se dirigió de nuevo a su despacho a terminar sus papeleos. Y después acabaría con otro pequeño problema.
[...]
Midoriya estaba en su casa. Miró su reloj, siendo apenas las 5:27 pm.
Empezaba a ponerse nervioso.
¿Se llevaría una navaja por si las cosas se complican?
¿Le llevarían a Uraraka en ese momento?
¿Llamaría mejor a la policía por si las cosas de complican peor que en el primer pensamiento?
Fue al baño a lavarse la cara. Y aunque ya estaba duchado, un sudor frío recorría su rostro y su espalda.
Agradeció que su madre no estaba, así no tendría por qué contestar sus preguntas.
Se miró al espejo y vio la mejoría en su hinchazón. Ya no se le notaba mucho. Bajó la mirada a sus brazos y era lo mismo que con su cara; la hinchazón bajó. Ahora tenía demasiada comezón.
Volvió a echarse agua y tomó una toalla que estaba a un lado para secarse.
Fue a su habitación para tomar su teléfono y sus llaves.
Bajó a la sala y dejó una notita a su madre:
"Ahora vuelvo, espérame para la cena.
—Deku"
[En la estación de trenes]
—Camina sin verte nerviosa, niña. No quiero que se compliquen las cosas.
El sujeto caminaba junto con Uraraka. Ella miraba las pocas personas que había ahí. Perfecta hora pudo escoger.
—No falta mucho para que Midoriya Izuku venga... ¿Se habrá arrepentido y te dejó a la suerte? —una risa infantil salió de sus labios.
—¡Deku! —Uraraka se aguanta las ganas de llorar. El sujeto presiona el agarre de la chica y voltea a donde ella mira.
—Perfecto...has llegado... Midoriya Izuku...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top