Capitulo 16 Parte de mi...


"...No te enamores...no de mi...puedo lastimarte...y si yo te amo...mantenerte alejada de mi..., porque puedo ser tu perdición..."

Pov Serena

No lo puedo creer, ha sido un camino muy largo, y ni si quiera se como llegue hasta este punto, bueno en realidad, me convenció muy rápidamente, pero no puedo dejar de sentirme incomoda, solo limito a mirar por la ventanilla al lado opuesto de mi conductor, Diamante, quien solo mira hacia el frente pareciera que esta perdido en sus propios pensamientos al igual que yo

-¿Qué sucede?-me pregunto sobresaltándome –aun no estas segura ¿verdad?

-¿yo? no...es que...esto...-dudaba y me siento tan culpable, que ni si quiera puedo disfrutarlo, no es justo para Diamante, él esta haciendo todo el esfuerzo posible para que sea una chica normal al menos estas 24 horas y como siempre termino arruinarlo todo, baje la mirada, mis mejillas ardían de vergüenza, cuando siento algo aun mas cálido rozar mi piel, no me había dado cuenta que el vehículo que viajábamos se detuvo, su mano se poso en mi rostro tiernamente guiándome a mirarlo directamente a los ojos

-¿acaso no confías en mi?

-si...

-por favor, solo por estas horas olvida todo, solo recuerda tu nombre y yo me encargo de todo lo demás, prométemelo

-es la primera vez que hago algo como esto...-confesé sin pensar –digo...escapar del mundo...

-te aseguro que serán las mejores 24 horas de toda tu vida, princesa...-se pauso para sacar de su bolsillo un pañuelo purpura mirándolo con algo de desconfianza –no te asustes, pero no quiero que veas a donde vamos

-¿Qué?!!!-grite casi con espanto

-¿no estas malentendiendo?

-no!-sacudí mis manos velozmente –digo...no estos malinterpretando nada...

-no te hare nada!

-lo se! Confió en ti! Ahora ponme la venda-le exigí sentándome quitamente en el asiento cerrando los ojos esperándolo pacientemente

-testaruda...-suspiro, cuando siento mis ojos cubrir por la tela amarándolo suave pero firme enredando un lazo en mi nuca-no puedes ver, ¿verdad?-negué mi cabeza, claro todo estaba completamente negro para mi, todos mis demás sentidos se agudizaron, escuchando como él pisaba el acelerador emprendiendo nuevamente nuestro viaje, de los caminos tranquilos comenzamos a dar leves sacudidas, creo que estamos introduciéndonos a un lugar mas remoto o algo así, a la vez mi nariz siente el suave aroma del mar ¿Dónde estamos?, se detuvo abruptamente, sintiendo como se desataba su cinturón de seguridad, abriendo la puerta, sobresaltándome, para luego sentir como abría la mía, tomando mi mano con suavidad desatando la otra mi cinturón, guiándome por un terreno inestable, maldiciendo un poco andar con calzado alto

-bien, hemos llegado...-ubicándose detrás de mi, susurrando cerca de mis oídos, desatando el nudo del pañuelo, no se que me sucede, mi piel se eriza ante este gesto, cuando la tela cae suavemente a mi pies, viendo como el sol se hace presente en gloria y majestad, sobre la suavidad del mar en calma mientras que la arena era un testigo de toda la belleza que se posaba sobre el

-estamos en la playa

-así es-reafirmo-el lugar perfecto para escaparnos ¿no crees?, tomo mi mano para ir hacia la arena cuando, comencé a caminar con dificultad por mi calzado que me había obsequiado la señora Black, siendo notado fácilmente por él

-¿problemas?

-¿eh? Si...pero no te preocupes enseguida yo...-sorpresivamente me alzo entre su brazos cargándome como si fuese un bebe

-le diré a mi madre que no te obsequie calzado tal alto

-¿Qué?, eso seria muy mala educación Diamante, decirle a tu mamá esa clases de cosas ¿y por que me cargas? Perfectamente podría haberme quitado los zapatos-solo sonrió

-es la excusa perfecta para que no te escapes...-comento restándole importancia

-¿Por qué lo dices?-mire a mi costado, viendo como había una gran casa frente a nosotros

-bienvenida a mi casa de veraneo...

