Capitulo 9 Recuerdos del ayer...


"...Se la verdad...no me la digas que duele...solo el presente y miramos hacia el futuro..."

-¿Qué fue esa voz?...-se pregunto así misma mirando hacia todos lados, deteniéndose abruptamente-¿Rini? ¿o...

-¿Qué sucede?-le pregunto el peli plateado deteniéndose

-¿eh?, nada, nada-negó la cabeza sacudiendo sus manos-no pasa nada, olvídalo- soltó una pequeña risita nerviosa, él solo limito a sonreír para voltear y seguir su camino

-bueno te llevare a un lugar pleno para estudiar...-le comento con amabilidad

-si-asintió-demostraré que puedo obtener buenas calificaciones, lo prometo chicas, Darien...-pensó entusiasmada, cuando Diamante abrió una puerta que los llevaba directamente a un hermoso jardín trasero, mas que eso, parecía una bellas sala de estar, con una pequeña mesa circular, y cristales que daban hacia un esplendoroso laberinto de bosque nativo y exóticas plantas, al interior con rosas rojas y blancas, además de una fuente de agua que brotaba desde un pequeño estanque con peses dorados, iluminando sus ojos, soltando la mano del hombre maravillada al encanto sin igual que apreciaba su mirada-es hermoso Diamante...¿de verdad estudias aquí?-le pregunto incrédula

-si, de verdad estudio aquí-le respondió-es relajante ¿no crees?

-si, es bellísimo, jamás creí que existía un lugar así...-decía con sus manos posando sobre su pecho- vaya...tienes hasta una biblioteca-comento dirigiéndose hasta una estantería con muchos libros-¿Qué clase de libros te gusta?

-son de mi padre...-respondió

-¿tu padre?-dijo sorprendida-¿Dónde esta?

-falleció-contesto cortante desviando la mirada

-lo siento...

-no te disculpes, sucedió hace tiempo-suspiro-me gusta leer libros de mitología griega, antiguos, cosas así...

-yo solo leo tiras cómicas- rompió en una carcajada rascándose su nuca, siendo tomaba sutilmente de la mano siendo jalada suavemente en dirección a la mesa de cristal

-bueno mi querida estudiante...-le comento con delicadeza-ahora no solo te gustaran los libros...-la sentó-si no que también a estudiar...-le murmuro muy cerca de sus labios haciéndola tragar en seco completamente ruborizada, no podía negar que el joven frente a ella era bastante atractivo, que pondría a cualquier chica a sus pies, ahora le encontraba razón a Esmeralda cuando hervía en cólera al verlo a su lado

-si...si...-respondió tímidamente bajando la mirada, en tanto él sacaba un par de libros y apuntes para comenzar con la clase privada, su madre le había enviado panecillos y refrescos, a la vez le solicito a su hijo menor que no los interrumpiera, mientras ella los observaba por la ventana con una sonrisa en su rostro

-mira...-le explicaba-este ejercicio, lo puedes hacer de esta forma u esta...¿entiendes?...-las horas pasaban, y Serena se encontraba mas concentrada que nunca, cuando al momento de levantar la mirada se encontró con algo inusual en el peli plateado

-¿utilizas lentes?

-si...no puedo crees que no te hayas dado cuenta-se saco los lentes dejándolas sobre la mesita-me sirve para descansar la vista...

-Amy también utiliza lentes para estudiar, la hace ver mas inteligente

-¿y yo me veo inteligente?

-te vez muy bien!-comento sin medir sus palabras, cubriéndose los labios enrojecida

-gracias me siento alagado...-sonrió-bueno...continuemos...

-si, claro...-no paso, mucho tiempo de estudios, cuando la rubia recibió a una llamada de su telecomunicador de su muñeca

-¿Qué sucede?- el joven miro su muñeca

-no puede ser...-dijo espantada-me están llamando...

-¿tus amigas?

-si, bueno...-tartamudeo-me pueden...

-contesta, debe ser importante

-¿Qué?

