EL PEÓN

Logan.

En una partida de estrategias, el silencio sólo se utiliza para planear tu siguiente movimiento.

—Jaque Mate— derribo al ultimo peón.

Muevo las manos para que Beckham se acerque con la fusta para azotar la espalda de mi primogénito.

Dejo que él mismo entienda su derrota y se coloque de espalda de buena gana o será peor. Se levanta soberbio preparándose, mi viva imagen está en su cara, el desprecio con el que me mira lo gozo, es hijo del diablo. Un lobo que yo mismo procreé.

Beckham se coloca a su espalda con la fusta alzada y el lobo espera por el primer golpe.

Su grito rompe en las cuatro paredes. El segundo golpe le corta la voz, ya no puede respirar, con el tercero se agarra a los bordes de la mesa y me quema vivo con la mirada cargada de odio sudando por la frente y manteniéndose soberbio a no derramar una sola lágrima.

—Tus habilidades en el ajedrez serían mejores si no hubieras perdido el tiempo en esa estupidez en la que te saque hace tres horas con el inservible de tu hermano— Beckham lo coloca en su lugar de nuevo con el tablero recién acomodado. —Estoy en modo generoso hijo, ¿Quieres regresar a bailar o una partida más para vencer al amo?

La mirada se le carga de odio.

—Yo no bailo.

Hasta aquí escucho como aprieta los dientes, rabioso, azota el peón sobre el tablero quitando una de mis piezas y hago silencio para mi siguiente movimiento, la espalda le escuece.

Muevo un caballo, él hace otra jugada, lo emboscó en la partida con Beckham esperando la siguiente derrota para los siguientes azotes.

—Te vas a ir con los rusos un tiempo, te estás haciendo un puto débil aquí, a tus doce años no sabes hacer nada mediocre.

—No voy a dejar a mi hermano.

—Beckham prepara al lobo para llevarlo a Rusia— sonrío maliciosamente —Mientras yo cuido del pequeño y adicto Bennett.

El tablero sale volando de la mesa, las piezas se caen al suelo y al fin veo los ojos verdes ponerse en la mierda en la que deben, con la rabia con la que quiero que crezca. Clava a la reina en la mesa con un golpe.

—Jaque Mate Logan.

Estoy en todo mi esplendor fumándome un porro mirando a las bailarinas de las jaulas dar un espectáculo exclusivo para mí. Todas traen los senos de fuera y las medias largas de red que se les requiere.

Katherine también está entre ellas moviendo las piernas en la mesa de Beckham y de los miembros mayores de la organización.

La gacela no pudo contra mí, quería detenerme y yo ya estaba dos pasos delante de ella.

Así son las reuniones de la organización, cuando quiero conseguir algo meto a los bailarines de las jaulas como distracción para los miembros mayores, me fastidia ser el líder de la organización y tener que escuchar las oposiciones a mis demandas.

Maya no se mueve de su lugar, somos imponentes como siempre, yo no soy un mediocre, soy dueño y amo de todo lo que hay aquí, soy poderoso, maldito, cabrón y lo que le sigue.

Hay dos bailarinas de rodillas con Beckham, los miembros mayores ya tienen la verga dentro de cualquier agujero, al viejo miserable que vino con el entretenimiento le tuvieron que reventar la boca para que se callara.

Estaba todo el rato hablando estupideces que a nadie le importan.

—Sawyer Taylor ya está disponible— un anciano disponible lo saca del privado a la escoria nueva que vendieron a la casa de los treinta y siete y por el que se saca buen dinero.

El interés en la mirada de Maya cuando lo ve, me hace analizar entre los dos. —Diviértete Maya, tráiganle a la gacela a unos mansos.

—Enseguida amo.

—Eres miserable, jodiste esta reunión también, como lo hiciste con la anterior con esa estúpida— señala a Katherine y se levanta apoyando las manos sobre la mesa autoritaria —¡Deja de tirotear Londres hijo de perra!

—Al amo lo respeta gacela— le clavan dos rifles en la nuca consiguiendo que incline la cabeza hacia mí mostrando su disculpa.

Sonrío complacido y bebo mi whisky escocés mirando a Katherine con las medias rotas botando sobre uno de los miembros mayores, uno de los jóvenes. Me bailan muchas enfrente, agarro de donde me gusta, tengo a cualquier mujer que quiero, pero no de las bailarinas que ya usaron.

Soy exclusivo en lo que me como.

La morena de lejos me llama con la mirada obscena que se le pone, su recompensa de esta tarde ya se la di en efectivo, es una de mis mejores adquisiciones.