-¿¿¿Qué????!!!!!

"...Nuestros caminos...ya han sido trazados...desafiamos el destino...al menos solo por un momento...seamos solo tu y yo..."

-¿casa de verano?-pregunto con espanto en los brazos del peli plateado, mientras este caminaba hasta la puerta de la cabaña que estaba frente a ellos

-así es, nuestra familia tiene varias propiedades en el país-comento, depositándola en el suelo delicadamente, mientras buscaba en su bolsillo el llavero ingresándola a la cerradura para abrir el interior de la casa, invitándola a ingresar

-wooo-fue la primera expresión de la rubia al ver tan elegante y bello lugar, esperaba un lugar mas tradicional, pero tal como la casa de Diamante, esta conservaba el estilo sofisticado que lo caracteriza –es muy bella

-gracias, esta casa le perteneció a mis padres, pero a los 15 años me la obsequiaron, asi que me hago cargo de ella –le explico

-¿Qué? tienes 16 años y ya tienes casa, un auto, definitivamente tu familia es única-comento sorprendida

-si...-suspiro-mi madre solo quiere que busque mi felicidad aquí...-termino de decir bajamente

-¿eh?

-no me hagas caso-le sonrió, tomando su mano para guiarla-te enseñare el resto de la casa, comenzando su recorrido, comedor, sala de estar, jardines, un bello balcón, piscina, una biblioteca y muchas habitaciones

-es fascinante...-giro como una niña pequeña-toda tu casa es muy hermosa-me encanto el balcón-dijo caminando hacia esa dirección, tenia una vista privilegiada al océano, mientras que el sus bordes era delicadamente adornado con flores blancas terciopeladas, tomando una de ellas con sus manos, en tanto Diamante miro hacia una esquina de la sala donde se encontraba ubicado un pequeño tocadiscos, preparándolo dejando fluir la música clásica captando toda la atención de la joven -¿un tocadiscos?

-si...-respondió- ¿me concederías esta pieza?-le extendió su mano, esperando su respuesta, ella sonrió con dulzura correspondiendo, con timidez, envolviéndola entre sus brazos en una danza lenta y romántica, aun así el cuerpo de Serena se encontraba tenso, su mente racional le hacia recordar el primer baile con el enmascarado hace tiempo, era muy diferente como aquella vez, ahora..., poso la cabeza sobre el pecho del peli plateado sintiendo el suave latir de su corazón perdiéndose en la melodía que escuchaba en sus oídos

-¿Por qué?...-pensó Serena-¿Por qué me siento tan diferente entre sus brazos? ¿Qué es esta sensación? ¿será porque seremos enemigos en el futuro?...-sus ojos se cristalizaron ante ese pensamiento, soltando sus manos para abrazarlo de manera inconsciente-no quiero...que eso suceda...

-¿Qué sucede?-se detuvo preocupado-¿te sientes mal?

-¿eh?-le miro a los ojos al momento en que la música se había detenido y para ellos el tiempo también lo había hecho, siendo tomada de la nuca delicadamente, mientras ella no oponía resistencia guiándola hacia sus labios en tanto Serena cerraba sus ojos chocando sus respiraciones en una mezcla de ternura y amor, cuando el sonido del teléfono celular de Diamante los hizo separarse de manera abrupta

Diamante, mal humorado contesto la llamada, respondiendo con monotonías "si" "no" "de acuerdo", cortando la llamada-era mi madre, quería saber que si estábamos bien

-que linda-respondió Serena-ella se preocupa mucho por ti –continuo dándole la espalda, encontrando en uno de los muebles unos auriculares probándolos enseguida –tienes gustos variados en la música...-lejos de lo clásico, esta era una mas contemporánea y llena de energía, invitándolo a bailar aquel estilo ella a él, tropezando cayendo ambos torpemente al suelo –lo siento...

-deja de disculparte...

-de acuerdo...

