Capítulo 10

Se separaron del beso.
Shouto aún seguía anonadado de la repentina actitud del menor.
El otro, estaba con la cabeza agachada mirando sus tenis rojos mientras sus pómulos se tornaban de un rojizo carmesí.
Todoroki le toma del mentón y hace que sus ojos esmeralda volteen a ver sus ojos bicolor.

—Midoriya...

—Todoroki-kun...quiero que me quieras de una forma sincera, porque yo lo haré de ese modo. Me partiría el alma saber que fuiste igual o peor que él.

—Lo prometo encantado... —Midoriya miró la sonrisa resplandeciente de Todoroki y se dio cuenta que no mentía.— Vale... ¿Quieres hacer algo?

El peliverde negó con la cabeza— Sólo quiero estar contigo...conocerte más y saber que me quieres como yo te quiero a ti.

Midoriya volteo a ver al mundo. El viento empezaba a juguetear con su cabello verdoso.
Volteó a ver a Todoroki y éste le estaba observando.
Su rostro con su cabello yendo de un lado a otro gracias a la brisa lo hacía lucir bastante sexy.
El pensar que él podría ayudar a desaparecer los pensamientos de su antiguo novio y agresor le inspiraba emoción en todo su cuerpo.

"El menor de ojos esperalda estaba sentado en el parque. Un buen lugar para verse con su novio sin ser agredido. Tal vez no le golpee por la vergüenza de que la gente los mirara.
Sus manos empezaron a temblar cuando sus ojos se fijaron en esa melena morada.
Ya venía. Y sus ojos penetrantes y esas enormes ojeras le daban bastante miedo.
El pelimorado dirigió su mirada a la de Midoriya y, esbozando una enorme sonrisa pícara abrió su boca para empezar a articular palabras.

—Izuku, mi amor —el nombrado se tensó al escuchar su nombre antes de ese apodo que ya no quería ser oído por esa voz— Mírate. Luces tan hermoso...con tu mirada agachada y... ¿Por qué estás usando sudadera? Te dije que mostraras tus cicatrices... ¿No entendiste lo que dije? ¿Acaso eres un idiota?

—No soy un idiota...simplemente... N-no...quiero mostrarlas...me dan vergüenza.

—Pero yo te las hice y yo digo que las muestres... ¿Te dejaste herir por alguien más? Maldita perra...

Su mano del mas alto fue alzada y su palma aplastó con fuerza la mejilla de Midoriya.
Lamentablemente ninguna persona pasó por ahí y nadie vio lo que le hicieron.

Midoriya no pudo aguantar más y soltó algunas lágrimas— C-creo que no deberíamos vernos más... no estás enamorado de y yo no creó poder aguantar esto más...por favor... V-vete sh...

El mayor no dejó terminar su petición del menor y se agachó a besarlo con fuerza—Discúlpame...no debí golpearte...se me salió de control y...no quiero perderte, Izuku...eres todo lo que tengo... —se levantó y ayudó al peliverde a hacer lo mismo.— Vayamos a casa...creo que no deberíamos de estar aquí.

—No quiero...me vas a hacer daño...

—Para que estés más cómodo vayamos a la tuya. Tu madre siempre está ahí, no creo hacerte nada...

Midoroya se lo pensó muchas veces. Miró a su amante y él le dedicó una sonrisa sincera.
Izuku le devolvió la sonrisa y le tomó de la mano para ir a su hogar."

[...]

—¿Midoriya?

La voz de Todoroki hizo volverlo a la realidad. El bicolor le estaba limpiando las lágrimas que salían presurosas de sus lagrimales y se deslizaban tranquilas por sus mejillas rojizas.
¿Había llorado por ese vago recuerdo? Además, ¿Por qué estaba recordando eso cuando se la estaba pasando genial con su nueva pareja?

—¿Te encuentras bien? De la nada empezaste a llorar.

—Es difícil dejar de recordarlo...me duele aún el hecho de dejarme engañar aquella vez.

—¿Te sientes con fuerza para contarme?

Los ojos esmeralda del pequeño se encontraron con los ojos brillantes de color del millonario. ¿Debía decírselo?

