CAPÍTULO 62
Alexander.
Me arden las palmas de la mano, las rocío con whisky quemándome. Aguanto el dolor que provoca y cuando ha escocido lo suficiente vuelvo a beber. Pase doce horas hiriéndome para no tocar a Emma.
Toda la noche mirando a mi mujer sin poder tocarla.
Estrello mi vaso de whisky mirando la pantalla de la habitación en la clínica de ese maldito. Emma se despega del beso y tengo mi racionalidad activada cuando la deja, los celos corriendo sangre caliente por mis brazos.
Ida se pone perplejo cuando hago subir a diez de los presos de mi cripta. Cuatro de ellos son rusos, los arrodillo en el suelo y con una precisión que aprendí con Dmitry los decapito.
Entro a la base de armamento del MI6 y me robo cuatro de su C17 con el coraje repitiendo el beso del cojo en mi cabeza, Ida bloquea los accesos del gobierno de Irak en nuestro sistema como lo hacía Jack y pasamos la ubicación de las bombas a mi bodega personal.
Limpio todo, la sangre, los cadáveres. Cuando Emma regresa, no mira más que una reunión normal de la organización, me mantengo en silencio para no darle poderío sobre mí, dejo una de mis bombas a mitad de la mesa, a medio armar para que piense que eso es lo que hice durante su trayecto.
Habla de la ubicación de la anfetamina en Irlanda mientras miro el lugar vacío de mi hermano. Veo en mi mente a un Bennett adulto sentado en esa silla, pero conforme pasan los segundos se convierte en un Bennett pequeño que siempre protegí en las jaulas.
—Tienes que dormir Alex— parece que habla.
Aparto la mirada de la silla y traen mi tercera botella de whisky escocés, bebo hasta que el Bennett pequeño desaparece y el dije de cruz que le quite el día de su suicidio quema en mi pecho.
El niño que nunca debió convertirse en un adicto. Si Meredith estuviera viva, la quemaría viva, ella fue la razón por la que mi hermano fue jodido.
La transacción de Gallery Art está hecha, en cuanto los Pitt subasten a galería, la compraré y luego la demoleré. No le dejaré nada a Coraline Gray, destruiré todo lo que esa familia tiene, cada cosa que anhelen.
Cuando más destruidos estamos, tomamos el destino en nuestras manos y paramos nuestra jodida agonía, Bennett lo hizo a su manera.
Las mutilaciones de los daneses en el cuerpo de mi hermano son la motivación que tengo para armar mi nueva bomba, los daneses son mi siguiente objetivo después de la anfetamina, todos arderán bajo mi ira.
Cuando la reunión se termina y mi discusión con Emma se interrumpe por ella. Erick llama. Hace días que no he pisado Hilton &Roe, Tyler ha mantenido un control perfecto de la situación.
—No pensé que estuvieras tan ansioso por que el juez haga el dictamen.
—Tengo las argollas listas.
—Ella te vas a cortar las bolas cuando sepa lo que hiciste, por supuesto que negaré todo, aunque toda tu familia lo sabe, tus abogados y los miembros de tu organización, ella sigue en suspenso.
—¿Alguna vez hacemos esto del modo convencional inútil? Para eso te pagué una excelente cantidad de dinero en los arreglos del contrato matrimonial.
—Era cuestión de tiempo para que soltaras la bomba, el carnet de conducir ya llegó y los otros documentos oficiales con el cambio de nombre como su pasaporte de viaje y DNI ya fueron aprobados por el registro civil consular con las semanas que han pasado desde la firma.
Sonrío de ladeado por primera vez en las últimas setenta y dos horas de mierda y abro mi caja fuerte sacando la copia de Erick en el contrato prematrimonial que le enseñó a Emma, después saco, lo siguiente más importante.
—La organización mostró sus obsequios a ella ese mismo día, sabiendo su nuevo nombre de inmediato, el consulado tardó más del tiempo que le establecí para realizar los cambios.
—¿Tienes las argollas listas?
—Yo siempre voy dos pasos más adelante que cualquiera, soy audaz, inteligente y perfecto.
—¿Mi señor? — Ida entra interrumpiendo mi único momento de paz y de humillación a Erick.
—¿Qué quieres?
—Llegó la mujer para darle su informe semanal.
Me reclino en mi silla de cuero. — Hazla pasar.
〘 〙
Emma.
Dos horas después de mi beso con Alexander, Octavian cepilla de nuevo mi cabello, los sirvientes me traen fruta fresca como aperitivo. La organización sabe de la ubicación de la anfetamina y se planeará recuperarla, lo más probable es que sea el día de las elecciones.
Rebecca mira la escena con celos desde el balcón dónde la dejo la mayoría del tiempo, pero ella misma sabe que proteger al bebé es importante, me sirve como si ya hubiera tenido mi iniciación.
—Cielo— Maya asoma la cabeza por mi puerta después de tocar dos veces y mira al asiático tratarme como de la realeza.
—¿Desea un peinado señora Hilton?
—Sólo los mejores estilistas del país han tocado mi cabello jovencito, no esperes tu turno porque no estás a la altura— lo mira con suficiencia.
—¿Qué sucede tía Maya? — intervengo para que su egocentrismo no afecte a Octavian.
——Llevo días sin dormir, ya no puedo con la ausencia de mi hijo con su tío, en mi desesperación de hoy, fui a buscar a Sarah para ver a mi nieta y el ministro Madden ha cerrado las puertas en mi cara— se sienta sobre el diván mirando por la ventana de la residencia hacia su Cadillac. Temo que si me quedo más tiempo esperando haré una locura y créeme que los Roe somos expertos en eso.
—La muerte de Bennett ha afectado a todos. Alexander se ha encerrado de nuevo en la cripta con sus hombres de seguridad.
—Ha dejado a Tyler a cargo de la empresa estos días y no parece tener intención de volver— suspira cansada con sus botas Gucci blancas alzadas — Tu boda está a dos semanas de suceder, necesitamos ser precavidos con el ministro, ahora es nuestro enemigo.
—Tyler no parece molesto en mantener amistad con él.
—Mi marido le besaría los pies a cualquiera que le un poco de poder, lo noto, pero siempre está por debajo de mí, no me asustan sus jugarretas, no es muy inteligente que digamos— susurra cotilla y Rebecca la mira mal escuchando como habla pestes de su tío, pero no se atreve a intervenir.
—La boda es un tema en el que no he pensado los últimos días, he estado rechazando las llamadas de la organizadora todos los días.
—Has estado muy ocupada en todos los asuntos de la organización, deja el resto del trabajo en tus manos y derrochar mis millones para darle a mi primera sobrina una boda mejor que la de la princesa Diana— me toma la mano haciendo que Octavian deje de cepillarme el cabello.
