CAPÍTULO X

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No podía pensar con claridad después de que Jones se alejó. Sentía que la cabeza me daba vueltas y que mi cerebro no podía seguir el ritmo de lo que sentía. No sabía si era bueno o malo, pero desde luego no era aburrido.

Cuando levanté la vista hacia él, me sonrió con esos dientes perfectos y esos hoyuelos que podían hacer que una chica se desmayara nada más verlos. 

Entonces me invadió una sensación agridulce. No me arrepentía de lo que había pasado aquel día, pero sabía que no duraría mucho. Mañana amanecerá y ya veremos, pensé.

"¿En qué estás pensando?" Levanté la vista y vi sus ojos clavados en mí, observando cada uno de mis movimientos.

Su pregunta me pilló desprevenida. No estaba segura de cómo contestarle, así que en lugar de darle una respuesta de inmediato, le hice una pregunta de vuelta.

"¿Qué quieres decir?"

"Quiero decir", dijo lentamente, "¿piensas en lo que pasó entre nosotros? ¿Crees que es raro o que está mal?"

Respiré hondo antes de responderle. "No lo sé", dije sinceramente, "pero siento que pase lo que pase estará bien".

"Yo también lo creo", dijo en voz baja.

Cuando llegué a la habitación, metí la llave en la cerradura, entré y me acerqué de puntillas a mi cama. Por suerte Stacey y Mackenzie estaban dormidas y nada las despertaría ahora.

Me tumbé en la cama y empecé a pensar en todo lo que había pasado hoy. ¡No podía creer cuántas cosas podían pasar en un solo día! Me ardían los ojos de cansancio, así que los cerré y me adentré en un mundo en el que todo parecía volver a estar bien algún día...

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A la mañana siguiente, Stacey y Mackenzie me despertaron con almohadazos. En cuanto me incorporé, me bombardearon con preguntas sobre lo que había pasado la noche anterior con Jones.

"¿Se besaron?", preguntó Stacey. "¿O pasó algo mucho más escandaloso?".

Me sonrojé y traté de ocultarlo, pero las dos se dieron cuenta.

"Apuesto a que es lo segundo", dijo Mack, antes de que le lanzara la almohada de vuelta. Stacey se ahogaba de risa.

"También hay una para ti", dije golpeándola con mi propia almohada y riéndome con Mack mientras la veíamos retorcerse en el suelo como un gusano.

Pronto acabamos en una guerra de almohadas. 

A causa del alboroto, no nos habíamos dado cuenta de que estaban evacuando a todos los estudiantes porque se había activado una de las alarmas de emergencia, hasta que Samantha abrió la puerta y nos sacó de la habitación, en pijamas, como a todos los demás.

"¿Qué?" preguntó Mackenzie, con la voz llena de miedo. "¿Por qué? ¿Qué pasa?"

Negué con la cabeza. "No lo sé", dije en voz baja. "¿Quizá hay un incendio?".

"No lo creo", susurró Samantha. "No hay humo".

"¿Entonces por qué nos están evacuando?", preguntó Mackenzie.

"Se han activado las alarmas de emergencia", dijo Samantha. "Todos los estudiantes deben abandonar el edificio inmediatamente, como lo expresa el protocolo".

"Todo el mundo, por favor, sígame a la salida más cercana".

El sonido de pasos resonó en las paredes, como si hubiera cientos de personas caminando detrás de nosotros. Me di la vuelta, pero lo único que vi fueron las caras de mis compañeros de clase, todos tan confusos y preocupados como nosotras.

Samantha se detuvo frente a una puerta de salida de emergencia y miró su teléfono. "Vale", dijo en voz alta por encima del ruido procedente del interior del edificio. "Salgan todos al aparcamiento".

Cuando ya estábamos todos reunidos vi cómo Jones me miraba desde el otro extremo del lugar y se acercaba a mí de manera sutil. Stacey y Mackenzie aún no lo habían visto, pero noté que Rebecca y Rachel estaban con los ojos clavados sobre nosotros.

"Lindos pantaloncitos de Bob Esponja" Me sonrojé. No recordaba que en ese momento llevaba puesto un pijama revelador, de un dibujo animado.

"¿Tuviste algo que ver con la alarma?". Levanté la vista hacia él, con una mueca divertida en los labios.

"No puedo atribuirme el mérito, pero me alegro de que sonara" Baja su mirada recorriéndome por todas partes. Me siento vulnerable. Stephen y Rose dan con nosotros y nos preguntan si está todo bien.

