"...Mi decisión mas difícil...cambiara mi vida...mi destino...y mi felicidad..."

-Darien...-puso un pie hacia la derecha apenas salió de su casa-pero... ¿Qué pasara con Diamante?-miro hacia la izquierda-no puedo dejarlo solo..., pero tampoco, pero dejar la premiación de Darien, nunca me lo perdonaría-poso sus manos sobre su pecho mirando dudosa ambas direcciones-Diamante...o Darien...-los recuerdos en su cabeza regresaban en su mente, las situaciones pasadas, los buenos y malos momentos, sobre todo la amabilidad de la misteriosa y elegante señora que la había atendido de maravilla siempre, preocupándose constantemente de sus hijos, como si supiera que el mal estaba sobre ellos-no se trata de ellos...-se dijo así misma, tomando una decisión, la señora Rubí es una persona importante para mi...-cambiando de rumbo hacia la izquierda, cuando Luna sale detrás de ella mirándola confusa

-Serena! La premiación de Darien es hacia la derecha

-lo se!

-¿Qué? ¿hacia dónde irá?...-siguiéndola en su camino, por otra parte la joven rubia tomaba un taxi rápidamente, dándole la dirección del hospital, emprendiendo el viaje, con un poco de culpa, nerviosa, ansiosa y angustiada, era una mar de sensaciones desagradables que le eran difíciles de manejar, al llegar, descendió del vehículo corriendo hacia el interior del recinto hospitalario

-por favor dígame, la señora Rubí Black ¿Dónde se encuentra?-le pregunto a la recepcionista

-se encuentra en cuidados intensivos, en el piso 8-respondio con amabilidad-¿Quién es usted?

-soy...su...amiga...-contesto algo tartamuda-muchas gracias por la información-se despidió rápidamente hacia el ascensor, mirando hacia el 8 piso, mirando con gran concentración, al abrirse las puerta encontró un enorme pasillo vacio, con puertas blancas y silenciosas, tragando en seco camino cautelosa e incluso algo avergonzada-debí preguntarle a la señorita, en cual habitación estaba...-se regaño así misma, hasta que vio un cuarto con la puerta abierta, asomándose cuidadosamente encontrando una melena plateada-Diamante...-dijo entrando a la habitación hallándolo de rodillas sosteniendo la mano de su progenitora quien yacía inconsciente en la cama

-madre...¿Qué haría sin ti?...por favor...no te mueras...-suspiro sollozando, haciendo que ella se cubriera la boca con ambas manos perpleja a lo que estaba viendo, las lagrimas de un hombre son poderosas y ella lo sabia, lo estaba viviendo, aquel joven rudo, fuerte, egocéntrico y misterioso, se derrumbaba poco a poco, camino lentamente hacia él, ni si quiera sabia que hacer u actuar, solo poso su mano sobre su hombro, sobresaltándolo de inmediato para chocar su mirada con la suya en un profundo silencio sepulcral

-Serena...

-Diamante...-respondió, sin decir nada mas, poniéndose él de pie para caminar hacia donde estaba dejando caer su cabeza sobre el hombro de la muchacha abatido por la situación, para que ella entrelazara sus brazos alrededor de su espalda en un fuerte abrazo, correspondiendo de inmediato

-¿Qué haces aquí?...-le pregunto en medio de los ligeros ruidos de las maquinas hospitalarias que conectaban a su madre, rompiendo un poco el abrazo para tomar su mano guiándola hacia un sofá ubicado en la habitación

-llame a tu casa y contesto Zafiro y me dijo que estaban aquí...-confeso

-entiendo...-suspiro mirando hacia donde se encontraba su madre, para luego mirarla con mas detenimiento-¿Por qué estas tan elegante? ¿ibas a otro sitio?

-pues...

-puedes decirme, y lo sabes...

-si..., Darien tenia una premiación, por eso te llamaba, lo siento...

-¿Por qué te disculpas?-la abrazo con fuerza

-¿eh?

-no deberías disculparte, te agradezco que estés aquí, no sabes cuanto lo agradezco

-de nada...

-mi madre y mi hermano, son mi única familia, daría lo que fuera para que fueran felices, solo quiero que mi familia este feliz, sin ellos..., no tendría a nadie, estaría solo en este mundo...-bajo la mirada, entristecido y desesperado, sintiendo la cálida mano sobre su mejilla, la joven le acariciaba el rostro con ternura captando su total atención

-tu no estás solo Diamante...-le miro fijamente posando su otra mano en la otra mejilla-estoy contigo...y nunca te dejare...-le confesó ruborizada, acercándose lentamente a sus labios

-¿nunca?...-le pregunto cerrando sus ojos

-lo prometo, Diamante...-posando sus labios sobre los de él en un beso tímido cargado de bondad y ternura, él no se dejaba de sorprender, ya quien era ella quien había tomado la iniciativa, tomando el control del beso, volviéndolo en uno mas pasional y profundo, introduciendo su lengua en la cavidad bocal de la joven explorando cada rincón, sin que Serena opusiera resistencia alguna, sin imaginarse que una anonadada gata negra abría sus ojos enormemente

-¿Serena...? –se pregunto aun sin poder creerlo lo que veían sus ojos, mientras que ambos jóvenes rompían el beso lentamente posando sus frentes abrazados deseando que el mundo se detuviera por algunos minutos mas, por otro lado, Rubí abría lentamente su ojos viendo la escena de su hijo con Serena, surcando una sonrisa en su rostro

-quizás...si yo...