—No sé si es adecuado planear un evento con Jack secuestrado y la muerte de Bennett.
—Eso no le quitara lo muerto— su frialdad me deja anonadada. —Nos vengaremos de lo que los daneses le hicieron a su cuerpo, eso tenlo por seguro, pero un poco de alegría no le vendría mal a esta familia después de tanta bazofia descargada sobre nosotros.
—¿Y Jack?
—Si hacemos las cosas correctamente planeadas, estará presente el día del evento— sonríe maliciosa. —Hace tiempo que quiero meterle plomo en la cabeza a mi hermano y tocar a mi hijo fue lo peor que pudo hacer.
—Logan es peligroso Maya, ni mis dos guardaespaldas, ni los refuerzos que llevaré de la organización por parte de Ethan serán suficientes para recatar a Jack, eso lo sabes.
Niega con la cabeza —Llevaremos a la gente suficiente, aún no me conoces Emma, todo lo que has visto de mí ha sido ropa cara y extravagancia, te falta conocer mi parte jodida— alza la mirada provocativa que hace a Octavian volver a cepillarme el cabello. —¿Aún estás dispuesta a ayudarme como Alexander no lo hizo?
La escena de ella enojada lanzando su daga a Sarah se reproduce en mi cabeza. Asiento y saca su daga similar a la mía, la miro y por primera vez me doy cuenta del parecido que tienen.
—Son dagas Roe, fueron talladas a mano por rusos y daneses para las mujeres de la organización. Originalmente hay tres de ellas, la tuya es muy significativa y debes usarlo a tu favor en las jaulas.
—¿Por qué?
—Le traerás buenos recuerdos a mi hermano— pone una risa burlona a pensar de tener ojeras púrpuras debajo de los ojos —Tú daga perteneció a Meredith Roe— la mención de ese nombre me estremece.
—Meredith— su nombre suena imponente.
—La madre de mis sobrinos y la única mujer que fue capaz de joder a Logan, pero no vivió para disfrutarlo—mira a Rebecca. —Su nombre está prohibido en esta casa y en cualquier lugar dónde exista un Roe, pero mi amargura con esa mujer fue por abandonar a mis sobrinos.
—¿Crees que Logan reconozca la daga?
—El la talló personalmente, los rubies los añadió Alexander con la inscripción en danés. Posees ya tres herencias familiares de los Roe, tu daga, el collar del lobo y el anillo familiar, vales en oro casi tanto como la reina de Dinamarca.
Miro mi daga, Katherine ha sido la única persona a la que se la he clavado. Miro a Rebecca, pero no será la última. Estoy lista para mi iniciación en la organización del lobo.
—Como seguridad del lobo debo denunciar esta estupidez que realizarán de rescatar a Jack— Rebecca deja el balcón y entra en mi habitación —Y que mencionaron a la muerta.
Maya se levanta con la elegancia de una reina en sus botas caras y abrigo costoso. Desenvaina su daga y en un movimiento perfecto detiene a Rebecca clavándola en la madera de la puerta.
A centímetros del cráneo de la sobrina de Tyler. —Mi puntería es perfecta, el siguiente corte va a tus ojos y te sacaré la lengua para dársela a mi manso.
—Tía Maya...
—Para ti, soy Maya Roe, dices algo del rescate de mi hijo, murmuras alguna información a mi marido o a la organización y dejaré que seas la iniciación de Emma Roe— advierte dándome autoridad sobre ella.
—No puedes permitirlo, soy tu sobrina.
—Eres una inútil, eso es lo que eres.
Me río y Octavian me mira curiosos. —No te preocupes Tía Maya, Rebecca no hablará, ahora se encuentra a mi total disposición. ¿No es así? — la desafío a negarlo sabiendo que Ethan la tiene amenazada.
—Es cierto, mi señora— baja la cabeza utilizando el apelativo que nunca quiso usar en mi presencia.
Maya la mira sorprendida por ceder fácilmente a mi orden y mira a Octavian en busca de respuestas que el asiático no tiene. —Aprendes rápido. ¿Le tienes miedo?
—Eso nunca.
—Mientes, le temes a Emma — se gira hacia mí mientras ella regresa afuera en el balcón. —Planearé el resto de la boda cielo, me servirá de distracción.
—¿Estás segura? — no me siento con ánimos de boda con Bennett muerto, pero quiero que todo sea perfecto para mí.
—Si no lo hago, esta misma noche, terminaré arrojando una piedra en la ventana de Logan gritándole que me regrese a mi hijo y tendría a treinta Krays rodeándome en menos de cinco minutos con metralletas.
—Te enviaré el contacto de la organizadora, mi vestido déjalo en mis manos, me parece bien que planees el resto de las cosas, las extravagancias de los Roe son demasiado para Alicia y Cora, además... ella necesitará tiempo antes de reponerse de Bennett.
Por primera vez veo una emoción en la mayor de los Roe, sus ojos se ponen brillantes como si quisiera llorar, pero se contiene. No muestra debilidades. —Todos los necesitaremos.
Octavian se queda en mi alcoba y me ayuda a prepararme para la cena de negocios de Alexander, parece que ha pasado de ser chef a ser mi sirviente personal por orden de Ethan desde que sabe sobre mi embarazo.
Me encuentro con el mafioso otra hora después y su mirada sigue cansada se dirige a Rebecca. —La señorita Brown sale de la residencia—dice ella en el comunicador de su oído.
—Te copio, mantén el área segura para ella— responde Ethan del otro lado.
— El señor Roe y su prometida salen de la residencia— Ida toma el control de la protección de Alexander, mientras este último me mira con mi nueva seguridad.
Su aliento es de whisky, no ha dejado de beber. No le doy explicaciones de mi seguridad. Durante la cena se mantiene profesional hablando de sus hoteles, pero pronto noto que esa pasión que lo envolvía, no tiene la misma intensidad está noche.
Después de nuestro beso no hay mucho contacto, ni miradas, se le ve perdido mientras los señores Pitt hablan de su galería y la subasta que realizarán en unas semanas de la misma, mueve la pierna, irritado.
Hay gente bailando en la pista del restaurante al ritmo de la música de Jazmine Sullivan, la noche de beneficencia de la organización de arte de los Pitt tiene a los aportadores de las donaciones bailando en parejas con diminutos antifaces a la mitad del rostro.
Miro a la pareja del centro y Alexander me mira de lado. —Como máximos donadores de la fundación para niños con Cáncer, esperamos que pongan empeño en el baile— una dama muy elegante abandona la mesa dejando su advertencia.