-quiero jugar a algo-le propuso

-¿Qué? ¿un juego?

-si-le sonrió- a las atrapadas –le miro con desconfianza –si te atrapo antes de que llegues a la playa, me harás un masaje en la espalda ¿Qué dices?

-¿y si gano?

-te comprare algo, lo que mas quieras, lo que sea

-¿enserio?

-nunca miento, pero no me subestimes, soy muy rápido-ella se puso de pie

-bien, pero tienes que cumplir tu promesa

-y tu con la tuya...-sonrió de lado –te daré 10 segundos de ventaja, uno..., dos...,-comenzó a contar mientras ella abrió la puerta comenzando a correr, para su mala suerte, no recordaba mucho donde se encontraba la salida, recorriendo varios pasillos, aun así al mirar hacia atrás no veía la presencia de Diamante por ningún lado, encontrando la puerta que daba justo a la playa, sonriendo felizmente victoriosa, girando la cerradura encontrándola bajo llave

-¿Qué?-grito con espanto y decepción, al momento un par de brazos masculinas la envuelven su cintura

-te atrape...

-eres un tramposo!-le reclamo

-soy el dueño de la casa, era obvio que te ganaría

-ESO ES TRAMPA!

-se llama estrategia, ahora debes pagar tu apuesta-le pidió, haciendo que ella se cruzara de brazos

-de acuerdo, terminemos con esto, recuéstate en el sofá, y allí te hare el masaje

-eso no princesa

-¿Qué?

-soy el ganador, mis juegos, mis reglas, me harás el masaje el lugar donde yo te diga

El sonido de las olas, la suave brisa marina, la arena cálida, una manta extendida sobre ella, y allí frente a los ojos de la rubia, Diamante se desabrochaba uno por uno los botones de su camisa, Serena desviaba la mirada avergonzaba mientras él se desprendía de la parte superior de su ropa revelando una ancha espalda, fuertes brazos y vio un perfecto abdomen entrenado, haciéndola tragar en seco mas de una vez, no pudo evitar mirar aunque sea de reojo

-bien, te espero-se recostó allí para esperarla, acomodando sus manos sobre su cabeza cerrando los ojos

-lo se! Lo se! –dijo completamente ruborizada, llevando sus manos temblorosas a la espalda del peli plateado rozando con suavidad su piel, con la yema de sus dedos, Diamante por su parte, sintió una corriente eléctrica que recorrió cada milímetro de su ser, gimió bajamente al sentir aquel pequeño contacto placentero que le otorgaba las manos de la rubia recorriendo su espalda, sumergiéndose lentamente a un profundo sueño

"...-Serena...Serena...-llamaba a la chica quien corría frente a él, persiguiéndola como si se tratase de otro juego divertido, cuando esta cae sorpresivamente en los brazos de su novio, Darien Chiva-¿Qué?

-lo siento Diamante, no puedo estar contigo...-le confeso, mientras Darien le tomaba la cintura con fuerza-él es mi destino, no tu...

-pero tu...pretendes quedarte así como así! ¿lo amas?

-es el destino...

-no! No lo tolero! Quiero que seas feliz!

-entiende, Diamante-intervino el moreno-lo nuestro es trazado desde la antigüedad, no te metas

-¿Qué dices imbécil?-empuño las manos enfurecido –Serena! ¿Cuál es tu decisión?-le pregunto a la rubia mientras ella solo sonrió con amargura

-es él...-ella le tomo las mejillas al príncipe de la Tierra para entregarle un beso apasionado, alejándose de él desapareciendo de u vista

-no! Espera! Serena!-le grito en medio de la oscuridad, golpeando el suelo colérico

-que patético que ves

-¿Qué? ¿Quién eres? Muéstrate ante mi!-le exigió poniéndose de pie

-¿me exiges? –le respondió irónico, apareciendo frente a él, una versión de él mismo, su antiguo yo, vestido con su usual atuendo de impecable blanco y su capa purpura

-¿Quién eres?

-yo soy tu...-respondió

-¿de que estas hablando? ¿Dónde esta Serena?

-tu y yo deseamos lo mismo-le sonrió de lado

-¿Qué?