Antes de que lo vean, Jones se aleja hacia donde estaba y me deja con ellos. 

"Todo en orden" Responde Stacey y Mack y yo asentimos.

Stephen se acerca a mí. "¿Cómo estuvo todo, cómo fue tu cita?"

"Todo bien, Steph, me divertí" Le sonrío, pero él no me corresponde. Sabía que pensaba que Jones no era un buen tipo para mí y no le gustaba nada toda la situación con él. Así que me contuve y sólo le conté a mi mejor amigo detalles superficiales de nuestra cita. 

Como me temía, nuestra relación ha cambiado. Stephen y yo solíamos contarnos todo.

Mack y Stacey tiran de mi brazo y las tres nos alejamos un momento.

"¿Y los carteles? Esta sería una buena oportunidad para ponerlos" dice Stacey susurrando.

"Están en uno de los cajones de nuestra mesita de noche" Mack se ofrece a ir por ellos, pero no la dejo.

"Iré yo, cúbreme la espalda" Asienten y me cubren hasta que vuelvo a entrar en nuestra habitación, sin que nadie me vea.... O eso creo.

"Así que eres una de las chicas malas..." Oigo a alguien detrás de mí y me quedo inmóvil. Sin embargo, me relajo cuando noto que es Jones. Está de pie en la entrada de la habitación, mirándome.

"Jones, ¿qué estás haciendo aquí?" le pregunto, con los ojos muy abiertos.

"Siguiéndote" dice, con naturalidad. 

Me muerdo el labio y miro mis manos. No sé qué decir ni qué hacer en este momento; todo está sucediendo muy deprisa y es casi como si estuviéramos en una especie de montaña rusa en la que nuestros corazones van a mil por hora y todo lo demás a nuestro alrededor se mueve despacio.

Empiezo a sentir de nuevo el deseo recorriendo mi cuerpo.

Sacudo la cabeza e intento serenarme de nuevo. "¿Por qué estás aquí?

"¿Quieres que me vaya?", dice mientras se acerca y me agarra por la cintura. 

Siento su aliento caliente en mi cuello y mi cuerpo hormiguea de excitación. Me agarra el pelo con una mano y me acerca a él, mientras la otra se apoya en mi cadera. Estoy a punto de entregarme a él cuando oigo pasos en el pasillo. Nos separamos antes de que nos vean y nos escondemos en el armario.

"Juro que los vi entrar a los dos juntos". Son Rebecca y Rachel.

"No sé, Becca... Conozco a Alice y ella no es así". Rebecca la mira como si le hubiera salido un cuerno de la cabeza.

"¿Quieres decir que la conocías?". Rachel tuerce la boca en un gesto confuso. Pongo los ojos en blanco.

"Bueno, obviamente no están aquí". dice Rebecca, caminando hacia el pasillo, mientras Rachel le pisa los talones.

Jones se ríe por lo bajo y le doy un pisotón en toda regla. Hace una mueca de dolor y le sonrío antes de que nos interrumpan de nuevo.

"¿Alice?, susurra Mack. ¿Estás aquí?" Mierda.

Salgo del armario, dejando atrás a Jones, y veo a Mack. Me mira con una sonrisa en la cara y sé que sabe que me pasa algo.

"¿Pero qué haces ahí?", me pregunta riendo. "Creía que habíamos quedado en que no te ibas a meter en líos".

"Sí, bueno..." Digo mirando al suelo. "Rebecca y Rachel me siguieron, así que me escondí aquí". Mack me mira con una expresión que dice "no me lo creo".

Me acerco a la mesilla de noche y le doy los carteles. Las dos salimos de la habitación de puntillas y empezamos a dejarlos por todas partes: en cada puerta, encima de cada lavabo... Parece que nos estamos saliendo con la nuestra, ¡y es divertido!

"Entonces, ¿me vas a contar qué está pasando?". me pregunta Mack en cuanto terminamos.

Suspiro y me apoyo en una pared, "No es nada" le digo intentando evitar el contacto visual. 

"Quiero decir... ¿No tendrá nada que ver con alguien llamado Jones?". Me mira con sus grandes ojos grises mientras se ríe.

"De hecho, sí". Entrecierra los ojos y yo me río.

"¿Y no piensas contárnoslo?". La miro con seriedad durante un segundo antes de volver a reírme.

"Lo haré, si salimos vivas de esta", digo mientras buscamos la forma de volver al aparcamiento sin que se den cuenta de que nos hemos ido.