"...Las cosas que hago con las mejores intenciones se ven como malas...y cuando hago algo prohibido es el mejor camino...¿Qué debo hacer?..."

-¿Qué le sucede? ¿Por qué tengo que ir a su escuela?-le pregunto

-ya te dije, él te necesita, de verdad es urgente-le insistió desesperado

-esta bien-asintió seriamente

-gracias-saco su teléfono celular para realizar una llamada, apareciendo a los segundos una escandalosa limosina estacionándose frente a ella

-¿Qué es esto?-pregunto cayendo hacia atrás

-¿una limosina?-dijo Zafiro restándole importancia-es una auto...-dijo obvio

-si, pero...

-te daré lo suficiente espacio para que te cambies de ropa y todo lo demás-le comento

-¿todo lo demás?-ingreso tímidamente al interior del vehículo donde no terminaban las sorpresas, ya que dentro habían un par de estilistas y maquilladoras, que solo limitaron a sentar a Serena y comenzar con los preparativos

-bien, vamos a salvar a mi hermano-sonrió subiéndose al auto-hermanito vas a querer matarte, pero me lo agradecerás...

Por otra parte, Diamante miraba su teléfono celular revisando el registro de llamadas una y otra vez-no...-pensó molesto, ya que esperaba al menos una llamada de la joven de cabello dorado que tanto no había dejado de pensar

-querido ¿Por qué miras ese celular cuando puedes mirar algo mejor en persona?-le pregunto aquella joven de cabellos verdes, esplendida figura, como una diosa griega, luciendo sus atributos abiertamente sobre todo con el hombre peli plateados frente a ella, mientras que Diamante solo suspiro aburrido mirándola con una ceja arqueada

-¿querido? ¿desde cuando? Esmeralda...

-desde siempre, mi amor...-se sentó seductoramente cruzándose de piernas sobre el pupitre dejando ver sus torneadas piernas, gracias al corto de su falta-sabes que lo puedes obtener todo de mi...-haciéndolo sonreír

-lo se, muy bien-sonrió de lado- pero... -se puso de pie-lo que quiero, no lo obtendré de ti...-alejándose de ella, cruzando el lumbral de la puerta del salón caminando por los pasillos con el solo entretenimiento de sus pensamientos-¿Qué me sucede? ¿Por qué rechace a Esmeralda otra vez?...¿acaso estoy bajo un hechizo?

Mientras tanto...

-Zafiro ¿es necesario todo esto?-le pregunto Serena, mientras era maquillada, sus manos eran pintadas cuidadosamente con profesionales y su cabello sueltos, realizándole retoques dejándolo ondulado como cascadas de oro

-para mi herma..., digo para la escuela si, es necesario, además si vas a rescatar a mi hermano, debe ser con las mejores armas

-¿y tiene que ser peinado y maquillaje?

-créeme que si lo necesitaras...

-joven señor, la señorita esta lista-le avisaron, cuando se apartaron haciéndolo sonrojar, Serena con el uniforma de la escuela privada, la cual tenia una gran diferencia con el que pertenecía a ella, la falda mas corta, un bléiser, hasta la corbata, consistían en un color gris y rojo

-a mi hermano le encantara...

-¿Qué?

-nada, nada, ya estamos por llegar-comento con una sonrisa, mientras la limosina intentaba estacionarse

-¿¿Qué???!!! ESTO ES TU ESCUELA!!!-grito a la gran propiedad, parecía un gigantesco castillo

-bien, es hora que bajarnos

-¿estas loco?-le grito avergonzada-no puedo...

-si, si puedes, solo así puedes ayudar a Diamante, bajo del vehículo, robándose todas las miradas de quienes se encontraban allí, trataba lo mas posible de cubrirse con su cabello, sin embargo, Zafiro aun mas la apresuraba a deambular por los pasillos

-pero...¿no me notaran?

-tienes el uniforme es suficiente-contesto Zafiro

-¿solo con eso?-pregunto con una enorme gota en su frente

-espera aquí...lo buscare...

-¿Qué? ¿Qué?, oye no me dejes sola!-intento detenerlo, sin embargo, ya era tarde, Zafiro se había alejado de su vista –y ahora que hare...-suspiro mirando hacia la ventana que daba a un gigantesco campo de futbol, cuando es empujada por alguien –auch!

-lo siento, no te vi ¿Serena?

-Diamante!-dijo ella sorprendida al igual que él

-¿Qué haces aquí?-le pregunto-y...-mirándola de pies a cabeza-te ves...hermo...digo...¿Por qué estas con el uniforme de mi escuela?

-es porque...

-oye Diam ¿Quién es la preciosidad?-le pregunto uno de los alumnos de la escuela, mientras que ella se sentía intimidada ante los comentarios

-si, Diam, preséntanosla o al menos déjanos a ella, tu tienes a Esmeralda-continuo otro, haciéndolo fruncir el ceño

-¿y creen que esta a mi lado para irse con ustedes?...-musito con una voz oscura captando toda la atención de la rubia

-querido!-lo llamo la chica peli verde caminando coquetamente hacía él deteniéndose abruptamente al ver que todas las miradas se posaban en la joven desconocida de cabello dorado al lado de su amado -¿Quién es ella?-le reclamo abiertamente señalándola indiscretamente con el dedo

-esto no puede ser peor...¿o si?...-pensó rápidamente Serena completamente incomoda, siendo tomada delicadamente de la cintura, Diamante la acerco hacia él, apegándola a su cuerpo aferrándose celoso diciendo

-ella es mi novia, Esmeralda

-¿¿¿Qué???!!!-gritaron todos

-vámonos-reitero, llevándola lejos de la multitud a una Serena completamente sonrojada, mientras que Esmeralda se mordía sus labios diciendo

-ya me las pagara esa mujer...-por otra parte, los jóvenes se retiraron a un lugar mas privado en la escuela, la terraza

-¿Por qué dijiste eso?

-¿Qué cosa?

-que soy tu novia!-le reclamo

-nadie te conoce en la escuela, así que me adelante antes de que alguien se atreviera a molestarte, es una mentira blanca

-si como no...-contesto cruzándose de brazos, haciéndolo sonreír de lado

-así que...-se le acerco peligrosamente con un todo seductor –has venido a verme...-ella asintió rápidamente-piensas secuestrarme o algo así...-la acorralo con sus brazos sintiendo el frio de la reja donde era el limite hacia el abismo

-Zafiro me busco y vine...-tartamudeo-y a la vez quería verte

-ese niño...-suspiro resignado

-y necesito de tu ayuda Diamante...

-¿Qué?

-¿puedes ser mi profesor?...