-Qué ella sea nuestra...-contesto

-no! Yo no quiero nada con ella

-te estas mintiendo a ti mismo, ambos la deseamos, que ella este en nuestros brazos, que seamos los únicos quienes pidan sus labios, que grite nuestro nombre cuando la llenemos de placer

-ya basta! déjame en paz! Lo único que quiero es que ella sea feliz...

-¿ves que te mientes a ti mismo?, da igual lo que pienses, en el pasado y el presente, siempre estaré a tu lado, porque tu eres yo...-respondió regresándolo a la realidad, haciéndolo despertar con un sobresalto

-¿Qué sucedió?-se pregunto mirando hacia todos lados

-mi masaje estuvo mal ¿verdad?-le pregunto una confundida Serena mirándolo entristecida

-¿Qué? pero...-miro hacia todos lados nuevamente encontrándose sobre la arena, el sonido de la playa era tan real y tangible, recuperando su respiración, abrazando a la joven con rapidez me alegro que estés bien

-claro que si...¿Qué sucede?

-yo...-le miro contemplando su belleza, y su mirada inocente, aquellos ojos que lo habían atrapado como una inocente presa a sus pies sin que ella se diera cuenta, acercándose a sus labios con suavidad, para besarlos con timidez y ternura, mientras ella solo cerro los ojos ante la acción tan repentina del peli plateado, lo sabia, había sentido el sabor de sus labios antes, sin embargo, nunca se imagino que correspondería ante un beso que en un primer momento la obligo en el pasado siendo rescatada por Darien, separándose a los pocos segundos, mientras ella aun se mantenía sin mover ni un musculo –lo siento...me deje llevar...

-Diamante!-se cubrió sus labios con ambas manos-yo...-se excusaría sin embargo, no contaba que fue tomada de su muñeca siendo jalada hacia atrás, posicionándose él sobre ella con una mirada profunda de deseo

...es tuya...

...toma ahora lo que es tuyo...

Escucho dentro de su mente, acercándose nuevamente a sus labios deteniéndose de manera abrupta-no!-se grito así mismo, jalándola delicadamente, para que se sentara –lo siento...te prometo que no volverá a pasar...

-Diamante...-se puso de pie sin decir ni una sola palabra ni si quiera un reclamo de su parte, para regresar a la casa en un paso silencioso, cerrando la puerta detrás de ella, recargándose sobre ella, llevándose sus dedos hacia los labios cerrando los ojos-esto esta mal...-cerro sus ojos -¿Por qué...? ¿Por qué con Diamante es tan diferente?...

Por otro lado casi al anochecer, Luna regresaba a casa de Serena con el fin de hallar una pista para encontrarla y así avisarles a los demás, sin embargo, al entrar casi se cayó de sorpresa al ver a la joven princesa sentada en la sala con suma tranquilidad tomando una taza de té en compañía de su padres

-¿Serena?-se acerco a ella perpleja al momento en que quedo sola en la sala-¿Dónde estabas? Estábamos muy preocupados por ti

-Darien me planto! ¿Qué querías que hiciera?

-te estábamos buscando, todas estábamos muy preocupadas por ti, Serena...¿Dónde estabas?

-ya no importa, estoy en casa ¿no?, después hablare con Darien y las chicas, me iré a la cama-se puso de pie para dirigirse a su habitación, mientras subía las escaleras la pequeña gatita pudo notar, como procedía arena de sus zapatos dejándola aun mas confundida, en tanto Serena se recostó mirando el techo del cuarto dirigiendo su mirada al jarrón donde tenia las rosas blancas que le habia obsequiado, recordando las palabras que le dijo antes de llegar a casa

-por favor no me odies por lo que paso allá-se volvió a disculpar Diamante al detener el vehículo-yo...

-gracias-le interrumpió besando su mejilla, para bajar rápidamente del vehículo-por el día de hoy...-le sonrió 'para correr en dirección a su casa, así fue como nuevamente recostada en su cama, se llevo nuevamente la yema de sus dedos a los labios-gracias por el día de hoy Diamante... 

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