Me saco el miembro jalándome lo con el puño con la mano que tengo vendada por el disparo del lobo.

El otro hace intento de salirse de ella cuando llego, pero lo detengo, si ya le llenó el coño no entro, me gusta la exclusividad. Le separo las nalgas rompiendo lo que queda de las medias. La inclino al otro y me clavo en su ano haciéndola gritar.

—¡Amo!

—Metete en su boca— le ordeno a Beckham para que Katherine quede llena por todos lados y así lo hace.

El adicto no toma a nadie solo mira igual que su tía, pero cuando los kray le dan otra jeringa se queda como bulto muerto en la silla después de inyectarse y dos nenas rubias bajo mi orden van a sacarle provecho al miembro que heredó de mí.

Llamo a otra bailarina y le come las tetas a Katherine mientras le masajeo el coño y las tres pollas la llenan. Empiezo a embestirla y al igual que todas no soporta las arremetidas ni, aunque se agarra a la cabeza del que tiene debajo por encima de los sonidos de su garganta escucho como se queja.

Nadie soporta mis cogidas, ni Alesha, ni Katherine, ni ninguna mujer que he tenido. Las que se convierten en mujeres de los Roe, son las que reciben todo de una sola embestida, de esas no hay desde la adicta muerta.

O de la que habla Bennett. Los balbuceos del adicto llamando a la rubia de Londres me hacen tener curiosidad. —Cora— gruñe con las nenas rubias.

—Me la buscas cuando termines y me la traes, se escucha interesante esa rubia— le ordeno a Beckham.

—No busque entretenimiento en otro lado, yo aguanto toda amo— Katherine lo saca de su boca salivando y se abre los glúteos sola mirándome a su espalda.

—A mi no me ha probado amo— la que le estaba comiendo las tetas, se abre de piernas para con el coño chorreando.

—Siempre lista amo— viene una de las nenas rubias que ya puso satisfecho al adicto.

Ahora que Alesha ya no me estorba todas quieren el lugar de mí bailarina particular. Sobo a la otra mujer metiéndole los dedos en su canal empapado, pero Katherine sigue abriéndose las nalgas para mí.

Le doy el beneficio de la duda a ella, viendo su sonrisa satisfecha sobre las de más cuando la elijo, pero se la voy a borrar.

Llamo a otro que entre en su coño junto con el que tiene abajo y cuando somos cuatro dentro de ella me vuelvo generoso en mis movimientos penetrando por el punto exacto que debe, pero con dos arremetidas se desvanece sobre el inútil de abajo y comienza a soltar sus jugos así de fácil.

Beckham entra en su boca de nuevo jalando su cabello y le sigo dando satisfecho de ver que no aguanta mi potencia, pero que siga recibiéndonos a todos habla de su carácter. No se rinde fácilmente y me complace.

Llamo a la nena rubia a comerle los bultos de carne y su placer aumenta, los años me han hecho más duro y más elegante, me gusta que mis amantes no tengan un espacio vacío mientras las pongo satisfechas en todos los puntos deseables.

La única que le quita satisfacción al entretenimiento es la hermana de Dmitry, por eso mando a correrla de la sala.

Mis bolas se golpean duro con el culo de Katherine y la relleno. Miro satisfecho los pecados que se llevan a cabo en la sala, el cuerpo es el mayor canal de perversión del ser humano y yo aprovecho cada partícula que brinda.

Camino hasta los rusos que trajo Dmitry ayer en la noche. La organización no sabía de mi plan hasta ahora, nadie lo sabe.

—Esto es lo que les puedo ofrecer caballeros, la organización de los treinta y siete quiere unirse a ustedes— anuncio haciendo que los bailarines dejen sus tubos y otros salgas de las jaulas simbólicas que se ponen.

—¿De qué estás hablando Logan? — Maya se centra en ellos, pero como se que nada oculta a mi hijo y no puedo correrla de la reunión, hago que Beckham se encargue de ella con la anfetamina que el biólogo nos dio.

Como una gacela dormida cae su cuerpo poco a poco sobre la mesa. —Llevamos meses queriendo la base militar del Gard que está en Dinamarca, hemos enviado dos grupos de combate contra ellos y ni la mitad de mis kray regresan vivos.

—No pensaría que el Clan Danés te iba a dejar apoderarte de sus tierras, saben perfectamente que quieres el Gard para seguir creando armamento— uno de los miembros mayores que no cayó en el deseo de los bailarines se opone.