Angeline y Marcus Pitt asienten confirmando la petición. —No venimos por libertinaje— Alexander vuelve a beber.
—Por favor Alexander, te conozco desde hace mucho, aportas cada año en mi fundación, cuando los conocí en Birmingham eran publicista y su jefe, ahora que son pareja no me dejarán con las ganas.
Nos reciben en la puerta en el segundo cambio de cena de la noche y Marcus nos acerca los antifaces negros que debemos usar como todos los invitados en una caja negra Louis Vuitton.
Toco la ceda del diseño y lo saco mirando a Alexander enojado de utilizar esto. Me lo coloco sin ayuda y casi a regaña dientes hace lo mismo por petición de Angeline. El negro alrededor de su rostro resalta el verde de sus ojos.
—Por aquí— nos guían a nuestra nueva mesa que está en la parte de mayores contribuidores de la noche.
Todos los rostros que veo son de gente con antifaz negro. Algunos solo llevan el adorno en la mitad de la cara, la mayoría se pierde en la música. —¿Ese es Caterva? — le pregunto a Alexander por lo bajo sin querer interrumpir a Marcus Pitt en su charla de autos.
Mira la dirección de mis ojos y juntos vemos al padre de Alesha sentado en una de las mesas reservadas VIP con una cerveza en las manos. Tiene a dos de los hombres de Alexander en mesas separadas.
—Se reunirá con alguien importante que nos cruzará en Irlanda con el parlamento, informó a la organización a última hora, la cena de caridad es perfecta para que poca gente se reconozca entre sí.
Mira su reloj y pasa sus manos, aburrido recordándome porque odio a Alesha en primer lugar. Trato de centrar mi atención en los Pitt, pero no puedo dejar de mirar a Caterva, comienzo a hacer un listado mental de la gente en la organización del lobo en la que no confío.
Tyler la encabeza, pero Caterva siendo familiar de Alesha, tiene el segundo puesto. —¿Les ofrezco vino?
—Un Chapel Down— la petición me sale sin pensarlo hasta que me quiero meter una palmada por idiota y querer alcoholizarme en mi estado.
—Sentimos mucho la muerte de tu hermano Alexander, hemos enviado arreglos costosos a tu oficina— Angeline suena honesta y hace que deje de mirar al padre de la zanahoria.
Ante la mención de Bennett Alexander se pone más serio y pide casi a gritos que el mesero le llene el vaso de whisky otra vez. —No me importa, mis negocios son lo único en lo que me voy a centrar lo que resta del año.
—Y tu boda por su puesto, los preparativos deben estar casi terminados, aunque no recibimos una invitación apropiada, Maya no ha dejado de hablar de ello en el club— da por sentado la mujer haciendo que Alexander me mire desde su lugar.
—No están invitados, Emma puede responderles ese tema mejor que yo.
Miro de nuevo que su pierna se mueve incesante de arriba hacia abajo mostrando su desagrado con la cena y los Pitt. Alargo la mano y coloco mi palma sobre su muslo. Me mira de nuevo y lentamente el movimiento constante se detiene.
—Su vino madame— el mesero sirve en mi copa y ni siquiera hago amago de olerlo ni menos beberlo. Mi vino favorito.
Caterva se levanta a lo lejos y recibe a una mujer pelirroja de piel pálida en su mesa con un antifaz similar al nuestro, le extiende la mano.
—Los preparativos están tomando su tiempo, no hemos tenido oportunidad en enviar las invitaciones y con lo sucedido mantendremos unos días de respeto por Bennett.
Siento unos dedos por mi palma y después como Alexander la envuelve por debajo de la mesa entrelazándolas juntas. Siento las heridas que trae por las cortadas.
La señora Pitt sigue el movimiento y una sonrisa discreta se forma en su boca.
Miro a Caterva sentado y entonces reconozco ese cuerpo y mirada, está frente a la rusa de las jaulas, la jovencita en sus veintes que me gritó. La chica viene vestida en negro, mira a todos los del restaurante como para asegurarse que nadie la siguió.
—No pareces afectado en absoluto Alexander— el señor Pitt se entromete en terreno peligroso y por la tensión que hay entre Caterva con la rusa y nosotros, busco algo en mi bolso para distraerme, termino con la tarjeta del MI6 en mis manos.
—No es educado preguntar por cuestiones familiares en una cena de negocios Marcus — me adelanto a responder animando a la señora Pitt a apoyarme a detener el desastre que Alexander corra a Marcus por imprudente.
—Emma tiene razón, has sido un desvergonzado y maleducado.
—No pretendía hacerlo mi amor— se disculpa con Alexander que ni se preocupa por responder mientras paso la tarjeta entre mis dedos.
Angeline vuelve a mirar nuestras manos y opta por cambiar el tema a algo más trivial —Tengo curiosidad por saber, ahora que trabajas con el ministro Madden ¿Cuál es tu lado en las elecciones Emma? ¿Apoyarás a los conservadores o irás de su lado?
—No puedo hablar públicamente de mi postura política siendo la publicista del ministro.
—Todos tienen un lado, ya sea en la vida o en lo político. ¿Cuál es tuyo?
Miro a Alexander que levanta la mirada, vagamente interesado en mi respuesta. —La gente no ha dejado de preguntarme o exigirme que tome una postura o un bando en las últimas semanas.
—Es la ley de la vida. ¿Con quién estás? La justicia o la perversión— coloca sus manos debajo de su barbilla exigiéndome responder. —Es difícil después de estar en el MI6 durante tu exilio y trabajar para Richard Madden.
Carraspeo, todo el mundo en la mesa espera que evada la pregunta como usualmente lo hago, incluso Ethan que resguarda del lado del porta abrigos al lado de Rebecca. Alexander mira de reojo, pero evidencia su irritación a la pregunta que el mismo me ha hecho tanto tiempo.
Miro mi tarjeta del MI6 que me obsequió Dylan con la esperanza de que regrese. Alexander la mira y aparta la mirada, claramente enojado, Ethan también la mira y respira hondo temiendo por mi respuesta.
Respiro hondo igual que él. —Soy casi una Roe señora Pitt, la respuesta es obvia— le muestro mi anillo verde
—¿Entonces elegirás a los Roe sobre el MI6 en las elecciones? Tu mejor amigo es prácticamente el nuevo teniente después de Wall.
—No hagas preguntas estúpidas que ella no va a responder Angeline — Alexander murmura interrumpiéndola y bebé amargamente mirando a otro lado.
Alzo la barbilla decidida. — Yo ya lo elegí señora Pitt y elegí a Alexander.
