Sus ojos pesaban demasiado, abría y cerraba tratando de ubicar y de aclararse, su vista era borrosa, sus párpados no ayudaban, se sentía débil y cansado, giró su mirada cuando logró enfocar y aclararse, era su habitación, escuchó un pitido extraño, giró su rostro hacia su lado izquierdo observando un marcador de signos vitales, siguió el camino de los cables hacia su pecho, sus ojos se abrieron con sorpresa, intentó moverse, pero su cuerpo era pesado, estaba un poco rígido, colocó su mano en su pecho, pero algo no andaba bien con él, abrió sus ojos con terror, bajó un poco sus manos topándose con un enorme bulto en su estómago, su respiración comenzó a acelerarse, sus signos vitales mostraban los latidos del corazón acelerados, trató de sentarse, pero no podía, se estaba desesperando. Un dolor agudo comenzó a sentir de la base de su estómago pasando por su vientre y terminando en su espalda baja -aaaaaahhh -el pequeño apretaba sus sábanas con dolor, lágrimas salían de sus ojos al sentirse solo y en esa situación.

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-Bien, informen al Raikage que estaré ahí con mis escoltas en dos semanas -el equipo realizó una reverencia, salió del lugar -seguramente atacaron al hermano del Raikage, lady Tsunade -los sannin asintieron -pienso igual Shikaku, Tsuna debemos estar preparados, duraron meses sin movimiento -el aparato en la cadera de la Hokage comenzó a pitar con velocidad, los tres observaron, abrieron sus ojos con miedo -demonios, me adelantaré, Shikaku arregla las cosas aquí, Jiraiya llega con precaución de no ser descubierto -la rubia corrió con velocidad.

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La puerta del cuarto se abrió con fuerza, la Hokage abrió sus ojos con miedo, el rubio lloraba sin poderse mover, sus manos apretaban las sábanas con fuerza por el dolor, la bata blanca de hospital que la rubia le colocó estaba llena de sangre en su parta baja. Rl pequeño giró su rostro, la vió, esta se acercó de inmediato quitando las mantas del lugar -Naruto cálmate, trata de respirar -el pequeño temblaba en su cama con terror - ¿qué q... -la rubia abrió sus piernas, retiró su boxer con velocidad cortándolo con su bisturí -bien Naruto, necesito que pujes, respira hondo y puja con fuerza -el Uzumaki no sabía qué demonios sucedía, sólo asintió obedeciendo tembloroso, quería que el dolor se fuera -mmmnnmh aaaaahhhh -la rubia estaba concentrada, no entendía qué demonios pasaba, sólo habían pasado seis meses, hace unos días lo revisó, estaba normal, pero el bebé que venía en camino estaba de término, tal vez tenía que ver con el chakra biju, además, el rubio llevaba desde el inicio que se desmayó sin despertar, habían estado alimentándolo por intravenosa a base de vitaminas y minerales que ocupaba, los había tenido muy preocupados, era normal que estuviera asustado, cuando perdió el sentido tenía escasas semanas de saber de su embarazo y despertar para tener al bebé -demonios, hazlo de nuevo Naruto -el pequeño asintió con lágrimas en los ojos.

La puerta nuevamente se abrió con fuerza -Tsuna mi renac... -el sannin se quedó en blanco -no te quedes ahí, ayúdame, busca toallas limpias y tráeme agua tibia -el sannin asintió, corrió a obedecer, el pequeño seguía pujando con fuerza, minutos después una pequeña cabeza se asomaba por su canal de parto recién formado que de igual forma tenía asombrada a la rubia, había creído que tendría que ser cesárea -Jiraiya, ya casi termino, el sello, refuérzalo -el sannin asintió, se colocó a lado del rubio, su mano cubría el sello de ocho trigramas, sus yemas de los dedos se pintaron de chakra azul, un chakra rojo comenzaba a rodear el sello -el pequeño pujó una vez más con fuerza. Un llanto ligerito se dejó escuchar, la rubia sonrió, abrazó al bebé con cariño limpiándolo suavemente, mientras el sannin reforzaba el sello con velocidad.

Cuando terminó Tsunade se levantó, colocó al bebé junto al rubio -mira Naru, tu bebé -el pequeño respiraba aún con dificultad, giró sus ojos a la voz de su abuela, vio a su pequeño, un azabache con la piel pálida, sonrió con cariño, era la imagen de ese hombre hermoso que lo hizo sentir especial y querido. Colocaron al pequeño en sus brazos, con dificultad le dio un pequeño beso en su frente -la rubia sonrió.

