I. Un adiós es recibimiento a un nuevo inicio.

Introducción.

苦味 || Nigami || Amargura

El cielo era obscurecido por las grises nubes que se esparcían poco a poco hasta tapar los rayos que emitía el sol. Había una ligera ventisca helada llevándose hojas de los arboles consigo.

En la ciudad, se vislumbraban a las personas sacando sus paraguas deduciendo que dentro de unos momentos llovería. Otros por lo tanto, apresuraban el paso para refugiarse en sus hogares para no mojarse y enfermarse. Las calles estaban repletos de autos, avanzando tranquilamente, sin apresurarse ya que ellos no tendrían problema ante el repentino clima.

Y en medio de tales advertencias, se encontraban dos personas en una banca sin moverse o siquiera preocuparse por aquello. Un albino y otro chico moreno, con un peculiar peinado, estaban sentados en una de las bancas que ya hacían en medio del pasto verde y arboles a su alrededor. Ellos miraban el panorama distraídamente. Pensando y reflexionando, en sabe que cosas. O, al menos eso hacia Killua.

Pensar.

Tal vez, pensar demasiado. Solía darle muchas vueltas a las cosas. Pero, era algo que lo definía como persona. Cada quien es diferente ¿no? Pues, el es así.

Iba a llover.

Repetía lo evidente.

Estaba nervioso.

Por supuesto que lo estaba. No todos los dias vas con tu crush a confesarle tus sentimientos.

Además que un día lluvioso, no es buena señal para el amor. Es un mito popular, cabe decir. Nunca pensó que alguna vez lo experimentaría, ni siquiera la idea había cruzado a su cabeza hasta ahora...

Solo deseaba que no todo terminara en amargura, por que realmente amaba la lluvia.

Estaba inseguro.

Su mente lo estaba, tenía miedo de dañar a su corazón. No sabia como se sentía, y no espera descubrirlo.

Sin embargo su corazón revoloteaba de emoción, no dejaba de latir. Le decía que todo saldría bien, que no pasaría nada y que todo iría bien.
Su mente le decía lo contrario.

Por primera vez decidió escuchar a su corazón.

A su lado, se encontraba un chico alto, mas o menos de su estatura, moreno con musculatura decente podría decir.

Ok, lo admitía, babeaba por aquel cuerpo.

Era inevitable, lo conocía desde que eran chamacos de 14 años y el muy traidor se desarrollo mejor que ni él, mejorando su físico convirtiéndose en la persona mas sexy que haya conocido. La pubertad se le había dado bien.

Mas allá de eso, lo amaba.

Además de nervioso, ansioso. Genial.

De la persona de quien hablaba lo miraba fijamente, dándose cuenta que había sido pillado lanzando miradas ligeramente atrevidas ante el incómodo ambiente que el mismo creo.

— Y bien, ¿para que me citaste? — su voz salio grave y áspera.

Mentiría si diría que no amaña su voz.

«—Quiero confesarte algo... —»

Su corazón empezó a latir, hablando desde el fondo.

— Quiero invitarte a una reunión... Importante, al menos, para mi. — sus palabras hacían hueco en su pecho.

«— No me odies por hablarte sobre mis sentimientos... —»

Su corazón pedía que terminara la frase, que lo gritara a los cuatro vientos, que lo sacara.

— En un mes es mi boda, quería decírtelo personalmente.— Decía, desanimado, apenas se oía su voz en medio del sonido de las plantas y arboles moviéndose por el inminente viento.

Y, es cuando uno se da cuenta, que esos son pensamientos pasados, no actuales.

No tenían expresión alguna.

Nunca se voltearon a ver.

Ni siquiera se inmutaron a mirarse.

No hicieron colisión los ojos avellana y los de el.

La tensión se volvió mas contundente al escuchar las palabras del contrario.

«Felicidades» esperaba, al menos.

Pero, sucedió lo contrario.

— Me comprometí con Retz —. Palabras frías fue algo que nunca creyó escuchar, sobretodo de el.

— Me alegro —. No, no era así.

Pues estaba destruido por dentro.

A tal grado que creía que si no se iba pronto, sus lágrimas lo delatarían.

El peliverde se levanto de repente, llendo se por el camino izquierdo, que daba hacia una de las salidas del parque.

Killua no espero más, imitándolo se dirigió a el camino contrario.

En medio de su caminar pararon.

Su corazón no pudo más y expulso un "me gustas".

El tiempo se detuvo para ambos.

Sus declaraciones se oyeron al unisono, y un eco sonó en sus cabezas.

Nunca espero que sus palabras fueran devueltas a sus espaldas.

Volteo con asombro plasmada en la cara. Vio el rostro de Gon, dolor y afligidad era lo que lograba identificar en su expresión. Y, al igual que el, lo miraba con sorpresa.

Empezaron a caer gotas de repente.

No supo diferenciar entre sus lágrimas y la lluvia; ya que ambas sabían saladas.

«Acercarte».

Pedía su yo interior.

No, se quedo ahí sin decir nada. Y no solo el, sino ambos. Solo mirándose uno al otro.

Estaban en el mismo estado; jodidos.
Pensaba el albino.

— Somos unos idiotas — Expreso Killua.

«Debiste decirlo antes» quería decir, sin embargo ya no había vuelta atrás.

Y ellos lo sabían perfectamente.

— Cuida de Zushi — siguió su andar, dándole la espalda.

— Igualmente, cuida de Retz. — Su voz sonó entrecortada pero firme.

¿Por que lo decía? Era tonta la pregunta, pues la respuesta era evidente: aquello era una despedida.

Que esa fue la ultima vez que volvió a ver la mirada que le trajo luz a su vida.

Le dolía pero, ¿de que quejarse?

Así decidieron vivir.

Así lo decidió el destino.

Y todo estaba bien, por que cumplirían sus sueños.

Gon tendría su familia soñada.

Killua se casaría de blanco, tal cual deseaba desde que tiene memoria.

Si ambos tendrían lo que querían, ¿por que su felicidad era amarga?

Y, una vez mas bajo la lluvia, el mismo pedido que por generaciones han suplicado, desearon.

Reencontrarse.
Ser felices.

El hilo rojo que los tiene unidos ya esta desgastado, obteniendo otra oportunidad.

En este caso la ultima.

Tienen solo una vida para cumplir el deseo de sus antepasados.

💚🔥 Deseo ❄💙

Como quien dice esto es la introducción de la historia, no escribo muy bien, pero lo hago con mucho amor y dedicación. La verdad ya tenia ganas de hacer alguna obra sobre este shipp 😁

Publicare una vez cada dos meses es lo mas probable, pues tengo otras historias pendientes xdd

Aunque, en realidad es algo impredecible, no hay fechas, ya dependerá de la inspiración o las condiciones en las que me encuentre.

Los capítulos, no suelo hacerlos ni muy largos ni muy cortos. Como decía, ya dependerá de la inspiración.

Antes de despedirme, quería darles las gracias por leer esta historia. Por cierto, adoro que comenten, pues eso me motiva mucho, ¡mucho!

En fin, los dejo, y de nuevo les agradezco. Pues me hace feliz que haiga personas a las que les gusta mi contenido y aprecia mi esfuerzo ❤

Uravity- neko fuera ❤🤍💚

Nota: Adoro las historias sobre el desamor.

Palabras: 1131.

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