Alexander voltea rápidamente su cabeza y fija los ojos verdes en mí. Las cejas de Ethan se alzan y deja salir el aire que estaba conteniendo. La mirada perdida del lobo se transforma en una mirada fija de incredulidad.
—Siempre será Alexander.
Yo siempre te voy a encontrar. Veo que su torso se alza y esa mirada perdida... termina en media sonrisa.
Tomo mis cubiertos y sigo comiendo como si nada bajo la atenta mirada de los de nuestra mesa, miro a la rusa hablar con Caterva y sigue mirando a sus espaldas temerosa. Dina Makova.
Miro a Rebecca tragarse su enojo volteando los ojos, quiero disculparme con los Pitt, Alexander me toma por la nuca, pero no me deja voltear a dónde no sea que esté él.
Basta una advertencia de Ethan para que todo el mundo deje de mirarnos. Escucho las sillas de los Pitt moverse. No hay escapatoria de ojos verdes. —¿Me elegiste?
—Ya me oíste, no voy a repetirlo— le sostengo la mirada, su torso se vuelve a alzar cuando me suelta, los Pitt se miran cómplices.
La cena tiene una nueva aura en el que no dejo de estar bajo la mirada de Alexander, enojado, serio, intrigado. Paso de la mayoría de la comida, mira mi plato. No puedo comer esto.
Veo el movimiento de dedos de Ethan a un mesero. Quince minutos más tarde han traído tostadas de crema batida y galletas de jengibre que no miro porque están del lado opuesto.
Levanto mis tostadas y la grasa de la crema es pegajosa...
Cierro los ojos y las dejo en su lugar sin tocarlas. No me doy cuenta que traigo un rostro expresivo hasta que levanto la mirada y veo a Alexander mirarme. Mira mis tostadas sin tocar, mi copa de vino llena.
Se me desboca el pecho cuando hace una mirada rápida... a mi abdomen.
Mierda. Miro a Ethan por apoyo y el guardaespaldas hace que uno de los meseros tire una bandeja completa armando a un desastre que altera a las demás mesas.
—Estos meseros son tan ¡Ah! Ni siquiera puedo ofenderlos— Angeline se levanta enojada a dar órdenes por todos lados.
—Aceptó conectarnos con el ministro de Irlanda, hay unos kray por la zona, la acercaré a su destino mientras tenemos prisionero a James— la voz de Caterva calma mis nervios cuando se pone a nuestras espaldas en su antifaz.
—Dina Makova estuvo en las jaulas la noche que fuimos— digo rápidamente y Alexander se pone alerta—Katherine la atrapó husmeando y le pidió a unos kray que se la llevarán, m gritó su nombre cuando se escapaba.
—¿Por qué no me lo dijiste antes? Es el camaleón que buscaba antes de James, pero no quiso trabajar para mí.
—No lo sabía, pero ella si quería buscarte esa noche.
—Hay informes de Krays rodeando la zona Caterva, saca a Dina y llévala al Score.
Asiente. —Lo haré lento, no quiero llamar la atención en el evento y honestamente la rusa se niega a acompañarme, pero ya la convenceré de alguna forma.
Se va por nuestras espaldas y cuando lo sigo con la mirada, la mirada de la rusa conecta con la mía. Parece que me reconoce porque se excusa y se pierde en el tocador de damas. El hombre del micrófono habla de la aportación más grande del año para la fundación.
—Le pedimos a nuestros aportadores que se acerquen a la pista de baile, celebremos el triunfo de Angeline y Marcus Pitt en beneficio al cáncer. — dice tomando el micrófono en su mano.
Los organizadores comienzan a levantar a los aportadores y dos jóvenes vienen por Alexander y por mí sin encontrar escapatoria de ese baile cunado la misma Angeline me toma de la mano levantándome.
Hace lo mismo con Alexander, pero él no se levanta, por más que le insista. Me reacomodo el antifaz y camino a la marca dorada del piso donde se colocan la mayoría de las mujeres y veo en la otra línea al que será mi pareja de baile.
Los miembros están entrelazados, para que todas las parejas bailen con todos. Miro a Alexander en nuestra mesa y las luces bajan a un tono más suave cuando Jazmine Sullivan comienza a cantar.
Caterva toma el lugar de la persona frente a mí, lo hace para que no sospechen que no es miembro de la beneficencia.
Las mujeres se mueven con elegancia adelante y acompaño el paso con ellas hacia Caterva, los primeros pasos son sencillos, pongo mi mano en su hombro y giramos en compas hasta que se mueven entre ellos de nuevo y tengo a un nuevo acompañante al frente.
Un hombre más joven. La música se mueve cuando el extraño nos mueve por la pista. Mira el anillo Roe en mi mano y paso a la siguiente pareja.
Muevo mis caderas, en un lento tango sincronizado. Los antifaces hacen eco de miradas entre todos. El hombre me gira con su mano en mi espalda y pega su frente a la mía por error.
Me toma la mano y me alza para el giro en mis tacones. Siguiente pareja.
Veo ojos verdes. —Te tengo señora Roe— me atrapa por la cintura fuerte y damos dos pasos al lado.
—¿Por qué me llamas así?
La gente casi enloquece con Alexander en la pista, el frenetismo de la gente. Bailamos en el compás, pasa su mano por mi abdomen removiendo la ceda de mi vestido. Me toma por la nuca en el siguiente giro y cuando tiene que pasar la siguiente pareja no se mueve.
Sonrío con la facilidad que tiene para mover los pies. Tenía que ser perfecto en el baile también. Su ego está por encima de cualquiera aquí. Nuca encontré quién me diera guerra de movimientos, pero él lo hace.
Jadeo después que haya esquivado el cambio ya tres veces y de repente la mirada enojada de antes se transforma en media sonrisa. Me toma de la nuca y me hace besarlo interrumpiendo el baile.
—Voy a matar al cojo esta noche por besarte— muerde mi labio dolosamente, me sostiene de las mejillas para no separarme.
¿Qué?
—Me jodió la muerte de mi hermano nena— confiesa aferrándose a mi abrumándome por dos confesiones.
No puede matar a Dylan. —Tú planeaste esto de venderle la anfetamina ¿No es así?
—Planeo muchas cosas a mi conveniencia y no me arrepiento de ninguna— no me suelta.
Termina el baile, Alexander parece tener la tarea de borrar restos de nada en mi boca, muerde, jala, chupa y lo repite todo de nuevo... Me arden los labios, pero mis hormonas están al mando y no quieren sacar mi lengua de su boca.
Siento un disparo de flash y otro, se aparta después de las fotografías de la prensa. Me palpo los labios hinchados y veo los rastros de sangre que hay en su boca y seguro en la mía.