—¿Primero podemos bajar de aquí? Siento que me observa si hablo de él.

—Claro...vayamos a la biblioteca si gustas.

Midoriya asiente y se agarra del brazo del mayor.
Bajaron y pasaron los largos y carísimos pasillos de la mansión para llegar a su destino.
Ya ahí, Todoroki le pidió a una empleada que preparara café para él y un té para Midoroya.
Necesitaba despejar su mente para saber qué decirle a su novio cuando éste se quebrara de sus recuerdos pesados.
Entraron a la biblioteca y cerró la puerta tras de ellos.

—¿Por qué escogiste este lugar, Todoroki-kun? —ríe divertido, al menos ya había sonreído.

—Porque aquí nadie puede entrar mas que yo...y ahora tú. Ya puedes andar como te dé la gana y entrar a donde desees en esta mansión.

—Gracias...

Se sentaron en un enorme sofá, que para Midoroya era tremendamente cómodo. Si no se sintiera obligado a contar su pasado juraría que dormiría cómodamente en ese sitio hecho para dioses.
Iba a empezar a hablar cuando la empleada llega con las tazas con sus respectivas bebidas.
Al mirar a la chica una enorme sonrisa se dibuja en su rostro, volviendo a ser el mismo rostro lleno de vida como siempre.

—¡Elissa!

—Oh...señor Midoriya —la chica muy gustosa hace una reverencia ante el peliverde. Él no pudo evitar una risita nerviosa.

—Te dije que no me llamaras como tu superior. Somos amigos, ¿No?

—Disculpa...lo he olvidado —claramente no lo hizo y sólo molestó al hombre— Debo irme, te dejaré solo con mi Amo —se tapa el rostro, así para evitar que Todoroki la mirara y pudo guiñarle el ojo a Midoroya.

El menor soltó una risa divertida.
Ella realmente era muy amable y con gusto haría amistad con ella.

—Creo que estoy listo, Todoroki-kun...

—Adelante, te escucho...

"Midoriya abre la puerta de su casa y se quita sus habituales zapatos rojos en la entrada, invitando a su novio a hacer lo mismo, lo cual lo hizo.
Cuando ya estaban descalzos. Midoriya le gritaba a su madre, pero no obtuvo respuesta. El pelimorado le tomó de la cadera, lo alzó mientras unía sus labios con los del menor en un beso lento y apasionado.

—No esta tu madre al parecer... Vayamos a tu cuarto...

El miedo volvió a recordar a Midoriya qué era lo que le pasaba mientras estaban solos. No quería volver a ser lastimado nunca más.
Sin haber dicho nada, su pareja se lo llevó hasta donde pensaba que era su habitación.

—¿Dónde es?

Esa voz dulce y tierna se convirtió en una gruesa y decidida.
Le haría daño...le volvería a pegar y a cortar... El miedo se hizo notorio al provocar que sus manos temblaran. No quería dar a notar su temor porque eso encendía a su pareja.

Y él se dio cuenta de eso...

—¿Quieres ser golpeado verdad, Midoriya? Tu cuerpo me suplica sacarte sangre y succionarla...deseas eso, ¿Verdad?

Mientras subían las escaleras, el pelimorado empezó su sadismo pellizcando sus nalgas por debajo de su ropa.
Midoriya gimió de dolor y desesperación. Necesitaba a alguien justo en ese momento.

Llegaron a su habitación y en vez de lanzarlo a la cama lo arrojó con todas sus fuerzas al piso. Oyó el sonido de sus huesos aterrizar en el duro y frío suelo.
El dolor se hizo presente en la espalda de Midoriya.
Las lágrimas empezaron a aparecer y cerró sus piernas con fuerza.

—Vamos a jugar, Midoriya...

—N-no quiero... ¡No, Shinsou! —grita con todas sus fuerzas, aferrando a no querer sentir el dolor de nuevo..."







Disculpen la tardanza ;-;
Había olvidado que tenía una historia pendiente jajaja :'v
El nombre de la pareja sádica de Midoriya ha sido revelado ╭(°A°')╮
Cómo te quedas?,
Uououo jsjsjs

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