Capitulo 29 Crisis existencial...
"...El pasado...el futuro..., no importa...solo el presente...tu y yo..."
-te amo, Diamante...-le acaricio la mejilla con delicadeza, el mundo era infinito para ambos y que todo era pequeño a lo que sentían el uno por el otro, se impulso con la ayuda de sus pies alcanzando su labios sin mayor dificultad, entregándole un beso esperanzado en trasmitirle todos sus sentimientos, haciéndolo corresponder de inmediato, estrechándola entre sus brazos fuertemente negándose a soltarla bajo cualquier motivo, sin embargo, su mente lo traicionaba, aun podía ver claramente el mal que había causado en el pasado, las lagrimas de la joven frente a él, las muchas veces que la hizo llorar, la expuso en peligro y lo que ha estado luchando desde tiempo inmemorables
-esto no puede ser...-se alejo de ella con dificultad-no podemos Serena, esto definitivamente nos hará daño
-Diamante...
-entiende Serena, soy tu enemigo, serás una buena reina, solo me tengo que alejar de ti, solo eso para mantenerte a salvo-se excuso –no me obligues hacerte daño
-se que no lo harás...-le miro con ojos cristalizados
-por favor, no me mires así...-desvió la mirada-eres un ángel tentando a un demonio como yo...
-que ángel mas ingenuo...-se acerco a él
-que demonio más estúpido...-contesto, jalándola hacia él, abrazándola con fuerza- si sigues este camino...ya no hay marcha atrás...
-lo sé...y no me arrepentiré...-confeso, refugiándose en su pecho
-¿y se te equivocas?
-aunque me equivoque, lo intentare..., por mi felicidad, y tu eres mi felicidad...
-y tu eres la mía...-la tomo de los muslos cargándola entre sus brazos, mientras que ella enredaba sus piernas alrededor de la cintura del peli plateado, en tanto él caminaba en dirección a la casa de veraneo, perdiéndose en la oscuridad de la noche
Por otra parte, Mina corría por todos lados buscando una señal de la joven de cabello dorado-Serena!-gritaba en todas las direcciones posibles, no hallándola por ninguna parte, tomando su teléfono móvil, tratando de comunicarse con alguna de las chicas, sin embargo, ninguna le contestaba, resignada se sentó pesadamente en una parada de autobús, recibiendo una llamaba poco usual en su celular
-¿Haruka?-pregunto sin poder creerlo, era muy tarde para que ella la llamara a esas horas
-si, te quería avisar que cabeza de bombón esta conmigo, pasara la noche aquí, para que su madre y ustedes son se preocupen
-¿enserio?
-si, me confesó algo de lo que había pasado, y estaba muy mal, así que decidimos con Michiru que pasara la noche aquí, si no es mucha molestia
-claro, por supuesto, me alegro que está bien y mucho mejor que esta con ustedes, muchas gracias...-colgó mas tranquila, aun así al ver la reacción de Serena frente a la carta que ella tenía en sus manos, se puso de pie decidida, presionando el pedazo de papel con fuerza- tengo que averiguar lo que sucede en el siglo XXX, quizás..., nosotras estamos equivocadas en el futuro que nos espera...
En el departamento de Haruka, ella colgaba la llamada, mientras Michiru le miraba aun mas extrañada
-¿Por qué le mentiste? Ella apoya a la princesa...
-lo se-respondió- conociéndola creo que buscara averiguar de la verdad, de otra forma, además, la princesa al menos por esta noche espero que cumpla todos sus sueños...
-Luna...-Mina regreso a la casa de Serena
-¿Dónde esta Serena?-pregunto con preocupación
-esta con Haruka y Michiru en su departamento-contesto
-¿de verdad?-pregunto algo desconfiada
-sí, hable con Haruka, esta con ella
-me parece bien, pero ¿Por qué estás aquí? es muy tarde, te puede pasar algo de camino a tu casa
-necesito un favor Luna
-¿Qué? ¿Qué cosa?
-necesito ir al siglo XXX
-¿Cómo piensas hacer eso? ¿Por qué?
