Impuro

Deseo, deseo, deseo, deseo...

Deseo pierdete.

Que estupidez, toda la asquerosidad llena su mente, llevándole a la locura.

Locura, si eso es el problema, esta enfermo de una maldita enfermedad mediocre, detestable el mártir de generaciónes.

El es un maldito enfermo.

Solo le queda culpar a su desgracia, matar es la solución.

Matar, asesinar, degollar...

Degollar a ese maldito corazón
Apuñalar hasta que no quede rastro de esta maldición.

Aquel corazón que solo se llena de sentimientos ingenuos, lo romántico bombea tras sus latidos.

Las arterias se destrozan tras un arranque feroz de aquella morbosidad que está en su pecho.

Exparcir la sangre pintando de un bonito color carmesí, su sonrisa crece la locura desaparece y llega la felicidad.

Pensar lo único que hace es imaginar.

La suciedad se expande por todo el suelo, el fresco tono carmesí se pierde en la fría oscuridad.

acabado ya su deber, no quiere ver esa sangre nunca más. Pero las marcas prevalecerán por más tiempo.

El tiempo avanza tan despacio en esta agonía absurda.

La sangre expresiva bajo la suciedad del suelo gris se seca tan lentamente quedando un color marrón oscuro. Nada significativo al parecer.

Esos sucios deseos vuelven y atormentan su mente.
Talvez un disparo al cerebro no sea nada malo ahora.

Imaginar que jala del gatillo tras un destruido cráneo dejando en paz su alma y olvidando su ser.

En la cien o en la frente da igual después de todo su vida ya era una desgracia después de aquel día.

Talvez todo su ser está sucio su cuerpo también siente "eso".

Despellejarse .¿sería la solución?

Bañarse bajo su propia sangre, el dolor exquisito de los nervios al arrancar la piel tan indeseablemente.

Si todo su ser está enfermo.