Capítulo 7
Saihara nuevamente estaba lloraba en sus sueños, aquellos que parecían tan reales, parecía que sería una especie de maldición ya que esos sueños los tenía desde que Ouma había llegado. Pero los días eran hermosos, los días donde los dos convivían, de igual manera le había ayudado bastante, incluso lo motivó a seguir estudiando. Estudiaba todas las noches cuando Ouma dormía para poder convivir con él lo más posible, era una sensación de tranquilidad cuando estaba él aunque los sueños no pararan.
Kokichi: ¿Aún sigues despierto?
Shuichi: Voy hacer un examen mañana, si a pruebo voy a poder terminar y ser por fin un detective, aunque ahora sea un novato y no "el definitivo"
Kokichi: Vaya que cambiaste mucho desde que vine aquí, hasta noto que volvió el brillo en tus ojos.
Shuichi: Todo te lo debo a ti, gracias.
Kokichi: Eso no borrará lo que hice.
Shuichi: Deja de culparte por eso, todos fuimos manipulados de cierta manera, tú realmente no eras así.
Kokichi: Supongo que tienes razón, no puedo hacer nada por los que ya murieron, pero sí por ti.
Shuichi:Hiciste mucho por mí, me salvaste la vida, estaba dispuesto a morir sin importar qué.
Kokichi: ¿Ahora no quieres morir?
Shuichi: No, quiero pasar el resto de mis días contigo.
Kokichi: Shuichi...
Ouma lo abrazó fuertemente sin decir nada más, Saihara correspondió quedando sorprendido pero feliz, al momento de separarse en esos momentos Ouma estaba llorando, pero no como hacía antes, se notaba que eran lágrimas verdaderas.
Shuichi: ¿Qué tienes?
Kokichi: Es el adiós Shuichi.
Shuichi: ¡¿De qué estás hablando?!
Kokichi: Miraba como todos se iban, pero yo no podía, tenía que hacer algo, tenía que verte feliz, siempre.
Shuichi: Tú eres mi felicidad idiota, note vayas, ¡por favor!
Kokichi: No me iré, estaré siempre contigo, tú estás avanzando, superaste la depresión.
Shuichi: Gracias a ti.
Kokichi: Ahora por mí, vive.
Saihara abrazó fuerte a Ouma sin quererlo soltar nunca, estaba intentando aferrarse a él sintiendo cómo ahora parecía que se estaba abrazando así mismo.
Kokichi: Quizás... El mundo nos deje estar juntos en otra vida.
Shuichi: Te voy a encontrar, en esa vida no voy a dejarte ir.
Kokichi: Te amo.
Fueron las últimas palabras que escuchó Saihara de Ouma, cuando abrió los ojos no había nadie. Saihara gritó echándose al piso, pero no lloró, ya no quería hacerlo, si Ouma quería que viviera lo haría, por él y por los demás, ahora sabía que habría alguien quien estaría muy triste si se iba.
Shuichi: Está bien Kokichi.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top