Capítulo 1
Era temprano, en un hermoso y boscoso pueblo lejos de cualquier castillo o dominio de algún rey.
El aire de la mañana movía en una ligera danza las hojas de los árboles, incluso podía verse un poco de neblina y nieve en el suelo.
Aunque fuera muy temprano para que alguien estuviera levantado, ya había movimiento alrededor. Los aldeanos comenzaron con sus tareas diarias y así terminar antes de que cayera la noche. Oscurecía temprano. No era de extrañarse que las noches fueran más largas, ya que el invierno había llegado.
Hace ya 13 años que ocurrió la masacre de los Uchiha, del cual solo quedó un sobreviviente. Uchiha Izuna un joven de ahora 18 años, no solo es conocido por su clan, si no por su extraordinaria belleza, teniendo una piel clara; haciendo contraste con su cabello negro largo azabache y un par de ojos tan negros como la noche misma, siendo uno de los más bellos donceles del pueblo.
Fue criado por la familia del líder de la aldea; Senju Butsuma, quien ya contaba con dos hijos:
Senju Hashirama, el mayor con 20 años, siendo uno de los más hermosos donceles, se le es fácil de identificar por su cabello largo y castaño, haciendo conjunto con sus hermosos ojos color avellana y su piel morena, la cual le daba un toque tierno y seductor a la vez. Parecido a su padre.
Senju Tobirama, el segundo hijo con 18 años. Es un varón de piel blanca, cabello corto igualmente blanco, contrastando con sus ojos de un color rojo intenso, y tres marcas rojas, dos en sus mejillas y una en su barbilla, haciéndole resaltar su hermoso atractivo. Muy parecido a su difunta madre.
Ahora más que nunca, se escuchaban los rumores sobre quienes serían los afortunados esposos de esos bellos donceles. Ya que hace poco, él Senju mayor dio a conocer que esta temporada casaría a sus hijos, aunque no dijo nada del último Uchiha.
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Como todas las mañanas, Izuna salía a pasear saludando a todos en el pueblo. Aun después de su triste pasado, es un joven alegre y carismático, todo lo contrario a su antiguo clan, el cual se destacaba por su enorme orgullo y seriedad.
Paso por uno de los puestos y se detuvo al ver a un castaño preocupado.
—Hashirama ¿Qué pasa?
—Oh Izuna-chan —se acerca al menor y lo abraza—. No es nada. Solo que no encuentro a Tobirama. ¿No lo has visto?
El moreno suspiro. No era la primera vez que Tobirama desaparecía.
—En realidad no. No lo he visto en toda la mañana.
—Ah! Ese Tobi-chan ¿Dónde se habrá metido? —se pregunta a sí mismo, para después mirar con esperanza a Izuna—. ¿No sabes donde pueda encontrarlo?
—Mm... —se toca ligeramente la barbilla con su mano, pensando—. Tal vez... este con él herrero, hace poco que Butsuma-sama le pidió un encargo. Seguro fue a recogerlo.
—¡Tienes razón! Gracias Izu-chan. —se despide y se va rápidamente con él herrero.
Ríe ligeramente y se va en dirección al viejo molino.
Aunque no pasó mucho tiempo con su familia, consiguió otra con el clan Senju y un par de hermanos con los hijos de Butsuma, Hashirama y Tobirama. La cual fue de gran ayuda al perder no solo a su familia, si no a su clan completo.
Llega al molino sonriendo. Entra y cierra tras sí, Butsuma-sama le había pedido traer algo para la cena de esta noche, ya que la caza y semillas se guardaban ahí.
Estaba algo oscuro, el molino no tenía ventanas; así impedían que los alimentos se pudrieran, y siendo este siempre frío, no había problema.
De repente, siente como unos fuertes brazos lo toman de la cintura y lo llevan cerca de una pared, acorralándolo ahí mismo.
Él desconocido pasa una de sus manos por su suave rostro, dejando un exótico olor a menta y pino. Reconocería ese olor en cualquier parte.
—Izuna, te habías tardado... —dice una voz con dulzura y deseo.
—Tenía que perder a tu hermano. —dice con una sonrisa—. Te está buscando...
El peliblanco sonrió. Ya llevaba algún tiempo en el molino, no era de extrañarse que su hermano lo estuviera buscando.
—No vendrá hasta acá. Sabe que no me gusta estar en él molino.
—¿Enserio? Entonces... ¿Por qué siempre nos encontramos aquí?
—Solo porque aquí puedo estar con la persona que amo.
Él albino colocó su mano derecha sobre las caderas del azabache, deslizándola libremente por él muslo del Uchiha, levantando su pierna acomodándose entre estas.
Después se acerca para continuar con un beso lleno de pasión y deseo, mientras el albino con su mano izquierda empieza a desabrochar el kimono del doncel.
Sus lenguas húmedas y suaves se deslizan libremente por su cavidad vocal de su compañero. La respiración de ambos se volvía cada vez más agitada, pronto se notaría una evidente erección en ambos.
Él deseo y la necesidad de ambos iba en aumento, el primero en ceder fue Tobirama comenzando a frotar su creciente erección por la entrada virgen del doncel, haciéndolo gemir de deseo, mientras deslizaba sus labios en el cuello del Uchiha y dejaba pequeñas marcas casi invisibles a su paso.
—Ahh Tobi...
Mientras lo seguía embistiendo, él Senju con su mano libre, levantó él kimono del Uchiha tomando su miembro palpitante comenzando a masturbarlo.