Se aparta como el hijo de puta posesivo que es. Dejándome jadeando. Las fotos las quiere para la prensa. —Me heriste— me palpo la boca.
—Como tú a mí.
Sale por el pasillo donde entran los que presentarán la siguiente donación. Trago duro y camino a ese pasillo también, cuando lo veo plantarse detrás del micrófono a dar órdenes para presentar algo.
〘 〙
Alexander.
Bebo mi whisky solitario mirando la argolla de oro paseándola entre mis dedos como un hijo de puta esperando a que Emma me siga. Tengo la satisfacción de un hijo de perra mafioso que consiguió lo que quiso.
Todo lo que haré será mío, hasta que me claven una maldita bala en el cráneo. La galería de los Pitt está por detrás del espectáculo del restaurante. Es la misma galería por la que caminamos en la primera exposición de la rubia.
Aunque ha pasado ya casi un año, hice que pusieran los mismos cuadros de ese día, hay un cuadro que no pude colocar.
El cuadro de Emma en encaje, firmado por la rubia a nombre Kate Brown.
Esa noche sería mío, mi primera compra, pero esa rubia ya había arruinado mi noche al venderlo y por más de seis semanas traté de recuperarlo.
Escucho sus tacones en las baldosas mientras miro el cuadro de la rubia, este horrendo arreglo de pinceles asqueroso. Mira las piezas de la pintura una a una reconociéndolas mientras sigo de espaldas, pero la veo por el reflejo de los protectores de los cuadros.
—Está es la primera exposición de Cora— dice acercándose por detrás. —¿Por qué los Pitt la están exhibiendo de nuevo?
—Porque soy billonario y si les pido que besen por donde piso lo hacen— respondo tajante y voltea los ojos.
La gente del evento prepara mi micrófono para el anuncio más importante de este evento de caridad que será transmitido en todo el país, he pagado a cada noticiero por la primicia, he comprado a cada ejecutivo de revistas digitales e impresas para este momento.
Porque soy muy racional.
—No puedes dejar conversaciones a medias de ese modo— comienza —La prensa está afuera, montaste mucho con ese beso Alexander, además y sobre tu amenaza de matar esta noche a Dylan...
—¿Te gustan las infidelidades Emma?
—En absoluto— se cruza de brazos.
—Lo besaste.
—Querías la ubicación de la anfetamina, la conseguí.
—Te pusiste como fiera contra Rebecca.
—Eso es diferente, ella fue una de tus amiguitas.
Camino al cuadro final de la exposición que instalamos, el único mérito que puedo atribuirle a la rubia esa, es seguir las órdenes de un cuadro perfecto que capture mi arrogancia y la de Emma en una sola pieza.
Viene detrás enfrascada en la discusión. —Es exactamente lo mismo.
—¡No te atrevas a defender de ninguna maldita manera a Rebecca porque no voy a tolerarlo! — se le ponen rojas las mejillas de los celos y se me planta al frente.
El recuerdo de su posesividad en mi Cripta amenazando con matar si mi verga estuvo en otra mujer me da satisfacción. —Esos celos te vuelven loca Emma.
—Habla el señor racional que quiere matar a nuestro único informante dentro del MI6.
—Soy más racional que tú.
—Eres un imbécil— me clava el dedo en el pecho aumentando mi enojo. —No vas a lastimar a Dylan, nos sirve en la organización.
—Lo voy a matar, justo como lo envenené en el Caribe y será mi castigo para esa rubia.
—¡No puedes herir a mi familia!
Los celos anteriores regresan y me le planto al frente de oírla defenderlo.
—¡Sacaste la mierda fuera de una guardaespaldas en la Cripta por celos ¿Y yo no puedo volverme irracional cuando un maldito cojo besa a mi esposa?! — le sostengo la mirada. —¡Mi esposa! — recalco de nuevo.
Levanta las manos, exasperada —¡Ni siquiera fue un beso que deseará, no puedes...! — cierra la boca de golpe retrocediendo cuando procesa toda la frase.
Espero sin moverme un centímetro. Sacude la cabeza confusa como esperando que me retracte, pero no lo hago.
—¿Qué dijiste?
Me hago a un lado para que vea el último cuadro de la exposición. Dónde aparece sentada en mi regazo con su vestido rojo. En la inscripción dónde va la firma pone. Señor y señora Roe.
—¿Te tardaste tanto en descubrir que firmaste nuestro matrimonio en nuestra cena de compromiso?
—No, este otro de tus jodidos juegos— se ríe nerviosa y me apunta con él dedo. —Eso lo hizo Bennett con Coraline, tú no lo hiciste.
—El maldito robó mi idea, sabía perfectamente que asistió a nuestra boda, Lena también, pero hacerlo de la forma menos convencional es cosa de familia — sonrío a medio lado y le ofrezco el sobre con el nuevo DNI. Me lo arrebata y lo abre con manos temblorosas.
—No lo creo, ¿Por qué habrías de ponerme a organizar una boda? Es ridículo.
—Maya seguro se ofreció a ayudarte porque sabe que es simbólico.
Rompe el sobre y saca su nueva identificación con mi apellido en su nombre.
Su boca se abre y la revisa por el reverso también, saca el siguiente que es su pasaporte. Emma Roe. Los hoteles Emma Roe no han dejado de estar en mi poder, la gente piensa que me deshice de ellos, pero lo cerré para su gran inauguración en honor a mi esposa.
—La cadena que nos une ahora, no se romperá hasta el día que me maten— murmuro serio esperando su reacción. —Es collar del lobo fue mi argolla de matrimonio para ti.
Retrocede mirando el cuadro dónde estamos juntos. Si había de ser revelado el día de la boda que planeó, el beso con el cojo me hizo irracional. —Y no he terminado de mostrarte lo que he hecho para la mujer de Alexander Roe.
Sus guardaespaldas entran a la par de Ida con la seguridad de mi camioneta, cuando el joven del micrófono me hace la señal para acercarme detrás del escenario y dar mi discurso, frente a la gente más influyente y adinerada del país.
Dejo a Emma atónita junto a Ethan aferrándose a su brazo. La prensa se vuelve loca cuando nota mi presencia y los disparos de sus cámaras salen a la par de mi perfección. — Han sido años de contribuciones a la organización de los Pitt, que está noche me han cedido el honor de presentar mi siguiente creación hotelera frente a gente influyente.
En el pequeño lapso que estuvimos detrás del escenario, tengo a la gente de mi cripta con antifaces grises entre la gente, la línea de redención de la organización se monta frente a la mesa de los Pitt.
No se reconocen entre sí por el antifaz. Pasan más de ciento veinte personas entre los invitados rodeando el escenario detrás de la prensa. Ethan sale con Emma mirando a la gente.