-si te preguntan, dile que estas en un invernadero o algo...-le sugirió, a lo que ella asintió ruborizada, abriendo el telecomunicador para hablar con la morena al otro lado

-Serena, hay un demonio en el parque numero 10

-de acuerdo, voy para haya-contesto rápidamente cerrando el contacto

-¿el deber te llama?-le comento divertido

-si

-bueno, no es fácil ser el profesor privado de la heroína de la ciudad...-dijo orgulloso, haciendo que ella se pusiera de pie de un solo salto bajando la mirada con su flequillo-¿es posible que te pongas mas roja?...-pensó divertido-bien te llevare a donde quieras

-no te preocupes, tomare un taxi

-déjame ayudarte, o no estaré tranquilo

-esta bien-la tomo de la mano llevándola hacia la salida, encontrándose con su madre quien le llevaba una bandeja con mas refrescos

-¿Qué sucede?-le pregunto Rubí

-lo lamento señora, me tengo que ir...-se excuso Serena apenada

-oh! Y yo que quería que compartieras un tiempo mas con nosotros, eres una muchacha muy encantadora

-gracias, señora

-madre, estamos retrasados, llevare a Serena a su casa-intervino Diamante

-esta bien, cuídense mucho y espero que nos vengas a visitar pronto, querida

-si...si...-la saco de la casa, llevándola a uno de los autos, se ofreció un chofer a llevarlos a lo que él se negó, Serena casi se cayo de espanto al descubrir que seria el peli plateado quien manejaría, cosa que acepto de inmediato a la rápida de la situación, tenia que llegar lo mas rápido posible al lugar del enemigo

El camino fue silencioso, ninguno de los dos decía ni una sola palabra al respecto, Diamante de vez en cuando miraba de reojo a la joven, suspirando extrañado, sabia que compartía un secreto inconfesable, sin embargo, no hallaba la situación de el por que la ayudaba en reiteradas ocasiones -¿Qué me sucede? se pregunto así mismo-yo no actuó de esa manera, miro a la joven-ella es muy hermosa, como una diosa..., pero, esta enamorada de otro hombre...yo yo...-pensó distraído cuando su mirada se dirigió hacia la calle, viendo de frente una pequeña con una pelota roja, de cabellos plateado peinados con dos delicadas trenzas, mirándolo directamente hipnotizándolo con sus hermosos ojos azulados, pisando el freno de manera brutal

-DIAMANTE!-grito Serena posando su mano para no pegarse en su frente-¿Qué sucedió?-le pregunto al momento de integrarse nuevamente

-yo...-miro nuevamente y no pudo ver nada-acabo de ver...-al no ver nada- un cachorro que se cruzo en el camino...-mintió

-oh...pues yo no vi nada, tienes buenos ojos Diamante

-si...-contesto confuso-¿Qué fue eso? ¿acaso me he vuelto loco?...

"...Te protegeré..., de tus enemigos...de lo que quieran hacerte llorar..., de quienes se atrevan a lastimarte...incluso de mi mismo..."

-¿me estoy volviendo loco?- se pregunto así mismo mientras manejaba en dirección al parque, Serena le miraba de reojo las reacciones del joven peli plateado, al hombre quien fruncía el ceño de vez en cuando, un magnetismo guio la mano de la rubia a la mano de Diamante, captando su atención para su suerte se encontraban detenidos en luz roja

-Diamante ¿te encuentras bien?-le pregunto con dulzura, él miro las delgadas y delicadas manos de la joven sobre las suyas

-si lo estoy...-contesto, acercándose a sus labios lentamente, Serena sentía atraída a aquella sensación embriagante en la cual estaban envueltos, sus labios se llamaban como un imán, sintiendo el chocar de sus respiraciones, el cálido aliento del joven cortaba la distancia cada vez mas y los ojos de la rubia se cerraban al compas hacia un abismo sin salida, hasta que el sonido los autos detrás de ellos los hicieron separarse con un sobresalto

-mm...-musito incómodamente Serena mordiéndose el labio inferior desviando la mirada

-debemos darnos prisa-insistió Diamante, volviendo a poner en marcha el auto, una vez en el parque ella descendió del vehículo rápidamente, mirando hacia los estruendos donde se encontraba la batalla

-ya voy chicas...-pensó Serena con la mano en el pecho

-espera!-la detuvo haciéndola voltear

-ten cuidado...

