Capítulo 1

FLUKE

De nuevo está aquí, año tras año sin dejar uno. Odio la navidad, esa época en la que debo ser un poco más falso de lo que lo soy a diario. Debo hacer que crean que les deseo lo mejor, que me interesa lo más mínimo sus vidas, cuando no es así en absoluto. Me encantaría que el mundo me tragara el 23 de diciembre y me escupiera en enero para no tener que pasar por este trago tan amargo.

Salgo de las oficinas del emporio que mi padre me legó y del que me debo hacer cargo, odio este trabajo, en mi círculo se vive solamente de las apariencias, y me preguntaréis si es un negocio de moda es lógico, pero no lo es. Llevo una empresa inversora, o sea cogemos dinero de los demás, lo invertimos y ganamos más dinero. Cuanto más dinero tienes más debes cuidar tu imagen y reputación. La sociedad te dicta como ser y cómo actuar, nada de lo que ocurre a mi alrededor es verdadero, tampoco yo lo soy.

En cuanto piso la calle un hombre disfrazado con un traje rojo y una barba blanca, se acerca hasta mí y me dice:

- ¿Y tú que le pides a la navidad?

-No me gusta la navidad y yo tampoco a ella, pero si pudiera le pediría poder vivir otro tipo de vida- le digo y me alejo rápidamente por la acera hasta mi coche.

Hoy es un día especialmente frío que solo acentúa el frío que siento por dentro, la nieve no quiere caer, pero la carretera está helada y el coche de repente derrapa y pierdo el control totalmente. Es extraño, pero pienso que si muero en este momento no me importaría y ese simple pensamiento rompe mi corazón. Doy vueltas fuera de control y el coche se estrella contra un poste de la luz con una fuerte colisión que hace que mi mundo se torne negro por momentos.

Oigo sirenas a lo lejos vienen a ayudarme, pero ya no importa demasiado me he rendido y nada más tiene sentido para mí. Vuelvo a sumergirme en la cómoda oscuridad esperando no volver a despertar.

OHM

Mi primera visita a Nueva York no está yendo como me lo imaginaba, las calles están heladas y el humor de los neoyorkinos no es mucho mejor. Acabo de salir de una cafetería y me dirijo al hotel a descansar un rato, mañana tengo una reunión a primera hora con la cadena de supermercados que quiere vender mis productos a nivel nacional. Sinceramente es algo que solo me he planteado porque mi prima me ha convencido que es lo mejor para ampliar mi negocio.

En realidad, todavía no sé si ampliar mi granja sea lo que realmente quiero, no quiero perder la ilusión ni las ganas de hacer las cosas bien, si crecemos mucho nos convertiremos en lo que siempre he odiado, los grandes conglomerados alimenticios. Mi granja es mi orgullo, mis productos son de primera calidad, ecológicos y sostenibles y quiero que siga siendo así.

Voy metido en mis pensamientos con el abrigo calado hasta las orejas, hace un frío de muerte, pero sigue sin nevar, tenía ilusión de ver la nieve caer sobre Nueva York. Entonces de repente escucho un frenazo y unos faros que me deslumbran vienen hacia mí resbalando por el hielo de la calzada. Después un golpe sordo y nada más, mil estrellas estallan tras mis ojos y mi realidad se funde en negro.

FLUKE

Mi mente está en una nube, escucho fragmentos de una conversación, una voz masculina, y muy bonita he de admitir, me cuenta algo que no entiendo bien.

-Hola, espero que puedas oírme, dicen los médicos que hablarles a las personas en coma es bueno. Pero llevo un mes hablando contigo y todavía no he conseguido una respuesta por tu parte. Pero soy bastante testarudo así que no te librarás de mí hasta que despiertes.

Como te iba contando ayer antes que nos interrumpieran, mi vaca Alicia ha tenido un ternero. Es precioso y muy juguetón, pero esperaba que no heredara el carácter de su madre, está muy claro que no he tenido suerte con eso.

Esta tarde vendrá el veterinario a la granja a examinarlo y ponerles las vacunas pertinentes. Por lo demás todo sigue igual, la chica de la tienda de piensos sigue echándome los tejos, no se da cuenta de que a mí las mujeres no me van, esto es un pueblo, al fin y al cabo, y no espero que lo entiendan del todo. De momento solo te lo he contado a ti, espero tener el valor de decírselo a mis padres cuando vengan para navidad, deberías despertar para ese entonces y echarme una mano con eso.

¿En coma? ¿Un mes?, ¿su vaca se llama Alicia? ¿Desde cuándo hay vacas en Nueva York? Miles de preguntas se arremolinan en mi mente confusa, intento abrir los ojos y enfocar a la persona que me habla. Mi visión es borrosa y mi garganta parece hecha de serrín, intento hablar, pero mi voz no me responde. Trago saliva con dificultad y logro articular unas palabras.

- ¿Quién eres tú? - le pregunto al desconocido que me mira como su hubiese visto un fantasma.