-ya te lo dije, tengo que averiguar algo, solo eso y además tu nos ayudaste a pelear contra megaverso ¿lo recuerdas?
-hay esta niña...-suspiro resignada-es por Serena ¿verdad?
-por supuesto, es mi amiga, solo quiero que sea feliz, y saber si por lo que estamos luchando es el camino correcto...-confeso –me siento perdida, y si Serena no es feliz o es feliz, no lo se, no soportaría que ella se sacrifique por nosotras, no se lo merece...
-Mina...-dijo admirativamente- no sé si sailor plut estará de acuerdo, pero te ayudare, ¿de acuerdo?
-gracias Luna
-primeramente debes transformante, y tele trasportarte con tu máximo poder, así llegaras a las puertas del tiempo, cuando cruces las puertas, debes maquillarte un poco, ya que sailor venus del futuro es mas adulta que tu, pasaras inadvertida, allí podrás averiguar lo que sucede, pero no intervengas en nada ¿de acuerdo?
-maquillarme, entrar y no intervenir, creo que será sencillo...-comenzó a transformarse en sailor venus, una vez lista, invoco su máximo poder apareciendo un gran resplandor, que ilumino gran parte de la ciudad, dejándose caer frente las puertas del tiempo-¿y ahora que hare?...-se pregunto al ver las puertas cerradas-cuando estas comenzaron abrirse sin mayor presión
"...es hora que conozcas la verdad..."
-¿Qué?-ingreso al interior, encontrándose una bella gran ciudad, Tokio de cristal en una época esplendorosa de oro, muy diferente a la primera vez que lo había visitado con Rini, camino perdida en el hermoso paisaje que le ofrecían sus ojos, mirando al imponente infraestructura del palacio de cristal-vaya...así será de verdad el futuro...-suspiro impresionada, cuando volteo encontrándose a la Neo reina Serena caminando pausadamente con un ramo de flores blancas en sus brazos
-¿Serena?-la siguió a pasos cortos escondiéndose mirando hacia donde se dirigía la reina de Tokio de cristal, poco a poco se alejaba del palacio y mas haya, llegando a mas allá de un frondoso y escondido bosque, lejos de la seguridad del palacio o alguna guardiana cerca de ella, mirando como frente a un gran acantilado frente al mar tomaba las flores entre sus brazos abrazándolas con fuerza y besarlas en un gesto tierno y dulce, para arrojarlas una a una hacia el abismo perdiéndose entre los oleajes que rompían en la costa contra las piedras, derramando lagrimas de sus ojos recorriendo sus mejillas con fluidez y tristeza
-perdónenme...-decía entre hipos y sollozos, haciendo que Mina torpemente pisara una ramita provocando un fuerte ruido -¿eres Mina verdad?-pregunto la reina con seriedad, sorprendiendo a la rubia
-¿Cómo lo sabe?-pregunto con sorpresa, mientras salía de su escondite y se acercaba a ella
-he esperado por mucho tiempo este día, mi querida amiga...
-¿Por qué?
-porque tengo un mensaje muy importante que enviarle a Serena Tsukino...
-¿Qué?...
Mientras tanto, Serena se encontraba sentada en el gran sofá de la casa, mientras Diamante le abrazaba con fuerza, sin pretenderla soltar en ningún instante
-¿esta bien lo que siento por ti?-le pregunto al peli plateado, acariciando su cabello
-ves lo que pocos ven en mi, Serena...-le beso el dorso de la mano
-cada vez que miro al espejo...solo veo una enorme sombra frente al cristal, no se quien soy..., ni que rumbo seguir...
-¿aun no sabes quien eres?...-le pregunto él tomándola de la mano levantándola del sofá –pues yo te ayudare a averiguarlo...-termino de decir, guiándola por la casa subiéndola por las escaleras, mientras ella lo miraba confusa, ingresando a una amplia habitación sofisticada y elegante, frente a la cama, un gran espejo, que daba en dirección hacia un mueble y una mesita de noche, además de un escritorio, una pequeña mesa con dos sillas al balcón de daba vista a al mar, dejándola frente al cristal
-¿Qué pretendes?-pregunto con una leve risita divertida
-dime...¿Qué ves?
