-Carajo, mi cabeza -con cansancio y sueño abrió sus grandes gemas observando el lugar donde se encontraba, cerró sus ojos, la luz lastimaba sus retinas, aún era muy temprano, se giró intentando volver a dormir, pero ya no podía, estaba incómodo, se levantó rascando sus ojos con sus puños, abrió su boca en un gran bostezo, hasta que reaccionó, abrió sus gemas demasiado al sentir el dolor punzante en su trasero, se dejó caer con fastidio tapando su rostro, giró su rostro a la mesilla de noche donde había un desayuno, una nota y una pequeña flor, sonrió al darse cuenta que por lo menos no había perdido su virginidad con un patán, estiró su mano para leer la nota, desdoblando el pequeño papel suspiró con cansancio -"saldré de misión, cuando regrese, te buscaré pequeño" -Naruto sonrió al ser llamado de esa manera, podía recordar a ese sujeto tan claramente, a pesar de la gran borrachera en la que cayeron, no podía olvidar sus ojos, ni sus besos, ni su cuerpo, había sido una locura.

Se sentó con una sonrisa, comenzó a comer sus alimentos con emoción, tomó la rosa y la olió con cuidado, era la primera vez que recibía un detalle de esa clase, sonrió con diversión mordiendo sus labios, guardó la rosa en su sello, era especial para él, cuando comía la duda lo golpeó ¿qué tal que sólo es un juego?, sus ojos se abrieron con miedo -pero dijo que lo esperara -¿no tendría caso engañarlo o sí?- recordó como la aldea lo trataba, bajó el rostro con tristeza y miedo.

Tenía unos pocos meses que había regresado de su viaje con el sannin, en cuanto llegó pudo sentir las miradas de los aldeanos con un odio intenso, creyó que esa etapa ya la había superado, pero podía sentir muy en su interior que estaban esperando que hiciera una tontería para encerrarlo o hacerle algo peor, observó sus manos con nerviosismo, además estaba ese otro tema, recordaba que el sannin lo había estado llevando a casas de chicas los últimos meses, pero algo pasaba con él que su cuerpo no respondía ante sus cuerpos y seducciones, restregó sus manos con cansancio en el rostro, se dejó caer en su cama con fastidio mordiendo su labio.

Flashback

Había salido de uno de esos centros de chicas con frustración al no poder reaccionar de ninguna manera, había usado un henge para no ser votado, cuando salió se sintió tan inútil y frustrado que compró una caja de sake, una maldita caja, con menos no iba a tener efecto en él, con ella en mano corrió hacia el monte Hokage, se sentó en la cabeza del cuarto a beber de frustración, no sólo era eso, sino sentir el rechazo de la gente lo estaba volviendo loco, su amigo Shikamaru regresaba mañana de misión, Ero-sennin estaba en misión de espionaje y la abuela estaba ocupada, así que no tenía con quién hablar y sacar un poco del nudo que sentía en sus emociones. Cuando iba para la cuarta botella, alguien había caído a su lado, se había sentado a observar la noche desde la cabeza del cuarto a su lado, giró su rostro sin ubicar al sujeto, un leve sonrojo se posó en sus mejillas, era bastante guapo -¿mmmm hola? -el sujeto a su lado giró su rostro hacia el pequeño, lo observó con cuidado -hola -el rubio sonrió al no ser rechazado, le ofreció una de sus botellas de sake -no suelo tomar, pero lo ocupaba un poco-

El sujeto lo vio con curiosidad, tomó la botella que le ofrecía -veo que estás dispuesto a no despertar por días -el pequeño sonrió divertido -una caja es lo que necesito para emborracharme -el mayor levantó una ceja con sorpresa, tomó un poco de la botella -no creí que tomaras -el pequeño negó -lo he hecho en pocas ocasiones, generalmente es en compañía de mi sensei -ambos guardaron silencio un poco, el mayor lo observó con cuidado -si gustas, puedo escucharte -el pequeño mordió sus labios con ansiedad, tal vez si hablaba podría calmar sus emociones, ¿pero si lo traicionaba y lo exponía?, ¿si se burlaba de él? negó con calma -muchas gracias, pero no suelo hablar de mis emociones -el pequeño apretó la botella con ansiedad observándola con cuidado, levantó la vista hacia la aldea, recargando su cabeza en sus piernas haciéndose bolita.

El mayor lo veía con intensidad, tomó nuevamente de la botella, la observó con cuidado dándose cuenta que ya había tomado más de la mitad en ese cómodo silencio entre ambos, giró su rostro hacia el rubio observando con cuidado sus facciones. Naruto sintió su mirada causando un sonrojo en su rostro por la intensidad de esta.

El alcohol comenzaba a tener efecto en el mayor y a aflojar su boca -¿sabes?, no te sienta bien esa tristeza, te ves bonito cuando sonríes -el pequeño abrió sus ojos con sorpresa, su corazón latió con fuerza ante esa frase, su rostro ardió en un gran sonrojo, observó el rostro de su contrario quien tenía un leve sonrojó en sus mejillas -¿te estás burlando? -el mayor negó con seriedad ante su voz herida -nunca me he burlado de nadie -el pequeño analizaba sus palabras, su mirada intensa, sus ojos brillaron al sentirse halagado por primera vez en su vida, sonrió con timidez.