Los gemidos de Izuna se hicieron más fuertes, el clima del molino empezó a tornarse más caliente. El clímax estaba cerca y con eso en cuenta Tobirama aumento la velocidad de las embestidas sincronizando con el movimiento en su mano.
—Ahh.. Ahhh...Aahh... Tobirama. —gime él Uchiha.
—Mmm.. Ah! Izu... —dice, volviendo a atrapar sus labios.
Ambos estaban a punto de venirse, cuando Hashirama toca la puerta.
—Grgrrm... —carraspea, anunciando su presencia—. Perdón por la interrupción, pero nuestro padre solicita nuestra presencia en la reunión con los líderes.
—De acuerdo... —responde, con algo de dificultad—, en un momento vamos...
—Bien. —dice, para finalmente comenzar a caminar a su hogar.
Ya pasaron dos años desde que ambos declararon sus sentimientos; desde niños ellos convivieron como hermanos, solo que no esperaron enamorarse.
Desde entonces se encuentran en lugares privados.
Esto solamente lo sabe Hashirama, quien más de una vez los a atrapado, impidiendo que lleguen más lejos.
Poco después de que Hashirama se fuera, la pareja se acomodó sus prendas en absoluto silencio. No era extraño que él Senju los interrumpiera, era entendible, ya que su relación no la dieron a conocer y si llegara el caso en él que comprometieran a Izuna, sabrían que ya no es virgen. Llevando a una completa deshonra a él y a la familia Senju.
—Izuna yo...
— No Tobirama, no digas nada —lo interrumpe, acercándose al albino—. Sabemos que era lo mejor, si hubiéramos llegado más lejos... —suspira con tristeza.
—Izuna... —llama a su amado, tomando sus manos con delicadeza—. Después de esta reunión con los jefes, le diremos a mi padre de nuestra relación.
El moreno abrió grande los ojos, sorprendido.
—Tobirama, sabes que no lo aceptara. Él ya tiene pensado casarte con alguien más.
—Lo sé, pero no voy a quedarme de brazos cruzados mientras veo como mi padre te compromete con alguien más. —baja un poco la mirada—. No podría soportar perderte.
—Y no lo harás —asegura el doncel, sonriendo ligeramente—.Sabes perfectamente que te amo a ti, y solamente a ti...
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Un grupo de hombres se encontraban sentados en la gran mesa, la cual era antes de sus antiguos líderes. Era aún de día, normalmente se encontraban dormidos a esta hora, pero necesitaban resolver el problema que enfrentaba su especie.
—Tajima, no queda más tiempo. —dice uno de los presentes—. Si no liquidamos al clan Senju, todos terminaremos muertos.
—Corrección. —interrumpe el líder—. Nosotros ya estamos muertos...
—Además... —agrega un joven sentado a su lado—. No podemos atacar a la aldea, es nuestra principal fuente de alimento. Si atacamos, tuviésemos que trasladarnos. Y los climas con altas temperaturas no van muy bien con nuestra piel.
Más de uno de los presentes río por el comentario sarcástico. Si, él sol no solo les dañaría la piel, los podría incluso destruir.
—Con todo mi respeto, Madara —dice con frialdad—. Pienso que es mejor terminar con ese pueblo de una vez, ya que fue el principal responsable de nuestro estado actual.
—Aun así —responde el Uchiha—. No podemos terminar con ese pueblo. Recuerda que él último de nuestro clan se encuentra ahí.
—O sí —recuerda, sonriendo con cierta malicia—. Ese lindo doncel...
—Cuidado Kagami —le advierte Tajima, con voz seria—. Mi hijo no tiene nada que ver con esto. No se te ocurra acercarte.
—Claro que no Tajima-sama. Se muy bien que tu hijo es intocable, pero hay que admitir que tiene una belleza única.
—Si lo sé. Así al menos no tendrá problemas en casarse y poder restablecer nuestro clan —dice, al mismo tiempo que se levanta de su asiento—. Si eso es todo, doy por concluida la reunión. Falta poco para él solsticio así que, a prepararse y estén alerta. Ya que él clan Senju está haciendo de las suyas. Pueden irse...
La gente se levanta de sus acentos, comenzando a retirarse, después de dar una reverencia a su líder.
(...)
La sala quedó totalmente vacía, salvo por dos personas que aún se encontraban ahí.
—Padre.
—Lo sé... —responde, sabiendo lo que dirá su hijo—. Tendremos que tomar medidas, Madara. Tendrás que cuidar a tu hermano, al menos hasta que pase él solsticio de invierno. Puede que Kagami vaya tras él.
—Entiendo —hace una reverencia—. Me retiró.
—Una cosa más... —lo detiene—, alejarte de ese doncel —advierte, sabiendo perfectamente que su hijo sabría de quién hablaba—, sabes muy bien que no podemos relacionarnos con humanos.
—Lo se padre, solo es diversión. —responde con una sonrisa ladina.
El mayor simplemente suspiro.
—De acuerdo, puedes irte.
Madara se retira, dejando sólo a su padre con sus pensamientos.
No era imbécil, sabía perfectamente que su hijo se había obsesionado con un doncel de la aldea. No solo quería a ese Senju para un simple revolcón, quería hacerlo su pareja. Conocía muy bien a sus hijos, ellos no son de tener parejas por diversión, si no por algo más.
Solo faltaba ver qué les deparaba el futuro.
Créditos a Bj43romantica por haberme ayudado en el mini lemon xD
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