-¿eh?-enrojeció, asintiendo-gracias Diam...-siguió su camino corriendo mientras que el joven solo miro a la dirección en que la chica desaparecía de su vista, recargándose sobre su asiento, posando pesadamente su mano derecha sobre su rostro

-¿Qué me esta pasando?-musito, escuchando otro estruendo al interior del parque, mirando mas allá de los arboles-ella... ¿estará bien?...-tomando con sus manos el volante algo dudoso, frunciendo el ceño-maldición!-gruño entre dientes, se desato el cinturón de seguridad para abrir la puerta del auto corriendo hacia aquella dirección, a los pocos metros alcanzo a Serena, quien buscaba un sitio propicio para transformarse

-por el poder del cristal lunar! Transformación!-un gran resplandor apareció iluminando la mayor parte del lugar

-ese resplandor...-susurro maravillado, generándole un gran dolor de cabeza al joven espectador, incluso logrando que se sostuviera de uno de los arboles-ah!-se quejo y como una película rápida pudo contemplar una escena llena de melancolía y nostalgia

...-príncipe Diamante, resiste...

Podía ver a sailor moon sosteniéndolo entre sus brazos quien estaba completamente herido, para luego pasar a una escena de caos y destrucción, abriendo los ojos como si despertase de un sueño, mirando a su alrededor, al momento que la joven ya se encontraba como guerrera de la luna-sailor moon...-siguió su camino, y sin imaginarse que dos mujeres sigilosamente los observaban de cerca, llegando hacia el lugar donde se encontraba el demonio robando el corazón puro de una inocente, escondiéndose entre algunos matorrales invisibles hasta para la misma Serena

-¿Por qué tardaste tanto sailor moon?-le pregunto la sailor del fuego, rompiendo en una carcajada de la joven

-lo siento, tenia cosas que hacer-se excuso divertida

-este demonio entre mas ataques recibe se hace mas fuerte –le explico sailor mercury

-bien, hay que atacarlo de una sola vez-sugirió sailor venus

-¿utilizar el ataque del planeta de las sailor?-pregunto Mars

-hay que hacerlo-animo sailor moon, cuando la risa siniestra en el cielo volvió a aparecer en el aire

-no me hagas reír, yo hare el favor por ti!-un rayo ataco directamente el demonio eliminándolo de la fas de la tierra, sorprendiendo a las sailor scots mirando en dirección al verdadero enemigo -¿de verdad vas a proteger desde allí a quien amas?...-insinuo-volviendo a atacar, sin embargo esta vez no iba hacia las sailor guerreras, sino al joven peli plateado quien estaba escondido si que pudiera defenderse

-maremoto de Neptuno!- un ataque de la sailor exterior intervino el rayo directo a joven

-vete de aquí-le ordeno Uranos a Diamante con voz dura-solo estorbas-continuo haciendo que él frunciera el ceño claramente molesto, no podía evitar mirar a la joven de cabello dorado quien aun seguía confusa ante la situación sin saber lo que estaba sucediendo realmente-ella estará bien, lo prometo-le dijo como si leyera sus pensamiento bajando la mirada para finalmente retirarse del lugar, sin darse cuenta que había dejado caer sus lentes quebrándose en el suelo

-¿Qué fue eso?-pregunto sailor moon, mirando la escena, donde aparecían entre el polvo en suspensión, las sailor exteriores

-malditas!-grito desapareciendo del lugar despejando todo el cielo dejando en evidencia el corazón puro de la inocente atacada

-¿Cuál era el verdadero objetivo del enemigo?-pregunto venus directamente

-no lo se-continuo la guerrera de la luna-no pude ver nada

-yo tampoco...