-veo...
-yo veo una hermosa mujer en ese reflejo –le interrumpió
-¿eh?
-y se llama, Serena Tsukino...-le susurro en el oído, abrazándola desde la espalda mientras sus manos acariciaban su cintura y abdomen
-Diamante...-suspiro cerrando sus ojos, sucumbiendo a los besos que él le regalaba en su cuello dejando un leve rastro húmedo en su camino-yo...
-no dejes de mirarte, Serena...-le susurro, mientras seguía su recorrido en su nuca, pasando al otro lado de su cuello, continuando con su acción-¿Quién eres...?-le pregunto besando su oreja, dándole una leve mordida
-Serena Tsukino...-respondió cerrando nuevamente sus ojos-esto...no esta bien...
-¿no quieres?...-le pregunto abrazándola, recargando su cabeza sobre su hombro-me detengo...-separándose lentamente de ella, cuando la mano de la rubia no se apartaba de él, negándole soltarla
-no te detengas por favor...-le pidió bajando la mirada, Diamante noto que sus mejillas estaban ruborizadas, , abrazándola con mas delicadeza, buscando sus labios para besarlos con un sentimiento cargado de ternura...
-mi hermosa princesa, mi ángel..., Serena...-le suspiro regresando al lugar donde había comenzado, retornando a los dulces besos repartiéndolo hasta sus hombros, mientras ella hacia atrás su cabeza, dándole espacio a que continuara con su tarea, perdida del universo-esta noche, me encargare que jamás olvides, quien eres...
Con manos suaves y agiles, desataba delicadamente el cinto sin dejar su besos de regalarle besos en su cuello, dejándolo caer lentamente a su pies, abrazándola fuertemente contra él, mientras que las manos de la rubia solo se presionaban con fuerza en sus prendas, Diamante subió una de sus manos hacia el limite del cierre del vestido de la joven, bajándolo pausadamente revelando su desnuda espalda, haciéndola tensar de anticipación y nerviosismo
-tranquila... ¿si?..-le acaricio los brazos, susurrándole con dulzura en el odio- te amo..., no pienso hacerte daño...
-lo se...-suspiro, mientras que las manos de Diamante subían nuevamente a través de su piel soltando lentamente su vestido, cayendo pesadamente al suelo, ella cerro los ojos al sentirse vulnerable con solo su ropa interior cubriéndola, Diamante mordió sus labios al ver el encaje negro que llevaba puesto alejándose lentamente de ella
-Diamante...-ella le llamo suavemente al sentir un frio que acariciaba su piel, haciendo que ella abriera sus ojos lentamente conteniéndose así misma con sus manos mirando a través del cristal, al joven desabrochándose cada uno de los botones de su camisa de manera sensual y erótica, revelando su torso desnudo y un abdomen bien entrenado, se ruborizo al ver aquella imagen de él al resplandor de la luna llena, mientras que ella lo observaba semi volteada, acercándose con cautela, para abrazarla
-eres hermosa...-le susurro, besando su mejilla hasta sus labios dándole un beso apasionado, tomando él el control del beso profundizándolo llevando sus manos hacia la nuca, para luego tomarla entre sus brazos dejándola delicadamente sobre la cama, desato la parte superior de su ropa interior, liberando sus pechos haciendo que ella cerrara sus ojos con mas fuerza, sin embargo, sus labios se dirigieron hacia su abdomen hasta su vientre, dándole ligeras mordidas, soltando uno que otro gemido en ella, fue en ese instante donde capturo uno de sus senos, besando y lamiendo de ellos como si fuese un manantial en el desierto, mientras que Serena tomaba la cabeza del peli plateado jalándolo con fuerza
-Diamante...-gimió, uno fue suficiente para liberar todos los instintos mas primitivos del joven, pasando hacia su otro pecho continuando con la acción, Serena por su parte, sentía humedecerse, no lo podía creer, ¿acaso nunca se había sentido de esa manera? Sin duda eran nuevas sensaciones que nunca en su vida había experimentado, se juraba así misma que se encontraba en el paraíso, las manos de Diamante recorría con devoción la silueta de la joven llegando hasta sus torneadas y firmes piernas, dándole ligeros apretones donde llenaban de gemidos la habitación, en un movimiento audaz y ágil, metió la mano entre la ropa interior de la joven acariciando su intimidad, haciendo que ella abriera enormemente los ojos, mientras que él beso sus labios ferozmente sin detenerse