—Solo los rusos creamos armamento de calidad— habla uno de esos desgraciados —No estamos interesados en hacerle guerra al Clan Danés.

—El clan danés es un mito muy bien trabajado, ese líder no se muestra por nuestros rumbos por una simple razón y es que se han logrado apoderar no solo de Dinamarca sino de varias ciudades de Rusia también. ¿Y qué han hecho ustedes?

—Estamos trabajando no una estrategia que no te incumbe Logan Roe, si tu propia organización no te apoya ¿Por qué debemos hacerlo nosotros?

—Soy el líder de la organización.

—Y nosotros los miembros mayores y tienes que tomaros en cuenta, eso se ha hecho desde hace años. Ni siquiera Maya te apoya, si tomas la base militar del Gard como tuya jodiste a la organización porque el Clan danés comenzara guerra contra nosotros. Los miembros mayores no te apoyan.

Mis drogas comienzan a alzarme sobre otras organizaciones, el biólogo con un poco de presión y tortura ha trabajado como debe, el armamento que voy a fabricar es la razón par la que tengo a Dmitry conmigo, al ser el clan ruso uno de los más experimentados en armamento, Dmitry sabe el manejo.

Ha enseñado a mis kray bien, tenemos ambas técnicas, las de la organización de los treinta y siete y las rusas.

—Mi hijo lo hace.

—Ese adicto, no sabe ni lo que hace— ese anciano ya me tiene harto.

—No hablo de Bennett sino del lobo.

La mirada le cambia como a los demás miembros mayores. — Hace años que el lobo no está dentro de la organización— dice pensativo. —¿Es cierto que anda de cacería?

—No solo él, él amo también— Katherine se quita las medias rotas y pasa sus manos por una camiseta vieja de un kray —Trataron de asesinar al lobo, hijo del líder de la organización de los treinta y siete, en el evento de inversionistas su propia publicista.

—Lo sabemos y por ley debe morir, espero que ya hayas mandado a la organización tras ella.

—Lo hice, pero tengo un trato mejor para Alexander.

Los socios rusos hablan en su idioma natal y Dmitry me sirve de interprete a todo lo que dicen. —Quieres ir por el Gard y ni siquiera has mejorado la anfetamina, ni las otras drogas.

Una vez que tenga a Jack lo haré. El biólogo no es más que la carnada para que el hijo de Maya se entregue solo, ni sus intentos nefastos van a resultar. Dicen que no van a apoyarlo amo.

Cuando Alexander esté dentro de la organización con mi familia completa, ya no tengo que detenerme por los miembros mayores, paso a ser supremo.

—Quiero el Gard danés porque hay una deuda por pagar por uno de los miembros del MI6— la rabia me corroe reviviendo los momentos uno a uno.

—El año pasado Caterva Smith ayudó al ministro Richard Madden y al MI6 para emboscarnos en Manchester y entre los muertos estuvieron una de las bailarinas exclusivas del amo, el hermano de Beckham y... — baja la voz y los demás inclinan la cabeza en forma de respeto —Y al jefe de comando de los kray, el primo del amo.

Oculto la sonrisa perversa que quiere salir viendo a Maya dormida con la droga del biólogo, la misma que hemos venido trabajando hace dos años.

Primero experimenté con Meredith hasta volverla una adicta, el siguiente fue Bennett y Maya no podía librarse.

—Yo apoyo al amo, le quitaron a su sangre y se exige sangre por sangre— me apoya uno de los miembros mayores, el más joven que se cogió a Katherine.

—¡La organización no perdona y el amo lo sabe! — grita una de los miembros mayores, Delia, la madre de Katherine, la madre que solo la parió y la abandonó en la organización.

Acaba de ver como se follan a su hija como vil ramera y sigue apoyándome. Mientras más alto escale su hija mejor le conviene estar de mi lado.

—Si no se ha podido hacer la expedición es porque el armamento del MI6 es difícil de evadir, pero la organización no olvida y si hace un año tuvimos bajas considerables, seguimos en el tablero y vamos a tomar venganza por mi primo.

—La organización no perdona, pero comienzo a creer que Maya tiene razón, con los tiroteos solo estás acercando al MI6 a nosotros— insiste el anciano decrepito.

—Los rusos dicen que no van a apoyarlo amo.

Tiro la cornisa de la mesa al suelo cuando terminan con mi paciencia. Los demás dejan de follar, los bailarines se quedan quietos y los kray entran a la sala. Incluso los mismos miembros mayores cierran la boca.

Terminaron con mi paciencia.