Dina Makova está por irse, pero al oírme en el escenario regresa cerca de Caterva a chismorrear el anuncio.
—Esta noche quiero inaugurar mi más grande obra de arquitectura en Nueva York, Estados Unidos— digo en el micrófono mirando a Emma, alza los ojos avellana incrédula de lo que escucha. —Hilton &Roe abre sus hoteles de lujo.
La tela aterciopelada cae al azulejo mostrando el nombre en la pantalla capturando el flash de cada cámara en la galería de los Pitt, después de hace casi un año en el desastre de Brent que provocó Logan no creé otro hotel.
Hasta ahora.
—¡Los hoteles "Emma Roe" en honor a mi esposa! ¡Emma Brown!
Los cientos de antifaces grises de la organización se arrodillan. El pecho de Emma se alza mirando las construcciones que diseñé los tres meses de su exilio en Brent. Los aplausos a mi jodida perfección ensordecen mis oídos.
Miran a la gente arrodillada, el mismo Ethan toca el suelo con su cabeza junto con Rebecca y la cintilla en su nariz.
—¿Dijo su esposa?
—Se equivocó, llamó a su prometida su esposa.
—Dijo que la publicista que le disparó es su esposa— los murmullos de los periodistas se alzan entre los halagos.
Las cámaras se mueven a Emma, disparan casi cegándola, Ethan se levanta de sus rodillas y bloquea el paso, los demás guardaespaldas hacen los mismo, bloqueando el paso de la iniciación que tendrá en la organización.
Alzo la mirada, dispuesto a ir con mi mujer, pero veo los mismos ojos que me da el reflejo del espejo entre la gente con un antifaz blanco llamando la atención de cabrón que indujo a mi hermano a las drogas.
Logan mira serio con su bigote en una línea recta y apretada. Busca a Dina Makova entre la gente. Caterva ya se ha percatado de su presencia. Cuando la encuentra en una de las mesas en zancadas se adelanta a por ella.
La joven alza los ojos asustada de verlo y arranca a correr en la dirección opuesta a Emma lejos de Caterva. Logan arranca a correr detrás de ella.
—¡Se escapa la rusa! — grita Ethan corriendo a la par de Ida. Dejan a Rebecca con Emma y corren por ella.
Ante la presencia de Kray en el evento de los Pitt los cientos de mis hombres rodean a Emma en protección sincronizada y espera que me acerque a ella. Miro el asombro de Angeline al movimiento.
La fiesta se transforma en un evento perverso de Krays encubiertos con gente del lobo protegiendo. Emma mira a Logan con los ojos muy abiertos y pongo mi mano en su espalda a la par que pongo un arma en su mano con la otra.
—Vámonos, Logan arruinará el evento para castigar a Dina.
—Hay muchos kray en la zona— no sale de su asombro a nuestro matrimonio porque no tiene tiempo para procesar todo lo que sucede.
Le da una última mirada a sus hoteles y a la prensa y respira hondo cargando su arma.
La prensa nos rodea, pero mis hombres nos cubren de dar información. Los kray se mezclan entre los invitados haciendo amago de acercarse.
—Atrapen a Dina antes que Logan— doy la orden en mi comunicador.
—Hay seis kray en la salida del pasillo, necesitamos bloquearlos— Emma examina la zona de los pasillos a dónde nos dirigimos, cierro los ojos por la falta de luz y me acoplo muy lento a la oscuridad.
Me pego a la puerta desplazando a nuestra organización por las salidas y entradas de la galería. Dieciocho se van por los servicios sanitarios y veinte por los bloqueos de kray. Alzo mi arma y desarmo a tres kray en el pasillo del baño de mujeres.
Veo el cabello rojizo de la rusa pasar por el piso de arriba, Emma mira corriendo a su dirección. Caterva se va por la otra salida, pero la joven es astuta y se mete por la salida de los meseros por la escalera del segundo piso evadiéndolos.
Corre por los pasillos con miembros de la organización siguiéndola, se levanta el vestido con las manos arrojando sus zapatillas lejos y corre descalza por las escaleras huyendo también de los kray que entraron al evento.
Entrecierro los ojos cargando uno de mis rifles. La luz roja parpadea a casi veinte metros lejos. En el cruce de los pasillos de la salida, apunto a la puerta para dispararle antes que la cruce.
Hay más kray en la zona y no veo a Emma, pueden atraparla.
Busco en mi dispositivo la ubicación de Emma por el dispositivo de rastreo que coloqué en su anillo Roe. La luz verde parpadea. La sigo por detrás de la galería encontrándola a salvo, me da un asentimiento de cabeza quedándose con Ethan.
Disparo dos veces en la puerta asustándola, mira hacia arriba y me ve con el rifle en la mano, trata de correr al otro lado que ya tengo cubierto. Un disparo perfeccionado se clava en el pie de la rusa tumbándola al suelo.
Logan aparece con un calibre en la mano por la puerta a cincuenta metros de distancia. Nos miramos de lejos y comienzo a dispararle a la par que él a mí. Me deslizo al suelo y me cubro del plomo. —Sal hijo de perra— grita disparando al suelo con sus kray.
Los lloriqueos de la rusa hacen eco en la galería, una mujer castaña sale a dispararle. Logan no le dispara porque se queda atónito mirando a Emma.
—Hola preciosa— le sonríe ladeado. —Siempre que te veo recuerdo que quiero convertirte en uno de mis juguetes.
—No ere mi tipo, está muy viejo para eso— responde tajante ella levantando al techo su arma.
—Nunca me ha faltado potencia.
—Potencia la de tu hijo.
Logan baja el arma de nuevo. Rebecca corre escaleras abajo con dos armas en su mano colocándose frente a Emma en protección y dispara a todo lo que se mueve.
Salgo yéndome encima de mi donador de esperma tumbándolo al suelo enojado de que le dirija la palabra a ella. Corro con ella y nos escondemos en una columna tirando dos cuadros al suelo. —¿Qué haces?
—Distraerlo, Dina está herida en la pierna, el maldito le disparó— mira sobre su hombro.
—Pero no la matará, no quiero que te acerques, esta gente se va a matar para protegerte.
Asiente, corro contra Logan el barandal se rompe y en el aire clava sus dedos en mis ojos cuando lo estrangulo.
El impacto llega dejándome sin aire del piso del que caímos. Me levanto con la vista borrosa y me arrastro por el paso de mis hombres. Ethan saca su arma detrás de mí y mata a dos kray de arriba.