Su pelo es negro como el carbón, brillante y muy suave. Sus ojos son tan negros como su pelo y profundos como nunca antes había visto. Me mira con sincera felicidad, pero yo no le he visto en mi vida, así que no sé porque está tan feliz.

-Has despertado- me responde como si eso fuese lo último que esperara que pasara hoy.

- ¿Dónde estoy? - sigo haciendo preguntas, pero no obtengo respuestas.

-En el hospital, llevas en coma un mes, te trajeron después de tu accidente- me responde al fin.

- ¿Dónde están mis padres?

-No lo sé, no tenías documentación y ni siquiera sabemos cómo te llamas- me responde.

- ¿Y tú quién eres?

-Soy Ohm, soy voluntario en este hospital, vivo cerca de aquí. ¿Cómo te llamas? - me dice.

-Soy Fluke- le respondo.

-Fluke encantado de conocerte, ¿tienes apellido?

-Fluke...- intento recordar mi apellido, pero no me acuerdo. Sé que vivo en Nueva York, que tengo un hermano y que mis padres viven en Philadelphia.

-No me acuerdo- le confieso.

-Debe ser normal después de pasar tanto tiempo en coma, voy a llamar al médico- me dice mientras sale disparado a avisar a una enfermera.

Enseguida vienen las enfermeras a sacarme sangre y a hacerme mil pruebas y mil preguntas que no puedo responder. Apenas recuerdo nada de mi pasado, solo sé mi nombre y poco más. Es muy frustrante y a la vez es como si sintiera que en realidad no quiero acordarme de la persona que era, es muy confuso.

- ¿Recuerdas dónde vives? - me pregunta el doctor.

-Vivo en Nueva York en Park Avenue- le respondo.

- ¿Nueva York? ¿Y qué haces en Texas? - me mira con curiosidad.

- ¿Texas?, tuve un accidente de tráfico en Nueva York, no he estado en Texas en toda mi vida- le respondo algo aturdido.

-Fluke estamos en Fairview, Texas- me suelta.

Mi cabeza va a estallar, estoy en un pueblo perdido de Texas, sin documentación, sin dinero y sin saber cómo coño he llegado aquí.

-Doctor necesito hacer una llamada, ¿podría dejarme su teléfono? - le pido.

-Claro, aquí tienes- me dice tendiéndome su móvil.

Marco el número de mi madre y una voz me dice que está fuera de servicio. Lo intento con el de mi hermano y más de lo mismo. Esto tiene que ser una broma, lo vuelvo a intentar con mi madre, pero no tengo suerte. Le devuelvo el teléfono al doctor y me dice que lo intente más tarde.

En cuanto el médico se va entra Ohm y me pregunta si estoy bien. Este hombre que es un extraño para mí parece realmente preocupado por mi bienestar.

-Estoy bien Ohm, gracias por preocuparte por mí y hacerme compañía este tiempo. No puedo recordar casi nada de mi vida y me siento muy extraño- le respondo.

-Seguro que pronto recordarás y podrás volver a tu casa- me dice.

-Eso espero yo también.

-Me tengo que ir, el veterinario va a pasar a ver a mi nuevo ternero y no quiero hacerlo esperar- me dice.

-Claro, gracias de nuevo Ohm y dale recuerdos a Alicia- le digo.

- ¿Te acuerdas de mis charlas? - me dice emocionado.

-Me acuerdo de que me hablabas de Alicia y de que es muy testaruda- le cuento.

-Sí, lo es- me dice sonriéndome con la sonrisa más dulce que haya visto jamás.

- ¿Podrás venir mañana? - le pregunto, es mi único amigo aquí y estoy algo asustado.

-Claro, vendré sin falta, ahora me tengo que ir, que descanses Fluke- me dice.

-Hasta mañana Ohm, gracias de nuevo por todo- me despido.

Paso el resto de la tarde en rehabilitación, el fisioterapeuta es un hombre serio y exigente que me machaca sin remordimientos.

-Cuando recuperes tu musculatura me lo agradecerás- me dice, pero yo ahora mismo no puedo agradecerle nada en absoluto, lo odio con toda mi alma.

Después de mi terapia o castigo, no sé bien como tomármelo, me espera la noche que se me hace eterna, solo intento recordar que ha podido pasar para que esté en este lugar. Lo último que recuerdo es estar en mi coche y estrellarme contra un poste. No sé mi apellido, ni donde trabajo, si es que lo hago, recuerdo que vivo solo en Park Avenue así que de algo debo vivir. He intentado llamar a mi madre y a mi hermano, pero ha sido inútil, esto es tan extraño, recuerdo solo pedazos inconexos de mi vida y lo más raro de todo es que nada me empuja a querer recordar. La enfermera viene a darme un tranquilizante y poco a poco voy cayendo en un sueño pesado que me da un poco de tranquilidad.