Tomo un calibre en cada mano y me reviento a los rusos de un solo tiro bajo la mirada de todos dentro. Cargo el calibre y voy por los miembros menores de la organización y les clavo plomo en todo el cuerpo uno a uno hasta que los doce que eran terminan en el suelo en el charco escarlata que formo.

Por puro placer también mato a diez de mis kray llenando mis oídos con balas. Todos han sido testigos de mi forma de enojarme, de toda esta miseria que son, todos quieren llevarme la contraría.

Todos quieren ser mis enemigos.

—Ir por el Gard y atacar al MI6 no fue una petición— todos los que quedan ponen la cabeza gacha, menos los miembros mayores. —Fue una orden.

No recibo más replicas mientras salgo enojado camino a las jaulas dónde los mugrientos y la escoria del mundo habitan para pudrirse el resto de sus días. Aquí se traen a los traidores, a los mugrientos que estorban en el camino y a los que me plazcan.

Agarro el cabello de uno de los mugrientos y lo azoto contra una de las paredes hasta que termino metiéndole plomo. Paso de mugriento en mugriento descargando mi ira hasta la última jaula.

Se arrastra como rata contra el suelo antes que encienda su delicada piel otra vez o use el tubo de metal que coloco en cada jaula para placer de mis kray. Sus manos están atadas a los cuatro extremos de los barrotes.

—Amo, los kray me informaron que el lobo se está moviendo después de dos meses de su accidente— Katherine ya vestida viene a ver mi nueva exhibición.

—¡Maldita! — le grita y la maldice.

Claro que se esta moviendo, ya pasó su tiempo de silencio, ya no tiene gente de confianza a su alrededor, debe moverse o cualquiera podría traicionarlo, ya debe tener un plan y una estrategia marcada.

La organización va detrás de su mujer, pero él la va a matar primero que yo, lo he estado vigilando y le dejaré ese placer porque estoy en modo generoso.

—Comunícame con el informante y que me haga una evaluación de todo.

Me convierto en el mismo demonio y amo del averno cuando entro a la jaula, Katherine es perversa, pero incluso ella misma no se atreve a ver mis movimientos en mi última exhibición.

Así como el biólogo que tengo clamaba clemencia, mi exhibición lo hace poco a poco. Saco la anfetamina que ya está siendo perfeccionada para la persona que será el último experimento y se la dejo a un lado.

Alesha busca tomarla, pero le disparo en la mano antes que lo haga, después subo la mano unos centímetros más terminando el producto en su vientre y por último pongo plomo directo en su cabeza.

—Busca todas las bases del MI6 en Londres Katherine, vamos a bombardearlas una por una hasta que me entregué en bandeja de plata al mugriento que se atrevió a quitarle la vida a mi primo, a mi propia sangre.

—El armamento es muy escaso para combatirlos en este momento señor, además tenemos informes que el ministro resguardas mejores detonadores que los nuestros.

—¿Cómo va su campaña política?

—No hay nada relevante que nos quite la mira o le quite la mira de los ciudadanos, todo va bien para él y parece que será reelegido otra vez como ministro principal.

—Entonces sembremos pánico en las ciudades pequeñas con tiroteos o saqueos, lo que más nos convenga, a ver qué hace el ministro y el MI6 para detenernos mientras tanto mantendremos un ojo en el lobo antes de que nos veamos cara a cara.

Camino a mi despacho fumando un porro de anfetamina, de la mejorada, no de la que provoca ceguera. Me siento en mi esplendor mirando la pared frontal con mi adquisición menos valiosa, pero más interesante.

El cuadro de una dama pintada en encaje de la primera exposición de una rubia que no conozco.

—Busca a esa Rebecca y hazme una visita especial con ella antes que el lobo termine el desafortunado encuentro— mando a uno de mis kray señalando el cuadro. —No me voy a privar del placer de tenerla como la tuvo él antes que cobre su venganza.

Katherine escucha y la veo sonreír. Le muestro una mancha de sangre en mi bota y se pone de rodillas a quitarla con su propia lengua complaciente.

Hago entrar a Beckham mientras termina y me destapa la botella de Whiskey. —La reunión terminó amo, se limpio el desastre del pequeño incidente.

—Deje otro pequeño desastre en las jaulas también, alimenta a mis lobos con los restos, han estado famélicos desde la semana pasada.

—Sí amo.


La perversión no se oculta en la oscuridad sino dentro de nosotros y nos consume hasta que nos ciega el conocimiento y nos vuelve las bestias más miserables del mundo.  

-Karla

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