La rusa se arrastra por el piso con la pierna herida. Logan se levanta con la mejilla cortada. —Queriendo infiltrarte en mi organización hijo, tengo un mejor plan— carga de nuevo su arma —Únete, nunca es tarde para ser mi sirviente, el adicto lo era.
—Tienes los cojones para dispararle a la rusa, pero no para declararle la guerra a mi organización.
—¿Los daneses no se burlaron lo suficiente del suicidio de Bennett? — se ríe como un perverso. —Yo me burlaré unas semanas después, primero los dejaré disfrutar.
Levanta su arma a la rusa apuntándole directo a la cabeza. —Maldita perra, desobedeciste mis órdenes.
—No la matarás— opto por entrar en su cabeza. —Si lo haces, romperás tu alianza con Dmitry y con los rusos.
—La dejaré como coladera, la cuestión es que siga viva, como Jack— sonríe. —Dile a tu tía que mi querido hijo ya no soporta la tortura.
—No me interesa, no iré por él.
Dina se arrastra hasta la pared suplicando por su vida con Logan, pero una mano se levanta con una daga en mi mano detiene a la rusa de huir.
Jadea por la boca desesperada. —A mí no me importa romper alianzas con los rusos— Emma pone la daga en su cuello y la rusa retrocede topándose con la pared, no hay escapatoria.
Ethan se pone a su lado, la amenaza hace retroceder a los kray y bloqueo el paso para pasar. La risa de Logan retumba en las paredes. —No vas a matarla, no eres mujer de la organización. Katherine ya me lo ha dicho y la misma Alesha sabe que sólo sirves para ser mujer de compañía.
—¿Una dama de compañía cómo?
—Una puta.
Dejo de ver en color.
—Y tú un imbécil— responde ella tajante.
Disparo en el brazo de Logan mandándolo al suelo cuando me clava una daga suiza en el esternón, la saca y la clava. Lo asfixio riéndome cunado la respiración se le corta.
Matar es mi deporte preferido.
Dos kray se me vienen encima protegiéndolo. Uno de ellos es Beckham, la otra es Katherine. El enfrentamiento se vuelve duro cuando Beckham me apunta en la cabeza a segundos de jalar el gatillo.
〘 〙
Emma.
— Espero que me recuerdes, te vi en las jaulas, aceptaste trabajar para el lobo, pero esa noche Katherine te atrapó— trató de auxiliar a Dina con la bala en la pierna y mis conocimientos en primero auxilios del MI6.
Un pequeño destello en mi anillo verde me distrae momentáneamente, la luz es muy diminuta y dura apenas una fracción de segundo justo como lo hizo en el Caribe.
—Déjame ir no quiero herirte, soy un camaleón entrenado y juro que voy a lastimarte— rompo su vestido y limpio la sangre.
—No te vas hasta que yo lo decida, irás con la organización del lobo.
—¡Eso nunca! ¿Quieres que me maten? Así no les serviré de nada, la única persona dentro de esa organización que aún sirve soy yo, ni Alesha podría ayudar a Caterva.
—No tienes elección, ellos te matarán en cuanto Logan ponga sus manos sobre ti, soy yo la que aún está pensando en clavarte la daga y terminar el trabajo.
—¿Quién coño eres?
—Emma Bro... Emma, sólo Emma— estoy atónita, el nombre en mi DNI me aturde de nuevo. Nos casamos en la residencia frente a los Roe y los Gray.
Solloza mimadamente cuando le alzo la pierna creando presión para detener a hemorragia. —Salva a Jack, se está muriendo con las torturas del amo— solloza —Vine por Caterva, pero no puedo soportar que hieran más a ese hombre.
—¿Sigue vivo?
Asiente. —Me ha hablado de Emilia, es la única razón que lo hace soportar las torturas— jadea tomando mi mano —Le prometió volver, ayúdalo, me dijo que te buscara, que era la única que iría por él.
Sigo ayudándola mientras me habla de Jack, de lo que le hacen y siento que me duele la cabeza con sólo oírlo. Levanto la mirada siendo protegida por mis guardaespaldas, pero en un lapso de un segundo veo el enfrentamiento lejos.
—Déjame ir con Logan, no me matará, lograré llevarlos a Irlanda.
Dos kray contra Alexander, Katherine y Beckham, él está herido en el costado, hay algo clavado en su abdomen. Mi pulso salta y me levanto con una carga de adrenalina en mi cuerpo. Rebecca defiende mi izquierda y Ethan mi derecha.
—Abajo señora Roe— dice ella disparando.
Tomo mi arma dejando a Dina en el suelo. Mis pies se mueven solos, Rebecca camina a la par, pero no escucho más sus órdenes. Agáchese, cúbrase, corra. Alexander es asfixiado por un kray mientras él mata a otro con sólo la fuerza de sus pies.
El kray apunta en su cabeza, alza los ojos y me mira una última vez en la que mi paro cardiaco se detiene.
—Muérete como el adicto lobo— se burla Beckham apretando el gatillo
Mi pulso se detiene.
Mis piernas se debilitan.
El suelo debajo de mí, se mueve.
Mi dedo en el gatillo en instantes vuela la cabeza del padre de Jack con mi arma antes que dispare y cae muerto a los pies de Alexander con una rabia que nunca había sentido en mi pecho.
El de ojos verdes jadea cuando mi mano se mueve a Katherine.
La fuerza del arma es potente, pero le disparo también en el hombro y después en el abdomen dejando salir el aire de golpe cuando convulsiona en el suelo.
Me desplomo de rodillas en el suelo con una descarga de adrenalina en mi cuerpo. Me palpo el abdomen con mi arma todavía en la mano. Mi bebé. Ethan mira a los kray muertos cuando se llevan a Dina y después me mira a mí.
Alexander jadea con su herida viéndome en el suelo. Me cosquillea todo el cuerpo. A lo lejos Logan mira el cuerpo de Beckham y Katherine muertos. Caterva los remata en el suelo.
—Por si las dudas, recojan todo, los heridos primero— se limpia la sangre del rostro.
—Mi señora ¿Se encuentra bien? — Ethan se pone de rodillas junto a mí.
Me levanto con su ayuda sintiendo debilidad en mis rodillas, pero eso no me detiene de ir con Alexander que está siendo auxiliado. Le quito el maldito antifaz y me pongo a su lado.
—¿Estás bien? — palpo su cara.
—Joder, sí — jadea por la boca.
—Nadie va a tocarte sin matarme— pego mi rostro al suyo, sin interrumpir a los que curan su herida.
—El sentimiento es mutuo, señora Roe— dice entrecortadamente regresándome al inició de conocernos. El sentimiento es mutuo, señorita Brown.