Recuerdos..

-mami, mami, mira es un planeta gigante...-un niño con cabello plateado corría por los pasillos buscando el regazo de su madre, llegando a uno de los balcones principales, encontrándose con la hermosa mujer de su mismo color de cabello, girando de manera elegante y distinguida ante él

-mi pequeño, Diamante-le tomo entre sus brazos, mirando hacia aquella dirección que le señalaba el pequeño

-mira, un planeta blanco...-señalaba con inocencia el niño

-es la Luna mi vida, es el lugar a donde iremos...-le comento-allí hay personas muy amables...

-¿Por qué esta quieta? ¿Por qué o se mueve como nosotros?

-porque Nemesis, es un planeta sin rumbo, mi vida...

-¿y por que?

-pues...nos aleja de los peligros del universo, pero recuerda...-poso su mano en su cabeza- que Nemesis se mueva como algo errante, no significa que no te puedas establecer en un lugar y ser feliz

-¿Qué? no entiendo...

-cuando seas mayor, lo entenderás...-le beso la cabeza con dulzura

-¿y por qué vamos a la Luna?

-es la presentación de la princesa Serenity, ante los miembros del universo, ya que acaba de cumplir un año de edad

Fin de recuerdos

Aquellos recuerdos del pasado se fueron desvaneciendo poco a poco, volviendo a la escena en que ambos jóvenes se abrazaban fuertemente a un destino incierto, ella volvió a sonreír al ver la felicidad de su primogénito, ante el abrazo que le otorgaba la joven de cabello dorado

-aun quedan muchos obstáculos que deben superar-pensó con preocupación- espero que puedan ser felices...

-me gustas...-le confeso el peli plateado abiertamente –me gustas mucho...-reitero

-Diamante yo...

-no me respondas aun, princesa...-le acaricio su mejilla-pero ten en cuenta, que mi corazón es solamente tuyo...

-lo se...-se refugió entre sus brazos, aferrándose a él lo mas que podía-lo se...-el resto de la hora fue solo silencio, nuevamente ninguno de los dos decía nada, aun así, estaban con sus manos entrelazadas, cuando ya se estaba atardeciendo ella se dispuso a marcharse, separarse lentamente del joven retirándose entregándole solo una mirada de ternura, retirándose de la habitación

Bajaba por las escaleras perdidas en sus propios pensamientos, cada paso que daba se sentía mas confundida, ¿Qué era lo que ella sentía por Diamante?-por mas que quiera..., lo nuestro es imposible...-salió del edificio aun con la mente en blanco, caminando en dirección al Crow, encontrándose con el joven moreno con un diploma en su brazo y una pequeña estatuilla en la otra, quedando paralizada en cuestión de instantes

-Darien...

-¿Por qué no llegaste? ¿sucedió algo?

-si...-jugo con sus dedos-disculpa por no llegar...

-era un día especial para mi, Serena, ¿estas segura de que te has vuelvo tan responsable como decias?-esas palabras calaron en el profundo corazón de Serena, mirándolo anonadada

-era algo importante Darien, tu me has plantado mas de una vez y jamás te he reclamado nada, ¿Por qué siempre soy yo la que se tiene que disculpar?

-Serena

-ya basta! Darien! Dime...¿desde cuando estas tan lejos de mi?

-¿de que hablas? No entiendo

-ese es tu problema nunca entiendes, siempre es tu trabajo, tus estudios, hasta Rini y después yo, al ultimo, de verdad no me lo merezco!

-no digas eso..., tu eres lo primero

-¿así? ¿y por que me reclamas en vez de apoyarme? Me dices inmadura, que debo subir mis calificaciones, pareces mas mi padre que mi novio

-eso no es así...

-por supuesto que es así!-le grito-¿acaso sabes lo que me gusta? ¿lo que me disgusta? ¿me has preguntado alguna vez como ha estado mi día? ¿si me siento bien o mal? Solo recibos reclamos tuyos Darien, solo eso!-se alejo de él con lagrimas en los ojos –déjame en paz!

-recuerda el futuro que tenemos Serena-la detuvo –por favor, dame otra oportunidad...

-déjame sola, Darien, no quiero verte...-se alejo de él desapareciendo entre las calles, llegando a casa encontrándose frente a frente con la gatita negra

-¿Por qué no me lo dijiste?

-¿Qué?

-Qué estas enamorada de Diamante, el miembro del clan black moon...