-Despierta bello durmiente- oigo una voz familiar entre las nubes del sueño.

Abro los ojos y unos brillantes ojos negros me devuelven la mirada. Es Ohm que ha venido a verme como prometió, no sé porque me sorprende ese hecho, no debo estar acostumbrado a que la gente cumpla sus promesas.

-Buenos días- le digo.

-Casi tardes perezoso, ¿no es suficiente con un mes que necesitas más tiempo de descanso? - me dice burlón.

- ¿Qué hora es? - le pregunto bostezando.

-Las ocho de la mañana- me contesta con una sonrisa.

- ¿Las ocho? ¿y eso es tarde para ti?

-Cuando tienes una granja te levantas con el alba, yo ya llevo tres horas en pie. ¿Tienes hambre? - me pregunta con una sonrisa. ¿Este hombre siempre tiene esta energía?

-Mucha –le digo.

-Entonces déjame invitarte a desayunar y después te acompaño a tu rehabilitación- me dice.

-Necesito una ducha y cambiarme de ropa, ayer las enfermeras me trajeron un chándal y algunas camisetas, me cambiaré e iremos a desayunar- le explico.

-Perfecto entonces, te espero aquí.

Tardo menos de quince minutos en cambiarme, todavía siento mi cuerpo algo débil, mi musculatura está deteriorada por el mes en cama, pero no necesito una silla de ruedas y doy gracias por eso, no quiero que Ohm me vea de esa manera. No sé porque me preocupa lo que piense sobre mí, pero así es.

Desayunamos en la cafetería del hospital y me cuenta que tiene una granja en las afueras del pueblo, vive solo pero su prima y su marido viven muy cerca de su granja. Sus padres viven en Oregón y solo los ve dos veces al año con suerte. Escucho todo lo que me cuenta con atención, me gusta saber más de él y de su vida.

- ¿Qué tal Alicia? - le pregunto.

-Ya está recuperada y tan testaruda como siempre- me responde.

- ¿Y su ternero ya tiene nombre?

-Se llama Fluke, espero no te moleste, pero nació cuando te despertaste y pensé que era una señal- me dice.

-Estoy muy honrado que lleve mi nombre, espero le dé más suerte que a mí- le respondo.

-Fluke, todo pasará, recuperarás la memoria y podrás volver a casa- me da ánimos.

-He intentado dar con algún familiar, pero me ha sido imposible, en breve tendré que dejar el hospital y no sé qué voy a hacer, no sé cómo he llegado aquí, no sé cómo me apellido. Sólo recuerdo el teléfono de mi madre y poco más, no recuerdo ninguna dirección ni lugar donde pueda ir. Además, no tengo documentación ni dinero, tampoco sé cómo he llegado aquí- le suelto todo de golpe.

-Puedes quedarte conmigo hasta que te pongas bien o empieces a recordar algo. Me hace falta alguien que me ayude en la granja y así ganamos los dos- me ofrece.

- ¿Por qué eres tan amable? ¿Por qué te importa lo que me pase? - le pregunto.

-Bueno, eres un ser humano que necesita ayuda y yo estoy en posición de ofrecerte esa ayuda, es lo normal ¿no? - me dice con una sonrisa.

-No sé a lo que me dedico, pero seguro que no es algo físico, fíjate en mis manos ni un solo callo y mira las tuyas curtidas por el trabajo- le digo.

- ¿No te gustan mis manos? - me pregunta fingiendo enfado.

-Yo no he dicho eso, por favor no me malinterpretes- le digo rápidamente.

-Es broma hombre, no sé a qué te dedicabas antes, pero puedo enseñarte lo que necesites saber, y vemos como nos va, ¿qué te parece? - me dice esperando una respuesta.

-Muchas gracias, eres una buena persona, intentaré dar lo mejor de mí lo prometo- le digo aceptando su ofrecimiento.

Después de nuestro desayuno me acompaña hasta la sala de rehabilitación y queda en volver a verme mañana, y yo me descubro deseando que llegue ya otro nuevo día que compartir con él.

*********************************************************************

Hola de nuevo mis personitas preciosas, aquí estoy como prometí con la historia de navidad en formato novela. Quiero agradecer a todas mis personitas su verdadero apoyo. 

A Tatiana @Plumeria_Phi por su ayuda con la portada del relato, por su apoyo incondicional a mi trabajo y su amistad sincera. Si tienen un hueco pasen a leer sus relatos por su perfil, no se arrepentirán.

A mi prometida virtual @wendyBarrera0 por estar siempre al tanto de todo lo que escribo dejando siempre un bonito comentario.

A mi niña @SaraiGD5 que es mi gran defensora y mi niña mimada, gracias por todo.

A mis chicas del grupo de Whatsapp, ellas ya saben quienes son, las adoro. Y a cada uno de mis seguidores y personitas divinas que leen mis relatos y me dan ánimo para seguir en la brecha.

Muchas gracias a todos y espero disfruten con este relato.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top