-¿acaso se dirigía a ustedes?-pregunto sailor jupiter mirando a las exteriores, volteando ambas dándoles la espalda-oigan respondan!-le exigió, al momento en que la sailor del viento se acerco rápidamente a sailor moon susurrándole en el oído

-síguenos- entregándole el marco de los anteojos de Diamante en sus manos de manera disimulada, horrorizándose al ver a quien le pertenecía el objeto en sus manos, desapareciendo con rapidez

-esperen!.grito jupiter alterada

-sailor moon-interrogo mars-¿Qué te dijo?

-¿Qué?-presiono fuertemente el objeto en sus manos –yo...me tengo que ir

-¿¿¿Qué???!!!!-gritaron todas

-deje a Molly en el centro comercial, ella puede sospechar-contesto corriendo

-sailor moon!!!!

-Diamante...-susurro llena preocupación creyendo ir al lugar donde se encontraban las sailor exteriores, quedando en medio de el parque sola

-salior moon-la llamaron ambas volteando de inmediato

-¿esta bien?-pregunto de inmediato, haciendo que ambas se mirasen entre si

-veo que te preocupas mucho de ese hombre –contesto neptune con una mirada desafiante

-él es mi amigo-confeso sin rodeos-¿esta bien, verdad?

-¿te das cuenta que estas protegiendo a alguien quien puede causar la destrucción de todo el planeta, sailor moon?-le pregunto una alterada sailor uranos

-¿eh? ¿Cómo lo...

-es una persona peligrosa

-él es bueno, me salvo la vida y se arrepintió!-respondió en su defensa

-¿y crees que con eso es suficiente para que se escapar de su destino?-cuestionaron, mientras que la joven de cabello dorado presionaba los puños fuertemente

-si! Todos tienen una segunda oportunidad para cambiar sus destinos! Al menos...-sus voz se debilito-si puede...-se quebró con ojos cristalizados-hare lo que este en mis manos para que él pueda tener el destino que en un principio se le negó, porque él es una buena persona...

-¿no cambiaras de parecer?-sentencio uranus, mientras que Serena posaba sus manos sobre su pecho asintiendo con la cabeza –bien...-se apresuraron a la velocidad de un rayo como si fuesen atacarla

-SERENA!-grito Diamante apareciendo de la nada abrazándola con fuerza

-Diamante...-y luego todo se volvió silencio, sin embargo para la sorpresa de ambos, no sucedió nada, ambas guerreras estaban de rodillas a sus pies

-le rogamos que nos perdone princesa, nosotras queríamos comprobar que usted era nuestra majestad que estábamos buscando por mucho tiempo

-sailor uranos, sailor neptune-dijo ella perpleja al momento que Diamante se separaba de ella

-¿princesa?-le pregunto él mirándola

-hey tu! Se puso de pie la sailor del viento-ni creas que no te mantendremos vigilado, puede que nuestra princesa confié en ti, pero a partir de ahora estas a prueba ¿de acuerdo?

-entiendo-contesto desafiante

-princesa sabemos quien eres, pero no te preocupe-le dijo sailor neptune- nosotras no diremos nada, ni esto ni lo otro-miro a Diamante-confiamos en su juicio princesa-le tomo la mano mirándola con ojos sinceros –nos vemos pronto...-termino de decir para que ambas se retiraran rápidamente del lugar

-¿estas bien?-le pregunto sailor moon al joven una vez solos

-si, estoy bien-contesto –escuche...muchas cosas

-¿Qué cosas?-contesto preocupada

-ahora...¿eres una princesa?

-si...bueno, si lo soy-contesto, mientras él se acerco a ella, posando una hermosa rosa blanca en su cabello dorado

-¿le puedo entregar este pequeño obsequio princesa?- simplemente sonrojo como respuesta, volviendo su estado original –mejor aun...-continuo- señorita Serena Tsukino...


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Dedicado a todas las chicas que me han esperado con paciencia y cariño, muchas gracias por seguir mis historias, reitero que no abandonare ninguna solo que mi mente no me acompaña mucho, pero ya vamos mejorando, besos!!!

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