-Serena...-gruño él, no pudiéndose contener, todo era demasiado para él, quitándole la ultima prenda lentamente a través de sus piernas dejándola completamente desnuda, se alejo un momento para contemplar su belleza, podía ver fuego en su mirada, una que lo quemaba en cada parte de su ser, y a la vez, se sentía un miserable al ver tanta pureza frente a sus ojos, le era contradictorio, e incluso por un instante, quería desistir, si no fuese por la mano de Serena posada en su mejilla mirándolo con dulzura, tomándola para besarla, lo había escogido, su camino, seria difícil, pero no se rendiría, al fin y al cabo, la tenia a ella
Se alejo un poco, quitándose los pantalones, mientras que ella solo fijaba la mirada en el rostro de él, negándose mirar hacia abajo, en un hipo interno, de nerviosismo y inocencia, él solo sonrió acercándose dejando caer todo el peso entre sus brazos, jugando con su nariz en movimiento tierno, para besarla dejándola sentir mas tranquila, mientras que se posicionaba entre sus piernas, al momento de que aquel beso se volvió mas profundo y pasional, se propuso abrirse paso en su intimidad, siendo notado rápidamente por ella, al sentirse invadida
Entrelazo sus manos con las de ella, mientras se introducía lentamente en su interior, la calidez y estreches de la joven eran únicas para él, hasta que sintió aquella barrera que no lo creía por un momento, dejándola muy atrás tras un rápido movimiento, grito, no pudo evitar hacerlo, abrazándolo lo fuerza soltando sus manos rápidamente
-¿estas bien?-le pregunto, llenándola de besos por todo su rostro, ella asintió
-si...-respondió acariciando su espalda, en tanto él espero algunos minutos con el fin de que se acostumbrara, para seguir con un vaivén que prontamente la envolvió en un placer seductor, los gemidos de dolor reemplazados por el placer, fueron los que llenaron aquella habitación
-por favor..., no...hagas eso...-le dijo al escuchar sus gemidos-me prometí a mi mismo que seria gentil contigo...-le confeso, en tanto Serena solo lo abrazaba con fuerza, enredando sus piernas alrededor de su cintura con el fin de sentirlo mas y mas adentro de ella, aumentando la velocidad de las embestidas, llegando a una cúspide en que ambos cayeron rendidos un éxtasis de placer sin igual
Él se dejo caer sobre ella, al vaciar toda su semilla en su interior, Serena por su parte, se aferraba a la espalda desnuda de su amante, mientras sentía algo cálido recorriendo su interior-te amo tanto...-le confeso una vez mas el peli plateado, besándola en sus labios separándose lentamente para acomodarse a su lado para estrecharla entre sus brazos
-yo también...Diamante...
-hemos hecho algo prohibido...-le dijo mientras que ella solo le acariciaba su cabello adherido a su piel hasta sus mejillas-¿estas arrepentida?...-le pregunto, ella negó de inmediato, dándole un beso dulce en sus labios
-lo único que me arrepiento, es no haberte visto antes...
Por otro lado, Mina estaba con la neo reina Serena, aun mas confusa de la confesión de la gobernante de Tokio de cristal
-esperaba mi llegada, no entiendo...-decía confundida, sacando un suspiro a la reina
-esto es muy difícil para mi, Mina, debo confesar, que hice algo terrible, y hasta el dia de hoy me arrepiento, por eso debes impedirlo...
-no se de lo que habla, ¿Qué es lo que debo impedir?
-Mina, la pequeña dama no fue mi primera hija-aquella confesión la joven rubia sentía que todo el mundo en sus pies se derrumbaba
-¿Qué? ¿de que habla? Eso significa que...
- si, Mina, yo tuve otra hija antes que Rini...
-¿¿¿¿Qué????
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