El sannin apareció con ropa para el bebé que había tomado del cuarto del pequeño -renacuajo, por fin despiertas, nos tenías preocupados -Naruto comenzó a pucherear y llorar silenciosamente -¿estas... decepcionado? -el sannin chiteó -tch no digas tonterías renacuajo, pero si quiero una explicación ¿dónde demonios está el papá del bebé?, llevas meses en cama y no se ha reportado -el pequeño abrió los ojos con sorpresa -¿meses? -la rubia apretó el brazo del sannin con cariño para calmarlo -así es Naru, llevas casi seis meses en cama, hace una semana te revisé, todo estaba en orden, en teoría tendrías que aliviarte en dos meses, pero este bebé está de termino, no entiendo cómo pasó, no entiendo cómo te embarazaste, ese canal de parto no estaba ahí hace una semana, no entiendo cómo apareció, demonios, mi conclusión es que Kyubi intentaba escapar, Jiraiya reforzó el sello con velocidad antes de que comenzara a querer salir, hemos estado usando clones tuyos ambos, para ocultar tu ausencia -

Naruto bajó el rostro con vergüenza y angustia hasta que recordó "no se ha reportado", una lágrima corrió por su rostro, seis meses y no lo ha buscado, la limpió con velocidad, un sapo apareció junto a Jiraiya -¿qué sucede?, ¿ya lograste contactarlo? -el sapo negó -escuché al falso Madara hablar, parece que fue descubierto -el sannin vio con sorpresa al sapo, giró su vista con miedo a la Hokage -demonios, Itachi, sabrá salir de ahí, estoy seguro-

Naruto abrió sus ojos con terror al escuchar el nombre, su respiración comenzó a acelerarse, los sannin lo vieron, la rubia le dio el bebé a Jiraiya -Naruto, demonios ¿qué pasa? respira hondo -el pequeño tomó su pecho, el aire le faltaba, escuchaba vagamente a su abuela, cerró sus ojos tratando de respirar. La rubia comenzó a relajar su respiración con suaves masajes, lo recostó -¿qué sucede? -el pequeño mordió sus labios con miedo comenzando a llorar, tomó al bebé de los brazos del sannin abrazándolo a su pecho, ambos sannin se vieron con duda -¿renacuajo? -el pequeño hipaba con dolor -¿qué pasa? -el rubio negó -nada... ando un... poco... llorón -ambos sannin lo veían con cuidado, no le creían, algo andaba mal, su mirada mostraba miedo -te revisé, debes descansar estos días, en dos semanas tendré que ir a una cumbre con los demás kages, necesito que para ese tiempo estés bien y hayas recuperado tu fuerza-

Jiraiya sobó sus cabellos -háblanos renacuajo, ¿qué te sucede? -el pequeño los vio con cuidado, respiró hondo, sonrió un poco forzado, no quería preocuparlos más, habían sido muy buenos con él -sólo tengo miedo, ¿cómo cuidaré a mi bebé? aún soy muy infantil, no he madurado Ero-sennin, ustedes me conocen -la rubia sonrió, se sentó a su lado -siempre has sido valiente y testarudo, ¿a qué viene ese miedo ahora?, no digas tonterías, además te ayudaremos -el pequeño sonrió un poco. El sannin lo vio con cuidado, no le creía, conocía a su renacuajo, afiló la mirada al recordar al sapo y lo que dijo, el momento donde el rubio se alteró, ¿podría ser? observó al bebé con cuidado torciendo su boca al ver sus facciones -haré como que te creo renacuajo -el pequeño tragó saliva pesada, asintió lentamente, la Hokage levantó una ceja con sorpresa.

Naruto observaba a su bebé con cuidado, los sannin se habían ido a descansar, el bebé no hacía ruido, simplemente respiraba con calma mientras dormía, había apresado su dedo con su manita. El Uzumaki derramaba lágrimas de tristeza observando su hermoso rostro -estás tan chiquito -el rostro del bebé mostró un poco de molestia, el Uzumaki sonrió al verlo, besó su mejilla -sólo espero que esté bien, tiene que conocerte -el bebé acercó su dedo en su manita a su boca, comenzó a chuparlo, Naruto sonrió divertido -¿tienes hambre pequeño? -el rubio acercó la mamila a sus labios, este comenzó a tomar con velocidad sin abrir sus ojos -glotón hermoso-