Quito al inútil que ayuda su herida, nadie me parece capacitado lo suficiente. Limpió la sangre alrededor de la daga de Logan y se apoya en Ethan para que se levante.
Como es una bestia que no conoce razones no quiere que nadie le ayude. Camina haciendo una mueca de dolor en cada paso en dónde salimos, mis piernas están hormigueando. Lo nota porque malditamente herido me levanta para llevarme en brazos.
Me importa una mierda que vean, o que esté loco para llevarme estando herido, no entiende de razones. Pego mi frente a la suya respirando hondo y jadeando de dolor por su herida, las camionetas negras se afilan a la salida de la galería.
Me baja haciendo presión en su herida, pero vuelve a poner su frente con la mía.
—Mataste a dos miembros importantes de la organización de los treinta y siete, no sabes lo que eso provocará— dice cuando su boca encuentra la mía, las heridas de antes ya no me duelen o estoy muy abrumada que no las siento —Estás loca.
—Igual que tú— no me despego de su boca.
Niega con la cabeza, todavía estoy abrumada. — Mit alt Emma Roe— susurra en danés besándome con más intensidad.
—Milt alt Alexander Roe— respondo en el mismo idioma.
Mi todo Emma Roe.
Mi todo Alexander Roe.
Lo ayudo a subir, gruñe adolorido y él mismo se auto auxilia dando órdenes en danés de lo que se debe hacer con el lugar de los Pitt. Ethan enciende la radio de camino al Score, parece que estoy regresando al pasado.
No se habla más que de la inauguración de Hilton &Roe, tres veces cambia la sintonía y todos los medios hablan de lo mismo, parece que los contrataron.
—Dina es nuestro pase a Irlanda, debemos mantenerla con vida, creo que Jack es la clave de eso— murmura Alexander y cuando alza la mano por primera vez veo la argolla de oro en su dedo anular.
Respiro hondo, ahotada física y mentalmente. El camino al Score es eterno o así lo siento, los miembros de la organización están todos aquí desde que se arrodillaron en la galería de los Pitt.
Regreso al antiguo edificio sintiéndolo como en casa. Hay un hombre que recuerdo ser el médico que me atendió cuando me rescató de Jaden. Viene con uso guantes de látex negros y habla con Alexander mientras voy a refrescarme seguida de Ethan.
Me miro en el espejo sin creer todo lo que sucedió en la noche, me lavo las manos y miro mi anillo, después el collar del lobo. —Se encuentra bien mi señora? ¿Quiere comer algo para relajar los síntomas que le provoca su bebé? — Ethan entre abre la puerta mirándome.
Niego lavándome las manos y trato de quitarme el anillo recordando la luz parpadeante de hace una hora. Sale como si no me costara siempre, la única vez que sucedió fue exactamente aquí.
—El Score es un lugar seguro, si no el anillo no saldría fácilmente— dice Ethan mirándome sobre el espejo.
—Tiene un tipo de rastreador ¿No? Por eso no debo quitármelo— no asiente, pero es evidente, por eso me encontró en el Caribe, en la residencia Madden, en la galería...
Me lo coloco de nuevo mirando el collar del lobo. El olor a sangre y el recuerdo de Katherine y Beckham muertos se clavan en mi cabeza los siguientes minutos. Los hoteles Emma Roe.
Saco mi celular y en los portales de noticias están los diseños, son exactamente los que hizo conmigo en su inspiración. Tienen un parecido al Score. —¿Lo sabías? — no hace falta entrar en detalles con mi guardaespaldas.
Niega, lo que tengo entendido es que estaba planeado para ser noticia en la campaña de Richard Madden, su boda me refiero. —Es mi marido ahora— la idea me da un cosquilleo en la nuca. —Lo fue desde la cena de la discordia.
Lo veo sonreír de lado. Me quito el collar, paso a la habitación de Alexander en el Score, sobre la cama hay ropa limpia, mi celular y... un anillo de matrimonio a mi medida en un estuche aterciopelado.
Miro la ropa es un diseño costoso de Ralph Lauren en tonos blancos. Zapatillas LV, aretes Macy's, deduzco que todo es obra de Maya por último hay uno de mis abrigos de colección.
Hay alboroto afuera, la gente de la organización es ruidosa. Octavian me informa que Alexander ha sido atendido por el médico, pero ahora esperan juntos en la biblioteca.
—¿Qué es lo que esperan? — pregunto mientras me hace la cama, pero no tengo intenciones de recostarme.
—Es que la organización sabe que asesinó a Beckham y a Katherine— explica.
—Entonces están molestos conmigo.
Niega mirando sus zapatos. —Más bien, esperan que esta noche sea su iniciación en la organización del lobo— dice algo en chino y después busca las palabras correctas en inglés, aunque le cuesta —El tatuaje del lobo, es por la regla de cumplir su primer asesinato, la familia Roe no tardará en reunirse.
Me siento sobre la cama mirando la ropa costosa. Las joyas... Ethan me mira desde el balcón con Rebecca. Su mirada es clara. ¿Está lista? No he asimilado la noticia de mi matrimonio, no sé qué haré ante la organización.
Está es la primera vez que veré a todos los miembros reunidos. El tatuaje del lobo. Me paseo por la habitación en compañía de Octavian, en mi mente tengo a Cora. Alicia. Dylan.
Cuando Maya toca la puerta me tenso al mirarla y recordar que sabía del matrimonio. Octavian se queda en silencio ante la imponencia de la mayor de los Roe que viene mejor vestida que antes, pasan de las dos de la mañana.
—¿Qué se te ofrece?
—La organización se ha reunido para discutir los eventos recientes. Alexander está herido, debe descansar al igual que tú. Hemos decidido dejar tu indicación para la noche de mañana si te parece bien.
—Olvidaste ser considerada cuando supiste que firme un acta de matrimonio y no un convenio prematrimonial.
Asiente. —Los Roe hacemos todo de diferentes formas, lo convencional no está en nuestro vocabulario— sonríe —Tú boda es meramente representativa, nuestra familia no es tradicional, pero si consideramos tu matrimonio con Alexander que él te llamo "su mujer" por primera vez.
Los estragos están haciendo mi cuerpo sentirse extraño. Me recuesto en la cama preparada por Octavian dándole a Maya indicios de irse de mi habitación. No quiero hablar con los Roe.
—Tú iniciación está cerca Emma— dice por último dejando que el asiático apague las luces de la habitación.
—La ropa es costosa porque debes lucir con elegancia para un evento, mostrando tu riqueza como Roe.
¡Hola sexys!
¿Están listos para lo que se viene? Lo dudo.
Doy spoilers en mi instagram a la media noche.
¡Los amo tres millones!
-Karla.
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